Testimonio – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 11 Oct 2024 22:55:06 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Nuestra responsabilidad https://www.reinadelcielo.org/nuestra-responsabilidad/ Fri, 11 Oct 2024 11:14:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=528 Demasiadas veces nos ocurre lo mismo. En medio de conversaciones sobre las cosas de Dios surge el disgusto y rechazo hacia los católicos, en base a experiencias negativas con laicos o consagrados. Obviamente que de modo inmediato intentamos por todos los medios separar a la Iglesia, como un todo, de cualquier error que alguien en particular hubiera cometido, y argumentamos y contra argumentamos frente a la negativa a abrirse a la verdad.

La verdad es que es demasiado doloroso el mirar la historia y advertir que las grandes tribulaciones de la Iglesia han venido desde fuera, pero sin dudas facilitadas por nuestras propias falencias, errores y miserias. Ha sido siempre el mismo el costado que nos ha herido, el de la propia humanidad de los que configuramos el Cuerpo Místico de Cristo. ¿Y qué hace el Señor ante estos dolores?

Pues, sin dudas, llora.

Llora cuando los que debiéramos ser ejemplo de amor y unión, dividimos y alejamos. Llora cuando ve con dolor profundo como muchos que debieran ser consolados y recibidos con brazos amorosos, son espantados como si no fuéramos nosotros los mensajeros del amor. Llora cuando la paz que debiera brotar como un manantial es reemplazada por envidias, egoísmos y rencores.

Cruz de Iglesia

No hay manera de explicar el que en lugar de decir “miren como se aman”, se escuche de modo demasiado repetitivo ¿y son estos acaso dignos representantes de un Dios de Amor? Muchas personas se preguntan por qué Dios permite que estas cosas ocurran en Su propia Casa. Claro, ellos piensan que Dios interviene a cada instante en los actos de los que configuran su familia. No es así. El nos libera a nuestro propio albedrío, a nuestra propia voluntad, aunque eso signifique pasos de retroceso, en lugar de progreso.

No, Dios no impide nuestros errores, aunque de modo misterioso interviene en aquellas encrucijadas en que Su Voluntad se encuentra condicionada por un desvío demasiado importante. Son puntos en que El envía a quienes recobran el aliento de Su Pueblo, como lo hizo con San Francisco en la pequeña iglesia de la Porciúncula. “Reconstruye mi Iglesia”, le dijo Dios ese día al Santo de Asís. Y ese pedido significa que había algo para reconstruir, algo estaba dañado.

Si miramos el paso de la historia veremos como muchas veces estuvo nuestra Iglesia al borde de problemas demasiado serios, como cuando Santa Catalina de Siena fue inspirada a rescatar al Pontífice de una situación histórica demasiado compleja. Ella, guiada por el Señor, luchó e insistió hasta cambiar la voluntad del Papa de su tiempo. Hoy, una vez más, El nos dice “reconstruye la Iglesia”. Y nosotros, ¿reconstruimos o miramos en otra dirección? ¿Edificamos o derruimos?

Duele. Duele porque se ve con claridad como Dios se decepciona de la falta de más miembros fieles de Su familia. Somos Católicos, con orgullo. Somos pilares de nuestra Iglesia, con la frente bien alta y la felicidad de poder decirlo con alegría en la voz. ¿Lo hacemos, o nos avergüenza el defender nuestro legado de miembros de la Casa de Pedro?

Cuando nos hablen mal de los católicos, recordemos que nosotros somos la Iglesia, por lo tanto están hablando mal de nosotros. Nadie puede negar la extraordinaria obra espiritual y también solidaria que la Iglesia Católica realiza en todo el mundo. ¿Quién se atreve a criticar a quienes realizan esa obra? ¿Quién se atreve a criticar a tantas Teresas de Calcuta que pueblan Capillas, Parroquias y Catedrales?

Los que realizan malas obras dentro de nuestra Iglesia no la representan. Estarán con nosotros, pero no son de los nuestros. De tal modo no podemos permitir se confunda la obra de Dios con las miserias de unos pocos, o de unos muchos, lo mismo da. Es grande nuestra responsabilidad. Dios no espera de nosotros un silencio cómplice ante esas críticas, ni mucho menos una mirada de asentimiento. El espera una valiente defensa de Su Casa, que es nuestra Casa también.

Señor, perdona nuestras cobardías y nuestras miserias, y danos un corazón valiente, para que seamos ejemplo de bien, reflejo de Tu Bondad.


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103 mártires de Corea https://www.reinadelcielo.org/103-martires-de-corea/ Fri, 20 Sep 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=23176 Memoria de los santos Andrés Kim Taegön, presbítero, Pablo Chöng Hasang y compañeros, mártires en Corea. Se veneran este día en común celebración todos los ciento tres mártires que en aquel país testificaron intrépidamente la fe cristiana, introducida fervientemente por algunos laicos y después alimentada y reafirmada por la predicación y celebración de los sacramentos por medio de los misioneros. Todos estos atletas de Cristo —tres obispos, ocho presbíteros, y los restantes laicos, casados o no, ancianos, jóvenes y niños—, unidos en el suplicio, consagraron con su sangre preciosa las primicias de la Iglesia en Corea (1839-1867).

Fecha de canonización: Los 103 mártires fueron canonizados por S.S. Juan Pablo II el 6 de mayo de 1984, en Seúl, Corea.

¿Quiénes fueron los mártires?

