Santa – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Sat, 05 Oct 2024 00:18:16 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Santa Faustina Kowalska https://www.reinadelcielo.org/santa-faustina-kowalska/ Fri, 04 Oct 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10323

Es la primera santa canonizada del siglo XXI. En su tiempo, marcado por inmensos sufrimientos, justamente en los años más oscuros y desesperantes que van del primer al segundo conflicto mundial, el mismo Cristo entrega a la joven sor Faustina (1905-1938) el mensaje de la divina misericordia.

Fue su compatriota Juan Pablo II quien la elevó a los altares en la ceremonia realizada el 30 de abril del año 2000 ante doscientos mil peregrinos en Roma y otros miles más que presenciaban en directo la ceremonia en la explanada del santuario de Lagiewniki, dedicado a la Misericordia, en Cracovia, en perfecta comunicación entre los dos centros. Ya antes, cuando aún era cardenal de Cracovia, le correspondió firmar el decreto de clausura del proceso diocesano de beatificación. Y antes aún, cuando era un joven trabajador de la fábrica de Solvay, visitaba cotidianamente el santuario para hacer oración y pedir ayuda para el día cantero en aquellos tiempos tan aciagos para la humanidad. En el momento de transición del milenio, el papa la presentó como modelo para toda la Iglesia por ser mensajera de una espiritualidad por la que él mismo se sintió atraído desde que era un muchacho. «No es un mensaje nuevo –afirmó el papa– pero se puede considerar de esencial iluminación para ayudarnos a revivir más intensamente el Evangelio de la Pascua, para ofrecerlo como un rayo de luz a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo».

Sor Faustina Kowalska y Jesús misericordioso (ft img)

Elena Kowalska, tercera de diez hijos, nació el 25 de agosto de 1905 en una pequeña aldea polaca llamada Glogowieck –actualmente en la provincia de Konin–, dentro de una familia con pocos medios económicos. La bautizaron en la parroquia de San Casimiro, en Swinice Warckie, imponiéndole el nombre de Elena. Recibió solamente instrucción o enseñanza primaria, no daban para más las arcas familiares. A los dieciséis años comenzó a cooperar económicamente a las necesidades de los suyos con su trabajo. Cuando manifestó sus deseos de hacerse religiosa, recibió una negativa por parte de los padres; solo dos años más tarde logró sacar adelante su deseo con el permiso paterno, pero las religiosas de la Congregación de la Madre de Dios de la Misericordia aún retrasaron su admisión por un año, que fue el tiempo que tardó en reunir –trabajando como sirvienta– la pequeña dote que le exigían antes de entrar en el convento.

El 1 de agosto de 1925, a los veinte años, fue admitida en el convento de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia, de la calle Zitnia, en Varsovia. Allí recibió el nombre de Sor María Faustina; hizo el noviciado en Cracovia y emitió sus votos en presencia del obispo St. Rospond. En distintas casas de la Congregación desempeñó los oficios más humildes: cocinera, jardinera y portera, pasando los períodos más largos en las de Cracovia, Plock y Vilna.

Fueron años intensos. Dios quiso darle gracias extraordinarias; parece que llegó a predecir el comienzo de la segunda guerra mundial y la elección de un papa polaco, pero lo más significativo fue que se le encomendó desde lo Alto la misión de propagar al mundo la devoción a la Divina Misericordia o del Amor Misericordioso. Este fue el único polo de atracción de toda su vida.

Su Diario, obra donde la santa relata su experiencia mística de consagración a la Divina Misericordia, es todo un itinerario atravesado por visiones, éxtasis, revelaciones y estigmas escondidos; pero, a pesar de estar llena de tantas gracias, ella escribió:

«Ni las gracias ni las revelaciones, ni los éxtasis, ni ningún otro don concedido al alma la hacen perfecta, sino la comunión del alma con Dios».

Sor Faustina Kowalska 2

Esos apuntes de los cuatro últimos años de su vida –conocidos solo después de su muerte y escritos por sugerencia de su director espiritual, P. Miguel Sopocko– registran todos los encuentros de su alma con Dios, revelan que María Faustina ha sido una de las personas a las que Dios quiso elevar a la mayor altura de la mística en pleno siglo XX, y que hoy engrosa la lista de los mayores místicos de la historia de la Iglesia. Una vida en la que se advierte la mezcolanza de gracias sobrenaturales extraordinarias y la lucha continua para corresponder a ellas fielmente cada día en la reducida perspectiva de su oculta vida de religiosa joven en un pequeño convento polaco. Con su lenguaje sencillísimo, el Diario es la mejor literatura mística del siglo XX, que sorprende al teólogo por la profundidad maravillosa encerrada en la candidez de su estilo.

Faustina tuvo que soportar grandes sufrimientos morales y físicos, aceptados y ofrecidos en reparación por los pecados de los hombres. En su propia experiencia se inspiran los Apóstoles de la misericordia divina, un movimiento integrado por sacerdotes, religiosos y laicos, unidos por el compromiso de vivir la compasión en la relación con los hermanos, hacer conocer el misterio de la divina clemencia e invocar la magnanimidad de Dios hacia los pecadores. Esta familia espiritual, aprobada en 1996 por la archidiócesis de Cracovia, está presente hoy en 29 países del mundo.

Faustina murió de tuberculosis el 5 de octubre de 1938; sus restos se depositaron en la tumba común del cementerio, situado al fondo del jardín de la casa de la comunidad de Cracovia-Lagiewniki, hasta el traslado, en el año 1966, a la capilla de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, también en Cracovia.

Una de las encíclicas más emblemáticas del Papa fue la que se denomina Dives in misericordia (30-IX-1980), acto magisterial con el que anima a la humanidad entera, especialmente a los católicos, a contemplar con agradecimiento la infinita bondad de Dios que se manifiesta en su permanente disposición al perdón del hombre redimido. Luego vino el atentado que pretendió acabar con su vida y casi lo consiguió. Justo a un año de distancia, después de la recuperación física de los meses que le tuvieron al filo de la eternidad, pudo pronunciar en el primer aniversario de la encíclica aquellas memorables palabras: «Desde el comienzo de mi ministerio en la Sede de Pedro, considero este mensaje del Amor Misericordioso como mi tema particular. La Providencia me lo ha asignado en la situación contemporánea del hombre, de la Iglesia, del mundo».

Tanto la beatificación –18 de abril de 1993– como la canonización –30 de abril del 2000– de María Faustina han tenido lugar en el segundo domingo de Pascua. Original: esa es la fecha que el Señor indicó a Faustina para que se celebrara la Fiesta de la Divina Misericordia. Nada extraño tiene que su mensaje haya quedado plasmado en la determinación de Juan Pablo II de hacer fiesta universal de la Misericordia Divina el segundo domingo de Pascua: «En su honor, en todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con la confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años venideros».

Todo un reto para el hombre del siglo XXI. Para el creyente, un imponente ofrecimiento divino conducente a evitar desesperaciones, sobre todo, las que trae y lleva consigo el pecado. Su experiencia espiritual –credo y pensamiento de Faustina– queda convertido en obra musical con la trilogía de oratorios de Carlo Colafranceschi, discípulo de Lorenzo Perosi.

