pérdida – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Thu, 31 Oct 2024 22:22:36 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Oraciones para pedir a Dios por tus difuntos https://www.reinadelcielo.org/oraciones-para-pedir-a-dios-por-tus-difuntos/ Wed, 30 Oct 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10618 ]]>

“Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios”, decía San Agustín. Cada 2 de noviembre la Iglesia recuerda con mucho cariño a los fieles difuntos y por ello te recomendamos estas oraciones por las almas de tus familiares que ya partieron a la Casa del Padre.

Por un niño

Señor, tú que conoces nuestra profunda tristeza por la muerte del (de la) niño(a) N., concede a quienes acatamos con dolor tu voluntad de llevártelo(a), el consuelo de creer que vive eternamente contigo en la gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Por un joven

Ángel orando 2

Concede, Señor, la felicidad de la gloria eterna a tu siervo(a) N. a quien has llamado de este mundo cuando el vigor de la juventud embellecía su vida corporal; muestra para con él (ella) tu misericordia y acógelo(a) entre tus santos en el canto eterno de tu alabanza.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Por los padres y abuelos

¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre (madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

En caso de accidente o suicidio

Escucha, Señor, las súplicas de tu pueblo unidas a las lágrimas de dolor que sentimos por la muerte inesperada de nuestro(a) hermano(a) N., y haz que alcance tu misericordia y goce para siempre de la luz de aquella patria en que no hay más sufrimiento ni muerte. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oración en el cementerio el día de los fieles difuntos

La costumbre de visitar los cementerios el día de difuntos es una buena oportunidad para orar por ellos y afirmar nuestra fe en la resurrección. Proponemos para esta ocasión la siguiente celebración.

A/. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. T/. Amén

A/. Bendigamos al Señor que, por la resurrección de su Hijo, nos ha hecho nacer a una esperanza viva. T/. Bendito seas por siempre, Señor.

Orar - cementerio

A/. Hermanos: Todos tenemos familiares y amigos que han muerto. Hoy los recordamos a ellos y a todos los que han fallecido y los encomendamos a la misericordia de Dios. En este cementerio nos unimos para afirmar nuestra fe en Cristo que ha vencido la muerte y nuestra esperanza de que él vencerá también nuestra muerte y nos reunirá con nuestros seres queridos en su reino de gloria. Que esta celebración nos anime a ser fieles al Señor y a seguir los buenos ejemplos que nuestros familiares nos dejaron en su vida. Comencemos reconociendo nuestros pecados ante el Señor (momentos de silencio).

Tú que resucitaste a Lázaro del sepulcro, SEÑOR, TEN PIEDAD.
Tú que has vencido la muerte y has resucitado, CRISTO, TEN PIEDAD.
Tú que nos has prometido una vida eterna contigo, SEÑOR, TEN PIEDAD.
A/. El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. T/: Amén.

L/. Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (6, 3-4. 8-9).

“Hermanos: Los que por el bautismo nos incorporamos a Cristo, fuimos incorporados a su muerte. Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte para que, así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en una vida nueva… Por tanto, si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre él”. Palabra de Dios. T/. Te alabamos, Señor.

A/. Hermanos: Invoquemos con fe a Dios Padre todopoderoso que resucitó de entre los muertos a su Hijo Jesucristo para la salvación de todos.

  • Para que afiance al pueblo cristiano en la fe, la 28 esperanza y el amor, roguemos al Señor. Todos: TE LO PEDIMOS, SEÑOR.
  • Para que libere al mundo entero de todas sus injusticias, violencias y signos de muerte, roguemos al Señor.
  • Para que acoja e ilumine con la claridad de su rostro a todos los que han muerto en la esperanza de la resurrección, roguemos al Señor.
  • Para que reciba en su reino a N. y N. (se pueden decir nombres) y a todos los difuntos de nuestras familias, roguemos al Señor.
  • Para que nuestra visita y nuestras ofrendas de flores, velas y comida sean signos de nuestra fe en la vida más allá de la muerte, roguemos al Señor.
  • Para que la fe en Cristo mueva nuestros corazones para dar frutos de solidaridad y de justicia, roguemos al Señor.

