Los siete domingos de san José son una costumbre de la Iglesia para preparar la fiesta del 19 de marzo. ayuda a conocer mejor al esposo de la Virgen María. (ver artículo)
Alma víctima, ofreció enormes sufrimientos viviendo la Pasión de Nuestro Señor. Dios le concedió muchos dones místicos, entre ellos, visiones, estigmatización, locución, éxtasis. (ver artículo)
Como el Mesías llega por la Madre Virgen, es imposible preparar la Navidad prescindiendo de la contemplación del indecible gozo esperanzado que poseyó la Virgen María (ver artículo)