Rezar – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 02 Dec 2022 16:56:51 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Novena a la Virgen de Guadalupe https://www.reinadelcielo.org/novena-a-la-virgen-de-guadalupe/ Fri, 02 Dec 2022 08:54:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9689 ]]> El 12 de diciembre la Iglesia celebra la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de América y Patrona de México, que dejó su imagen desde ese día en una sencilla “tilma” como señal del Amor de Dios para creyentes y no creyentes.

Cercanos a esta gran solemnidad mariana, comenzando el día 3 de diciembre, se reza esta novena, para pedir la intercesión de la Virgen María ante Dios.

Inicio de la Novena

Comenzamos rezando: Por la señal de la Santa Cruz…

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Oraciones comunes para todos los días

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Acto de contrición. Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonéis y me des gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea. Rezar cuatro Salves en memoria de las cuatro apariciones y luego se reza la oración correspondiente a cada día.

Rezar a continuación la oración del día que corresponda.

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ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Virgen santísima de Guadalupe; deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de tu Santo Manto, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de tu Mirada Santa. ¡Oh hermosa Madre! Míranos postrados reverentes, como Juan Diego, ante tu sagrada imagen, y concédenos benigna tu amorosa protección. Te encomendamos las necesidades de nuestro Santísimo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Así sea.

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Día Primero

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona con que ciñes tus sagradas sienes publica que eres Reina del Universo. Lo eres, Señora, pues como Hija, como Madre y como Esposa del altísimo tienes absoluto poder y justísimo derecho sobre todas las criaturas.

Siendo esto así, yo también soy tuyo; también pertenezco a Ti por mil títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto es, por elección de mi voluntad.
Ved que, aquí postrado delante del trono de tu Majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este motivo quiero doblar el señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de Ti y quiero que los designios que tiene de mí la Providencia divina, pasen por tus manos.

Dispón de mí como te agrade; los sucesos y lances de mi vida quiero que todos corran por tu cuenta. Confío de tu benignidad, que todos se enderezarán al bien de mi alma y honra y gloria de aquel Señor que tanto se complace en todo el mundo. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Segundo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! Que bien se conoce que eres Abogada nuestra en el tribunal de Dios, pues esas hermosísimas manos que jamás dejan de beneficiarnos las juntas ante el pecho en ademán de quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver que desde el trono de gloria como Reina de Ángeles y hombres haces también oficio de abogada, rogando y procurando a favor nuestro.

¿Con qué afectos de reconocimiento y gratitud podré pagar tanta fineza?, siendo que no hay en todo mi corazón suficiente caudal para pagarlo.

A Ti recurro para que me enriquezcas con los dones preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de una humildad profunda y de una obediencia pronta al Señor.

Esfuerza tus súplicas, multiplica tus ruegos, y no ceses de pedir al Todopoderoso me haga suyo y me conceda ir a darte las gracias por el feliz éxito de tu intermediación en la gloria. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Tercero

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué puedo creer al verte cercada de los rayos del sol, sino que estás íntimamente unida al Sol de la Divinidad, que no hay en tu casa ninguna cosa que no sea luz, que no sea gracia y que no sea santidad!

¡Qué puedo creer sino que estás anegada en el piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios te tiene siempre en su corazón! Sea para bien, Señora, tan alta felicidad.

Yo, entre tanto, arrebatado del gozo que ello me causa, me presento delante del trono de tu soberanía, suplicándote te dignes enviar uno de tus ardientes rayos hacia mi corazón: ilumina con su luz mi entendimiento; enciende con su luz mi voluntad; haz que acabe yo de persuadirme de que vivo engañado todo el tiempo que no empleo en amarte a Ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de persuadirme de que me engaño miserablemente cuando amo alguna cosa que no sea mi Dios y cuando no te amo a Tí por Dios. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Cuarto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima María de Guadalupe! Si un ángel del cielo tiene por honra tan grande suya estar a tus pies y que en prueba de su gozo abre los brazos y extiende las alas para formar con ellas repisa a tu Majestad, ¿qué deberé yo hacer para manifestar mi veneración a tu persona, no ya la cabeza, ni los brazos, sino mi corazón y mi alma para que santificándola con tus divinas plantas se haga trono digno de tu soberanía?

Dígnate, Señora, de admitir este obsequio; no lo desprecies por indigno a tu soberanía, pues el mérito que le falta por mi miseria y pobreza lo recompenso con la buena voluntad y deseo.

Entra a registrar mi corazón y verás que no lo mueven otras alas sino las del deseo de ser tuyo y el temor de ofender a tu Hijo divinísimo. Forma trono de mi corazón, y ya no se envilecerá dándole entrada a la culpa y haciéndose esclavo del demonio. Haz que no vivan en el sino Jesús y María. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Quinto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¿Qué otro vestido le correspondía a quien es un cielo por su hermosura, sino uno todo lleno de estrellas? ¿Con qué podía adornarse una belleza toda celestial, sino con los brillos de unas virtudes tan lucidas y tan resplandecientes como las tuyas?

Bendita mil veces la mano de aquel Dios que supo unir en tu hermosura tan peregrina con pureza tan realzada, y gala tan brillante y rica con humildad tan apacible. Yo quedo, Señora, absorto de hermosura tan amable, y quisiera que mis ojos se fijaran siempre en Ti para que mi corazón no se dejara arrastrar en otro afecto que no sea el amor tuyo.

No podré lograr este deseo si esos resplandecientes astros con que estás adornada no infunden una ardiente y fervorosa caridad, para que ame de todo corazón y con todas mis fuerzas a mi Dios, y después de mi Dios a Tí, como objeto digno de que lo amemos todos. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Sexto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Que bien dice a tu soberanía ese tapete que la luna forma a tus sagradas plantas! Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y quedando superior a todo lo creado jamás padeciste el menguante de la más ligera imperfección: antes de tu primer instante estuviste llena de gracia.

Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener en los propósitos que hago, no tengo estabilidad en la virtud y solo soy constante en mis viciosas costumbres.

Duélete de mí, Madre amorosa y tierna; ya que soy como la luna en mi inconstancia, sea como la luna que está a tus pies, esto es, firme siempre en tu devoción y amor, para no padecer los menguantes de la culpa. Haz que esté yo siempre a tus plantas por el amor y la devoción, y ya no temeré los menguantes del pecado sino que procuraré darme de lleno a mis obligaciones, detestando de corazón todo lo que es ofensa de mi Dios. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Séptimo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! Nada, nada veo en este hermosísimo retrato que no me lleve a conocer las altas perfecciones de que dotó el Señor a tu alma inocentísima.

Ese lienzo grosero y despreciable; ese pobre pero feliz ayate en que se ve estampada tu singular belleza, dan claro a conocer la profundísima humildad que le sirvió de cabeza y fundamento a tu asombrosa santidad.

No te desdeñaste de tomar la pobre tilma de Juan Diego, para que en ella estampase tu rostro, que es encanto de los ángeles, maravilla de los hombres y admiración de todo el universo. Pues, ¿cómo no he de esperar yo de tu benignidad , que la miseria y pobreza de mi alma no sean embarazo para que estampes en ella tu imagen graciosísima?

Yo te ofrezco las telas de mi corazón. Tómalo, Señora, en tus manos y no lo dejéis jamás, pues mi deseo es que no se emplee en otra cosa que en amarte y amar a Dios. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Octavo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! Qué misteriosa y que acertada estuvo la mano del Artífice Supremo, bordando tu vestido con esa orla de oro finísimo que le sirve de guarnición.

Aludió sin duda a aquél finísimo oro de la caridad y amor de Dios con que fueron enriquecidas tus acciones. ¿Y quién duda, Señora, que esa tu encendida caridad y amor de Dios estuvo siempre acompañada del amor al prójimo y que no, por verte triunfante en la patria celestial, te has olvidado de nosotros?
Abre el seno de tus piedades a quien es tan miserable; dale la mano a quien caído te invoca para levantarse; tráete la gloria de haber encontrado en mí una miseria proporcionada, más que todas, a tu compasión y misericordia. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Noveno

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Que cosa habrá imposible para Ti, cuando multiplicando los prodigios, ni la tosquedad ni la grosería del ayate le sirven de embarazo para formar tan primoroso tu retrato, ni la voracidad del tiempo en mas de cuatro siglos ha sido capaz de destrozarle ni borrarle?

¡Que motivo tan fuerte es este para alentar mi confianza y suplicarte que abriendo el seno de tus piedades, acordándote del amplio poder que te dió la Divina Omnipotencia del Señor, para favorecer a los mortales, te dignes estampar en mi alma la imagen del Altísimo que han borrado mis culpas!

No embarco a tu piedad la grosería de mis perversas costumbres, dígnate solo mirarme, y ya con esto alentaré mis esperanzas; porque yo no puedo creer que si me miras no se conmuevan tus entrañas sobre el miserable de mí. Mi única esperanza, después de Jesús, eres tú, Sagrada Virgen María. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

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Fuente: Devocionario Católico


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La novena del Rosario le cambió la vida y la acercó a Dios https://www.reinadelcielo.org/la-novena-del-rosario-le-cambio-la-vida-y-la-acerco-a-dios/ Fri, 09 Sep 2022 17:49:06 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26793 En 1984, la napolitana Fortuna Agrelli se encontraba irremediablemente enferma y sin ninguna esperanza de curación. Tras trece meses soportando intensos dolores y sufrimientos y desahuciada por los médicos, la joven moribunda comenzó a rezar el rosario junto a su familia pidiendo lo que ya era su última esperanza, la intercesión de la Virgen.

«Reina del Santo Rosario, ten misericordia de mí, ¡devuélveme la salud! Ya te he rezado en una novena, oh María, pero aún no he experimentado Tu ayuda. ¡Estoy tan ansioso por ser curada!», suplicó.

Finalmente, el 3 de marzo de 1884 María se apareció ante Agrelli y se dirigió a ella: “Me has invocado con varios títulos y siempre has obtenido favores míos. Ahora que me has llamado por el título tan grato para mí, ‘Reina del Santo Rosario’, ya no puedo rechazar el favor que me pides; porque este nombre es el más preciado y querido para mí. Haz tres novenas y obtendrás lo que pides», le respondió María.

Y añadió: «Quien desee obtener favores de mí, debe hacer tres novenas de los rezos del Rosario en petición y tres novenas en acción de gracias».

La moribunda siguió las instrucciones recibidas y según terminó, fue sanada milagrosamente.

De los planes de boda al vacío

Desde entonces, el rezo de la novena de los 54 días del Rosario se ha extendido por todo el mundo y no son pocos quienes reportan las gracias y favores concedidos por la Virgen tras el rezo de la misma.

Uno de los últimos casos de intervención gracias al rezo de esta novena se hizo público el pasado 29 de agosto, cuando la escritora Luba Sigaud publicó en la revista Radiant su historia de conversión y sanación espiritual gracias al rezo de esta novena.

La joven detalla que durante su adolescencia tenía prácticamente cerrados todos sus planes de boda, matrimonio y familia con su novio. Una bonita boda católica con sus amigos y familiares, el pueblo en el que vivirían e incluso los integrantes de la que querían que fuese una familia numerosa: seis, a ser posible.

Sin embargo, nada salió como esperaba. Cuando un día normal vio una llamada de teléfono de su novio no pudo prever la noticia que caería sobre ella como un jarro de agua helada. «Decidió romper conmigo en ese mismo momento. No pude contener las lágrimas mientras  trataba de procesar la noticia. En un momento en que estaba convencida que mi vida se llenaría de amor y alegría me invadió un profundo vacío», relata.

Una novena cambió su vida… pero no como esperaba

Hasta ese momento, Luba iba a Misa cada domingo y trataba de vivir cumpliendo con su fe, pero admite que no era «una católica especialmente fiel. No rezaba con perseverancia ni le pedía a Dios con frecuencia que me ayudara a tomar buenas decisiones en mi vida».

