Rosario – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Mon, 07 Oct 2024 18:09:38 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Nuestra Señora del Rosario https://www.reinadelcielo.org/nuestra-senora-del-rosario/ Mon, 07 Oct 2024 09:55:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=5384 ]]> Historia de la advocación

Santo Domingo de Guzmán afirmó que la Virgen María se le apareció en 1208 en una capilla del monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, que le enseñó a rezarlo y que le dijo que lo predicara entre los hombres. Además, le ofreció diferentes promesas referidas al rosario. El santo se lo enseñó a los soldados liderados por su amigo Simón IV de Montfort antes de la Batalla de Muret, cuya victoria se atribuyó a la Virgen María. Por ello, Montfort erigió la primera capilla dedicada a esta advocación.

En el siglo XV, la devoción al rosario había decaído. Alano de Rupe declaró que la Virgen se le apareció y le pidió que la reviviera, que recogiera en un libro todos los milagros llevados a cabo por el rosario; le recordó además las promesas que siglos atrás había dado a Santo Domingo.

En el siglo XVI, San Pío V instauró su fecha el 7 de octubre, aniversario de la victoria en la Batalla de Lepanto, donde las fuerzas cristianas derrotaron a los turcos que invadían Europa (atribuida a la Virgen), denominándola Nuestra Señora de las Victorias; además, agregó a la letanía de la Virgen el título de Auxilio de los Cristianos. Su sucesor, Gregorio XIII, cambió el nombre de su festividad al de Nuestra Señora del Rosario. A causa de la victoria en la batalla de Temesvár en 1716, atribuida por Clemente XI a la imagen, el papa ordenó que su fiesta se celebrase por la Iglesia universal. León XIII, cuya devoción por esta advocación hizo que fuera apodado el Papa del Rosario, escribió unas encíclicas referentes al rosario, consagró el mes de octubre al rosario e incluyó el título de Reina de Santísimo Rosario en la letanía de la Virgen.

Como advocaciones, tanto la Virgen de Lourdes en su aparición de 1858 como la de Fátima en 1917 pidieron a sus videntes que rezasen el rosario. Gran parte de los papas del siglo XX fueron muy devotos de esta advocación, y Juan Pablo II manifestó en 1978 que el rosario era su oración preferida. Ella es patrona de las batallas, así como de multitud de ciudades y localidades repartidas por todo el mundo.

Las promesas de la Virgen a los que recen el rosario

Nuestra Señora del Rosario 2

Un creciente número de hombres se unió a la obra apostólica de Domingo y, con la aprobación del Santo Padre, Domingo formó la Orden de Predicadores (mas conocidos como Dominicos). Con gran celo predicaban, enseñaban y los frutos de conversión crecían. A medida que la orden crecía, se extendieron a diferentes países como misioneros para la gloria de Dios y de la Virgen.

El rosario se mantuvo como la oración predilecta durante casi dos siglos. Cuando la devoción empezó a disminuir, la Virgen se apareció a Alano de la Rupe y le dijo que reviviera dicha devoción. La Virgen le dijo también que se necesitarían volúmenes inmensos para registrar todos los milagros logrados por medio del rosario y reiteró las promesas dadas a Sto. Domingo referentes al rosario.

Promesas de Nuestra Señora, Reina del Rosario,
tomadas de los escritos del Beato Alano

01. Quien rece constantemente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.
02. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
03. El Rosario es el escudo contra el infierno, destruye el vicio, libra de los pecados y abate las herejías.
04. El Rosario hace germinar las virtudes para que las almas consigan la misericordia divina. Sustituye en el corazón de los hombres el amor del mundo con el amor de Dios y los eleva a desear las cosas celestiales y eternas.
05. El alma que se me encomiende por el Rosario no perecerá.
06. El que con devoción rece mi Rosario, considerando sus sagrados misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá de muerte desgraciada, se convertirá si es pecador, perseverará en gracia si es justo y, en todo caso será admitido a la vida eterna.
07. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos.
08. Todos los que rezan mi Rosario tendrán en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia y serán partícipes de los méritos bienaventurados.
09. Libraré bien pronto del Purgatorio a las almas devotas a mi Rosario.
10. Los hijos de mi Rosario gozarán en el cielo de una gloria singular.
11. Todo cuanto se pida por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12. Socorreré en sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13. He solicitado a mi Hijo la gracia de que todos los cofrades y devotos tengan en vida y en muerte como hermanos a todos los bienaventurados de la corte celestial.
14. Los que rezan Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15. La devoción al Santo rosario es una señal manifiesta de predestinación de gloria.


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Dos tórtolas ofrecidas en sacrificio https://www.reinadelcielo.org/dos-tortolas-ofrecidas-en-sacrificio/ Fri, 02 Feb 2024 10:09:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=298 ]]> La Redención tiene infinitas facetas para que nuestro corazón, en meditación, las descubra.

Cuando rezamos el cuarto misterio gozoso del Santo Rosario, por ejemplo, meditamos la Presentación de Jesús en el templo. Y sabemos que allí recordamos la celebración de un rito que el pueblo judío heredó de las leyes de Moisés: se presentaba a Dios al hijo primogénito en el Templo, en forma de sacrificio. Y la costumbre de los humildes era presentar dos tórtolas como ofrenda. Cuando aquel día José y María ofrecieron a Jesús en el Templo se vivió un anticipo de lo que ocurriría luego: el Cordero de Dios iba a ser verdaderamente ofrecido en sacrificio, para la Salvación de toda la humanidad. Allí el anciano Simeón profetizó a María que su corazón iba a ser traspasado por una espada, por el destino de Cruz que su Hijo iba a enfrentar.

Aquí se esconde un gran misterio: se ofrecieron entonces dos tórtolas como símbolo de sacrificio a Dios. Ellas representaban a Jesús y también a María. Se ofreció en sacrificio al Redentor y a la Corredentora, juntos inseparablemente en la obra de la Salvación. Dios Padre recibió la ofrenda de Su propio Hijo y también la de la Criatura más perfecta, verdadera Arca que contuvo y dio su naturaleza humana al Salvador.

Las dos tórtolas ofrecidas en sacrificio en Jerusalén dos mil años atrás unieron indisolublemente a Madre e Hijo en la obra de la Salvación, frente a Dios Padre. Jesús murió física y místicamente por nosotros en la Cruz, pero su Madre lo siguió en todo momento, de tal modo que también sufrió místicamente la Pasión de su Hijo amado. Así, el misterio de la Redención va unido al de la Corredención de María.

El único y verdadero Salvador de la humanidad no quiso en ningún momento tener a Su Madre lejos de él: espiritualmente ellos siempre estuvieron unidos, como lo están ahora. Estos tiempos son importantes para recibir de nuestra Madre Celestial el consuelo y la guía para que lleguemos a su Hijo. Porque, como dijo San Luis Grignon de Montfort, María es el camino más corto y seguro para llegar a Jesús.

¡Jesús y María, sean la Salvación del alma mía!


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Rosario a San José https://www.reinadelcielo.org/rosario-a-san-jose/ Thu, 02 Mar 2023 18:15:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=27122 ]]> Ha empezado el año dedicado a san José, castísimo esposo de la Virgen María, custodio paternal de nuestro Señor Jesús. Y en un tiempo tan necesitado de virtudes, mirar a san José es ¡más que una buena idea!

Las virtudes de san José son hermosas porque tienen que ver con el cotidiano hacer. Él mejor que nadie sabe lo que es tener tareas que parecen descomunales frente a las pequeñas capacidades humanas. Nos enseña, que confiando a Dios todo, la vida entera, no hay labor imposible.

Ahora podrás estar preguntándote ¿cómo es eso del rosario a san José? El rosario a san José es una devoción no muy difundida, aunque su origen se remonta al año 1871. En esa fecha, su Santidad, el papa Pio IX proclamó promover la devoción a san José, esposo de la Virgen María (Inclytum Patriarcham).

Esta devoción es muy practicada en algunos lugares de Colombia, y son los hombres quienes acostumbran hacerlo, se reza además los días miércoles, día consagrado por la Iglesia para venerar a san José.