A/. Oremos, hermanos, como Jesús mismo nos enseñó.

T/. Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

A/. El Dios de todo consuelo, que con amor inefable creó al hombre y en la resurrección de su Hijo ha dado a los creyentes la esperanza de resucitar, derrame sobre nosotros su bendición. T/. Amén.

A/. Él nos conceda el perdón de nuestras culpas a los que vivimos en este mundo y otorgue a los que han muerto el lugar de la luz y de la paz. T/. Amén.

A/. Y a todos nos conceda vivir eternamente felices con Cristo, al que proclamamos resucitado de entre los muertos. T/. Amén.

A/. Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre. T/. Amén.

A/. Dales, Señor, el descanso eterno T/. Y brille para ellos la luz perpetua.

A/. Que las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. T/. Amén.

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Fuente: Aciprensa


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Novena por los Fieles Difuntos https://www.reinadelcielo.org/novena-por-los-fieles-difuntos/ Fri, 23 Oct 2020 07:11:48 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=5594 (Del 24 de octubre al 1 de noviembre).]]> Se reza, especialmente, del 24 de octubre al 1 de noviembre. También se puede realizar durante el mes de noviembre. 

Rogamos por todas las almas del purgatorio, especialmente por los padres, parientes y amigos, para que logren el descanso eterno.

Esta novena la rezamos por nuestros difuntos o almas del Purgatorio, para que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras les aprovechen y lleguen pronto a unirse con Dios en el cielo.

Rezar la oración del día que corresponda y terminar con la oración final y el responso:

Oración Final y Responso

Oh María, Madre de misericordia: acuérdate de los hijos que tienes en el purgatorio y, presentando nuestros sufragios y tus méritos a tu Hijo, intercede para que les perdone sus deudas y los saque de aquellas tinieblas a la admirable luz de su gloria, donde gocen de tu vista dulcísima y de la de tu Hijo bendito.

Oh glorioso Patriarca San José, intercede juntamente con tu Esposa ante tu Hijo por las almas del purgatorio.

V. No te acuerdes, Señor, de mis pecados.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dirige, Señor Dios mío, a tu presencia mis pasos.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.
V. Dales, Señor, el descanso eterno y luzca para ellos la luz eterna.
R. Cuando vengas a purificar al mundo en fuego.

Padrenuestro.

V. De la puerta del infierno
R. Saca, Señor, sus almas.
V. Descansen en paz.
R. Amén.
V. Señor, oye mi oración.
R. Y llegue a ti mi clamor.

Oremos. Oh Dios mío, de quien es propio compadecerse y perdonar: te rogamos suplicantes por las almas de tus siervos que has mandado emigrar de este mundo, para que no las dejes en el purgatorio, sino que mandes que tus santos ángeles las tomen y las lleven a la patria del paraíso, para que, pues esperaron y creyeron en ti, no padezcan las penas del purgatorio, sino que posean los gozos eternos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

V. Dales, Señor, el descanso eterno.
R. Y luzca para ellos la luz perpetua.
V. Descansen en paz.
R. Amén.

DÍA PRIMERO

Por la señal,etc.

Fieles difuntos (ft img) 2

¡Señor mío, Jesucristo!, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen.

