Santo Cura de Ars – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 02 Aug 2024 18:52:39 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Santo Cura de Ars https://www.reinadelcielo.org/santo-cura-de-ars/ Fri, 02 Aug 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=1857 San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, nació cerca de Lyon el año 1786. Tuvo que superar muchas dificultades para llegar por fin a ordenarse de sacerdote. Se le confió la parroquia de Ars, en la diócesis de Belley y la llevó adelante con una activa predicación, la mortificación, la oración y la caridad promovió, de un modo admirable, un gran crecimiento espiritual. Estaba dotado de unas cualidades extraordinarias como confesor, lo cual hacía que los fieles acudiesen a él de todas partes, para escuchar sus santos consejos.

Los padres Balley y Groboz fueron muy importantes en la vocación sacerdotal de san Juan María Vianney. Aquellos dos conocieron al santo cuando, ocultando su identidad por la gran persecución a sacerdotes y religiosas que hubo en Francia en 1790, trabajan de panadero uno y de cocinero el otro.

El Cura de Ars y la Eucaristía

A pesar de las dificultades que encofró a la hora de su formación sacerdotal, fue ordenado el 13 de Agosto de 1815. Juan Vianney fue elevado al sacerdocio, a esa inefable dignidad de la que tan frecuentemente hablaba diciendo: “El Sacerdote solo será entendido en el cielo”; tenía 29 años de edad.
Desde 1818 a 1859 fue destinado al pueblecito de Ars, que se encuentra en una planicie ondulada, que tiene en su centro una pequeña colina donde se encuentra la Iglesia, sirviéndole como de plataforma. En el 1815 consistía de unas 40 casas. Su iglesia estaba extremadamente dañada y de igual condición estaba la rectoría, que se encontraba a un lado del valle.

Los habitantes de aquél pueblo no tenían una formación firme en la fe y tenían como prioritario el vivir la vida sin demasiada preocupación por la cosas de Dios. Sin embargo, el santo cura resolvió hacer todo lo posible para remediar el estado deplorable de aquellos corazones.

Le costaba muchísimo preparar sus sermones e instrucciones. Su memoria no le ayudaba a retener lo que tenía que decir, así que pasaba noches enteras en la pequeña sacristía, en la composición y memorización de sus sermones de Domingo; en muchas ocasiones trabajaba 7 horas corridas en lo que iba a predicar. Este gran esfuerzo y la Gracia de Dios, fueron los que llevaron, poco a poco, a que aquellos parroquianos fueran abriendo, cada vez más, el corazón al Señor y así convirtieran sus vidas a Cristo.

Tan grande fue la influencia del Cura de Ars, que llegó una época donde toda taberna de Ars tuvo que cerrar sus puertas por la falta de personas. En tiempos subsecuentes, modestos hoteles se abrieron para acomodar a los extraños, y a estos el Santo Cura no se opuso.

Tanto triunfo espiritual se vio atacado por el mal, pero el Cura de Ars resistió, dando el buen combate espiritual para resistir y que siga brillando la luz de Cristo en las almas a él confiadas, en aquella parroquia.

Cura de Ars

Cuenta la historia que una mañana el demonio incendió la cama del San Juan de Ars. El santo se disponía a revestirse para la Santa Misa cuando se oyó el grito de “fuego, fuego”. El solo le dio las llaves del cuarto a aquellos que iban a apagar el fuego. Sabía que el demonio quería parar la Santa Misa y no se lo permitió. Lo único que dijo fue “El villano, al no poder atrapar al pájaro le prende fuego a su jaula”. Hasta el día de hoy los peregrinos pueden ver, sobre la cabecera de la cama, un cuadro con su cristal con las marcas de las llamas de fuego.

Finalmente, se puede decir que el santo sacerdote se pasó la vida (41 años de párroco en Ars) en una continua batalla con el pecado a través de su trabajo en el confesionario. El gran milagro de Ars era el confesionario. Miles de personas acudían al pueblo de Ars para ver al Santo Cura, pero especialmente para confesarse con él y así vivir en la plena Gracia de Dios.