Un rosario diferente

El rosario a san José usualmente está compuesto por septenarios (cinco grupos de siete cuentas), separados por una cuenta entre grupo y grupo donde se anuncia el misterio. Y la medalla que acompaña este rosario es precisamente, la medalla de san José.

Es precioso pensar que a través de este rosario es el mismo José quien lleva nuestras oraciones a los pies de María, nuestra Madre, para que interceda por nosotros. ¡Es como ver a un devoto esposo llevar el más hermoso ramo de rosas a su amada!

1. Oración Inicial

Empezamos tomando el rosario justo donde está la medalla de san José, luego de hacernos la señal de la cruz, rezamos la siguiente oración:

«San José, que con amor trabajaste la madera para en esta vida, vida pasajera, a tu familia el pan de cada día proveer. Oh san José, ahora en el cielo con Cristo, que extendido en el madero en el que vida eterna al hombre dio, enséñanos a reconocer, en el quehacer de cada día el camino hacia Dios».

2. Los misterios (mirando con los ojos de san José)

Además de meditar las virtudes de san José, este rosario nos invita a mirar con sus ojos los distintos eventos que rodearon la vida de nuestro Salvador. 

Mirar con los ojos de un padre que muchas veces tuvo miedo, que tuvo la preocupación de sacar a su familia adelante, que sufrió persecuciones y que trabajó arduamente. Y todo esto, siempre de la mano de Dios con una fuerza de hombre fortalecida por la fe inquebrantable en Dios.

Aquí hemos encontrado diversas formas en la devoción popular para meditar los misterios, les ofrecemos dos:

Primera opción

Hace énfasis en contemplar los acontecimientos de la vida de Jesús de los que José fue testigo directo:

— La anunciación a José (Mateo 1:18-21). Contemplamos el gozo de José al recibir el encargo de tomar a María, Virgen, como esposa quien llevaba en el seno a Jesús.

— El nacimiento de Jesús (Mateo 2:1-12; Lucas 2:1-20). Contemplamos a José hombre, con el encuentro de lo divino, testigo de los coros de ángeles y de la presencia de la grandeza de Dios en el nacimiento de Jesús.

— La circuncisión y la atribución del nombre de Jesús (Lucas 2:21, Mateo 1:20-21). Contemplamos a José fiel cumplidor de la voluntad y de la ley de Dios.

— La presentación en el Templo (Lucas 2:22-38). Contemplamos a José devoto padre que acompaña a su hijo en el inicio de su vida religiosa.

— La huída en Egipto (Mateo 2:13-15). Contemplamos a José valeroso, jefe de familia que en momento de adversidad no duda en poner a su familia a salvo.

— El regreso a Nazaret (Mt 2:23). Contemplamos a José, confiado en la palabra del Señor que regresa y dedica su vida no solo a ganar el sustento para ella sino también a la educación de Nuestro Señor.

— El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo ( Lucas 2:44-46). Contemplamos a José, padre como cualquiera que sufre con las decisiones de su hijos pero confía plenamente en los designios del Señor.

Cada misterio se anuncia en las cuentas que separan cada grupo de siete (o cinco) cuentas, en cada cuenta rezaremos un Ave José :

«Dios te salve José, lleno de la gracia divina.

Entre tus brazos descansó El Salvador y ante tus ojos creció.

Bendito eres entre todos los hombres,

y bendito es Jesús, el hijo divino de tu Virginal Esposa.

San José, padre adoptivo de Jesús,

ayúdanos en nuestras necesidades familiares, de salud y de trabajo,

hasta el fin de nuestros días, y socórrenos a la hora de nuestra muerte. Amén».

Otra oración:

«Salve, José, hombre justo, Dios te escogió como esposo de María y Jesús te honró con el nombre de padre.
Salve, custodio del Redentor y protector de la Iglesia universal, 
Protege nuestras familias y asístenos en la hora de la muerte. Amén».

Segunda opción

La segunda fórmula que hemos escogido, resalta las virtudes de este santo entre los santos:

Primera virtud de san José

«Por el tiempo que a María esperaste, danos la virtud para en silencio pacientemente esperar, esto es danos la paz».

Un Padrenuestro y cinco (o siete, dependiendo del rosario) Ave José:

— Dios te salve, oh José, esposo de María, ¡lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. 

— San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

— Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

— Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria: Amado san José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.

Segunda virtud de san José

«Por aceptar en castidad para María desposar, danos la virtud para vivir en pureza y castidad».

Un Padrenuestro y cinco (o siete, dependiendo del rosario) Ave José:

— Dios te salve, oh José, esposo de María, ¡lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. 

— San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

— Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 

— Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria: Amado san José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.

Tercera virtud de san José

«Por aceptar la paternidad de Jesús, danos la virtud para solo hacer la voluntad de Dios».

Un Padrenuestro y cinco (o siete, dependiendo del rosario) Ave José 

— Dios te salve, oh José, esposo de María, ¡lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. 

— San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

— Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 

— Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria: Amado san José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.

Cuarta virtud de san José

«Por el día que todo dejaste para tu Hijo salvar, danos la virtud para cumplir lo que Dios pida y vivir, como tú, en santa obediencia».

Un Padrenuestro y cinco (o siete, dependiendo del rosario) Ave José:

— Dios te salve, oh José, esposo de María, ¡lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. 

— San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

— Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 

— Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria: Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.

Quinta virtud de san José

«Por el día que tú Hijo encontraste hablando con sabiduría y callaste, danos la virtud de callar y aprender a escuchar al que en nombre de Dios habla».

Un Padrenuestro y cinco (o siete, dependiendo del rosario) Ave José:

— Dios te salve, oh José, esposo de María, ¡lleno de gracia! Jesús y su Madre están contigo: bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el Hijo de María. 

— San José ruega por nosotros, los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

— Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. 

— Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Jaculatoria: Amado San José haz crecer en mí la fe, que en ella buscaré, la esperanza y caridad.

3. Oración final

Luego de los misterios podemos utilizar cualquiera de las siguientes oraciones, seguidas de las letanías a san José:

«Acuérdate, oh castísimo esposo de la Virgen María, san José, mi amable protector, que nunca se oyó decir, que alguno de aquellos que invocaron tu protección e imploraran tu socorro, hubiese quedado sin consuelo. 

Lleno de confianza, me presento ante ti y me encomiendo con fervor a tu patrocinio. No desatiendas mis oraciones, oh padre adoptivo del Redentor, mas bien escúchalas y acógelas. Amén».

También puedes hacer esta:

«¡Oh Dios, que con inefable providencia te dignaste elegir a san José para esposo de tu Santísima Madre; te rogamos nos concedas tenerlo como intercesor en el cielo, ya que lo veneramos como protector en la tierra. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén».

«Gloria al Padre, al hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén».

4. Letanías a san José

«Señor, ten misericordia de nosotros (bis)

Cristo, ten misericordia de nosotros. (bis)

Señor, ten misericordia de nosotros. (bis)

Cristo óyenos. (bis)

Cristo escúchanos. (bis)

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros.

San José, ruega por nosotros.

Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.    

Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.  

Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.  

Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.  

Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.  

Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.  

Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.  

José, justísimo, ruega por nosotros.  

José, castísimo, ruega por nosotros.  

José, prudentísimo, ruega por nosotros.  

José, valentísimo, ruega por nosotros.  

José, fidelísimo, ruega por nosotros.  

Espejo de paciencia, ruega por nosotros.  

Amante de la pobreza, ruega por nosotros.  

Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.  

Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.  

Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.  

Sostén de las familias, ruega por nosotros.  

Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.  

Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.  

Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.  

Terror de los demonios, ruega por nosotros.  

Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.  

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros».

Concluimos el rosario a san José haciendo la señal de la cruz.

Para tener en cuenta

No te compliques si no tienes ese rosario en especial (de siete o cinco cuentas con la medalla de san José), puedes utilizar tu rosario normal e incluso rezar 10 Ave José en lugar de siete o cinco.

La idea es que aprendas a rezarlo, medites en la misión de san José y juntos vayamos haciendo cada vez más conocida la devoción a este querido santo, patrono de la Iglesia universal.