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Fuente: Alfa y Omega


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Santa Rosa de Lima – Patrona de América https://www.reinadelcielo.org/santa-rosa-patrona-de-america/ Fri, 30 Aug 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=5055 ]]>

Desde nuestra querida Diócesis de Zárate – Campana, nos hacen llegar esta hermosa noticia y posibilidad de conocer el verdadero rostro de Santa Rosa de Lima, patrona de América.

Santa Rosa de Lima, Patrona de América Latina, nació el 30 de abril de 1586. Su verdadero nombre era Isabel Flores y Olivia.

Se cuenta que, era especialmente bella, por lo que, siendo aún muy pequeña, al verla dormir en su cuna tan hermosa como una flor, su madre y su nodriza la llamaron Rosa.

En 1597, en la localidad de Quives, fue confirmada con el nombre de Rosa de Santa María por el Obispo Toribio de Mogrovejo, segundo Arzobispo de Lima, que años después fue santo.

Rosa era muy alegre, cantaba con una voz hermosa y componía canciones; se sometía a penitencias por las conversiones y soportaba con entereza sus múltiples enfermedades.

Santa Rosa

Rosa dividía su tiempo entre el trabajo y la oración. Pasaba horas bordando y dedicaba los frutos de su trabajo a ayudar a la manutención de su familia, de 10 hermanos. Su espiritualidad estaba marcada por un gran amor hacia Jesús presente en la Eucaristía y hacia la Santísima Virgen María.

Sus padres, don Gaspar Flores y doña María de Oliva, le hacían frecuentar fiestas y banquetes para que llamara la atención de los jóvenes más ricos de la ciudad y lograr así un matrimonio ventajoso. Pero si bien Rosa obedecía yendo a las fiestas, no estaba en sus planes contraer matrimonio sino consagrar su vida a Dios.

A los 20 años, abrazó la espiritualidad de la Tercera Orden de Santo Domingo, al igual que Santa Catalina de Siena, modelo de vida para Rosa.

Recibió el hábito negro y blanco el 10 de agosto de 1606 en el convento al que iba a rezar diariamente. A pesar de usar el hábito de la Orden de Santo Domingo, Rosa no fue monja de clausura sino que contiunó viviendo con sus padres como terciaria dominica y dedicaba gran parte del día a la oración.

La obediencia, la humildad y la caridad fueron sus principales virtudes. Rosa fue un ejemplo de sencillez y un testimonio de vida Evangélica. Su dedicación hacia los pobres, los enfermos y los necesitados le ganó en vida el amor de los limeños. Los milagros se sucedieron mientras vivía y después de su muerte. Falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años.

Tanto el pueblo como las autoridades civiles y eclesiales acudieron al funeral; toda Lima estaba conmocionada y pedía su canonización. Luego de su muerte, su confesor aseguró que “Jamás, ni de día ni de noche, perdía la presencia de Dios en su corazón y que su alma nunca fue mancillada por el pecado venial”.

El 12 de abril de 1671 el Papa Clemente X la proglamó Santa, estableciendo su fiesta el día 30 de agosto, declarándola Patrona de América Latina, Indias y Filipinas. Fue la primer Santa de Nuestro Continente.

El congreso de Tucumán de 1816 la nombró PATRONA JURADA DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA.

Fuente: Basílica de Santa Rosa, CABA

El verdadero rostro de Santa Rosa de Lima

Estudios científicos recientes han develado cual fue el verdadero rostro de la patrona de América, les compartimos este video alusivo. ¡Mira el video!

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Fuente: Arzobispado de Zárate Campana


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Santa Mónica, madre de San Agustín https://www.reinadelcielo.org/santa-monica-madre-de-san-agustin/ Tue, 27 Aug 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=5023

Mónica significa dedicada a la oración y a la vida espiritual.
Santa Mónica es conocida por haber sido la madre de San Agustín y por haber logrado la conversión de su hijo.
Mónica nació en Tagaste ( África del Norte ) a unos 100 km de la ciudad de Cartago en el año 332.

Breve Biografía

Mónica fue de una familia de buena posición social y profundamente cristiana. Contrariamente a la costumbre del tiempo, le fue permitido estudiar, y ella lo aprovechó par leer y meditar la Sagrada Escritura

Se desposó en plena juventud con Patricio, aún no cristiano; modesto propietario de Tagaste y miembro del consejo municipal, bueno y afectuoso, pero autoritario y fácil a la ira. A pesar de su intenso amor a Mónica, su carácter le llevó a ser áspero y a la infidelidad; que ella pudo vencer a fuerza de bondad y mansedumbre. A los 22 años, nació su primogénito, Agustín; y a continuación el segundo, Navigio, que murió joven; y después una hija, cuyo nombre se ignora, aunque se ha hablado de Perpetua, que se casó y al quedarse viuda entró en el monasterio femenino de Hipona, fundado por Agustín, llegando a ser su Abadesa.

Fuerte de ánimo, ardiente en la fe, firme en la esperanza, de brillante inteligencia, sensibilísima a las exigencias de la convivencia, asidua en la oración y en la meditación de la Sagrada Escritura, encarna el modelo de la esposa ideal y de la madre cristiana. Gana para Cristo a su esposo, después de haber rezado tanto para que se amansase; y obtiene el consuelo, un año antes de su muerte, al verlo hacerse catecúmeno y ser después bautizado en su lecho de muerte en el 369.

Santa Mónica y San Agustín

Mónica con 39 años toma las riendas de la casa y de la administración de los bienes, pero su preocupación mayor era su hijo, Agustín, que hasta quiso convencer a su madre de abandonar el cristianismo por el maniqueísmo. Logra, con asidua plegaria ferviente y su imploración con lágrimas, la transformación espiritual, la conversión de su hijo, S. Agustín. “Es imposible que se pierda un hijo de tantas lágrimas”; le dijo S. Ambrosio (Obispo), al hablar con Mónica y ver su preocupación por la vida de su hijo Agustín. Asiste a su bautismo, y con gozo exultante, en la Pascua del 387, viéndole convertido en un cristiano profundamente convencido. Mientras ella pensaba poderle encontrar una esposa cristiana, recibe una grande y grata sorpresa: decide no volverse a casar, y retornar con ella a África para vivir una vida monástica.

Después de esto, ya no encontraba nada que le atrajera de este mundo, y podía morir contenta, máxime viendo a su hijo consagrado al servicio de Dios. Después de cinco o seis días, en cama por fiebre, y les indicó: “que deberían enterrar su cuerpo sin entristecerse, pero que la recordaran ante el altar del Señor”. Agustín, con lágrimas en los ojos, le mostraba su gran afecto, repitiéndole: “Tú me has engendrado dos veces”. La enfermedad, quizás malaria, duró nueve días, y posiblemente el 27 de agosto del 387, cuando con él y los suyos se preparaba para viajar de regreso a África, muere en Ostia Tiberina (Roma); ciertamente antes del 13 de noviembre, del año 387, a los 56 años de edad.