Santos Simeón Berneux, Antonio Daveluy, Lorenzo Imbert, obispos; Justo Ranfer de Bretenières, Luis Beaulieu, Pedro Enrique Dorie, Padro Maubant, Jacobo Chastan, Pedro Aumaître, Martín Lucas Huin, presbíteros; Juan Yi Yun-il, Andrés Chong Hwa-gyong, Esteban Min Kuk-ka, Pablo Ho Hyob, Agustín Pak Chong-won, Pedro Hong Pyong-ju, Pablo Hong Yong-ju, José Chang Chu-gi, Tomás Son Cha-son, Lucas Hwang Sok-tu, Damián Nam Myong-hyog, Francisco Ch’oe Kyong-hwan, Carlos Hyon Song-mun, Lorenzo Han I-hyong, Pedro Nam Kyong-mun, Agustín Yu Chin-gil, Pedro Yi Ho-yong, Pedro Son Son-ji, Benedicta Hyon Kyongnyon, Pedro Ch’oe Ch’ang-hub, catequistas; Agueda Yi, María Yi In-dog, Bárbara Yi, María Won Kwi-im, Teresa Kim Im-i, Columba Kim Hyo-im, Magdalena Cho, Isabel Chong Chong-hye, vírgenes; Teresa Kim, Bárbara Kim, Susana U Sur-im, Agueda Yi Kan-nan, Magdalena Pak Pong-son, Perpetua Hong Kum-ju, Catalina Yi, Cecilia Yu Sosa, Bárbara Cho Chung-i, Magdalena Han Yong-i, viudas; Magdalena Son So-byog, Agueda Yi Kyong-i, Agueda Kwon Chin-i, Juan Yi Mun-u, Bárbara Ch’oe Yong-i, Pedro Yu Chong-nyul, Juan Bautista Nam Chong-sam, Juan Bautista Chon Chang-un, Pedro Ch’oe Hyong, Marcos Chong Ui-bae, Alejo U Se-yong, Antonio Kim Song-u, Protasio Chong Kuk-bo, Agustín Yi Kwang-hon, Agueda Kim A-gi, Magdalena Kim O-bi, Bárbara Han Agi, Ana Pak Ag-i, Agueda Yi So-sa, Lucía Pak Hui-sun, Pedro Kwon Tu-gin, José Chang Song-jib, Magdalena Yi Yong-hui, Teresa Yi Mae-im, Marta Kim Song-im, Lucía Kim, Rosa Kim, Ana Kim Chang-gum, Juan Bautista Yi Kwang-nyol, Juan Pak Hu-jae, María Pak Kuna- gi Hui-sun, Bárbara Kwon-hui, Bárbara Yi Chong-hui, María Yi Yon-hui, Inés Kim Hyo-ju, Catalina Chong Ch’or-yom, José Im Ch’i-baeg, Sebastián Nam I-gwan, Ignacio Kim Che-jun, Carlos Cho Shin-ch’ol, Julita Kim, Águeda Chong Kyong-hyob, Magdalena Ho Kye-im, Lucía Kim, Pedro Yu Taech’ol, Pedro Cho Hwa-so, Pedro Yi Myong-so, Bartolomé Chong Mun-ho, José Pedro Han Chae-kwon, Pedro Chong Won-ji, José Cho Yun-ho, Bárbara Ko Sun-i y Magdalena Yi Yong-dog.

Breve biografía

París, rue du Bac. La calle está hoy compartida. Una de sus aceras la ocupan casi íntegramente los inmensos almacenes “Au bon marché”. La otra acera conserva todavía un cierto aire del primitivo París. Una puerta humilde, que da a un estrecho callejón, conduce a una iglesia objeto de la veneración de todos los católicos del mundo: la capilla de las apariciones de la Virgen Milagrosa. Siguiendo por la misma acera encontramos otro edificio, también humilde en apariencia, pero de enorme significación en la historia de la Iglesia: el seminario de misiones extranjeras. Allí se forjó un nuevo estilo en la manera de concebir la tarea misional y allí, por vez primera, en forma orgánica, el clero secular forjó sus armas para salir a luchar las rudas batallas contra el paganismo.

El seminario llevaba ya muchos años funcionando cuando en 1831 se confiaba a sus alumnos un nuevo territorio de misión: la península de Corea. Territorio muy vasto, su extensión equivale prácticamente a la de Italia, y cuya evangelización habría de resultar muy penosa. Pese a estar a la misma latitud que España o Italia, el clima es duro, continental, extremado. Por otra parte, el país es pobre, y no podría resultar fácil la vida de los misioneros. En cambio iban a tener éstos una ventaja: les esperaban unas cristiandades que habían sufrido ya su bautismo de sangre y la terrible prueba de la persecución.

Corea es uno de los pocos países del mundo en donde el cristianismo no fue introducido por los misioneros. Durante el siglo dieciocho se difundieron por el país algunos libros cristianos escritos en chino, y uno de los hombres que los leyeron, se las arregló para ingresar al servicio diplomático del gobierno coreano ante el de Pekín, buscó en la capital de China al obispo Mons. de Gouvea y de sus manos recibió el bautismo y algunas instrucciones. Este intelectual coreano, bautizado en Pekín, fue quien consiguió -a partir de su retorno en 1784- introducir el cristianismo en Corea. 

Pero aquella naciente cristiandad sufrió una dura persecución y estuvo a punto de ser aniquilada. Sin embargo, cuando diez años más tarde, en 1794, un sacerdote chino vino de Pekín encontró todavía cuatro mil cristianos, tan fervorosos que en poco tiempo su número se duplicó. Siete años más tarde, en 1801, se produce una nueva represión, y el sacerdote fue ejecutado con unos trescientos cristianos, entre quienes destacaba la noble figura de Juan Niou y su mujer Lutgarda, que habían contraído matrimonio sin usar nunca del mismo.

