petición – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 23 Aug 2024 10:51:51 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Novena a San Agustín https://www.reinadelcielo.org/novena-a-san-agustin/ Fri, 23 Aug 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=7639 Vida de San Agustín

Nació en Africa del Norte en 354, hijo de Patricio y Santa Mónica. El tuvo un hermano y una hermana, y todos ellos recibieron una educación cristiana. Su hermana llegó a ser abadesa de un convento y poco después de su muerte, San Agustín escribió una carta dirigida a su sucesora incluyendo consejos acerca de la futura dirección de la congregación. Esta carta llego a ser posteriormente la base para la “Regla de San Agustín”, en la cual San Agustín es uno de los grandes fundadores de la vida religiosa.

A través de la poderosa intercesión de su madre Santa Mónica, la gracia triunfó en la vida de San Agustín. El mismo comenzó a asistir y a ser profundamente impactado por los sermones de San Ambrosio en el Cristianismo. Durante un largo tiempo, San Agustín deseó ser puro, pero el mismo le manifestó a Dios, “Hazme puro … pero aún no” (Confesiones, Capítulo 8). Un día cuando San Agustín estaba en el jardín orando a Dios para que lo ayudara con la pureza, escuchó la voz de un niño cantándole: “Toma y lee; toma y lee” (Confesiones, Capítulo 8). Con ello, el se sintió inspirado a abrir su Biblia al azar, y leyó lo primero que llego a su vista. San Agustín leyó las palabras de la carta de San Pablo a los Romanos capítulo 13:13-14: “nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos … revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias.” Este acontecimiento marcó su vida, y a partir de ese momento en adelante el estuvo firme en su resolución. 

En el año 387, San Agustín fue bautizado en la fe Católica. Poco después de su bautismo, su madre cayó muy enferma y falleció poco después de cumplir 56 años, cuando San Agustín tenía 33.

Para conocer más de la vida de San Agustín, entra aquí

Aquí puedes rezar la novena en honor a Santa Mónica.

Inicio de la Novena

Comenzamos rezando: Por la señal de la Santa Cruz…

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Oraciones comunes para todos los días

 

ORACIÓN INCIAL PARA TODOS LOS DÍAS

Peregrino y enfermo vuelvo a ti, Dios mío, cansado de peregrinar fuera, y agobiado por el peso de mis males. He experimentado que lejos de tu presencia no hay refugio seguro, ni satisfacción que dure, ni deseo que dé fruto, ni bien alguno que sacie los deseos del alma que creaste. Aquí estoy, pobre y hambriento. ¡Dios de mi salud! Ábreme las puertas de tu casa: perdóname, recíbeme, sáname de todas mis enfermedades, úngeme con el óleo de tu arrepentido. ¡Oh Verdad! ¡Oh belleza infinitamente amable! ¡Qué tarde te amé, hermosura siempre antigua y siempre nueva! ¡Qué tarde te conocí! ¡Qué desdichado fue el tiempo en que no te amé ni conocí! (Confesiones X)

Rezar a continuación la oración del día que corresponda.

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Día Primero

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud”. (Benedicto XVI, DCE.1)

Lectura Bíblica:  Mt 5:8-9
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.”

Reflexión  de San Agustín
“Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios”. Este ese fin de nuestro amor: fin con que llegamos a la perfección, no fin con el que nos acabamos. Se acaba el alimento, se acaba el vestido; el alimento porque se consume al ser comido; el vestido porque se concluye tejiéndolo”. (S 53,6).

Oración
Te pedimos señor que busquemos siempre tener un corazon puro, íntegro, limpio de pecado, limpio de otros intereses que no sean los intereses de Dios.

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.

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Día Segundo

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“En su muerte en la cruz se realiza ese ponerse Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más radical. ”. (Benedicto XVI, DCE.12)

Lectura Bíblica: 1Jn 3,2
“Amados, ahora somos hijitos de Dios, y aun no está a la vista lo que seremos. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es…”.

Reflexión de San Agustín
“Ama para ver; lo que vas a ver no es algo de poco precio, no es algo que se lo lleva el viento. Verás a Aquél que hizo cuanto amas. Y si esas cosas son hermosas, cómo será quien las hizo?”
(S 22A,4).

Oración
Padre aumenta nuestro amor y  enséñanos a amar, a descubrirte presente en nuestros hermanos, en lo sencillo de todos los días, para poderte amar  como tú lo haces con nosotros tus hijos.

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.

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Día Tercero

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“… el amor a Dios y al prójimo están realmente unidos: el Dios encarnado nos atrae a todos hacia sí.” (Benedicto XVI, DCE.14)

Lectura Bíblica: Lc 10, 25-27
Y entonces un maestro de la Ley  se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro ¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?. Jesús le pregunto a su vez ¿Qué está escrito en la Ley?, ¿Qué lees en ella? Él le respondió “amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a  tu prójimo como a ti mismo”. Has respondido exactamente, le dijo Jesús, obra así y alcanzarás la vida.

Reflexión San Agustín
“Para que sepamos amar a Dios, ha de conocérsele; y para que el hombre sepa amar al prójimo como a sí mismo, debe primeramente, amando a Dios, amarse a sí mismo”. (CS 118,8,2)

Oración
Señor te pedimos que estemos siempre dispuestos a vivir en el amor como vos nos enseñaste, dando tu vida por todos, entregando tu tiempo, tus esfuerzos y tus anhelos para transmitir el mensaje de Dios.

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.
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Día Cuarto

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“Amor a Dios y amor al prójimo se funden entre sí: en el más humilde encontramos a Jesús mismo y en Jesús encontramos a Dios.” (Benedicto XVI, DCE.15)

Lectura  Bíblica: 2 Cor  5, 14-15
El amor de Cristo nos apremia, al considerar que si uno sólo murió por todos, entonces todos han muerto. Y el murió por todos, a fin de los que viven no vivan más para si mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

Reflexión San Agustín
“Amad, pero pensad qué cosa améis. El amor de Dios y el amor del prójimo se llama caridad; el amor del mundo y el amor de este siglo se denomina concupiscencia. Refrénese la concupiscencia; excítese la caridad”. (CS 31,2,5).

Oración
Señor Jesús danos un corazón generoso, capaz de acudir al servicio de todo el que necesita, un corazón capaz de movilizarse al encuentro del que está solo o abandonado.

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.
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Día Quinto

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“Él nos ha amado primero y sigue amándonos primero; por eso, nosotros podemos corresponder también con el amor. Dios no nos impone un sentimiento que no podamos suscitar en nosotros mismos”. (Benedicto XVI, DCE.17)

Lectura Bíblica: 1Jn 4, 7-8
Queridos míos, amémonos unos a los otros, porque el amor procede de Dios y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

Reflexión San Agustín
“Deseaste oro, amaste el oro; ¿acaso por amarlo tienes oro? ¿Qué es eso, qué es lo que amas? Amando deseas, deseando buscas, encontrando te atormentas”
(S 68,10).

Oración
Señor Jesus te pedimos que nos renueves desde adentro convirtiéndonos al hombre nuevo, siguiendo tus huellas, guiados por Aquel que nos anima, que nos acompaña y nos enseña a vivir en la caridad que es el amor que nos transmitió tu vida.

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.
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Día Sexto

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“Él nos ama y nos hace ver y experimentar su amor, y de este « antes » de Dios puede nacer también en nosotros el amor como respuesta.” (Benedicto XVI, DCE.17)

Lectura Bíblica: 1 COR 13, 1-2
Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas,  si no tengo amor, no soy nada.