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Fuente: Catholic-link


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Embarazada sola y alejada de Dios, elige el Rosario y deja el Mindfulness https://www.reinadelcielo.org/embarazada-sola-y-alejada-de-dios-elige-el-rosario-y-deja-el-mindfulness/ Fri, 07 Oct 2022 17:01:14 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26832 Lauren de Witt se define como una católica conversa, hoy madre de 3 hijos, que vive en Baton Rouge, Louisiana, y es formadora en su parroquia. Ha contado su testimonio en sendos vídeos en The Mission on the Mountain y en Insights de CHNetwork. También habla de su fe en su blog, The Contemplative Homemaker.

De origen protestante, alejada de Dios y hundida en ansiedad, empezó el rezo del rosario como una experiencia extraña, y eso sanó su vida y la acercó más a Cristo.

Una infancia protestante, devota y feliz

«Crecí como baptista del sur, mi padre era un ministro baptista del sur», explica. Es la mayor iglesia bautista, con más de 13 millones de fieles y más de 47.000 comunidades, de estilo y doctrina más bien conservadores, no carismáticos, que anima a un fuerte conocimiento de la Biblia.

Su padre la bautizó con 6 años en un domingo de Pascua. Ella, de niña, siempre pensó que Dios era bueno, amoroso y digno de confianza. Iban a la iglesia cada domingo, miércoles y lunes. Dedicaba todos sus veranos a excursiones misioneras de jóvenes. «Toda mi vida era la iglesia», explica.

Adolescencia y universidad: mala vida lejos de Dios

Durante la adolescencia, estudiando en secundaria, desarrolló anorexia, ansiedad y otros desórdenes.

En vez de apoyarse en la fe, rechazó a Dios. Como muchos otros jóvenes, quería «buscarse a sí misma» lejos de su tradición, de sus padres y de su fe.

Quería ser muy «original», sin darse cuenta de que, simplemente, compraba la misma mundanidad de consumo que el mundo vende a todos.

Dejó de rezar e ir a la iglesia, empezó a ir de fiestas, experimentar con las drogas, acostarse con hombres…

«¿Conoces la serie ‘Sex and the City‘? [en España era ‘Sexo en Nueva York’] Ese era mi modelo a seguir», detalla. «¡Hoy me suena tan estúpido! Pero parecían mujeres exitosas, amadas, populares, glamurosas… y yo quería eso, quería desesperadamente encajar ahí», recuerda. «Pero cuanto más me metía en esa vida, peor me sentía».

En su segundo año de universidad, su ansiedad había crecido y tenía ya pensamientos suicidas. Le iba bien en clase, ya tenía ofertas laborales. Pero espiritual y emocionalmente estaba hundida.

Embarazada, oró con el test positivo en la mano

Entonces descubrió que estaba embarazada. Ella se consideraba favorable al aborto en esa época, pero en ese momento concreto, con el test de embarazo positivo en la mano, rezó por primera vez en años: «Dios, ayúdame, no sé ni por dónde empezar».

Su familia y muchos amigos querían apoyarla en su embarazo. Pero había personas que le criticaban la idea de tener el bebé. «¿Sabes cuando te metes en un proyecto, 99 personas te felicitan y apoyan, sólo una lo critica, y tú sólo piensas en esa persona precisamente y lo que dice?»

Se mudó con sus padres a otra ciudad, perdiendo contactos laborales y sintiéndose exiliada. Sus padres la apoyaban, pero descubrió que su padre tenía problemas de alcoholismo, con los que mantenía su propia lucha. Ella se culpaba: «si yo hubiera sido buena chica, si no estuviera embarazada, quizá papá no habría llegado a esto…»

Pero se dio cuenta de algunas cosas. Para empezar, que «el mundo», la mundanidad, no iba a ayudarla de ninguna manera. También vio que el relativismo, el individualismo y la ideología pro-aborto no le habían ayudado,sólo le habían llevado a dañarse a sí misma y a dañar a seres queridos. Y ahora venía un bebé que cuidar.

«Los únicos que criticaron que optara por tener el bebé eran todos pro-choice», recuerda. En contraste, las personas que le felicitaban por sus estudios, le buscaban un empleo, confiaban en ella, le presentaban amigos y ayuda… ¡eran todos gente de fe! Era gente de iglesia que ni conocía pero estaban ahí dispuestos a ayudar.

¿Mindfulness? Mejor el rosario católico…

En la serie de vídeos Insights, de Coming Home Network, Lauren dio más datos de esta época que le enlazaron con la Virgen María.

Como se sentía hundida y culpable, acudió a una terapeuta mundana. «Y ahora el gran tema en la terapia mundana es el mindfulness, así que me recomendó cosas del tipo ‘mantras’, simplemente para detener las voces de mi cabeza, para pararme, centrarme en el presente. Y me daba unas cuentas ‘mala’ [rosario budista, tibetano]».

Ella se hacía preguntas sobre la fe católica, y sabía que los católicos tenían el rosario, que era un collar de cuentas. «En realidad, pensé que los católicos ya no usaban eso, que era una cosa arcana que dejaron en la Edad Media. Por suerte, tenía una amiga que era una católica muy fiel, y la llamé y le dije: oye, estoy buscando una forma de meditar y controlar mis pensamientos, mi ansiedad, he oído de esa cosa que llaman el rosario... ¿Los católicos hacéis eso?»

Su amiga le enseñó lo básico del rosario. Lauren tenía miedo de ir a una tienda católica a comprar uno «porque temía que vieran que yo era una especie de hereje que no tenía que estar allí», así que usó uno que le prestó esta amiga.

«Recuerdo mirarlo y pensar ‘esto es muy complicado, cuánta cuentas, hay un montón, hay que recordar muchas cosas, qué es eso de los misterios…’ Recuerdo que la primera vez tenía allí el rosario, mi laptop con una web que explica como rezar, y folios, y mi Biblia abierta, como una superproducción…»

Lauren rezó al Señor: «Dios, si esto te puede ofender, si está mal o es idolatría, dímelo, porque estoy desesperada y necesito ayuda».

El rosario: hablar con una amiga, rezar con la Palabra

Se dio cuenta, a medida que rezaba, de que reconocía los textos bíblicos de los misterios y del saludo del ángel, textos que conocía de su adolescencia baptista. «Y me di cuenta que la Escritura no es tinta en un papel, vi que, como dicen los baptistas, la Escritura es Palabra Viva de Dios, tiene un elemento sacramental -aunque no conocía esa palabra entonces-, y usas la Palabra de Dios mismo para hablar a Dios mismo, y eso es hermoso».

También se planteó otra pregunta común entre muchos protestantes: ¿es lícito hablarle a María? Ella creía, incluso desde su formación protestante, que «las personas en el Cielo están más vivos incluso que nosotros los de la tierra, así que ¿por qué no pedir a los de allí que recen por mí?» María era como otra amiga, una muy buena, a la que pedir «reza por mí, por favor».

«En cuanto me di cuenta de que era Escritura y era como pedir a alguien que ore por mí, me deshice de muchas cargas», explica. «Era muy distinto al mindfulness y las técnicas orientales. No me sacaba de mí misma para alcanzar algún tipo de estado mental vacío, ni para desconectar mi mente. Era una relación, hablaba a Jesús, con su Palabra, y eso lo cambió todo», dice.

Lauren empezó a leer los evangelios, por primera vez en su vida adulta. Y descubrió a Jesús: «era absolutamente cautivador, me enamoré de Él».

«Volví a ir a la iglesia, a estudios bíblicos, y Dios envió gente maravillosa a mi vida«, recuerda. «Eran personas con problemas también, pero tenían paz, gozo verdadero, puro, imbatible». Ella les hacía preguntas sobre la fe y ellos estaban encantados de responder.

Ella tiene claro que rezar, desarrollar la relación con Jesucristo, cambió su vida. Entendió que veía a Dios en la Palabra y en la gente amable que la acompañaba en el día a día.

Así fue su conversión y por eso anima a la gente con fe a mostrar «cuánto disfrutáis bailando con Dios», mostrar a todos «el gozo» de la vida con Dios, para transformar el mundo cambiando corazones.

Hoy Lauren mantiene un blog donde habla de cosas espirituales y de su fe católica: The Contemplative Homemaker.

