Pedro decidió abandonar el mundo exterior y abrazar la vida religiosa, entrando al convento de Fonte Avellana, comunidad de ermitaños. (ver artículo)
Santoral
San Peregrino Laziosi, patrono de los enfermos de cáncer, SIDA, heridas sin cicatrizar y enfermedades de la piel
Oh Dios, que diste a San peregrino un ángel a María y a Jesús como médico, cúranos. (ver artículo)
San Pio X, papa y patrono de los catequistas
San Pío X fue sacerdote con cargo parroquial, luego obispo de Mantua y después patriarca de Venecia. Finalmente, elegido Sumo Pontífice, adoptó una forma de gobierno dirigida a instaurar todas las cosas en Cristo, que llevó a cabo con sencillez (ver artículo)
San Policarpo
fue uno de los discípulos del apóstol San Juan Evangelista, el último de los testigos de los tiempos apostólicos. (ver artículo)
San Quintín
MCerca de la ciudad de Vermand, en la Galia Bélgica, san Quintín, mártir, del orden senatorial, que padeció por Cristo en tiempo del emperador Maximiano.
Vida de San Quintín
Fue Quintín hijo de un senador romano muy apreciado de la gente. (ver artículo)
San Ramón Nonato, patrono de las embarazadas
Recibió el sobrenombre de non natus (no nacido), porque su madre murió en el parto antes de que el niño viese la luz. (ver artículo)
San Ricardo, laico, padre de dos santos
Padre de los santos Willibaldo y Waldburgis, el cual, peregrinando junto con sus hijos desde Inglaterra a Roma, fallece. (ver artículo)
San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia
San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia, miembro de la Compañía de Jesús, que intervino de modo preclaro, con modos sutiles y peculiares, en las disputas teológicas de su tiempo. Fue cardenal, y durante algún tiempo también obispo (ver artículo)
San Tarsicio, niño mártir de la Eucaristía y patrono de los monaguillos
San Tarsicio es el Patrón de los Monaguillos y de los Niños de Adoración Nocturna. Por algo se le conoce como el Mártir de la Eucaristía. (ver artículo)
San Valentín
San Valentín era un sacerdote que hacia el siglo III ejercía en Roma. Gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados, (ver artículo)