Falleció el 4 de agosto de 1859, día en que se celebra, en toda la Iglesia, por los méritos de este santo cura párroco, el día del párroco

LA  ORACIÓN

El Santo Cura de Ars decía: “Hermosa obligación del hombre: orar y amar”.

Consideradlo, hijos míos: el tesoro del hombre cristiano no está en la tierra, sino en el cielo. Por esto, nuestro pensamiento debe estar siempre orientado hacia allí donde está nuestro tesoro.

El hombre tiene un hermoso deber y obligación: orar y amar. Si oráis y amáis, habréis hallado la felicidad en este mundo.

La oración no es otra cosa que la unión con Dios. Todo aquel que tiene el corazón puro y unido a Dios experimenta en sí mismo como una suavidad y dulzura que lo embriaga, se siente como rodeado de una luz admirable.

En esta íntima unión, Dios y el alma son como dos trozos de cera fundidos en uno solo, que ya nadie puede separar. Es algo muy hermoso esta unión de Dios con su pobre criatura; es una felicidad que supera nuestra comprensión.

Nosotros nos habíamos hecho indignos de orar, pero Dios, por su bondad, nos ha permitido hablar con él. Nuestra oración es el incienso que más le agrada.

Hijos míos, vuestro corazón es pequeño, pero la oración lo dilata y lo hace capaz de amar a Dios. La oración es una degustación anticipada del cielo, hace que una parte del paraíso baje hasta nosotros. Nunca nos deja sin dulzura; es como una miel que se derrama sobre el alma y lo endulza todo.

En la oración hecha debidamente, se funden las penas como la nieve ante el sol.

Otro beneficio de la oración es que hace que el tiempo transcurra tan aprisa y con tanto deleite, que ni se percibe su duración. Mirad: cuando era párroco en Bresse, en cierta ocasión, en que casi todos mis colegas habían caído enfermos, tuve que hacer largas caminatas, durante las cuales oraba al buen Dios, y creedme, que el tiempo se me hacía corto.

Hay personas que se sumergen totalmente en la oración como los peces en eI agua, porque están totalmente entregadas al buen Dios. Su corazón no esta dividido. ¡Cuánto amo a estas almas generosas! San Francisco de Asís y santa Coleta veían a nuestro Señor y hablaban con del mismo modo que hablamos entre nosotros.

Nosotros, por el contrario, ¡cuántas veces venimos a la Iglesia sin saber lo que hemos de hacer o pedir! Y, sin embargo,
cuando vamos a casa de cualquier persona, sabemos muy bien para qué vamos. Hay algunos que incluso parece como si le dijeran al buen Dios: “Sólo dos palabras, para deshacerme de ti…” Muchas veces pienso que cuando venimos a adorar al Señor, obtendríamos todo lo que le pedimos si se lo pidiéramos con una fe muy viva y un corazón muy puro.

TE AMO, OH MI DIOS

Te amo, Oh mi Dios.
Mi único deseo es amarte
Hasta el último suspiro de mi vida.
Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios,
Y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti.
Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno
Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor,
Oh mi Dios,
si mi lengua no puede decir
cada instante que te amo,
por lo menos quiero
que mi corazón lo repita cada vez que respiro.
Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo,
Y de amarte mientras que sufro,
y el día que me muera
No solo amarte pero sentir que te amo.
Te suplico que mientras más cerca estés de mi hora
Final aumentes y perfecciones mi amor por Ti.
Amén.

Juan Maria Vianney
(Cura de Ars)


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Como el Cura de Ars https://www.reinadelcielo.org/como-el-cura-de-ars/ Fri, 29 Jul 2022 07:30:24 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=837 ]]>

Hablamos de San Juan Bautista María Vianney, más conocido como el Cura de Ars. Dios hizo de él algo muy especial, de hecho para mucha gente es el modelo de párroco, el párroco universal al que todos aspiramos como ejemplo de pastor que nos guía aquí, en el campo de batalla cotidiano que es el mundo.