Existe una carta escrita por los coreanos para implorar al Papa Pío VII que enviase sacerdotes a aquella pequeña grey que, sin embargo, ya había dado mártires a la Iglesia.

Treinta años después, la Sagrada Congregación de Propaganda erigía un vicariato apostólico en Corea y lo confiaba, según hemos dicho, al Seminario de Misiones Extranjeras, de París. Pese a que en 1815 y en 1827 había habido nuevas oleadas de persecución, el número de cristianos sobrepujaba ya los seis millares. Al frente del nuevo vicariato iba a ser colocado un fervoroso misionero de China: Lorenzo José Mario Imbert.

Su nombre es el primero y el más destacado de la larga relación de mártires cuya fiesta se celebra hoy. Había nacido en la diócesis de Aix-en-Provence. Su familia residía en Calas, y era harto pobre. Es conmovedor saber cómo aprendió a leer: un día encontró un centimillo en la calle, con el compró un alfabeto y rogó a una vecina que le enseñara las letras. Así, a fuerza de perseverancia, consiguió la preparación suficiente para poder ingresar, en 1818, en el seminario de Misiones Extranjeras. Después de dos años de estudios se embarca en Burdeos y marcha a trabajar a China.

En plena tarea apostólica le sorprende el nombramiento de vicario apostólico de Corea y su elevación al episcopado. En mayo de 1837 es consagrado en Seu-Tchouen, y al terminar el año llega a Corea.

No era el primero en llegar. Le habían precedido ya otros dos misioneros, llamados a compartir el martirio con él. Los dos franceses: Pedro Filiberto Maubant, nacido en la diócesis de Bayeux, y Santiago Honorato Castán, nacido en la diócesis de Digne. El primero había venido directamente de Francia. El segundo había trabajado anteriormente en Siam.

Inmediatamente pusieron manos a la obra. Ante todo fue necesario aprender la lengua coreana, tributaria del chino, pero con muchas analogías con los dialectos siberianos. Después pudieron ya ponerse de lleno al trabajo apostólico.

Escuchemos a monseñor Imbert lo que era su vida

No permanezco más que dos días en cada casa que reúno los cristianos, y antes de que amanezca el tercer día paso a otra casa. Me toca sufrir mucha hambre, porque después de haberme levantado a las dos y media de la madrugada, esperar hasta el mediodía y recibir entonces una comida mala y floja, bajo un clima bajo y seco, no es cosa fácil. Después de comer reposo un poco, y a continuación doy clase de teología a mis seminaristas; después oigo confesiones hasta la noche. Me acuesto a las nueve sobre la tierra cubierta de una lona y un tapiz de lana de Tartaria, porque en Corea no hay ni camas ni mantas. He tenido, siempre un cuerpo débil y enfermizo, y a pesar de todo he llevado adelante una vida laboriosa y bien ocupada; pero aquí pienso haber llegado a lo superlativo y al nec plus ultra de trabajo. Ya os imaginaréis que con una vida tan penosa no tengamos miedo al golpe de sable que debe terminarla.”

Todo esto había que hacerlo con el mayor secreto. Las quince o veinte personas a las que había atendido cada día: confesiones, bautismos, confirmaciones, matrimonios, etcétera, tenían que retirarse antes de la aurora. Aun así, aquella vida no pudo prolongarse mucho tiempo. Dos años después de su llegada, el 11 de agosto de 1839, monseñor Imbert era detenido por los perseguidores.

Comprendió bien que había llegado el final de su vida. Y creyó un deber, para evitar apostasías a los fieles seguidores, invitar a sus dos compañeros a entregarse. La tarjeta enviada por el obispo, que era una invitación al martirio, llegó primero al padre Maubant, quien la transmitió a su compañero el padre Castán. Ambos obedecieron sin vacilar. Cada uno redactó una instrucción para uso de sus fieles y luego en común unas líneas dirigidas a toda la cristiandad coreana. Escribieron una breve memoria para el Cardenal Prefecto de Propaganda Fide y una carta a sus hermanos de las Misiones Extranjeras para encomendarles a sus neófitos. En esta carta es donde alegremente, como si quisieran aliviarles la pena, dicen que “el primer ministro Ni, actualmente gran perseguidor, ha hecho fabricar tres grandes sables para cortar cabezas”.

Todo esto llevaba la fecha del 6 de septiembre. Y una vez terminados los preparativos, los dos misioneros se unieron a su obispo. Los tres europeos comparecieron ante el prefecto y confesaron noblemente su fe: “Por salvar las almas de muchos, no hemos vacilado ante una distancia de diez millares de lys. Denunciar a nuestras gentes, y hacerles daño, olvidando los diez mandamientos, no lo haremos jamás, preferimos morir.” Aquel mismo día 15 de septiembre recibieron la primera paliza, con bastones. Otra nueva les esperaba, después de un interrogatorio similar, el día 16. Por fin, el día 21 tuvo lugar el suplicio final.

Les desnudaron hasta la cintura, y les asaetearon cruelmente, de arriba a abajo, a través de las orejas, les colmaron de heridas y, por fin, los rociaron de cal viva. Después de obligarles a dar por tres veces la vuelta a la plaza, mostrándose al público que se burlaba de ellos, se les hizo arrodillarse. Los soldados empezaron a correr en su derredor y al pasar les golpeaban con su sable. El padre Castán se puso instintivamente de pie al recibir el primer golpe. Después se arrodilló junto a sus dos compañeros, que estaban inmóviles. Al poco tiempo, los tres habían muerto.