En este vídeo breve, en inglés, cuenta su descubrimiento del rosario.

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Fuente: Cari Filii


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La novena del Rosario le cambió la vida y la acercó a Dios https://www.reinadelcielo.org/la-novena-del-rosario-le-cambio-la-vida-y-la-acerco-a-dios/ Fri, 09 Sep 2022 17:49:06 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26793 En 1984, la napolitana Fortuna Agrelli se encontraba irremediablemente enferma y sin ninguna esperanza de curación. Tras trece meses soportando intensos dolores y sufrimientos y desahuciada por los médicos, la joven moribunda comenzó a rezar el rosario junto a su familia pidiendo lo que ya era su última esperanza, la intercesión de la Virgen.

«Reina del Santo Rosario, ten misericordia de mí, ¡devuélveme la salud! Ya te he rezado en una novena, oh María, pero aún no he experimentado Tu ayuda. ¡Estoy tan ansioso por ser curada!», suplicó.

Finalmente, el 3 de marzo de 1884 María se apareció ante Agrelli y se dirigió a ella: “Me has invocado con varios títulos y siempre has obtenido favores míos. Ahora que me has llamado por el título tan grato para mí, ‘Reina del Santo Rosario’, ya no puedo rechazar el favor que me pides; porque este nombre es el más preciado y querido para mí. Haz tres novenas y obtendrás lo que pides», le respondió María.

Y añadió: «Quien desee obtener favores de mí, debe hacer tres novenas de los rezos del Rosario en petición y tres novenas en acción de gracias».

La moribunda siguió las instrucciones recibidas y según terminó, fue sanada milagrosamente.

De los planes de boda al vacío

Desde entonces, el rezo de la novena de los 54 días del Rosario se ha extendido por todo el mundo y no son pocos quienes reportan las gracias y favores concedidos por la Virgen tras el rezo de la misma.

Uno de los últimos casos de intervención gracias al rezo de esta novena se hizo público el pasado 29 de agosto, cuando la escritora Luba Sigaud publicó en la revista Radiant su historia de conversión y sanación espiritual gracias al rezo de esta novena.

La joven detalla que durante su adolescencia tenía prácticamente cerrados todos sus planes de boda, matrimonio y familia con su novio. Una bonita boda católica con sus amigos y familiares, el pueblo en el que vivirían e incluso los integrantes de la que querían que fuese una familia numerosa: seis, a ser posible.

Sin embargo, nada salió como esperaba. Cuando un día normal vio una llamada de teléfono de su novio no pudo prever la noticia que caería sobre ella como un jarro de agua helada. «Decidió romper conmigo en ese mismo momento. No pude contener las lágrimas mientras  trataba de procesar la noticia. En un momento en que estaba convencida que mi vida se llenaría de amor y alegría me invadió un profundo vacío», relata.

Una novena cambió su vida… pero no como esperaba

Hasta ese momento, Luba iba a Misa cada domingo y trataba de vivir cumpliendo con su fe, pero admite que no era «una católica especialmente fiel. No rezaba con perseverancia ni le pedía a Dios con frecuencia que me ayudara a tomar buenas decisiones en mi vida».

Y entonces comenzó a rezar, pero con lo que ella recuerda como «una motivación puramente egoísta. Pensaba que si rezaba lo suficiente, Dios me daría lo que quería y lo traería de vuelta».

Buscando oraciones, encontró la novena del Rosario de los 54 días.

«Sé que la gente lo dice mucho, pero en mi caso lo digo en serio: esta novena cambió mi vida por completo», relata.

Luba no tenía nada que perder, y aunque por entonces no rezaba el rosario con frecuencia, comenzó a hacerlo todos los días, pidiendo a la Virgen para que la joven y su exnovio tuviesen la boda que siempre habían soñado: «Recé con todo mi corazón por esta intención. Al terminar, mi exnovio no había vuelto, pero no iba a rendirme y seguí rezando el rosario todos los días por mi relación«.

«Enganchada al Rosario»

Pasados los días, sucedió «algo interesante». Poco a poco, explica, «acepté que no estábamos destinados a estar juntos. Pero lejos de romperme el corazón, comprender esto me dio una gran paz y fortaleza. Me di cuenta de que había estado volcando toda mi energía en una relación que Dios no quería y era hora de personar y dejar ir».

Conforme pasaba el tiempo, Luba recuerda cómo a través del rezo del rosario, María le envió a quien realmente necesitaba. «En mi debilidad, di un pequeño paso hacia ella y como buena madre, se encargó del resto. Me abrió los ojos a lo que Dios quería de mí y me mostró que mi realización nunca vendría de una relación humana, sino de una relación con Dios«, explica.

Conforme rezaba la novena, la joven observaba que en lugar de regresar junto a su exnovio, le llevó de vuelta a Dios a través del sacramento de la confesión.

Luba asegura que ahora está «completamente enganchada» al Rosario: «He pasado de no poder esperar a que terminase el Rosario en familia a no poder dejar pasar un día sin rezarlo. Cada vez que me siento cansada, rezarlo siempre me da las fuerzas y el valor que necesito para seguir adelante y no sé cómo vivir sin él».

Una Madre que siempre acude… pero hay que pedírselo

Hoy, como muchos de los que son auxiliados por esta novena, Luba difunde las virtudes de la novena del Rosario.

«Tal vez has experimentado la angustia de ser abandonada, no has conseguido el trabajo para el que creías estar preparado o ves a tus amigos casarse y tener hijos mientras te sientes fuera de lugar. No importa lo pesada que sea tu carga: Nuestra Señora no es ajena al dolor, la lucha y la pérdida. Ella ve tu dolor y como toda madre, está siempre dispuesta a acudir en tu auxilio y ayudarte en el camino al Cielo», asegura.

Al concluir su historia, advierte que como en su caso, rezar a María, especialmente el Rosario, «puede no significar obtener las respuestas que esperas, pero siempre tendrás las que necesitas. Si te cuesta encontrar el tiempo o la motivación para rezar el Rosario como me pasaba a mí, te invito a que le des una segunda oportunidad. Si dedicas un tiempo de cada día al Rosario y especialmente a la novena de los 54 días del Rosario, tu vida cambiará de formas que no podrías imaginar«, concluye.

Pedir y dar gracias: así se reza la novena del Rosario

Existen diversos métodos para rezar esta novena, pero lo común a todos ellos es el rezo del Rosario durante 54 días seguidos, alternando los misterios gozosos el primer día, los dolorosos el segundo, los gloriosos el tercero y el cuarto comenzando nuevamente con los gozosos.

Durante los primeros 27 días, se rezarán los misterios del rosario por una petición particular y, como aclara la propia Luba Sigaud, para terminarla se debe repetir el proceso durante los siguientes 27 días pero en esta ocasión debe ser en acción de gracias, independientemente si la gracia se ha concedido.

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Fuente: Cari Filii


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Shia LaBeouf se convierte al catolicismo al interpretar al Padre Pío https://www.reinadelcielo.org/shia-labeouf-se-convierte-al-catolicismo-al-interpretar-al-padre-pio/ Fri, 26 Aug 2022 18:43:40 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26750 El actor Shia LaBeouf (Indiana Jones y la Calavera de Cristal, Transformers), que está rodando una película sobre el Padre Pío, desveló este jueves, en conversación con el obispo Robert Barron, que se ha convertido al catolicismo.

Al borde del suicidio

Para la producción del film, dirigido por Abel Ferrara y en cuyo reparto figura Willem Dafoe (Platoon, El paciente inglés), Shia ha estado conviviendo largamente con una comunidad de capuchinos en Italia, en la Puglia [Apulia], para empaparse del estilo de vida del santo. Esa convivencia ha sido decisiva en su transformación.

A sus 36 años, para LaBoeuf la película supone un regreso a los focos tras un tiempo apartado de la profesión por todo tipo de problemas personales. Fue acusado de maltrato por su novia, la cantante británica FKA Twigs, y hubo de someterse a tratamiento por sus anteriores episodios de alcoholismo y estrés postraumático.

Conversación completa entre el obispo Barron y Shia LaBeouf.