El Curita de Ars sufrió todas las adversidades imaginables antes de ser ordenado sacerdote. Dios no lo había dotado mucho, en términos de inteligencia o capacidad de aprender, y así le costaba demasiado el idioma latín que en esa época del siglo XIX era la lengua de la Iglesia. No lograba aprobar sus exámenes en el seminario, de hecho no había mucha motivación en sus superiores para dejarlo avanzar y llegar a su ordenación sacerdotal.

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Sin embargo, era evidente que su principal virtud era una voluntad inquebrantable de llegar a ordenarse sacerdote, pese a todos los obstáculos y limitaciones que se le presentaban en el camino. A duras penas y con escasa voluntad, lo ordenaron sacerdote pero lo enviaron al peor pueblo que se podía imaginar en esa época: Ars. En la Francia de aquellos tiempos Ars no solo era un pequeño lugar, sino también uno totalmente alejado de Dios, donde iban muchos de los alrededores a hacer sus cosas poco honestas, porque allí se concentraba la diversión de la comarca.

Con tan negativas perspectivas, fue a parar como párroco de Ars nuestro nobel Juan Bautista. De inmediato empezó a trabajar y nunca cesó de hacerlo, recibiendo de Dios signos de toda clase. Con Dios hizo el Cura de Ars un equipo inquebrantable que obró de día y de noche. El Cura de Ars ponía su esfuerzo y su ignorancia, Dios ponía Su inspiración, Su Gracia y Sus milagros. El resultado fue poderoso: no sólo la conversión de Ars, sino de toda la comarca vecina.

Con el tiempo, las multitudes acudieron a Ars a confesarse y escuchar Misa, fenómeno similar al ocurrido en el siglo XX con nuestro amado Padre Pio de Pietrelcina. El Cura de Ars y el Padre Pio comparten mucho, deben pasar abundante tiempo juntos en el Cielo en la actualidad, unidos en la Comunión de los Santos. ¿Cómo es que este sacerdote pasó de ser un casi fracasado seminarista a transformarse en el modelo de Párroco universal?

Dios no quiso que él sea un gran teólogo, ni que sea particularmente inteligente, sino que sea puro de corazón. Como nuestro Papa Francisco, que no quiere grandes pompas ni vestuarios, sino hablar a nuestra gente con la sencillez del Santo de Asís, que fue tan sencillo que ni siquiera sacerdote aceptó ser. La línea entre San Francisco y el Cura de Ars es muy clara, es la sencillez del corazón que permite a Dios obrar y mostrar claramente que es El el que está detrás de todo.

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Jesús quiere que lo veamos en los sencillos, que de ese modo se transforman en simples instrumentos al servicio de Su obra. No son las grandes formalidades las que facilitan el actuar del Espíritu Santo, ni las grandes interpretaciones teológicas las que llegan al común de la gente y le hacen comprender y sentir el Amor de Dios. Son los simples actos de caridad cristiana y sencillez del corazón los que nos hacen comprender al Pobre de Nazaret, El que no tenía un lugar para reposar Su Cabeza.

Riquezas del mundo, pobrezas del alma humana, gritos de nuestro espíritu que busca sobreponerse a tanto daño infligido por el pecado original, que nos arrastra una y otra vez a las miserias de nuestro ser. Jesús nos recuerda en el Cura de Ars que no somos nada, que cuanto mas pequeños y sencillos nos hagamos, más se verá brillar Su Obra a través de nuestras manos y nuestra boca.

No nos esforcemos por ser “más”, sino todo lo contrario. ¡Menos es más! Cuando más nos humillemos a nosotros mismos, nos hagamos como un tinterillo del que Dios extrae la tinta para escribir Su Historia, más seremos dignos de ser reconocidos como trabajadores de Su Viña. Dios es artífice de nuestro destino, si es que en la negación de nosotros mismos lo dejamos brillar a El. En nuestros actos se verá entonces al Señor, porque seremos “Otros cristos”.

