"Un día me llamó el obispo y me dijo que había pensado que yo fuera el exorcista. Me quedé un poco sin palabras".
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Los habitantes de Tumaco, por haber sido salvados de la muerte gracias a Jesús Sacramentado, daban muestras de ferviente gratitud... (ver artículo)
El refugiado llegaba a horas intempestivas hasta el portal del paseo de la Castellana, 12. Margarita los acogía amistosamente en su vivienda. (ver artículo)