Y entonces comenzó a rezar, pero con lo que ella recuerda como «una motivación puramente egoísta. Pensaba que si rezaba lo suficiente, Dios me daría lo que quería y lo traería de vuelta».

Buscando oraciones, encontró la novena del Rosario de los 54 días.

«Sé que la gente lo dice mucho, pero en mi caso lo digo en serio: esta novena cambió mi vida por completo», relata.

Luba no tenía nada que perder, y aunque por entonces no rezaba el rosario con frecuencia, comenzó a hacerlo todos los días, pidiendo a la Virgen para que la joven y su exnovio tuviesen la boda que siempre habían soñado: «Recé con todo mi corazón por esta intención. Al terminar, mi exnovio no había vuelto, pero no iba a rendirme y seguí rezando el rosario todos los días por mi relación«.

«Enganchada al Rosario»

Pasados los días, sucedió «algo interesante». Poco a poco, explica, «acepté que no estábamos destinados a estar juntos. Pero lejos de romperme el corazón, comprender esto me dio una gran paz y fortaleza. Me di cuenta de que había estado volcando toda mi energía en una relación que Dios no quería y era hora de personar y dejar ir».

Conforme pasaba el tiempo, Luba recuerda cómo a través del rezo del rosario, María le envió a quien realmente necesitaba. «En mi debilidad, di un pequeño paso hacia ella y como buena madre, se encargó del resto. Me abrió los ojos a lo que Dios quería de mí y me mostró que mi realización nunca vendría de una relación humana, sino de una relación con Dios«, explica.

Conforme rezaba la novena, la joven observaba que en lugar de regresar junto a su exnovio, le llevó de vuelta a Dios a través del sacramento de la confesión.

Luba asegura que ahora está «completamente enganchada» al Rosario: «He pasado de no poder esperar a que terminase el Rosario en familia a no poder dejar pasar un día sin rezarlo. Cada vez que me siento cansada, rezarlo siempre me da las fuerzas y el valor que necesito para seguir adelante y no sé cómo vivir sin él».

Una Madre que siempre acude… pero hay que pedírselo

Hoy, como muchos de los que son auxiliados por esta novena, Luba difunde las virtudes de la novena del Rosario.

«Tal vez has experimentado la angustia de ser abandonada, no has conseguido el trabajo para el que creías estar preparado o ves a tus amigos casarse y tener hijos mientras te sientes fuera de lugar. No importa lo pesada que sea tu carga: Nuestra Señora no es ajena al dolor, la lucha y la pérdida. Ella ve tu dolor y como toda madre, está siempre dispuesta a acudir en tu auxilio y ayudarte en el camino al Cielo», asegura.

Al concluir su historia, advierte que como en su caso, rezar a María, especialmente el Rosario, «puede no significar obtener las respuestas que esperas, pero siempre tendrás las que necesitas. Si te cuesta encontrar el tiempo o la motivación para rezar el Rosario como me pasaba a mí, te invito a que le des una segunda oportunidad. Si dedicas un tiempo de cada día al Rosario y especialmente a la novena de los 54 días del Rosario, tu vida cambiará de formas que no podrías imaginar«, concluye.

Pedir y dar gracias: así se reza la novena del Rosario

Existen diversos métodos para rezar esta novena, pero lo común a todos ellos es el rezo del Rosario durante 54 días seguidos, alternando los misterios gozosos el primer día, los dolorosos el segundo, los gloriosos el tercero y el cuarto comenzando nuevamente con los gozosos.

Durante los primeros 27 días, se rezarán los misterios del rosario por una petición particular y, como aclara la propia Luba Sigaud, para terminarla se debe repetir el proceso durante los siguientes 27 días pero en esta ocasión debe ser en acción de gracias, independientemente si la gracia se ha concedido.

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Fuente: Cari Filii


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Letanías a la Bendita Virgen María https://www.reinadelcielo.org/letanias-a-la-bendita-virgen-maria/ Fri, 18 Feb 2022 11:11:15 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=19062 ]]> Te invitamos a rezar estas letanías a la Bendita Virgen María. Especialmente se rezan junto con el Santo Rosario, aunque también hacer las letanías se puede hacer como una oración independiente.

Letanías a la Bendita Virgen

Entre las formas de oración a la Virgen, recomendadas por el Magisterio, están las Letanías. Consisten en una prolongada serie de invocaciones dirigidas a la Virgen, que, al sucederse una a otra de manera uniforme, crean un flujo de oración caracterizado por una insistente alabanza-súplica. Las invocaciones, generalmente muy breves, constan de dos partes: la primera de alabanza (“Virgo Clemens”), la segunda de súplica (“ora pro nobis”).

Invocaciones

V. Señor, ten misericordia de nosotros
R. Señor, ten misericordia de nosotros
V. Cristo, ten misericordia de nosotros.
R. Cristo, ten misericordia de nosotros.
V. Señor, ten misericordia de nosotros.

R. Señor, ten misericordia de nosotros.
V. Cristo óyenos.
R. Cristo óyenos.
V. Cristo escúchanos.
R. Cristo escúchanos.
V. Dios, Padre celestial.

R. Ten misericordia de nosotros.
V. Dios Hijo, Redentor del mundo.
R. Ten misericordia de nosotros.
V. Dios Espíritu Santo.
R. Ten misericordia de nosotros.
V. Trinidad Santa, un solo Dios.

R. Ten misericordia de nosotros.
V. Santa María.

R. Ruega por nosotros.

V. Señor, ten misericordia de nosotros.

R. Señor, ten misericordia de nosotros.
V. Cristo óyenos.
R. Cristo óyenos.
V. Cristo escúchanos.
R. Cristo escúchanos.
V. Dios, Padre celestial.

R. Ten misericordia de nosotros.
V. Dios Hijo, Redentor del mundo.
R. Ten misericordia de nosotros.
V. Dios Espíritu Santo.
R. Ten misericordia de nosotros.
V. Trinidad Santa, un solo Dios.

R. Ten misericordia de nosotros.


V. Santa María.

R. Ruega por nosotros. (repetir ante cada invocación)

-Santa Madre de Dios

-Santa Virgen de las vírgenes 

-Madre de Cristo

-Madre de la Iglesia

-Madre de la divina gracia 

-Madre purísima

-Madre castísima

-Madre virginal
-Madre sin mancha de pecado
-Madre inmaculada

-Madre amable

-Madre admirable
-Madre del buen consejo 

-Madre del Creador

-Madre del Salvador 

-Virgen prudentísima 

-Virgen digna de veneración 

-Virgen digna de alabanza 

-Virgen poderosa
-Virgen clemente 

-Virgen fiel

-Espejo de justicia 

-Trono de sabiduría 

-Causa de nuestra alegría

-Vaso espiritual
-Vaso digno de honor 

-Vaso insigne de devoción 

-Rosa mística

-Torre de David

-Torre de marfil

-Casa de oro

-Arca de la Alianza

-Puerta del cielo

-Estrella de la mañana 

-Salud de los enfermos
-Refugio de los pecadores

-Consuelo de los afligidos 

-Auxilio de los cristianos 

-Reina de los ángeles

-Reina de los patriarcas 

-Reina de los profetas

-Reina de los apóstoles

-Reina de los mártires

-Reina de los que confiesan su fe
-Reina de las vírgenes 

-Reina de los santos

-Reina concebida sin pecado original
-Reina asunta al cielo

-Reina del Santísimo Rosario

-Reina de la familia

-Reina de la paz

V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.

R. Perdónanos, Señor
V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.
R. Escúchanos, Señor
V. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.

R. Ten misericordia de nosotros.

BAJO TU PROTECCIÓN

Nos acogemos bajo tu protección, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestra necesidad, antes bien, sálvanos siempre de de todos los peligros Virgen gloriosa y bendita.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.

R. Para que seamos dignos de alcanzar la promesas de nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Oración. Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.


Haz click en la imagen y descárgate el Tríptico de las Letanías
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La conversión de una científica https://www.reinadelcielo.org/la-conversion-de-una-cientifica/ Wed, 17 Feb 2021 21:48:26 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25421

La Vida es un regalo. La vida nuestra y la vida de nuestros seres queridos. Qué pena que no lo sintamos cada día con la intensidad que lo sentimos cuando nace un hijo o cuando alguien se cura de una enfermedad que no tiene cura de forma milagrosa. La vida es un regalo y un milagro. Hace unos días estuve en contacto con alguien que tiene una persona cercana, con COVID-19, con la cual se ha visto frecuentemente. Inevitablemente temí contagiarme, yo y mis seres queridos. Temí que alguno de nosotros fuera a enfermar y morir. Y reflexioné de qué me arrepentiría si muero. Sin dudas, de muchas cosas que podría haber hecho mejor, de muchas cosas que podría haber agradecido más, de muchas cosas que podría haber amado más. Pero lo que me surgía una y otra vez, era no haber terminado de escribir mi testimonio de Fe. Lo empecé al inicio de la cuarentena y aún no lo he terminado. Espero que este temor de perder el maravilloso regalo de la Vida me empuje a terminarlo para Gloria de Dios.

Querida Misión de María, Nuestra Señora del Cielo

Hace tiempo que siento en mi corazón el deseo profundo de testimoniar todo lo que significó y significa para mi María, Nuestra Señora del Cielo. A pesar de este enorme y profundo deseo, muchas veces quise sentarme a escribir esta historia, pero por un motivo u otro nunca tenía tiempo o nunca me animaba. Es increíble como encontramos siempre excusas para no ocuparnos de lo realmente importante.

Si tuviera que resumir lo que ocurrió en mi vida desde que la conocí a María, Nuestra Señora del Cielo, creo que las palabras más simples y claras para expresarlo serían ¡ELLA ME CAMBIÓ LA VIDA!

No sé cómo contar la historia, ni siquiera sé cómo empezar, pero confío en que el Espíritu Santo ilumine cada palabra que escriba para transmitir con fidelidad la historia de mi conversión, la historia de mi alma, que aún es una historia que se escribe día a día, pero hace relativamente poco tiempo dio un vuelco increíble y me permitió nacer de nuevo. Creo que agradecer es lo primero que debo hacer. Agradecerle a María por el amor maternal que me da, agradecerle que me haya buscado y me haya sacado de esa vida sin Dios. GRACIAS Reina del Cielo, Gracias por Cambiarme la Vida.

Todo empezó con el amor. Me enamoré de un chico bueno y católico. Aunque él se enamoró más de mí, en un comienzo. Y me invitó a salir. Él ya sabía lo que quería. Quería casarse conmigo. Yo dudaba, pero poco a poco me fui enamorando. Me gustaba pasar el tiempo con él, hablábamos de cosas profundas, pero a veces la razón me nublaba. Esa cruz que tenía colgada del cuello me ponía nerviosa. Para mí en ese momento que Seba fuera católico era algo negativo, me aterraba. Me imaginaba cosas raras, ritos extraños, hipocresía, machismo. Lo único que había escuchado toda mi vida respecto de la iglesia era negativo, ¿por qué debería dudar? Me crie en una familia atea, o más bien, una familia progresista que rechazaba totalmente a la Iglesia católica y todos sus exponentes. La Iglesia, la religión, Jesús y María para mi eran desconocidos. Y lo desconocido da miedo.

Sin embargo, Dios se las ingenia para llegar a los corazones de sus hijos. Busca las maneras y no se da por vencido. Ya había tenido un novio católico. Una relación muy inocente que terminó al tiempito. Nuevamente me había enamorado de un chico católico. Una y otra vez me preguntaba, ¿Cómo puede ser?, habiendo tantos ateos!!!! Pero su corazón y su mente me atraían, conocí a su familia y la luz de Cristo que brillaba en ellos me deslumbró. Pero aún no lo entendía, ni lo veía con esta claridad. Había muchas contradicciones en mi corazón. Eso que yo racionalmente rechazaba, me atraía. No quería ir a lo de Seba porque bendecían la mesa ¡Qué nervios me daban cada vez que era la hora de comer! No sabía ni qué
tenía que hacer. Para cada rincón de la casa que miraba, había un santo, un cuadro de la Virgen, una cruz. Me atraía y lo rechazaba. Sentía Paz en su casa llena de hermosas imágenes religiosas, pero también pensaba con mi mente racional, ¿No será mucho?

