Hace tiempo que supimos de la visita de Colton Burpo, cuando este niño tenía 4 años de edad, mientras le practicaban una cirugía de urgencia.
En esta ocasión tenemos la entrevista que María Vallejo-Nagera —escritora y Licenciada en Pedagogía— (ver artículo)
Testimonios
La Rosa Mystica llora en Caracas – Venezuela
La Rosa Mystica es una advocación particularmente tocada por estas Gracias, y sus lagrimas conmueven por la repetición del fenómeno en distintos lugares del mundo... (ver artículo)
Increíble foto de Nuestra Señora
Aun cuando las dificultades de la vida, como el invierno, parece que sólo traen frío y desolación, Dios y su Madre, sutilmente, aparecen y nos dicen que todavía hay esperanza... Entra y mira la fotografía... (ver artículo)
Ciencia y Fe de la mano
El "doodle" de Google, el dibujo animado que homenajea cada día en el buscador de Internet una efeméride, se ha fijado este 18 de febrero en el 270º aniversario del nacimiento del científico católico Alessandro Volta, inventor de la pila eléctrica.
Albert (ver artículo)
Perdonar como perdona Dios
¿Hay que perdonar hasta siete veces? —«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete». (Mateo 18, 20) (ver artículo)
Una niña ejemplar, camino de santidad
Antonela no era una niña cualquiera, era un ser extraordinario. Veía al Padre Pío y charlaba con él... (ver artículo)
Los Sacerdotes buenos no son noticia
Buenos sacerdotes que, en un intento de imitar al mismo Cristo, dan su vida por los demás... (ver artículo)
Las Navidades de María – Maria Susana Ratero
Comienza diciembre y caminamos hacia el segundo domingo de Adviento. Te pido me acompañes, María, en estos días especiales para el alma. Días de preparación y espera. Días de revisión profunda y cambios necesarios….
—Días de recuerdos… (ver artículo)
Habla un exorcista discípulo de Amorth
«Habla un exorcista»: para evangelizar, ayudar a la gente oprimida por el Maligno, prevenir contra las prácticas de riesgo... (ver artículo)
La Virgen con el Niño en sus brazos
Mi hija Rocío de cuatro añitos, que estaba sentada en la cocina que daba al fondo de la casa, empezó a avisarme a los gritos: ¡mamá la señora, la señora!... (ver artículo)