Juan, hijo de Zebedeo y de Salomé, hermano de Santiago, fue capaz de plasmar con exquisitas imágenes literarias los sublimes pensamientos de Dios.
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Pedro decidió abandonar el mundo exterior y abrazar la vida religiosa, entrando al convento de Fonte Avellana, comunidad de ermitaños. (ver artículo)
San Tarsicio es el Patrón de los Monaguillos y de los Niños de Adoración Nocturna. Por algo se le conoce como el Mártir de la Eucaristía. (ver artículo)