religiosa – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Mon, 10 Jun 2024 09:01:57 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Santa Margarita Maria Alacoque – Sagrado Corazon de Jesus https://www.reinadelcielo.org/santa-margarita-maria-alacoque-sagrado-corazon-de-jesus/ https://www.reinadelcielo.org/santa-margarita-maria-alacoque-sagrado-corazon-de-jesus/#comments Mon, 10 Jun 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=255 Santa Margarita Maria Alacoque

1647-1690

Vidente de las revelaciones del Sagrado Corazon de Jesus

Fiesta: 16 de octubre

Todos conocemos y practicamos la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, pero como tantas otras maravillas de la Iglesia, desconocemos el origen de tan extraordinario regalo. Fue una humilde monjita la que tuvo las visiones del Señor, quien le reveló esta devoción, como último esfuerzo de Su Amor para poder atraer así a las almas que lo ignoran y rechazan pese a Sus permanentes invitaciones a la salvación.

Al analizar la vida de Santa Margarita María, podemos advertir el extraordinario paralelo con las devociones entregadas por el mismo Señor a Sor Faustina Kowalska en Polonia, en el siglo XX. La devoción es la de la Divina Misericordia, continuación de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Santa Margarita María Alacoque fue sin dudas una elegida, pero fue ella la que respondió al llamado, pudiendo haberse perdido en las tentaciones del mundo. Su vida fue una sinfonía al Amor de Dios, a la obediencia, a la sencillez y particularmente a un profundo amor al Santisimo Sacramento, Jesús Eucaristía.

Esta extraordinaria santa nació en el año 1647 en la diócesis de Autun (Francia).

Como suele suceder con muchos grandes santos, tuvo una fuerte devoción por el Amor de Dios desde que era muy pequeña, viviendo experiencias misticas que le abrieron las puertas del mundo sobrenatural, el mundo de Dios. Su familia rechazó su vocación, a la que tuvo que convencer con grandes sufrimientos y la eficaz ayuda de la Madre de Dios.

Finalmente, entró a formar parte de las monjas de la Visitación de Paray-le-Monial y allí llevó una vida de constante perfección espiritual. Tuvo una serie de revelaciones místicas referentes sobre todo a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo culto se esforzó desde entonces por introducir en la Iglesia. Murió el día 17 de octubre del año 1690 y fue canonizada en 1920 por el Papa Benedicto XV.

Es la patrona de los que piadosamente alaban y dan gloria al Sagrado Corazón de Jesús.

Dijo el Señor a Santa Margarita María:

“Te constituyo heredera de Mi Corazón y de todos Mis tesoros”.

La Devoción al Sagrado Corazón de Jesús es un inmenso regalo que Jesús le hace a Su Iglesia, es sangre que corre por las venas del Cuerpo Mistico del Señor, Sangre que lo vivifica y alimenta en el camino a la perfección en el amor, a la que Dios nos invita de modo insistente. La santidad no es una meta inalcanzable, es nuestra obligación de cristianos el buscarla desde el lugar que nos toque, de acuerdo a la Voluntad del Señor.

Oremos con frecuencia:

“Jesús Manso y Humilde de Corazón, haz nuestro corazón semejante al Tuyo”.

“Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío”.

Vida de Santa Margarita

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Santa Margarita María nació el 25 de julio de 1647, en Janots, Borgoña, Francia (Diócesis de Autun). Fue la quinta de siete hijos de un notario acomodado.

A los cuatro años Margarita hizo una promesa al Señor. Sintiéndose inspirada rezó: “O Dios Mío, os consagro mi pureza y hago voto de perpetua castidad.” Aunque ella misma confesó mas tarde que no entendía lo que significaba las palabras “voto” o “castidad.

Cuando tenía 8 años murió su padre, e ingresaron a la niña en la escuela de las Clarisas Pobres de Charolles. Desde el primer momento se sintió atraída por la vida de las religiosas, en quienes la piedad de Margarita produjo tan buena impresión, que le permitieron hacer la Primera Comunión a los 9 años, lo cual no se acostumbraba en aquella época. Dos años después, Margarita contrajo una dolorosa enfermedad reumática que la obligó a guardar cama hasta los 15 años. Por este motivo tuvo que regresar a su casa.

Hija de la Virgen María

Ya de regreso, Margarita (que estaba muy enferma y sin tener un remedio seguro) buscó alivio en la Virgen Santísima. Le hizo una promesa de que si Ella le devolvía la salud se haría una de sus hijas. Apenas hizo la promesa, recobró la salud. Dice Santa Margarita: “Recibí la salud, y una nueva protección de esta Señora la cual se declaró dueña de mi corazón, que mirándome como suya, me gobernaba como consagrada a Ella, me reprendía mis faltas y me enseñaba a hacer la Voluntad de Dios.”

Además de la salud, esta promesa logró en Margarita un profundo sentido de unión con la Virgen, quién desde ese momento empezó a dirigir toda su vida, pero no sin dificultades. “Apenas comencé a gozar de plena salud, recordará mas tarde Margarita, me fui tras la vanidad y afecto de las criaturas, halagándome que la condescendiente ternura que por mi sentían mi madre y mis hermanos me dejara en libertad para algunas ligeras diversiones y para consagrar a ellas todo el tiempo que deseara…”.

La Virgen la reprende severamente cuando la veía dispuesta a sucumbir en la terrible lucha que sostenía en su interior. Estando en una ocasión rezando el rosario sentada, se le presentó la Virgen ante ella y le dijo “Hija mía, me admiro de que me sirvas con tanta negligencia”. Causaron tal impresión estas palabras en la vida de Margarita, que le sirvieron de aviso para toda su vida.

Pero la Virgen es también ternura y consuelo. Un día le dijo a Margarita: “Nada temas; tu serás mi verdadera hija, y yo seré siempre tu buena Madre. Santa Margarita María hizo voto a la Virgen de ayunar todos los sábados y de rezar el oficio de su Inmaculada Concepción. Viendo su deseo de radical entrega, la Santísima Virgen le ayuda a alcanzar su meta.

El Santísimo Sacramento

Las cosas en la casa de Margarita no iban muy bien. Desde la muerte de su padre se habían instalado en su casa dos parientes y una de las hermanas de su papá, quienes habían relegado a segundo término a la mamá de Margarita y habían tomado en sus manos el gobierno de la casa. De este modo no tenían autoridad alguna ni Margarita ni su mamá en la casa. Era una guerra continua ya que todo estaba bajo llave, de tal modo que ellas no podían hacer nada sin el permiso de sus parientes.

Margarita entonces empezó a dirigir todos sus afectos, su dicha y su consolación en el Santísimo Sacramento del altar. Pero ni siquiera esto le fue posible libremente, ya que la Iglesia de su pueblo quedaba a gran distancia y Margarita no podía salir de la casa sin el permiso de sus familiares. En repetidas ocasiones un familiar le daba permiso y otro se lo negaba.

Pero si Margarita sufría por su situación, mayor era el sufrimiento que le causaba al ver la condición de su madre. Ella, enferma con una erisipela en su cabeza que le producía una hinchazón e inflamación muy peligrosas, se veía continuamente cerca de la muerte. Y cuanto mas rogaba Margarita a sus parientes para que ayudasen a su mamá, ellos, sin mucho interés, buscaron tan solo un cirujano que la vio una sola vez. Este, después de hacerla sangrar por un rato, les dijo a todos que solo un milagro podría salvar a la mamá de Margarita. Viendo el descuido hacia su madre en medio de su estado crítico, Margarita, en su angustia, acudió al mismo Señor, y en oración le pidió que El mismo fuese el remedio para su pobre madre y que le enseñase a ella, qué tenia que hacer.

Pronto se haría imperiosa la necesidad de esa fortaleza especial que Margarita pedía. En cuanto regresó a la casa, encontró que estaba reventada la mejilla de su mamá con una llaga casi tan ancha como la palma de una mano, y de ella salía un hedor insoportable. Venciendo su natural repugnancia a las heridas, Margarita curaba todos los días la llaga de su mamá, teniendo varias veces que cortar mucha de su carne podrida. Durante todo el tiempo de la enfermedad, Margarita apenas dormía y comía muy escasamente. Pero ella no dejaba de dirigirse al Señor y le decía con frecuencia, “mi Soberano Maestro, si Vos no lo quisieras, no sucedería esto, pero os doy gracias de haberlo permitido para hacerme semejante a Vos.”

Y así iba creciendo en Margarita un gran amor a la oración y al Santísimo Sacramento. Ella se lamentaba, pues sentía que no sabía como orar, más era el mismo Señor quien le enseñaba. El la movía a arrodillarse ante El y pedirle perdón por todas sus ofensas y después de adorarlo, era el mismo Señor quien se le presentaba en El misterio que El quería que ella meditase. Y consumido en El, crecía en ella el deseo de solo amarlo cada vez más.

El llamado del mundo

sagrado corazon y santa margarita maria

Cuando su madre y sus parientes empezaron a hablarle de matrimonio, la joven Margarita no podía sino sentir temor, pues no quería en nada ir en contra de aquel voto de entrega exclusiva a Dios que una vez había pronunciado. Mas era grande la presión ya que no le faltaban pretendientes que querían empujarle a perder su castidad. Por otro lado, su madre insistía en la necesidad de pronto matrimonio. Llorando ella le decía a Margarita que no tenía mas esperanzas para salir de la miseria en que se hallaban mas que en el matrimonio de Margarita, teniendo el consuelo de poder retirarse con ella tan pronto como estuviera colocada en el mundo.

Todo esto fue muy duro para Margarita, quien sufría horriblemente. El demonio la tentaba continuamente, diciéndole que si ella se hacía religiosa, esta pena mataría a su mamá. Pero por otra parte, la llamada de Margarita a ser religiosa y el horror a la impureza no cesaban de influenciarle y tenía, por Gracia de Dios, continuamente delante de sus ojos su voto, al que sentía que si llegase a faltar sería castigada con horribles tormentos.

Pero, la ternura hacia su madre comenzó a sobreponerse con la idea de que, siendo aún niña cuando hizo el voto, y no comprendiendo lo que era, bien podría obtener dispensas. Comenzó pues Margarita a mirar al mundo y a arreglarse para ser del agrado de los que la buscaban. Procuraba divertirse lo más que podía, pero durante todo el tiempo en que estaba en estos juegos y pasatiempos, continuamente el Señor la llamaba a Su Corazón.

Cuando por fin ella se apartaba un poco para recogerse, el Señor le hacía severas reprensiones ante las cuales sufría horriblemente. Dice Santa Margarita: “Me lanzaba Jesús flechas tan ardientes, que traspasaban mi corazón y lo consumían dejándome como transida de dolor. Pasando esto, volvía a mis resistencias y vanidades”.

La batalla decisiva

En una ocasión Jesús le dijo: “Te he elegido por esposa y nos prometimos fidelidad cuando hiciste el voto de castidad. Soy quien te he motivo a hacerlo, antes de que el mundo tuviera parte en tu corazón… Y después te confié al cuidado de mi Santa Madre, para que te formase según mis designios.

Finalmente, el Divino Maestro se le aparece un día todo desfigurado, cual estaba en Su flagelación y le dice: “¿Y bien querrás gozar de este placer?- Yo no gocé jamás de ninguno, y me entregué a todo género de amarguras por tu amor y por ganar tu corazón- ¿Querrás ahora disputármelo?”. Comprendió ella que era su vanidad la que había reducido al Señor a tal estado. Que estaba ella perdiendo un tiempo tan precioso, del cual se le pediría una cuenta rigurosa a la hora de su muerte. Y con esta gracia extraordinaria, revivió en ella el deseo de la vida religiosa con tal ardor, que resolvió abrazarla a costa de cualquier sacrificio, aunque pasarían cinco años antes de poder realizarlo.

Ingreso en el Convento de la Visitación de Paray-le-Monial

Cuando sus parientes por fin se dieron cuenta de la firmeza de Margarita, la enviaron a la casa de unos tíos que tenían una hija religiosa de la Orden de las Ursulinas. Pero Margarita no sentía que era ahí donde el Señor la quería y además sentía en su corazón una voz que le decía, “No es ahí donde te quiero, sino en Santa María. Una vez, viendo ella un cuadro de San Francisco de Sales, le pareció que le dirigía una mirada tan paternalmente amorosa, llamándola a ser su hija. Sintió que debía ella ser de la orden que este santo había fundado junto con Santa Juana de Chantal: las Visitandinas. Además, sentía mucha atracción hacia esta orden porque llevaba el nombre de María Santísima: Las Visitandinas, en honor al misterio de la Visitación.