Pero no eran ellos solos. Antes y después iban a perecer en aquella misma persecución otros muchos cristianos.

El primer lugar, un sacerdote nativo: el padre Andrés Kim. De acuerdo con las mejores tradiciones del seminario de Misiones Extranjeras, los misioneros se habían preocupado de ir preparando, en lo posible, un clero nativo. Cuando ellos murieron, el padre Kim se esforzó por conseguir que vinieran nuevos misioneros. En estos afanes le sorprendieron los perseguidores. Después de larga estancia en la cárcel, fue decapitado en 1846.

En la misma persecución murieron también diez catequistas y una muchedumbre de fieles. De entre ellos se escogieron unos cuantos, a quienes hoy veneramos en los altares: setenta y cinco héroes “nobles y plebeyos, jóvenes y viejos, mujeres ya maduras y jóvenes en la más florida edad, que prefirieron las cárceles, los tormentos, el fuego, el hierro, las cosas más extremas a trueque de no apartarse de la religión santísima. Para tentar su fe, los bárbaros verdugos recurrieron a los tormentos más refinados. Unos fueron ahorcados, a otros les rompieron las piernas, otros fueron azotados hasta la muerte, otros quemados con planchas ardientes, otros enterrados vivos en nichos para que murieran de hambre, y así todos cambiaron esta vida por otra inmortal y feliz. Tantos y tan crueles suplicios los sufrieron todos con invicta fortaleza”. Tales son las palabras del Decreto de beatificación expedido por el papa Pío XI. Porque, como ya anteriormente se había escrito en el Decreto de tuto, aquella muchedumbre, en la que había incluso niños de quince y trece años, “mostró tanta constancia en profesar la fe, que en manera alguna pudo la rabia de los perseguidores llegar a vencerla. Ni las cárceles largas y horribles, ni los tormentos crudelísimos, ni el hambre y la sed, con la que ellos eran probados, ni otros horrendos suplicios, ni el terror y los halagos de los jueces impíos, ni la edad juvenil o provecta, ni el amor materno, ni la piedad filial, ni el dulce yugo del matrimonio, fueron capaces de superar la fortaleza y firmeza de aquellos mártires”.

No es extraño que muy pronto se extendiera por todo el mundo la fama de su admirable ejemplo. Por eso, el papa Pío XI, superando las dificultades de tipo jurídico que se oponían a su beatificación, pues resultaba muy difícil recoger las pruebas exigidas con todo el rigor canónico, teniendo en cuenta que había certeza absoluta de la realidad del martirio, los beatificó solemnemente en 1925.  A esa lista se sumarían luego aquellos mártires que beatificó el papa Pablo VI el 6 de octubre de 1968.  Finalmente, el papa Juan Pablo II rindió homenaje a todos los mártires de Corea, canonizando a estos confesores de la fe en la ciudad de Seúl el 6 de mayo de 1984,

Su sangre, como siempre ha ocurrido, fue semilla de nuevos cristianos, y hoy Corea, al menos en su parte Sur, libre del comunismo, es una de las cristiandades más florecientes y esperanzadoras de todo el Extremo Oriente.
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Fuente: Catholic.net
Bibliografía:AÑO CRISTIANO Edición 2003
Autores: Lamberto de Echeverría (?), Bernardino Llorca (?) y José Luis Repetto Betes
Editorial: Biblioteca de Autores Católicos (BAC)
Tomo III Marzo ISBN 84-7914-663-X
VIDAS DE LOS SANTOS Edición 1965
Autor: Alban Butler (?)
Traductor: Wilfredo Guinea, S.J.
Editorial: COLLIER´S INTERNATIONAL – JOHN W. CLUTE, S. A.


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Al atardecer, la Virgen María se manifestó en Kenia https://www.reinadelcielo.org/al-atardecer-la-virgen-maria-se-manifesto-en-kenia/ Sat, 18 May 2024 08:55:57 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=27902 ]]> En una supuesta imagen tomada en el Santuario Subukia en Kenia a principios de octubre de 2022, se puede apreciar a la Santísima Virgen María en un hermoso atardecer. La publicación que compartió esta imagen ha generado casi 4,000 reacciones, más de 10,000 compartidos y cientos de comentarios en las redes sociales. Los usuarios han difundido las fotos en diversas plataformas como Instagram y TikTok.

La página de Facebook Misión Guadalupana Para El Mundo Desde 1948 publicó una foto fascinante de una reunión de oración en África en la que se vería a la Virgen.

Esta publicación ha inspirado a muchos a orar y acudir a la Virgen en busca de ayuda, protección e intercesión. Algunos han expresado su gratitud y devoción hacia la Virgen María, reconociéndola como la madre santísima que intercede por ellos ante Dios. La manifestación de la Virgen en el atardecer ha sido interpretada como un signo de la presencia divina en momentos de necesidad.

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Fuente: churchpop.com


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Entrevista a Catalina Rivas https://www.reinadelcielo.org/entrevista-a-catalina-rivas/ Fri, 12 Apr 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=27846 ]]> En esta entrevista podemos disfrutar del testimonio, el recuerdo y el mensaje que El Señor, a través de Catalina Rivas, nos quiso y nos quiere revelar. Yo he conocido a Catalina muchos años atrás -porque ella me contactó- y después de algún tiempo le pregunté un día por qué me había buscado, y ella simplemente me respondió “porque El Señor así me lo pidió”. Con mi esposa Marta hemos llevado una amistad de hermanos con Catalina desde entonces, y no hemos cesado de difundir su obra, que es simplemente la obra de Dios en estos tiempos. Disfruta esta maravilla, palabra por palabra.