Patrona de las mujeres casadas, madres y viudas.

Formación fuerte

Sus padres encomendaron la formación de sus hijas a una mujer muy religiosa pero de muy fuerte disciplina. Ella no las dejaba estar tomando bebidas entre horas ( aunque aquellas tierras son de clima muy caliente ) pues les decía : “Ahora cada vez que tengan sed van a tomar bebidas para calmarla. Y después que sean mayores y tengan las llaves de la pieza donde esta el vino, tomarán licor y esto les hará mucho daño.” Mónica le obedeció los primeros años pero, después ya mayor, empezó a ir a escondidas al deposito y cada vez que tenía sed tomaba un vaso de vino. Más sucedió que un día regaño fuertemente a un obrero y este por defenderse le grito ¡Borracha ! Esto le impresiono profundamente y nunca lo olvido en la vida, y se propuso no volver a tomar jamás bebidas alcohólicas. Pocos meses después fue bautizada ( en ese tiempo bautizaban a la gente ya entrada en años ) y desde su bautismo su conversión fue admirable

Su esposo

Ella deseaba dedicarse a la vida de oración y de soledad ( como su nombre lo indica ) pero sus padres dispusieron que tenía que esposarse con un hombre llamada Patricio. Este era un buen trabajador, pero terriblemente malgeniado, y además mujeriego, jugador y sin religión , ni gusto por lo espiritual. La hará sufrir lo que no esta escrito y por treinta años ella tendrá aguantar los tremendos estallidos de ira de su marido que grita por el menor disgusto, pero este jamás se atreverá a levantar la mano contra ella. Tuvieron tres hijos : dos varones y una mujer. Los dos menores fueron su alegría y consuelo, pero el mayor Agustín, la hizo sufrir por docenas de años.

La forma para no pelear

En aquella región del norte de Africa, donde las gentes eran sumamente agresivas, las demás esposas le preguntaban a Mónica porque su esposo era uno de los hombres de peor genio en toda la ciudad, pero no la golpeaba nunca a ella, y en cambio los esposos de ellas las golpeaban sin compasión. Mónica les respondió : “Es que, cuando mi esposo está de mal genio, yo me esfuerzo por estar de buen genio. Cuando el grita, yo me callo. Y como para pelear se necesitan dos y yo no acepto la pelea, pues….no peleamos”. Esta fórmula se ha hecho celebre en el mundo y ha servido a millones de mujeres para mantener la paz en la casa.

Viuda y con un hijo rebelde

Patricio no era católico, y aunque criticaba el mucho rezar de su esposa y su generosidad tan grande con los pobres, nunca se oponía a que ella se dedicara a estas buenas obras. y quizás por eso mismo logro su conversión. Mónica rezaba y ofrecía sacrificios por su esposo y al fin alcanzó de Dios la gracia de que en el año de 371 Patricio se hiciera bautizar, y que lo mismo lo hiciera la suegra, mujer terriblemente colérica que por meterse demasiado en el hogar de su nuera le había amargado harto la vida a la pobre Mónica. Un año después de su bautismo, murió santamente Patricio, dejando a la pobre viuda con el problema de su hijo mayor.

El muchacho difícil

Patricio y Mónica se habían dado cuenta de que su hijo mayor era extraordinariamente inteligente, y por eso lo enviaron a la capital del estado, la ciudad de Cartago, a estudiar filosofía, literatura y oratoria. Pero Agustín tuvo la desgracia de que su padre no se interesaba nada de sus progresos espirituales. Solo le importaba que sacara buenas notas, que brillara en las fiestas sociales y que sobresaliera en los ejercicios físicos, pero acerca de la salvación de su alma, no se interesaba ni le ayudaba en nada. Y esto fue fatal para él, pues fue cayendo de mal en peor en pecados y errores.

Una madre fuerte

Santa Mónica

Cuando murió su padre, Agustín tenía 17 años y empezaron a llegarle a Mónica noticias cada vez peores, de que el joven llevaba una vida nada santa. que en una enfermedad, ante el temor a la muerte se había hecho instruir acerca de la religión y propuesto hacerse católico, pero que sanado de la enfermedad había abandonado el propósito de hacerlo. Y que finalmente, se había hecho socio de una secta llamada de los Maniqueos, que afirmaban que el mundo no lo había hecho Dios, sino el Diablo. Y Mónica que era bondadosa pero no cobarde, ni floja, al volver su hijo a vacaciones y empezar a oírle mil barbaridades contra la verdadera religión, lo hecho sin más de la casa y le cerró las puertas, porque bajo su techo no quería alberga enemigos de Dios.

La visión animadora

Pero sucedió que en esos días Mónica tuvo un sueño en el que vio que ella estaba en bosque llorando por la pérdida espiritual de su hijo y que en ese momento se le acercaba un personaje muy resplandeciente y le decía :”tu hijo volverá contigo ” y enseguida vio a Agustín junto a ella. Le narro al muchacho el sueño tenido y el dijo lleno de orgullo que eso significaba que la madre se iba a volver maniqueista como el. Pero ella le respondió : “En el sueño no me dijeron, mama ira a donde su hijo, sino tu hijo volverá contigo” Esta hábil respuesta impresionó mucho a su hijo, quien mas tarde la consideraba como una inspiración del cielo. Esto sucedió en el año 437. Faltaban 9 años para que Agustín se convirtiera-

La respuesta de un obispo

Por muchos siglos ha sido muy comentada la bella respuesta que un obispo le dio a Mónica cuando ella le contó que llevaba años y años rezando, ofreciendo sacrificios y haciendo rezar a sacerdotes y amigos por la conversión de Agustín. El obispo le respondió : “Este tranquila, es imposible que se pierda el Hijo de tantas lagrimas”. Esta admirable respuesta y lo que había oído en el sueño, la llenaban de consuelo y esperanza, a pestar de que Agustín no daba la menor señal de arrepentimiento.

Un hijo que se fuga y una madre que lo va siguiendo

Cuando tenía 29 años, el joven decidió ir a Roma a dar clases allá. Ya era todo un doctor. Mama se propuso irse con él para librarlo de todos los peligros morales. Pero Agustín le hizo una jugada tramposa ( de la cual se arrepintió mucho mas tarde ) Al llegar junto al mar le dijo a Mónica que se fuera a rezar a un templo, mientras iba a visitar a un amigo, y lo que hizo fue subirse al barco y salir rumbo a Roma, dejándola sola allí, pero Mónica no era mujer débil para dejarse derrotar tan fácilmente. Tomo otro barco y se dirigió hasta Roma.

Un personaje que influyó mucho

En Milán, Mónica se encontró con el Santo más famoso de la época, San Ambrosio, arzobispo de esa ciudad. En él se encontró un verdadero padre lleno de bondad y de sabiduría que la fue guiando con prudentes consejos. Además Agustín se quedo impresionado por su enorme sabiduría y la poderosa personalidad de San Ambrosio y empezó a escucharle con profundo cariño y a cambiar sus ideas y entusiasmarse por la fe católica.

