Por supuesto Señor, nosotros. Ya no más la soledad, ya no más ese vacío interior. ¡Todo lo contrario! Ahora te busco a ti, en la intimidad, Ahora somos "nosotros".
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La formula es entonces simple, es una sociedad perfecta: la parte humana se esfuerza, y abre las puertas a la Gracia que Dios derrama abundantemente sobre el alma que trabaja. (ver artículo)
Por un momento pensemos en la Presencia Eucarística de Jesús: El está allí, llamándonos desde Su Verdadero Cuerpo y Sangre. Sin embargo nosotros, ¿cuántas veces lo olvidamos...? (ver artículo)
Tenemos el más grande de los tesoros, la iglesia verdadera fundada por Jesús sobre la Roca, Pedro. Y sin embargo, pareciera que nos dormimos y pensamos que la gente tiene que venir a nuestra iglesia. (ver artículo)