Si bien mis padres habían sido formados en colegios cristianos y se habían bautizado y tomado la comunión, mi grado de ignorancia respecto a la religión era desmedido. No sabía nada y lo poco que sabía eran distorsiones, información equivocada de la doctrina, de las tradiciones. Pero yo creía que sabía mucho y hasta opinaba con mucha seguridad sobre temas que ni siquiera entendía. Cuando conocí a Seba tenía 26 años y no sabía el padrenuestro, ni hablar del credo, el avemaría, ni ninguna de las oraciones que ahora rezo fervorosamente. No sabía que era un Santo, no entendía que Navidad era la celebración del Nacimiento de Cristo, para mi Pascuas era un feriado largo y que era una misa superaba todo mi entendimiento. A la iglesia había entrado contadas veces para algún casamiento, pero mi actitud era burlona y superada. Y de la Virgen, ¿Qué sabía yo de ella? ¡¡¡¡Nada!!!! Solo que la gente decía que había una mujer que había tenido un hijo llamado Jesús, siendo virgen. Como mínimo para mí era raro, ¿cómo podía haber gente en el siglo XXI aun creyendo eso Mucho tiempo después entendí que todas esas imágenes eran de la misma María que se aparecía en diversos lugares para llegar al corazón de sus queridos hijos.

En la casa de Seba había algo que me recordaba a la casa de mis padres, había una biblioteca llena de libros. Siempre amé leer desde pequeña. Ir a la biblioteca y elegir algún libro siempre era una aventura para mí. Bastó tener un poco de confianza con la familia de Seba para animarme a acercarme y ver los libros que allí había. Pero esa biblioteca era otra cosa. No era igual a la de la casa de mis padres. Estaba llena de luz y verdad, la vida de santos, testimonios de conversión, libros sobre caridad, sobre el catolicismo. Yo mientras seguía inmersa en mi mar de dudas y buscando respuestas me acerqué. Empecé leyendo libros. Eso sabía hacerlo. No tenía miedo de leer. Nada de lo que leyera podía cambiar mi pensamiento (al menos eso me decía mi mente). Eran simples libros. Y empecé por uno, seguí por otro, y otro más. Primero los más simples, relacionados a la vida matrimonial según el catolicismo. No quería llevarme sorpresas. Ya habíamos decidido casarnos. Sería en una ceremonia mixta entre una atea y un católico. Seba nunca me presionó. Su familia tampoco. Ese respeto enorme por mi individualidad y mi pensamiento me conmovía y me impresionaba. Compartían su Fe, pero no la imponían.

Teníamos un acuerdo claro con Seba. Lo único que él me pedía, lo único que no iba a negociar era el bautismo de nuestros hijos. Después tendríamos que discutir todo. Me parecía razonable. Si bien yo no entendía el sentido del bautismo y ni siquiera estaba bautizada, me parecía lógico ceder si para él era importante.

En 2011 por trabajo tuve que ir a Montreal, Canadá por tres meses. Viajé sola, justo allí vive la prima de Seba, Inés. Ella me hospedó en su casa sin siquiera conocerme. Que increíble su caridad, su paz. Ella también tenía una biblioteca. Nuevamente fui a ese lugar que tanto me gustaba. Agarré un libro pensando que era una novela interesante “La Sombra del Padre” de Jan Dobraczyński. Nunca me imaginé que era la historia de San José. ¡Como me conmovió ese libro y cuanto me ayudó a entender que Navidad era la celebración del Nacimiento de Jesús! Hoy me resulta increíble que no lo hubiera entendido antes. En la casa de mis padres, se celebraba Navidad, siempre ha estado el arbolito y por tradición también el pesebre, pero el centro era la reunión familiar, los regalos, la comida, el brindis. Con tantas cosas, me distraje y nunca lo vi ahí tan pequeño, en el pesebre, al pequeño Niño Dios. Justo, leí la historia de San José, en Montreal, donde se encuentra el Oratorio San José, construido por obra del Santo Hermano André. Con Inés empecé a ir a misa un poco por curiosidad, un poco para conocer la ciudad. Los templos eran hermosos y si bien no entendía nada, porque las misas eran en francés, me gustaba ese momento. Por primera vez, me animé a ir sola al Oratorio. Estaba siempre abierto. Era enorme. Gente de todas partes del mundo arrodilladas ante el mismo Dios. Fue la primera vez que me animé a ir sola a un templo. Sin dudas, era el lugar que más me gustaba de Montreal. Intentaba rezar. En Canadá nadie me conocía. Me sentía libre como para buscarlo a Dios. Al volver a Argentina, eso cambiaba. Aumentaba mi resistencia. ¿Qué pensarían mis amigas si ahora me volvía católica? ¿Qué pensaría mi familia si ahora me volvía católica?

Ocurrió que, en 2012, por trabajo, Seba tenía que ir a Boston por cuatro meses antes de casarnos. Luego, al volver a Argentina, nos casaríamos a los 15 días. Yo vivía sola en Capital, a unas cuadras de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. Por mi trabajo, lo más normal es hacer cursos y capacitaciones. Estando sola en Argentina, pensé “no da que no sepa nada de catolicismo y me case con Seba, tengo que hacer un curso”. Nuevamente, volví al mundo que conocía. Hacer cursos era inofensivo. ¿Qué podía pasar? Fui a la iglesia. ¡Que nervios! Me preguntaba si las iglesias estaban abiertas todo el día, o cerraban. Para mí era imposible identificar si había misa o no adentro. Fui. Entré. Me crucé con una señora muy amable que Dios puso en ese momento y en ese lugar y le pregunté si sabía quién podía informarme sobres cursos. Ella me informó, ya que era la responsable de los cursos de bautismo, y justo había empezado un curso para una chica de mi edad que se estaba por casar. Me dijo, si te queres sumar, nos organizamos y venís con la chica que ya empezó. Claro que iría, y por supuesto le aclaré, yo solo quiero tomar el curso. No me voy a bautizar. Solo quiero saber un poco más de la Fe de mi futuro marido. Que amorosa fue la mujer de todas maneras. Yo esperaba hostilidad y encontré cobijo. El curso duró unos meses, nos encontrábamos las tres en la iglesia y Tony nos enseñaba cosas básicas de religión, de la misa, de rezar, nos transmitía su fervor. Era una enamorada de la Virgen de Medjugorje. Pero qué difícil salir del racionalismo. Cuando lo conocí a Seba no sabía nada de Dios y María, pero era bioquímica y estaba haciendo el doctorado en el desarrollo de nuevas vacunas. La racionalidad dominaba mi corazón y mi mente. Todo muy lindo, me conmueve, me cobija, me emociona, pero….. ¿Virgen?, ¿resurrección? ¿Cómo lo explico?

Ya podía aceptar que dentro de la iglesia hay curas y gente buena. Pero dar el salto de la Fe era mucho más difícil, al menos para mi mente humana. Por eso Ella tenía que intervenir. ¡Ella tenía que cubrirme con su manto maternal para que mis dudas descansaran en su regazo y me abrazara a la conmovedora buena noticia de la Vida Eterna!

Mientras Seba estaba en Boston, Vivi, su mamá, me invitó varias veces a comer por algunos festejos familiares. En esos encuentros aprovechó y me invitó a mi primer cenáculo. Fue en la Iglesia Santa Teresita. Me senté en el banco de la iglesia sin saber mucho que pasaría. Ni siquiera sabía rezar el rosario y aún seguía sin aprender el padrenuestro. Me resuena aún en los oídos la canción “Déjame nacer de nuevo” que sonaba en el cenáculo. ¡Me conmovía tanto! Y me sigue conmoviendo. No puedo describir exactamente cómo fue que me convertí y nací de nuevo, a una vida con esperanza, con sentido, con amor, con caridad, con belleza y por sobre todo, con Vida Eterna. Pero sé que esa canción tuvo mucho que ver. El cenáculo me conmovió. Pasé a la reflexión personal. No sabía ni entendía bien quien era Marta, pero quería estar ahí. Quería quedarme ahí. Pasé y escuché las palabras que Marta pronunciaba, pero no decía ella misma. Palabras que venían del Cielo. Mi mente no retuvo esas palabras, porque fueron directo al alma. Hice un paso, luego de la reflexión personal y lloré sin parar. No sabía ni porque lloraba. Estaba conmovida. Vivi me abrazó sin preguntar nada. Con amor. Ella si sabía lo que estaba viviendo y experimentando. Yo aun no.

Luego, Seba seguía en Boston y fui a la Jornada de Jóvenes 2012, era por la conmemoración a Santa Clara. La Fe de los jóvenes me llenó el alma, tanta alegría, tanta pureza. Todo un día hermoso. Por primera vez me acerqué a un cura que confesaba y le dije que no estaba bautizada pero que quería hablar con él. Me hizo una bendición. Estaba emocionada, conmovida. Cada actividad era mejor. Y para cerrar el cenáculo Oscar hablando de las bienaventuranzas. Al final “el felices los pobres…” no era una herramienta de dominación de los pueblos como había escuchado tantas veces. Cuanto significado tenían esas palabras de Jesús. Finalmente, un testimonio hermoso. Una pareja contó que no podían tener un bebe y que María en un cenáculo después de que los médicos les habían dicho que no había nada para hacer, les regalo la feliz noticia que serían padres. No sabía que tiempo más tarde me pasaría a mí y a mi marido algo similar. Me acuerdo el “será como en Belén, tendrás un bebé” que escuché años más tarde en otro cenáculo y me anunció la llegada de nuestro gran regalo de Dios, nuestro hijo Juan Bautista, después de varios años de búsqueda.

No sé qué día. No lo recuerdo. No sé cómo, no sé por qué. Pero finalmente dije “Me quiero bautizar”. Quiero casarme bautizada. No fue una decisión fácil. Mi racionalidad, la presión social, el qué dirán, seguían haciéndome dudar por momentos, pero algo en mi corazón me empujaba a hacerlo. Y así fue como cuatro días antes de casarme me bauticé, tomé la comunión y me confirmé. Mis padrinos eran los papas de Seba, Vivi y Arturo. Aún recuerdo cómo se emocionaron cuando les dije si querían ser mis padrinos. No podía creer su emoción. Me bautice el 21 de noviembre de 2012, pero aún tenía mucho camino por recorrer para crecer en la Fe. Pero claro, ahora era más fácil actuar para María y Jesús.

También la familia de Seba seguía ayudándome en este camino, la tía Margarita, la hermana de Seba, Luji, todos me regalaban libros hermosos. Ahora iba armando yo, mi propia biblioteca de Luz y Verdad.

Desde el día que me bauticé fui a todos los cenáculos que pude. No quería perderme ninguno. Cada uno me conmovía más, cada uno me ayudaba a crecer más en la Fe. María me iba guiando. Los primeros cenáculos eran todo cobijo, caricias para mi alma que estaba muy dolorida. Pero a medida que iba creciendo en la Fe, los mensajes que recibía también me exigían cada vez más.

Hoy, haciendo memoria, trato de transmitir por qué los cenáculos de la Misión de Nuestra Señora del Cielo fueron tan importantes en mi camino de conversión. Hoy soy otra. Hoy disfruto ir a misa, amo ese momento de encuentro con Jesús en la eucaristía, amo visitar el santísimo expuesto. Es un regalo para mi alma. Pero cuando arranqué este proceso la misa era muy difícil. La misa era como la universidad y yo estaba en jardín de infantes. En cambio, el cenáculo era simple y profundo. Era maternal. Me sentía en mi hogar. Las canciones eran hermosas. Yo no conocía ninguna, las fui aprendiendo poco a poco. Pero me conmovían. Las reflexiones al inicio del cenáculo eran tan fáciles de comprender y pasaban cosas tan extraordinarias. Empecé a invitar a mis amigas y familiares a ir. ¡¡¡Mi mundo ateo tenía que conocer esto!!! No muchos se sumaron, pero algunos sí. Y María también hizo su camino.