Señor mío Jesucristo, que quieres que tengamos suma delicadeza de conciencia y santidad perfecta: te rogamos nos la concedas a nosotros; y a los que por no haberla tenido se están purificando en el purgatorio, te dignes aplicar nuestros sufragios y llevarlos pronto de aquellas penas al cielo. Te lo pedimos por la intercesión de tu Madre purísima y de San José.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA SEGUNDO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que eres cabeza de todos tus fieles cristianos, que en ti nos unimos como miembros de un mismo cuerpo que es la Iglesia: te suplicamos nos unas más y más contigo y que nuestras oraciones y sufragios de buenas obras aprovechen a las ánimas de nuestros hermanos del purgatorio, para que lleguen pronto a unirse a sus hermanos del cielo.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA TERCERO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que pecan castigas con justicia en esta vida o en la otra: concédenos la gracia de nunca pecar y ten misericordia de los que, habiendo pecado, no pudieron, por falta de tiempo, o no quisieron, por falta de voluntad y por amor del regalo, satisfacer en esta vida y están padeciendo ahora sus penas en el purgatorio; y a ellos y a todos llévalos pronto a su descanso.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA CUARTO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que exiges la penitencia aun de los pecados veniales en este mundo o en el otro: danos temor santo de los pecados veniales y en misericordia de los que, por haberlos cometido, están ahora purificándose en el purgatorio y líbralos a ellos y a todos los pecadores de sus penas, llevándoles a la gloria eterna.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA QUINTO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los regalados en esta vida, que no pagaron por su culpa o no tuvieron bastante caridad con el pobre, castigas en la otra con la penitencia que aquí no hicieron: concédenos las virtudes de la mortificación y de la caridad y acepta misericordioso nuestra caridad y sufragios, para que por ellos lleguen pronto a su descanso eterno.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA SEXTO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Ejercito de Cristo (ft img) 2

Señor mío Jesucristo, que quisiste que honrásemos a nuestros padres y parientes y distinguiésemos a nuestros amigos: te rogamos por todas las ánimas del purgatorio, pero especialmente por los padres, parientes y amigos de cuantos hacemos está novena, para que logren el descanso eterno.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA SÉPTIMO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que no se preparan a tiempo para la muerte, recibiendo bien los últimos sacramentos y purificándose de los residuos de la mala vida pasada, los purificas en el purgatorio con terribles tormentos: te suplicamos, Señor, por los que murieron sin prepararse y por todos los demás, rogándote que les concedas a todos ellos la gloria y a nosotros recibir bien los últimos sacramentos.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA OCTAVO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, que a los que vivieron en este mundo demasiado aficionados a los bienes terrenales y olvidados de la gloria, los retienes apartados del premio, para que se purifiquen de su negligencia en desearlo: calma, Señor misericordioso, sus ansias y colma sus deseos, para que gocen pronto de tu presencia, y a nosotros concédenos amar de tal manera los bienes celestiales, que no deseemos desordenadamente los terrenos.

Terminar con la oración final y el responso

DÍA NOVENO

Por la señal, etc.
Señor mío Jesucristo, etc.

Señor mío Jesucristo, cuyos méritos son infinitos y cuya bondad es inmensa: mira propicio a tus hijos que gimen en el purgatorio anhelando la hora de ver tu faz, de recibir tu abrazo, de descansar a tu lado y; mirándolos, compadécete de sus penas y perdona lo que les falta para pagar por sus culpas. Nosotros te ofrecemos nuestras obras y sufragios, los de tus Santos y Santas; los de tu Madre y tus méritos; haz que pronto salgan de su cárcel y reciban de tus manos su libertad y la gloria eterna.

Terminar con la oración final y el responso

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Fuente: Devocionario.com


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En Medjugorje la Virgen rescató a estos padres que perdieron a su único hijo https://www.reinadelcielo.org/en-medjugorje-la-virgen-rescato-a-estos-padres-que-perdieron-a-su-unico-hijo/ Fri, 16 Oct 2020 18:43:14 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25124 ]]>

La trágica muerte del hijo de Romano y Silvana les sumió en un abatimiento que hizo pensar a su padre en el suicidio.

En Medjugorje encontraron el consuelo de la Santísima Virgen y una nueva luz para sus vidas.

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Fuentes:
Cari Filii
Testimonio original en Fruits of Medjugorje: https://youtu.be/n-5z74YbzDE


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Habla el exfutbolista Cañizares, ante la muerte de su hijo https://www.reinadelcielo.org/habla-el-exfutbolista-canizares-ante-la-muerte-de-su-hijo/ Fri, 04 May 2018 17:46:03 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=12671 es hijo de Dios.
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Santiago Cañizares ha sido uno de los porteros más emblemáticos del fútbol español en los últimas décadas. Jugador del Valencia y del Real Madrid, ganó Ligas, Copas del Rey, una UEFA, una Copa de Europa y hasta el oro en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, no pudo hacer nada para frenar la muerte de su hijo Santi, de tan sólo cinco años, que falleció el pasado mes de marzo debido a un cáncer.

