Meditaciones

Bienaventurados

Así fue en Belén, más de dos mil años atrás. Una pareja pobre y callada avanzaba con un pequeño burrito que golpeaba con sus pezuñas las piedras del sendero.
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Herido en mi vanidad

Nuestra vanidad es ese orgullo que nos dificulta aceptar que las cosas son simplemente como son, y que no tiene sentido andar presumiendo o defendiendo quienes somos, o cuanto somos (ver artículo)

No tenemos dónde huir

Aun como católicos nos sentimos rodeados de confusión, porque mientras vemos con claridad lo que significa nuestro ser cristiano, encontramos enormes dificultades en ser comprendidos... (ver artículo)

El Gran Carpintero

No nos esforcemos en lograr un mundo formado sólo de martillos... Dejemos que el Adorable Carpintero haga en Su Taller el mejor uso de Sus Herramientas...
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La cebolla

¡Que difícil!. Una capa de la cebolla que nos cuesta mucho arrancar. ¡Cómo tenerlo al Señor presente todo el día, si estoy tan ocupado en mis cosas cotidianas!
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