La conversión

Y sucedió que en año 387, Agustín al leer unas frases de San Pablo sintió una impresión extraordinaria y se propuso cambiar de vida. Envió lejos a la mujer con la cual vivía en unión libre, dejo sus vicios y malas costumbres. Se hizo instruir en la religión y en la fiesta de Pascua de Resurrección de ese año se hizo bautizar.

Ya puedo morir tranquila

San Agustín y Santa Mónica (ft img)

Agustín, ya convertido, dispuso volver con su madre y su hermano, a su tierra, en el Africa, y se fueron al puerto de Hostia a esperar el barco. Pero Mónica ya había conseguido todo lo que anhelaba es esta vida, que era ver la conversión de su hijo. Ya podía morir tranquila. Y sucedió que estando ahí en una casa junto al mar, por la noche al ver el cielo estrellado platicando con Agustín acerca de como serán las alegrías que tendremos en el cielo, y ambos se emocionaban comentando y meditando los goces celestiales que nos esperan. En determinado momento exclamo entusiasmada : ” ¿ Y a mí que más me puede amarrar a la tierra ? Ya he obtenido mi gran deseo, el verte cristiano católico. Todo lo que deseaba lo he conseguido de Dios”. Poco después le invadió la fiebre, y en pocos días se agravo y murió. Lo único que pidió a sus dos hijos es que no dejaran de rezar por el descanso de su alma. Murió en el año 387 a los 55 años de edad.

ORACIÓN

“Señor, Dios nuestro, misericordia nuestra,
que adornaste a nuestra Madre Santa Mónica
con el carisma de saber reconciliar
a los hombres contigo y entre sí;
concédenos ser siempre mensajeros de paz y de unidad,
llevando a ti los corazones
con el ejemplo de nuestra vida.
Por N.S.J.”. Amén.


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Santa Clara de Asís https://www.reinadelcielo.org/santa-clara-de-asis/ Fri, 09 Aug 2024 12:48:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9958 ]]>

Clara significa: “vida transparente”
“El amor que no puede sufrir no es digno de ese nombre” -Santa Clara.

De sus cartas: Atiende a la pobreza, la humildad y la caridad de Cristo

Clara nació en Asís, Italia, en 1193. Su padre, Favarone Offeduccio, era un caballero rico y poderoso. Su madre, Ortolana, descendiente de familia noble y feudal, era una mujer muy cristiana, de ardiente piedad y de gran celo por el Señor.

Desde sus primeros años Clara se vio dotada de innumerables virtudes y aunque su ambiente familiar pedía otra cosa de ella, siempre desde pequeña fue asidua a la oración y mortificación. Siempre mostró gran desagrado por las cosas del mundo y gran amor y deseo por crecer cada día en su vida espiritual.

Ya en ese entonces se oía de los Hermanos Menores, como se les llamaba a los seguidores de San Francisco. Clara sentía gran compasión y gran amor por ellos, aunque tenía prohibido verles y hablarles. Ella cuidaba de ellos y les proveía enviando a una de las criadas. Le llamaba mucho la atención como los frailes gastaban su tiempo y sus energías cuidando a los leprosos. Todo lo que ellos eran y hacían le llamaba mucho la atención y se sentía unida de corazón a ellos y a su visión.

Su llamada y su encuentro con San Francisco. Cofundadora de la orden

santa clara de asis (Ft image)

La conversión de Clara hacia la vida de plena santidad se efectuó al oír un sermón de San Francisco de Asís. En 1210, cuando ella tenía 18 años, San Francisco predicó en la catedral de Asís los sermones de cuaresma e insistió en que para tener plena libertad para seguir a Jesucristo hay que librarse de las riquezas y bienes materiales. Al oír las palabras: “este es el tiempo favorable… es el momento… ha llegado el tiempo de dirigirme hacia El que me habla al corazón desde hace tiempo… es el tiempo de optar, de escoger..”, sintió una gran confirmación de todo lo que venía experimentando en su interior.

Durante todo el día y la noche, meditó en aquellas palabras que habían calado lo más profundo de su corazón. Tomó esa misma noche la decisión de comunicárselo a Francisco y de no dejar que ningún obstáculo la detuviera en responder al llamado del Señor, depositando en El toda su fuerza y entereza.

Cuando su corazón comprendió la amargura, el odio, la enemistad y la codicia que movía a los hombres a la guerra comprendió que esta forma de vida eran como la espada afilada que un día traspasó el corazón de Jesús. No quiso tener nada que ver con eso, no quiso otro señor mas que el que dio la vida por todos, aquel que se entrega pobremente en la Eucaristía para alimentarnos diariamente. El que en la oscuridad es la Luz y que todo lo cambia y todo lo puede, aquel que es puro Amor. Renace en ella un ardiente amor y un deseo de entregarse a Dios de una manera total y radical.

Clara sabía que el hecho de tomar esta determinación de seguir a Cristo y sobre todo de entregar su vida a la visión revelada a Francisco, iba a ser causa de gran oposición familiar, pues el solo hecho de la presencia de los Hermanos Menores en Asís estaba ya cuestionando la tradicional forma de vida y las costumbres que mantenían intocables los estratos sociales y sus privilegios. A los pobres les daba una esperanza de encontrar su dignidad, mientras que los ricos comprendían que el Evangelio bien vivido exponía por contraste sus egoísmos a la luz del día. Para Clara el reto era muy grande. Siendo la primera mujer en seguirle, su vinculación con Francisco podía ser mal entendida.

Santa Clara se fuga de su casa el 18 de Marzo de 1212, un Domingo de Ramos, empezando así la gran aventura de su vocación. Se sobrepuso a los obstáculos y al miedo para darle una respuesta concreta al llamado que el Señor había puesto en su corazón. Llega a la humilde Capilla de la Porciúncula donde la esperaban Francisco y los demás Hermanos Menores y se consagra al Señor por manos de Francisco.

Empiezan las renuncias

De rodillas ante San Francisco, hizo Clara la promesa de renunciar a las riquezas y comodidades del mundo y de dedicarse a una vida de oración, pobreza y penitencia. El santo, como primer paso, tomó unas tijeras y le cortó su larga y hermosa cabellera, y le colocó en la cabeza un sencillo manto, y la envió a donde unas religiosas que vivían por allí cerca, a que se fuera preparando para ser una santa religiosa.

Para Santa Clara la humildad es pobreza de espíritu y esta pobreza se convierte en obediencia, en servicio y en deseos de darse sin límites a los demás.

Clara de Asís 2

Días más tardes fue trasladada temporalmente, por seguridad, a las monjas Benedictinas, ya que su padre, al darse cuenta de su fuga, sale furioso en su búsqueda con la determinación de llevársela de vuelta al palacio. Pero la firme convicción de Clara, a pesar de sus cortos años de edad, obligan finalmente al Caballero Offeduccio a dejarla. Días más tardes, San Francisco, preocupado por su seguridad dispone trasladarla a otro monasterio de Benedictinas situado en San Angelo. Allí la sigue su hermana Inés, quien fue una de las mayores colaboradoras en la expansión de la Orden y la hija (si se puede decir así) predilecta de Santa Clara. Le sigue también su prima Pacífica.