El pequeño era uno de los trillizos que ha tenido con Mayte, con quien tiene además otro hija más. Pero lejos de haber caído en el resentimiento o el sinsentido, esta pareja asegura estar contenta porque su hijo está en “un lugar de privilegio”, el cielo.

Vivir la muerte de un hijo de cinco años desde la paz

En una entrevista en la revista Hola, Cañizares y Mayte cuentan cómo vivieron este año y medio de enfermedad y posterior fallecimiento de su hijo. Y para sobrellevar esta situación se refugiaron en la fe.

“El poso que te deja todo esto es entender fundamentalmente que no es un castigo de nadie, que esto tiene que tener algún sentido. Y a partir de ahí todo se lleva mucho mejor”, confiesa el exfutbolista 46 veces internacional con España.

Con la entrevista, aseguran, pretenden ayudar a personas que viven momentos difíciles o similares al suyo. Y por ello, Cañizares quiere que la gente sepa que “si tiene un hijo enfermo, y una situación delicada, o si lo ha perdido y no logrado recuperarse, es imposible que nadie castigue de esta forma”. En su opinión, estos pequeños están en un “sitio mucho mejor”.

Santi es un “hijo de Dios”

Familia CañizaresEsta familia afirma que se ha apoyado en dos patas: la fe y la familia. “Creemos en que esto no es un castigo de Dios, que los niños que pasan por esto son hijos de Dios, hijos de Dios de los más cercanos y más próximos, y seguro que tienen un lugar reservado cerca de Dios en un mundo muchísimo mejor que en el que están viviendo”, agrega el portero, retirado en 2008.

Esta fe ha hecho que lleven este sufrimiento muchísimo mejor. “Por suerte tenemos esta fe y esto nos deja mucho más tranquilos”, considera el padre.

La segunda pata en la que se han apoyado ha sido la familia. A juicio de Cañizares, es “importante, que haya amor, y si además tienes la suerte de que sea numerosa, muchísimo mejor”.

Durante el avance de la enfermedad del pequeño Santi, cuenta su padre, “el hecho de que haya muchos más niños en casa es una gasolina fundamental para que a pesar de la dificultad nunca te vengas abajo”.

La misión para la que vino su hijo

Por otro lado, los padres consideran que la vida de Santi pese a haber sido muy corta ha sido muy fructífera. “Hemos entendido que la misión de Santi era enseñarnos, mostrarnos muchas cosas, mandarnos muchos mensajes, que entendiéramos cosas que pasaban desapercibidas, que valorásemos cada instante de nuestra vida, que tuviéramos mucho más corazón, menos disputas…”.

Incluso, asegura que su hijo “ha unido a miembros de la familia que estaban más dispersos, más ariscos. Los ha unido con su presencia, con su enfermedad, y finalmente con su desenlace”.

El exjugador manchego confiesa a la revista estar muy orgulloso de su hijo. “Claro que le echamos mucho de menos, y que nos gustaría que estuviera con nosotros, pero estamos supercontentos porque sabemos que está en un lugar de privilegio, y a pesar de tener un dolor grandísimo de perder un hijo nosotros respiramos felicidad y optimismo porque entendemos que él ha sido un elegido”.

“No era hijo nuestro, era de Dios”

Santiago Cañizares e hijosAdemás, recuerda que todo lo que han vivido se resume en una frase que le ha dicho muchas veces a Mayte. “Tú te crees que es hijo tuyo, pero es mentira, ha nacido de tu vientre, pero es hijo de Dios”.

En la entrevista, Mayte también cuenta cómo logró vencer el miedo tras ver a su hijo enfermar y cómo sufría dos infartos cerebrales durante una operación: “Así empezó mi lucha, dejar todo lo que había vivido, todos mis miedos”.

Ser el reflejo para el niño enfermo

La madre afirma que han querido hacer público su testimonio porque a ella misma “nunca le habían contado lo que era entrar en un hospital, en oncología. Mi marido sí porque había ido a visitar niños cuando era futbolista. Yo nunca había entrado, y menos con mi hipocondría”.