Reflexión de San Agustín
“Tened, pues, fe acompañada de amor. Ese es el vestido nupcial. Amaos mutuamente quienes amáis a Cristo; amad a los amigos, amad a los enemigos.” (S 90,9)

Oración
Señor de la Vida  ayúdanos a vivir el mandamiento del amor, siguiendo tus pasos, tus opciones, tu estilo y forma de amar; sintiendo compasión activa por el otro, comprometiéndose con el dolor ajeno, haciéndose próximo del  que sufre y está abandonado

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.
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Día Séptimo

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“La historia de amor entre Dios y el hombre consiste precisamente en que esta comunión de voluntad crece en la comunión del pensamiento y del sentimiento…” (Benedicto XVI, DCE.17)

Lectura Bíblica: 1, Cor 13,3-7
Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece,  no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Reflexión de San Agustín
“Examina primero si ya sabes amarte a ti mismo; Cuando esto sea, te dejaré amar al prójimo como a ti mismo. Pero si aún no sabes amarte a ti mismo no engañes al prójimo como a ti mismo te estás engañando.” (S 128,5)

Oración
Señor que nos conozcamos como tu nos conoces, para poder manifestarlo en la práctica concreta y real de cada día amando en el hoy y ahora, amando a todos a través del servicio, la donación y la entrega de lo mejor de cada uno para el bien de los demás.

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.
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Día Octavo

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“Sólo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama. Los Santos han adquirido su capacidad de amar al prójimo de manera siempre renovada gracias a su encuentro con el Señor eucarístico y, viceversa, este encuentro ha adquirido realismo y profundidad precisamente en su servicio a los demás. ” (Benedicto XVI, DCE.18)

Lectura Bíblica: 1, Cor 13, 8-10
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.

Reflexión de San Agustín
“Mi peso es mi amor; él me lleva doquiera soy llevado” (C 13,9,10)

Oración
Señor enséñanos a amar como tú lo hiciste, con  paciencia y pasión, con coraje y valentía, con gestos y actitudes, de palabra y de obra, con la vida y con la entrega.

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.

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Día Noveno

Comenzar con la oración inicial para todos los días.

“El amor crece a través del amor. El amor es « divino » porque proviene de Dios y a Dios nos une y, mediante este proceso unificador, nos transforma en un Nosotros, que supera nuestras divisiones y nos convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea  todo para todos” (Benedicto XVI, DCE.18)

Lectura Bíblica: 1, cor 13, 11-13
Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.

Reflexión de San Agustín
“No os exhorto a que tengáis fe, sino a que tengáis amor.” (S 90,8)

Oración
Señor Jesús, maestro bueno, danos un corazón abierto para acoger tu Palabra, y que ella nos impregne desde el interior, para que manifestemos el amor que has derramado en nuestros corazones con  gestos y hechos concretos

Pedir la gracia que se desee conseguir en la Novena por intercesión de San Agustín.

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Devoción de las 7 excelencias de la Virgen del Carmen https://www.reinadelcielo.org/devocion-de-las-7-excelencias-de-la-virgen-del-carmen/ Mon, 15 Jul 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9773 Después de cada excelencia se reza un padrenuestro y una avemaría

Primera excelencia, el haber tenido el cuerpo más perfecto y hermoso de todas las criaturas con el singular privilegio de haber sido concebida en gracia.

Segunda excelencia, el alma más santa, que Dios crió, después de la de Jesucristo, adornada de todas las virtudes y gracias del Espíritu Santo.

Tercera excelencia, la vida mas excelente que hubo en el mundo, juntando con suma perfección las tres vidas: activa, contemplativa y unitiva.

Cuarta excelencia, la dignidad más aventajada que tuvo jamás criatura alguna, por ser Madre de su Criador.

Quinta excelencia, la muerte más dichosa que puede haber, por haber muerto de amor a su Dios.

Sexta excelencia, la Asunción más gloriosa que jamás se vio, acompañada de ángeles y llevada en los brazos de Cristo, su amado.

Séptima excelencia, la coronación y gloria más soberana que se puede pensar, pues fue coronada de las jerarquías angélicas.

ORACIÓN

Ntra. Sra. del Carmen

Virgen soberana, gloriosa Madre, Templo y sagrario de la Trinidad Santísima, Gloria de los justos, Amparo y consuelo de los afligidos pecadores, Madre y blasón de los Carmelitas: por la purísima limpieza de pecado original; por la’ gracia y dones que adornan vuestra alma; por la vida que hicisteis para espejo de los justos; por la dignidad grandiosa de Madre de Dios, engrandecida y ensalzada entre todas las generaciones; por la muerte dichosa de amores soberanos; por la Asunción gloriosa para Reina de los cielos, y por la corona de gloria que os dieron para aventajar a los Santos y Coros celestiales: os suplico, pues lo tenéis ofrecido a los que llevan vuestro santo Escapulario y procuran ser hijos vuestros, me ayudéis en vida, para que con santidad en el alma y pureza en el cuerpo sirva a vuestro Hijo JESÚS, guardando sus santos preceptos, y me asistáis en mi muerte, para que en los peligros de ella, triunfando de mis enemigos, salga de esta vida en gracia y amor de Dios. Y, finalmente, en las rigurosas penas del Purgatorio, vuestra intercesión soberana me valga, para que el primer sábado salga a gozar de la vida eterna. Así sea.

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Los cofrades del santo Escapulario de la Virgen del Carmen rezan cada día siete Padrenuestros y Avemarías en honor de las siete excelencias que tuvo la santísima Virgen. Por estas siete excelencias se ha de pedir a la Santísima Virgen santidad en el alma y pureza en el cuerpo, observancia de la Ley santa de Dios, buena muerte y verse libre del Purgatorio para gozar de la vida eterna; pues, como Ella tiene prometido en la Bula del Papa, Juan XXII, amparara y favorecerá a sus devotos y Cofrades en la vida, los asistirá en su muerte y librará de las penas del Purgatorio.

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Fuente: Devocionario Católico


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Oraciones a la Epifanía del Señor y a los Reyes Magos https://www.reinadelcielo.org/oraciones-a-la-epifania-del-senor-y-a-los-reyes-magos/ Fri, 05 Jan 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8559 Oración I

Señor Jesús: que a imitación de los Magos de Oriente
vayamos también nosotros frecuentemente
a adorarte en tu Casa que es el Templo
y no vayamos jamás con las manos vacías.
Que te llevemos el oro de nuestras ofrendas,
el incienso de nuestra oración fervorosa,
y la mirra de los sacrificios que hacemos para permanecer fieles a Ti,
y que te encontremos siempre junto a tu Madre Santísima María,
a quien queremos honrar y venerar siempre
como Madre Tuya y Madre nuestra.
Amén.

Oración II

¡Oh Santos Reyes que desde el oriente
supisteis encontrar en el cielo el camino de Belén!,
alcanzadnos de aquel Niño Divino que adorasteis primero,
el vernos libres de las hechicerías de la falsa ciencia,
para que, a través del conocimiento de los cielos,
los mares y la tierra,
y de todo lo que hay en ellos,
alcancemos al que lo creó todo de la nada,
para facilitar el camino de la salvación a todos,
y así poder ofrecer el fruto de nuestro saber,
como oro al Rey de reyes
y como incienso
y mirra al Dios
y hombre verdadero.
Amén.