Cuando se trasladan las primeras Clarisas a San Damián, San Francisco pone al frente de la comunidad, como guía de Las Damas Pobres a Santa Clara. Al principio le costó aceptarlo pues por su gran humildad deseaba ser la última y ser la servidora, esclava de las esclavas del Señor. Pero acepta y con verdadero temor asume la carga que se le impone, entiende que es el medio de renunciar a su libertad y ser verdaderamente esclava. Así se convierte en la madre amorosa de sus hijas espirituales, siendo fiel custodia y prodigiosa sanadora de las enfermas.

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Fuente: Corazones.org


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Santa Catalina de Siena https://www.reinadelcielo.org/santa-catalina-de-siena/ Mon, 29 Apr 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=261 Nació en Siena (Italia) el 24 de marzo de 1347, penúltima de los veinticinco hijos del tintorero Jácomo Benincasa y de Lapa Piacenti. A los 7 años, en compañía de su hermano Esteban, en Valle Piatta. levantó sus ojos y vió sobre la torre de la iglesia de Santo Domingo, un trono resplandeciente en el cual estaba nuestro Señor revestido de hábitos pontificales y con tiara, y a sus lados los apóstoles San Pedro, San Pablo y San Juan. La miró el Señor y la bendijo. Visión profética que anunciaba la misión de Catalina en bien del papado.

Pronto nació la idea de hacerse Terciaria dominica. Le gustaba sobremanera la vida de los dominicos, empleada en estudiar, orar y predicar. En algún momento incluso pensó en vestirse de niño para entrar como novicio. Jácomo, su padre, vió un día una blaca paloma que entró donde ella estaba orando y se le puso quieta en la cabeza. Le abrió esto los ojos para ver que su hija era objeto de complacencias divinas y desde entonces prohibió que la molestasen. A los dieciseis años obtuvo el permiso paterno para entrar con las Terciarias. Al verse con el hábito de una Orden de Penitencia, redobló sus mortificaciones que comenzaron desde muy niña. Su abstinencia era asombrosa, su cama, el suelo o una tabla, y usaba cilicio y disciplinas.

Continuó socorriendo a los pobres sin descanso, y hasta el mismo Cristo se le presentó un día en la figura de un forastero que le pidió ropa. Después se le aparece como Jesús y le regala un vestido como prenda del que le dará en la gloria. Tenía frecuentes visiones de Jesús y santos; un día se le presentó Jesús y le dijo:

“Puesto que has dejado los placeres y diversiones del mundo por amor a mí, quiero desposarme contigo”.

Al punto entraron en ese bendito cuarto, la Santísima Virgen, San Juan Evangelista, San Pablo Apóstol, Santo Domingo y el Rey David con su arpa. La Madre de Dios tomó la mano de Catalina y se la presentó a Jesús para que le diera la suya, pidiéndole que se desposara con la Santa. Así lo hizo Jesús, y tomando un anillo se lo puso en el dedo diciéndole: Yo, tu Creador y Salvador te desposo conmigo en la fe; consérvalo puro hasta que celebremos las bodas eternas en el cielo.

siena

La ceremonia terminó y el anillo quedó en el dedo para siempre, aunque sólo ella lo veía. A su casa llegaban justos, pecadores, jávenes, maduros, sacerdotes, religiosos, nobles, sabios, hombres de toda condición en busca de luces y en ruego de ser convertidos. Todos, aún los soberbios o curiosos que iban por probarla, se retiraban seducidos y totalmente cambiados. Le concedió Jesús la gracia de permutar las penas de otros si las asumía ella; así su propio padre fue preservado de ir al purgatorio a cambio de un dolor que sintió Catalina en su costado y que le duró toda la vida.

También para su madre, Catalina logró del Señor la gracia de la resurrección, después que ésta murió sin los sacramentos. Movida de su amor al prójimo, ya fuera en su casa, en hospitales o en donde quiera que se encontrasen, atendía con admirable solicitud a los enfermos, desvalidos y abandonados. Pero a pesar de su caridad con el prójimo, una vez fue calumniada por una hermana terciaria a la que atendía, acusándola con su Priora. El Señor, para alentar a Catalina se le apareció presentándole una corona de oro y piedras preciosas y otra de espinas, diciéndole que escogiera. Contestó ella: Hace tiempo, Señor, que he renunciado a mi voluntad; pero si a mi arbitrio lo dejáis, hecha está mi elección. Y tomando con ambas manos la corona de espinas se la puso en la cabeza con tal fuerza que se le clavaron las espinas por todas partes. El Señor prometió salir en su defensa, y lo hizo haciendo que el cuerpo y rostro de Catalina fuesen luminosos, lo que fue visto por la terciaria enferma, la cual estupefacta por aquella transfiguración, pidió perdón a la santa y contó a los demás que la había calumniado.

Intimidad y Celebraciones Esponsales con Jesús

Como una consagración más formal a Dios, a los diez y ocho años, Santa Catalina recibió el largo hábito blanco y negro deseado de la tercera orden de Santo Domingo. El hecho de pertenecer a una tercera orden significaba que la persona viviría la espiritualidad Dominica, pero en el mundo secular. Ella fue la primera mujer soltera en ser admitida. A partir de ese momento su celda llego a ser su paraíso, y se ofrecía a si misma en oración y mortificación. Durante tres años vivió como en una ermita, manteniéndose en silencio y sin hablar con nadie excepto Dios y su confesor. Durante este período, había momentos en que formas repugnantes y figuras tentadoras se presentarían en su imaginación, y las tentaciones más degradantes la asediaban. Posteriormente, el diablo extendió en su alma como una nube y una oscuridad tan grande que fue la prueba más severa jamás imaginable. Santa Catalina continuó con un espíritu de oración ferviente, de humildad y de confianza en Dios. Mediante ello perseveró victoriosa, y al final fue liberada de dichas pruebas que solo habían servido para purificar su corazón. Cuando Jesús la visitó después de este tiempo, ella le pregunto: “¿Dónde estabas Tú, mi divino Esposo, mientras yacía en una condición tan abandonada y aterradora?” Ella escuchó una voz que le decía, “Hija, estaba en tu corazón, fortificándote por la gracia.” En 1366, Santa Catalina experimentó lo que se denominaba un ‘matrimonio místicoÂ’ con Jesús. Cuando ella estaba orando en su habitación, se le apareció una visión de Cristo, acompañado por Su madre y un cortejo celestial. Tomando la mano de Santa Catalina, Nuestra Señora la llevó hasta Cristo, quien le colocó un anillo y la desposó Consigo, manifestando que en ese momento ella estaba sustentada por una fe que podría superar todas las tentaciones. Para Catalina, el anillo estaba siempre visible, aunque era invisible para los demás.