El Cura de Ars, como modelo de materia prima que para nada parecía servir, fue transformado en luz que alumbra los siglos e ilumina el camino de tantos. Nosotros debemos mirarlo y comprender las formas en que Dios actúa, a través de su testimonio de vida. Una y otra vez Jesús nos dice lo mismo:

“Niégate a ti mismo, toma tu cruz, y sígueme”


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Para impulsar la Cuaresma: 12 frases del Santo Cura de Ars https://www.reinadelcielo.org/para-impulsar-la-cuaresma-12-frases-del-santo-cura-de-ars/ Thu, 02 Mar 2017 19:03:35 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8949 ]]>

El Santo Cura de Ars. Su notable compromiso con su pequeña parroquia rural en Francia atraían a más de 100.000 peregrinos cada año. Las personas viajaban de todas partes de Europa para asistir a sus misas o sentarse en su confesionario, donde él pasaba hasta 16 horas al día oyendo a los penitentes.

Si estás luchando para orar o no oras mucho o no todo lo que quisieras, la vida de Juan María Vianney es un reto para que encuentres tiempo durante el día para orar. Si no encuentras el tiempo y un lugar tranquilo para orar, el tiempo va a pasar rápidamente y la conversación con Dios continuará con en silencio.

Para mostrar la importancia de la oración en nuestra vida incluimos la vida del Santo Cura de Ars, cuya vida en sí fue una oración hacia los demás, y 12 frases de este gran sacerdote humilde de parroquia.

LA HUMILDAD DEL PUEBLO DE ARS

El Cura de Ars y la EucaristíaArs es un pequeño pueblo, compuesto por una calle principal, una plaza y varios hoteles pintorescos.

Una estatua en la plaza principal representa Juan María Vianney junto a dos pastores, que conmemora una historia real.

Cuando el Obispo asignó Ars a Vianney, éste se perdió tratando de encontrar la ciudad. Dos jóvenes que atendían rebaños en los campos le apuntaron en la dirección correcta. Vianney les dijo:
“Ustedes me han mostrado la dirección a mi parroquia. Yo un día les mostraré el camino al cielo”.

La pequeña iglesia originalmente dedicada a San Sixto, donde San Juan María Vianney celebró la Eucaristía, sigue en pie, con sólo 20 filas de asientos, pero ahora hay una basílica modesta con capacidad para 200 personas conectada a la iglesia donde el cuerpo del santo descansa en un ataúd de cristal. En preparación la visita del Papa Juan Pablo II a Ars en el año 1986, una capilla de 400 asientos fue construida bajo tierra.

EL AMOR POR LA GENTE LLEGABA MÁS ALLÁ DE SU PARROQUIA

Los dones de San Juan María Vianney como confesor atraían a miles de penitentes esperando a veces tres días para experimentar lo que muchos recuerdan como su capacidad de ver en lo más profundo del alma.

Parte de su popularidad como un confesor era su conexión personal con todos los que se acercaban a él.

“Su vista parecía llegar a lo más profundo de su alma”, comentó Christine de Cibiens durante los actos de canonización.

En los Hechos de Canonización hay innumerables testimonios de los penitentes asombrados por las ideas conmovedoras de Vianney en sus luchas personales con el pecado. Según los informes, sabía detalles notables de la vida de cada penitente sin haberlo conocido antes.

El humor de Vianney era también notable.

Cuando un miembro de la jet set de París visitando Ars se quejó de la espera en la cola para la confesión, él le dijo que tendría que esperar incluso si fuera la Reina de Inglaterra.

Cuando Francois Dorel, un yesero local, visitó la iglesia durante un viaje de caza de patos con su perro en 1852, Vianney lo vio y le dijo: “Es muy de desear que tu alma fuera tan hermosa como la de tu perro”.

Vianney tenía una debilidad por los olvidados también. La Providence, un orfanato para niñas que Juan María Vianney inició en 1824, se puede encontrar hoy en la calle de la iglesia.

En el verdadero espíritu de San Vicente de Paúl, La Providence fue la respuesta de Juan María Vianney a la injusticia social de la pobreza nacional.