Oración a la Epifanía del Señor

por Alvin Peña

Adoración

adoración al niño Dios

Te adoramos, oh Cristo Eucarístico, oh Pan de Vida, Tú que te has manifestado como el Mesías. Te adoramos unidos a la adoración de los reyes magos. Tú eres nuestro Dios y Señor, y tú mereces todo nuestro respecto, porque tú has venido del Padre para mostrarnos Su amor. Tú has venido para salvarnos, reconciliándonos con Dios. Te adoramos oh Divino Niño. En tu apariencia de Niño se esconde tu naturaleza divina, tú que eres Niño y eres nuestro Dios. Y en tu apariencia de pan se esconde tu naturaleza humana y divina, donde ya no es un pan, sino nuestro Dios, su cuerpo, sangre, alma, y divinidad. Bendito seas, oh Jesús, porque por nosotros tú has nacido. Tú eres digno de ser alabado y bendecido por siempre, porque tu bondad es grande, y tu gloria es inmensa. Te adoro, oh Dulce Dios, mi Salvador, tú que eres Hijo de Dios y Salvador del mundo. Reconocemos que tú eres nuestro Dios y que no hay Dios fuera de ti.

Acción de Gracias

Te damos gracias, oh Rey de los judíos, oh rey de las naciones, porque por nosotros tú has nacido, y que siendo Dios y vestido de gloria en el cielo, te vestiste de pobreza haciéndote niño, y esto con mucho amor. Te damos gracias, porque tú te has manifestado no a los que se creían santos primero, sino a los que más te necesitaban y te necesitan. Gracias, oh Jesús, por darte conocer a nosotros. Gracias por tu bondad, manifestada en tu llegada a nosotros. Gracias por tu dulce misericordia, pues tu viste como vivíamos, y por eso llegaste a nosotros. Santo es Tu Nombre! Gracias, oh Niño Dios, presente en la Eucaristía, por revelarte a nosotros. Gracias por darnos la fe de creer que tú estás en medio de nosotros. Gracias, oh Hijo de Dios, e Hijo de María, por tu amor, por tu ternura, por mirarnos con ojos de niño, siempre con delicadeza y atención. Gracias por enseñarnos un nuevo camino, un camino mejor. Gracias por la Luz que brilla desde tu trono, el Espíritu Santo, quién se entrega con más plenitud a aquellos que te aman y se entregan a tu amor en el Santísimo Sacramento del Altar. Gracias mi buen Jesús por estar en medio de nosotros.

Propiciación

Oh Jesús, Niño de Belén, no somos dignos de tanta bondad. No somos dignos de que tú vengas con tanto deseo a nosotros. El conocerte es un don demasiado para nosotros. No merecemos ver tu gran manifestación. Muchas veces hemos rechazado tu invitación de ir a donde ti en Tu Santuario. Muchas veces no fuimos a Tu banquete celestial, que es la Santa Misa. Señor, ten compasión de nosotros. Sabemos Señor, que pidiéndote dar más de nuestro tiempo, no lo hemos hecho. Tú que viniste a salvarnos, míranos con ojos tiernos de amor y misericordia. Tú que has nacido por nosotros, ten piedad de nosotros, oh Cordero de Dios, y perdónanos por no recibirte con más frecuencia. Tú que te has manifestado a nosotros como nuestro Mesías, oh Cordero de Dios, ten piedad de nosotros y perdónanos por las veces que no te hemos buscado a ti en el Santísimo, en la oración, en la Sagrada Escritura, en nuestros hermanos y nuestros enemigos. Tú que viniste a salvarnos, oh Cordero de Dios, ten piedad de nosotros y de las veces que no hemos hecho el esfuerzo de conocer más el amor de nuestro Padre que tu viniste a relevarnos.

Unión y Petición

reyes magos de oriente 3

Queremos estar Contigo, oh Jesús, tú que perdonas al de corazón contrito y humillado. Contigo está la felicidad que tuvo la Virgen María, San José, y los reyes magos, al contemplarte, adorarte y conocerte. Queremos ser uno Contigo en el amor. Te ofrecemos Señor, no oro, ni incienso ni mirra, sino, nuestra mente, nuestro corazón, nuestra alma, y nuestro espíritu. También te ofrecemos nuestro cuerpo, para que sea tu templo. Te ofrecemos todo nuestro amor, todo nuestro ser. Tu eres, oh Jesús, lo mejor, y el Mejor. Te amamos Jesús, y nos entregamos a ti con sencillez de corazón. Danos los signos de tu amor. Danos la sanación, la sanación de nuestros cuerpos, nuestros dolores, nuestras enfermedades. Danos la sanación de nuestros sufrimientos, de nuestros rencores y falta de perdón. Danos la sanación de nuestra mente, de nuestras memorias, de nuestras tentaciones de pensamiento. Danos la sanación de nuestros corazones, nuestras heridas y falta de amor, sanando nuestro interior. Danos la sanación de nuestros malos deseos. Danos la salvación, ¡oh Salvador! Salva a nuestros parientes, a nuestros familiares, a nuestras amistades, a nuestros vecinos, a nuestros enemigos, y a nuestros asociados. Danos la libertad, para ser completamente tuyos oh Cordero de Dios! Danos tu amor y tu gracia. Convierte a los pecadores, Señor y Niño Dios. Concédenos la paz, oh Príncipe de Paz, y la paz en todos los países y lugares del mundo, oh Jesús Sacramentado. Bendice a los pobres, tristes, hambrientos, desamparados y encarcelados a través de tu gente buena, oh Cristo Libertador. Dales consuelo y fortaleza a todos los que lo necesitan en este momento, especialmente los moribundos. Y a las almas del purgatorio, derrama una gota de tu preciosa sangre cada vez que se hace memoria de tu pasión, muerte y resurrección, durante la Misa en la consagración y al partir el pan. Todo esto te lo pedimos, adorándote, dándote gracias, pidiéndote perdón, y suplicándote, en tu Santo Nombre, Jesús, tú que eres el Mesías, el Hijo y el Cordero de Dios, y que vives y reina con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

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Fuente: Foros de la Virgen


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Novena a Jesús Sacramentado – Corpus Christi https://www.reinadelcielo.org/novena-a-jesus-sacramentado-corpus-christi/ Wed, 07 Jun 2023 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24605 ]]> La Solemnidad del Corpus Christi, Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, antes llamada Corpus Domini (‘cuerpo del Señor’), es una fiesta de destinada a celebrar la Eucaristía. Proclamamos y aumentamos nuestra fe en la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento, y le damos, públicamente, culto de adoración (latría).

Aquí puedes rezar la novena a Jesús Sacramentado.

Inicio de la Novena

Comenzamos rezando: Por la señal de la Santa Cruz…

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Oraciones comunes para todos los días

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Jesús mío, dulcísimo, creo que estáis presente en el Santísimo Sacramento del Altar, con vuestro Cuerpo inmaculado, con vuestra Sangre redentora, con vuestra Alma divina y con vuestra Divinidad adorable! De vuestra bondad infinita, espero la gloria celestial. En unión de todos los Ángeles y Santos del cielo, os amo y os adoro. Me arrepiento de haberos ofendido y humildemente os pido me perdonéis. Por la oración milagrosa de María Inmaculada y con Ella, os ruego, me otorguéis la gracia que os pido en esta novena, si es para vuestra gloria y santificación de mi alma. Amén.

Rezar a continuación la oración del día que corresponda.