Su servicio al prójimo

servicio

Luego de tres años de vida solitaria en su hogar, Santa Catalina sintió que el Señor la estaba llamando en ese momento a llevar una vida más activa. Por lo tanto, comenzó a relacionarse más con los demás y a servirlos. Dios recompensó su caridad con los pobres a través de varios milagros, a menudo multiplicando víveres en sus manos, y haciendo que ella pudiera llevar todo lo necesario a los pobres, lo cual no hubiera podido lograrlo de otro modo a través de su fortaleza natural. En su ardiente caridad, trabajó intensamente por la conversión de los pecadores, ofreciendo sus continuas oraciones y ayunos. En Siena, cuando hubo un terrible brote de peste, trabajó constantemente para aliviar a los enfermos. “Nunca se la vio tan admirable como en ese momento”, escribió un sacerdote que la había conocido desde su infancia. “Siempre estaba con los que padecían por causa de la peste; los preparaba para la muerte y los enterraba con sus propias manos. Yo mismo fui testigo del gozo con que los atendía y de la maravillosa eficacia de sus palabras, que dieron lugar a muchas conversiones.”

Todos sus discursos, acciones y su silencio inducían a los hombres al amor a la virtud, de tal modo a que nadie, de acuerdo al Papa Pío II, que se acercara alguna vez a ella regresaba sin ser una mejor persona. Santa Catalina era capaz de reconciliar a los peores enemigos, más a través de sus oraciones que de sus palabras. Por ejemplo, un hombre a quien ella estaba tratando de persuadir para que llevara una vida virtuosa, cuando Santa Catalina vio que sus palabras no estaban teniendo efecto, ella hizo una pausa repentina en su discurso para ofrecer oraciones por el. Sus oraciones fueron escuchadas en ese mismo instante, y un cambio radical se produjo en el hombre. Luego se reconcilió con sus enemigos y adoptó una vida penitencial. Los pecadores más empedernidos no podían resistir sus exhortaciones y oraciones en pos de un cambio de vida. Miles acudían a escucharla o solo a verla, y fueron ganados por sus palabras y por su ejemplo de arrepentimiento.

Se reunieron alrededor de la santa un grupo de fervientes seguidores. Por ejemplo, un ermitaño de edad avanzada abandonó su soledad para estar cerca de ella porque decía que encontraba más paz de mente y progreso en la virtud siguiéndola que lo que jamás hubiera hallado en su celda. Otro descubrió que cuando ella hablaba, el amor divino se inflamaba en todo su ser, y su desprecio por lo mundano aumentaba. Un cálido afecto la vinculaba a aquellos a quienes ella llamaba su familia espiritual – hijos suyos dados por Dios a quienes podía ayudar a lo largo del camino hacia la perfección. Ellos eran testigos de su espíritu de profecía, su conocimiento de las conciencias de los demás y su extraordinaria luz en las cuestiones espirituales. Ella leía sus pensamientos y frecuentemente tenía conocimiento de sus tentaciones cuando se alejaban de ella. En ese momento la opinión pública acerca de Catalina estaba dividida; varios la reverenciaban como a una santa, mientras que otros la consideraban una fanática o la denunciaban como hipócrita. Su confesor de ese tiempo, el Padre Raimundo, sería posteriormente el biógrafo de la santa.

Una conciliadora para la Iglesia

Uno de los mayores logros de Santa Catalina fue su labor de llevar de vuelta el Papado a Roma a partir de su desplazamiento a Francia. Asimismo, se la llego a reconocer como conciliadora – ella comenzó ayudando a resolver varios conflictos familiares, y luego su trabajo se amplió para incluir el establecimiento de la paz en las ciudades estados italianas. Por ejemplo, en 1375, Santa Catalina tuvo noticias a través de Fray Raimundo de que la gente de Florencia se había adherido a una liga que estaba en contra de la Santa Sede. El Papa Gregorio XI, que residía en Avignon, escribió a la ciudad de Florencia, pero sin éxito. Ocurrieron divisiones internas y asesinatos entre los florentinos, y pronto se demando su reconciliación. Santa Catalina fue enviada por los magistrados de la ciudad como mediadora. Antes de llegar a Florencia, se reunió con los jefes de los magistrados, y la ciudad encomendó toda la situación a su criterio, con la promesa de que debía ser seguida a Avignon por sus Embajadores, quienes debían firmar y ratificar las condiciones de reconciliación y confirmar cada cosa que había hecho. Su Santidad, luego de haber tenido una conferencia con ella, en admiración de su prudencia y santidad, le manifestó: “No deseo nada más que la paz. Dejo esta cuestión totalmente en sus manos; solo le recomiendo el honor de la Iglesia.” Sin embargo, los florentinos no fueron sinceros en su búsqueda de la paz, y continuaron sus intrigas secretas para apartar a toda Italia de su obediencia a la Santa Sede.

La santa tuvo otra misión durante su viaje a Avignon. El Papa Gregorio IX, electo en 1370, tenía su residencia en Avignon, donde los cinco papas previos también habían residido. Los romanos se quejaban de que sus obispos habían abandonado su iglesia durante setenta y cuatro años, y amenazaron con llevar a cabo un cisma. Gregorio XI hizo un voto secreto para regresar a Roma; pero no hallando este deseo agradable a su corte, el mismo consulto a Santa Catalina acerca de esta cuestión, quien le respondió: “Cumpla con su promesa hecha a Dios.” El Papa, sorprendido de que tuviera conocimiento por revelación lo que jamás había revelado a nadie, resolvió inmediatamente hacerlo. La Santa pronto partió de Avignon. Se cuenta con varias cartas escritas por ella y dirigidas al Papa, a fin de adelantar su retorno a Roma, en donde finalmente falleció en 1376.

Posteriormente, Santa Catalina escribió al Papa Gregorio XI en Roma, exhortándole firmemente a contribuir por todos los medios posibles a la paz general de Italia. Su Santidad le encomendó la misión de ir a Florencia, aún dividida y obstinada en su desobediencia. Ella vivió un tiempo allí en medio de varios peligros incluso contra su propia vida. A la larga, ella logró que la gente de Florencia se dispusiera a la sumisión, a la obediencia y a la paz, aunque no bajo la autoridad de Gregorio XI, sino del Papa Urbano VI. Esta reconciliación ocurrió en 1378, luego de lo cual Santa Catalina regresó a Siena.

Conclusión de la Vida de la Santa

santa catalina de siena

Santa Catalina regreso de esta manera a Siena, donde prosiguió su vida de oración. Ella obtuvo la unión perpetua de su alma con Dios. Aunque a veces estuviera obligada a conversar con diferentes personas sobre varios y diversos asuntos, ella siempre estaba ocupada y absorta en Dios. En una visión, Jesús se le presentó con dos coronas, una de oro y otra de espinas, ofreciéndole elegir con cual de las dos se complacería. Ella respondió: “Yo deseo, Oh Señor, vivir aquí siempre conforme a tu pasión, y encontrar en el dolor y en el sufrimiento mi reposo y deleite.” Luego, tomando ansiosamente la corona de espinas, se la colocó sobre la cabeza.

