En dicha obra, capítulo X, se leen 7 importantes rasgos del Santo Nombre de María que todo cristiano siempre debe recordar:

1.- Nombre Santo

“El augusto nombre de María, dado a la Madre de Dios, no fue cosa terrenal, ni inventado por la mente humana o elegido por decisión humana, como sucede con todos los demás nombres que se imponen. Este nombre fue elegido por el cielo y se le impuso por divina disposición, como lo atestiguan San Jerónimo, San Epifanio, San Antonino y otros”.

2.- Lleno de dulzura

“El glorioso San Antonio de Papua, reconocía en el nombre de María la misma dulzura que San Bernardo en el nombre de Jesús. ‘El nombre de Jesús’, decía éste; ‘el nombre de María’, decía aquél, ‘es alegría para el corazón, miel en los labios y melodía para el oído de sus devotos’… Se lee en el Cantar de los Cantares que, en la Asunción de María, los ángeles preguntaron por tres veces: ‘¿Quién es ésta que sube del desierto como columnita de humo? ¿Quién es ésta que va subiendo cual aurora naciente? ¿Quién es ésta que sube del desierto rebosando en delicias?’ (Ct 3, 6; 6, 9; 8, 5)”.

“Pregunta Ricardo de San Lorenzo: ‘¿Por qué los ángeles preguntan tantas veces el nombre de esta Reina?’ Y él mismo responde: ‘Era tan dulce para los ángeles oír pronunciar el nombre de María, que por eso hacen tantas preguntas’. Pero no quiero hablar de esta dulzura sensible, porque no se concede a todos de manera ordinaria; quiero hablar de la dulzura saludable, consuelo, amor, alegría, confianza y fortaleza que da este nombre de María a los que lo pronuncian con fervor”.

3.- Alegra e inspira amor

“Tu nombre, oh Madre de Dios –como dice San Metodio– está lleno de gracias y de bendiciones divinas. De modo que –como dice San Buenaventura– no se puede pronunciar tu nombre sin que aporte alguna gracia al que devotamente lo invoca. Búsquese un corazón empedernido lo más que se pueda imaginar y del todo desesperado; si éste te nombra, oh benignísima Virgen, es tal el poder de tu nombre –dice el Idiota– que él ablandará su dureza, porque eres la que conforta a los pecadores con la esperanza del perdón y de la gracia”.

4.- Da fortaleza

“Los demonios, afirma Tomás de Kempis, temen de tal manera a la Reina del cielo, que al oír su nombre, huyen de aquel que lo nombra como de fuego que los abrasara. La misma Virgen reveló a santa Brígida, que no hay pecador tan frío en el divino amor, que invocando su santo nombre con propósito de convertirse, no consiga que el demonio se aleje de él al instante”.

“Y otra vez le declaró que todos los demonios sienten tal respeto y pavor a su nombre que en cuanto lo oyen pronunciar al punto sueltan al alma que tenían aprisionada entre sus garras. Y así como se alejan de los pecadores los ángeles rebeldes al oír invocar el nombre de María, lo mismo –dijo la Señora a santa Brígida– acuden numerosos los ángeles buenos a las almas justas que devotamente la invocan”.

5.- Promesas de Jesús

“Son maravillosas las gracias prometidas por Jesucristo a los devotos del nombre de María, como lo dio a entender a santa Brígida hablando con su Madre santísima, revelándole que quien invoque el nombre de María con confianza y propósito de la enmienda, recibirá estas gracias especiales: un perfecto dolor de sus pecados, expiarlos cual conviene, la fortaleza para alcanzar la perfección y al fin la gloria del paraíso. Porque, añadió el divino Salvador, son para mí tan dulces y queridas tus palabras, oh María, que no puedo negarte lo que me pides”.

“En suma, llega a decir San Efrén, que el nombre de María es la llave que abre la puerta del cielo a quien lo invoca con devoción”.

6.- Brinda consuelo

“San Camilo de Lelis, recomendaba muy encarecidamente a sus religiosos que ayudasen a los moribundos con frecuencia a invocar los nombres de Jesús y de María como él mismo siempre lo había practicado; y mucho mejor lo practicó consigo mismo en la hora de la muerte, como se refiere en su biografía; repetía con tanta dulzura los nombres, tan amados por él, de Jesús y de María, que inflamaba en amor a todos los que le escuchaban”.