Después de muchas dificultades en convencer a sus parientes de que ella quería entrar en el convento de la Visitación, por fin logró Margarita lo que tanto deseaba, y eligió a Paray-le-Monial como el lugar donde debía estar. En cuanto entró al locutorio del convento de Paray, oyó en su corazón una voz: “Aquí es donde te quiero”. Su hermano le regaló la dote y Margarita ingresó en el Convento de la Visitación de Paray-le-Monial el 20 de junio de 1671.

Transcurridos dos meses de postulantazo tomó el santo hábito el 25 de agosto de 1671. Dijo entonces: “mi divino Maestro me dio a entender que estábamos en días de nuestros desposorios, los cuales le daban un nuevo imperio sobre mi. En seguida me dio a conocer que, a imitación de los amantes apasionados, no me daría a gustar, durante este tiempo, sino lo que había de mas dulce en la suavidad de las caricias de Su Amor”.

La joven novicia se mostró humilde, obediente, sencilla y franca en el noviciado. Según el testimonio de una de sus connovicias, edificó a toda la comunidad “por su caridad para con sus hermanas, a las que jamás dijo una sola palabra que pudiese molestarles, y por la paciencia con que soportó las duras reprimendas y humillaciones a las que fue sometida con frecuencia”. En efecto, el noviciado de la santa no fue fácil. Por ejemplo, por más que le pidiese su superiora, le era imposible a Margarita practicar la meditación discursiva. Ella cuenta, “por mas esfuerzos que hacía yo por practicar el método que me enseñaban, acababa siempre por volver al método de mi Divino Maestro, aunque no quisiese.” Esto le causaba mucho dolor ya que su mayor deseo era de obedecer a su Superiora.

También hubo otra situación que fue causa de gran abnegación para Margarita. Se trata de una natural repugnancia que tenía toda la familia de Margarita hacia el queso. Era tanta la aversión que tenían al queso, que el hermano de Margarita les pidió expresamente a las hermanas que no le obligasen a Margarita jamás el tener que comerlo. Pero ya en el convento, se dio todo lo opuesto. Margarita, por obediencia tenía que comer queso. Al principio no podía por las nauseas que le daban y salía corriendo. Pero le suplicaba a su Señor que le ayudase ya que ella no quería ser diferente de las demás en nada. Con gran esfuerzo de su parte, Margarita logró comer queso. Cosa que ofreció como sacrificio por más de diez años.

La obediencia a sus superiores

Otra dificultad para Margarita fue el hecho de su propia vida tan sobrenatural, pues sus superiores le indicaban que esas formas de espiritualidad no iban con el espíritu de la Visitación. Miraban con recelo sus experiencias como sujetas a la ilusión y al engaño, y así dudaban sus superioras el permitir que Margarita hiciese sus votos de profesión y le mandaron que le pidiese al Señor que la hiciese útil a la santa religión por la práctica exacta de todas las observancias. Esto Margarita lo llevó al Señor y El le respondió:

“Di a tu Superiora que te haré más útil a la religión de lo que ella piensa, pero de una manera que aún no es conocida sino por Mi. Y en adelante adaptaré mis Gracias al espíritu de la regla, a la voluntad de tus superioras y a tu debilidad, de suerte que has de tener por sospechoso cuanto te separe de la práctica exacta de la regla, la cual quiero que prefieras a todo. Además, me contento de que antepongas a la mía, la voluntad de tus superiores, cuando te prohíben ejecutar lo que te hubiere mandado. Déjales hacer cuanto quisieren de ti: Yo sabré hallar el medio de cumplir mis designios, aun por vías que parezcan opuestas y contrarias. No me reservo sino el dirigir tu interior y especialmente tu corazón, pues habiendo establecido en él, el imperio de Mi puro Amor, jamás le cederé a ningún otro.

El Señor no enseñó que la Voluntad Divina se pueda relegar a favor de la autoridad humana. Mas bien el Señor enseñó a Margarita que la obediencia a sus superioras es, en efecto, el medio mas seguro para acatar Su Divina Voluntad, ya que aun siendo sus superioras limitadas, la obediencia lograría que la Voluntad Divina triunfe a pesar de todo. El Señor promete que si ella obedece a sus superioras… “yo sabré hallar el medio de cumplir mis designios”.

Margarita toma sus votos

Santa Margarita María

La Madre Superiora quedó contenta con la respuesta del Señor recibida por Margarita y a esta se le abren las puertas para hacer su voto de profesión el 6 de noviembre de 1672. El Señor por su parte cumplió plenamente Su promesa, pues El se encargó de trabajar fuertemente en purificar y transformar su corazón en un corazón semejante al suyo.
El sacerdote al celebrar su profesión dijo: “Jesucristo te iluminará. ¡Ve delante por las sendas del justo, como la aurora resplandeciente…!”.

Escribió Santa Margarita ese día por la tarde: “Yo vil y miserable criatura, prometo a mi Dios someterme y sacrificarme a todo lo que pida de mi, inmolando mi corazón al cumplimiento de todo lo que sea de Su agrado, sin reserva de otro interés mas que de Su mayor Gloria y puro amor, al cual consagro y entrego todo mi ser y todos mis momentos.

Tres armas para la lucha

Margarita recibió del Señor tres armas necesarias en la lucha que debía emprender para lograr la purificación y transformación.

La primera arma: Una conciencia delicada y un profundo odio y dolor ante la más pequeña falta

Una vez le dijo el Señor cuando había Margarita cometido una falta: “Sabed que soy un Maestro Santo, y enseño la santidad. Soy Puro, y no puedo sufrir la más pequeña mancha. Por lo tanto, es preciso que andes en Mi Presencia con simplicidad de corazón en intención recta y pura, pues no puedo sufrir el menor desvío, y te daré a conocer que si el exceso de Mi Amor me ha movido a ser tu Maestro para enseñarte y formarte en Mi manera y según Mis designios, no puedo soportar las almas tibias y cobardes, y que si soy manso para sufrir tus flaquezas, no seré menos severo y exacto en corregir tus infidelidades.”

Y así confiesa Margarita que nada era mas doloroso para ella que ver a Jesús incomodado contra ella, aunque fuese de forma muy poca. En comparación a este dolor, nada le parecían los demás dolores, correcciones y mortificaciones, y por tanto acudía inmediatamente a pedir penitencia a su superiora cuando cometía una falta, pues sabía que Jesús solo se contentaba con las penitencias impuestas por la obediencia. Esta arma se fundamenta en su gran deseo de amar.

La segunda arma: La santa obediencia

Lo que más severamente le reprendía Jesús a Margarita eran sus faltas en la obediencia, ya sea a sus superiores o a su regla. La menor réplica a los superiores con señales de incomodidad o repugnancia le es insoportable al Señor en un alma religiosa. Una vez, corrigiéndola, le decía: “Te engañas creyendo que puedes agradarme con esa clase de acciones y mortificaciones en las cuales la voluntad propia, hecha ya su elección, más bien que someterse, consigue doblegar la voluntad de las superioras. ¡Oh! yo rechazo todo eso como fruto corrompido por el propio querer, el cual en un alma religiosa me causa horror, y me gustaría mas verla gozando de todas sus pequeñas comodidades por obediencia, que martirizándose con austeridades y ayunos por voluntad propia.

La tercera arma: Su Santa Cruz

La Cruz es el más precioso de todos Sus regalos. Un día, después que ella recibió la comunión, se hizo presente ante los ojos de ella una gran Cruz, cuya extremidad no podía ver. Estaba la cruz toda cubierta de flores, y el Señor le dijo: “He ahí el lecho de Mis castas esposas, donde te haré gustar las delicias de Mi Amor. Poco a poco irán cayendo esas flores, y solo te quedarán las espinas, ocultas ahora a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza de Mi Amor para soportar el sufrimiento.

Era de esta forma intensa y purificadora que el Señor obraba Sus designios en el corazón de Margarita. El, para desatar cada vez más de su alma el afecto a las cosas de esta tierra y sobre todo a si misma, quiso permitir que viniesen sobre ella continuas humillaciones y desprecios. Pero no dejaba por ello el Señor de suplirle todas las Gracias necesarias. En otra ocasión le dijo el Señor: “Has de querer como si no quisieras, debiendo ser tus delicias agradarme a Mí. No debes buscar nada fuera de Mí pues de lo contrario injuriarías a Mi poder y Me ofenderías gravemente, ya que Yo quiero ser solo todo para ti.

El trabajo de Margarita

Al día siguiente de su profesión destinaron a Margarita a la enfermería, como auxiliar de la enfermera, Sor Catalina Marest, excelente religiosa, aunque de temperamento activo, diligente y eficiente. Margarita en cambio era callada, lenta y juiciosa. Recordándose ella después de su paso por la enfermería, escribía: “solo Dios sabe lo que tuve que sufrir allí.” Y no eran exageradas sus palabras pues había recibido un sinnúmero de insultos y desengaños durante ese tiempo. Jesús le comunicó una parte de Sus terribles angustias en Getsemaní y la quiere víctima inmolada. Ella le dice a Jesús: “Nada quiero sino Tu Amor y Tu Cruz, y esto me basta para ser buena religiosa, que es lo que deseo.

Revelaciones del Corazón de Jesús

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El profundo significado del Corazón está revelado en la Biblia extensivamente, pero quiso Jesús revelarnos en profundidad sus alcances a través de las revelaciones a Margarita.

Primera revelación

El 27 de diciembre de 1673, día de San Juan el Apóstol, Margarita María tenía solo 14 meses de profesa y 26 años de edad, y estaba como de costumbre arrodillada ante el Señor en el Santísimo Sacramento expuesto en la capilla. Era el momento de la primera gran revelación del Señor. Ella lo cuenta así: “Estando yo delante del Santísimo Sacramento me encontré toda penetrada por Su Divina Presencia. El Señor me hizo reposar por muy largo tiempo sobre Su Pecho Divino, en el cual me descubrió todas las maravillas de Su Amor y los secretos inexplicables de Su Corazón Sagrado.

El me dijo: “Mi Divino Corazón, está tan apasionado de Amor a los hombres, en particular hacia ti, que, no pudiendo contener en El las llamas de Su ardiente caridad, es menester que las derrame valiéndose de ti y se manifieste a ellos para enriquecerlos con los preciosos dones que te estoy descubriendo los cuales contienen las Gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición. Te he elegido como un abismo de indignidad y de ignorancia, a fin de que sea todo obra mía.

“Luego, continúa Margarita, me pidió el corazón, el cual yo le suplicaba tomara y lo cual hizo, poniéndome entonces en el Suyo adorable, desde el cual me lo hizo ver como un pequeño átomo que se consumía en el horno encendido del Suyo, de donde lo sacó como llama encendida en forma de corazón, poniéndolo a continuación en el lugar de donde lo había tomado, diciéndome al propio tiempo: “He ahí, mi bien amada, una preciosa prenda de Mi Amor, que encierra en tu costado una chispa de sus mas vivas llamas, para que te sirva de corazón y te consumas hasta el último instante y cuyo ardor no se extinguirá ni enfriará. De tal forma te marcaré con la Sangre de Mi Cruz, que te reportará más humillaciones que consuelos. Y como prueba de que la Gracia que te acabo de conceder no es nada imaginario, aunque he cerrado la llaga de tu costado, te quedará para siempre su dolor y, si hasta el presente solo has tomado el nombre de esclava mía, ahora te doy el de discípula muy amada de Mi Sagrado Corazón.

Después de este favor tan grande, Margarita quedó por muchos días como abrasada toda y embriagada y tan fuera de si que podía hablar y comer solamente haciéndose una gran violencia. Ella ni siquiera podía compartir lo sucedido con su superiora lo cual tenía gran deseo de hacer, y tampoco podía dormir, pues la llaga (cuyo dolor le era tan grato) engendraba en ella tan vivos ardores, que la consumía y la abrasaba toda.

Los primeros viernes de cada mes

A partir de la primera revelación Margarita sufriría todos los primeros viernes de mes una reproducción de la misteriosa llaga del costado, cosa que le sucedería hasta su muerte. Estos eran los momentos particularmente elegidos por el Señor para manifestarle lo que quería de ella y para descubrirle los secretos de Su amable Corazón. Entre estas visitas le decía el Señor, “Busco una víctima para Mi Corazón, que quiera sacrificarse como hostia de inmolación en el cumplimiento de Mis designios. En su gran humildad, Margarita le presentó varias almas que según ella corresponderían más fielmente, pero el Señor le respondió que era ella a quien había escogido. Esto no era sino ocasión de confusión para Margarita pues su temor era que llegasen a atribuir a ella las Gracias que del Señor recibía.