Cañizares, junto a su hijo Santi paseando por el hospital

Y añade que le hubiera gustado “que alguien viniera y me dijera: ‘tranquila porque esto es al final una familia, nos arropamos unos a otros. Hemos conocido a gente maravillosa, y somos ahora como una gran familia”.

A lo largo del periodo de la enfermedad, confiesa, que tampoco “perdimos el norte en si podía o no salvarse. Luchas porque se sane o por lo menos para que se encontrara lo mejor que pudiera, que sonriera. Nosotros somos su reflejo, cuando un nene está malo lo primero que hace es mirar a sus padres”.

 

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Fuente: Religión en Libertad


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Las 10 lecciones que aprendí desde que perdí a mi hijo https://www.reinadelcielo.org/las-10-lecciones-que-aprendi-desde-que-perdi-a-mi-hijo/ Fri, 01 Sep 2017 23:42:58 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10106

Hace poco más de un año, Richard Pringle sufrió el mayor golpe de su vida: su hijo, Hughie, de 3 años, murió tras un hemorragia cerebral.

El niño inglés tenía una enfermedad, pero estaba bien. La repentina muerte dejó en shock a los papás. “Tenía sólo un 5% de probabilidades de sufrir una hemorragia, pero sucedió el año pasado. Él era gentil, atento y adorable. Hacía que las cosas pesadas se volvieran divertidas”, dijo Pringle al diario Mirror.

Tras la muerte de Hughie, Pringle decidió escribir las 10 principales lecciones que él aprendió durante los pocos años de convivencia con su hijo y con la falta que le hace.

La lista fue publicada en el perfil de Pringle en Facebook.

“Las 10 cosas más importantes que he aprendido desde que perdí a mi hijo”

1 – Nunca podrás besar y amar lo suficiente.

2 – Siempre tienes tiempo. Deja lo que estás haciendo y juega, aunque sea sólo un minuto. Nada es tan importante que no pueda esperar.

3 – Saca el máximo de fotos y graba el máximo de videos humanamente posible. Un día eso puede ser todo lo que tengas.

Padre e hijo (ft img)4 – No gastes dinero, gasta tiempo. ¿Piensas que lo que gastas es importante? No importa. Lo que haces es lo que importa. Salta en charcos de agua, ve a caminar. Nada en el mar, acampa, diviértete. Es lo único que quieren. Yo no logro recordar lo que le compré a Hughie, sólo recuerdo lo que hicimos juntos.

5 – Canten canciones juntos. Mis recuerdos más felices son los de Hughie sentando en mi hombro o a mi lado en el carro, cantando nuestras canciones favoritas. Se hacen recuerdos con la música.

6 – Aprecia las cosas sencillas. La hora de dormir, de leer cuentos. Cenar juntos. Los domingos perezosos. Aprecia las cosas sencillas. Son astas las que harán más falta. No permitas que esas memorias especiales pasen desapercibidas.

7 – Siempre da un beso de despedida a los que amas y, si te olvidas, regresa y da un beso. Nunca sabes si será la última vez que tendrás esa posibilidad.

8 – Vuelve las situaciones aburridas, divertidas. Idas al súper, viajes de coche, ir de compras. Sé un poco bobo, cuenta chistes, ríe, sonríe y aprovecha. Son sólo quehaceres, si los tratas así. La vida es muy corta para no divertirse.

9 – Ten un diario. Escribe todo lo que hacen tus hijos que vuelven tu mundo mejor. Las cosas divertidas que ellos dicen, las cosas lindas que hacen. Nosotros sólo empezamos a hacer eso cuando perdimos a Hughie. Queríamos acordarnos de todo. Ahora, hacemos eso para Hettie y lo haremos para Hennie también. Tendrás esos recuerdos escritos para siempre y, cuando seas mayor, podrás mirar atrás y aprovechar cada momento.

10 – Si tu hijo está contigo para besarlo por la noche, para desayunar con él, para caminar hasta la escuela, para ir a la universidad, para verlo casarse, has sido bendecido. Nunca lo olvides.

