Polonia – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 14 Aug 2020 08:38:00 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 A 100 años del “Milagro del Vístula”. ¿Salvó la Virgen María a Polonia y a media Europa? https://www.reinadelcielo.org/a-100-anos-del-milagro-del-vistula-salvo-la-virgen-maria-a-polonia-y-a-media-europa/ Fri, 14 Aug 2020 08:28:32 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24933

El 15 de agosto de 2020, fiesta de la Asunción de la Virgen, es especial en Polonia, y también para los que investigan la huella protectora de María en la historia de Europa: se celebran cien años del llamado “milagro del Vístula”, un momento clave de la historia del continente.

Hace cien años, el Ejército Rojo de la Unión Soviética, después de la Revolución y llevando las de ganar en la Guerra Civil rusa, invadió Polonia y llegó, el 13 de agosto, a Óssow, un pueblecito a diez kilómetros de Varsovia. Era un ejército de veteranos endurecidos y animados por sus victorias. Su objetivo era ocupar Polonia y, después, extender la revolución comunista por toda Europa Oriental, quizá incluso hasta Berlín y más allá, en un continente debilitado, troceado y desorganizado tras la Primera Guerra Mundial.

Frente a ellos, en Varsovia, no había buenas tropas: los soldados polacos más experimentados estaban maniobrando lejos de la capital, intentando una maniobra envolvente. A defender Varsovia se habían quedado jóvenes scouts, estudiantes y voluntarios sin formación militar, que de hecho habían sido reclutados simplemente para realizar tareas de orden y logística.

Y sin embargo, estos jóvenes sin experiencia de combate ni entrenamiento resistieron a los veteranos del Ejército Rojo y lo hicieron huir. Resistiendo asombrosamente el 14 y 15 de agosto, posibilitaron el contraataque que derrotó a los soviéticos y salvó Europa Oriental.

Mateusz Solinski, en un artículo en PolskiMagazyn.uk, detalla los elementos marianos y religiosos que enmarcaron la guerra y sus hechos.

Un nuevo país de gran devoción mariana

Nstra. Sra. de Gracia, patrona de Varsovia, imagen de 1651 en la iglesia jesuita de la capital

Con la caída del Imperio Ruso, la derrota del alemán y el desmantelamiento del Imperio Austro-húngaro al acabar la Primera Guerra Mundial, nacía un nuevo estado, Polonia, en guerra con el Ejército Rojo desde febrero de 1919. En 1920 parecía claro que los comunistas iban ganando. El país se movilizó, especialmente desde lo espiritual.

El 19 de junio de 1920, en la Plaza de la Ciudad Vieja de Varsovia, Polonia fue encomendada al Sagrado Corazón de Jesús ante las autoridades eclesiales y estatales.

En julio, los obispos, reunidos en el santuario mariano de Jasna Gora, encomendaron el país al Corazón de Jesús y proclamaron solemnemente a María como Reina de Polonia.

N.Sra. de Gracia, patrona de Varsovia, imagen de 1651 en la iglesia jesuita de la capital

El 6 de agosto (fiesta de la Transfiguración) se convocó al país a una novena de oración por el país que acabaría el 15, día de la Asunción de la Virgen. El Papa Benedicto XV animó a orar pidiendo un milagro para Polonia.

El avance comunista, con ambiciones más allá

Viendo acercarse a los rojos, huyeron de Varsovia todos los embajadores, excepto el Nuncio vaticano (quien sería el futuro Pío XI).

La revista Desperta Ferro ha realizado un número dedicado a esta guerra

Los obispos polacos pidieron oración a todos los católicos del mundo en una carta elocuente: “el bolchevismo, que ha ‘envenenado’ y saqueado Rusia, se está dirigiendo amenazadoramente hacia Polonia […]. Para el enemigo que lucha contra nosotros, Polonia no es el último destino de su marcha; es más bien un escenario y una plataforma de lanzamiento para conquistar el mundo. […] Polonia es la última barrera en el camino del bolchevismo hacia la conquista del mundo. Si se derrumba, el bolchevismo se extenderá por todo el mundo, con todo su poder destructivo”.

