Puerto Rico – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 22 Apr 2022 10:03:28 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia https://www.reinadelcielo.org/nuestra-senora-madre-de-la-divina-providencia/ Fri, 22 Apr 2022 08:54:28 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10645 Origen de la Devoción

El nombre y culto de Nuestra Señora de la Divina Providencia se originó en Italia en el siglo XIII. Era una devoción muy popular que luego pasó a España, en donde se le construyó un santuario en Tarragona. Cuando Monseñor Gil Esteve Tomás, nacido en Cataluña (España) fue nombrado obispo de Puerto Rico, trajo consigo esta devoción que adquirió durante sus años en el seminario. El obispo tuvo que poner a sus diócesis en manos de la Divina Providencia pues encontró la catedral casi en ruinas y las finanzas de la diócesis en números rojos. La confianza y esfuerzos del obispo dieron fruto rápidamente; en menos de cinco años la iglesia catedral fue restaurada e inmediatamente se estableció allí el culto de la Virgen de la Divina Providencia.

La imagen original, venerada por los Siervos de María y otras órdenes religiosas italianas, era una hermosa pintura al óleo en la que se observa a la Virgen María con el Divino Niño que duerme apaciblemente en sus brazos.

Nuestra Señora de la Divina Providencia

El título “de la Divina Providencia” se ha atribuido a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María pues un día, cuando sus frailes no tenían nada que comer, después de invocar la ayuda de la Virgen, encontró a la puerta del convento, dos cestos llenos de comida cuyo origen no pudo averiguarse. La imagen que Don Gil Esteve ordenó fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una bella figura sentada, hecha para ser vestida, pero al celebrar los 67 años de la Catedral, en 1920, se la reemplazó por una magnífica talla toda en madera y que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y mejor conocida para la mayoría de las comunidades de Puerto Rico. La Virgen María se inclina sobre el Niño quien, en una actitud de confianza absoluta, duerme apaciblemente en su regazo. Las manos de la Virgen se juntan en oración mientras toma suavemente la mano izquierda de su Hijo. La talla entera inspira ternura, confianza, devoción y paz.

El Papa Pablo VI, en un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969, declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, patrona principal de la isla de Puerto Rico. En este documento se decreta también que la solemnidad de la Virgen se transfiera del 2 de enero al 19 de noviembre, día en el que la isla fue descubierta. La intención es juntar los dos grandes amores de los puertorriqueños: el amor por su primorosa isla y el amor por la Madre de Dios.

La talla más antigua, fechada en 1853, fue la elegida para ser solemnemente coronada durante el Concilio de Obispos Latinoamericanos (CELAM) que tuvo lugar en San Juan de Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976. La víspera de este evento, la imagen fue brutalmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita en Santurce . Y, en ese estado, la imagen fue coronada en medio de la emoción y lágrimas de miles de sus hijos y en presencia de cardenales, arzobispos y obispos de toda la América Latina.

Oración a la Virgen de la Divina Providencia

Virgen María Inmaculada, Madre de la Divina Providencia, protege mi alma con la plenitud de tu gracia; gobierna mi vida y dirígela por el camino de la virtud al cumplimiento de la voluntad divina.

Alcánzame el perdón de mis culpas. Sé mi refugio, mi protección, mi defensa y mi guía en la peregrinación por este mundo. Consuélame en mis aflicciones, rígeme en los peligros, y en la tempestades de mi adversidad, ofréceme tu segura tutela.

Alcánzame, ¡Oh Maria!, la renovación interior de mi corazón para que se convierta en morada santa de tu divino Jesús. Aleja de mi que soy débil, toda suerte de pecado, de descuido, de pereza, de debilidad y de respeto humano.

¡Oh, dulcísima Madre de la Divina Providencia! Dirige hacia mí tu mirada maternal y si por fragilidad o por malicia he provocado las amenazas del eterno juez, y he amargado el corazón sacratísimo de mi amado Jesús, cúbreme con el manto de tu protección y seré salvo.

Tú eres madre misericordiosa; tú, la virgen del perdón; tú, mi esperanza en la tierra. Haz que pueda yo tenerte por madre en la gloria del cielo.

Amén.

