Es la primera santa canonizada del siglo XXI. En su tiempo, marcado por inmensos sufrimientos. El mismo Cristo entrega a la joven el mensaje de la Divina Misericordia. (ver artículo)
Durante la noche me visitó la Madre de Dios con el Niño Jesús en los brazos. La alegría llenó mi alma y dije: María, Madre mía, ¿sabes cuánto sufro? (ver artículo)
¡Un Mendigo de amor! Nuestro Dios, El que es Dueño y Creador de todo el universo, se hace un pobre pordiosero para golpear las puertas de nuestro corazón... (ver artículo)