En Italia, el periódico socialista Avanti! se reía de las oraciones del Papa Benedicto XV con estas palabras: “El Papa confía en la intercesión de la Virgen. (…) ¡Va listo el pontífice romano si cree en la eficacia de la Virgen! Tres millones de soldados visten el uniforme ruso. (…) Estos soldados y sus cañones valen mucho más que todos los rosarios del mundo”.

En realidad, en Polonia no había 3 millones de soldados rojos, sólo 800.000, aunque mucho más veteranos y entrenados que la inmensa mayoría de los defensores polacos.

El inglés Lord Edgar D’Abernon, miembro de una misión anglo-francesa en Polonia, escribió que no se podía caminar por Varsovia porque había una procesión en cada calle. El 8 de agosto se trajeron a la capital las reliquias de los beatos Andrés Bobola y Wladislaw de Gielniow, y los fieles acudían a rezar ante ellas.

Los generales que rezaban a la Virgen

También abundaba la devoción mariana entre los generales polacos. El general Józef Haller, miembro de un sodalicio de la Virgen María, un año antes de empezar la guerra había ido en peregrinación a Jasna Góra con todos sus soldados. Sus discípulos llevaban una imagen de la Virgen de Czestochowa en sus estandartes.

El mariscal Jozef Pilsudski (1867-1935), difamado por los comunistas por derrotarles en el campo de batalla, solo a partir de 1991 volvió a ser reconocido como el salvador de Polonia, tras décadas de ostracismo durante el régimen títere de la Unión Soviética.

El mismo Mariscal Pilsudski, máxima autoridad polaca, vencedor de la guerra y verdadero fundador de la nueva Polonia, rezaba cada día a la Virgen de Ostra Brama (al menos según recoge la prensa afín) y la imagen de esta advocación, ligada a las murallas de Vilna, se grabó en su urna funeraria.

En dos lugares se frenó a los rojos

La ofensiva bolchevique a las puertas de Varsovia se frenó en dos lugares: en Ossow en 14 de agosto, y en el pueblo de Wólka Radzyminska el 15 de agosto.

En Ossow, los veteranos fusileros rojos de Witold Putna, llamados “la División de Hierro”, se enfrentó a un batallón de scouts y estudiantes de secundaria. Y los muchachos polacos mantuvieron su posición. Se atribuye su coraje a su capellán, Ignacy Skorupka, de 27 años, que daba ejemplo en primera línea. Una nota militar del 16 de agosto dice que dirigía una carga con un crucifijo en alto cuando le alcanzó una bala. Otra versión es que le alcanzó una bala perdida mientras intentaba realizar la unción de los enfermos a un soldado agonizante, lo que encaja mejor con su condición de no combatiente.

Pero prisioneros rusos declararían, tiempo después, que vieron a la Virgen María, tal como se representa en la advocación de Nuestra Señora de Gracia en Varsovia, patrona de la ciudad (manos abiertas, una corona y luz sobre su rostro), rodeada de húsares, en la lucha con el padre Skorupka, y que eso asustó e hizo huir a los bolcheviques.

La Virgen en lo alto, húsares de otro mundo, el joven padre Skorupka y los scouts adolescentes cargando: cuadro clásico de 1930 de Jerzy Kossack que recoge todos los elementos

El otro gran momento fue sucedió al día siguiente en Wólka Radzyminska. Al lugarteniente polaco Stefan Pogonowski se le había ordenado defender una posición. Sin embargo, esa noche realizó un ataque inesperado y afortunado contra los rusos, que huyeron de manera caótica. De nuevo, varios testigos dicen que los rusos -no los polacos- vieron a la Virgen. Por ejemplo, el sacerdote Wieslaw Wisniewski dice que a su bisabuelo, que estaba presente, unos rusos le dijeron que habían visto a la Madre de Dios sobre la capital polaca y no podían luchar contra ella.

El general polaco Zeligowski escribió que ese ataque nocturno fue a golpear, por azar o providencia, al sitio más débil de las lineas rusas, y su huida se contagió. Tres endurecidas brigadas soviéticas que llevaban meses de victoria en victoria se retiraron creando gran caos y confusión. A partir de ahí, se salvó Varsovia y se ganó la guerra.

