Santa Teresita escribía: "puse mi mirada hacia la imagen de Nuestra Señora y... caló hondo en mi alma la "sonrisa encantadora de la Santísima Virgen" (ver artículo)
Su don y su sueño no han sido excluyentes, sino complementarios y utiliza su talento para alabar a Dios a través del piano o del órgano (ver artículo)
Elisabeth Leseur soportó durante años las burlas de su marido ateo, y nunca perdió la fe. Finalmente él, gracias a tu testimonio escrito, encontró la salvación. (ver artículo)