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ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Os saludo oh Jesús Sacramentado, el más hermoso, agraciado y bello entre los hijos de los hombres. Os saludo mi Amado, oh celestial prisionero del amor, que constantemente veláis sobre mí. Que todo cuanto existe os bendiga; bendigaos sobre todo mi corazón, que a todos os prefiere. Oh Santa Hostia, fortaleza del alma desterrada; Divina Eucaristía, obra maestra del corazón de mi Jesús, Vos formaréis las delicias de mi pensamiento, mientras que os adoro oculto bajo los velos eucarísticos; y en la hora de mi muerte, venid oh Jesús, venid con María y José, a recibir mi postrer aliento. Amén.

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Día Primero

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. Jesús Sacramentado, Divino Sol, que alumbráis los senderos de los que peregrinamos por este erial de amarguras y de llanto! Mi alma desfallece en ansias de olvidarse de todas las cosas de la tierra, para entregarse, desde ahora y para siempre, al cultivo de vuestro amor, visitándoos frecuentemente en este Sacramento adorable. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

Día Segundo

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. Jesús Sacramentado, prisionero celestial de la santa Hostia! Yo quiero ser prisionero de vuestro amor misericordioso, escondido en esta breve partícula de Pan consagrado, para buscaros con delirio inefable, en mis horas de alegría y de tristeza; para deleitarme hablando de vuestra hermosura y ternezas en todas mis conversaciones, y para consagraros cada latido de mi corazón, como millones de amor agradecido. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

Día Tercero

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. ¡Oh Jesús adorable! Yo, rodearé diariamente la santa custodia donde reposáis por mi amor, con las flores de mis sacrificios; los cuales, para que vayan impregnados de blancuras de cielo, os ofreceré por medio de las manos inmaculadas de María, vuestra Madre Santísima. “Oh Jesús hijo de la Virgen María, tened misericordia de nosotros”. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

Día Cuarto

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. Jesús Eucaristía vuestro corazón me espera con deseos vehementes de vaciar en el mío tesoros invaluables; gracias Amor! Por eso, al postrarme hoy, ante vuestra real y hermosísima presencia, os ruego me otorguéis el honor de comulgar dignamente todos los días de mi vida y hasta mi último suspiro, para llevaros como sellos de purísimos diamantes sobre mi corazón, y para que así logre hacer, que todas las criaturas participen de mi felicidad, asistiendo al santo sacrificio de la misa diariamente, recibiéndoos sacramentado, en vuestra blanca Hostia de Amor. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

Día Quinto

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. Oh quien pudiera, Jesús adorado de mi alma, estar aquí, al pie de vuestro sagrario a todo instante, consumiéndome en llamas de amor como los serafines! Mas, ya que no me es posible, yo os enviaré mis suspiros de amor y mis jaculatorias llameantes, desde los lugares donde me coloquen: la santa obediencia o mis deberes de estado “Oh Jesús, de todo corazón yo me uno a Vos”. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

Día Sexto

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. En el copón de oro que guarda este sagrario, se halla la “cristalina fuente del agua de la vida!” Por eso sediento de vida celestial, de verdad y de justicia, vengo a postrarme ante Vos Jesús Rey de las almas, suplicándoos me deis a beber del cáliz de vuestro Corazón hasta saciarme, para que no vuelva jamás a tener sed de las cosas de la tierra.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

Día Séptimo

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. “He hallado al que ama mi alma”, aquí en la dulce soledad del tabernáculo! O mi amor Jesús, hecho Hostia, para divinizar mi alma! En unión de María Inmaculada y en mi nombre y en el de todas las criaturas, os amo y os adoro, por vuestro espíritu de amor. Otorgadme la gracia de orar siempre, para que mi unión principiada con Vos en la tierra, se prolongue por toda la eternidad, en la dichosa felicidad del cielo. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

Día Octavo

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. Oh Jesús Sacramentado, esposo y corona de las vírgenes! Abrasadme en el fuego que vinisteis a prender en la tierra, para que mi corazón se convierta en una hoguera encendida de amor hacia Vos, y comunique ese fuego divino, a las almas de mis hermanos. “Corazón Eucarístico de Jesús, aumentadnos la fe, la esperanza y la caridad”. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

Día Noveno

Comenzar con el acto de contrición.

ORACIÓN. Oh Jesús, Hostia divina, agradable y adorado pénsil de mis amores, que os apacentáis en prados de azucenas! Haced de mi alma un vergel donde florezcan todas las virtudes, especialmente las violetas de la santa humildad; y sed Vos mismo el jardinero divino, que a todo instante lo cultive con desvelo inefable, para que formando vuestras delicias aquí en la tierra, logre expirar reclinado en vuestro corazón misericordioso, haciendo actos de perfectísimo amor a Dios, y vaya a gozar de la visión beatífica, por toda la eternidad. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, un Avemarías y terminar con la oración final.

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Fuente: Catholic.net


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Bendición de la Virgen de Fátima https://www.reinadelcielo.org/bendicion-de-la-virgen-de-fatima/ Fri, 12 May 2023 09:42:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8629 ]]> Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido me alcancéis de vuestro Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Madre mía también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria.

Os pido de un modo especial por la conversión de los pecadores y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.

Padre nuestro, Avemaría y Gloria

Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás estas y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús. Amén.

¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tu mi Madre!
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Bendición Virgen de Fátima

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Novena a la Virgen de Lourdes https://www.reinadelcielo.org/novena-a-la-virgen-de-lourdes/ Fri, 03 Feb 2023 09:05:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=23703 ]]> La advocación católica de Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a las dieciocho apariciones de la Virgen María que Bernadette Soubirous (1844-1879) presenció en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau, en las afueras de la población de Lourdes, Francia, en las estribaciones de los Pirineos, en 1858.

Ya en vida de Bernadette, multitud de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen María como vehículo de la gracia de Dios, y el papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.

Bernadette Soubirous fue proclamada santa por Pío XI el 8 de diciembre de 1933. Desde entonces, la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes ha sido motivo de gran veneración, y su santuario es uno de los más visitados del mundo: unos 8 000 000 de personas peregrinan allí cada año.

La Iglesia católica invoca a Nuestra Señora de Lourdes como patrona de los enfermos.

Inicio de la Novena

Comenzamos rezando: Por la señal de la Santa Cruz…

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Oraciones comunes para todos los días

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, en quien creo, en quien espero y a quien amo sobre todas las cosas; humildemente postrado ante vuestra divina majestad, os pido me perdonéis todas las ofensas e ingratitudes que he cometido contra Vos. Conozco, Señor, que soy indigno de parecer ante vuestra presencia; por lo cual vengo a Vos por medio de vuestra amantísima Madre, a la que ruego interceda por mí, para alcanzarme el perdón de los pecados que yo de corazón aborrezco, y propongo con vuestra gracia no volver a cometer. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

¡Oh María Inmaculada, Santísima Virgen de Lourdes! deseando hacer esta novena con la mayor devoción de mi alma, y responder al llamamiento que en persona de la humilde Bernardita, habéis hecho a todos vuestros hijos, me postro a vuestro pies para escuchar con atención vuestra voz, exponeros mis necesidades y solicitar vuestros amorosos cuidados. No me desechéis, Madre mía, a pesar de mi indignidad; atended únicamente al arrepentimiento que tengo por haber afligido vuestro maternal corazón y renovado la pasión de vuestro amantísimo Hijo, acudid en mi ayuda durante esta santa novena, en la cual me propongo purificar mi alma y conseguir por vuestra intercesión el favor especial que solicito de la Divina Majestad y dar gracias a la misma, por todos los beneficios recibidos (y especialmente por el que es motivo de estos obsequios) Amén.