Uno de los cenáculos fui con una amiga. ¡Que regalo nos hizo María! Era en un SUM de un edificio de Belgrano. Estuvimos todo el cenáculo muy emocionadas y en un momento dado mi amiga me dice “sentís el olor a rosas, es impresionante”. Yo estaba a menos de medio metro, sentada justo a su lado, pero no sentía nada. Si no era mi gran amiga, nunca lo hubiera creído. María le regalo su perfume a mi amiga y a mí su presencia. Porque sabía que estaba ahí. El perfume que sentía mi amiga yo no lo sentía. Pero María nos hizo el regalo a las dos. A ella el perfume exquisito de su presencia a mí la certeza absoluta de su existencia.

Luego con Sebastián nos fuimos a vivir a Dina Huapi, un pueblito cerca de San Carlos de Bariloche. ¡¡¡¡Cómo iba a extrañar los cenáculos!!!! Una vez viajábamos a Buenos Aires por trabajo y había un cenáculo en capital. Teníamos que ir. Organizamos todo el viaje para llegar justo a aeroparque y del avión ir directo al SUM de un edificio por Belgrano. Que regalo nos hizo la Virgen ese día. Tanto a mi marido como a mí nos anunció la llegada de nuestro hijo. A mí me regaló estas palabras “será como en Belén, tendrás un bebe”.

Mi fe crecía y crecía. Y Jesús se pone más exigente. Sabe lo que es bueno para nosotros y nos pide cada vez más. A su debido tiempo. Cuando sabe que, si seguimos de su mano, vamos a poder responder. Tal como un padre amoroso educa a sus hijos. Una vez fui a un cenáculo y quedé en shock. El cenáculo fue en la sede, en el apoyo, aún no estaba el Santuario construido. Estaba ansiosa por ir. Desde que vivía en Dina Huapi no podía asistir tan seguido, así que cada vez que estaba en Buenos Aires y podía ir, era una fiesta para mi alma. No me acuerdo literalmente las palabras, pero el mensaje era claro debía hacer “una buena confesión”. Casi me muero. Pensaba ¿qué hice?, ¿qué pasó? Y la respuesta era simple. No me gustaba confesarme. No sabía hacerlo (aun ahora no sé si se hacerlo bien). Pero esas palabras me ayudaron tanto a crecer en la Fe. Tratando de entender lo que me quería decir Jesús, entendí que quería que abrazase ese otro sacramento y se valió de sus caminos para lograrlo. Hoy, deseo confesarme. Sufro de no poder hacerlo. Y aunque sigo siendo medio bruta para hacer el examen de conciencia, voy igual. Sé que Jesús está ahí y sabe en qué fallo más que yo misma, y me ayuda a ser mejor cada día.

Y como en todo proceso de conversión, después vinieron las pruebas. Cuando aún no tenía Fe, mi pasión era mi trabajo. Tengo la bendición de tener una gran vocación por lo que hago. Y claro está que Dios me iba a poner la prueba justo ahí. Porque quería estar seguro de que lo elijo a Él por sobre todas las cosas. Trabajo en ciencia, en salud animal. El proyecto más importante en el que trabajo se vincula al desarrollo de una vacuna de nueva generación para una enfermedad muy importante que afecta al ganado. En ese tema hice mi doctorado, un post-doctorado y constituye parte de mi línea de investigación actual. El proyecto tiene todo lo que un investigador puede soñar, buenos resultados, un buen equipo de trabajo y una empresa importante interesada en los resultados con la cual se firmó un convenio para avanzar en la transferencia tecnológica llegado el caso en que la nueva vacuna siga demostrando ser tan promisoria como hasta ahora.

Yo arranqué este trabajo siendo atea. Es más, arranqué este trabajo estando a favor del aborto. Obviamente estaba a favor del aborto antes de conocer a Seba, bah, antes de conocer a Dios, porque seguí estando a favor del aborto aun estando de novia con Seba. Era una representante típica de lo que hoy se llama comúnmente en Argentina “pañuelo verde”. En ese momento no había pañuelos de colores, pero si los pro-aborto y los que estaban en contra. Yo me había criado escuchando que el aborto era un derecho por el cual las mujeres debíamos luchar. Y repetía esa idea. Siempre había fantaseado con tener una gran familia con muchos hijos y no sentía que fuera algo que quisiera hacer o que alguna mujer elegiría, pero me parecía razonable que si se hace es mejor que sea legal y que si una mujer está en la difícil situación de no querer a ese bebe, era lógico que pueda elegir. Ahora me aterra pensar que tenía esos pensamientos en mi mente y mi alma. Pero los tenía y los defendía. Me acuerdo de que una vez fui a la casa de Seba y vi en el auto de su mamá pegado un cartel de “No al aborto” y pensé “que retrograda la mama de Seba”. Hoy a la luz de la Verdad y del Evangelio, comprendo a esa chica que era yo y que gracias a Dios ya no existe. Pero la comprendo profundamente. Era una persona sin Dios, sin Espíritu Santo en su interior y el Espíritu Santo nos llena de sus dones y nos ayuda a entender y comprender. Esa Anita era “la chica diez”. Super aplicada en los estudios, responsable y cumplidora, pero sin el Espíritu Santo no se puede comprender la Verdad. Caía en todas las trampas que el maligno sabe poner a la gente sin Dios. Estaba convencida que si era tan cierto que Dios existía y era tan bueno, entendería y perdonaría todo. Incluso a una mujer que había abortado.

Volviendo a las pruebas de Dios en mi vida y mi trabajo, como mencionaba antes, siempre amé mi trabajo. Para mí es una alegría poder hacer lo que hago y esa alegría no pasa por el dinero que cobro sino porque en el laboratorio y con los experimentos que hago hay un mundo infinito por descubrir. Ahora y a la luz de mi conversión, creo que esa pasión por el mundo científico y académico era también mi escape de un mundo que no me terminaba de cerrar, de un mundo cínico y perverso que no me gustaba. En las células, los procesos se escriben con moléculas químicas. No hay buenos o malos. Hay interacciones fascinantes que comandan la vida. El proyecto de la nueva vacuna empezó cuando era atea, pero creció en paralelo a mi proceso de conversión. Y un día, cuando mi corazón estaba ya enamorado de María, Jesús mismo me quitó una venda que me había tapado los ojos. Pero me la quitó cuando el proyecto ya había alcanzado una dimensión y una escala impresionante, me la quitó cuando estaba en la “cresta de la ola” de mi vida profesional. Dios quería probar si yo lo iba a elegir a Él. Y cuando estábamos por empezar a producir el primer lote piloto para avanzar en las pruebas necesarias para proseguir con el registro de la vacuna, me di cuenta de que todo el desarrollo que YO había hecho era en células humanas derivadas de un ABORTO. Ahora era una Anita de Fe, completamente en contra del aborto. Absolutamente convencida que es un crimen terrible contra Dios y contra la humanidad. Justo era 2018, el año del debate por la legalización del aborto en Argentina, así que de lo único que se hablaba en los medios, en los chats familiares, con amigos era de este tema. Me quería morir. De pronto, toda mi pasión por mi trabajo se transformó en una terrible pesadilla. Quería que todo terminara. Quería renunciar y dedicarme a ser ama de casa. Quería esconderme y no salir nunca más a mi mundo laboral.

Parte del proyecto lo realizamos en Canadá, en el instituto de investigación en Montreal al que ya había ido en 2011. Cuando me di cuenta de todo esto estábamos en Montreal. Recién habíamos llegado. Debíamos estar 9 meses, mi marido, mi hijo y yo. Mi marido por su parte también es investigador y estaba en Montreal también para trabajar. Muchas cosas se habían dado para que se logre este viaje. Muchas. Cuando uno lo ve a los ojos de Dios se da cuenta que Dios quería que estemos ahí. Los viajes de los científicos no siempre son fáciles. Siempre faltan fondos, siempre hay mucha burocracia. Un viaje de dos científicos a dos instituciones diferentes y con un hijo pequeño, todo al mismo tiempo, es una proeza. Ya habíamos estado el año anterior 4 meses y había sido bastante caótico. Esta vez, íbamos por nueve meses. El viaje de mi marido estaba mucho más organizado que el mío. De hecho, yo llegué a Montreal y mi jefe aún no había logrado conseguir los fondos para pagarme la estadía. Habíamos acordado que si no lo conseguía yo no trabajaría durante los 9 meses y renunciaría a la beca post-doctoral que tenía, porque el costo de la guardería de mi hijo era mucho más alto que el estipendio que recibía en la beca post-doctoral. Es muy específico todo lo que estoy contando, pero mi idea es transmitir como Dios nos fue ayudando en cada detalle. Dios sin dudas quería que yo este nuevamente en Canadá.

Esta era la tercera vez que yo iba al mismo laboratorio a trabajar en el mismo proyecto. Había empezado en mi doctorado, luego con un post-doctorado. Los dos viajes anteriores habían sido claramente de investigación y era yo la que había desarrollado todo un sistema para producir la nueva vacuna, moderna, recombinante, segura, pero en células humanas derivadas de un aborto. Este viaje a nivel laboral representaba todo lo que un investigador que se dedica al desarrollo de vacunas puede soñar. Esta vez teníamos que producir 10000 dosis para hacer el primer ensayo en animales para avanzar en el registro de la vacuna. Hasta ahora habíamos hecho producciones de 0,5 L como mucho. Ahora íbamos a producir 10 L en un biorreactor. Una empresa líder en salud animal estaba interesada en el desarrollo y en paralelo al viaje, la institución donde trabajo estaba preparando un convenio de transferencia de tecnología para ser firmado, hecho que sienta las bases de cómo será la transferencia tecnológica en caso de que el desarrollo llegue finalmente al mercado. Tanto en salud animal como en salud humana, de muchos desarrollos que se realizan en el laboratorio de investigación, solo algunos pocos llegan finalmente a convertirse en productos. Son muchas variables las que influyen que algo que es exitoso en la escala de laboratorio logre después un lugar en el mercado. Pero es importante que los acuerdos se firmen cuando ya los desarrollos son promisorios para evitar luego conflictos legales, de patentes y de propiedad intelectual. Es decir, aún falta para que la vacuna que estamos desarrollando llegue a ser un producto, si es que alguna vez ocurre, pero para mí como investigadora estábamos en una instancia muy prometedora. No les pasa a todos.

Ese contexto de éxito profesional, de éxito de lo que podríamos decir de las cosas del mundo era mi contexto cuando me di cuenta de que todo, todo lo que había hecho era en células derivadas de un aborto. ¡Todo lo había hecho yo! Era 100% responsable. Claro está que este desarrollo laboral había arrancado con una Anita atea y proaborto que poco sabia de las cosas de Dios. Pero ¿cómo no me había dado cuenta? Yo que soy hiper precisa en mi trabajo, cómo había pasado por alto semejante detalle. Ahora creo que Dios lo permitió por algo ¡Que poco entendimiento tenemos cuando estamos alejados de Dios!

Todavía me acuerdo el audio que le mandé a Vivi, mi madrina, para contarle lo que estaba viviendo. Fue un audio de 15 minutos. No sabía con quién hablarlo a parte de Seba. Ella y mi padrino me acompañaron en todo momento con su oración. Con su apoyo. Estando en Canadá había organizado con mi marido e Inés, la prima de mi marido que vive en Montreal hace muchos años, juntarnos a rezar el Rosario con María, Nuestra Señora del Cielo. Fue así como empecé también a formar parte del grupo de WhatsApp de Nuestra Señora del Cielo. Que bendición. En ese momento de tanta prueba espiritual cada vez que escuchaba que llegaba un audio de Marta o de Oscar, frenaba todo lo que estaba haciendo para escucharlo. Me reconfortaba el alma, me formaba.