El orfanato es una casa modesta, blanca, de dos pisos, donde numerosas jóvenes adolescentes huérfanas y necesitadas de dirección espiritual y refugio aprendieron habilidades tales como la limpieza, de Catalina Lassagne, quien encabezaba la casa.

Uno de los grandes placeres de Juan María Vianney fue su catequesis del mediodía a las niñas huérfanas. De hecho, una vez que Ars se convirtió en un punto caliente para los peregrinos, la conversación del mediodía del Padre Vianney con las niñas se convirtió en un asunto lleno de gente, que tuvo que ser trasladado a la iglesia.

Esos sermones incluían una gran cantidad de temas.

Elogiaba la belleza de la oración:

“El alma debe moverse hacia la oración como un pez debe moverse hacia el agua; ambos son un estado puramente natural”.

Aconsejaba el amor por la cruz:

“Hijos míos, es amando la cruz que nos encontramos con la verdadera paz, no huyan de ella”

Y animaba al amor por la Eucaristía:

Santo-Cura-de-Ars-206x300“No hay mejor manera de experimentar al buen Dios que encontrarlo en el perfecto sacrificio de la Misa”.

La parroquia de Ars fue cambiada, literalmente, en una comunidad de piedad, oración y paz celestial a través del sencillo ejemplo de la santidad de Vianney y el amor por su rebaño.

El Papa Juan XXIII, en su encíclica Nostri Sacerdotii primitiua de 1959, en el 100 aniversario de la muerte de Juan María Vianney, lo llamó un “modelo de vida sacerdotal y celo pastoral que ayudó a lograr resultados espectaculares raramente vistos en la historia.”

Un verdadero asceta, Vianney comía unas cuantas patatas al día, a menudo ayunaba y oraba a veces durante toda la noche por la conversión de su parroquia.

DE LA TERCERA ORDEN FRANCISCANA

San Juan María Vianney también tenía una gran devoción a San Francisco de Asís y, aunque era un sacerdote diocesano, se convirtió a la Tercera Orden Franciscana a causa de su amor por los pobres. Hoy en día se ha construido un convento franciscano sobre los terrenos de la parroquia y los frailes ahora celebran las misas y escuchan las confesiones de los peregrinos en Ars.

Cuando una persona le preguntaba si se debía dar a los pobres, Vianney menudo respondía con una sonrisa:

“Vamos a tener que responder por lo que hicimos con eso que no les dimos, y los pobres tendrán que responder por lo que hicieron con lo les fue dado”.

El presbiterio donde vivía Juan María Vianney es una casa de dos pisos con escaleras estrechas y pisos de madera. Durante una visita se puede ver su dormitorio y la cocina donde comía lo poco que le permitía a su cocinera, Madame Bibost, darle de comer.

habitación de San Juan María VianneyLa habitación de Vianney está en la misma forma que se veía cuando estaba vivo, con artículos personales tales como su rosario y fotos de numerosos santos a quien admiraba, colgados en la pared.

Quizás uno de los ingredientes más extraños en el proceso de canonización de Juan Vianney son los testigos que declaran las “apariciones” en este edificio presbiterio durante el curso de su misión 1824-1859.

La extensa biografía del Padre Trochu, informa de una gran cantidad de incidentes, que incluyen a la propia hermana de Juan María Vianney, Margarita María Vianney, quien declaró que una vez pasó la noche en el presbiterio sólo para ser despertado por extraño golpeteo en la pared y en la mesa de su habitación.

Cuando Margarita encendió una lámpara, encontró todo en orden, pero el ruido continuó después que ella regresó a la cama. Finalmente descendiendo a la iglesia donde su hermano estaba oyendo confesiones tarde en la noche, se encontró con el Cura, quien le dijo:

“Oh, no deberías haber tenido miedo: Es el Grappin. Él no te puede hacer daño. En cuanto a mí, me atormenta en formas diversas. A veces me agarra por los pies y me arrastra por la habitación. Es porque puedo convertir almas al buen Dios”.

