tecnología – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Sat, 25 May 2024 11:59:21 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 El baile de los ciegos https://www.reinadelcielo.org/el-baile-de-los-ciegos/ Fri, 24 May 2024 10:52:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=19423 ]]> Vivimos en una generación en la que todo el mundo opina y aconseja, pero muy pocos saben realmente de lo que hablan. Como jamás ocurrió en la historia del mundo, estamos absolutamente interconectados por la tecnología y podemos acceder a literalmente todo el conocimiento acumulado en miles de años de historia del hombre, simplemente interrogando a nuestro teléfono. Y sin embargo, en medio de semejante ruido y bombardeo de información, es muy difícil discernir donde está la verdad, donde está el bien, la justicia, el amor verdadero.

Todos aconsejan y opinan, pero muy pocos saben realmente de lo que hablan, aunque multitudes de voces informan y predican con tremenda convicción, mientras otras multitudes los escuchan con atención y dan crédito a todo lo que dicen. Es como un gigantesco baile de ciegos, donde todos danzan con entusiasmo, mientras se empujan y pisotean unos a otros pretendiendo que todo está bien, que nada anormal está ocurriendo allí.

La era digital ha dotado al hombre de algo extraordinario, pero como suele ocurrir, nuestra generación ha permitido que la tecnología se transforme en una herramienta de difusión del mal, un modo muy efectivo de ocultar la verdad en medio de multitudes predicando y difundiendo el error. Generación insensata, como pocas otras. Sin embargo, esta estrategia del enemigo responde al viejo y conocido teorema que dice que la mejor forma de ocultar un elefante es en medio de una manada de elefantes. La verdad y el bien están allí, ocultos en medio de toneladas de palabras equivocadas, de errores escritos y dichos.

Padres e hijos (ft img)

El peligro para nuestros jóvenes es muy evidente, porque viven en medio de este baile de ciegos y ellos mismos encuentran dificultades para discernir a quien escuchar, a quien creer, y a quien no. Y ellos, confundidos, acuden a soluciones extremas, o creen absolutamente todo lo que leen y escuchan, o no creen absolutamente nada. Un ejemplo de creer todo es escuchar a jugadores de fútbol opinando como modelos de éxito en la vida, o actrices de televisión dándonos cátedra sobre cómo terminar con la vida de un niño no nacido para proteger la salud mental de la madre de ese bebé. Y un ejemplo de no creer en nada es estar convencido que el hombre no llegó a la luna en 1969, sino que fue algo creado en Hollywood, cosa de la que se escribe con convicción en múltiples foros digitales.

Abunda la confusión, la difusión del error, y en medio de todo esto enfrentamos la crisis moral más profunda que la humanidad experimentara en miles de años. Sin dudas que estamos tan mal como se lee en los relatos bíblicos de Sodoma, o los tiempos de Noé. Vivimos una era de tremenda confusión moral y espiritual, disfrutando de enormes progresos en nuestra calidad de vida, y sin embargo el mundo es como ese gigantesco baile de ciegos donde las multitudes disfrutan al compás de la música, sin poder realmente comprender la tragedia que ocurre a su alrededor. Generación insensata y ciega.

En esta realidad oscura y tormentosa, se difunden abiertamente y con escasa oposición ideologías y filosofías que apuntan al corazón del mundo que Dios creó: la familia. El objetivo es muy claro, es la destrucción de los pilares sobre los que la familia está construida, esto es el rol inequívocamente distinto de la mujer y el hombre en la construcción del matrimonio, la formación de niños en un ambiente sano y alejado de toda perversión, el respeto de la unión del hombre y la mujer como acto supremo de Co-Creación con Dios mismo, de una nueva vida desde la concepción. La confusión busca quitarnos el derecho de educar a nuestros hijos, de decidir qué valores darles desde su nacimiento, de alejarlos del error y la perversión. Como dije antes, muy similar a otras épocas desafortunadas de la historia de la humanidad.

En este baile de ciegos tenemos que abrir nuestros ojos, y abrir los ojos de nuestros hijos, y de todos los que podamos acercar a nosotros, para que vean realmente lo que ocurre a nuestro alrededor. La música que se está ejecutando no es conveniente para nuestras almas, y es veneno que nos arrastra al mismo error de todos aquellos que hablan con convicción sin saber lo que dicen, y de los que escuchan y aceptan sin intentar discernir lo bueno de lo malo, lo santo de lo profano.

Recemos a Dios para que esta generación a la que pertenecemos encuentre el camino fuera de la oscuridad en que se ha introducido. El Señor escucha nuestras oraciones, y no nos dejará sin auxilio si es que nos mantenemos fieles a Él y buscamos la puerta de salida, en medio de la noche espiritual en que nos encontramos envueltos.