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Fuente: Canal de Frank Periodista


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Héroes anónimos https://www.reinadelcielo.org/heroes-anonimos/ Fri, 09 Feb 2024 09:02:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=563 A lo largo de los siglos, antes y después de los tiempos de la Redención, Dios le ha hablado a los hombres y ha derramado visiblemente Sus Gracias, de modos diversos.

Este hecho resulta evidente cuando se estudia la vida de los santos: ellos no vivieron ni murieron siendo considerados santos (salvo honrosísimas excepciones) sino que fueron elevados a los altares años, décadas o aún siglos después de su muerte. Y en el periodo intermedio, siempre existió algún grado de oposición de consagrados y laicos al reconocimiento de su santidad, de su conversión profunda y verdadera, de los milagros generados por su intercesión, de las revelaciones Celestiales por ellos recibidas, del contacto con el mundo sobrenatural que Dios les concedió a varios de ellos.

Muchos son los ejemplos de tribulaciones, demoras prolongadas y sufrimientos previos a la elevación a los altares: baste mencionar a Sor Faustina Kowalska, o a San Juan Diego, a San Luis Grignon de Montfort, o al Santo Cura de Ars, entre muchos otros. Se puede decir que las obras suscitadas por éstas almas santas debieron superar una purificación, una prueba de fuego, antes de ser ellos reconocidos y elevados a la santidad por la Iglesia, para nuestro gozo. ¡Recordemos la alegría que vivimos cuando fuera Canonizado el Padre Pío, o la Madre Maravillas, o la Madre Teresa de Calcuta, o tantos otros que nos ha regalado nuestro amado Juan Pablo II, el que sin dudas merecerá ser elevado a los altares algún día!.

Niño orando 2

Y algo similar ha ocurrido con el origen de los santuarios testigos de las apariciones Marianas: mucho se ha debido esperar en varios casos, muchas objeciones debieron ser superadas, mucha oposición y negación debió ser pacientemente enfrentada con amor y tolerancia. Basten recordar los sufrimientos de los pastorcitos de Fátima, de Bernardita en Lourdes, de Melanie y Maximin en La Salette, de Santa Catalina Labouré en la Rue de Bac, origen de la Medalla Milagrosa.

Hoy quiero invitar a agradecer a todos esos héroes anónimos que supieron luchar y trabajar silenciosamente por la difusión de esas obras de Dios, durante años y años. ¿Acaso creemos que las canonizaciones y los reconocimientos formales de la Iglesia a las advocaciones Marianas fueron obra directa y automática realizada por la Mano de Dios?. Como siempre, El se sirve de hombres y mujeres de buen corazón que están dispuestos a luchar valientemente por Sus causas, que entregan a Dios su propia voluntad. Hablamos de gente que creyó cuando todo decía que había que claudicar. En todas estas obras de Dios hubo almas valerosas que en algún momento enfrentaron la oposición formal de hombres de la iglesia, de consagrados o laicos. Ellos debieron en muchos casos luchar contra la incomprensión y el rechazo hacia quienes defendían. ¡Que coraje y amor por Dios hay que tener en el momento en que algunos dicen que no, que lo que defiendes no es obra de Dios, que es un error, que no debes seguir adelante!. Pareciera que para alguna gente resulta difícil aceptar que una persona, de carne y hueso, con virtudes y también defectos, pueda ser santa. Y también resulta difícil de aceptar por otros que Dios siga hablando a los hombres, como fue durante siglos y siglos.

Y sin embargo, éstas almas valientes creyeron, siguieron adelante, respetuosa pero consistentemente. No bajaron los brazos, continuaron argumentando y defendiendo lo que consideraron digno de su sacrificio personal, en muchos casos donando sus propias vidas. Humillaciones, acusaciones, ser segregados de algunos ámbitos, sufrir presiones familiares, muchas son las cruces que llevaron éstas almas anónimas, pero valientes. ¿De donde salió su convicción, su fortaleza?. No cabe duda que éstas fueron almas iluminadas por el Espíritu Santo, que supieron escuchar a su corazón y actuar a conciencia, con amor y perseverancia. Algunas de ellas pudieron ver el final de la obra en vida, otras sin dudas lo festejaron en el Cielo, en compañía de la verdadera Familia.

Hoy, como entonces, hay almas valientes que luchan por la causa de Dios, aquí y allá. Las causas por las que luchan son diversas, ya que Dios ha suscitado una cantidad creciente de Viñas en las últimas décadas. A ellas va el homenaje y el agradecimiento. Dios premiará sin dudas su valentía y coraje, ya que el amor que impulsa sus corazones lavará muchos de sus pecados y errores.

¡Qué buena causa para ser abrazada, qué buen destino para nuestra vida, qué lindo es poder luchar a favor de la Voluntad de Dios!
¿Qué esperas para hacerlo?

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Imagen destacada, perteneciente a @fheroesanonimos, Héroes Anónimos


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Rabino revela Nombre del Mesías https://www.reinadelcielo.org/rabino-revela-nombre-del-mesias/ Wed, 10 Jan 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=41 Con el mayor de los respetos por nuestros hermanos judíos, publicamos esta nota que relata los últimos tiempos de un reconocido Rabino Ortodoxo Sefardí en Jerusalén, Ytzak Kaduri antes de morir dejó un legado para ser abierto un año después de su fallecimiento. En este documento él revela el Nombre del Mesías: Jesús.