En 1378, cuando Urbano VI fue electo Papa, su temperamento hizo que los cardenales se distanciaran, y que varios de ellos se retiraran. Luego declararon la elección nula, y eligieron a Clemente VII, con quien se retiraron de Italia y residieron en Avignon. Santa Catalina escribió largas cartas a los cardenales quienes primero habían reconocido a Urbano, y luego eligieron a otro; presionándolos a volver a su pastor legal. Ella también le escribió a Urbano mismo, exhortándolo a sobrellevar con temple y gozo los problemas en que se encontraba, y a aplacar el temperamento que le había llevado a tener tantos enemigos. A través del Padre Raimundo de Capua, su confesor y posteriormente su biógrafo, el Papa pidió a Santa Catalina regresar a Roma. El la escuchó y siguió sus instrucciones. Ella también escribió a los reyes de Francia y de Hungría para exhortarlos a renunciar al cisma.

Gracias a www.corazones.org por este material


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Santa Bernardita Soubirous, vidente de Lourdes https://www.reinadelcielo.org/santa-bernardita-soubirous-vidente-de-lourdes/ Tue, 16 Apr 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=12340

En Nevers, en Francia, santa María Bernarda Soubirous, virgen, la cual, nacida en Lourdes de una familia muy pobre, siendo aún niña asistió a las apariciones de la Inmaculada Santísima Virgen María y, después, abrazando la vida religiosa, llevó una vida escondida y humilde. († 1879).

Vida de Santa Bernardita

El 11 de febrero, fiesta de la Santísima Virgen de Lourdes, nos recuerda las apariciones de la Virgen a una niña de 14 años que no sabía ni leer ni escribir, pero que rezaba todos los días el rosario, Bernardita Soubirous. Nació en Lourdes en 1844 de padres muy pobres. Por medio de ella la Virgen hizo surgir la prodigiosa fuente del milagro, a la cual acuden peregrinos de todo el mundo para reavivar su fe y su esperanza. Muchos regresan de Lourdes curados también en su cuerpo. La Virgen, durante la segunda aparición, le dijo: “No te prometo hacerte feliz en este mundo, pero sí en el otro”.

bernardita

A pesar de haber sido dócil instrumento para extener la devoción a la Inmaculada, Bernardita no se contaminó con la gloria humana. El día que el obispo de Lourdes, ante 50.000 peregrinos, colocó la estatua de la Virgen sobre la roca de Massabielle, Bernardita tuvo que permanecer en su celda, víctima de un ataque de asma. Y cuando el dolor físico se hacía más insoportable, suspiraba: “No, no busco alivio, sino sólo la fuerza y la paciencia”. Su breve existencia transcurrió en la humilde aceptación del sufrimiento físico como generosa respuesta a la invitación de la Inmaculada para pagar con la penitencia el rescate de tantas almas que viven prisioneras del mal.

Mientras junto a la gruta de las apariciones se estaba construyendo un grande santuario para acoger a los numerosos peregrinos y enfermos en busca de alivio, Bernardita pareció desaparecer en la sombra. Pasó seis años en el instituto de Lourdes, de las Hermanas de la Caridad de Nevers, y en el que después fue admitida como novicia. Su entrada se demoró debido a su delicada salud. En la profesión tomó el nombre de Sor María Bernarda. Durante los quince años de vida conventual no conoció sino el privilegio del sufrimiento. Las mismas superioras la trataban con indiferencia, por un designio providencial que les impide a las almas elegidas la comprensión y a menudo hasta la benevolencia de las almas mediocres. Al principio fue enfermera dentro del convento, después sacristana, hasta cuando la enfermedad la obligó a permanecer en la cama, durante nueve años, siempre entre la vida y la muerte.

A quien la animaba le contestaba con la radiante sonrisa de los momentos de felicidad cuando estaba a la presencia de la blanca Señora de Lourdes: “María es tan bella que quienes la ven querrían morir para volver a verla”. Bernardita, la humilde pastorcita que pudo contemplar con sus propios ojos a la Virgen Inmaculada, murió el 16 de abril de 1879.

Fue beatificada el 14 de junio de 1925 por el Papa Pío XI, y el mismo Papa la elevó al honor de los altares el 8 de diciembre de 1933.

Fecha de canonización: 8 de diciembre de 1933 por el Papa Pío XI.

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Fuente: Catholic.net


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El cuerpo incorrupto de Santa Bernardita https://www.reinadelcielo.org/el-cuerpo-incorrupto-de-santa-bernardita/ Fri, 16 Apr 2021 22:18:20 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25576

El cuerpo perfectamente conservado de Santa Bernardita Soubirous es uno de los casos médicos estudiados más inusuales. He aquí extractos de los informes de las tres exhumaciones del cuerpo de la Santa

Desde el 3 de agosto de 1925, el cuerpo intacto de la Santa se encuentra expuesto en un relicario de cristal en la capilla del monasterio de Saint-Gilard en la ciudad francesa de Nevers. La ciudad está ubicada en Borgoña, a 260 km de París.

Este es el contenido de la inscripción en la capilla al lado del cuerpo de la Santa: “El cuerpo de Santa Bernardita ha estado descansando en esta capilla desde el 3 de agosto de 1925.”

Está intacto y “como si estuviese petrificado”, como dijeron los médicos forenses, así como las autoridades seculares y eclesiásticas con motivo de las exhumaciones de 1909, 1919 y 1925. La cara y las manos que se oscurecieron por la exposición al aire, estaban cubiertas por una fina capa de cera. El cuerpo estaba inclinado hacia el lado izquierdo, la posición en que se asentó en la tumba.

Veamos qué dijeron los médicos responsables de examinar el cuerpo de la Santa durante las exhumaciones mencionadas.

Primera exhumación

El día 22 de septiembre de 1909, treinta años después del funeral, el cadáver de Santa Bernardita fue exhumado por primera vez y apareció un cuerpo intacto, sin signos de descomposición. Los doctores Ch. David y A. Jourdan, quienes realizaron la primera exhumación, escribieron en su informe:

El ataúd se abrió en presencia del obispo y prefecto de Nevers, sus representantes y muchos otros clérigos. No notamos ningún olor.El cuerpo estaba vestido con el hábito del convento al que pertenecía Bernardita. El hábito estaba húmedo. Solo la cara, las manos y los antebrazos quedaban expuestos.La cabeza estaba doblada hacia la izquierda. La cara estaba marchita y blanca. La piel estaba unida a los músculos y los músculos estaban unidos a los huesos.Los párpados cubrían las cuencas de los ojos. La nariz estaba estirada y arrugada. Los labios estaban ligeramente separados, así que se podía ver los dientes que quedaban en su posición natural.Los brazos, cruzados sobre su pecho, estaban perfectamente conservados, al igual que las uñas. Las manos sostenían un rosario. Se podían ver las venas en el antebrazo.Los pies estaban arrugados y las uñas intactas. Cuando se eliminó el hábito y se levantó el velo de la cabeza, se pudo observar un cuerpo firme y la piel estirada. Su cabello fue cortado muy corto y estaba firmemente adherido a la cabeza. Las orejas estaban perfectamente conservadas […]El estómago estaba apretado, al igual que el resto del cuerpo. Al tocarlo, emitió un sonido parecido al del cartón. La rodilla derecha era más ancha que la izquierda. Las costillas y los músculos eran visibles debajo de la piel. El cuerpo estaba tan rígido que se podía girar de un lado a otro.Certificamos que hemos redactado correctamente este informe, que en toda su extensión es cierto. Nevers, 22 de septiembre de 1909, doctores: Ch. David, A. Jourdan.