Segunda revelación

Unos dos o tres meses después de la primera aparición, se produjo la segunda gran revelación. Escribe Margarita: “El Divino Corazón se me presentó en un trono de llamas, mas brillante que el sol, y transparente como el cristal, con la llaga adorable, rodeado de una corona de espinas y significando las punzadas producidas por nuestros pecados, y una Cruz en la parte superior…la cual significaba que, desde los primeros instantes de Su Encarnación, es decir, desde que se formó el Sagrado Corazón, quedó plantado en El la Cruz, quedando lleno, desde el primer momento, de todas las amarguras que debían producirle las humillaciones, la pobreza, el dolor, y el menosprecio que Su Sagrada Humanidad iba a sufrir durante todo el curso de Su vida y en Su Santa Pasión.

“Me hizo ver, continúa Margarita, que el ardiente deseo que tenía de ser amado por los hombres y apartarlos del camino de la perdición en el que los precipita Satanás en gran número, le había hecho formar el designio de manifestar Su Corazón a los hombres, con todos los tesoros de Amor, de Misericordia, de gracias, de santificación, y de salvación que contiene, a fin de que cuantos quieran rendirle y procurarle todo el amor, el honor y la gloria que puedan, queden enriquecidos abundante y profusamente con los Divinos tesoros del Corazón de Dios, cuya fuente es, al que se ha de honrar bajo la figura de Su Corazón de carne, cuya imagen quería ver expuesta y llevada por mi sobre el corazón, para grabar en el Su Amor y llenarlo de los dones de que está repleto, y para destruir en El todos los movimientos desordenados. Que esparciría Sus Gracias y bendiciones por dondequiera que estuviere expuesta Su santa imagen para tributarle honores, y que tal bendición sería como un último esfuerzo de Su Amor, deseoso de favorecer a los hombres en estos últimos siglos de la Redención amorosa, a fin de apartarlos del imperio de satanás, al que pretende arruinar, para ponernos en la dulce libertad del imperio de Su Amor, que quiere restablecer en el corazón de todos los que se decidan a abrazar esta devoción.

En esta segunda gran revelación nuestro Señor empezó a descubrir Sus intenciones y formular Sus promesas. La imagen del Sagrado Corazón de Cristo es el símbolo de Su ardiente Amor hacia nosotros, el cual había entregado sin condiciones, y el Señor quería que esta imagen se expusiese en las casas o llevarse sobre el pecho en forma de medalla, ofreciendo así promesas de gracias y bendiciones a quienes lo veneraban. Por el momento Margarita no podía decir nada de lo que había visto pues no había llegado la hora. Estas revelaciones tendrían que pasar primero por muchos exámenes y sufrir mucha oposición. Y aún había mucho más que Jesús quiera revelar.

Tercera revelación

Santa Margarita María 2

En lo que probablemente era el primer viernes de junio de 1674, fiesta de Corpus Christi, tuvo Margarita la tercera gran revelación. Una vez entre otras, escribe Santa Margarita, “que se hallaba expuesto el Santísimo Sacramento, después de sentirme retirada en mi interior por un recogimiento extraordinario de todos mis sentidos y potencias, Jesucristo mi Amado se presentó delante de mi todo resplandeciente de Gloria, con Sus cinco llagas brillantes, como cinco soles y despidiendo de Su Sagrada Humanidad rayos de luz de todas partes pero sobre todo de Su adorable Pecho, que parecía un horno encendido; y, habiéndose abierto, me descubrió Su amante y amable Corazón.

Entonces Jesús le explicó las maravillas de Su puro Amor y hasta qué exceso había llegado Su Amor para con los hombres de quienes no recibía sino ingratitudes. Esta aparición es más brillante que las demás. Amante apasionado, se queja del desamor de los suyos y así, Divino Mendigo, nos tiende la Mano el Señor para solicitar nuestro amor.

Le dirige las siguientes peticiones:

Comulgarás tantas veces cuanto la obediencia quiera permitírmelo

Jueves a viernes haré que participes de aquella mortal tristeza que Yo quise sentir en el huerto de los olivos; tristeza que te reducirá a una especie de agonía mas difícil de sufrir que la muerte.

Por acompañarme en la humilde oración que hice entonces a Mi Padre en medio de todas Mis congojas, te levantaré de once a doce de la noche para postrarte durante una hora conmigo; el rostro en el suelo, tanto para calmar la cólera Divina, pidiendo misericordia para los pecadores, como para suavizar, en cierto modo, la amargura que sentí al ser abandonado por mis apóstoles, obligándome a echarles en cara el no haber podido velar una hora conmigo…

“Una vez, estando expuesto el Santísimo Sacramento, se presentó Jesucristo resplandeciente de gloria, con Sus cinco llagas que se presentaban como otros tantos soles, saliendo llamaradas de todas partes de Su Sagrada Humanidad, pero sobre todo de Su adorable Pecho que, parecía un horno encendido. Habiéndose abierto, me descubrió su amabilísimo y amante Corazón, que era el vivo manantial de las llamas. Entonces fue cuando me descubrió las inexplicables maravillas de Su puro Amor con que había amado hasta el exceso a los hombres, recibiendo solamente de ellos ingratitudes y desconocimiento.

“Eso, le dice Jesús a Margarita, fue lo que más Me dolió de todo cuanto sufrí en Mi Pasión, mientras que si me correspondiesen con algo de amor, tendría por poco todo lo que hice por ellos y, de poder ser, aún habría querido hacer más. Mas sólo frialdades y desaires tienen para todo Mi afán en procurarles el bien. Al menos dame tú el gusto de suplir su ingratitud de todo cuanto te sea dado conforme a tus posibilidades.

Ante estas palabras, Margarita solo podía expresarle al Señor su impotencia, y Él le replicó: “Toma, ahí tienes con qué suplir cuanto te falte. Y del Corazón abierto de Jesús, salió una llamarada tan ardiente que pensó que la iba a consumir, pues quedó muy penetrada y no podía ella aguantarlo, por lo que le pidió que tuviese compasión de su debilidad. El le respondió: “Yo seré tu fortaleza, nada temas, solo has de estar atenta a Mi Voz y a lo que exija de ti con el fin de prepararte para la realización de Mis designios.

Entonces el Señor le describió a Margarita exactamente de que forma se iba a realizar la práctica de la devoción a Su Corazón, junto con su propósito, que era la reparación. Finalmente, Jesús mismo le avisa sobre las tentaciones que el demonio levantará para hacerla caer.

Estas son las palabras de Jesús en tan importante día: Primeramente me recibirás en el Santísimo Sacramento tanto como la obediencia tenga a bien permitírtelo; algunas mortificaciones y humillaciones por ello habrán de producirse y que recibirás como gajes de mi amor. Comulgarás, además, todos los primeros viernes de mes, y en la noche del jueves al viernes, te haré participe de la mortal tristeza que quise sentir en el huerto de los Olivos, cuya tristeza te reducirá, sin que logres comprenderlo, a una especie de agonía más difícil de soportar que la muerte. Para acompañarme en la humilde plegaria que elevé entonces a mi Padre, en medio de todas tus angustias, te levantarás entre las once y las doce de la noche para postrarte conmigo durante una hora, con la cara en el suelo, tanto para apaciguar la cólera divina, pidiendo por los pecadores, como para endulzar de algún modo la amargura que sentía por el abandono de mis apóstoles, lo cual me llevó a reprocharles que no habían podido velar una hora conmigo. Durante esa hora harás lo que te diga. Pero, oye hija mía, no creas a la ligera todo espíritu, ni te fíes, porque Satanás está rabiando por engañarte. Por eso, no hagas nada sin permiso de los que te guían, a fin de que, contando con la autoridad de la obediencia, él no pueda engañarte, ya que no tiene poder alguno sobre los obedientes.

Agudas pruebas

Después de la aparición, Margarita sintió que estaba fuera de si, y no sabiendo donde estaba, le faltaron las fuerzas y cayó desmayada. Sus hermanas, viéndola en tal aspecto, la levantaron y la cargaron donde la Madre Superiora. Ella, viendo que Margarita no podía hablar ni aun sostenerse, arrodillada ante sus pies, la mortificó y la humilló con todas sus fuerzas. Y cuando Margarita le respondió a su pregunta de lo sucedido, contándole todo cuanto había pasado, recargó sobre ella nuevas humillaciones y no le concedió nada de cuanto decía que el Señor le mandaba hacer, mas bien lo acogió con desprecio.

El fuego que devoraba a Margarita por dentro a causa de las revelaciones le ocasionó una fiebre continua. Ante esta misteriosa enfermedad la Madre Superiora no podía sino sentir miedo y por tanto le dijo a Margarita: “Pida a Dios su curación, de esta forma sabré si todo viene del Espíritu del Señor.

Margarita, obedeciendo a esta orden, le expuso todo cuanto le pedía su superiora al Señor, el cual no tardó en recobrarle por completo su salud por las manos de la Virgen Santísima. Y así consiguió Margarita el poder cumplir lo que Dios le pedía.

Viendo la Madre Superiora que continuaban las visiones, y no sabiendo que más hacer para asegurarse de su veracidad, decide consultar a los teólogos. Ella creyó que debía obligarla a romper el profundo silencio que hasta entonces había observado, con el fin de hablar del asunto con personas de doctrina. Compareció pues Margarita ante estos personajes, y haciéndose gran violencia para sobrepasar su extremada timidez, les contó todo lo sucedido. Más Dios permitió que algunos de los consultados no conocieran la verdad de las revelaciones. Condenaron el gran atractivo que tenía Margarita por la oración y la tildaron de visionaria, prohibiéndole detenerse en sus inspiraciones. Hasta uno de ellos llegó a aconsejar: “procuren que esta hija se alimente bastante y todo irá mejor.

“Se me empezó a decir, cuenta Margarita, que el diablo era el autor de cuanto sucedía en mi, y que me perdería si no ponía muy en guardia en contra de sus engaños e ilusiones. Para Margarita esto fue motivo de gran sufrimiento, no por razón del rechazo o porque pensaban mal de ella, sino por el conflicto interno que le causaba. Llegó a pensar que ella estaba en el error pero por más que trataba de resistir las atracciones de Dios no lo lograba. Se sentía profundamente abandonada, puesto que se le aseguraba que no la guiaba el Espíritu de Dios, y sin embargo, no lo podía resistir.

Cada vez era mayor la oposición aun dentro del convento contra Margarita. Había significativos movimientos de cabeza, miradas reprobatorias y muecas. Algunas pensaban que una visionaria venía a ser como la personificación de todo un escuadrón de demonios, un peligro evidente y una gran amenaza para todas. Llegó hasta tal punto que las hermanas empezaban a rociarla con agua bendita cuando pasaba.

Triunfo

El Señor le había prometido a Margarita que Su obra triunfaría a pesar de todos los obstáculos. Esta promesa empezó a cumplirse cuando, a primeros días de febrero de 1675, le envío al jesuita Padre Claudio Colombiere. En cuanto este santo sacerdote habló con Margarita, pudo ver su santidad y creyó en sus revelaciones, lo cual comunicó inmediatamente a la Madre Superiora. Ante el juicio del Padre Claudio, quién era reconocido por su sabiduría y santidad, la Madre Superiora pudo por fin descansar y le ordenó a Margarita que le contase todo al Padre Colombiere.

Cuarta revelación

Sagrado Corazón

Fue bajo esta nueva aceptación que se dio la cuarta y última revelación que se puede considerar como la más importante. El Señor quería establecer en la Iglesia una fiesta litúrgica en honor del Sagrado Corazón de Jesús. Sucedió esta revelación en el curso de la octava del Corpus Christi del año 1675, o sea entre el 13 y el 20 de junio.

Cuenta Margarita: Estando ante el Santísimo Sacramento un día de Su octava, y queriendo tributarle amor por Su tan gran Amor, me dijo el Señor: “No puedes tributarme ninguno mayor que haciendo lo que tantas veces te he pedido ya.” Entonces el Señor le descubrió Su Corazón y le dijo: “He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombre y que no ha ahorrado nada hasta el extremo de agotarse y consumirse para testimoniarles Su Amor. Y, en compensación, sólo recibe, de la mayoría de ellos, ingratitudes por medio de sus irreverencias y sacrilegios, así como por las frialdades y menosprecios que tienen para conmigo en este Sacramento de amor. Pero lo que más me duele es que se porten así los corazones que se me han consagrado. Por eso te pido que el primer viernes después de la octava del Corpus se celebre una fiesta especial para honrar a Mi Corazón, y que se comulgue dicho día para pedirle perdón y reparar los ultrajes por El recibidos durante el tiempo que ha permanecido expuesto en los altares. También te prometo que Mi Corazón se dilatará para esparcir en abundancia las influencias de Su Divino Amor sobre quienes le hagan ese honor y procuren que se le tribute.