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6 Propuestas para vivir la Navidad con Jesús https://www.reinadelcielo.org/6-propuestas-para-vivir-la-navidad-con-jesus/ Fri, 22 Dec 2023 11:07:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=17636 Desde que comienza el mes de diciembre se vive una espíritu distinto, porque empieza a resonar la Navidad en todos lados. Esto también puede suponer una distracción de lo que realmente importa el día de Navidad. Es así que te traemos esta propuesta, o mejor, estas seis propuestas.

El cardenal Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo (Uruguay), hace seis propuestas para vivir una Navidad con Jesús, empezando por hacer la Novena de la Inmaculada. Y agregamos: También puedes rezar la Novena de Navidad

¡No te lo pierdas!

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Fuente: Canal de YouTube ICM tv


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La milagrosa novena de emergencia, de la Madre Teresa https://www.reinadelcielo.org/la-milagrosa-novena-de-emergencia-de-la-madre-teresa/ Thu, 21 Sep 2023 13:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=7297 Novena Express de la Madre Teresa, obtiene milagrosas gracias de Dios. Fue la oración favorita de la beata Madre Teresa.]]>

En caso de emergencia decir la oración. Hay que repetirla 9 veces seguidas.
Esta novena también es conocida como la Novena Express de la Madre Teresa de Calcuta.
Fue la oración favorita de la beata Madre Teresa de Calcuta.

Novena de emergencia

Acuérdate, oh piadosísima Virgen María,
que jamás se ha oído decir que ninguno que haya acudido a tu protección,
implorado tu socorro, o buscado tu intercesión ha sido abandonado.
Animado por esta confianza, vuelo a ti, oh Virgen de las vírgenes, mi madre;
A ti vengo, delante de ti estoy, pecaminoso y doloroso.
Oh, Madre del Verbo Encarnado, no menosprecies mis peticiones,
y en tu misericordia escucha y contesta a lo que te pido.
Amen.

Es sabido también que la Madre Teresa, una vez terminada la repetición de esta oración, agradecía a Dios, como si ya hubiera obtenido lo pedido. Todo debido a su gran confianza en ser escuchada por Dios y la Santísima Virgen.

Una historia para compartir

Tenía 19 años y era tan oscura la noche que no pude ver nada por fuera de las ventanas del tren. Por primera vez desde que empezamos nuestro viaje, dos días antes, mis cinco compañeros se sentaron en silencio. Las consecuencias de la salida tardía de nuestro tren pesaba en el aire cuando el tren se balanceó y, pesadamente, inició su camino hacia una pequeña estación en el campo de Austria. Teníamos horas de retraso para poder hacer la conexión que nos llevaba de nuevo a la escuela. Lo que significaba, inevitablemente, era que habíamos perdido el último tren a casa, tendríamos que pasar la noche en la estación fría, aislada, perdíamos nuestros exámenes en la mañana siguiente.

“¿Hay que orar?” Sugirió de alguien. No había nada más que pudiéramos hacer. “Necesitamos un milagro”, susurró otra. “¿Qué tal la novena de emergencia de la Madre Teresa?” Nos pusimos de acuerdo y comenzamos.

Fue la primera vez que había oído hablar de la novena de la Madre Teresa y, mirando hacia atrás, vi que era lo apropiado. En el otoño de 1997, hacía unas semanas que ella había fallecido, y el mundo aún estaba conmocionado por la pérdida de esta santa, pronto a ser canonizada. En aquél momento sólo había empezado a familiarizarme con su simple y poderoso testimonio y me encontré atraída por su compasión y su penetración en el valor y la belleza de cada ser humano.

Como sólo puede pasar con la intervención divina, llegamos a la estación de trenes y el tren estaba esperando. Debido a problemas mecánicos, también se había retrasado. Abordamos con alegría, dando gracias a Dios por su amor y atención extraordinaria, hasta el más mínimo detalle en la vida de sus hijos.

Aunque, sin duda, las novenas son un regalo de la fe católica, la vida no siempre nos da un plazo de ejecución de nueve días, cuando se trata de sus desafíos y crisis. Por lo tanto una emergencia o novena “expresar” pueden ser muy útiles.

He experimentado grandes bendiciones de esta novena y sé que también tú lo harás. Cuando se enfrenta una dificultad que es urgente, hay que estar tranquilo, y pedirle a la Madre Teresa que acompañe, y comenzar a rezar esta novena.s

Testimonio de Maria Garabis Davis

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Fuente: Miracles fulfilled y Aleteia.org 
Traducción: Reina del Cielo


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Y el Señor lloró https://www.reinadelcielo.org/y-el-senor-lloro/ Fri, 03 Feb 2023 11:42:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=363 ]]> Hay un lugar en Jerusalén llamado Dominus Flevit, que quiere decir literalmente “El Señor lloró”. Dice la tradición que desde este punto observó Jesús la ciudad, y sabiendo lo que ocurriría en ella, lloró. El vino a ellos, a Su pueblo, y no dejó de decir palabra o de hacer milagro, tratando de convencerlos. Pero el pueblo elegido tuvo el corazón duro, y lo rechazó. Lo rechazó la gente común y también lo rechazaron los que estaban en el Templo sobre el monte Sión, los sacerdotes y doctores de la ley.

Rostro de Jesús (ft img) 2

Me pregunto qué siente Jesús en estos tiempos cuando nos mira a los cristianos, que somos Su pueblo nacido después de la Resurrección. La clave está en la observación que se hiciera sobre nuestros hermanos de la Iglesia primitiva, la de los primeros tiempos: “miren cómo se aman” (del teólogo Tertuliano, año 155-230). Somos los miembros del Cuerpo Místico de Jesús, y eso es una gran responsabilidad que debemos honrar en todo ámbito, en nuestras familias, trabajos, en todo momento. ¿Acaso quienes hoy nos ven como cristianos, como integrantes de la Iglesia de Cristo, exclaman con asombro ?miren cómo se aman??

