Sus vidas nos ayudan a comprender diariamente la necesidad de la oración, para acrecentar la fe y permanecer fieles y firmes (ver artículo)
Santos que dieron la vida perseguidos por su fe. ¿Los conoces?

Timoteo y Tito, discípulos de san Pablo (siglo I). Presidieron las comunidades cristianas de Efeso (Turquía) y de la isla de Creta respectivamente. Ellos fueron los destinatarios de las cartas llamadas «pastorales», cartas llenas de excelentes recomendaciones (ver artículo)