El Padre Colombiere le ordenó a Margarita a que cumpliese plenamente la Voluntad del Señor, y que también escribiese todo cuanto le había revelado. Margarita obedeció a todo lo que se le pidió pues su más grande deseo era que se llegase a cumplir el designio del Señor.

Pasarían más de diez años antes que se llegase a instituir la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en el monasterio de la Visitación. Serian diez años muy duros para Margarita. La Madre Superiora, que por fin llegó a creer en ella, fue trasladada a otro monasterio. Pero antes de irse ordena a Margarita a que relatara ante toda la comunidad todo cuanto el Señor le había revelado. Ella accedió solo en nombre de la santa obediencia y les comunicó a todas lo que el Señor le había revelado incluyendo los castigos que El haría caer sobre la comunidad y sobre ellas. Y cuando todos enfurecidos empezaron a hablarle duramente, Margarita se mantuvo callada, aguantando en humildad todo cuanto le decían.

Al siguiente día, la mayoría de las monjas se sintieron culpables de lo que habían hecho, y acudieron a la confesión. Margarita entonces oyó que el Señor le decía que ese día por fin llegaba la paz de nuevo al monasterio y que por su gran sufrimiento, Su Divina Justicia había sido aplacada.

La anunciada muerte de Margarita

En contra de su voluntad, Margarita fue asignada como maestra de novicias y asistente a la superiora. Esto llegó a ser parte del plan del Señor para que por fin se empezara a abrazar la devoción del Sagrado Corazón de Jesús. Sin embargo Margarita nunca llegó a ver durante su vida en la tierra el pleno reconocimiento de esta devoción. En la tarde del 17 de octubre del 1690, habiendo Margarita previamente indicado esta fecha como el día de su muerte, encomendó su alma a su Señor, quien ella había amado con todo su corazón. Muere entre las 7 y 8 PM. Tenía 43 años de edad y 18 años de profesión religiosa.

Pasaron solamente tres años después de su muerte cuando el Papa Inocencio XIII empezó un movimiento que abriría las puertas a esta devoción. Proclamó una bula papal dando indulgencias a todos los monasterios Visitandinos, que resultó en la institución de la fiesta del Sagrado Corazón en la mayoría de los conventos. En 1765, el Papa Clemente XIII introdujo la fiesta en Roma, y en 1856 el Papa Pío IX extendió la fiesta del Sagrado Corazón a toda la Iglesia. Finalmente, en 1920, Margarita fue elevada a los altares por el Papa Benedicto XV.

Intervenciones sobrenaturales

La vida de Santa. Margarita estuvo marcada por experiencias sobrenaturales, pero ellas nunca fueron causa para escapar de las realidades cotidianas, sino al contrario. Las gracias sobrenaturales le trajeron duras pruebas y la necesidad de ejercitar heroicamente las virtudes que forjan la santidad en la vida diaria. He aquí algunos ejemplos.

En 1680 estuvo Margarita enferma de gravedad. Llegaba la fiesta del Corpus, donde se le concedió tomar el Pan de Vida, y se le dio el mandato de no tomar medicina alguna durante cinco meses, ni poner los pies en la enfermería. Añadió la Superiora por escrito que por orden de santa obediencia pidiera la salud a nuestro Señor a fin de poder practicar los ejercicios de la santa regla hasta la fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen de ese año 1680. Durante los cinco meses fijados por la Madre Superiora, Santa Margarita gozó de perfecta salud, quedando satisfecha la Madre Superiora de la prueba.

Otra intervención divina ocurrió cuando Santa Margarita tenía que entrar en los ejercicios anuales. En ese momento, Santa Margarita estaba en la enfermería abrasada de calentura. La Madre Superiora le dijo: “Vaya, hija mía, le encomiendo al cuidado de Nuestro Señor Jesucristo; que El la dirija, gobierne y cure según Su voluntad”. El Señor se le presenta y le hace levantar con mil señales de amor, y le dice: “Quiero volverte con salud a la que te ha enviado enferma y puesto en mis manos. Así quedó sana y vigorosa como si nunca hubiera estado enferma.

Se le presentó una vez delante de ella Jesús cargando con la Cruz, cubierto de llagas y de sangre y le dijo con voz dolorosamente triste: ¿No habrá quien tenga piedad de Mi y quiera compartir y tener parte en Mi dolor en el lastimoso estado en que Me ponen las pecadores sobre todo en este tiempo?. La santa se le ofreció y el Salvador colocó sobre sus hombros Su pesada Cruz. Una enfermedad le hizo sentir muy pronto lo desgarrador de aquellos clavos.

Otra vez al acercarse a la sagrada mesa se le apareció la Sagrada Hostia resplandeciente como sol, y distinguió al Señor, llevando en la mano una corona de espinas. El se la puso en la cabeza, diciéndole: “Recibe, hija mía, esta corona en señal de la que se te dará pronto por su conformidad conmigo”.

Sus tres ardientes deseos

Sus grandes deseos fueron siempre:

Deseo de amar a Dios y recibir la santa Comunión

Deseo de padecer. A consecuencia del deseo de amar, quería dar su vida puesto que no tenia nada más que dar.

Deseo de morir, así podría unirse con su gran Amor. Pero ella se conformaba con vivir hasta el día del Juicio, si esto era la voluntad de Dios, esta separación le dolía más que mil muertes.

Sus cualidades naturales

Santa Margarita era muy sensible, tímida, juiciosa y discreta, de buen espíritu, temperamento constante, corazón caritativo hasta lo imposible. Tenía poca educación formal y sin embargo una profunda sabiduría sobre las verdades sobrenaturales. Tenía un gran juicio y valentía para ser fiel a la verdad. Sabía perdonar de corazón. Las mas humillantes persecuciones que soportó quedaron para siempre sepultadas hasta llegar a ser extremadamente atenta para cuantos la hicieron sufrir.

Sus amigas, las almas del Purgatorio

Trataba a las almas del Purgatorio como sus queridas amigas. Su divino Dueño les había hecho donación de su sierva durante el año 1683. Debía hacerlo y sufrirlo todo por su rescate. Santa Margarita participaba de los sufrimientos de aquellas almas, se compadecía amargamente, oraba y practicaba duras penitencias para conseguir su liberación. Un día, sentada ante Jesús Sacramentado, de repente se le presenta una persona rodeada de llamas por todas partes. Es el alma de un religioso benedictino que la había confesado una vez en Paray-le-Monial. Le suplica que aplique por espacio de tres meses los méritos de todas sus obras y oraciones por su entrada al cielo. Le explicó: “Sufro tan terriblemente por el demasiado apego que tuve a mi reputación, mi poca caridad, algunas veces con mis hermanos y alguna torcida intención en mis prácticas de devoción y en mis relaciones con las criaturas. Margarita promete su cooperación. Durante estos tres meses permanece aquella alma cerca de su víctima voluntaria y la hace participar de los efectos del fuego purificador.

El dolor intensísimo lo hace llorar casi continuamente. Al cabo de los tres meses convenidos, se le aparece de nuevo a Margarita resplandeciente de gloria y ella le ve subir al cielo. El le da las gracias y promete ser su protector delante de Dios.


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Santa Brígida de Kildare, patrona de Irlanda https://www.reinadelcielo.org/santa-brigida-de-kildare-patrona-de-irlanda/ Thu, 01 Feb 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=11101

Santa Brígida es patrona de Irlanda junto con los santos Patricio y Columbano
En Kildare, en Irlanda, santa Brígida, abadesa, que fundó uno de los primeros monasterios de la isla y, según se cuenta, continuó el trabajo de evangelización iniciado por san Patricio (c. 525).

Vida de Santa Brígida

Parece una contradicción, pero a pesar de su gran fama que la hace pasar por la santa más conocida de Irlanda y de estar unidos a su figura gran cantidad de elementos festivos y folclóricos se conocen muy pocos hechos históricos sobre su vida.

Fue Cogitosus que vivió del 620 al 680 su primer biógrafo, pero -lastimosamente- poco escribe acerca de la vida terrena de la santa; su escrito se pierde en descripciones sociales y religiosas en torno al monasterio de Kindale, probablemente mixto y con jurisdicción quasi-episcopal, fundado por Brígida.

Santa Brígida de Kildare

También existen himnos y poemas irlandeses de los siglos VII y VIII que en sí mismos testimonian el culto que se tributaba a la santa irlandesa.

Un poco más adelante, el obispo de Fiésole, Donatus, a mitad del siglo IX, escribe su vida en verso y este debió ser el vehículo de la rápida difusión de su culto por Europa.

Pero de esta carencia de datos que impiden el diseño de un perfil hagiográfico completo; la religiosidad popular y el calor de las gentes por su santa ha suplido con creces la grandeza de su vida fiel al Evangelio y entregada a su vocación religiosa.

Del hecho de pertenecer Brígida a una tribu inferior en su tiempo, concretamente la de Forthairt, la fantasía la hace nacer del fruto de la unión -extraña al matrimonio- de su padre, Duptaco, con una bellísima esclava, con todos los problemas que esto produce en el entorno familiar legítimo, desde el disgusto de la esposa hasta la proposición de su venta. Claro que de esto se sacará la noble lección de que Dios puede tener planes insospechados para los espúreos inculpables que pueden llegar a las cimas más altas de la santidad y dejar tras de sí una estela de bien para la gente.

Heredada la extrahermosura de su madre, para no ser ocasión de pecado y no ser ya más pedida en matrimonio, pide a Dios que la haga fea. ¿Para qué quiere la hermosura quien sólo piensa en Dios? Ha decidido entrar en religión. Derrama lágrimas abundantes y son escuchados sus ruegos con un reventón del ojo; por este favor da gracias a Dios que luego le devuelve todo su esplendor. La lección está clara: quien posee al Amor desprecia lo que a tantas vuelve locas y vanas para alcanzar un amor.

También los pobres están presentes en el relato; no podría concebirse santidad sin caridad. Y ahora es la vaca su cómplice; nunca se secaron las ubres, una y otra vez ordeñadas por Brígida, cuando había que remediar a un menesteroso. La vaca ha quedado presente, como emblema, en las representaciones pictóricas de los artistas, junto a la imagen de la santa.

Y aún hay más; sí, son inagotables los relatos de bondades. Se habla de leprosos curados y de monjas tibias descubiertas; la muda Doria comienza a hablar y termina sus días como religiosa en el convento; frustra asesinatos; da vista a ciegos y… como expresión del estilo de un pueblo ¡convierte el agua de su baño en cerveza para apagar la sed!

Los himnos, versos, poemas y canciones populares -con sencillez y regocijo- muestran el calor de un pueblo por su santa y dice con sus leyes lo que las de la crítica histórica ni puede ni debe decir.

Oración a Santa Brígida

Señor, te pedimos que como santa Brígida de Kildare
aprendamos a despreciar las cosas tales como la vanidad
y las riquezas para poder servirte con un corazón
generoso e indiviso y alcanzar, como ella,
el premio de la eterna bienaventuranza.

Por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

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Fuente: Catholic.net


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Huía de su vocación, pero la pandemia hizo que se reencontrara con Jesús https://www.reinadelcielo.org/huia-de-su-vocacion-pero-la-pandemia-hizo-que-se-reencontrara-con-jesus/ Fri, 07 May 2021 19:11:52 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25639 La pandemia que está asolando todos los rincones del mundo también afecta al terreno religioso, y son abundantes los casos de jóvenes de la “Generación Covid” que han encontrado su vocación a lo largo de los últimos meses.

Es el caso de Genevieve Gignoux, una joven de Phoenix (Arizona) que con 18 años se preparaba para comenzar sus estudios en la universidad cuando supo que “Dios tenía otros planes”. “No sé donde estaría ahora de no ser por el Covid”, cuenta a Clarifying Catholicism mientras se prepara para ingresar en las Hermanas Dominicas de María Madre de la Eucaristía.

Una infancia cerca de la fe

Genevieve creció en una familia profundamente católica. “Ir a misa y rezar juntos me ayudó a abrazar personalmente la fe”. También influyeron “mis padres, que siempre han sido un ejemplo de amor y entrega, y nos enviaban a mis hermanas y a mí a eventos organizados por religiosas” desde la infancia.

La joven valora como una bendición haber recibido una educación católica. “Tuve la suerte de asistir a Sant Mary´s Catholic High School, donde encontré amigos católicos y profundicé en la fe con los sacramentos y la doctrina que nos enseñaban”, cuenta.

Unas monjas “nos daban clase de teología y nos contaban sus historias de vocación”. Esto impactó a Genevieve, que sintió “una profunda convicción de que necesitaba encontrar” la suya, “y comencé a rezar para conocer la voluntad de Dios”.