“Y finalmente, con los ojos fijos en aquellas adoradas imágenes, con los brazos en cruz, pronunciando por última vez los dulcísimos nombres de Jesús y de María, expiró el santo con una paz celestial”.

7.- Buena aventura

“Roguemos pues, mi devoto lector, roguemos a Dios nos conceda esta gracia, que en la hora de la muerte, la última palabra que pronunciemos sea el nombre de María, como lo deseaba y pedía San Germán”.

“Concluyamos con esta tierna plegaria de San Buenaventura:

‘Para gloria de tu nombre, cuando mi alma esté para salir de este mundo, ven tú misma a mi encuentro, Señora benditísima, y recíbela’. No desdeñes, oh María –sigamos rezando con el santo– de venir a consolarme con tu dulce presencia. Sé mi escala y camino del paraíso. Concédele la gracia del perdón y del descanso eterno. Y termina el Santo diciendo: ‘Oh María, abogada nuestra, a ti te corresponde defender a tus devotos y tomar a tu cuidado su causa ante el tribunal de Jesucristo’”.

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Fuente: Aciprensa

La redacción de Reina del Cielo

Reyna Olivé y su familia, seguidores de nuestra web, nos traen este testimonio personal acerca de las maravillas que obra Dios y nuestra Madre Santísima. 

Una de las 15 promesas de rezar el santo rosario es la Protección de la Virgen María para librarnos de tener una muerte en desgracia (violenta), en su promesa número seis. Esto es muy cierto, y hace días me puse a reflexionar el cumplimiento de sus promesas y del gran poder que tiene la oración para librarnos del peligro.

1. LA VIRGEN ME LIBRÓ DE UNA MUERTE POR ASFIXIA

El pasado 2 de diciembre, la Virgen me libró de tener una muerte trágica. Mi esposo y hijo habían salido  a las 7 am, y me quedé acostada en la recámara durmiendo de nuevo a mi bebé y haciendo el santo rosario en mi mente. Me quedé dormida después de rezar los 15 misterios, y como entre 8:30 am y 9 am recuerdo que un fuerte olor a gas me despertó.

En ese momento, al ver todo oscuro iba a encender la luz para comenzar a abrir puertas y ventanas y caminar hacia la cocina. Pero la voz del Espíritu Santo me puso en mis pensamientos un recuerdo que tenía de hace años, cuando un tío tuvo una experiencia similar: Habían entrado a robar a su casa y dejaron las perillas de la estufa encendidas, pero mi tío al entrar a su casa y sentir el gas decidió no encender ninguna luz y le explicó a mi papá que si encendía la luz podía explotar con la primer chispa todo el gas en el aire.

Esa vez recuerdo que aprendí esto de la reacción del gas con el encendido de un foco, gracias a que mi papá me platicó lo sucedido con mi tío. Ya después busqué en internet y vi que no solo un foco sino una llamada por teléfono inalámbrico puede hacer explotar una habitación llena de gas. Bendito Dios que nadie llamó por teléfono durante el tiempo que tenia gas saliendo por toda mi casa.

Finalmente salí de mi recámara a oscuras, sin encender ninguna luz para ir a la cocina a apagar una perilla de la estufa que había quedado abierta (y que no nos explicamos como pudo quedar abierta si después de haber hecho el desayuno siempre verifico la estufa y aparte mi esposo todavía tardó con mi hijo desayunando y hubiéramos sentido el olor a gas antes de que él saliera de casa).

El caso es que ese día después de ventilar toda la casa, abrir puertas y ventanas, después de una hora sentí una sensación de llanto, porque me emocioné mucho saber como la Virgen Santísima nos había, nuevamente, librado de otro peligro más de muerte, a mí y a mi pequeña hija, porque aunque no hubiese sido con alguna explosión, también pude haber quedado dormida muy profundamente y no despertarme con el olor a gas y quizás hubiésemos quedado asfixiadas con una muerte silenciosa.

Y esta reflexión de mi experiencia con el gas al quedarme dormida rezando el santo rosario me llevó a otra segunda reflexión…

2. LA VIRGEN LIBRÓ A MI MADRE DE MORIR AHOGADA EN UN PANTANO

Cuando estaba casi por terminar mi carrera en la universidad, tenía unos 21 o 22 años tal vez, mi madre estuvo a punto de morir ahogada en un pantano, al caer de repente por un puente peatonal que está cerca de su casa, pues iba a visitar a una amistad que vivía del otro lado del pantano. Ella dice que estuvo más de una hora sosteniéndose con las manos, agarrada de los pies del puente y rezando todo el tiempo el Santo Rosario, pues tenia la esperanza que alguien escuchara sus gritos de AUXILIO.

