La lectura busca la dulzura de la vida bienaventurada, la meditación la encuentra, la oración la pide, la contemplación la saborea. La lectura es como un manjar que uno se lleva a la boca. (ver artículo)
La señal de la cruz es "el madero en que están fijos los miembros del hombre que muere, es también la cátedra del maestro que enseña". (San Agustín) (ver artículo)