Los consejos de Santa Teresa para una vida orante
Dirige a Dios cada uno de tus actos; ofréceselos y pídele que sea para Su honra y gloria.
Ofrécete a Dios cincuenta veces al día, y que sea con gran fervor y deseo de Dios.
En todas las cosas, observa la providencia de Dios y Su sabiduría, en todo, (ver artículo)