Himno a la Virgen de la Divina Providencia

Virgen Santa de la Providencia
Madre de Clemencia,
Honor del Caribe.
Protectora, Borinquen te aclama.
Patrona te llama y a tu amparo vive.

Los Boricuas, tus hijos amados,
llegan confiados a buscar los bienes,
que les brinda con todo el cariño,
por tu mano, el niño,
que en tus brazos tienes.

Ese niño que reposa en calma,
despierto en el alma
en Borinquen sueña.
Y se alegra de que hayas querido
por trono escogido, tierra Borinqueña.

Puerto Rico, te tiende su brazo,
solo en tu regazo, descansar añora,
y te pide, que sigas constante,
siendo en cada instante
su fiel protectora.

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Fuente: Web Católico de Javier


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De consumir y vender drogas a catequista comprometido https://www.reinadelcielo.org/de-consumir-y-vender-drogas-a-catequista-comprometido/ Fri, 10 Nov 2017 20:15:48 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10569 ]]>

Raúl Santiago nació y pasó us infancia en las montañas de la isla caribeña de Puerto Rico. “Allí todos éramos católicos por tradición, todos bautizados al nacer. Había respeto por Dios y los sacerdotes, pero había muy poca formación en la fe. Mi mamá me dice que estoy confirmado pero no lo recuerdo”, explica al contar su testimonio en el programa “Cambio de Agujas” de HM Televisión.

Cuando tenía 14 años su padre ganó un dinero en la lotería de EEUU y pudo llevar a su familia a Estados Unidos. A Raúl le costó integrarse. Le costó el cambio de campo a ciudad, y una escuela más estricta y en otro idioma: lo vivía como una prisión.

La marihuana, para tener valor y ser otro

Él hizo amistades callejeras para fumar, luego beber, luego robar pequeñas cosas. Y a partir de los 18 años “ya en el mundo de las drogas y el vicio”.

“Yo buscaba ser alguien que no podía ser estando sobrio. Mi papá era alcohólico, ya le venía de familia. Y empecé con el alcohol y la marihuana, que se volvió mi mundo”.

Él, que era en el fondo un niño tímido con miedo de hablar, desadaptado, fumando marihuana se sentía fuerte, capaz de todo, de hablarle a una chica, de hacer algo arriesgado, sin miedo. “Era una máscara, una forma de disfrazarme, podía ser un superhéroe con la droga”.

Vender drogas y probar el LSD

Vendía drogas para poder comprarlas. Daba dosis gratis para enganchar a más personas y convertirlas en clientes.

Después probó con “el ácido, me di unos viajes a otros mundos…”. Era LSD, una droga alucinógena que tomó en algunas ocasiones.

Fue una etapa breve pero intensa: unos dos años y medio de marihuana intensa diaria, desde la mañana.

Una noche de terror transformador

Raúl SantiagoCon 22 años iba con un compañero en coche, de pasajero. Esa noche no había tomado ácido (LSD). Y sin embargo sentía que algo le pasaba.

Entré en un mundo espiritual. Pero oscuro, de tinieblas. Tenía un pánico horrible, un miedo terrible que no sabía de donde venía”. Su amigo le preguntaba: “quieres que vayamos a tal sitio, o fumar, o ver a alguien…” Pero Raúl estaba aterrado y decía que no a todo. Pidió ir a casa.

El amigo le dejó delante de su casa. “Iba a tratar de entrar pero una voz me dio: ‘no estás listo para ir a tu casa, no puedes ir’. Sentía ese temor, ese pánico. Me puse a caminar por la calle y en mi mente aparecían cosas de cuando era niño, de mi preparación para la Primera Comunión, de cómo Adán y Eva tomaban la fruta prohibida, y pensé, ‘las drogas que estoy tomando son la fruta prohibida’. Y una voz me decía: ‘siempre vas a estar en un mundo bien pequeño’. Y es la realidad porque cuando uno toma drogas siempre está en la misma esquina con la misma gente”.

Seguía caminando. “Me quité la camisa, caminé como dos millas, ya habia autopistas y varios caminos. Y una voz me decía: ‘siempre vas a tener miedo al hombre de la esquina’, es decir, la policía”.