Santo Cura de Ars 2 (ft img)En el museo del presbiterio de Ars, probablemente una de las reliquias más extrañas sea el viejo marco de la cama de Juan María Vianney cubierta de hollín, que al parecer fue quemada por el diablo cuando su habitación se incendió en la mañana del 24 de febrero 1857.

Según el libro de Padre Trochu cuando fue informado del fuego en su habitación comentó Vianney:

“el Grappin está muy enojado.No puede coger al ave por lo que ha quemado la jaula. Es una buena señal. Tendremos muchos pecadores este día”.

Las extrañas historias de fantasmas en la rectoría, así como los ayunos estrictos de Vianney, resultaban en su aspecto demacrado, y despertaban sospechas, que se añadieron a las luchas de crecimiento en su vida.

Incluso la ropa de Vianney parecía causar problemas. No era esclavo de la moda, se vestía con sencillez. De acuerdo a varios feligreses, la sotana, no muy diferente de la de Francisco de Asís, estaba a menudo rota o desgastada.

Aún así, los peregrinos llegaban por miles, y muchas almas tibias se volvían a conectar a la Iglesia a través del confesionario de Vianney.

Es notable que un pobre muchacho de pueblo, que no podía pasar sus exámenes en el seminario, más tarde se convirtiera en un símbolo universal del clero de la Iglesia.

Juan María Vianney nos recuerda que el verdadero amor de Cristo puede manifestarse poderosamente a través de la oración sencilla y el servicio.

DOCE FRASE DEL SANTO CURA DE ARS SOBRE LA ORACIÓN

1. “No hay nadie que no puedan orar – y ora todo tiempo y en todo lugar; de noche o de día, cuando trabajas duro o en el descanso, en el campo, en casa o cuando viajas”

2. “Aquellos que no oran se hunden en la tierra como un topo tratando de hacer un agujero para ocultarse “

3. “Cuando oramos con atención y humildad de mente y corazón, dejamos la tierra y subimos hasta el cielo. Llegamos a los brazos extendidos de Dios. Hablamos con los Ángeles y los Santos”.

4. “Dios está en todas partes dispuesto a escuchar tus oraciones”

5. “Aquellos que no oran sólo piensan en las cosas temporales como el avaro que, cuando un crucifijo de plata le fue presentado para besarle, comentó: ‘Esa cruz pesa por lo menos diez gramos’”

6. “Tú puedes orar para ponerte simplemente en contacto con Dios. Cuando uno no encuentra nada más que decirle a Él, sólo sabe que Él está allí – que en sí misma es la mejor de las oraciones”

7. “Los problemas se desvanecen ante un ferviente oración como la nieve ante el sol”

8. “Hay una cosa que todo el mundo puede hacer, ya sea que les resulte difícil meditar o no, y eso es elevar su mente en la mañana para cultivar alguna virtud particular durante el día, para practicar la presencia interior de Dios, y vivir su vida en unión con Él”

9. “La oración hace que el tiempo parezca pasar rápidamente, y tan gratamente, que uno no se da cuenta de cuánto tiempo pasó”

10. “Santa Colette vio y habló con Nuestro Señor como hablaba a otras personas. ¡Cuántas veces venimos a la iglesia sin saber lo que venimos a hacer, o lo que queremos pedir!”

11. “¿No nos avisan las necesidades continuas de nuestra alma y cuerpo advirtiéndonos que tenemos que recurrir al único que puede suministrarnoslas?”

12. “A menudo pienso que cuando venimos a adorar a Nuestro Señor en el Santísimo Sacramento, debemos obtener todo lo que queremos, si lo pedimos con una fe muy viva y un corazón muy puro”

Oremos

Oh, San Juan María Vianney, que oraste muchas veces a Dios por las muchas almas que te dieron para cuidar durante tu tiempo como sacerdote, ayúdanos intercediendo por nosotros para que podamos conversar con Nuestro Señor Jesucristo diariamente y orar sin cesar. Amén.

