Santa Isabel de Hungría
Santa Isabel de Hungría, abrazándose a la pobreza, se dedicó al cuidado de los enfermos y de los pobres hasta el último suspiro de su vida. (ver artículo)
La caridad es tan poderosa, la vida misma de Dios, que obra maravillas. Obra milagros en aquellos que se dejan tocar por el Señor. (ver artículo)
Alicia comenzó su entrega a los demás después de ser curada milagrosamente de un cáncer terminal de matriz. (ver artículo)
El hombre quiere la felicidad y la felicidad es la posesión de Dios. Cristo me pide vivir con alegría al saber que estoy en sus manos. —San Alberto Hurtado— (ver artículo)