Y nos contó que ya estaba cansándose de estar sostenida así durante tanto tiempo, pues nadie pasaba por ese puente y la gente que pasaba por la carretera lo hacía en carro, pero ella no perdía la esperanza de que la Virgen Santísima la libraría de una muerte tan trágica. Finalmente, gracias a Dios, un muchacho pasó y la escuchó y fue cuando caminó por el puente peatonal para verla y buscar ayuda para que la sacaran.

Agradezco a Dios que mi madre pudo verme terminar mi universidad y no me quedé huérfana de madre el día de mi graduación.

3. LA VIRGEN LIBRÓ A LA MAMÁ DE UN AMIGO DE MORIR DENTRO DE SU CARRO QUE SE FUE AL RIO

Y esta reflexión me conmovió aún más, porque me hizo recordar un suceso más de la prueba real de que el rezo del Santo Rosario nos ayuda y libra del peligro, con la vivencia sucedida a la mamá de un amigo. Y su madre es una mujer muy devota de la Virgen Santísima.

Recuerdo que en un cumpleaños del hermano de mi amigo, ella antes de seguir con la fiesta, la partida del pastel, etc., invitó a todos los que quisiéramos a rezar el santo rosario. Ella siempre pide por sus hijos. Yo le admiraba mucho, pues en aquella época yo no rezaba el santo rosario. Luego al pasar los años, recuerdo que un día iba ella con su hija en el carro por la carretera, cuando asustada por no matar a un animal, desvió un poco el volante y esto hizo que el carro se saliera de la carretera, justo en el momento que pasaban por un puente, cayendo así al rio. Ella y su hija estaban dentro del carro que se hundía más y más en el agua.

Gracias a Dios y la protección de María, un humilde joven que venia a lo lejos en su bicicleta se dio cuenta de que el carro que había pasado a su lado, minutos atrás, se había ido rio abajo. Comenzó a pedalear rápido en su bici hasta llegar al puente, se quitó los zapatos y, sin pensarlo dos veces, se aventó al río, para tratar de salvar a aquella mujer con su hija.

Gracias a Dios logró salvar a las dos, gracias a Dios que el joven sabía nadar y gracias a Dios que el joven vio el carro irse hacia el rio, porque no siempre hay terceros testigos oculares en los accidentes en carretera. ¿Son coincidencias? No, porque las coincidencias no existen —decía mi papá. Es la presencia de Dios con María y su corte celestial de Ángeles que siempre auxilian a los seres humanos en el mundo.

4. Una prueba más de que la Virgen cumple sus promesas del Santo Rosario, vista por millones en todo el mundo…

Estas tres experiencias de casi una muerte trágica, pero haber sido liberados me trajo a la mente la vida del papa San Juan Pablo II, cuando un 13 de mayo intentaron asesinarlo y por bajar su cabeza unos segundos antes del disparo, para ver la medalla de la virgen de Fátima de una niña (bueno no recuerdo bien), la bala pasó rozándole sin quitarle la vida.

Él era un papa que amaba el santo rosario y María cumplió en él su promesa de librarlo de una muerte violenta, pues Dios le concedió morir en su vejez. Y así, día a día, María es la protectora de todos los hombres que imploran su protección con el Santo Rosario (los navegantes, los policías, los sacerdotes, los niños, etc.). Me pregunto cuántas personas que están viviendo en una cárcel, con miedo a morir asesinados, saben de esta gran protección a través del Santo Rosario. O cuántas personas que hoy están secuestradas lo han reflexionado. ¿Cuántos más que trabajan en zonas de alto peligro han escuchado de esto? (los que trabajan en el espacio, en plataformas, los bomberos, los soldados, etc.).

Mucha gente, día a día, se levanta cada mañana con la oración a Dios en sus labios y esto es su escudo protector durante el día. Espero que cada día seamos más y más las personas que recemos el Santo Rosario, porque es una de las oraciones con más pasajes de la Biblia, y nos hace tener una comunión espiritual con Jesús al reflexionar toda su vida, pasión y muerte en la cruz.

Saludos y bendiciones, con amor,

Reyna Olivé y familia.