Ya volviendo hacia su casa “de repente me entró algo que decía que nadie me quería, que me faltaba el amor. Me sentí como un perrito abandonado al que le dan patadas”. Vio un hombre con maletas pesadas. Raúl se ofreció a ayudarle pero el hombre se asustó. “Ya ni para esto sirvo”, pensó Raúl.

Empapado, desnudo, nacer de nuevo

Y al acercarse a casa pensó en su Primera Comunión infantil, y se quitó los zapatos mientras se acercaba. Y llovía, y él sentía que de alguna manera “se limpiaba”. Se quitó después el pantalón y corrió a casa, y pensaba en Adán y Eva, también desnudos. Su madre le vio al entrar, desnudo y mojado y alocado. Lo envolvió en una sábana y lo arropó. “Y yo me sentí como un niño recién nacido. En inglés decimos, born again, nacer de nuevo. Mamá me llevó a la cama y yo saqué un libro pornográfico que leía y dije: ‘esto es lo que pierde al hombre’. Y lo tiré al piso. Mi mamá trataba de defenderme: ‘sí, ese amigo tuyo…’. Y dije: ‘no, mami, es tu hijo, que te ha engañado, que ha hecho esto, y esto otro…”

“Busca a alguien que sepa de religión”

Y el joven de 22 años dijo: “mami, busca alguien que sepa de religión, tú sabes, esos viejitos que vienen de vez en cuando”. Eran unas personas de la Legión de María, que a veces venían a casa y de los que él huía “como el diablo de la cruz”. “Es que se mudaron”. “Busca un sacerdote”

Raúl se asustó. “Yo pensaba que me iba a morir y me iba a ir al infierno. Mi mamá no iba a la iglesia, pero tenía un rosario, y lo tomó y lo empezó a rezar. Y me acostó en la cama y me quedé dormido; ahí me calmé”.

Al día siguiente salió a la calle. Los amigos sabían que le había pasado algo. Él no sabía como explicarlo. Caminaba como un zombi, como en una ensoñación. Llegó a una casa de droga, con chicos que sabían que él ahora estaba cambiado.

– “¿Y qué vas a hacer con la droga?”, le preguntaron.

– “No la quiero”, respondió rotundo.

Y un chico trajo de un cuarto un pañuelo con la imagen del rostro de Jesucristo y lo abrió ante su cara.

– ¿Por que no la cambias por esto?

“Y le dije que no”, recuerda apenado Raúl.

El expresidiario que le llevó a la iglesia

Raúl Santiago y su esposaAún le costaría un par de meses cambiar de rumbo. Conoció a un ex-presidiario, un joven que visitaba a amigos de Acción Católica porque estos lo habían visitado en prisión. “Y con ese chico empecé a ir a la iglesia. Antes solo iba en Navidad y en Pascua para ver niñas bien vestidas. Y ahora iba y me ponía muy atrás, arriba en el coro. El cura, peruano, hacía misas rápidas pero de sermones bien largos, de 40 minutos, pero a mí se me hacían cortos y quería más. Ahora tenía hambre, casi desespero, por las cosas de Dios”.

Empezó a acudir a Acción Católica y Legión de María y a más grupos y no se saciaba, quería saber más y más; acudió a Renovación Carismática, a Cursillos de Cristiandad, se apuntó a mil retiros en español y en inglés. ¡El tiempo que antes pasaba en las calles ahora estaba en retiros y encuentros! “Tenía un desespero por crecer en cosas de Dios”.

Unos años después conoció una chica cristiana, se casó y “ahora llevo más de 25 años como catequista llevando a los jóvenes hacia Cristo”.

Aceptar a la Iglesia como es, porque es de Cristo

Estudió teología en la Universidad Franciscana de Steubenville. Allí, en oración, en una etapa de dudas en que cuestionaba a la Iglesia, entendió que Dios le decía: “Yo te amo como eres, bueno y malo, ¿por qué tú no amas a mi Iglesia tal como es?” “Ahí me enamoré de la Iglesia: hay que amar al Cuerpo y a su Cabeza”.

Y aquella voz que había dicho ‘tu mundo es bien pequeño’… “hoy, con la Iglesia, he estado en tantos sitios y he conocido a tanta gente, en la Iglesia universal… y lo que vendrá después, en la otra vida”.

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Fuente: Religión en Libertad

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