Rezar a continuación la oración del día que corresponda.

………………..

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que mostrasteis a los hombres, dignándote aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa Bernardita, os ruego me hagáis merced de alegrar mi corazón con vuestras influencias soberanas. Y así, Señora, como hicisteis brotar en la gruta de Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para remedio del cuerpo, derramad sobre mi pobre alma las dulcísimas y fértiles aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Amén.

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Día Primero

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

¡Oh Inmaculada María! Os pido humildemente la gracia de que se acreciente más y más cada día nuestra fe, y que obtengáis un rayo de luz divina para los que están sentados en las tinieblas del pecado. Extended más el reino de Dios, desterrad de entre nosotros todos los errores, y haced que Filipinas, y esta ciudad principalmente, tengan siempre como su mayor gloria vivir en la fe de vuestro Smo. Hijo y que sus habitantes permanezcan unidos a la Santa Iglesia Romana hasta el último suspiro. Con este objeto os rezamos las siguientes Avemarías y deprecaciones.

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Segundo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

¡Oh Virgen Inmaculada, Santísima Madre mía! Ya veo las lecciones de vida eterna que me dais en la gruta de Lourdes. Me enseñáis la práctica de la oración tan recomendada por vuestro Santísimo Hijo; y en la especial complacencia con que pasáis las cuentas del rosario que pende de vuestras manos, mientras Bernardita pasa devotamente las del suyo, me dais a entender el agrado con que miráis esta hermosa devoción y cuánto os place que vuestros siervos os honren e invoquen con ella. Así lo haré Señora, y desde hoy me propongo no pasar día alguno sin rezar una parte al menos del santo rosario. Os ruego me mantengáis constante en este mi propósito y que lo rece siempre con fervor y devoción, os saludo ahora con las siguientes Avemarías y deprecaciones.

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Tercero

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

¡Virgen Santísima de Lourdes! agradecido a los innumerables beneficios que por vuestra mediación he recibido, y especialmente al de haber descendido del cielo a la tierra para llamarme, me ofrezco de nuevo a vuestro servicio, y os consagro mis potencias y sentidos, prefiriendo mil veces morir antes que ofender a vuestro divino Hijo, mi Redentor y todo mi bien. Confirmad Señora este mi buen deseo, y haced que sea fiel devoto vuestro en la tierra, para reinar eternamente con vos en el cielo. Y a fin de alcanzar este favor, os saludo con las siguientes Avemarías y deprecaciones.

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Cuarto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

¡Oh Madre del amor hermoso, del temor y de la santa esperanza! A vuestros pies vengo lloroso, avergonzado y confuso. Yo soy el que con mis pecados llené de amargura vuestro corazón y de tristeza vuestro rostro. Mas no quiero desesperar sabiendo que sois toda benigna y que recibís con entrañas de misericordia a todo el que acude a Vos arrepentido. A Vos acudo, Señora, con el corazón desgarrado por el dolor de mis culpas y resuelto a morir mil veces antes que volver a cometerlas. Volved hacia mí esos vuestros ojos misericordiosos y salvadme. Mirad también compasiva a todos los pecadores y atraedlos a la gracia de vuestro Santísimo Hijo. Por la conversión y salvación de ellos os rezo las siguientes Avemarías y deprecaciones:

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Quinto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

¡Santísima Virgen María, Madre mía! A vos me llego fatigado y sin fuerzas de tanto luchar con las adversidades de la vida. Mi corazón, cual frágil navecilla, es llevado por los vientos de las tribulaciones a merced de las olas desenfrenadas de los vaivenes del mundo y corre a cada momento peligro de dar en los escollos del pecado o en el abismo de la desesperación. A vos levanto mis ojos que sois la Estrella de los mares; mostradme el rumbo seguro, guiad vos misma la nave para que no naufrague en el mar proceloso de las tentaciones y trabajos, sino que llegue al feliz puerto de la salvación eterna. Para conseguir esta gracia os saludo con las siguientes Avemarías y deprecaciones:

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Sexto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

Postrado ante el trono de vuestra majestad, Dios mío, yo imploro vuestra piedad y misericordia. Vengo a Vos arrepentido, como el hijo pródigo, por haberme alejado de Vos por el pecado, y quisiera borrar con mis lágrimas y aún con mi sangre las ofensas que os he hecho. ¡Perdón! Señor; no lo merezco, porque muchas veces he despreciado vuestra gracia y reincidido en las mis culpas; pero en este día siento movido mi corazón con especial arrepentimiento de mis pecados, y deseos de no volverlos a cometer jamás. Vos, Madre de misericordia, que no queréis la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; Vos que me amonestáis por medio de Bernardita que haga penitencia de mis pecados, Vos ayudadme a hacerla digna y cumplida de todos ellos. Y para que me alcancéis la gracia de no volverlos a cometer, os rezo las siguientes Avemarías y deprecaciones.

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Séptimo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

Santísima Virgen María, Madre mía! Acercándome ya al final de este novena que estoy celebrando en obsequio y honor vuestro, no quiero resistir más a los llamamientos interiores que me incitan a sellarla con una buena confesión de todas mis culpas. Sí, quiero confesarme bien para recibir dignamente a Vuestro Santísimo Hijo el último día de la Novena. Vos, Señora que me inspiráis este deseo, alcanzadme gracia para practicarlo, a fin de que mi confesión sea grata a los divinos ojos, y mi alma quede enteramente purificada, y lleve en adelante una vida perfectamente cristiana y conforme con los preceptos de la ley divina. Con este objeto os rezo las siguientes Avemarías y deprecaciones:

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Octavo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

¡Oh Inmaculada María; toda hermosa, pura y sin mancha desde el primer instante de vuestra Concepción! Alcanzadme la pureza de alma y cuerpo, y la limpieza de toda culpa, para que pueda acercarme dignamente al Santísimo Sacramento del altar. Si el ciervo sediento corre presuroso a las aguas cristalinas para apagar su sed, sedienta se halla mi alma, por acercarse a ese Sacramento de bondad y de amor. Obtenedme, Virgen Santa, tal gracia al recibir mañana a vuestro Santísimo Hijo en la comunión, que jamás llegue a echarlo de mi alma por el pecado, porque sin Jesús, que es mm vida, mi dicha y todo mi consuelo, no puedo vivir, ni tener paz en mi corazón. Para conseguir esto os saludo con las siguientes Avemarías y deprecaciones.

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Noveno

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN

¡Inmaculada y Santísima Madre de Dios! Altísimas lecciones me habéis dado en esta Novena; saludables y amorosas invitaciones he recibido; no quiero ser ingrato ni obstinado. Decididamente me propongo servir a Dios con fidelidad, amarle con todo el afecto de mi alma, y honraros a Vos como a Madre mía queridísima. Imprimid estos efectos en mi corazón para que jamás los olvide; obtenedme la gracia de perseverar constantemente en estos Santos pensamientos hasta exhalar el último suspiro de mi vida, mereciendo, ahora y siempre vuestra protección, hasta que tenga la dicha de gozar en el cielo de las infinitas delicias, que Dios tiene preparadas para los que le aman. Y a fin de que estos mis propósitos os sean más aceptables, os saludo con las siguientes Avemarías.

Tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una “VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS”.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

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Fuente: ACI Prensa


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Novena a la Virgen de Guadalupe https://www.reinadelcielo.org/novena-a-la-virgen-de-guadalupe/ Fri, 02 Dec 2022 08:54:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9689 ]]> El 12 de diciembre la Iglesia celebra la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de América y Patrona de México, que dejó su imagen desde ese día en una sencilla “tilma” como señal del Amor de Dios para creyentes y no creyentes.

Cercanos a esta gran solemnidad mariana, comenzando el día 3 de diciembre, se reza esta novena, para pedir la intercesión de la Virgen María ante Dios.

Inicio de la Novena

Comenzamos rezando: Por la señal de la Santa Cruz…

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Oraciones comunes para todos los días

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Acto de contrición. Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de mis pecados, y confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que me perdonéis y me des gracia para nunca más pecar. Así lo espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea. Rezar cuatro Salves en memoria de las cuatro apariciones y luego se reza la oración correspondiente a cada día.

Rezar a continuación la oración del día que corresponda.

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ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Virgen santísima de Guadalupe; deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de tu Santo Manto, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de tu Mirada Santa. ¡Oh hermosa Madre! Míranos postrados reverentes, como Juan Diego, ante tu sagrada imagen, y concédenos benigna tu amorosa protección. Te encomendamos las necesidades de nuestro Santísimo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Así sea.

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Día Primero

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona con que ciñes tus sagradas sienes publica que eres Reina del Universo. Lo eres, Señora, pues como Hija, como Madre y como Esposa del altísimo tienes absoluto poder y justísimo derecho sobre todas las criaturas.

Siendo esto así, yo también soy tuyo; también pertenezco a Ti por mil títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto es, por elección de mi voluntad.
Ved que, aquí postrado delante del trono de tu Majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este motivo quiero doblar el señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de Ti y quiero que los designios que tiene de mí la Providencia divina, pasen por tus manos.

Dispón de mí como te agrade; los sucesos y lances de mi vida quiero que todos corran por tu cuenta. Confío de tu benignidad, que todos se enderezarán al bien de mi alma y honra y gloria de aquel Señor que tanto se complace en todo el mundo. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Segundo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! Que bien se conoce que eres Abogada nuestra en el tribunal de Dios, pues esas hermosísimas manos que jamás dejan de beneficiarnos las juntas ante el pecho en ademán de quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver que desde el trono de gloria como Reina de Ángeles y hombres haces también oficio de abogada, rogando y procurando a favor nuestro.

¿Con qué afectos de reconocimiento y gratitud podré pagar tanta fineza?, siendo que no hay en todo mi corazón suficiente caudal para pagarlo.

A Ti recurro para que me enriquezcas con los dones preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de una humildad profunda y de una obediencia pronta al Señor.

Esfuerza tus súplicas, multiplica tus ruegos, y no ceses de pedir al Todopoderoso me haga suyo y me conceda ir a darte las gracias por el feliz éxito de tu intermediación en la gloria. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Tercero

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Qué puedo creer al verte cercada de los rayos del sol, sino que estás íntimamente unida al Sol de la Divinidad, que no hay en tu casa ninguna cosa que no sea luz, que no sea gracia y que no sea santidad!

¡Qué puedo creer sino que estás anegada en el piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios te tiene siempre en su corazón! Sea para bien, Señora, tan alta felicidad.

Yo, entre tanto, arrebatado del gozo que ello me causa, me presento delante del trono de tu soberanía, suplicándote te dignes enviar uno de tus ardientes rayos hacia mi corazón: ilumina con su luz mi entendimiento; enciende con su luz mi voluntad; haz que acabe yo de persuadirme de que vivo engañado todo el tiempo que no empleo en amarte a Ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de persuadirme de que me engaño miserablemente cuando amo alguna cosa que no sea mi Dios y cuando no te amo a Tí por Dios. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Cuarto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima María de Guadalupe! Si un ángel del cielo tiene por honra tan grande suya estar a tus pies y que en prueba de su gozo abre los brazos y extiende las alas para formar con ellas repisa a tu Majestad, ¿qué deberé yo hacer para manifestar mi veneración a tu persona, no ya la cabeza, ni los brazos, sino mi corazón y mi alma para que santificándola con tus divinas plantas se haga trono digno de tu soberanía?

Dígnate, Señora, de admitir este obsequio; no lo desprecies por indigno a tu soberanía, pues el mérito que le falta por mi miseria y pobreza lo recompenso con la buena voluntad y deseo.

Entra a registrar mi corazón y verás que no lo mueven otras alas sino las del deseo de ser tuyo y el temor de ofender a tu Hijo divinísimo. Forma trono de mi corazón, y ya no se envilecerá dándole entrada a la culpa y haciéndose esclavo del demonio. Haz que no vivan en el sino Jesús y María. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Quinto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¿Qué otro vestido le correspondía a quien es un cielo por su hermosura, sino uno todo lleno de estrellas? ¿Con qué podía adornarse una belleza toda celestial, sino con los brillos de unas virtudes tan lucidas y tan resplandecientes como las tuyas?

Bendita mil veces la mano de aquel Dios que supo unir en tu hermosura tan peregrina con pureza tan realzada, y gala tan brillante y rica con humildad tan apacible. Yo quedo, Señora, absorto de hermosura tan amable, y quisiera que mis ojos se fijaran siempre en Ti para que mi corazón no se dejara arrastrar en otro afecto que no sea el amor tuyo.

No podré lograr este deseo si esos resplandecientes astros con que estás adornada no infunden una ardiente y fervorosa caridad, para que ame de todo corazón y con todas mis fuerzas a mi Dios, y después de mi Dios a Tí, como objeto digno de que lo amemos todos. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Sexto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! ¡Que bien dice a tu soberanía ese tapete que la luna forma a tus sagradas plantas! Hollaste con invicta planta las vanidades del mundo, y quedando superior a todo lo creado jamás padeciste el menguante de la más ligera imperfección: antes de tu primer instante estuviste llena de gracia.

Miserable de mí, Señora, que no sabiéndome mantener en los propósitos que hago, no tengo estabilidad en la virtud y solo soy constante en mis viciosas costumbres.

Duélete de mí, Madre amorosa y tierna; ya que soy como la luna en mi inconstancia, sea como la luna que está a tus pies, esto es, firme siempre en tu devoción y amor, para no padecer los menguantes de la culpa. Haz que esté yo siempre a tus plantas por el amor y la devoción, y ya no temeré los menguantes del pecado sino que procuraré darme de lleno a mis obligaciones, detestando de corazón todo lo que es ofensa de mi Dios. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Séptimo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen María de Guadalupe! Nada, nada veo en este hermosísimo retrato que no me lleve a conocer las altas perfecciones de que dotó el Señor a tu alma inocentísima.

Ese lienzo grosero y despreciable; ese pobre pero feliz ayate en que se ve estampada tu singular belleza, dan claro a conocer la profundísima humildad que le sirvió de cabeza y fundamento a tu asombrosa santidad.

No te desdeñaste de tomar la pobre tilma de Juan Diego, para que en ella estampase tu rostro, que es encanto de los ángeles, maravilla de los hombres y admiración de todo el universo. Pues, ¿cómo no he de esperar yo de tu benignidad , que la miseria y pobreza de mi alma no sean embarazo para que estampes en ella tu imagen graciosísima?