Entonces el panorama era este: estaba en Canadá, debía estar allí por nueve meses para avanzar en la vacuna y quería renunciar a mi trabajo. Quería que todo terminara. Con mi marido pensábamos opciones, su Fe es enorme y siempre supo que Jesús estaba de nuestro lado y podríamos superar esta situación. No sabía ni cómo ni de qué forma, pero me repetía, vas a ver que en Navidad vamos a estar festejando el nacimiento de Jesús. Faltaban nueve meses para Navidad, yo no veía salida. Fueron nueve meses terribles para mí. Trataba de conservar la paz para estar bien para mi hijo y para mi familia, pero me sentía muy atribulada. Me pasaban cosas y tenía sentimientos perturbadores. Sentía el mal en una forma muy fuerte. Es muy difícil de describir en un papel lo que sentí en un primer momento. Incluso estos sentimientos de perturbación habían empezado antes de darme cuenta de que estaba trabajando con células humanas derivadas de un aborto. Habían empezado cuando llegamos a Canadá por tercera vez. Tenía sueños espantosos y me acuerdo una vez le conté a Vivi y ella me consoló diciéndome que el Padre Pio decía que si uno es atacado por el maligno es una buena señal de que vamos por el buen camino. Quería ir a la Iglesia, y estaba en Canadá. Pobre Canadá, pobres canadienses. Tantos templos cerrados, tantos templos convertidos en gimnasios, espacios recreativos, edificios. Gracias a Dios está el Oratorio San José. Íbamos prácticamente cada semana. Ahora, a diferencia del 2011, cuando lo conocí por primera vez, ansiaba llegar a la misa.

Me acuerdo el día que con mi marido nos dimos cuenta de que estaba trabajando con células de aborto. Nuestro hijo dormía. Estábamos en el living de nuestro recién alquilado departamento en Montreal, prácticamente vacío de muebles porque aún no teníamos muchas cosas. Hablando del aborto, de las líneas celulares y mi marido me pregunta: ¿y las células que vos usas de dónde vienen? Sabía que eran humanas, pero no le pude responder en forma inmediata porque me surgió la duda. HEK 293 se denominan comúnmente. Pensé un segundo y le dije: “Human Embrionic Kidney”. Mientras pronunciábamos las palabras en inglés ambos quedamos con cara de horror. El velo había caído. El mismo nombre escondido detrás de unas simples siglas nos había dicho todo. Mi corazón latía a mil por hora. ¿Qué podía hacer ahora? Empecé a sentirme completamente pecadora, sentía que yo misma había abortado a ese bebé. Empezamos a leer la historia detrás de esta línea celular para conocer un poco cómo se había originado. Procede de un laboratorio holandés donde hace muchos años a partir de tejidos de un bebe abortado se estableció la línea celular. Empezamos a buscar que dice la iglesia en relación con este tema. ¿Era pecado todo lo que yo había hecho? ¿O no era pecado? Mi corazón se sentía terrible. Y yo que no sabía confesarme, que no me gustaba confesarme. Y las palabras de cenáculo resonaron en mi corazón nuevamente “Tenes que hacer una buena confesión”. ¡Pero qué difícil acercarme a este sacramento en inglés! Por más que ya era la tercera vez que iba a Canadá, mi inglés es medio. A nivel laboral tengo mucho vocabulario y me manejo bien, pero confesarse en inglés es otra cosa. No sabía ni cómo explicarle a un cura todo esto. Ni siquiera sabía que decirle. Pero todo esto ciertamente me llevo al confesionario. En Canadá empecé a ir a confesarme todo el tiempo. No podía explicarle todo porque no me salían las palabras, pero iba. Y decía lo que me salía y le pedía a Dios que me perdone, por trabajar con esas células, por mi inglés, por todo. Solo quería que Dios me perdone.

Mi primera reacción al darme cuenta de que estaba trabajando con células de aborto fue querer renunciar. Huir. Escaparme. Claramente no era una inspiración del Espíritu Santo. Sino del otro que estaba gobernando mi alma con el temor, el miedo y la culpa. El trabajo ya estaba hecho. Si yo renunciaba nada cambiaba la historia. El desarrollo ya estaba hecho, ahora faltaba escalarlo, evaluarlo en más especies. Yo ya no era indispensable en el proyecto. Para cambiar la historia necesitaba Fe. Necesitaba que Jesús tomara el proyecto en sus manos. Porque solo el escribe derecho sobre renglón torcido. Me aferré a Dios. Rezaba el rosario todos los días, iba a misa y a confesarme siempre que podía y me entregué a la Fe como quien salta al vacío, pero con la certeza absoluta que ahí iba a estar Jesús para sostenerme.

También sabía que Dios no da batallas con trampas. Yo podía cambiar los resultados, modificarlos ilícitamente. Pero ni mi alma ni mi conciencia me lo permitían. En el laboratorio en el que trabajé en Canadá también se usan otras células que derivan de hámster, células CHO. Esas no tienen ningún problema ético ni moral. Nosotros en nuestro primer año de trabajo en el proyecto las habíamos usado, pero las habíamos descartado sin mucho fundamento técnico. ¡Ahora surgían como la alternativa! Pero tenía que convencer a mis dos jefes, el de Argentina y el de Canadá y a la gente de la empresa. ¿Cómo podía hacerlo? Si les hablaba del aborto, de Dios y de la ética, lo más probable era que me tildarán de fanática y no lograría el objetivo.

En forma providencial también resonaban en mis oídos las palabras del evangelio que muchas veces Vivi me había dicho “Hay que ser mansos como corderos y astutos como serpientes”. Mas que nunca tenía que grabarlo en mi corazón y en mi mente. El ámbito científico está dominado por voces ateas. ¿Para qué necesitamos a Dios, si los científicos creamos vida? No es mi manera de ver el mundo, pero soy plenamente consciente que hay mucho de esto en mi entorno.

Empecé a leer, buscar justificaciones racionales de por qué teníamos que retomar la investigación con las células CHO. Providencialmente también en el grupo de Canadá habían realizado dos nuevos desarrollos en células CHO que nunca habíamos explorado aún. Pero la prisa por llegar al mercado en los desarrollos tecnológicos hace que a veces se ponga un freno a la investigación para pasar a la transferencia. Esta vez, yo estaba en Canadá para hacer el lote piloto para las primeras pruebas de registro. Nadie quería seguir en etapa de investigación. Todos ansían por ver el producto en el mercado. En un conjunto de hechos que se fueron sucediendo acordamos con mi jefe de Canadá y mi jefe de Argentina evaluar las nuevas alternativas de producción de células CHO. La gente de la empresa se resistía a cambiar de las células HEK a las CHO. Eso complicaba las cosas. Fuimos paso a paso. Digo fuimos porque no fui yo sola, estaba mi familia acompañándome y sobre todo Jesús al lado mío.

Como dicen los americanos, Long story, short: para no hacer interminable el testimonio puedo contar que fueron 9 meses de martirio. Mi pasión por el trabajo se transformó en un suplicio. Empezamos a probar las alternativas en CHO en paralelo a que cumplía todos los objetivos que ya tenía planteados en la línea humana para la estadía de 9 meses, que de por sí ya eran muchos. Solo porque Jesús estuvo conmigo en el laboratorio pude hacer todo lo que hice. Trabajé el triple de lo que tenía que trabajar originalmente, tratando de no descuidar a mi marido y mi hijo de 2 años. Me dolían las manos de trabajar (pipetear, como se dice en el laboratorio). El tiempo en el que no pensaba en el trabajo, rezaba. Cuando llegaba al laboratorio, pensaba en Jesús y le rezaba “Que mis manos sean tus manos, que mi mente sea tu mente”. Y a pesar de lo que estaba viviendo, sentía que Jesús estaba conmigo en el laboratorio. En los nueve meses, todos los resultados en HEK, la línea celular humana, daban excelentes. Todo perfecto. Yo le pedía a Dios que las cosas me salieran mal (aunque ponía todo mi empeño en hacerlas bien). No me importaba la humillación de decirle a mi jefe que algo había salido mal. Prefería eso, a tener que cargar sobre mí el peso de haber hecho una vacuna en células humanas derivadas de un aborto. Pero Dios no quería eso. Todo salía perfecto. Me felicitaban todo el tiempo. Yo me quería meter bajo tierra. Fue un buen ejercicio para la vanidad y el orgullo. Eso que generaba felicitaciones en el mundo, en mi interior, en mi alma, en mi relación con Jesús, a mí me estaba avergonzando terriblemente. Los meses avanzaban y las cosas no parecían ir bien. Pero con mi marido confiábamos. Y lo menciono porque fue su enorme Fe la que me ayudaba día a día. Y María, Nuestra Señora del Cielo, con su grupo de WhatsApp. ¡Cuanto sostén espiritual recibí en cada audio de Marta y Oscar! En mi ignorancia, sus palabras claras y sencillas me ayudaban a crecer en la Fe. Y fue de la mano de María que llegué a Jesús. Primero Ella me cambio la Vida, y luego Él me la transformó completamente.

Ya era diciembre. La primera semana de enero volvíamos a Argentina y fue en ese mes tan especial que las cosas empezaron a cambiar. Luego de mucho trabajo los primeros resultados promisorios en las células de hámster empezaron a aparecer y cuando aparecieron, fueron imbatibles. ¡Porque Jesús hace nuevas todas las cosas! Los resultados en las células de hámster, con las nuevas tecnologías que exploramos, fueron muy superiores y derribaron a las células humanas, que quedaron en la historia del proyecto.

En mi corazón siento que toda esta prueba que Dios me puso en mi gran pasión por el trabajo fue la forma de llevarme a Jesús. En ese viaje a Canadá en 2018, a María, la amaba. San José también ya estaba en mi corazón. Y el santo hermano André también. Pero Jesús me costaba más. Verlo clavado en la cruz no me era simple. María me cobijaba, pero Jesús seguía siendo un poco lejano para mí. Esta prueba me llevo directo a su Pasión, a su Sagrado Corazón, y abrazando mi cruz, abracé su cruz.

Volví a Argentina y finalmente llegaron las buenas confesiones. En Canadá, cuando vivía toda esta situación, quería confesarme. Iba a la iglesia, me confesaba, pero como podía. Decía en inglés las cosas que me salían y entendía solo parte de lo que el sacerdote me decía. A pesar de esto, sentía mucha paz luego de confesarme. Nuevamente donde esperaba encontrar un dedo acusador, encontré el abrazo del mismísimo Jesús. Finalmente entendí lo que es una buena confesión, luego de vivirla. Para eso debía esperar. Pero ocurrieron, no una, varias buenas confesiones de la mano del Padre Jorge de la Parroquia La Inmaculada Concepción de San Carlos de Bariloche y del Padre Fernando de la Parroquia San José de Dina Huapi. Benditos sean nuestros sacerdotes. Benditos sean esas personas consagradas que antes de todo este proceso de conversión me generaban tanto rechazo, tanto miedo.

Mis padres decidieron no bautizarme porque creyeron que era lo mejor para mí, para que pudiera elegir yo misma mi religión. Pero no podemos amar ni elegir lo que no conocemos. La mayor libertad de mi alma la encontré en el reconocerme y aceptarme como una hija muy amada de Dios. A mi hijo Juan Bautista lo bautizamos al poco tiempo de nacer. Sintiendo con total certeza en mi alma, en mi corazón, en mi mente y en todo mi ser, que el bautismo y la Fe católica es el mejor regalo que le puedo dar a mi hijo.

