La Eucaristía es el centro de nuestra vida, donde Cristo se hace uno con todos nosotros, y no podemos perder la oportunidad de dejar que Él nos transforme... (ver artículo)
Es preciso que los hombres vuelvan a descubrir la Pascua que celebramos en cada una de nuestras Eucaristías. La gracia de la Pascua es un profundo silencio, una paz inmensa y un sabor puro en el alma. (ver artículo)