“Nunca más feliz” que rezando en Lourdes

Ver a su hermana mayor encontrarse con el Señor y discernir su vocación motivó aún más la inquietud de la estudiante. “Su sí a Jesús profundizó mi deseo de encontrar el mismo gozo que ella en la vida religiosa”, pero a medida que avanzaba en sus estudios, desechó la idea pensando lo extraño que sería que Dios llamase a dos hermanas a la vez.

Sin embargo, durante su último año en la escuela, un viaje a Lourdes “tuvo un gran impacto en mi fe”. Cuenta que “una noche, las hermanas nos llevaron a la gruta a rezar, me arrodillé, y supe que nunca había sido más feliz que en aquel momento. Lourdes aumentó mi vocación, pero no me di cuenta en ese momento”.

No podía ignorar la llamada

Genevieve quería ir a una prestigiosa universidad católica. Estaba emocionada cuando visitaba el centro, pero sentía que “algo no estaba bien. Estudiantes católicos, buenos programas, amigos que estudiarían allí…faltaba algo”.

“Comencé a asistir a misa diaria y aumenté mi oración, pidiendo a Dios para hacer lo correcto. `Solo quiero hacer Tu voluntad, renunciaré a esta vida si me lo pides, pero necesito que me lo muestres´”, rezaba.

“El día de la Virgen de Lourdes, pedí ayuda a María. Al acostarme, sentí un presentimiento y pensé: `¿Qué pasaría si yo debiese ser monja y lo hubiese ignorado todo este tiempo?´. Desde ese momento, decidí que discerniría mi vocación”.

“Dios tenía otros planes”

“Al día siguiente, escuchamos las historias de vocación de algunas hermanas que estaban en la escuela, y cuando nos íbamos, me dijeron que la hermana Mercedes quería hablar conmigo”.

“Fui a su despacho y me invitó a ir al retiro de discernimiento en marzo de 2020”, recuerda. “Tenía una imagen perfecta en mi cabeza de cómo sería todo. Iba a misa diaria, tenía más vida de oración, me preparaba para ir a un retiro… Estaba convencida de que, con todo eso, Dios me daría la gracia de conocer Su voluntad”. Pero una vez más, “Dios tenía otros planes”.

Genevieve habla en su canal sobre las virtudes del liderazgo católico.

Y llegó la pandemia

Era marzo, y “con la llegada del Covid, se canceló el retiro. Me sentía perdida, no sabía a qué me llamaba Dios, y se cancelaron la misa y la escuela”, cuenta. “Decidí frecuentar la adoración, y acabé yendo casi todos los días. Era el momento más incierto de mi vida, y a la vez fue una de las mayores bendiciones que jamás he recibido”.

“Mi alma se refugió en la tranquilidad de la capilla, y me enamoré de Jesús. Una noche, me di cuenta de que Dios me estaba ofreciendo todo lo que siempre había soñado en la vida religiosa y experimenté a Jesús invitándome: `ven y sígueme´”.

“Me entregué por completo a Su plan”, explica, “incluso si eso significaba renunciar a cosas por Él. Solo quería estar con Jesús, y supe que si me llamaba a la vida religiosa, sería con las Hermanas Dominicas de María”, donde también está su hermana mayor.

El miedo se convirtió en algo pequeño

Hablando con la hermana Mercedes, “le conté todos los miedos que hacían que elegir la universidad pareciese más fácil, pero me dijo que no podía dejar que el miedo controlara mi decisión, y me habló de la paz y el gozo que sigue a actuar según el llamado de Dios”.

Genevieve sabía que “no tenía excusa para decir que no, y si lo hacía, me arrepentiría para siempre”. A la mañana siguiente, llamó a la hermana Joseph Andrew y pidió hacer la solicitud. “El miedo no desapareció, pero se convirtió en algo pequeño e insignificante”, confesó.

Todas las piezas encajaban

Entonces “me di cuenta de cómo cada gracia que Dios me ha dado era una preparación para el momento en que conocí cuál era mi vocación, que era la pieza que faltaba para completar el rompecabezas de mi vida”.

Genevieve fue aceptada para ingresar en las Hermanas Dominicas el 22 de agosto, después de la eucaristía.

“Experimenté una plenitud de gozo que solo Dios puede dar cuando hacemos su voluntad. Sin el Covid, no sé dónde estaría en este momento. Aunque todo parezca incierto y haya motivos para temer, si le entregamos ese miedo a Dios, Él traerá algo mejor de lo que jamás podríamos imaginar” concluye Genevieve, ya formando parte de las Hermanas junto con otras 17 jóvenes postulantes.

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Fuente: Religión en Libertad


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El cuerpo incorrupto de Santa Bernardita https://www.reinadelcielo.org/el-cuerpo-incorrupto-de-santa-bernardita/ Fri, 16 Apr 2021 22:18:20 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25576

El cuerpo perfectamente conservado de Santa Bernardita Soubirous es uno de los casos médicos estudiados más inusuales. He aquí extractos de los informes de las tres exhumaciones del cuerpo de la Santa

Desde el 3 de agosto de 1925, el cuerpo intacto de la Santa se encuentra expuesto en un relicario de cristal en la capilla del monasterio de Saint-Gilard en la ciudad francesa de Nevers. La ciudad está ubicada en Borgoña, a 260 km de París.

Este es el contenido de la inscripción en la capilla al lado del cuerpo de la Santa: “El cuerpo de Santa Bernardita ha estado descansando en esta capilla desde el 3 de agosto de 1925.”

Está intacto y “como si estuviese petrificado”, como dijeron los médicos forenses, así como las autoridades seculares y eclesiásticas con motivo de las exhumaciones de 1909, 1919 y 1925. La cara y las manos que se oscurecieron por la exposición al aire, estaban cubiertas por una fina capa de cera. El cuerpo estaba inclinado hacia el lado izquierdo, la posición en que se asentó en la tumba.

Veamos qué dijeron los médicos responsables de examinar el cuerpo de la Santa durante las exhumaciones mencionadas.

Primera exhumación

El día 22 de septiembre de 1909, treinta años después del funeral, el cadáver de Santa Bernardita fue exhumado por primera vez y apareció un cuerpo intacto, sin signos de descomposición. Los doctores Ch. David y A. Jourdan, quienes realizaron la primera exhumación, escribieron en su informe:

El ataúd se abrió en presencia del obispo y prefecto de Nevers, sus representantes y muchos otros clérigos. No notamos ningún olor.El cuerpo estaba vestido con el hábito del convento al que pertenecía Bernardita. El hábito estaba húmedo. Solo la cara, las manos y los antebrazos quedaban expuestos.La cabeza estaba doblada hacia la izquierda. La cara estaba marchita y blanca. La piel estaba unida a los músculos y los músculos estaban unidos a los huesos.Los párpados cubrían las cuencas de los ojos. La nariz estaba estirada y arrugada. Los labios estaban ligeramente separados, así que se podía ver los dientes que quedaban en su posición natural.Los brazos, cruzados sobre su pecho, estaban perfectamente conservados, al igual que las uñas. Las manos sostenían un rosario. Se podían ver las venas en el antebrazo.Los pies estaban arrugados y las uñas intactas. Cuando se eliminó el hábito y se levantó el velo de la cabeza, se pudo observar un cuerpo firme y la piel estirada. Su cabello fue cortado muy corto y estaba firmemente adherido a la cabeza. Las orejas estaban perfectamente conservadas […]El estómago estaba apretado, al igual que el resto del cuerpo. Al tocarlo, emitió un sonido parecido al del cartón. La rodilla derecha era más ancha que la izquierda. Las costillas y los músculos eran visibles debajo de la piel. El cuerpo estaba tan rígido que se podía girar de un lado a otro.Certificamos que hemos redactado correctamente este informe, que en toda su extensión es cierto. Nevers, 22 de septiembre de 1909, doctores: Ch. David, A. Jourdan.

Segunda exhumación

En 1919, diez años después de la primera exhumación, la segunda exhumación del cuerpo de Santa Bernardita, dirigida esta vez por el Dr. Talon y el Dr. Comte, en presencia del obispo de la ciudad de Nevers y el delegado de la policía, así como representantes de la prefectura y de la Iglesia.

La situación fue idéntica a la de la primera exhumación. Aquí hay algunos extractos del informe final del Dr. Comte sobre la segunda inspección:

Después del examen, encuentro que el cuerpo de la Venerable Bernardita permanece intacto, esqueleto completo, músculos debilitados, pero bien conservados; solo la piel estaba arrugada debido a la humedad del ataúd. […]El cuerpo no mostró signos de putrefacción ni de descomposición, lo que naturalmente se esperaría cuarenta años después del funeral.Nevers, 3 de abril de 1919, Dr. Comte.

Ver más fotos

El 18 de noviembre de 1923, el papa Pío XI firmó un decreto que reconoce las virtudes heroicas de Bernardita. Después de la beatificación de la Santa, tuvo lugar la tercera exhumación, que tuvo lugar el 12 de junio de 1925. Su objetivo era obtener una “reliquia” del cuerpo de la mujer. La canonización tuvo lugar ocho años después, en 1933.

Los detalles de la última exhumación fueron incluidos en el informe del Dr. Comte, cuyas fórmulas legales a veces confunden a los laicos que no están acostumbrados a un lenguaje tan especializado. Este documento, sin embargo, nos permite evaluar con precisión hasta qué punto el cuerpo de la visionaria de Lourdes ha permanecido libre de descomposición.

Quería abrir la caja torácica por el lado izquierdo para extraer algunas costillas y luego el corazón, porque estaba convencido de que estaría intacto. Sin embargo, debido a que el torso se apoyaba ligeramente en el brazo izquierdo, tendría dificultades para acceder al corazón.Dado que la madre superior expresó el deseo de no sacar el corazón de Santa Bernardita, que también era el deseo del obispo, cambié mis intenciones y, en lugar de abrir el lado izquierdo de la caja torácica, saqué solo dos costillas del lado derecho, a las que tenía acceso más fácil.Durante esta exhumación, me impresionó la excelente condición en la que se conservara el esqueleto, los tejidos fibrosos, los músculos flexibles y fuertes, los tendones y la piel, cuarenta y seis años después de la muerte.Después de tanto tiempo, cada cuerpo muerto se descompone, se pudre y se calcifica. Sin embargo, cuando estaba cortando el cuerpo, me di cuenta de que tenía una consistencia casi normal y suave.En este punto, les dije a todos los presentes que no veía este fenómeno como natural.

Relicario de cristal

En ese momento, se fabricó un relicario de cristal en el que descansa el cuerpo de Santa Bernardita. Las monjas cubrieron la cara y las manos de la Santa con una fina capa de cera. Actualmente, el relicario se encuentra en una hermosa capilla fuera del recinto para que pueda ponerse a disposición de los visitantes.

El cuerpo maravillosamente conservado de Santa Bernardita alienta a los visitantes a imitar su vida y a tomar en serio el mensaje de la Inmaculada Concepción transmitido por la visionaria.

Película: El cuerpo perfectamente conservado de Santa Bernardita

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Fuente: Aleteia


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La religiosa que pasó de casi morir a tiros a transformar una ciudad de Sudán del Sur https://www.reinadelcielo.org/la-religiosa-que-paso-de-casi-morir-a-tiros-a-transformar-una-ciudad-de-sudan-del-sur/ Fri, 15 Mar 2019 09:57:24 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=20834

La obra de la monja irlandesa Orla Treacy, de las hermanas de Loreto, que está desarrollando una importante labor misionera en una peligrosa zona de Sudán del Sur no ha pasado desapercibida para el gobierno de Estados Unidos.

Su lucha a favor de los más débiles en medio de una espiral de violencia y de una hambruna que hace estragos ha llevado al Departamento de Estado a conceder a esta religiosa el International Women of Courage Award (Premio Internacional a las Mujeres de Coraje), un galardón que reconoce a mujeres de todo el mundo que trabajan por la justicia y la paz en los lugares en los que estos valores son más necesarios.

Candidatura promocionada por la embajadora Gingrich

Religiosa Orla premiadaSon los propios embajadores de Estados Unidos por el mundo los que proponen sus candidatos y luego la Secretaría de Estado elige a las mujeres premiadas. Precisamente, la candidatura de la hermana Orla Treacy fue promovida para el galardón por Calista Gingrich, actual embajadora estadounidense ante la Santa Sede, y esposa de Newt Gingrich, una de las figuras republicanas más relevantes y que fue presidente de la Cámara de Representantes. Éste se convirtió al catolicismo en 2009 gracias a Calista, católica devota.