“Llegué a tener una pistola encima de la mesa”, confesó a Barron, recién llegado en junio a la diócesis de Winona-Rochester (Minnesotta) tras siete años como obispo auxiliar de Los Ángeles. Un tiempo que le ha servido para conocer bien el ámbito de Hollywood y afianzar su proyecto Word on Fire de evangelización en la cultura audiovisual.

Esas ideas suicidas, reconoció el actor, le llegaron a consecuencia de todos los escándalos en los que se veía envuelto: “Cuando todo aquello pasó, ya no quería seguir viviendo. Sentí una vergüenza como no había experimentado nunca antes, ese tipo de vergüenza que hace que te olvides hasta de cómo se respira. Pero también tenía un profundo deseo de continuar”.

“Dios utilizó mi ego”

Sin embargo, su aceptación del papel del Padre Pío fue exclusivamente profesional. “No buscaba a Dios, me buscaba a mí y mi carrera. No tenía donde ir, era el último tren. No tenía donde ir… en todos los sentidos”, reconoce: “Ahora sé que Dios estaba utilizando mi ego para atraerme a Él, porque simultáneamente me estaba apartando de los deseos mundanos. Pero nada me habría impulsado a irme allí [al monasterio] si no hubiese pensado que tenía que salvar mi carrera”.

En ese sentido, Dios le “engañó” arrastrándole a ese rodaje: “Una vez aquí, hubo un cambio. Me sentí como ante un trilero. Pero no como algo malo, sino en el sentido de que no podía ver [bajo qué carta está la bolita]. Estaba tan cerca que no podía verlo. Ahora que el tiempo ha pasado, lo veo de forma diferente”.

Los nuevos amigos franciscanos

En ese tiempo, el trato con los religiosos le ha cambiado profundamente. Descubrió que había personas que habían ido mucho más lejos que él en el pecado y sin embargo habían reconducido su vida hacia Dios. Y, sobre todo, sintió que nadie intentaba obtener nada de él.

“El padre James es como un sheriff”, comenta sobre uno de los religiosos. “No sé si le conoce”, pregunta a Barron, “es como un abuelo. Su mano es enorme, a veces me la ponía en el hombro y me hacía sentir seguro sin que hablase mucho. Me integré en el grupo”.

Shia LaBeouf con algunos de los franciscanos con los que ha convivido para conocer el estilo de vida del Padre Pío.

Shia LaBeouf con algunos de los franciscanos con los que ha convivido para conocer el estilo de vida del Padre Pío. Foto: Instagram.

El obispo le sugiere que estaba empezando a conocer la fraternidad católica, pero para LaBeouf es algo más, pues no sentía como que “le estuviesen intentando vender algo”: “Era compartir risas y bromas, simplemente pasar el rato. En ese momento de mi vida, yo no tenía amigos. Ellos no me pedían nada, ni siquiera hacerse fotos. Simplemente nos sentábamos a pasar el rato”.

El descubrimiento de la oración, el silencio y el Rosario

También le impactó el hermano Álex, un hombre de su generación, “súper austero, muy de oración”. “Yo no sabía nada sobre la oración”, dice Shia, “ni siquiera sabía nada sobre el silencio, ni sobre la tranquilidad. Tenía un teléfono móvil en el bolsillo que me daba todo lo que mi ego necesitaba y que estaba sonando continuamente. No sabía tampoco nada sobre la meditación. Entendía la oración solo como memorizar palabras de otro, como un actor. El hermano Álex me dijo: ‘Vete a esa capilla con el Santísimo y estate callado. Simplemente siéntate y guarda silencio'”.

Él necesitaba exactamente eso, algo “simplificado” y “definido”, nada “esotérico”: “Algo muy práctico, que me hiciese poner los pies en el suelo”. Así descubrió que la oración es un proceso con cuatro partes: “El silencio te lleva a pensamientos de amor; los pensamientos de amor te llevan a actos de amor; y los actos de amor te conducen a la paz. Eso me impactó profundamente”.

“Estoy aprendiendo a rezar el Rosario”, añade, “abre una pausa en mi cabeza. Hace la oración algo táctil, es una gran oración: me saca de lo cognitivo y me introduce en lo físico, y eso abre un paréntesis en mi continuo monólogo interior. Y lo hace presente: está aquí, lo tienes en la mano”.

Uno de los pensamientos que le surgieron rezando fue el de llamar a su madre y decirle que la quiere: “¿Sabe? Mi madre no quiere saber nada de mí. Las noticias que le llegan son que maltrato a las mujeres, que le disparo a los perros… No quería saber nada de mí, no hablábamos… Pero la llamé, le dije que la quería y que yo estaba bien. Me dijo cuánto se alegraba. Y cuando colgué, sentí paz, había vencido el resentimiento y la animosidad que sentía hacia ella por no tener un amor incondicional”.

Justo entonces empezó a leer las Confesiones de San Agustín, donde relata su relación con su madre Santa Mónica y sus sufrimientos por los pecados de su hijo… “Todo empezaba a encajar”, se asombra Shia, quien explica que así empezó a comprender la idea cristiana del pecado y del perdón e iba saliendo de ese periodo oscuro de su vida: “Ver a otras personas que habían pecado más allá de lo que yo podía imaginar y que habían encontrado a Cristo me dio esperanza”.

La misa del Padre Pío

A todo esto se sumó su propio estudio sobre la figura de San Pío de Pietrelcina. Sintió el peso de la responsabilidad de interpretarle, porque los franciscanos le habían pedido: “No le dejes mal. Él es lo único que tenemos”.

Shia LaBoeuf, en el papel del Padre Pío celebrando misa. Foto: Venice Days.

Además de la vida del fraile estigmatizado, le impresionó representarle diciendo misa. Para ello asistió a misa tradicional, la que decía el santo de Pietrelcina, fallecido en 1968: “La misa tradicional me afectó profundamente. Porque no se estaba haciendo como para venderme algo, sino como algo que me estaba introduciendo en algo muy especial. Activaba algo en mí, como que había encontrado algo”.

En cuanto al latín, Shia piensa que “hay lenguajes de los que no necesitas conocer las palabras, y eso es lo que yo sentía al ver las misas del Padre Pío; experimentaba profundamente lo que allí estaba pasando, y eso es más potente que conocer todas y cada una de las palabras, porque te saca de lo intelectual y te introduce en el sentimiento y en la belleza” y no solo en el ámbito “racionalista y lógico de palabras, palabras, palabras”. “La misa tradicional me introduce en la esfera del sentimiento de lo sagrado a lo que te conectas, precisamente porque no sé lo que las palabras significan”, añade.

LaBeouf afirma que nunca fue ateo, a pesar de que leía a los escritores antirreligiosos contemporáneos más célebres, como Christopher Hitchens o Sam Harris. Era más bien agnóstico: “Siempre había tenido alguna creencia, pero nunca una conexión. La misa tradicional me dio algo a lo que sentirme conectado. Me saca de la creencia para entrar en la conexión. Creo porque es lógico y racional creer -no es lógico ni racional ser ateo-, pero demasiada lógica y demasiada razón te sacan del sentimiento y de la conexión”.

Tan conectado se siente a esa realidad, que rechazó la petición de su director, Abel Ferrara, de utilizar acento italiano al representar las misas del Padre Pío. La película se había convertido en algo demasiado personal para él como para utilizar “máscaras”: “Al practicar la misa tradicional yo vivía emociones auténticas. Imitar el acento del Padre Pío me habría sacado de algo que siento como muy personal”.

Un fascinante itinerario espiritual

Una vez que empezó su proceso de conversión, Shia pensó en el bautismo, pero descubrió que ya estaba bautizado, aunque él no lo recordaba. Le había bautizado un tío suyo.

“Fue extraordinario sentarse para una conversación tan profunda con Shia LaBeouf”, confiesa Barron: “Es uno de los más convincentes actores de su generación y un hombre con una historia fascinante que contar en cuanto a su itinerario espiritual. Creo que cualquiera que esté luchando por encontrar el camino a Dios estará interesado en lo que él tiene que decir”.

