sacramentos – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 18 Mar 2022 19:24:00 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 El poder de sanación de la unción de los enfermos https://www.reinadelcielo.org/el-poder-de-sanacion-de-la-uncion-de-los-enfermos/ Fri, 18 Mar 2022 19:24:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26383 Mientras el mundo duerme, no son pocos los que experimentan el dolor, la soledad, sus últimas horas o tan solo la necesidad de paz espiritual. Conscientes de ello, un grupo de laicos de Córdoba (Argentina) promovieron el Servicio Sacerdotal Nocturno hace ya 70 años. Hoy, inunda las diócesis del país para llevar la salud espiritual y el sacramento de la unción a cientos de personas cada noche. Y como atestigua su coordinador, el sacerdote argentino Andrés Tello, muchos de los que la reciben encuentran también la salud del cuerpo.

Tello, invitado por el sacerdote Javier Olivera Ravasi a su canal, Que no te la cuenten, es el encargado de la Pastoral Hospitalaria de la Archidiócesis de Buenos Aires (Argentina). Una de sus atribuciones es la coordinación de este ministerio de asistencia espiritual que nació en 1952 en la ciudad argentina de Córdoba con el objetivo de que “los enfermos que necesitaba la unción no quedasen desatendidos” durante la noche.

Sin embargo, a lo largo de estos 70 años de expansión por todo el país, Tello explica que sus funciones se han multiplicado.

“Nos llaman sobre todo por moribundos, en geriátricos o gente que van a operar y quieren confesarse o recibir la unción”, explica. Sin embargo, comenta que “si viene el cura” no es solo porque lo solicite un enfermo. “La prioridad la tienen ellos, pero también hay gente que quiere recibir la comunión y no conoce sacerdotes”, explica.

También hay quienes necesitan asistencia en velatorios, trabajadores durante la noche como médicos, policías o bomberos o simplemente quien, estando solo, “necesita de la escucha y de la oración”. Para ellos, explica, la Iglesia tiene que funcionar también de noche, orando y asistiendo.

El poder de sanación de la unción de enfermos

Los necesitados de los últimos sacramentos son los que más acuden al Servicio Sacerdotal Nocturno en búsqueda del fortalecimiento espiritual, de modo que “si se debilita el cuerpo, que no lo haga el espíritu”.

Lo impactante es que, en su larga experiencia, Tello ha comprobado que ambas realidades no solo no están reñidas sino que, en muchos casos, evolucionan a la par.

“El hombre es una unidad de cuerpo y espíritu. Por eso, muchas veces la sanación espiritual trae la corporal, y otras la corporal trae la espiritual, la conversión”, menciona. Y es que este sacramento “tiene algo misterioso”, según el sacerdote.

La primera vez que contempló el poder sanador de la unción de enfermos fue asistiendo a la madre moribunda de una monja: “Era un viernes, estaba muy mal, se estaba muriendo y le di la unción. Al día siguiente la monja me llamó llorando diciendo que su madre se despertó y pidió comer. Se curó”.

No fue el único caso, como explica al hablar de un paciente ingresado por tuberculosis. “Se quería casar, tenía dos niños y quería regular su situación. Hice una celebración en la misma sala de ingreso porque no le llegaba el aire para ir a la capilla. Los médicos me decían: `Date prisa que se va a ir´”, recuerda. En ese momento, impartió el sacramento y poco después le dieron el alta. “Me iba a quedar viuda y me lo llevo vivo a casa”, dijo su esposa.

El episodio se repitió en otra ocasión, en un paciente cardiológico. “Se curó. El médico me dijo que le iba a dejar sin trabajo porque curaba a los enfermos”, relata. Un suceso que “de vez en cuando pasa: sin explicación médica [el paciente] hace alguna reversión de la enfermedad”.

Los laicos y el voluntariado, claves en el apostolado

Como se puede leer en el portal de la matriz de este ministerio en la ciudad de Córdoba, el Servicio Sacerdotal Nocturno tiene un origen estrictamente laico al que se incorporaron posteriormente los sacerdotes voluntarios.

En Córdoba, el Servicio está respaldado por más de 100 laicos que se encargan de los turnos junto con los “hermanos guardianes”, que a su vez reciben el apoyo espiritual de la oración de las familias y más de 30 sacerdotes, que se distribuyen en equipos de 3 laicos y un sacerdote por cada día del mes.

