Preparemos en nuestro corazón hoy un nuevo Belén para recibir allí al Mismo Rey. Hagamos de cada hogar un pesebre de humildad, amor y fe... (ver artículo)
Nuestra forma de preparar el corazón, para encontrarnos con Dios hecho un niño, es ponernos en oración y dejar que Él, con su presencia, ilumine nuestras vidas. (ver artículo)