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Fuente: Religión en Libertad


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Promesas de la Virgen para quien reza el rosario https://www.reinadelcielo.org/promesas-de-la-virgen-para-quien-reza-el-rosario/ Fri, 07 Jan 2022 11:19:43 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=7987 La Virgen María, madre de Dios y madre nuestra, siempre aboga e intercede por sus hijos. Así mismo, a aquellos que recen el rosario, les ha prometido:

  • Protección y gracias abundantes a los que recen el rosario.
  • Obtener todo lo que se le pida, por intercesión de la Virgen María, mediante el rezo del rosario.
  • Aquellos que lo recen no irán al infierno, podrán vencer los vicios, disminuir los pecados y ser defendidos.
  • Aquellos que lleven los misterios del rosario como testimonio de vida, no conocerán la desdicha.
  • Serán liberados del purgatorio quienes recen el rosario devotamente.
  • Los que propaguen el rezo del rosario, recibirán asistencia de la Virgen en sus necesidades.
  • El rezo del rosario otorgará, al que lo reza, la virtud de las buenas obras y la piedad de Dios para las almas

Origen del Santo Rosario

Santo Doninto y el rosario

A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.

Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.

En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.

Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.


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Historia del Santo Rosario – Cómo se reza https://www.reinadelcielo.org/historia-del-santo-rosario-como-se-reza/ Thu, 05 Aug 2021 10:11:32 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=1886 Esta práctica piadosa tiene un origen bastante antiguo. Desde los inicios de la Iglesia, los cristianos rezan los salmos como lo hacen los judíos. Mas tarde, en muchos de los monasterios se rezaban los 150 salmos cada día. Los laicos devotos no podían rezar tanto pero querían según sus posibilidades imitar a los monjes. Ya en el siglo IX había en Irlanda la costumbre de hacer nudos en un cordel para contar, en vez de los salmos, las Ave Marias. Los misioneros de Irlanda mas tarde propagaron la costumbre en Europa y hubieron varios desarrollos con el tiempo.

Santo Domingo de Guzmán (1170-1221)

Santo Domingo de Murillo

La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Santo Domingo a rezar el Rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.

En palabras de Ella, cuenta la historia, le dijo al santo: “Esta devoción, la cual tú deberás difundir por medio de tu prédica, es una práctica muy querida para mí Divino Hijo y para mí. Es el medio más poderoso para destruir la herejía, superar el vicio, fomentar la virtud, implorar la Misericordia Divina y obtener la protección de Dios. Los fieles recibirán muchos beneficios por medio de él y siempre me encontrarán dispuesta a socorrerlos en sus necesidades”.

 

Cómo rezar el Rosario

Rosario

1. Hacer el signo de la Cruz, y el acto de contrición (rezar un Pésame, por ejemplo)
2. Invocar al Espiritu Santo
3. Pedir por las intenciones del Rosario
4. Anunciar el primer misterio. Rezar el Padrenuestro.
5. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
6. Anunciar el segundo misterio. Rezar el Padrenuestro.
7. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
8. Anunciar el tercer misterio. Rezar el Padrenuestro.
9. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
10. Anunciar el cuarto misterio. Rezar el Padrenuestro.
11. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
12. Anunciar el quinto misterio. Rezar el Padrenuestro.
13. Rezar 10 Avemarías, Gloria y Jaculatoria.
14. Rezar la Salve.

15. Para culminar el Rosario pedir por las intenciones del Papa, y rezar el Padrenuestro, 3 Avemarías y el Gloria.

ORACIONES DEL ROSARIO

SEÑAL DE LA CRUZ
+
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. +En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

El Rosario

PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.

JACULATORIAS
Puede usarse una de estas dos, o el Alma de Cristo:

  • María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
  • Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia. (Oración de Fátima).

Misterios del Rosario

MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado)
1. La Encarnación del Hijo de Dios.
2. La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios.
4. La Purificación de la Virgen Santísima.
5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.

MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes)
1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto.
2. La Flagelación del Señor.
3. La Coronación de espinas.
4. El Camino del Monte Calvario.
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo)
1. La Resurrección del Señor.
2. La Ascensión del Señor.
3. La Venida del Espíritu Santo.
4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.
5. La Coronación de la Santísima Virgen.

MISTERIOS LUMINOSOS (jueves) [Instituídos por San Juan Pablo II]
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán.
2. La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
4. La Transfiguración.
5. La institución de la Eucaristía.


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7 razones que Sor Lucía de Fátima nos da para rezar el Rosario a diario https://www.reinadelcielo.org/7-razones-que-sor-lucia-de-fatima-nos-da-para-rezar-el-rosario-a-diario/ Thu, 17 Oct 2019 18:16:23 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=23298 Sor Lucía Dos Santos, una de los tres videntes de Fátima, explicó varias razones por las que un fiel debería rezar el Rosario todos los días. 

Sus reflexiones fueron publicadas en 2002 en el libro Llamadas del Mensaje de Fátima”. Allí Sor Lucía recordó que la Madre de Dios invitó a rezar el Rosario desde su primera aparición en Fátima (Portugal), el 13 de mayo de 1917.

“Reza el Rosario todos los días, para obtener la paz para el mundo y el final de la guerra”, alentó la Virgen en su mensaje inicial.

Aquí siete razones de Sor Lucía para rezar el Rosario todos los días, compartidas por el National Catholic Register.

1. Se adapta a las posibilidades de cada uno

Sor Lucía dice que Dios es un Padre que “se adapta a las necesidades y posibilidades de sus hijos”, porque “si Dios, por medio de Nuestra Señora, nos hubiera pedido que fuéramos a la Misa y recibiéramos la Sagrada Comunión todos los días, sin duda habrían muchísimas personas que dijeran, con toda razón, que eso no era posible”.

La Sierva de Dios precisó que “rezar el Rosario es algo que todos pueden hacer, ricos y pobres, sabios e ignorantes, grandes y pequeños”, en cualquier lugar, en común o en privado y en diferentes momentos.

2. Nos pone en contacto familiar con Dios

Sor Lucía indica que esta oración sirve “para ponernos en contacto con Dios, agradecerle por sus beneficios y pedir las gracias que necesitamos”.

“Es la oración que nos pone en contacto familiar con Dios, como el hijo que acude a su padre para agradecerle por los regalos que ha recibido, para hablar con él sobre preocupaciones especiales, para recibir su guía, su ayuda, su apoyo y su bendición”, añadió.

3. Es la oración más agradable para recitar después de la Misa

Sor Lucía afirma que después de la Santa Misa, rezar el Rosario –teniendo en cuenta su origen, las oraciones que contiene y los misterios que se meditan–, “es la oración más agradable que podemos ofrecer a Dios y la más ventajosa para nuestras propias almas”.

“Si ese no fuera el caso, Nuestra Señora no lo habría pedido con tanta insistencia”, sostuvo.

4. Ayuda a cumplir nuestros ofrecimientos diarios

Sor Lucía responde cualquier inquietud sobre el número de oraciones en el Rosario, aclarando que “necesitamos contar, para tener una idea clara y vívida de lo que estamos haciendo, y para saber positivamente si hemos completado o no lo que habíamos planeado ofrecer a Dios cada día, para preservar y mejorar nuestra relación de intimidad con Dios y, por este medio, preservar y mejorar en nosotros mismos nuestra fe, esperanza y caridad”.

5. Es un modo de preparación a la Eucaristía

En su libro, la vidente de Fátima asegura que se puede considerar el rezo del Rosario como “una forma de prepararse para participar mejor en la Eucaristía, o como acción de gracias” después de haber recibido el Cuerpo de Cristo.

Agrega que, si bien se pueden usar muchas oraciones excelentes para prepararse para recibir a Jesús en la Eucaristía y preservar nuestra relación íntima con Dios, no cree que haya “una más apropiada para la gente en general que la oración de los cinco o quince misterios del Rosario”.

6. Preserva las virtudes teologales

“Dios y Nuestra Señora saben mejor que nadie lo que es más apropiado para nosotros y lo que más necesitamos. Además, el Rosario será un medio poderoso para ayudarnos a preservar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestra caridad”, sostiene Sor Lucía.

