La Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia y Reina del Universo, nos acompaña maternalmente en este camino, ofreciéndonos Su Amor de Madre, para que nos dejemos llevar a Jesús. (ver artículo)
María Santísima, consuelo de los afligidos y auxilio de los cristianos. Vive junto a los cristianos perseguidos la unión y la fortaleza en Cristo crucificado. (ver artículo)