Siete meses después se firmaría la paz. Habían muerto unos 70.000 soviéticos frente a unos 47.000 polacos. Más de 100.000 soviéticos fueron hechos prisioneros o huyeron a territorio alemán. Polonia lograba un territorio importante, aunque -contra la voluntad de Pilsudski- dejaba a sus aliados ucranianos solos contra los bolcheviques.

Los soviéticos volverían 18 años después, en 1939, repartiéndose el país con los nazis al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, cien años después, el país recuerda a sus héroes y valora la gran riqueza que es la paz, por la que muchos dan gracias a Dios y a la Virgen.

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Fuente: Cari Filii


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Ordenan sacerdote a seminarista enfermo https://www.reinadelcielo.org/ordenan-sacerdote-a-seminarista-enfermo/ Fri, 31 May 2019 14:25:40 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=22195 ]]>

Cuando descubrimos la llamada de Dios, nuestra vocación, ya no queremos otra cosa que vivirla de la manera que más nos une a Él. Esto es lo que le ha ocurrido a un seminarista de los Hijos de la Divina Providencia, llamados también Padres de Orionine.

A Michael Los, de 31 años, le diagnosticaron un cáncer y estando ingresado, en estado crítico, hizo los votos perpetuos como Hijo de la Divina Providencia y prestó juramento de pobreza. Así mismo, gracias a una dispensa otorgada por el Santo Padre, también pudo recibir el diaconado y la ordenación sacerdotal de manos del Obispo de Varsovia.

En la ceremonia, que tuvo lugar en la sala de oncología del hospital en el que se haya ingresado, se respiró un ambiente de serenidad y recogimiento. Al final el joven agradeció al Papa y al Superior de la congregación que se hubiera hecho posible su ordenación.

Nada ha supuesto una barrera para Michael, cuando el amor es tan grande. mueve montañas.

Encomendamos a Michael Los, un valiente enamorado

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Fuente: Jóvenes Católicos


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Un príncipe que sirve a los pobres https://www.reinadelcielo.org/un-principe-que-sirve-a-los-pobres/ Fri, 29 Sep 2017 17:58:18 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10299

“Intentad dar de vosotros mismos. Si lográis llegar a un equilibrio entre dar y recibir, llevaréis vuestra vida a un nivel mucho más alto”, dice Dominique Príncipe de La Rochefoucauld-Montbel.

Dominique de La Rochefoucauld-Montbel es príncipe, miembro de una de las familias más antiguas de la nobleza francesa actual. Y es también el Gran Hospitalario de la Soberana Orden de Malta, la antigua orden religioso-militar fundada en 1084, durante las Cruzadas, por un grupo de mercaderes de Amalfi, para gestionar un hospital erigido junto al Santo Sepulcro de Jerusalén.

Hoy, fiel al espíritu de sus inicios, la Orden se ha convertido en una de las instituciones católicas de ayuda humanitaria más importantes del mundo entero. Y él, el actual superior, es un príncipe que sirve a los más pobres de la Tierra.

Nos lo explica él mismo

Históricamente, la Orden de los Caballeros del Hospital de San Juan de Jerusalén ha empleado desde sus inicios a una persona que dirigiera un hospital, un hospicio o alojamiento para peregrinos. Su trabajo era cuidar de los peregrinos y enfermos y ofrecerles hospitalidad.

Esta misma función se alinea perfectamente con la vocación principal de la Orden de Malta, que es ofrecer hospitalidad y compañía a los necesitados.

Esto no ha cambiado hasta ahora. Cada estructura local de la Orden por todo el mundo tiene su hospitalario, que es responsable de las actividades sociales y médicas. La posición del Gran Hospitalario de toda la Orden, un miembro del gobierno de la Orden, se corresponde en términos contemporáneos a la de un ministro de Salud y Asuntos Sociales.

– Digamos algunas palabras sobre lo que hace hoy en día la Orden de Malta.

Nuestras actividades no pueden resumirse en un par de frases. Sin embargo, si hubiéramos de ser concisos, deberíamos señalar que la Orden está involucrada actualmente en cerca de 2.000 proyectos diferentes en hasta 120 países de todo el mundo. Hay alrededor de 100.000 voluntarios trabajando para nosotros y unos 25.000 empleados permanentes. Solamente son cifras, pero demuestran la escala de nuestras operaciones.