El premio a la religiosa fue entregado por la primera dama de EEUU, Melania Trump, y el secretario de Estado, Mike Pompeo

“Como embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede tuve el gran honor de nombrar a la hermana Orla para este premio otorgado a mujeres que muestran un valor y un heroísmo extraordinarios para defender la paz, la justicia y la dignidad humana, a menudo con un gran riesgo personal. La hermana Orla encarna estas cualidades y más. Su compromiso con la gente de Rumbek es una marca de su valor único, su fuerza interior y su gran dedicación a la justicia de las mujeres. Con cada contrato firmado, cada comida provista y cada diploma otorgado, la hermana Orla Treacy promueve el estatus de las mujeres y la causa de la paz en Sudán del Sur”, afirma Gingrich.

Una obra impresionante en Sudán del Sur

Orla Treacy nació en Irlanda en 1973. Educada en un colegio religioso pronto sintió la llamada a la vida religiosa ingresando finalmente en las Hermanas de Loreto. En 2006, junto con otras hermanas de su congregación comenzó una nueva misión en lo que hoy es Sudán del Sur, un país asediado por la guerra, los conflictos entre clanes, la inseguridad y el hambre.

Es lo que hoy son las Escuelas de Loreto en Rumbek, que a día de hoy es mucho más que un centro educativo. Es como dijo Mike Pompeo, secretario de Estado, “un faro de esperanza” en una zona marcada por la oscuridad.

En 2017 la hambruna se extendió por todo Sudán del Sur, incluida la ciudad de Rumbek. Más del 40% de la población sufría malnutrición, entre los que había un millón de niños. La hermana Treacy sabía que tenía que hacer algo y había que hacerlo con urgencia.

Medidas que salvaron a muchas personas

Religiosa Orla premiada 2La directora de la misión creó una clínica médica en la propia escuela y empezó a servir comidas a sus estudiantes, empleados y a sus familias. Esta alimentación afectó directamente a las tasas de asistencia de la escuela, que mejoró en un 95%.

Además, las hermanas trabajaron con miembros de la comunidad que están dispuestos a arriesgar sus vidas para conseguir abastecimientos y transportar provisiones de alimentos a través de las áreas de conflicto en Sudán del Sur.

Todos estos esfuerzos, junto a un programa de nutrición para bebés desnutridos han mejorado drásticamente la salud de los niños no sólo de esta ciudad sino de toda la región gracias a las más de 700.000 comidas que estas religiosas han logrado dispensar en plena hambruna.

El otro gran pilar de la obra que encabeza esta religiosa irlandesa es la ayuda que sus escuelas y sus obras están proporcionando a las niñas y mujeres del país. Gracias a esta misión se están evitando matrimonios forzados y se fomenta la posibilidad de que se puedan formar, cosa que de otra manera parecería inviable.

“Dentro de la escuela las niñas viven en paz y armonía”, afirma esta monja, pese a que fuera sus tribus estén en conflicto permanente.

Contra los matrimonios forzados

En Sudán del Sur había y todavía persiste hoy una tasa de violencia contra las mujeres de las más altas del mundo. La violación y otras formas de violencia sexual están generalizadas y se cometen con impunidad. En muchos casos se ven forzadas a contraer matrimonios concertados y son sometidas a una servidumbre doméstica. Más de la mitad de las jóvenes están ya casadas cuando cumplen los 18 años. Este país tiene además una de las tasas de mortalidad materna más alta del mundo. Asimismo, el 76% de las niñas no recibe educación alguna.

Al llegar a Rumbek, esta religiosa se mostró decidida a cambiar el rumbo que propiciaba esta situación. Empezaron con un internado para niñas, y ahora hay también una escuela secundaria para niñas, una escuela primaria mixta y un centro de atención primaria.

Durante los últimos 13 años, la hermana Orla y sus compañeras han educado a numerosas niñas y jóvenes salvando a muchas de matrimonios forzados cuando apenas son todavía unas niñas.

Amenazada a punta de pistola en la escuela

Esta firmeza también le ha costado a la religiosa muchos problemas e incluso le ha podido costar la vida. Cuando una de sus estudiantes se vio obligada a contraer matrimonio forzada por su familia, la hermana Orla hizo todo lo posible para que no dejara al aula.

Poco después, un tío de esta niña se presentó en la escuela exigiendo a punta de pistola que dejara llevarse a la pequeña para entregarla en matrimonio. La religiosa galardonada se negó aún arriesgando la vida, y finalmente consiguió que esta menor no fuera entregada en matrimonio.

Desde aquel momento, las escuelas de la congregación establecieron el mandato de toda la comunidad de que los padres que deseen enviar a sus hijas a la escuela deben firmar un contrato con el compromiso de no obligarlas a contraer matrimonio mientras estén matriculadas en la escuela.

Este enfoque ha tenido un fuerte impacto en la región contra los matrimonios forzados Y ahora la iniciativa liderada por la religiosa irlandesa es apoyada por el Ministerio de Educación, asociaciones locales, jefes tribales, y los lideres de iglesias y otras comunidades.

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Fuente: Religión en Libertad


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«O todo o Nada: Hna. Clere», película de una vida apasionante https://www.reinadelcielo.org/o-todo-o-nada-hna-clere-pelicula-de-una-vida-apasionante/ Fri, 08 Feb 2019 18:32:52 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=19867 Esta es la aventura de un alma enamorada de Dios. «O todo o nada» es la película inspirada en la admirable vida de una hermana a la que el entusiasmo y la alegría jamás le faltaron. Al parecer desde el primer instante de su vida todos se dieron cuenta de que iba a ser especial.

La historia narra a través de varios testimonios la increíble y arrolladora personalidad que la caracterizaba y la llevó a ser recordada con tanto cariño. Con toda la lucidez de una mujer joven, la Hna. Clare, murió tras ser víctima de un terremoto en Ecuador en 2016, pero la muerte solo se convirtió en el inicio de una ola de amor.

Su sueño más grande era convertirse en una actriz famosa, pero qué curiosos son los planes de Dios, su talento no estaba destinado a Hollywood, sino al servicio de los demás. «Yo siempre quise ser una actriz famosa, una reconocida mundialmente. Después Dios me mostró que había muerto por mi y que yo tenía que darle mi vida». Constantemente aseguraba «Él murió por mí. ¡Me ama!… ¿Por qué nadie me había dicho eso antes?».

Él me estaba llamando a un amor y una entrega total

Qué lindo es encontrarnos con testimonios como el de la Hna. Clare, llenos de luz, de bondad y alegría, reflejos nítidos del amor de Dios. Muchas personas que la conocieron y compartieron tiempo con ella aseguran que deben la salvación de sus almas a la Hermana Clare.

Divertida, siempre con energía, con ganas de ofrecerlo todo, la vida religiosa fue exactamente lo que anhelaba. Superando todas las expectativas que tenía en mente, la caridad y el servicio la llevaron a encontrar la verdadera alegría, el estrellato, la fama y la admiración, pero no de este mundo sino del cielo.

Sea cual sea nuestra vocación, tomemos como ejemplo esta frase de la Hna. Clare: «O todo o nada». No hagamos las cosas a medias, no seamos mediocres, ni conformistas en la misión que se nos ha dado. Y como dijo la Hna. Clare alguna vez ¡hasta el cielo!

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Fuente: Catholic-link


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De un suicidio programado a ser Sor Emmanuel https://www.reinadelcielo.org/de-un-suicidio-programado-a-ser-sor-emmanuel/ Fri, 09 Mar 2018 13:36:14 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=11542

Sor Emmanuel Maillard, una de las religiosas más célebres de la Comunidad de las Bienaventuranzas en Medjugorje, estuvo recientemente en Italia y opinó sobre numerosas cuestiones de actualidad, entre ellas algunas referidas a las apariciones, como cuenta Cari Filii News.

Sor Emmanuel Maillard nació en 1947 en Neuilly-sur-Seine, en el área metropolitana de París. De joven llevó una vida muy agitada, siempre persiguiendo todo aquello que el mundo pudiese ofrecerle. Sin embargo, nada de ello llenaba su corazón, y buscando algo más se enredó en adivinos y esoterismos hasta perder completamente la ilusión por vivir. Sumida en la desesperanza, programó su suicidio para un día a las cinco de la tarde. Tenía 25 años.

Solo una hora antes, sin embargo, durante una oración carismática junto con el grupo que frecuentaba, una mujer que no la conocía descubrió a todos que alguien entre ellos se encaminaba hacia la muerte. Tras su sorpresa inicial, habló con ella y eso fue el inicio de su conversión, al hallar un inmediato consuelo en la oración que varios de los presentes hicieron por ella. Así lo describió años después: “Tenía cita con la muerte pero, a la hora D, quien había acudido a mí había sido el Dios vivo, y no la muerte. Mi pobre existencia en ruinas fue entonces abrazada por la vida. Sentí al Buen Pastor cerca de mí, había descendido al fondo de mi sórdida fosa y me había sacado de allí, tomando sobre su propio cuerpo mis heridas de muerte. Sentía que su vida corría dentro de mí como un torrente de delicias. ¡Todo mi ser estaba sumergido en la alegría de una resurrección!”

Los frutos de Medjugorje

Sor Emmanuel 2Hoy Sor Emmanuel es religiosa de la Comunidad de las Bienaventuranzas y vive en Medjugorje, cuyo mensaje difunde activamente en todo el mundo. Recientemente estuvo en Italia y recorrió la región de la Emilia Romaña abarrotando varios templos con sus charlas.

Tras una de ellas, en San Martino in Rio, Andrea Zambrano le hizo algunas preguntas para La Nuova Bussola Quotidiana, una de ellas sobre la labor de monseñor Henryk Hoser, enviado especial del Papa para elaborar propuestas pastorales respecto al fenómeno Medjugorje: “Vio los frutos de Medjugorje, y está contento de haber tocado con sus manos la obra que ha hecho la Virgen”, respondió Sor Emmanuel.

Según Sor Emmanuel, el secreto de la cantidad de gente que visita el lugar de las apariciones es la oración: “Veo cargas que se arrastran, peticiones, súplicas. La primera vez vienen para pedir, pero la segunda vuelven para rezar. Esto es muy hermoso. La adoración que tiene lugar tres días a la semana irradia amor verdadero y misericordia. Nos alimenta, y atrae a los fieles como la miel a las abejas”.

“Si tuviese que explicarle a alguien que no cree quién es la Virgen, ¿qué le diría?”, pregunta Zambrano: “Una madre. Una madre que ama mucho. Hoy muchos están heridos por la ausencia de la madre, por la ausencia del amor. Muchos niños sufren porque no tienen a su mamá en casa. Un niño, para estar bien en el mundo, debe contar con su madre, con su mirada amorosa. Las personas entran en crisis porque no se sienten amadas y como algo precioso para su madre”.

A esa madre del cielo se la conoce “en la oración”, dice, en particular con “la meditación de los misterios del Rosario”.

El camino del retorno a Dios

“Creo que la falta de oración explica la trampa en la que hemos caído hoy”, añade: “Si rezas, ves la mano del Señor en todo, desde la comida al trabajo, ves la Providencia en todas partes porque estás con Él. El corazón se inserta en un diálogo entre amigos que se hablan mutuamente. Y esto vale para todos. ¡Cuántas veces he visto a personas que se han convertido después de cuarenta años! La gracia de la conversión les ha dado la posibilidad de darse cuenta de cuántas veces la mano de Dios les ha protegido incluso cuando estaban alejados”.

Para descubrir a Dios, el camino mejor lo constituyen “la oración y la adoración eucarística”, porque con ellas “Dios te llena y esta presencia es real, te alimenta”. Y la misa, pero recordando lo que es, un sacrificio: “Hoy la gente no sabe lo que es la misa. Y así es imposible entrar en el misterio de Dios. Es el Calvario, y es rechazado. Pero aunque se lo rechace, la realidad sigue siendo la misma. Si no creo, el problema es mío, no de la misa”.

Los niños, “mártires” de la situación de la familia

Sor Emmanuel 3Sor Emmanuel dibuja un panorama preocupante del apartamiento de Dios en el mundo actual: “Basta mirar la realidad… Estamos en un punto donde el mal está tan activo que ataca a los niños en las escuelas. No pueden evitar ser envenenados: programas satanistas, impuros, la pornografía… Estamos ante una vertiginosa carrera hacia el mal”.

“Cada vez que oigo hablar de una nueva ley”, añade, “es un paso adelante hacia la destrucción del plan de Dios sobre la humanidad. Estamos en plena guerra espiritual entre la luz y las tinieblas. Divorcios, traiciones, pornografía… Las personas conviven como si tal cosa, pero es un pecado grave, y sin embargo todos lo hacen. Los adulterios se han normalizado y los niños son mártires. Todo esto ‘mata’ a los niños, a nuestros pequeños”.

No se puede esconder la verdad: “Quien toma una mujer distinta a la suya es un adúltero, la Palabra de Dios no puede cambiarse. Podemos no escucharla, pero ahí sigue. Sin embargo, muchos jóvenes llegan al matrimonio después de haber hecho miles de experiencias”.