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Fuente: Foros de la Virgen


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Te amo oh mi Dios, canción al Santo Cura de Ars https://www.reinadelcielo.org/te-amo-oh-mi-dios-cancion-al-santo-cura-de-ars/ Wed, 18 May 2016 21:41:45 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=6933 El Grupo Magnificat, de la Diócesis de Papantla, Poza Rica de Hidalgo, Veracruz, México, comparte con nosotros una canción en honor a San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars.

Alma Delia Mercado, quien nos escribe, nos dice que esta canción es “una oración al Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, que el Señor nos ha permitido musicalizar precisamente en el año sacerdotal en el año 2010”

Alma y el Grupo Magnificat declaran que hacen “todo por el Corazón de Jesús, a través del Corazón de María”.

A continuación la canción y un audio que contiene, en primer lugar, una meditación mariana.

 

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Acerca de “El orgullo” – Reflexión del Santo Cura de Ars https://www.reinadelcielo.org/acerca-de-el-orgullo-reflexion-del-santo-cura-de-ars/ Thu, 14 Aug 2014 15:59:31 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=2019 En nuestro constante esfuerzo por querer estar más cerca de Dios, hay cosas que, antes que llevarnos a él, nos alejan. Es el lastre que no nos deja volar con altura. Y uno de estos pesos es “El orgullo”.

Este exceso de estima hacia uno y hacia los propios méritos, es el que hace que la persona se agrande y que Dios disminuya. Y sobre esto, San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, nos habla desde su reflexión. Lo hace de una forma directa y clara y puede ayudarnos a pensar acerca del orgullo, del cual casi nadie está exento…

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La Santificación del Cristiano – Reflexión del Santo Cura de Ars https://www.reinadelcielo.org/la-santificacion-del-cristiano-reflexion-del-santo-cura-de-ars/ Thu, 14 Aug 2014 15:42:28 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=2015 El camino a la santidad es un recorrido que, todo aquél que desee llegar a Dios, debe hacer de un modo decidido y consciente. El esfuerzo personal y la Gracia de Dios en el cristiano son los que finalmente nos darán aquella deseada santidad. Por los fruto del amor y las buenas obras encontraremos a Dios.

San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, nos trae sus reflexiones acerca del Camino a la Santidad. Aunque nos habla desde otra época, tal vez sea bueno considerar su meditación y aprovechar todo aquello que nos ayude a crecer en nuestra vida espiritual y estar cada vez más cerca de Dios. Disfrutemos de estas palabras…

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El Cuerpo de Cristo – Reflexiones del Santo Cura de Ars https://www.reinadelcielo.org/el-cuerpo-de-cristo-reflexiones-del-santo-cura-de-ars/ Wed, 13 Aug 2014 20:05:48 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=2012 El Cuerpo de Cristo nos trae la memoria el sacrificio que Jesús hizo en la cruz, para salvar a la humanidad y llevarla a Dios Padre. Es algo central en nuestra fe y es necesario que profundicemos en el significado de este sacrificio, ahora celebrado en la Eucaristía.

San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, nos dejó sus reflexiones acerca del Cuerpo de Cristo. Y aquí encontraremos un camino profundo para saber más acerca de este gran acto de amor. Sus sermones son un lugar apropiado para la reflexión.

 

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La Palabra de Dios – Reflexiones de San Juan María Vianney https://www.reinadelcielo.org/la-palabra-de-dios-reflexiones-de-san-juan-maria-vianney/ Wed, 13 Aug 2014 19:32:02 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=2010 Leer la Sagrada Escritura es una de las cosas que los cristianos no podemos dejar de hacer. Alimentarnos de las palabras inspiradas por el mismo Dios, es fundamental para nuestra vida espiritual. Es Dios mismo el que nos habla a través de sus escritos.

San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, también dejó sus reflexiones acerca de lo que la Palabra de Dios en sus sermones, aquellos que con tanto amor y esfuerzo personal preparó. Cuenta la historia que aquél hombre santo de Dios pasaba horas y noches enteras preparando su prédica.

Podemos disfrutar de aquellas reflexiones en el siguiente video que nos puede ayudar, también hoy, a reflexionar con las palabras del santo, acerca de lo que Dios nos dice en la escritura sagrada.

 

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