En el caso de Buenos Aires, entre las 21:30 de la noche y las 6:00 de la mañana los voluntarios permanecen ante el teléfono a la espera de las llamadas telefónicas que solicitan la presencia del sacerdote, aunque normalmente el ritmo disminuye entre las 4:00 y las 6:00 de la mañana.

Cuando reciben la solicitud, el sacerdote acude a hospitales, geriátricos y hogares con lo necesario para impartir los sacramentos.

“Alguna vez me ha pasado que el enfermo sabe que va a morir, no se casó y quiere hacerlo. Tiene la actitud nupcial para casarse, [al no conocer la situación] confías en su buena disposición y los casas”, explica Tello.

Tello explica que el servicio tiene un carácter estrictamente voluntario, y en Buenos Aires una secretaria llama de forma continuada a las parroquias buscando sacerdotes que quieran cubrir los turnos de cada noche.

“Nos van llamando y acudimos por orden, salvo que sea una urgencia, [en cuyo caso] lo adelantamos y hacemos ese servicio”, explica.

La labor prestada por el Servicio Sacerdotal de Urgencia no está cuantificada en todas las localidades donde se realiza, pero ciudades como Córdoba muestran la ingente cantidad de asistencias prestadas desde su origen hace ya más de 70 años.

“Con inmenso esfuerzo y gracias al trabajo en equipo, hoy llevamos 24.000 noches de guardias ininterrumpidas y más de 74.000 servicios prestados en nuestra querida ciudad”, expresan desde el portal.

La verdadera muerte digna

Gracias a este servicio, su coordinador expresa que son muchos los que encuentran el sentido del dolor y la enfermedad.

“El tema no es encontrar sentido de `por qué me pasa a mi´ sino de cómo quiero vivir mi vida y mi enfermedad y si sé que no hay vuelta atrás, cómo quiero vivir la ultima parte de mi vida”, expresa.

Tras una experiencia de años enfrentando el dolor y la muerte, Tello concluye expresando un ejemplo de lo que considera la verdadera muerte digna.

“[En una ocasión] me toco acompañar a un sacerdote que murió recientemente en Zamora. El vivió santamente. Sobre todo la ultima parte de su vida, celebrando la misa. Antes de morir fue alabando a Dios y a Jesús porque sabía que se iba a encontrar con Él: `Muerte santa me voy a encontrar con Jesús”.

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Fuente: Religión en Libertad


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10 formas de transmitir la fe a tus hijos https://www.reinadelcielo.org/10-formas-de-transmitir-la-fe-a-tus-hijos/ Fri, 05 Jan 2018 14:42:34 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10958 ]]> En muchos países, los padres cristianos no consiguen pasar a sus hijos una fe firme. Pasar la fe de padres a hijos sucedía con naturalidad estadística en generaciones anteriores, pero ya no en la nuestra. En Occidente muchas causas concurren para que los padres pierdan autoridad ante los hijos y para suscitar un individualismo extremo. No sucede solo entre cristianos: familias de otras tradiciones religiosas también lo experimentan.

En la web AllProDad, dedicada a padres varones (no necesariamente católicos), señalan 10 factores que ayudan a que un padre pueda transmitir su fe a sus hijos. Como siempre cuando se trata de valores reales, requiere constancia y coherencia.

1. Celebra las festividades y cuenta su historia

Las festividades religiosas llaman la atención de los niños: son días especiales. En Estados Unidos hay una frase entre los católicos: “no es que los católicos guarden la Cuaresma; es que la Cuaresma te mantiene católico”. Lo mismo podría decirse de la Navidad cristiana y de otras fiestas. No basta con celebrar la fiesta: hay que contar la gran historia que hay detrás de cada fiesta. Decía el estudioso de las religiones Mircea Elíade: “el primer rito es la recitación del mito”. La Navidad tiene sentido cuando se proclaman las lecturas de Navidad. Las festividades sin historias detrás (pensemos en Halloween) a menudo suenan a huecas.