Un consejo a los novios

A ellos les explica que “castidad es una palabra bellísima e indispensable para comprender el orden divino”, y les da un consejo: “Que no se casen porque estén enamorados, sino solo si tienen en común la fe y un proyecto para vivir juntos la unión divina. A los esposos les digo a menudo que deben volver a creer que cuando entraron en la iglesia para casarse eran dos, pero que después de los votos, de la iglesia han salido tres. El problema es que ese tercero, que es el verdadero Esposo, no está entre ellos”.

E insiste en la oración como camino imprescindible para devolver el mundo a Dios: “Hemos equivocado el concepto de diálogo. Dialogamos de manera humana, demasiado humana, pero así perdemos el tiempo y hacemos el juego al enemigo. La oración es mucho más eficaz. Cuando veo todas estas energías invertidas en este falso diálogo, invito a rezar más: porque la oración es mucho más eficaz, con ella tenemos el alimento cotidiano de la Palabra de Dios, que nos ilumina y nos descubre el plan de Dios”.

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Fuente: Rosas para la gospa


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45 años de misionera en Taiwán https://www.reinadelcielo.org/45-anos-de-misionera-en-taiwan/ Fri, 21 Jul 2017 18:13:56 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9856 ]]>

Cuando parecía que sus años de noviciado no iban a concluir haciendo los votos, y un joven aparecía en su vida como para indicarle otro camino, Sor Ida Porrino se hizo la pregunta clave: “¿Qué le ofrezco a Dios?”. Ella misma contó en Asia News cuál fue su respuesta a, ahora que se apresta a un radical cambio de destino:

Nací en Montegrosso (Costigliole d’Asti), soy la sexta de ocho hijos de una familia campesina. Mi mamá respetaba nuestras decisiones. Ella quería que sus hijos hallaran su camino y que estuviesen contentos. Mi papá, en cambio, quería que yo fuese enfermera, decía que las religiosas no tienen una posición muy elevada en la Iglesia. Mi hermano entró en el seminario de los salesianos y luego salió, y entonces yo sentí que teníamos una deuda con la Iglesia: un hijo sacerdote hubiese estado mejor, pero, en el fondo, ¡una religiosa también estaba bien!

¿Por qué elegí a las Hijas de San Pablo?

Las hermanas salesianas me seguían, a través de mi hermano, pero a decir verdad, no me atraían. Una vez, las Hijas de San Pablo vinieron a nuestra parroquia, las vi plenas de vida y espontáneas, no nos gritaban porque el vestido fuese demasiado corto o demasiado largo, o porque debiese llevarse el velo cuando se iba a misa.

Si una puede hacerse religiosa manteniendo la propia originalidad, entonces puedo pensar en el tema. Yo estaba en la escuela media. Luego fui a Alba para hacer magisterio; en cambio, mi hermano, el que inicialmente había pensado en ser salesiano, llegó a ser abogado, porque mi papá invertía en nuestro futuro y en nuestra instrucción.

El apostolado de Don Alberione

Cuando estaba siguiendo los cursos de magisterio en Alba, vivía en un pensionado que pertenecía a las Hijas de San Pablo. Luego conocí a Don Alberione y a las monjas que lo habían seguido.

Santiago Alberione (1884-1971) fundó en 1914 la Sociedad de San Pablo, germen de toda la familia paulina, consagrada a la difusión apostólica de publicaciones. Fue beatificado en 2003 por San Juan Pablo II.

santiago_alberioneMe conmovían su fervor y el ambiente de familia en el que vivían. Don Alberione era bajito, algo encorvado, en un primer momento quedé decepcionada: estaba acostumbrada a ver campesinos robustos en mi familia. Pero enseguida, al escuchar una homilía suya, entendí las razones que hacían de él un hombre que atraía e inspiraba el corazón de las personas.

Si a esto le sumamos que la vida de las monjas me atraía por su estilo de pertenencia, más parecido al de una familia que al de un instituto por el hecho de no ser demasiado estructurado sino dejar lugar para el contacto humano, resulta fácil entender a posteriori las razones de mi elección.

Por ejemplo, no se conocían los castigos. Si mi hermano hubiese roto un vaso en el seminario menor, la familia habría tenido que pagarlo. Para nosotras no era así. Recuerdo con mucha claridad que, sin darme cuenta, rompí una de las máquinas para la impresión de libros. La responsable me llama y me dice el precio del daño causado, y enseguida pensé: “Me equivoqué a lo grande. ¿Ahora quién le dice a mi padre que hay que pagar esta costosa pieza que debe cambiarse?” Pero inesperadamente, ella me dice que quiere que sepa el coste, pero no para hacerme pagar por el daño, sino para que yo entienda el precio de las cosas. Este tipo de actitud te hace sentir parte de una familia y te hace responsable. Así, aquella semana hice horas extras de manera voluntaria, los cinco días laborables de la semana.

Me agradaba su vida de apostolado, ir donde las familias y probar nuevos modos de aproximarse a la gente: recuerdo que un año fuimos a la playa vestidas con ropa de civil, pues de habernos vestido con el hábito ¡seguro que no habríamos sido aceptadas!

Crisis vocacional

De todos modos, al final de mi formación llegó un momento de crisis interior. Entonces volví a vivir llevando vestimenta de civil por un cierto período. En ese momento ya no sabía por qué me había hecho monja. ¿Había tomado la decisión siendo demasiado jovencita? ¿O acaso quería reparar el hecho de que mi hermano había dejado el seminario?

Estuve fuera casi un año. Era libre de volver a mi casa, pero no quería volver con mi familia, no hubiese sido el ambiente apropiado para tomar una decisión definitiva. Así que viví en la hospedería ayudando a las hermanas, pero haciendo una vida independiente. Hice los ejercicios en un instituto de clausura; en el ínterin también conocí a un joven muy despierto. ¿Tal vez debía casarme? ¿O dedicarme simplemente al servicio social? ¿O ser maestra de escuela primaria?

Mientras tanto, el tiempo pasaba, y no lograba encontrar la solución a este dilema, estaba enfadada con Dios, no entendía qué debía hacer. Luego comencé a pensar más seriamente: ¿qué le ofrezco a Dios? Le ofrezco mi capacidad de amar y mi libertad. Dándole estas dos cosas me sentí conforme, en cambio si le hubiese dado algo marginal, dentro mí habría sentido que no estaba siendo lo suficientemente generosa con Dios.

Luego hice la profesión perpetua, cuando estuve otra vez contenta conmigo misma, cuando me parecía haber vuelto a la época de noviazgo: sentía dentro mí toda una fuerza nueva.

En Taiwán, rodeada de personas no cristianas

orando en TaiwanHacer la profesión perpetua tras una crisis profunda fue como pasar a través del desierto y la experiencia pascual. Así que pedí hacer la profesión perpetua para Pascua, el 2 de abril de 1972. Al mismo tiempo, la superiora general necesitaba a 22 misioneras para América Latina, África y Asia. Yo pedí ser enviada pero, a decir verdad, pensaba que, recién salida de una crisis interior, no se fiarían de mí porque no daba ninguna garantía. En cambio, llegó la carta de aceptación para las misiones.

Yo prefería ir a Bolivia, por eso empecé a estudiar español por mi cuenta. Luego llegó una de las consejeras generales, que dijo que la lista para América Latina ya estaba completa. Y enseguida agrega: “Tú irás a Taiwán”. “¡Taiwán! ¿Dónde está Taiwán?”, pregunto. Dado mi carácter, yo sentía que no me adaptaba a Oriente, pensaba que allí eran todos educados y mesurados. Pero mis objeciones no se mantenían en pie, la superiora general ya había tomado la decisión.

Luego no supe cómo decírselo a mi familia, porque estábamos muy unidos. Mi mamá me preguntó: “¿Dónde te mandan?” Le dije “Un poco lejos”. Y ella: “¿A Roma?” Luego entendió y aceptó esta misión mía, a diferencia de mis hermanos y de mi padre, que querían reunirse con mi superiora para disuadirla. Al principio titubeé, pero luego, tras hacer un bellísimo curso para misioneras, me sentí muy alentada y encontré el impulso para partir.

Llegué a Taipei hace 45 años, el primero de diciembre de 1972. Partí sin miedo, pero cuando llegué al aeropuerto hubiera querido salir de inmediato en el vuelo de regreso y volver a casa. No entendía nada de lo que decían y me preguntaba: “¿Dónde fui a caer?”

Un país no cristiano… una experiencia útil ahora en los que sí lo son

Pero el Señor me conocía más de lo que yo me conocía a mí misma, y aquí, en Oriente, me hallé muy a gusto. El arte oriental y la música me atrajeron muchísimo, la caligrafía de las pinturas chinas de volvió un motivo de consolación e inspiración. Encontrarme con gente que no era cristiana fue, sin lugar a dudas, un gran reto: debía responder a preguntas que nadie me había hecho jamás. Descubrí razones mucho más profundas para mi fe, que jamás habría buscado de haber permanecido en un ambiente totalmente “católico”.

Visité los templos budistas para entender cómo acercarme a los fieles de otras religiones. Por ejemplo, el templo que estaba cerca de nosotras había sido construido por un general del ejército, que durante la guerra había matado a muchísimas personas y por esta razón no lograba encontrar la paz. Poco a poco, este general, al recluirse a vivir en el templo, volvió a hallar una tranquilidad interior.

Reflexionando sobre la misión de Jesús, entendí más profundamente el hecho de que él se haya encarnado para acercarse a nosotros. En Europa, jamás hubiera pensado en ciertos temas. Ahora, en cambio, casi cincuenta años después, ¡Europa ha vuelto a ser tierra de evangelización! Quizás podemos compartir nuestras experiencias de misión y hacer ver, por ejemplo, cómo la gente, cuando tiene problemas, viene a rezar con nosotros, y así, usamos simultáneamente salmos de la Biblia y poemas de sabios orientales.

El camino del perdón

Las experiencias apostólicas y pastorales aquí, en Taiwán, han sido bellísimas. Un muchacho, bautizado de pequeño pero que luego fue alejándose de la vida de la fe, que desempeñaba un alto cargo en el gobierno, un día vino y comenzó a contarme su vida. Cuando terminó, me pidió la absolución, diciendo que un sacerdote no lo entendería. Yo lo convencí de que fuera a ver a un sacerdote anciano, que sin embargo, en esa oportunidad, se mostró muy cerrado. El joven volvió a la librería deprimido. Yo tuve un sentimiento de culpa, y él me confirmó: “¡Te dije que no funcionaría!”. Entonces le aconsejé ir a ver a un sacerdote joven. Recuerdo que estábamos en medio de un tifón y llovía sin parar. Llamé al cura y le dije simplemente: “Llegará un joven para una confesión, recuerda que Dios es amor”. El sacerdote fue muy comprensivo, el muchacho quedó muy conmovido por este sacerdote que lo aguardaba afuera, en la calle, todo empapado, para ofrecerle el tiempo para la confesión. A partir de ese día, ese joven comenzó a reconstruir su propia vida y a reconstruirse a sí mismo.

En otra ocasión, en la Feria Internacional del Libro, aquí, en Taipei, recuerdo que una vez llegó una mujer llorando, y que me contó su experiencia familiar, muy difícil, por cierto. El marido la trataba peor que a una sierva. Una vez, ella entró en una iglesia y vio el crucifijo y enseguida dijo: “Ésta es mi religión. El budismo me ayuda, pero no me quita el sufrimiento: si este Dios da sentido al sufrimiento, ésta es mi religión”. Luego del bautismo, encontró la fuerza para enfrentarse al marido y para hacerse respetar como mujer, y como mujer ella encontró a Jesús directamente, sin ninguna mediación de misioneros o de otros fieles.

Esto es algo que me gusta de nuestra vida: el hecho de que nuestro apostolado nos lleve a ambientes de vida, de la gente real. En otra feria internacional, una muchacha de 23 años me confía que acababa de hacerse un aborto: era budista y se preguntaba cuántas veces tendría que renacer para pagar por el hecho de haberle negado la vida a su hijo. Le dije simplemente: “Dame este niño a mí, y yo restituyo la deuda que le debes”: recuerdo que en la comunidad también rezamos por su niño. Con ella nació una fuerte amistad. La muchacha se sintió aliviada por ese encuentro nuestro, le parecía que se había quitado de encima una carga absurda, que cada día pesaba sobre su estado de ánimo interior. Creo que éstas son experiencias muy profundas en lo que se refiere a compartir, que quizás resultan impensables en otras vocaciones.