7. Evita caer en el materialismo

La hermana Lucía va directamente al grano y asegura que “aquellos que dejan de decir el Rosario y no van a la Misa diaria, no tienen nada que los sustente, y terminan por perderse en el materialismo de la vida terrenal”.
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Fuente: ACIPrensa


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Misterios del Rosario – Misterios Luminosos https://www.reinadelcielo.org/misterios-del-rosario-misterios-luminosos/ Thu, 16 May 2019 18:04:04 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=16741 ]]>

Los Misterios del Rosario: son momentos estelares —“flashes”— del paso del Señor por este mundo. El beato papa Pablo VI los definió como «un compendio de la vida de Cristo».

Misterios Luminosos

Primer Misterio

El Bautismo del Señor en el río Jordán” marca el inicio del ministerio público de Jesucristo. Destacamos 3 consideraciones:

Poder del Rosario (ft img)1ª) «Llegó Jesús desde Galilea al Jordán para ser bautizado por Juan» (Mt 3,13). Jesús es Dios y desea “ser bautizado”. ¡Sorpresa! ¿No será que nosotros necesitamos “ser bautizados”, es decir, ser perdonados y auxiliados por Dios una y otra vez? Quizás estamos demasiado acostumbrados a “ir por libre”, como si de nadie ni de nada necesitáramos. El cristiano no permanece solo, aislado: cada cristiano es “acompañado por” otros y, a la vez, “acompaña a” otros. ¡Cristo nunca marchó solo! No en vano Él fundó su familia, su comunidad (la Iglesia).

2ª) «Bautizado Jesús, salió del agua: en esto los cielos se abrieron» (Mt 3,16). Tanto se abrieron que «se oyó una voz del cielo (…)» (Lc 3,22): el Padre habla. Dios siempre ha deseado establecer un diálogo con los hombres. Pero en aquel momento —al “abrirse los cielos”— se inauguró un “hilo directo” con Dios: el cielo se nos acerca más y más, pues ya somos hijos de Dios.

«Al ver el cielo (…) y las estrellas que has creado: ¿qué es el hombre para que pienses en él?» (Sal 8,4-5). ¡Buena pregunta! Se calcula que en el universo hay entre 1 y 2 billones de galaxias, albergando cada una de ellas entre 200 y 400 mil millones de estrellas… En fin, ¡que no somos nada! Y, sin embargo, un solo pensamiento humano vale más que todo el cosmos material… No digamos ya si se trata de un pensamiento dirigido al Padre del cielo. La oración del hijo de Dios es lo más precioso; ¡nada vale tanto como saberse hijo de Dios!

3ª) «Éste es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Jn 1,29): palabras con las que Juan Bautista presentó a Jesucristo. ¿Cuántos corderos ya había sacrificado Israel para expiar los pecados? ¡Incontables! (entre David y Salomón ya se contaban por miles). Pero ni uno solo sirvió para quitar el pecado del mundo. Otros pueblos incluso habían inmolado seres humanos para aplacar la ira de Dios. ¡Quizá también incontables! Pero ninguna de estas inmolaciones sirvió para salvar a la humanidad, menos aún para satisfacer a Dios. ¿Entonces? El hombre no puede quitar el pecado del mundo: los que han intentado “atajos de auto-redención” han acabado siendo unos asesinos genocidas. Dicho de un modo más elegante: «Un mundo que tiene que crear su justicia por sí mismo es un mundo sin esperanza» (Benedicto XVI). Más aún: «No es la ciencia la que redime al hombre; el hombre es redimido por el amor», ¡por el Amor en mayúscula!

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Segundo Misterio

El segundo Misterio de la Luz, la “Auto-revelación de Cristo en las bodas de Caná”, es especialmente luminoso. Sorprende que apenas aparezca en el ciclo litúrgico anual: ¡sólo un domingo de cada tres años! Sin embargo, es un momento crucial de la vida del Señor. Veamos por qué…

rosario virgen que desata nudos1º) «En Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en Él sus discípulos» (Jn 2,11). ¡No es poca cosa!: los seguidores del Señor vieron un milagro (¡el primero que conocemos!) y aceptaron la divinidad de Jesucristo. Éste es un momento fundacional de la Iglesia (entre otros): Jesús muestra que es Dios porque nadie más tiene un poder tal sobre la materia. Si Jesús no fuese Dios, la salvación aún estaría por hacer. Por tanto, era fundamental que las columnas de la Iglesia estuvieran convencidas de que Jesucristo era Dios (en todo caso, la prueba decisiva llegaría con la Resurrección)

2º) «Se celebraba una boda en Caná de Galilea y (…) Jesús fue invitado también con sus discípulos» (Jn 2,1-2). Esta afirmación causa una fuerte impresión a la vuelta de veinte siglos: la etapa central de la redención comienza en un ambiente festivo nupcial, con la celebración de un matrimonio. Sorprende que hayamos tardado tantos años (¡siglos!) en descubrir el matrimonio —la familia— como ámbito de santidad. Hasta ahora nunca habíamos promocionado seriamente la identificación con Cristo dentro de la vida conyugal y familiar. San Pablo insistió en que los cristianos tienen la misión de reconciliar el mundo con Dios… y resulta que casi todo el mundo vive casado y en una familia… A partir de ahí la Iglesia ha podido plantear la llamada universal a la santidad.

3º) «Estaba allí la madre de Jesús» (Jn 2,1). Quien estuvo invitada, principalmente, era María. Su presencia allí tiene un valor incalculable… Seguramente no hacía mucho tiempo que era viuda (unos pocos años) y su único Hijo recién había marchado de casa. Pero ella no se quedó pasiva en Nazaret, llorando su viudedad. Todo lo contrario: arrastró a su Hijo a la fiesta de una boda (si iba ella, no tenía sentido que no asistiera el Hijo). Algo parecido sucedió en el Calvario: allí fue Él quien la arrastró a ella (con gran beneficio para nosotros). ¡La “mujer” de Caná es la “mujer” del Calvario! Allí “nacimos” nosotros como hijos de aquella “mujer” y, por tanto, como “hijos de Dios”.

4º) «No tienen vino» (Jn 2,3). ¡Seguimos con Santa María! En sus palabras descubrimos dos hechos preciosos. Primero, su solicitud: si ella se percató de que escaseaba el vino fue porque ella estuvo sirviendo más que bebiendo. María lo vio, María lo sufrió y María lo resolvió (contándolo a su Hijo; ¿a quién, sino?). Segundo, su petición es un ejemplo de oración sencilla y eficaz: ¡nunca tan pocas palabras han dado tan buen resultado! El secreto de la oración de Santa María: no pide para sí, no dicta soluciones a Dios y confía totalmente en Él. No sabía qué haría Jesús y, encima, la respuesta de su Hijo debió resultarle enigmática en aquel momento; pero ella ni se inmutó y reaccionó del modo más seguro: «Haced lo que él os diga» (Jn 2,5).

5º) «Mujer (…), todavía no ha llegado mi hora» (Jn 2,4). La “hora” llegaría verdaderamente en el Calvario. Pero Santa María —con su ascendiente de madre santa— es capaz de adelantar la hora. Ella había dicho “sí” al Padre-Dios; el Hijo eterno había dicho “sí” al Padre-Eterno: así se produjo la Encarnación. Y cuando se unen esos dos “síes” (el mío y el de Dios) entonces nada es imposible; todo tiene solución o salida (que seguramente nosotros no somos capaces de ver, como tampoco la veía la Virgen, pero ¡Dios es más imaginativo!).

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Tercer Misterio

Conversión de San Pabblo (ft img)El 3º es “El anuncio del Reino invitando a la conversión”. Es el Misterio que cubre un mayor período de tiempo de la vida del Señor: ¡unos tres años! (lo exponemos en 2 partes). Ésta es una etapa de la Historia de la Salvación muy rica en contenido, y crucial por lo que se refiere a la Revelación. El foco de atención incide directamente en Cristo; la presencia de la Virgen María es más bien “latente” (volverá a aparecer explícitamente en el Calvario).