Hablamos aquí de actividades como, por ejemplo, dirigir hospitales, además de hogares para ancianos y para personas con discapacidades. Igualmente cabe destacar nuestra labor social para los sintecho y los refugiados y las actividades educacionales, que incluyen la gestión de escuelas. En África, por ejemplo, la Orden participa en amplias campañas que luchan contra el sida, la tuberculosis, la malaria y la lepra.

– ¿Qué hay de Polonia?

También estamos presentes en Polonia. Tenemos hogares y proyectos que ofrecen, por ejemplo, cuidados sanitarios y servicios de emergencia médica. Durante el conocido como Maidán en la vecina Ucrania, transferimos muchos heridos para su tratamiento en Polonia.

– Recuerdo el proyecto; se cubrió ampliamente en los medios de comunicación polacos. Esto me recuerda otro ejemplo de la significativa presencia de la Orden en Polonia: durante la Segunda Guerra Mundial había un Hospital Maltés en la capital de Polonia, que desempeñó un papel especialmente importante durante el Levantamiento de Varsovia de 1944.

Cierto, es verdad. Hace algún tiempo visité la región italiana de Trento, donde teníamos un hospital con doscientas camas durante la Segunda Guerra Mundial. Así es como servimos.

La última vez que visité Polonia, tuve el placer de participar en una celebración solemne con la ofrenda de una ambulancia nueva financiada por la Orden para un equipo de rescate. Fue bendecida por un sacerdote y desde entonces ha estado en uso. Esta es la misión de nuestra Orden.

– ¿Cómo puede una persona convertirse en Caballero de la Orden de Malta hoy en día?

Respondería que se trata de servicio, servicio y una vez más servicio. Si de verdad quieres servir, tienes una posibilidad de convertirte en miembro de esta organización tan singular. Dirigimos hospitales en África y participamos en sesiones de la Organización de Naciones Unidas. Yo mismo hablé en la ONU sobre el problema migratorio.

En otras palabras, cuando sirves como, digamos, un voluntario de nuestra Orden, paso a paso te vas convirtiendo en un miembro de la familia. Cuando entras en esta familia, cada vez quieres más y más. De modo que todo empieza con el servicio, con el trabajo voluntario. Más adelante, algún día, aunque este no es el camino al que están llamadas todas las personas, te das cuenta de que te gustaría comprometerte aún más a esta vocación. También a nivel personal, familiar y profesional. Tu fe es de primordial importancia aquí: vives tu fe y la desarrollas al servicio de otros seres humanos.

Vemos a Cristo en los enfermos y en los que sufren. Le vemos en los refugiados. El Evangelio dice: “tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber…”. Esta es la esencia de ser miembro de la Orden de Malta.

Si ansías este estilo de vida, puedes acceder a nuestra formación y convertirte en miembro de la Orden. Este camino implica que estás involucrado en actividades por el bien de la Iglesia y que ofreces ayuda a los enfermos e indigentes. Todo esto ha de hacerse con mucha oración diaria.

– ¿Los Caballeros de Malta asumen alguna obligación espiritual?

Esto es un poco como viajar en tren: a veces viajas rápido en primera clase, otras veces en segunda o en tercera, que se corresponde con tu decreciente nivel de comodidad. Sin embargo, para los Caballeros de Malta, el orden es al revés, cuanto más cerca estás de la primera clase, menos comodidad tienes y más servicio necesitas ofrecer.

La membresía en la Orden de Malta significa que eres parte de una organización católica. Esto implica que se espera de ti que vivas una vida de fe católica lo mejor que puedas. Por ejemplo, la primera fase de formación dura 18 meses y requiere un voto especial de obediencia. Entonces se te confían unos deberes espirituales adicionales, como oraciones del Breviario, etc.

Aun así, el servicio a los demás siempre será el factor más importante. Esto no supone una simple asistencia a los necesitados. Cuando ves el sufrimiento de Cristo en estas personas, tu actividad alcanza un nivel diferente y se convierte en una cuestión espiritual. De esta manera, aceptas a otro ser humano holísticamente, integralmente.

– Si no me equivoco, esta es una vocación para personas laicas que tienen familias.