Yo te ofrezco las telas de mi corazón. Tómalo, Señora, en tus manos y no lo dejéis jamás, pues mi deseo es que no se emplee en otra cosa que en amarte y amar a Dios. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Octavo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! Qué misteriosa y que acertada estuvo la mano del Artífice Supremo, bordando tu vestido con esa orla de oro finísimo que le sirve de guarnición.

Aludió sin duda a aquél finísimo oro de la caridad y amor de Dios con que fueron enriquecidas tus acciones. ¿Y quién duda, Señora, que esa tu encendida caridad y amor de Dios estuvo siempre acompañada del amor al prójimo y que no, por verte triunfante en la patria celestial, te has olvidado de nosotros?
Abre el seno de tus piedades a quien es tan miserable; dale la mano a quien caído te invoca para levantarse; tráete la gloria de haber encontrado en mí una miseria proporcionada, más que todas, a tu compasión y misericordia. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

Día Noveno

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh Santísima Virgen de Guadalupe! ¿Que cosa habrá imposible para Ti, cuando multiplicando los prodigios, ni la tosquedad ni la grosería del ayate le sirven de embarazo para formar tan primoroso tu retrato, ni la voracidad del tiempo en mas de cuatro siglos ha sido capaz de destrozarle ni borrarle?

¡Que motivo tan fuerte es este para alentar mi confianza y suplicarte que abriendo el seno de tus piedades, acordándote del amplio poder que te dió la Divina Omnipotencia del Señor, para favorecer a los mortales, te dignes estampar en mi alma la imagen del Altísimo que han borrado mis culpas!

No embarco a tu piedad la grosería de mis perversas costumbres, dígnate solo mirarme, y ya con esto alentaré mis esperanzas; porque yo no puedo creer que si me miras no se conmuevan tus entrañas sobre el miserable de mí. Mi única esperanza, después de Jesús, eres tú, Sagrada Virgen María. Amén.

Rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
Terminar con la oración final.

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Fuente: Devocionario Católico


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Novena a Nuestra Señora de la Salud https://www.reinadelcielo.org/novena-a-nuestra-senora-de-la-salud-2/ Fri, 11 Nov 2022 11:40:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=17386 ]]> NOVENA A NTRA. SRA. DE LA SALUD

Acordaos, Oh Nuestra Señora de la Salud, del poder sin límites que vuestro Divino Hijo os ha concedido sobre su Corazón adorable, y del tesoro inagotable de consuelo que depositó en vuestro maternal corazón, para todas las necesidades y tribulaciones de todos los mortales.

Por ese vuestro poder y por esa vuestra bondad maternal, nunca ha sido rechazado quien ha acudido a Vos.

Animado yo de gran confianza, a Vos, Oh Madre, acudo para conseguir, por vuestra poderosa mediación, el don de la salud, si conviene para mi alma. Deseo emplear mi vida, mi salud y mis fuerzas en cumplir la divina voluntad.

( Un Padrenuestro, y tres Avemarías, añadiendo la invocación: OH María Salud de los enfermos, rogad por nosotros.)

Reza la Novena a Nuestra Señora de la Salud

Puedes descargarte la Novena haciendo click aquí

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Fuente: Siervas de María


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Novena a Santa Rita https://www.reinadelcielo.org/novena-a-santa-rita/ Fri, 13 May 2022 09:01:41 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24532 ]]> El 22 de mayo se celebra la fiesta de Santa Rita, una de las santas más populares en el mundo cristiano. Cuando decimos popular afirmamos dos cosas, que es conocida en todas partes, culturas o estratos sociales, y, en segundo término, que es objeto de la llamada religiosidad popular, es decir, que atrae y mueve masas enteras en orden a su veneración en santuarios, iglesias, capillas, donde acuden infinidad de devotos a pedir su intercesión, como “abogada de imposibles”, que se la llama. Se nos presenta como ejemplar de vida, en su condición de hija de familia, esposa, madre, viuda y religiosa. Esos fueron los estadios que recorrió a lo largo de sus 76 años de existencia terrena.

Aquí puedes rezar la novena en honor a Santa Rita.

Inicio de la Novena

Comenzamos rezando: Por la señal de la Santa Cruz…

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Oraciones comunes para todos los días

ACTO DE CONTRICIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: porque sois la Infinita Bondad, os amo, Señor, más que a todas las cosas y más que a mí mismo. Me pesa entrañablemente de haberos ofendido; y por vuestro amor, y porque así lo queréis y me lo mandáis, perdono de todo corazón a todos mis enemigos, para que Vos, Señor, uséis conmigo de perdón y misericordia y olvidéis mis pasadas ofensas. Os ofrezco mi vida, mis obras y mis trabajos en satisfacción de todos mis pecados. Concédeme la gracia de perseverar en vuestro amor y servicio hasta la muerte. Amén.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios y Señor nuestro, que, disponiéndolo todo con admirable providencia, has puesto en tu Iglesia a los Santos para que fuesen un modelo constante de todas las virtudes, y que, llamándolos a tu seno, los has constituido nuestros protectores y abogados: escucha propicio los ruegos de tu sierva Santa Rita, que diste al mundo como ejemplar en los diferentes estados de la vida, y concédenos que todo cuanto nuestra debilidad no puede por sí obtener lo consigamos mediante su poderosa intercesión. Amen.

Rezar a continuación la oración del día que corresponda.

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ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Dulcísimo y dolorosísimo Jesús, para que todo tu Sacratísimo Cuerpo fuese herido y atormentado por mis culpas, quisiste que
tu santísima Cabeza fuese coronada de espinas, y te dignaste regalar con una de ellas a tu escogida Santa Rita, marcándola con esta señal y señalándola en la frente por Esposa tuya: concédeme, Señor, su intercesión; y por la sangre que, sirviendo de instrumentos las espinas, manó de tu delicadísima Cabeza y corrió por tu bellísimo Rostro, haz que, regándose con ella mi alma, se limpie y purifique de las espinas de tantos pecados como mortalmente la han herido, y así regada y purificada lleve copiosos frutos de buenas obras, señalándolos con la final perseverancia, a la que tienes prometida la vida eterna, en donde te goce y alabe con tu coronada Esposa, mi protectora y abogada, y con todos los coros de Santos y Ángeles que te alaban y bendicen en la gloria por toda la eternidad. Amén.

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Día Primero

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. Astro refulgente de la Iglesia, perla engarzada en la corona del cielo agustiniano, gloriosa Santa Rita, cuyo nacimiento fue ya presagio de la futura santidad, celebrada por los ángeles al anunciar a tus cristianos padres la buena nueva de que te darían a luz, y admirada por los hombres al contemplar atónitos el estupendo prodigio de aquel panal de riquísima miel labrado en vuestra boca al entreabrirse a la primera sonrisa de la inocencia: compadécete de tus devotos, y concédenos, en retorno del acendrado amor que te profesamos, la gracia de responder con fidelidad a los divinos llamamientos, para que lleguemos a alcanzar la gloria eterna. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, cuatro Avemarías y terminar con la oración final.

Día Segundo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. Salve, modelo de perfecta obediencia, heroína de abnegación y sufrimiento; salve, espejo de jóvenes pudorosas, de esposas atribuladas y de madres que saben amar a los hijos de sus entrañas; salve, mujer fuerte, que, comprendiendo ser mejor la obediencia que el sacrificio, renunciaste al voto de virginidad, que tanto te halagaba, para aceptar la Cruz pesadísima del matrimonio, con todas las consecuencias de un esposo cruel, iracundo y dominado por los vicios, a quien, como otra Mónica, lograste amansar y convertir con la elocuencia de tus lágrimas y la eficacia de tu silencio. Apiádate, ¡oh incomparable Santa Rita!, de nuestra loca y desatendida juventud; alivia el peso abrumador de tanta tribulación, de tanta hiel y de tanta amargura como gravita sobre el corazón de las inocentes esposas que, como vos, no tienen otro consuelo que sus lágrimas y su silencio, y conseguidnos a todos resignación en los trabajos y fortaleza en la adversidad para luchar valerosamente hasta alcanzar la eterna bienaventuranza. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, cuatro Avemarías y terminar con la oración final.