Escribiría miles de hojas con detalles y vivencias, con momentos y anécdotas, con sucesos extraordinarios y personas que marcaron mi conversión, pero solo quiero a través de estas palabras testimoniar de qué manera María, Nuestra Señora del Cielo, me tomo de su mano y me cambió la vida, y con la enorme humildad de la Madre de Dios me llevó directo al Corazón de su hijo Jesús.

Ana Clara


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La oración cambió y liberó la vida de Raquel Gómez https://www.reinadelcielo.org/la-oracion-cambio-y-libero-la-vida-de-raquel-gomez/ Tue, 19 Jan 2021 15:18:04 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25310 Hola, soy Raquel y resido en España… He venido a daros las gracias por la gran labor qué hacéis!

Hace casi un año me volví loca, si, lo que leen, loca… Durante muchos años practique magia blanca, rituales de la Nueva era, meditaciones indias y demás… Y llegué a volverme loca, cuando empecé a querer abrir lo que llaman el “tercer ojo” que a día de hoy se que no existe y que es algo maligno… Fui al psicólogo, incluso en ambulancia por ataques de ansiedad, no sabía que me pasaba, probé de todo, que si mensajes positivos, libros de autoayuda… Pero todo volvía como siempre… Hasta que un día busque una oración católica para curarme.

Todo se fue, me encontré mejor y obtuve claridad. Empecé a desear orar cada día, cada vez más, porque vi lo milagrosas que fueron. ¡Estás en mi vida! Al principio rezaba y Dios, tan misericordioso, y Jesús, el cual al pronunciar su nombre en aquella oración, me dio la tranquilidad y la cordura más grande que jamás pude olvidar…

Después de esa oración, me topé con esta página (www.reinadelcielo.org) y empecé a rezar las oraciones de sanación y liberación que poniais ahí, por la mañana y por la noche, todo empezó a cambiar poco a poco, pero a la vez super rápido, tanto que hoy puedo testificar que Jesús y María, me han curado!!! Tan agradecida estoy para con ellos! Y con vosotros, por qué entrando en esta página, leyendo sobre testimonios y demás, me abrí camino en el camino de la conversión, Me dieron la gracia de ver cada pecado que cometí, de arrepentirme y llorar fuertemente!! Que viaje tan hermoso empezó ahí!!

A día de hoy, aún me queda mucho camino para llegar a la santidad y a la perfección que ellos nos piden a todos, pero desde luego algo puedo decir y gritar muy alto, LA MISERICORDIA DE DIOS ES ENORME! Os agradezco a todos los que participais en esta página por todo lo que publicais, para mí fuisteis luz en mi camino, vuestras oraciones me ayudaron mucho y Dios, Jesús y María os bendigan por ello.

Mi testimonio es uno entre millones, y puede que sea un granito pequeño… Cuento esto a mis allegados y muchos no me creen, pero se que vosotros lo podréis ver y deseo a cada persona que entre en esta página, que Dios les conceda salud mental, física y espiritual! Gracias por hacercarme a nuestra Madre María y a nuestro señor Jesucristo! Si para mi hubo milagros y sanación, algo que ni la medicina me dio, para el resto del mundo también!!❤

Una vez más, Gracias de corazón hermanos✨🌺❤

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Testimonio de Raquel Gómez


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«La última unción» el New York Times sorprende hablando de la «Unción de los Enfermos» https://www.reinadelcielo.org/la-ultima-uncion-el-new-york-times-sorprende-hablando-de-la-uncion-de-los-enfermos/ Fri, 12 Jun 2020 07:01:13 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24639 El New York Times, que no suele ser un periódico amable con la Iglesia católica, ha sorprendido a muchos esta semana con un artículo el 6 de junio detallando el sacramento de la unción de los enfermos y la asistencia de muchos sacerdotes a los moribundos en el contexto del coronavirus, que en la enorme ciudad ha contagiado a más de 200.000 personas y ha causado la muerte de más de 17.000.

El extenso reportaje, firmado por Elizabeth Dias y con hermosas fotografías de Ryan Christopher Jones, se inicia recordando la enseñanza bíblica de la Carta de Santiago: “¿Hay enfermos entre vosotros? Que llamen a los presbíteros de la Iglesia, y que los presbíteros recen sobre ellos, ungiéndoles con aceite. La oración con fe salvará a los enfermos. Si han cometido pecados, sus pecados quedarán perdonados”.

Rezar entre los tubos del enfermo

Pero en tiempos de aislamiento por coronavirus, el rito físico de acercarse a ungir con aceite e imponer manos se ha complicado. El padre Ryan Connors, en el Elizabeth’s Medical Center, pone el aceite bendecido en bolas de algodón y usa fotocopias de los textos litúrgicos para rezar entre los tubos del enfermo, del que sólo sabe su nombre y que la familia lo ha solicitado. La hija del enfermo lo sigue por una pantalla, en otro edificio, y toma de la mano a una compañera de trabajo.

“Durante la pandemia de 1918, muchas iglesias cerraron sin servicios, pero no había duda de que los ministros podían visitar a los moribundos. Un siglo atrás, los sacerdotes respondían a las llamadas de los enfermos de día y de noche, según registraba un periódico católico de la época. Hoy, las enfermeras y doctores, no las familias o líderes espirituales, es más probable que sean testigos de la muerte de una persona”, dice el artículo.

En Boston, más hospitales dejan entrar a los sacerdotes

En Boston, el cardenal O’Malley ha designado un equipo de 21 sacerdotes para que se entrenen y acudan de forma segura a la unción de los enfermos de covid-19. Es una ciudad con mucha tradición católica y muchos de sus hospitales dejan acudir a los sacerdotes que cumplen las normas adecuadas. En otras ciudades de EEUU no les dejan entrar.

El artículo detalla que los ritos finales son en realidad 3 rituales: una confesión final con perdón de los pecados, la unción de los enfermos con aceite e imposición de manos y el poder comulgar. El texto recuerda que Jesús imponía las manos para curar a los enfermos.

El reportaje recoge varios testimonios de familias golpeadas por la enfermedad. Dunia Barrios, que no es católica, hizo venir a un sacerdote cuando su padre llevaba ya 2 semanas entubado y sedado, porque él sí lo era. Incluso si el enfermo está inconsciente, plantea, “a veces te preguntas, desde un punto de vista religioso, ¿cuán inconscientes están? ¿Pueden realmente oírte? La ciencia te dirá algo, pero hay algo más que ciencia.”

La familia de Elvira Arbusto, que murió sola en una residencia en abril, con 95 años, explica su sufrimiento sabiendo que ella moría a solas, sin conseguir ni introducir un sacerdote ni conectar por vídeo o internet.

A veces, el enfermo se cura

Otro caso es el de la familia de Addis Dempsey, sedado y entubado en Saint Elizabeth, cuando el padre Bill Williams le aplicó la unción de los enfermos a principios de mayo. “No es magia, es una llamada de los fieles a Dios, diciéndole, ¡Dios, necesitamos un abrazo ahora mismo!”, explicaba el padre a los parientes. Pero el caso es que pocos días después Addis Dempsey estaba desentubado y ya podía hablar por teléfono. Su familia cree que Dios ayudó en su recuperación.

El padre Barnes comenta al periódico: “a menudo piensas ‘esta persona va a estar en el cielo después de hablar conmigo’”. Los últimos ritos se aplican en estos casos a aquellos que están a punto de cruzar el umbral a la otra vida. “Es el momento más significativo, el que nos define, cómo morimos”.

Vivir bien es prepararse para la muerte

El padre Thomas Macdonald tiene la experiencia de que con frecuencia las enfermeras se unen a rezar con él por los pacientes en cuidados intensivos. “Vivir bien requiere prepararse para la muerte, reconocer que la muerte es parte de nuestro destino humano. Sin creer en Dios, sin creer en un propósito verdadero para nuestra vida, no sé como se hará”, comenta.

El reportaje finaliza detallando la oración del padre Connors con el señor Barrios inconsciente, que moriría tres semanas después. Una lectura del Evangelio de Mateo (“venid a mí los cansados y agobiados”), una absolución del pecado, la bola de algodón con aceite en la frente, las palabras… “Con esta santa unción, que el Señor en su amor y clemencia te ayuden con la Gracia del Espíritu Santo”. El algodón más adelante será quemado. Finaliza con una petición a la Virgen: “Santa María, Madre Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén”.

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Fuente: Religión en Libertad


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El famoso cantante, José María Cano, celebra ser cristiano y dice: «Para rezar no hay que ser prudentes» https://www.reinadelcielo.org/el-famoso-cantante-jose-maria-cano-celebra-ser-cristiano-y-dice-para-rezar-no-hay-que-ser-prudentes/ Fri, 24 Apr 2020 19:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24434 Desde que comenzó la pandemia de coronavirus se ha apelado desde de manera masiva a la prudencia, a la unidad y a la esperanza, sin duda elementos necesarios en este momento crítico en el que tan sólo en España ya hay más de 21.000 muertos “oficialmente” diagnosticados más otros 11.000 fallecidos con los mismos síntomas en residencias y domicilios. Sin embargo, exceptuando desde el ámbito eclesial apenas se ha hecho un llamamiento a la oración, pese a que España es un país que en su mayoría se sigue declarando católico, y donde el trabajo de los sacerdotes en esta crisis está siendo reconocido muy positivamente por la ciudadanía y ya también por muchos grandes medios.

Sobre este aspecto ha hablado José María Cano, músico, compositor y pintor, y miembro fundador de Mecano, el que fuera el grupo de pop más importante de España. Este artista tenía previsto participar el próximo 27 de abril en una nueva edición de “Diálogos de la Catedral” en el gran templo gótico de Burgos donde iba a reflexionar sobre la importancia de la Belleza para el ser humano. Pero debido a la pandemia se ha tenido que suspender.

“Para rezar no hay que ser prudentes”

Cano no ha querido dejar pasar esta oportunidad y se ha puesto en contacto con el Arzobispado de Burgos para ofrecerles un detalle y para hacer una reflexión sobre la situación actual.

Mecano marcó durante años el panorama musical español. A la izquierda, José María Cano, junto a Ana Torroja y Nacho Cano

De hecho, para el ahora pintor de éxito internacional el pasaje del libro del Éxodo en el que los israelitas aguardan encerrados en sus casas rezando esperando que pase la plaga exterminadora en Egipto es una buena metáfora para estos días en los que el estado de alarma mantiene confinados a millones de españoles en sus hogares.

José María Cano señala que “se nos está pidiendo mucho que seamos prudentes, que nos pongamos mascarillas y nos lavemos las manos con frecuencia” pero recuerda que son “pocos los que nos invitan a rezar”.

“Hay que ser prudentes en la expansión del virus, pero para rezar no hay que ser prudentes”, sentencia el exmiembro de Mecano.

Relanza un vídeo con el Padre Nuestro para invitar a rezar

Por esto mismo, José María Cano ha reeditado un vídeo con una de sus composiciones, un Padre Nuestro que la difunta Montserrat Caballé interpretó ante Benedicto XVI en su visita a España en 2006.

En el vídeo también aparece el Papa Francisco rezando esta oración en latín. Él mismo se ha encargado de escribir al Santo Padre explicándole su proyecto y cediéndole los derechos de autor para su difusión. “En apenas cinco minutos rezamos dos veces esta oración y, en estos días, es importante que podamos hacerlo todos en casa”, indica Cano desde su residencia en Londres.

Y por ello Cano también se puso en contacto con la diócesis de Burgos compartiendo este vídeo, con el deseo de que los burgaleses puedan difundirlo a través de las redes sociales. “Hay total libertad en la difusión. Lo único que deseo es que la gente pueda rezar con más intensidad durante estos días”.

La “búsqueda espiritual” 

Mecano acabó desapareciendo después de que José María decidiese abandonar el grupo tras el diagnóstico de síndrome de Asperger de su hijo, al que quería dedicar todo su tiempo. Durante estos años, Cano ha ido alimentando su fe en Dios, es católico y la espiritualidad es en este momento una parte central de su vida y también de su obra.

