Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa, sellamos toda persona o hechos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño. (ver artículo)
Señor mío, Cristo, yo que te veo en la Cruz clavado y veo en ella el peso de mis pecados. No puedo más que el contemplaros, amaros y abrazaros... (ver artículo)