Cierto, aunque en la Orden de Malta también tenemos religiosos, personas que han pronunciado los votos de obediencia, pobreza y castidad. Este ha sido un camino de nuestro ministerio desde el comienzo en el siglo XI. En el siglo XIII se añadió un cuarto voto, que ninguna otra Orden comparte con nosotros: un voto de servicio a los enfermos y los pobres.

Esto demuestra aún más lo que se espera de un miembro de la Orden. Seguir el camino de la vocación significa que tienes que dar testimonio a través del servicio. No hay mejor voto religioso que ese. Te comprometes a servir a los enfermos y los pobres hasta la muerte.

– Puedo ver que los miembros de la Orden llevan emblemas especiales en la solapa de sus abrigos.

Cierto. El tipo de emblema que lleves depende de la clase que tomes, volviendo a la analogía de antes sobre el viaje en tren. Cuanto mayor es la clase, menos elementos hay en el emblema. Por ejemplo, cuando pasas a la segunda clase, pierdes una pequeña corona de tu emblema. Esto también dice mucho de nuestra vocación: aquí revertimos la jerarquía de las posesiones terrenales.

– ¿La Orden de Malta ha estado siempre tan cerca de la Iglesia institucional?

Durante 900 años hemos sido una institución de la Iglesia, reconocida por la Santa Sede en 1113. En los siglos siguientes, la Orden llegó a reconocerse como un Estado independiente o un cuasiestado. Hoy podemos decir que somos una institución reconocida por el derecho internacional y que, como tal, tenemos algunos atributos de la categoría de un Estado. Pocas personas saben que la Orden de Malta es reconocida y mantiene relaciones oficiales con 106 Estados de todo el mundo. Tenemos nuestros propios embajadores y representantes en organizaciones internacionales como la ONU, la OMS, la Cruz Roja, la FAO, etc.

Al mismo tiempo, seguimos siendo una institución religiosa dentro de la Iglesia. Por esa razón el jefe de la Orden es tanto un superior religioso como un soberano. Su estatus es similar al de un abad o el maestre de una orden. Es similar al Vaticano y el papa, que es tanto el jefe del Estado como un superior religioso.

– Hablando del superior de la Orden de Malta, debemos mencionar los problemas que han debido afrontar ustedes recientemente. Por petición del papa, el antiguo Gran Maestre de los Caballeros de Malta tuvo que dimitir, a pesar de que es un puesto de carácter vitalicio.

Es cierto. En los 900 años de historia de la Orden este es solo el tercer caso. Estábamos tratando una crisis importante. Por entonces, tuve oportunidad de hablar dos veces con el papa Francisco.

A día de hoy, encabeza la Orden un superior temporal, el Lugarteniente del Gran Maestre, elegido por periodo de un año, un tiempo durante el cual estamos redoblando nuestros esfuerzos para reconstruir la confianza y reformar la Orden.

Hoy, cientos de Caballeros participan en el proceso de una reforma exhaustiva, comparable un poco a la reforma del Vaticanum Secundum. Al mismo tiempo, estamos preparándonos para elegir a un nuevo Gran Maestre.

– ¿Cuál sería el mensaje del Gran Hospitalario de la Orden de Malta, en especial para los jóvenes?

No es un asunto sencillo. Quizás señalaría que asumir un esfuerzo y exigir mucho de uno mismo son cosas importantes en la vida de todo el mundo. Quizás sea difícil al principio, aunque el esfuerzo cobra sus frutos con una mayor calidad de vida. Entonces la alegría de vivir es inconmensurablemente mayor.

Así pues, me gustaría animar a los jóvenes a dejar atrás el egoísmo e intentar entender a los demás. Es importante ser capaz de escuchar a otras personas y reconocer a los necesitados. No tienes que dar dinero en la calle todos los días, pero al menos no vuelvas la cabeza. Cuando una persona pobre se acerque a ti, no mires a otro lado, salúdalo, a él o ella, y pregúntale por su nombre. Si quieres que otros te presten atención, tienes que prestar atención a quienes la necesitan.

Por último: no os detengáis en solo pedir algo y esperar recibirlo todo. Intentad dar de vosotros mismos. Si lográis llegar a un equilibrio entre dar y recibir, llevaréis vuestra vida a un nivel mucho más alto.

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Fuente: Aleteia.org
Entrevista concedida a Aleteia.org


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