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Autor: Reina del Cielo


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Generación perdida https://www.reinadelcielo.org/generacion-perdida/ Fri, 17 Feb 2023 08:07:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25261 Vivimos siendo parte de una generación perdida, inconsciente totalmente de su ignorancia, de su ceguera. Se que suena fuerte decirlo, y que algunos reaccionarán diciendo todo lo contrario. Que el hombre nunca tuvo tantos conocimientos, ni tanta tecnología a su disposición, ni tantas comodidades para hacer la vida más llevadera. No niego todo eso, porque es absolutamente innegable, está a la vista de todos nosotros.

Sin embargo, me pregunto. ¿De qué sirve?

De qué sirve todo esto si nos transformamos en una generación asesina, que ha avanzado en leyes que promueven el aborto de niños inocentes, hasta en fechas cercanas al nacimiento. No es que sea menor o mayor el crimen, ante los ojos de Dios, si se materializa inmediatamente después de la fecha de la concepción, o ya cercano al noveno mes. Es el mismo crimen. Pero para ser sinceros, me parece que ya es ir demasiado lejos el atreverse a cortar una vida que ya tiene absolutamente todo lo necesario para salir al mundo y Vivir. Es una muestra de cuan lejos están dispuestos a ir.

De qué sirve todo esto, también, si esta generación además condiciona a médicos y personal de la salud, obligándolos a no sólo ser cómplices, sino a ser instrumentos del homicidio. Esta sociedad condena a muchos excelentes profesionales de la ciencia médica a optar entre traicionar su conciencia, o ir a la cárcel. Demasiado parecido a las persecuciones de los primeros cristianos. Renuncias a tu fe, o vas al circo romano a enfrentar a los leones.

De qué sirve toda esta tecnología que nos hace la vida cómoda, si luego es utilizada para que no podamos educar a nuestros hijos de acuerdo a nuestra fe, o como mínimo de acuerdo a nuestra conciencia. Vivimos una generación que nos hace ver como en los colegios a los que van nuestros niños los pervierten para cumplir con supuestas leyes que van totalmente en contra del orden natural. E igual que ocurre a médicos e instituciones médicas, obligan a educadores e instituciones educativas a optar entre traicionar su Fe y su moral, o enfrentar a los leones. Y lo peor de todo, es que ponen a padres contra hijos, porque el error avanza y se transforma en un nuevo prisma moral. La moral del error.

Y de qué sirve todo este avance médico, si se lo utiliza crecientemente para cercenar tempranamente la vida de aquellos que la sociedad no considera práctico seguir sustentando. Hablamos de ancianos, personas enfermas, niños defectuosos. Demasiado parecido a lo que hacían en Esparta. Y por supuesto, todo bajo el paraguas protector de que es “para permitir una mejor calidad de vida a los que sí merecen vivir”, que de ese modo se hacen merecedores de toda la atención del estado. El estado decide quien vive, quien no.

De qué sirve finalmente toda esta modernidad, si no es capaz de detener una simple epidemia de resfrío, que es sólo más mortal que las anteriores. Vivimos una generación tan ciega, que ni siquiera es capaz de mirar al Cielo, y comprender que Dios está detrás de esto. Ni siquiera aquellos que tenemos Fe somos capaces de confesar públicamente que sí, que esto es una purificación que Dios nos da, un llamado a cambiar. Siendo políticamente correctos, “mejor no hablar de ciertas cosas”, parece ser el dogma. Tremendo error, del que Dios no deja de tomar nota. En este sentido, quiero agregar que debemos leer con atención toda la Biblia, incluido el Antiguo Testamento, porque allí está la historia de las traiciones del pueblo elegido, y como respondió Dios, una y otra vez. Jesús mismo nos dijo que El no venía a cambiar una sola coma de la Ley, sino a hacerla cumplir.

Es increíble, pero ni siquiera esta pandemia global ha sido capaz de hacerle aprender la lección a esta generación. Se puede decir, sin temor a equivocarnos, que el mundo ha aprendido poco, muy poco, a pesar de que Dios nos está advirtiendo que debemos cambiar. Que debemos poner el freno, y cambiar el rumbo. Que debemos vestirnos de saco y ceniza, y llenarnos de ayuno y oración. Que debemos salir a los tejados a predicar que Dios Existe, que nos ama, y que no está nada tranquilo con cómo van las cosas aquí abajo.

Vivimos siendo parte de una generación que ha perdido el rumbo, que está perdida, y que no reacciona. Una generación que no está “recalculando” la ruta para evitar un desastre. Nosotros, como parte de ella, debemos ser distintos, debemos nadar contra la corriente, como el salmón. No importa cuan fuerte nos arrastre la presión de la sociedad, es fundamental que perseveremos en nuestras convicciones, y luchemos no sólo por nuestras almas, sino también por las de los que nos rodean.

Hay demasiado en juego, por eso justamente debemos perseverar hasta el fin. Es la hora de los valientes, de los héroes anónimos, los que desde el llano defienden la Verdad, y la Vida. Los que desde el llano defienden a Dios.

Cualquier otra cosa que se diga, es simple palabrerío vacío.

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