El envío a Pakistán

Cristianos en PakistánAhora estoy por comenzar otro capítulo de mi vida: la superiora general, sor Anna Maria Parenzan, me llamó el mes pasado y me dijo: “Como ahora ya no eres la superiora provincial y puesto que de nuestras hermanas en Asia tú eres la que está más libre, te envío a Pakistán. Tenemos 18 monjas en esa región, ¡aprende el urdu y luego partes!”

Yo no había pensado en un cambio tan grande. Me siento igual que Nicodemo: “¿Cómo puede renacer un anciano?”. Pongo esta nueva aventura en manos de Jesús.

Cuando me lo dijeron, me sentí sacudida interiormente. Nuestra vida en Pakistán a veces no es fácil, pero sé que me arrepentiría si me negase a ir. No sé cuál será el resultado, pero sé que ahora puedo ofrecerme yo misma. De Taiwán me llevo experiencias riquísimas, incluso de la cocina. Luego de un primer momento de incertidumbre, ahora me siento más libre y menos aprensiva con respecto al futuro, aunque a veces me sienta muy impaciente.

Comenzamos nuestra misión en Kaohsiung, y hace algunos años, con nuestras hermanas, escribimos el libro, son muchas experiencias juntas, que están acompañadas por ilustraciones de una artista famosa, autora de varios libros, casada con un artista japonés. Ella estaba interesada en las historias de las monjas jóvenes, quería escribir nuestras experiencias de una manera humorística, y así fue como recogimos nuestros recuerdos y nuestras historias taiwanesas.

El hecho de escribir y difundir libros con contenidos constructivos es muy importante, y es algo que está en el corazón de nuestra misión: recuerdo que cuando íbamos a visitar a las familias que vivían cerca de los franciscanos de Taishan conocimos a una costurera. Cuando le vendimos un libro sobre la familia, lo compró y nos pidió que nos fuéramos de allí. Después de dos años, nos hizo entrar a su casa y vimos cuán interesada estaba por los libros sobre la familia. Luego nos contó que cuando pasamos por allí dos años antes, ella se estaba separando del marido, pero que gracias al libro, que contenía consejos muy simples sobre la vida en pareja, comenzó a prestar mucha atención a los detalles de todos los días, a cocinar platos muy buenos para el marido y las hijas.

Esto es un ejemplo de una familia que en aquella ocasión halló inspiración a partir del contenido de nuestros libros, y esto me ha hecho entender la importancia de los medios.

Ahora, en Pakistán, continuaré esta misión, tenemos varias tiendas, ¡una de ellas está en la calle principal de Lahore!

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Fuente: Religión en Libertad


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La monja ginecóloga que ayuda a las mujeres pobres https://www.reinadelcielo.org/la-monja-ginecologa-que-ayuda-a-las-mujeres-pobres/ Fri, 23 Jun 2017 13:13:55 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9661

La hermana Mary Joan Njeri, de las hermanitas de San Francisco, obstetra y ginecóloga, trabaja duro en un hospital público de Nairobi (Kenia), cerca de Kibera, el suburbio más grande de la ciudad, donde las mujeres no pueden permitirse ir a otro lugar para dar a luz.

Ella es la monja ginecóloga que ayuda a dar a luz a miles de mujeres pobres: «Esta vida me llena, soy feliz»

El área de maternidad de este hospital, el Hospital del Distrito Mbaghati, está siempre colapsado. Tiene capacidad para que 300 mujeres den a luz cada mes, sin embargo, la realidad es que hay más de 1.000 al mes que necesitan asistencia.

 

Njeri kibera

La mitad de los habitantes de Kibera no tienen empleo, y algunas personas sobreviven con tan solo 1$ al día. La hermana Mary ha respondido así a las preguntas de Global Sisters Report sobre su vida en este hospital público:

—¿Por qué decidiste hacerte ginecóloga?

—Cuando era doctora general, a veces solía estar de guardia en la zona de ginecología. Cada vez que veía a una mujer suufriendo porque necesitaba un especialista, este no estaba disponible. Había muy pocos especialistas, y además eran caros.

Así que me pregunté a mí misma: ¿por qué no me especializo en ginecología? Así habría alguien siempre disponible y no cobraría tarifas tan altas. Ahora este trabajo ha llenado mi vida. Cuando las mujeres vienen a mí, no cuento ni el tiempo ni el dinero.

—¿Cómo es trabajar en el hospital de un barrio pobre?

—A veces hay hasta tres mujeres por cama. Como son todas de por aquí (Kibera), no pueden permitirse un hospital mejor.

Normalmente, después de que una mujer haya dado a luz, hay que dejarla en observación durante 24 horas. Sin embargo, nosotros solo podemos acogerlas durante 12, debido a la gran cantidad de mujeres que requieren nuestros servicios.

Incluso cuando practicamos la cesárea a alguna de las madres, que suelen ser un 18 o 20% del total, es decir, 100 o 150 mujeres, tienen que compartir cama. Es muy duro.

Njeri hospital

—¿Cómo es un día normal para tí?

Me levanto a las 4:30 a.m y hago mis oraciones. Luego, voy en autobús a la ciudad a las 6:30 para escuchar misa. Tengo que llevar el té en un termo porque es muy temprano. A las 7:30 estoy en el hospital y empiezo por hacer un reconocimiento a las mujeres que ingresaron la noche anterior, hasta que vienen el resto de doctores a las 8:00.

A esa hora empiezo mi ronda general con el resto de doctores, que puede durar hasta la 1:00 p.m por la cantidad de mujeres que hay. En vez de irme a comer, voy a rezar sobre la 1:15, y a las 2:00 estoy de vuelta para diagnosticar a las madres que han ingresado por la tarde.

Tras enseñar a los interinos del hospital algunas técnicas a las 5:30, tengo adoración en el convento desde las 6:00 hasta las 7:00. A las 7.30 ceno, y después tengo tiempo libre. Sobre las 11:00 me voy a dormir, después de hacer vida en comunidad con el resto de hermanas. Por la noche pueden llamarme para urgencias, que suelen ocurrir a menudo.

Los sábados y domingos voy al Masailand (barrio de los Masai) y les atiendo. Siempre les animo a que den a luz en un hospital. Esta vida me llena, y soy plenamente feliz.

—¿Hay alguna paciente que recuerdes especialmente?

—En una ocasión, vino una mujer a mi consulta a la que realicé una ecografía. En ella pudimos comprobar que tenía gemelos, y se puso a llorar porque no sabía como los iba a mantener. Era tan pobre, que cuando dio a luz ni siquiera tenía un trozo de tela para envolver a los bebés. Yo tenía mi kitenge, una prenda típica en Kenia que se ata alrededor de la cintura. Lo saqué de mi mochila, lo corté por la mitad, y envolví a los recién nacidos.

—Parece una vida muy ajetreada, ¿cómo mantiene su fe?

—Mi fe y mi convicción me han dado la fuerza para continuar. Sé que no trabajo solo por la gente, sino por el Señor. Y es Él quien me da la fuerza y la energía para seguir.

Por eso voy a misa cada día y rezo mucho. Porque no podría hacer todo esto sin Él.

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Fuente: Religión en Libertad


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De budista a cristiana tras ver la reliquia de San Francisco Javier https://www.reinadelcielo.org/de-budista-a-cristiana-tras-ver-la-reliquia-de-san-francisco-javier/ Fri, 11 Nov 2016 16:38:10 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8172 En 1937, mientras España se desangraba en una cruenta guerra civil, nacía en Japón, en una familia budista, una niña llamada Keiko. Tenía 4 años cuando su país atacó Pearl Harbour e inició la guerra contra Estados Unidos y 8 años cuando los aliados vencieron a Japón y el Emperador anunció la rendición a los asombrados japoneses. En esa infancia de carestía y pobreza del Japón de postguerra, a los doce años, tuvo lugar su primer contacto con católicos.

El brazo de un español muerto

Brazo de San Francisco JavierElla estaba acabando la enseñanza primaria en la ciudad de Kobe. Una tarde, vio que sus vecinos salían de casa. Los siguió y los vio entrar en una iglesia católica. También ella entró: era la primera vez que veía por dentro un templo cristiano. En un lateral de esa iglesia se exponía a la veneración pública un objeto más que peculiar: un brazo de un hombre blanco de varias siglos de antigüedad… el brazo derecho de San Francisco Javier, el misionero jesuita español que inició la evangelización de Japón.

Lo que veía Keiko era una fila de gente que iba hacia el altar a mostrar respeto ante el objeto sagrado. Y aquello llamó su atención. De alguna manera, intuyó el concepto: santidad, lo que es bueno y sagrado.

Al año siguiente, su padre la inscribió en una escuela católica de religiosas franciscanas. En aquella escuela, y en aquellas religiosas, ella percibía una alegría que se le contagiaba, “una alegría paradisíaca y una intensa felicidad”.

Alegría y presencia de Dios

Allí la intrigada adolescente se apuntó a las clases de catequesis de las hermanas para entender la fe cristiana. Pronto entendió que vivía en su propio corazón algo misterioso y hermoso, la presencia de Dios en ella, muy fuerte. Y ya entonces decidió entregarse completamente al Señor y entrar en un convento… ¡cuando aún estaba sin bautizar!

Cuando se lo explicó a sus padres, de tradición budista, ellos no podían entenderlo, pero no se opusieron a su ingreso en la fe católica: su padre dijo que era justo seguir la religión que uno cree. Keiko se bautizó el 15 de agosto de 1950, con 13 años, junto a tres compañeras de clase. Era el día de la Asunción y tomó el nombre de Asunta. La familia conoció pronto más acerca de la fe católica y su madre y su hermano se bautizaron dos años después. Su padre se mantuvo como budista.

A los 19 años, Keiko, ahora Asunta Nakade, sintió que Dios la llamaba con insistencia en lo profundo del corazón. ¿Dónde servirle, dónde le pedía Él acudir? Por sugerencia de un sacerdote jesuita visitó a las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús en Yokosuka. La maestra de novicias, una japonesa, la acogió. Atraída por el calor y hospitalidad del convento, lo visitó varias veces. En una visita, sintió que Dios le atraía en el Santísimo Sacramento, que las hermanas adoraban cada día. Se reforzó su convencimiento de que debía consagrarse a Dios.

Vocación y misión

Hermana Asunta Nakade 2Entró en el noviciado en 1962, cuando terminó sus estudios. Aunque su madre era ya católica, tomó muy mal la decisión: sentía que perdía a su única hija. En cambio, su padre budista, comprendía el significado de seguir radicalmente a Jesús: la animó a abrazar la vocación sin mirar atrás.

Emitió sus votos solemnes en 1972, después se formó como maestra en Dublín, en un curso de formación Montesori, y en 1976 llegó como misionera a la India para trabajar en una escuela de niños con discapacidades psíquicas.

Con los niños enfermos y los pobres

No fue fácil para la japonesa adaptarse a la India ni a los niños, pero Dios le dio fuerza.

“No es fácil gestionar a estos niños, pero nuestro carisma, que consiste en el adorar al Señor Eucaristía es la fuente de mi fuerza y de mi alegría”, explica a la agencia misionera AsiaNews.

“La experiencia mística de la presencia de Cristo en la Eucaristía fue como verlo en nuestros niños. Cuando Dios ama a estos niños, ellos se convierten en amorosos. Los niños especiales son un don especial que el Señor me ha dado, aquí en India. ¡He transcurrido un tiempo maravilloso enseñando y aprendiendo de ellos numerosas experiencias de amor, sensibilidad y cuidado!”

Hasta el año 2014 sor Asunta dio lecciones en el Centro de Formación Enseñantes de Dilkush, de cómo enseñar con el método Montesori. También se volcó en la pastoral de su parroquia de San José, en Juhu, en la diócesis de Mumbai. Visitó enfermos en sus casas, distribuyendo la comunión y acudiendo a las casas de las familias. Trabajó con los enfermos de sida, y con los pobres entre la isla de Madh y Dadar. En las familias rotas o desunidas intentó -y a menudo logró- su reconciliación.

En 2010 cumplió medio siglo de servicio en la Iglesia, y lo celebró con una fiesta solo para pobres y religiosas.

Tres “C” que dan fuerza

“India es una tierra de contemplación”, explicaría la misionera japonesa. “El espíritu trabaja en silencio y nos conduce a experimentar la presencia de Dios y de su amor incondicionado. Las tres “C” que me guían son mis estrellas guías: Contemplación, Comunión y Compasión”.

En octubre de 2016 acabó su periodo misionero y volvió a Japón tras 40 años en la India, con casi 80 años. Ha acogido y consolado una infinidad de personas sufrientes, ha apoyado a muchos niños. Y todo empezó cuando, con la curiosidad de una adolescente, siguió a sus vecinos… a ver el brazo de un blanco muerto.

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Fuente: Religión en Libertad


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