1º) «En diversos momentos y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres (…). En estos últimos días nos ha hablado por medio de su Hijo» (Heb 1,1-2). La Revelación llega a su “máximum” de intensidad: «Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer…» (Gal 4,4). ¡Es una “plenitud” que sobrepasa toda expectativa humana! Con razón, en la Transfiguración, después de acreditar a su Hijo («Éste es mi Hijo, el Amado»), el Padre nos mandó: «Escuchadle» (Mt 17,5). ¡Ojalá que nuestra oración sea un verdadero “escuchar”!

2º) «Jesús comenzó a hacer y enseñar» (Hch 1,1). La enseñanza de Jesús muy pronto suscitó admiración entre la gente sencilla; las gentes notaban en Él un algo especial: «Se admiraban de su enseñanza; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas» (Mc 1,22). De hecho, en alguna ocasión Jesucristo no tuvo más remedio que desautorizar a los escribas «porque dicen y no hacen» (Mt 23,3). Un día (¡era sábado!), Jesús curó a una mujer encorvada y, ante la estupefacción de los presentes, al jefe de la sinagoga no se le ocurrió otra cosa que reñir a la pobre gente: «Hay seis días para trabajar; venid, pues, en ellos a ser curados, y no un día de sábado» (Lc 13,14)… En fin, sin obras de amor es inútil cualquier predicación.

3º) «Un profeta poderoso en obras y palabras» (Lc 24,19): así le recordaba Cleofás mientras andaba nostálgico camino de Emaús en la mañana de la resurrección. Algunas semanas más tarde, Simón Pedro lo presentaba así a la gente de Jerusalén: «Hombre acreditado por Dios (…) con milagros, prodigios y señales» (Hch 2,22). En su “hacer” Cristo mostró un dominio sobre la materia, el tiempo y los espíritus que sólo Dios posee. Sobran ejemplos: desde la conversión del agua en vino, las multiplicaciones de panes y peces, hasta su andar por encima de las aguas; curaciones a distancia; expulsó espíritus malignos y devolvió la vida a difuntos (incluso estando en descomposición, como fue el caso de Lázaro); no sólo leía los pensamientos de los demás sino que conocía sus vidas (Natanael, la mujer samaritana)… Solamente Jesús puede decirnos: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). ¡Ésta es nuestra esperanza y nuestro consuelo! El Reino de Dios ya está entre nosotros…

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Cuarto Misterio

El misterio de La Transfiguración es celebrado solemnemente cada año por la Iglesia en un día concreto: el 6 de agosto. Es el más luminoso de todos los misterios luminosos: «Misterio de luz por excelencia es la Transfiguración, que según la tradición tuvo lugar en el Monte Tabor» (San Juan Pablo II).

A la vez, este mismo misterio es rememorado en el 2º Domingo de Cuaresma (en sus tres ciclos A, B y C). ¿En Cuaresma? ¡A primera vista esto es paradójico! Sin embargo, la Transfiguración —como tantos otros misterios de la vida de Cristo— era una preparación para el ya cercano Triduo Pascual(Pasión, Muerte y Resurrección). En palabras de san Juan Pablo II, «el Padre lo acredita ante los apóstoles extasiados para que lo ‘escuchen’ (cf. Lc 9,35 par.) y se dispongan a vivir con Él el momento doloroso de la Pasión, a fin de llegar con Él a la alegría de la Resurrección».

La Transfiguración es como un doble misterio: nos prepara para el momento la Cruz y nos desvela la eternidad del Cielo

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1º) «Unos ocho días después de estas palabras (…)» (Lc 9,28). Los tres Evangelios sinópticos introducen el relato de la Transfiguración con este dato. ¿Días después? ¿Qué había pasado? ¿Qué había dicho Jesús? ¿Tan importante era eso? Mateo, Marcos y Lucas concuerdan al 100%: habían sucedido 2 cosas.

En primer lugar, Simón Pedro había confesado a Jesús como el CristoHijo de Dios (cf. Mt 16,16 y par.). Ahora, en el Tabor, en pleno “resplandecer glorioso” es el Padre quien “confiesa” —mejor dicho: acredita— al Hijo: «Este es mi Hijo, el Elegido» (Lc 9,35). ¡Mayor solemnidad, imposible! Jesucristo está desvelando plenamente su Ser Divino, su Belleza Divina: Él es el Hijo Eterno que existía ya desde el principio (cf. Jn 1,1). Él y sólo Él, con al Padre y el Espíritu Santo (ampliación: La Transfiguración no es un cambio de Jesús, sino la revelación de su divinidad). Pocos días después, Jesús en persona hará esa misma “declaración” ante el sumo sacerdote y el Sanedrín (cf. Mt 26,63 ss.). ¡Eso le valió la unánime condena a muerte!

En segundo lugar, (unos 6 u 8 días antes) Jesús había predicho su Pasión (y su Resurrección). Marcos afirma que Jesús «hablaba de eso claramente» (Mc 8,32). En otras ocasiones el Señor lo había anunciado. La diferencia es que ahora, justo cuando tiene lugar su Transfiguración, la Pasión ya es inminente (sucederá al cabo de pocos días) (ampliación: La Transfiguración es un espléndido icono de nuestra redención). Jesús-Dios, que ahora refulge, quedará totalmente ocultado; Jesús-Hombre, cuya figura humana ahora resplandece bellamente, quedará totalmente triturado (desfigurado). Todo eso, por nuestra salvación (ampliación: “Jesús solo” es lo que debe bastar en el camino).

2º) «Se llevó con Él a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a un monte para orar» (Lc 9,28). A lo largo de la vida de Jesucristo nos encontramos con diversos montes de oración. Al cabo de pocos días, justo antes de entregarse, lo encontraremos en el Monte de los Olivos. Y, algunas horas más tarde, en el Monte Calvario (donde siguió orando, desde lo alto de la Cruz) (ampliación: «Jesús subió al monte a orar»).

Jesús lleva consigo a sus discípulos —empezando por los Apóstoles— a estos “montes de oración”. Una vez más, Él cuenta con nosotros. Pero, ¡oh, sorpresa!, «Pedro y los que estaban con él se encontraban rendidos por el sueño» (Lc 9,32). En Getsemaní sucedió lo mismo (cf. Mc 14,37-38). ¡Siempre durmiendo! ¡Y todavía seguimos durmiendo!

Sin embargo, «al despertar, vieron su gloria» (Lc 9,32). ¡Con frecuencia nos quejamos de que no vemos a Dios! —¿Dónde está Dios?, nos preguntamos. Pero, ¿cómo podríamos verle sin rezar, oírlo sin hablarle, amarlo sin confesarle ni acreditarle?

3º) «Vieron su gloria y a los dos hombres que estaban a su lado» (Lc 9,32). ¿Quiénes son esos “otros” dos? ¡Elías y Moisés!, es decir, los líderes del Profetismo y de la Ley en el Antiguo Testamento. La escena es de una máxima solemnidad: ahí confluyen el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y el Cielo (la Santísima Trinidad) (ampliación: En el “monte” de la Transfiguración).

Sin embargo lo más importante —ya que se reúnen todos ahí, en lo más alto— es saber qué hacen… O, mejor, ¿de qué hablan? ¡De la Cruz! «Hablaban de la salida de Jesús que iba a cumplirse en Jerusalén» (Lc 9,31). Todo, todo en el proyecto de la creación, todo en la vida de Jesús se dirige hacia el momento supremo de la Cruz (¡eso es un misterio!, pero es así). Se ha llegado a afirmar —y con razón— que los Evangelios son historias de la Pasión con una introducción amplia. Los cuatro Evangelios —unos más largos, otros no tanto— aterrizan y se detienen en el Misterio Pascual (Viernes de Muerte, Sábado de Sepultura y Domingo de Resurrección).

San Pablo, por su parte, no quiere conocer nada más que Cristo crucificado (cf. 1Cor 1,23); no quiere gloriarse en nada más que no sea la Cruz (cf. Gal 6,14): todo lo demás lo considera “pérdida” y “basura” con tal de poder ganar a Cristo (cf. Flp 3,8). ¿A quién le sorprenderá, por tanto, que la Liturgia católica reserve un Domingo de Cuaresma al misterio de la Transfiguración del Señor? (ampliación: La Transfiguración y el misterio de la Cruz).

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Fuente: Evangeli.net
Autor: Antoni Carol i Hostench, pbro.


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