Día Tercero

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh insigne Santa Rita, ejemplar acabado de virtudes cristianas, que, habiéndoseos arrebatado violentamente a vuestro marido cuando comenzabais a gustar los frutos de la conversión operada en su alma, merced a la labor constante de dieciocho años de indecibles sufrimientos, no sólo os resignasteis con tan terrible pérdida, sino que interpusisteis vuestro valimiento en favor de los asesinos, y lo que es más, recabasteis del cielo la muerte de vuestros hijos, temerosa de que con el tiempo vengasen la de su querido padre! Haced que con la misma generosidad perdonemos a nuestros enemigos, a fin de que el Señor nos perdone nuestras ofensas. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, cuatro Avemarías y terminar con la oración final.

Día Cuarto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh prodigio de santidad, ilustre Santa Rita, doncella inmaculada, esposa sin igual, madre excelente y viuda intachable! Para enaltecer y santificar con vuestra influencia la perfección de todos los estados de la vida os faltaba realizar el sueño dorado de vuestra infancia: vestir el hábito religioso. ¿ Qué importan los obstáculos y dificultades que puedan presentarse? Vuestras súplicas y vuestras lágrimas lo allanarán todo, y cuando eso no bastase, Dios, que vela por ti como por su hija predilecta, enviará del cielo a tus tres santos abogados, San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino, quienes te conducirán de la mano, como tres ángeles, a la morada del Señor, por la que tanto suspiras, donde con los brazos abiertos, y dando gracias al Altísimo, serás recibida por las observantes hijas del gran Agustín. Concédenos el don de perseverar en nuestros buenos propósitos, por graves que sean las tentaciones y dificultades que se nos presenten, hasta que lleguemos al fin a contemplarle en la Gloria. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, cuatro Avemarías y terminar con la oración final.

Día Quinto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. Esclarecida hija de San Agustín, que, habiendo logrado tus deseos de vestir su santo hábito y ceñir su misteriosa correa, consagrándote totalmente a Dios por los votos religiosos, te dedicaste a acrisolar tus virtudes en el nuevo estado, mereciendo, en premio de tu ciega obediencia, inauditas mortificaciones y continua contemplación de los dolores y afrentas del Redentor; recibir mercedes estupendas, como la de hacer brotar y reverdecer en lo más crudo del invierno fragantes rosas y sabrosos frutos, y, sobre todo, la de sentir clavada en tu frente una de las espinas desprendidas de la corona del Salvador: alcánzanos una perfecta obediencia a los divinos Mandamientos, y la gracia de saber orar y tener siempre presente la Cruz y los padecimientos de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, cuatro Avemarías y terminar con la oración final.

Día Sexto

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. Por los dolores acerbísimos y el riguroso aislamiento que os proporcionó la irrestañable herida abierta en vuestra frente por el glorioso estigma de la Cruz, consíguenos, ¡oh serafín de Casia!, que sepamos soportar con cristiana resignación el peso de las cruces propias de nuestro estado, y que, como vos, nos gocemos de morir por medio del sufrimiento, crucificados con Cristo Jesús. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, cuatro Avemarías y terminar con la oración final.

Día Séptimo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh prodigiosa Santa Rita, que en el prolongado martirio de tu vida recibiste, junto con las hieles de todas las amarguras y de todos los dolores, el bálsamo de esos consuelos que embriagan y arrebatan el alma, encendiéndola en mayores deseos de padecer por Cristo, para gozar y reinar después con Él! Haz que en nuestras desolaciones y sequedades de espíritu descienda sobre nuestras almas el rocío de los divinos consuelos perseverando sin desmayos en nuestra oración, para que no cejemos un punto en el ejercicio de las prácticas piadosas y en el santo servicio de Dios. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena.
Terminar con la oración final.

Día Octavo

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh gloriosísima Santa Rita, cuya muerte, semejante en todo a vuestra vida, fue el espectáculo más tierno y conmovedor que puede presenciarse dentro de los claustros! ¡Qué consejos y qué despedida la vuestra de aquellas hermanas del alma, que, a la vez que envidiaban tu muerte y se felicitaban por tu glorioso tránsito, se deshacían en ríos de lágrimas! ¡ Qué fragancia la que comenzó a despedir la llaga de tu frente! ¡ Qué mirar tan dulce el de tus ojos! ¡Qué suspiros tan tiernos y qué abrazo tan celestial coronaron tu preciosa existencia! Por todas estas maravillas te suplicamos nos concedas la gracia de la perseverancia final y una muerte preciosa ante los ojos del Señor. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, cuatro Avemarías y terminar con la oración final.

Día Noveno

Comenzar con el acto de contrición y la oración.

ORACIÓN. ¡Oh incomparable Santa Rita, que, después de haber enaltecido y santificado con tus heroicas virtudes todos los estados de vida que la mujer puede abrazar en este mundo; de doncella, madre, viuda y religiosa, dejando en todos ellos ejemplos admirables que imitar, inauguraste con tu preciosa muerte el período de estupendos milagros, que te merecieron el título de Abogada de imposibles, por no haber negocio, ni conflicto, ni situación, por ardua y desesperada que parezca, que no tenga fácil y suave resolución acudiendo a ti, de quien con verdad puede decirse que todo lo puedes, porque todo cuanto pides lo consigues de Aquel para quien nada hay imposible! Consíguenos, Santa bendita, en retorno del amor que te profesamos, de las simpatías que por ti sentimos y de la fe y el entusiasmo con que te tributamos el pobre obsequio de esta Novena, la gracia de cumplir honrada y noblemente los deberes de nuestro estado, santificándonos en él y salvándonos por él, mediante los méritos de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena y rezar un Padrenuestro, cuatro Avemarías y terminar con la oración final.

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Fuente: Devocionario Católico


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Oración a San José https://www.reinadelcielo.org/oracion-a-san-jose/ Fri, 29 Apr 2022 08:30:48 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10065

Oración a San José

Enséñanos, José, cómo se es “no protagonista”
cómo se avanza sin pisotear,
cómo se colabora sin imponerse,
cómo se ama sin reclamar,
cómo se obedece sin protestar,
cómo ser eslabón entre presente y futuro,
cómo luchar frente a tanta desesperanza,
cómo sentirse eternamente joven.

Dinos, José,
cómo se vive siendo “número dos”
cómo se hacen cosas fenomenales
desde un segundo puesto,
cómo se sirve sin mirar a quién,
cómo se sueña sin más tarde dudar,
cómo morir a nosotros mismos,
cómo cerrar los ojos, al igual que tú,
en los brazos de la Buena Madre.

Explícanos
cómo se es grande sin exhibirse,
cómo se lucha sin aplauso,
cómo se avanza sin publicidad,
cómo se persevera y se muere uno
sin esperanza de homenaje,
cómo se alcanza la Gloria desde el silencio,
cómo se es fiel sin enojarse con el cielo.
Dínoslo, Buen Padre José.

Amén


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