Demasiadas veces escucho que gente alejada de Dios rechaza la invitación a volver al Señor con amargas palabras: “con Dios no tengo problemas, pero no tuve buenas experiencias con los que están en las primeras filas de los bancos de las iglesias, y luego llevan unas vidas que dan vergüenza”. Es obvio que resulta una muy práctica excusa el reaccionar de ese modo, pero también es cierto que muchos católicos damos un mal ejemplo en nuestro carácter de miembros de la Iglesia, como testigos vivos de Su amor. En realidad, espantamos a las ovejas, en lugar de atraerlas al rebaño.

También en otras ocasiones los alejados reaccionan a las invitaciones recordando “a aquel sacerdote que cometió un acto que no es digno de un consagrado a Dios”. Con tan simple motivo descartan de plano toda aproximación a la Iglesia, olvidando que no es a hombre alguno que se busca en los Sacramentos, sino a Dios mismo. Por supuesto que esta gente no se molesta en descubrir o resaltar la figura de tantos sacerdotes santos que se encuentran en el camino. Para ellos es preferible quedarse con la imagen de aquel que no llevó su apostolado con dignidad, o al menos así lo parecía.

Mirada de Jesús

He dudado mucho hasta concluir sobre cual es la mejor forma de responder a estos planteos, que son tan frecuentes, lamentablemente. Negar que existan malos cristianos, laicos como consagrados, no tiene sentido ya que los ejemplos abundan. Tratar de argumentar sobre la proporción de malos sobre buenos es entrar en un debate interminable. Mi conclusión fue la de reconocer que, personas al fin, tenemos de los buenos y de los otros en nuestras filas, ¿cómo negarlo? Pero es fundamental dejar muy en claro que, frente a los que no representan dignamente su carácter de cristianos, Dios llora, como lloró en Jerusalén aquel día.

Si, el Señor llora con amargura cuando ve que aquellos que debemos unir, desparramamos, que aquellos que debemos amar, odiamos. Y llora aún más amargamente cuando ve que con una sonrisa de burla nos miran y dicen: “miren cómo se pelean”. Imaginen la tristeza de Jesús cuando es testigo de que, amparados en la falta de amor de algunos cristianos cercanos a Su Iglesia, muchos otros cristianos se alejan de El, dejándolo más sólo aún. Al alejarnos de la Iglesia nos alejamos de Jesús, quien más que nunca necesita de nuestro amor para construir un círculo de caridad cristiana alrededor de Su Templo.

Y yo, ¿a qué grupo pertenezco? Como me decía un sacerdote amigo, si tengo el “Currículum Católicus Vitae” y concurro asiduamente a los Sacramentos, mejor que lleve una vida que sea un testimonio de amor y unión. Que mi vida sea una invitación a acercarse a la religión. Y si me he alejado de la Iglesia por no sentirme a gusto con algunos de los que están en ella, mejor comprenda que al que he dejado sólo es a Jesús.

La Iglesia es Cristo, es muchísimo más que los hombres y mujeres que la conformamos como miembros activos. A la Iglesia se asiste al encuentro con Dios, porque la celebración de la Eucaristía es la oración perfecta, es el milagro continuo que se reproduce en todos los altares del mundo, día a día. Reflexionemos en lo que con gran ironía dijouna vez un miembro de una iglesia protestante: “si los católicos creyeran realmente que Jesucristo está presente en Cuerpo y Sangre en la Hostia Consagrada, en el Sagrario, debieran estar allí a tiempo completo, de rodillas y adorando”.

Y el Señor lloró.


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Nuestra Señora de la Leche, hace milagro para los matrimonios infértiles https://www.reinadelcielo.org/nuestra-senora-de-la-leche-hace-milagro-para-los-matrimonios-infertiles/ Fri, 29 Jul 2022 11:36:45 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26672 ]]> Walker Larson y su mujer han sido uno de los muchos matrimonios en el mundo que han sufrido el problema de la infertilidad. Y tras años de grandes deseos de ser padres y no conseguirlo se encomendaron a la Virgen, que les respondió bajo la advocación de Nuestra Señora de La Leche.

La descubrieron en una pequeña y antigua capilla en la ciudad de San Agustín, en la Florida conquistada por los españoles. Este pequeño santuario, el primero de Estados Unidos, fue elevado en 2019 a la categoría de “santuario nacional” por parte del episcopado. Pedro Menéndez de Avilés fundó en 1587 esta ciudad, la comunidad católica más antigua en Estados Unidos. San Agustín de la Florida es también la ciudad con población constante más antigua del país.

Es probable que el lugar donde está el actual santuario, o al menos sus alrededores, hayan sido el lugar de devoción mariana continuada más antiguo del país. La diócesis de San Agustín asegura que se trata del santuario mariano más antiguo en Estados Unidos. La ciudad se fundó, por motivos militares (combatir contra piratas franceses) con su misa de acción de gracias y dedicación, la primera de Estados Unidos. La Misión Nombre de Dios, junto a ella, se fundó 22 años más tarde, por franciscanos, con su primera misa en 1565. Y se dedicó una capillita a Nuestra Señora de La Leche en 1609.

En un testimonio relatado en Crisis Magazine, Walker Larson relata su experiencia sobre este santuario de Nuestra Señora de la Leche y cómo ahora su mujer está embarazada gracias a la intercesión de María.