José María Cano, en la catedral de Toledo, presentando su colección de pinturas “Apostolado”

En una pasada entrevista en El Mundo, José María Cano se alejaba de la corrección política que en muchas ocasiones encadena a los personajes de su gremio. ¿Qué lugar ocupa para usted la religión?, le preguntaban.

“Central”, respondía, y explicaba que “el cristianismo, aparte de ser la referencia que cultural y tradicionalmente me resulta natural, me parece un buen camino”.

“La Iglesia, cuanto más cristiana ha sido, más perseguida ha estado”

Además, explicaba que “hoy en día si dices que eres cristiano no vendes una escoba. Pero el cristianismo bien entendido siempre ha estado perseguido. A veces por la propia Iglesia. Y a su vez, la Iglesia, cuanto más cristiana ha sido, más perseguida ha estado.”

Además de su éxito en la música José María Cano se ha convertido en un pintor de renombre y muy cotizado en la escena internacional. Esto no ha impedido que a la hora de realizar sus obras se esté dejando llevar por esta pasión por el cristianismo, que tanto está marcando su vida.

De hecho, pocas semanas antes de que el coronavirus generara el caos en España presentó en la sacristía de la catedral primada de Toledo su exposición“Apostolado”, doce “retratos espirituales” de los apóstoles que pintó entre 2015 y 2019 durante su “búsqueda espiritual”, como confesó en la presentación.

“Celebro ser cristiano”

Celebro estar hoy aquí con ustedes, celebro estar vivo, celebro ser cristiano y que Dios les bendiga mucho”, dijo ante los presentes. Y explicó que los apóstoles a los que representó “generaron toda esta dinámica que nos trae hoy a estar aquí”, pues son “el hilo conductor entre ese personaje que mataron los romanos de manera ejemplarizante, para que sus seguidores entendieran que tenían que abandonar ese camino. Pero no fue así”. Al contrario, “mantuvieron vivo el mensaje de amor de Jesús cuando ser cristiano se pagaba con la muerte”.

Igualmente, también se ha podido ver a José María Cano cantando en iglesias de Madrid, como en las navidades de 2018, cuando interpretó en San Antonio de los Alemanes Climb every mountain con su hijo Daniel al teclado. Se trataba de un tema del musical (1959) y película (1965) The sound of music {Sonrisas y lágrimas}, que interpreta la monja superiora para animar a la protagonista (Julie Andrews en el film dirigido por Robert Wise) a buscar el sentido de su vida y seguir sus sueños.

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Fuente: Religión en Libertad


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El “Ave María”, oración de la Pascua https://www.reinadelcielo.org/el-ave-maria-oracion-de-la-pascua/ Fri, 03 May 2019 18:42:45 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=22095 ]]> De cara a la Pascua, el obispo de Jaén, monseñor Amadeo Rodríguez Magro, ha escrito una carta a los fieles de su Diócesis en los que explica el estrecho vínculo que existe entre la Virgen María y el tiempo pascual, entre el Santo Rosario y la Resurrección. Este es el escrito profundamente mariano realizado por el prelado de la diócesis andaluza:

“Dios te Salve María…”

Este saludo de Dios llenó de vida, definitivamente, el corazón de María. Una vez que escuchó estas palabras de Arcángel Gabriel, ya todo lo que después de llegar a los oídos de la Santísima Virgen tuvo el mismo sonido y le puso el mismo tono a su alma. Todo lo que la Madre vivió al lado del Hijo de sus entrañas purísimas, siempre tuvo la misma sensación espiritual que le dejó ese saludo, que era una invitación a vivir en la confianza de que Dios estaba con Ella y en Ella.

Al escuchar “Dios te salve, María”, le llegue de quien le llegue, la estremece y la enternece, porque fue así como empezó a ser Madre, como inició su itinerario vital como Madre de Jesús y Madre nuestra.  Por eso, desde entonces, María tuvo la conciencia clara de que la gracia de Dios estaba con Ella y de que todo lo que le sucedía era salvador, porque su vida estaba santificada y enriquecida de gracia, en previsión de los méritos de su Hijo. Por eso, desde el saludo de Isabel, no sólo los cristianos, sino también la Virgen, unen el saludo del Arcángel: “Bendito el fruto de tu vientre, Jesús”.

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Se puede decir, que las palabras que le dirigimos a la Virgen, repitiendo el saludo del Ángel Gabriel y el de su prima Isabel, con el kerigma, son las mismas que escuchó la Virgen María. Fue así como a Ella le llegó la buena noticia, como conoció el amor entrañable de Dios para Ella y para toda la humanidad. Fue así como se inició el misterio de la encarnación redentora de su Hijo Jesucristo. El misterio pascual del grano de trigo que cae en tierra, muere y da fruto de vida y resurrección, estaba anunciado en este saludo, dirigido a quien sería el seno y el corazón de este maravilloso misterio de amor.

Por eso, el Ave María es fundamentalmente la oración de la Pascua, que es el tiempo de la maternidad de la Virgen en Cristo Resucitado, para todos nosotros. Lo que escuchó en la Cruz María Dolorosa, de labios de su Hijo, María consolada lo ejerció con los apóstoles y la Iglesia naciente. Renovar este saludo desde nuestro corazón feliz por la resurrección del Hijo de María nos alentará a todos nosotros a confesar a Cristo Resucitado, corazón de la fe.

Así lo vamos a hacer, de tantas maneras, en cada una de las fiestas en las que nos encontraremos con la Virgen, en este tiempo de Pascua. Cada una de las advocaciones será una ocasión para apuntalar en nosotros la alegría de la fe. Cada una de ellas, me gustaría recordarlas a todas, será una ocasión para que se fortalezca nuestro amor a María y el seguimiento a Jesucristo, su Hijo. Si no os molesta a las demás – estoy seguro de que no – recuerdo, como es natural, la celebración de la Madre de toda la Diócesis, la Santísima Virgen de la Cabeza, a la que celebraremos el día 28 de abril.

En este año de la Misión Diocesana algunas parroquias han situado en la Pascua su actividad misionera, otras, sin embargo, ya habrán finalizado todo el recorrido de este sueño en el que está inmersa nuestra Iglesia de Jaén. A unas y a otras les pido, en un caso que refuercen y, en otro, que renueven el encuentro con el Señor ante la Santísima Virgen, Madre de todos: de los que habéis sido misioneros y de aquellos a los que la misión permanente de la Iglesia nos envía y nos sigue enviando siempre.

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Para esta Pascua Misionera, me vais a permitir un consejo mariano especial: REZAD EL SANTO ROSARIO. No hay una oración que nos acerque más a Cristo, que nos lleve a un encuentro con Él y, por tanto, que sea más misionera. Poco a poco, ave maría, a ave maría, irá cayendo, cada día, en nuestro corazón el precioso rocío de la vida en Cristo, contemplada desde la Santísima Virgen. San Juan Pablo II nos escribió una preciosa carta apostólica, en la que nos dice que el Santo Rosario, “en su sencillez y profundidad, sigue siendo también en este tercer Milenio una oración de gran significado, destinada a producir frutos de santidad”. Y continúa el Santo Papa: “Se encuadra bien en el camino espiritual de un cristianismo que, después de dos mil años, no ha perdido nada de la novedad de los orígenes, y se siente empujado por el Espíritu de Dios a «remar mar adentro» (duc in altum!), para anunciar, más aún, ‘proclamar’ a Cristo al mundo como Señor y Salvador, «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn14, 6).

El Santo Rosario es misionero, es un precioso acto de piedad para crecer, desde el corazón materno de la Virgen, en la alegría de evangelizar, de anunciar a Jesucristo. Por eso, D.m., voy a encabezar una peregrinación diocesana al Santuario de Fátima, para pedirle, a la que invitó a los tres pastorcitos a rezar el Rosario, que nos aliente a todos los diocesanos en el ardor misionero.

Si os aplicáis en la práctica del rezo del Santo Rosario, enseguida descubriréis que se va afianzando en nosotros la relación con Cristo y crece nuestra condición de discípulos misioneros, eso que estamos aprendiendo a ser, ya para siempre, en este año de la Misión Diocesana de Jaén. Todo se hará, eso sí, con la mirada contemplativa de María. El Santo Rosario se reza con María y se dirige a Jesucristo.

Este itinerario catequético del Rosario, el que nos lleva a ser discípulos misioneros, nos lo recuerda con una preciosa hondura, que os invito a leer y meditar, la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, que os he citado. Lo describe así:

El Rosario es RECORDAR; María nos enseña a traer al hoy de nuestra vida los acontecimientos de la de su Hijo Jesucristo. Cada uno de los misterios de evocan, bien sean los gozosos, los gloriosos, los dolorosos y los luminosos. El rosario es una meditación sobre Cristo con María.

El Rosario es COMPRENDER; con María nos acercamos al conocimiento de Cristo para entrar en lo profundo del misterio de su vida. La Virgen, que conoce mejor que nadie en Jesús, nos va llevando en cada misterio al conocimiento pleno de la verdad a lo largo de todo el recorrido de su vida.

El Rosario es CONFIGURARSE A CRISTO; con María nos abrimos a un camino de adhesión creciente a Él, y nos vamos orientando cada día más en los comportamientos de discípulo, según la “lógica” de Cristo. “Tened entre vosotros los mismos sentimientos de Cristo” (Flp 2,5).

El Rosario es ROGAR A CRISTO; con María, que apoya la oración que Cristo y el Espíritu hacen brotar en nuestros corazones, tenemos al orar todo el apoyo que necesitamos. Así quiso Jesús que fuera, al permitir la intercesión de su Madre en las bodas de Caná de Galilea. “No tienen vino”. María se hace desde entonces ante Jesús de las necesidades humanas.

El Rosario es ANUNCIAR A CRISTO; con María los cristianos acogemos el envío misionero de Jesús a sus apóstoles y lo anunciamos en su misterio pascual, en su muerte y resurrección. El rosario tiene una gran fuerza y es un precioso recurso en la acción de todo evangelizador y en la vida pastoral de una Iglesia evangelizada.

Esta es mi propuesta, querido devotos y cofrades: que en la Pascua celebréis, con María, la Gloria Resucitada de Cristo. Si queréis vivir con hondura los misterios de Cristo, en especial el de la Pascua de Resurrección, entrad con la tradición de la Iglesia en este precioso acto de piedad, que con toda seguridad os llevará a la contemplación del rostro de Jesucristo resucitado y, por supuesto, nos dará la fuerza para ser misioneros suyos entre nuestros hermanos.

En cada romería, en cada peregrinación, en cada familia, en cada cristiano, sólo o en comunidad, el Rosario será una invitación a crecer en el fervor apostólico y misionero. Hacedlo siempre con la alegría de la Pascua.

Termino dirigiéndome a cada una de las advocaciones marianas de la Diócesis de Jaén con esta oración con la que los católicos del mundo le rezamos en este tiempo Pascual.

G: Reina del cielo, alégrate, aleluya.
T: Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.

G: Ha resucitado según su palabra, aleluya.
T: Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

G: Goza y alégrate Virgen María, aleluya.
T: Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.

Oremos:
Oh Dios, que, por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

+ Amadeo Rodríguez Magro
Obispo de Jaén

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Fuente: Cari Filii


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La Virgen lo salvó, estando a punto de morir en Vietnam https://www.reinadelcielo.org/la-virgen-lo-salvo-estando-a-punto-de-morir-en-vietnam/ Fri, 26 Apr 2019 18:32:57 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=22028 Bob Feeney tenía 23 años y estaba en plena guerra de Vietnam en abril de 1968. Llevaba un escapulario de la Virgen desde hacía pocos años. Se lo había comprado en una librería camino del entrenamiento de baloncesto en la Bellarmine University. “¿Qué es esa cosa marrón que llevas?”, le habían comentado los compañeros del equipo. Él no era muy devoto por entonces, pero sí iba a misa los domingos y les explicó lo que era. ¡Con el escapulario venía una explicación! Fue la primera vez que habló de su fe con amigos.