Segunda exhumación

En 1919, diez años después de la primera exhumación, la segunda exhumación del cuerpo de Santa Bernardita, dirigida esta vez por el Dr. Talon y el Dr. Comte, en presencia del obispo de la ciudad de Nevers y el delegado de la policía, así como representantes de la prefectura y de la Iglesia.

La situación fue idéntica a la de la primera exhumación. Aquí hay algunos extractos del informe final del Dr. Comte sobre la segunda inspección:

Después del examen, encuentro que el cuerpo de la Venerable Bernardita permanece intacto, esqueleto completo, músculos debilitados, pero bien conservados; solo la piel estaba arrugada debido a la humedad del ataúd. […]El cuerpo no mostró signos de putrefacción ni de descomposición, lo que naturalmente se esperaría cuarenta años después del funeral.Nevers, 3 de abril de 1919, Dr. Comte.

Ver más fotos

El 18 de noviembre de 1923, el papa Pío XI firmó un decreto que reconoce las virtudes heroicas de Bernardita. Después de la beatificación de la Santa, tuvo lugar la tercera exhumación, que tuvo lugar el 12 de junio de 1925. Su objetivo era obtener una “reliquia” del cuerpo de la mujer. La canonización tuvo lugar ocho años después, en 1933.

Los detalles de la última exhumación fueron incluidos en el informe del Dr. Comte, cuyas fórmulas legales a veces confunden a los laicos que no están acostumbrados a un lenguaje tan especializado. Este documento, sin embargo, nos permite evaluar con precisión hasta qué punto el cuerpo de la visionaria de Lourdes ha permanecido libre de descomposición.

Quería abrir la caja torácica por el lado izquierdo para extraer algunas costillas y luego el corazón, porque estaba convencido de que estaría intacto. Sin embargo, debido a que el torso se apoyaba ligeramente en el brazo izquierdo, tendría dificultades para acceder al corazón.Dado que la madre superior expresó el deseo de no sacar el corazón de Santa Bernardita, que también era el deseo del obispo, cambié mis intenciones y, en lugar de abrir el lado izquierdo de la caja torácica, saqué solo dos costillas del lado derecho, a las que tenía acceso más fácil.Durante esta exhumación, me impresionó la excelente condición en la que se conservara el esqueleto, los tejidos fibrosos, los músculos flexibles y fuertes, los tendones y la piel, cuarenta y seis años después de la muerte.Después de tanto tiempo, cada cuerpo muerto se descompone, se pudre y se calcifica. Sin embargo, cuando estaba cortando el cuerpo, me di cuenta de que tenía una consistencia casi normal y suave.En este punto, les dije a todos los presentes que no veía este fenómeno como natural.

Relicario de cristal

En ese momento, se fabricó un relicario de cristal en el que descansa el cuerpo de Santa Bernardita. Las monjas cubrieron la cara y las manos de la Santa con una fina capa de cera. Actualmente, el relicario se encuentra en una hermosa capilla fuera del recinto para que pueda ponerse a disposición de los visitantes.

El cuerpo maravillosamente conservado de Santa Bernardita alienta a los visitantes a imitar su vida y a tomar en serio el mensaje de la Inmaculada Concepción transmitido por la visionaria.

Película: El cuerpo perfectamente conservado de Santa Bernardita

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Fuente: Aleteia


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Película de la vida de Santa Catalina de Siena https://www.reinadelcielo.org/pelicula-de-la-vida-de-santa-catalina-de-siena/ Fri, 27 Apr 2018 13:13:24 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9766 Nació en Siena (Italia) el 24 de marzo de 1347, penúltima de los veinticinco hijos del tintorero Jácomo Benincasa y de Lapa Piacenti. A los 7 años, en compañía de su hermano Esteban, en Valle Piatta. levantó sus ojos y vió sobre la torre de la Iglesia de Santo Domingo, un trono resplandeciente en el cual estaba nuestro Señor revestido de hábitos pontificales y con tiara, y a sus lados los apóstoles San Pedro, San Pablo y San Juan. La miró el Señor y la bendijo. Visión profética que anunciaba la misión de Catalina en bien del papado.

Santa Catalina de Siena, es copatrona de Europa e Italia y doctora de la Iglesia. Aquí puedes leer sobre su vida.

La apasionante vida de Catalina de Siena, nos enseña el camino de una vida dirigida totalmente a Dios.


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Santa Liduvina, patrona de los enfermo crónicos https://www.reinadelcielo.org/santa-liduvina-patrona-de-los-enfermo-cronicos/ Wed, 07 Mar 2018 12:30:33 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=11481


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Santa Bárbara, virgen y mártir https://www.reinadelcielo.org/santa-barbara-virgen-y-martir/ Mon, 04 Dec 2017 10:06:15 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10740

Conmemoración de santa Bárbara, de la cual se dice que fue virgen y mártir en Nocomedia (s. III/IV).
Etimología: Bárbara, significa “Aquella que no es griega”, es de origen griego.

Según la leyenda habría nacido en Nicomedia, cerca del mar de Mármara, hija de un sátrapa de nombre Dióscuro, que la encierra en una torre; según una leyenda, esto es para evitar que los hombres admiraran su belleza y la sedujeran, según otra para evitar el proselitismo cristiano.

pintura-antigua-santa-barbaraEn ausencia de su padre, Bárbara es convertida al catolicismo, y manda construir tres ventanas en su torre simbolizando la Trinidad; su padre se entera del significado de estas ventanas, se enfada y quiere matarla, por lo que ella huye y se refugia en una peña milagrosamente abierta para ella. Atrapada pese al milagro, se enfrenta a su destino.

Su martirio fue el mismo que el de San Vicente Mártir: habría sido atada a un potro, flagelada, desgarrada con rastrillos de hierro, colocada en un lecho de trozos de cerámica cortantes, quemada con hierros al fuego… Cada versión distinta cambia, añade o quita torturas. Finalmente, el mismo Dióscuro la habría decapitado en la cima de una montaña, por lo que un rayo le alcanza a él, muriendo.

También existe la versión de que su padre la habría enviado al juez, quien la mandó decapitar, versión que no incluye el rayo; por ello la primera versión es más explicativa de los patronatos que ejerce.

Es la patrona de las profesiones que manejan explosivos (debido a la leyenda del rayo) y muy especialmente de los mineros. En las Cuencas Mineras Asturianas le dedican un himno llamado Santa Bárbara Bendita. Asi mismo, es tambien patrona de los militares que pertenecen al Arma de Artillería de la mayoría de los ejercitos del mundo, ¡incluidos los de algunos paises musulmanes!. Se celebra la onomastica el 4 de diciembre.

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Fuente: Catholic.net


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