2. Responde las preguntas de los chicos

Familia y Dios (ft img)Los niños hacen preguntas sobre Dios, sobre la fe, sobre la religión. Hay que estar preparado para responderlas. Hay preguntas sobre el comportamiento que también llevan a hablar de la fe. “¿Por qué debo perdonar a esos chicos malos?”, “¿por qué me pides ayudar a esos?”, nos lleva a las enseñanzas y el ejemplo de Jesús. (Si no sabemos la respuesta a una pregunta podemos honradamente decir: “pues no lo sé exactamente, pero lo buscaré y te lo diré”. En el Catecismo hay muchas respuestas, que hay que traducir al lenguaje infantil. También hay gente que trabaja con niños que pueden ayudar: maestros, catequistas…). No es beneficioso responder “no hagas preguntas”, “es así y punto”, “hacer preguntas está mal”…

3. Id con regularidad al culto o los sacramentos

Si la fe es solo un añadido para los ratos libres, no se contagiará a los hijos. Los niños han de ver que es una prioridad, y la más clara es el tiempo. Si la familia solo va a misa “a veces”, el niño pensará que es una cosa poco importante o algo “útil en casos convenientes” (alguna enfermedad, un gesto social…). Los niños han de ver que el culto es una prioridad en la familia, en la organización semanal o diaria.

4. Involúcrate en el servicio a los demás… y que te vean

“Servir a los demás es la fe con pies”, explican en AllProDad. Los niños aprenden de lo que ven hacer a sus padres. Si te ven ser voluntario en Cáritas, Manos Unidas o la parroquia, ellos aprenderán a hacer ese tipo de servicios. También es bueno involucrar a toda la familia: recogidas de material, actividades, etc…

5. Enseña a confiar en Dios

En el cristianismo, todo está basado en la confianza en Dios. Una clave es enseñar al niño a confiar toda su vida en el Dios que lo creó, que lo ama y quiere lo mejor para Él.

6. El juicio definitivo sobre cada persona está reservado para Dios

A las personas agnósticas, o alejadas en la fe, o tibias, y a mucha otra gente, les molestan los juicios rápidos. La realidad es que una persona religiosa y prudente sabe que para realizar juicios definitivos en necesario ser Dios mismo: sólo Él tiene todos los datos y perspectivas sobre los hechos y las motivaciones. A los niños les enseñamos a distinguir los actos buenos de los actos malos, y está bien, pero a la hora de clasificar a la gente es mejor recordar lo de “no juzguéis y no seréis juzgados” (y explicar lo que significa). “Enséñales a tener un corazón humilde que busque entender al otro”, explica AllProDad.

7. Sé suave con los niños y ciertas enseñanzas complicadas

Hay cosas en la religión que a los adultos les molestan pero a los niños les aprecen normales. Y, al revés, hay cosas en las que los adultos ni se fijan y a muchos niños les pueden asustar o repeler. En la cultura católica pueden ser muchas: imágenes de mártires con sangre en la parroquia, o ciertas expresiones sobre el infierno o el demonio, algunos detalles prácticos de los sacramentos… Las cosas complicadas hay que explicarlas con suavidad, y no de forma abrupta o con prisas y aspavientos.

8. No mantengas a los niños en una burbuja

orar en familiaIncluso en los países de mayoría católica, hay personas de otras denominaciones y religiones y, de hecho, las personas con poca o ninguna religiosidad son mayoría. No tiene sentido intentar hacer creer a tus hijos que “todos hacen como nosotros”. No es así, y enseguida se darán cuenta. Y llegará el momento, al crecer, en que tomará sus propias decisiones sobre religión. Es bueno que desde niño pueda dialogar, en un entorno moderado, con personas de otras creencias. También es bueno que vea que hay otras parroquias donde las cosas se hacen de otras maneras.

9. Dile que comparta la fe con sinceridad y humildad

Nuestra sociedad pretende hacernos creer que ya casi no hay tabúes, excepto hablar de la propia fe con otras personas. Hemos de enseñar a nuestros hijos a que puedan hablar de su fe sin complejos ni vergüenzas: creemos que es buena, bella y verdadera y la queremos compartir. Hemos de ayudar al niño a poder expresar por qué cree y en qué cree. Y ha de poder hacerlo con sinceridad y también con humildad. La fe da alegría y un terreno firme: no debe dar soberbia.

10. Se necesita una aldea para educar… dásela

“Se necesita una aldea para educar un niño”, dice un refrán africano que se cita mucho. En lo religioso es especialmente cierto: la fe se transmite en comunidad. En ella vemos que personas distintas (varias edades, procedencias, estilos) creen todas las mismas verdades, cada una con sus acentos. Ese testimonio colectivo fortalecerá la fe de tus hijos. Hay que buscar esa comunidad.

Por supuesto, se podrían añadir muchas más cosas eficaces, pero ¿no son estas 10 un comienzo importante?

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Fuente: Religión en Libertad


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