Y en el 67 el ejército fue reclutado. En televisión se veía cómo llegaban los cadáveres de los soldados muertos en Vietnam. Murieron 59.000 norteamericanos. Su madre estaba muy nerviosa.

Él se pasó por la basílica de la Inmaculada Concepción, en Washington, y en su librería compró un librito para “aprender a rezar”. Iba sobre el Rosario y decidió rezarlo cada día. “Mira, mamá, tranquilízate, rezaré el Rosario, María me vigilará“, dijo a su madre.

Desangrándose en el suelo

Él cree que fue la Virgen María quien lo mantuvo con vida cuando el 21 de abril de 1968 un ataque de soldados norvietnamitas acabaron con 4 de sus 5 compañeros de unidad y le dejó gravemente herido, desangrándose en el suelo. Allí tirado y ensangrentado imploró a la Virgen que le ayudara. Y al hablarle a ella en voz alta, el único compañero soldado superviviente de su grupo se dio cuenta de que Bob seguía vivo. Le vendó la cabeza y se lo llevó a una posición segura. Así sobrevivió.

El joven Bob Feeney recuperándose de las heridas de Vietnam

Bob volvió a Estados Unidos, de nuevo a la basílica de la Inmaculada. Quería hacer algo por la Virgen. Y así se lo dijo al director del santuario. “Me gustaría promover la devoción a María”, le dijo. Durante 4 años se quedó como ayudante en el santuario, ayudaba a dar seminarios a sacerdotes, era guía de turistas y peregrinos y les hablaba de la Virgen.

Rezando el Rosario en un paseo, ¡un incendio!

Después fue profesor de educación física y entrenador en varias escuelas del norte de California. Se casó a los 39 años, en 1985. Un día, paseando con su esposa embarazada, mientras rezaban el rosario, vieron arder una casa. Bob entró y sacó primero a dos niños pequeños. Uno dijo que su hermanita seguía dentro. Entre llamas y humo Bob volvió a entrar y logró sacar a la pequeña. En el pueblo celebraron un banquete de agradecimiento.

En 1988 publicó su primer libro sobre la Virgen, “Madre de las Américas”, sobre las apariciones de Guadalupe. Era un libro de autoedición, pero en Ignatius Press se vendió bien. Eso le animó a seguir escribiendo libros sobre la Virgen.

En la Universidad Marymount de Arlington le ofrecieron dar algunas clases de teología. Aprovechó para explicar a los estudiantes como se reza el rosario según el método de Juan Pablo II, que explica en su carta Rosarium Virginis Mariae. Hay que reflexionar sobre el pasaje bíblico que se reza, cantar el Gloria, y añadir una frase distinta cada vez que se menciona a Jesús, para mejorar la contemplación del misterio. “A los chicos les encantaba, iban a casa y lo enseñaban a parientes y amigos. Nunca dejaré de rezar con este método”, explica en el Catholic Herald de la diócesis de Arlington.

Con otro libro, ¡a Roma con Juan Pablo II!

Escribió un librito titulado “El Rosario, la pequeña Summa”, que llegó a manos del obispo Dziwisz, entonces secretario personal del Papa Juan Pablo II. A Dziwisz le gustó, e invitó a Bob a acudir a Roma a entregar el libro al Papa. Así consiguió su audiencia papal en el año 2000. Hablaron un rato, el polaco y el norteamericano, sobre su amor agradecido a la Virgen y cómo les había protegido ante la violencia: uno en Vietnam, el otro bajo las balas del atentado de Alí Agca.

Bob Feeney con su hija entrega su libro a San Juan Pablo II

Se jubiló a los 65 años en 2009 y descubrió que tenía una extraña enfermedad, el síndrome de Sjogren, que hace que los glóbulos blancos ataquen tejido sano, sobre todo alrededor de los ojos y la boca. Es incurable. Él, deportista toda su vida, da largos paseos porque el ejercicio físico retrasa los efectos de la enfermedad. Dice que vive día a día, tomando la vida como viene.

Ha viajado recientemente a Argentina para investigar las apariciones de la Virgen en San Nicolás, a la vidente Gladys Quiroga de Motta. Hizo fotos, habló con devotos, investigó el caso y prepara un libro titulado “La mujer vestida de sol”.

Cree que Dios le va a dar tiempo de terminar al menos este libro. Y está agradecido por lo que ha vivido. “Toda mi vida probablemente habría sido distinta si no hubiera ido a Vietnam. Ni siquiera sé si tendría fe hoy. Ahora podré darle gracias a Ella por salvar mi vida, 51 años después“, dice.

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Fuente: Cari Filii


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«Misty Knight», el personaje duro de Netflix, habla de su fe https://www.reinadelcielo.org/misty-knight-el-personaje-duro-de-netflix-habla-de-su-fe/ Fri, 01 Feb 2019 18:50:11 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=19674 Una escena que no se había visto antes en ninguna película de superhéroes moderna: los héroes se toman de la mano en círculo y rezan a Jesús. Sucede en la segunda temporada de Luke Cage (Netflix), el superhéroe negro vigilante del barrio de Harlem. Es verdad que habíamos visto rezar a Daredevil, el superhéroe ciego, en silencio en su parroquia católica (en su propia serie de Netflix), pero nunca habíamos visto una oración en grupo y espontánea. Se ha roto un tabú.

El padre del invulnerable Luke Cage, que es un reverendo protestante, propone hacer una oración, y Luke, junto con su amiga la curtida policía Misty Knight y la muy cruel criminal Mariah Dillard (que huye de una mafia rival), se unen en la oración. La malvada Mariah se burla, pero lo acepta: necesita toda la ayuda que pueda. Luke participa a su estilo: lleva tiempo alejado de la Iglesia y se ha peleado con su padre (y su hermano era un villano que citaba versículos).

Por su parte, Misty, “una tipa muy dura”, reza con toda naturalidad. Esta serie no es para menores, trata de bandas crueles y asesinos despiadados, pasan muchas cosas feas, hay traiciones y mentiras. Pero el momento de oración es sincero y respetuoso.

En el minuto 1:21 empieza la oración del reverendo, los dos héroes y la criminal

La actriz que interpreta a la detective Misty Knight en las teleseries de Luke Cage, Los Defensores e Iron Fist es Simone Missick. Muchos la alaban como la primera superheroína negra en televisión. La detective pierde un brazo pero le es sustituido por uno biónico de gran fuerza, pasando a ser algo más que una policía aguerrida.

A la actriz, cuando le dan oportunidad, le gusta hablar de su fe cristiana. Lo hizo, por ejemplo, entrevistada por su amiga fotógrafa Laura Mongerberger la pasada primavera para su serie “Mujeres que inspiran”.

“Soy cristiana, actriz, esposa, hija…”

“Mi nombre es Simone Missick. Soy cristiana, actriz, esposa, hija, hermana, amiga. Nací y crecí en Detroit, una ciudad que modeló lo que soy”, se define ella. ¿El gran sueño que aún tiene por cumplir? La maternidad, dice. En otra entrevista dirá que su madre, su hermana y otras maestras que tuvo fueron mujeres “fuertes, con sentido del humor y que creían en Dios”. De ellas aprendió.

 

Confiesa que tiene “muchos temores”, pero “uso mi fe para combatir mis miedos. La oración es una herramienta muy poderosa y una forma de comunicar con el Creador. Saber que tu poder viene de algo mayor que tú, te ayuda a sobrepasar esos miedos”, explicó en esa entrevista en abril.

Cuenta que durante cinco años estuvo trabajando en audiciones y papeles diminutos, recibiendo muchas negativas, lo que la desanimaba mucho. “Pero por suerte encontré a mi marido que continuó animándome y rezando conmigo”. Su marido ya era un actor de carrera consolidada, Dorian Missick. Con el papel de la detective Misty Knight (muy popular por los cómics de Marvel, y presente ahora en 3 series de Netflix) la carrera de Simone se disparó.

Pidiendo guía a Dios durante años

En una entrevista en RollingOut dio más datos de esa época. “Hubo muchos momentos oscuros para mí, y momentos en los que cuestioné a Dios. Rezaba y le decía que si esto [ser actriz] no era lo mío, que lo quitara por favor de mi corazón. Rezaba a Dios por si quería quitarlo y mostrarme qué es lo que quería que hiciese en vez de esto. Y cada vez que lo hacía, aparecía un trabajo. No era el trabajo, sino un anuncio, una película breve… y aunque fuera algo pequeño me enseñaba a apreciar las cosas y a trabajar duro en cosas pequeñas, porque la Palabra dice: ‘el que es fiel en lo poco, será fiel en lo mucho’. Fue gracias a las pequeñas victorias que llegó el trabajo grande, y lo aprecié”.

Esos años “no solo me mostraron la importancia de tener fe, sino que fortalecieron mi fe. Aprendí así el valor de la oración y de creer en Dios y de tener la voluntad de seguir insistiendo cuando todo a tu alrededor te dice que no funcionará”.

Pero, ¿exactamente cómo dio el salto a la fama con las series de superhéroes de Netflix? Acudió a una audición sin saber que era para Marvel y Netflix. Estaba muy resfriada, no tenía voz y estaba algo atontada por la medicación. “Fui allí y, literalmente, recé a Dios, simplemente, diez minutos. Solo diez minutos fue lo que necesité. Y salí, probablemente, la persona más calmada y confiada que jamás fui… porque estaba colocada de Dayquil, jajaja”, comenta en Essence.com.

Al menos media hora de rezar con la Palabra al empezar el día

A su amiga fotógrafa le explica su rutina matutina. “Me levanto y rezo, al menos media hora. Leo la Palabra; por lo general, un devocional. Y después empiezo mi día, tomo un desayuno saludable, beso a mi marido, paseo al perro y me voy al trabajo”.

Media hora para rezar… a algunos les parecerá un lujo, y a otros poca cosa. Ella hace sus cálculos: “si trabajas doce horas y pasas 2 horas en traslados, te quedan 10, de las que necesito 8 para dormir, y quedan dos para todo lo demás”.

Twit simone

 

Simone felicita a otra actriz cristiana, Yvonne Orji, que estuvo hablando un buen rato sobre Dios en el programa televisivo de Stephen Colbert; “estoy sonriendo tanto después de haber visto a mi hermana en Cristo hablar de Dios, la oración y el Espíritu Santo…”; Yvonne añade: “fue tan surrealista y tan sin planificar, pero que Dios sea conocido”

“El amor perfecto expulsa al temor”

A veces cuenta casi en directo cómo supera estos miedos. Por ejemplo, en su cuenta de Instagram contó un caso en agosto, durante su viaje a Italia, después de esta entrevista. “Ayer Dios me mostró sus bendiciones recordándome con gentileza que tengo que confiar”, escribió. Desde niña desarrolló un miedo nada natural a nadar, a pasar rato en el agua, aunque sí sabe nadar. “Cuando el capitán preguntó si quería nadar, sentí verdadero terror. Pero decidió saltar al agua y “una vez allí, sentí a Dios a mi alrededor. Vi su Creación y le di gracias por permitirme experimentarlo sola con Él”. Y concluye con un versículo muy apropiado, 1 Juan 4,18: “No hay temor en el amor, porque el amor perfecto expulsa el temor”.

También en Instagram suele dar gracias a Dios, por ejemplo por un nuevo papel en una serie para su esposo: “Estoy muy orgullosa de Él y agradecida a Dios por las bendiciones sobre nuestro hogar”, escribió.

El reverendo predica, Luke Cage escucha en el último banco, y vienen los mafiosos a pegar tiros mientras el jefe jamaicano hace rituales mágicos… no sale Misty, pero recoge el espíritu de la serie

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Fuente: Religión en Libertad


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