No tener hijos cuando uno los anhela es una dura prueba para los esposos. “Aunque sabíamos de personas que habían concebido después de un año sentimos el peso de esa etiqueta cuando pasó nuestro primer aniversario sin un bebé. Empezamos a probar varios tratamientos menores, particularmente para ayudar a regular los ciclos de mi esposa, pero sin éxito. Hubo muchas lágrimas, muchos intentos incómodos de consolar a mi esposa”, relata.

El tiempo pasaba y los niños no venían. “Por supuesto, rezamos todos los días. Ofrecimos penitencias y novenas. Pero cuanto más rezamos, más nos desanimamos. Y debido a mi fe débil, a veces comencé a desconfiar del plan de Dios”, agrega este escritor y profesor.

El arzobispo de Madrid, el cardenal Osoro, fue el enviado del Papa para el 150 aniversario de la diócesis de San Agustín y para la esperada coronación canónica de Nuestra Señora de La Leche

Y entonces oyó hablar por primera vez del santuario de Nuestra Señora de la Leche en Florida. Walker recuerda que en una conversación casual con un sacerdote que conocía éste le habló de aquel lugar, cuya devoción habían traído a América los exploradores españoles en el siglo XVI. Poco tiempo después otro sacerdote le confirmó que varios feligreses suyos habían visitado este templo situado en San Agustín y sus oraciones habían sido respondidas.

Con la esperanza surgiendo dentro de nosotros, comenzamos a planear un viaje al santuario. Nuestra Señora se había apiadado allí de muchas parejas, según las palabras de estos sacerdotes y relatos que leí en internet. Tal vez ella también se apiadaría de nosotros, aunque yo me preguntaba si tenía suficiente fe o los motivos apropiados para merecer ser escuchado”, cuenta este hombre.

Su hogar se encontraba a más de 2.200 kilómetros de este santuario de Florida, una distancia similar a la que hay entre Madrid y Berlín. Pero decidieron lanzarse hasta este santuario situado en la primera ciudad creada en Estados Unidos.

El pasado 21 de octubre el matrimonio llegó allí. Allí, un hombre mayor de nombre Dale les hizo de guía: “Nos habló de la fundación de este lugar, cómo los españoles zarparon de España, enviados por el rey Felipe II, sin saber de la temporada de huracanes del Atlántico Occidental. Como resultado, la mayor parte de la expedición pereció en el camino. Cuando los supervivientes harapientos y devastados por la tormenta finalmente llegaron a la costa, justo en este lugar, inmediatamente veneraron la cruz y luego ofrecieron una Misa de acción de gracias, probablemente la primera misa ofrecida en lo que se convertiría en Estados Unidos. Nuestra Señora los había hecho pasar. Ella había sido su Estrella del Mar, Stella Maris, su guía segura, en el más literal de los sentidos, brindándoles la travesía sobre aguas traicioneras”.

Por otro lado, el guía también les relató los orígenes de esta devoción que los españoles trasladaron a América. Walker lo cuenta así: “Algunos años antes de la llegada al Nuevo Mundo, un campesino español tenía una pesada cruz. Su esposa estaba embarazada, pero las complicaciones del embarazo provocaron que tanto ella como el bebé iban a morir. Agobiado por su dolor, el hombre estaba caminando un día cuando se encontró con un grupo de niños que lanzaban un objeto de un lado a otro como parte de un juego. Al acercarse, se dio cuenta de que era una estatua. Se lo quitó a los muchachos y su trato irrespetuoso y vio que era una imagen de Nuestra Señora sentada y amamantando al niño Jesús. Se lo llevó a casa y comenzó a reza ante la imagen, pidiendo un parto seguro para su esposa y su bebé. Sus oraciones fueron contestadas milagrosamente y la noticia de este milagro comenzó a difundirse. Pronto, la devoción a la imagen de ‘Nuestra Señora de la Leche’ se extendió por toda España, y después por el nuevo mundo”.

Posteriormente, el matrimonio ya entró en el templo donde rezaron a la Virgen para que intercediera por ellos. “Aunque la imagen permaneció inmóvil, supe que Nuestra Señora nos miraba desde el Cielo, que nos escuchaba con mucho cuidado y atención. Y rezamos con el corazón”, recuerda.

Pasaron el resto del día en San Agustín y hallaron la paz en su corazón que tanto necesitaban. “Incluso si la Virgen no nos da un bebé me alegro de haber venido”, le dijo su esposa tomando fuertemente su mano. “Sí, ha valido la pena honrarla en su santuario”, respondió Walker.

De este modo, este esposo confiesa que tras su viaje a Florida sintió que estaba “conectado con ese grupo andrajoso de valientes colonos y misioneros españoles que llegaron al Nuevo Mundo, e incluso con ese pobre hombre en España que había encontrado la imagen. Compartí algo con ellos. Eran mis hermanos, porque teníamos una Madre común”.

En su caso el milagro físico sí se ha dado. Su mujer está embarazada y se enteraron precisamente el día de la Anunciación. Ahora una estatua de la Virgen amamantando a Jesús que trajeron del santuario vela en su hogar por ella y por el pequeño bebé que lleva en su seno.

“La respuesta a nuestras oraciones, incluso las más extravagantes, e incluso de manera milagrosa o semimilagrosa, no está reservada solo a los santos, como a veces he pensado. Es para ti y para mí y para todos los pobres pecadores que creen que María es su madre y la Estrella del Mar, que guía a sus hijos a través de la tormenta”, concluye Walker Larson.

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Fuente: Cari Filii


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