Y tú, ¿tienes a tus hijos a tu lado? Entonces agradece a Dios y aprovecha cada momento con ellos.

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Fuente: Aleteia.org


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Acompañar a un hijo al Cielo https://www.reinadelcielo.org/acompanar-a-un-hijo-al-cielo/ Fri, 23 Dec 2016 13:19:42 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8445 ]]> Compartir esta historia y testimonio de vida que, Robert y María Victoria, nos dejan después de la experiencia de dolor, amor y presencia de Dios infinita, nos llena el alma de esperanza y valor, para vivir sin miedo.
Originalmente publicado en “Mi mundo entre líneas


Secreto sencillo a la vez que asombroso: la muerte tiene un antagonista, y no se trata simplemente de la vida. Tampoco se trata del coraje, ni de la ciencia, ni de la medicina, ni de la voluntad humana… sino de lo contrario a la muerte: el Amor. Y no el amor físico, que solo atrae, sino un amor verdadero, de esos sin condiciones, de esos de para siempre. ¿Cómo había podido pasarlo por alto? ¿Cómo podía alguien obviarlo? El amor es nuestra única arma. Solo el amor puede convertir una simple vida en un milagro y a la vez, extraer un valioso significado del sufrimiento, del miedo y de las contradicciones.

¿Quieres libertad? Ama
¿Quieres felicidad? Ama
¿Quieres algo? Ama
¿Quieres todo? Ama
¿Qué quieres? Primero, ama

Y es que no nacimos por casualidad: por Amor vinimos, por Amor nos vamos.

Busca el Amor. Cuando lo encuentres no te separarás, te lo prometo.

¿Y por qué digo esto? Pues porque hace unos días me enteré de la historia de Mª Victoria, una niña que ha vivido 30 minutos. ¿30 minutos? Si, y no os imagináis lo que puede pasar y lo que somos capaces de hacer en 30 minutos. Y si, 30 minutos son suficientes para amar y ser amado. Quería contaros esto primero antes de dejaros con la carta de los padres, carta que dice así…

Imagen Maria VictoriaOs escribo estas líneas llena de vergüenza y rodeada de respetos humanos, sé que es políticamente incorrecto lo que estoy haciendo y que hoy en día no está bien visto demostrar los sentimientos. Sin embargo, siento la necesidad de contaros lo que hemos vivido estos días, pues en aquella habitación del hospital, no estábamos Robert y yo solos. Estabais todos allí con nosotros acompañándoos. Mi ejército de oración.
No os podéis imaginar la cantidad de mensajes y cariño que hemos recibido en estas horas. Noche y día. En plena madrugada, sonaba el móvil y miraba el mensaje: “No te creas que nos hemos dormido, seguimos a tu lado”. Tantas otras que no han mandado mensajes pero que sé han estado acompañándonos con su oración constante. Gente a la que ni siquiera conocemos a la que se les ha dicho tengo una amiga en esta situación, encomiéndala.

Pues bien, la gracia que Dios nos ha hecho vivir estos días también debe ser compartida, pues no es solo nuestra, es también vuestra y ese es el motivo por el que al final me atrevo a escribir.

Cuando nos dijeron que Mª Victoria venía malita, puse en mi perfil. “No tengáis miedo”. No penséis que porque soy una heroína, más bien lo contrario, porque estaba aterrorizada ante lo que se nos venía encima y era una manera de recordarme a mí misma que no hay que tener miedo ante la gracia de Dios. Él nos pedía mucho, pero como me recordaba una amiga constantemente: “Dios no se deja ganar en generosidad, y te devolverá mucho más de lo que te pide.”

Una monjita, íntima amiga de la familia, me decía, “Totoya, ¿te das cuenta de que has dado a luz a cuatro hijos a este mundo, pero que esta vez vas a dar a luz a un hijo al Cielo? Estas palabras las he guardado en mi corazón todos estos meses. Mi pequeña Mª Victoria estaba llamada a nacer directamente a la Vida Eterna. ¿Cómo no íbamos a acompañarla con inmenso amor a la Felicidad Eterna? Esa es mi misión de madre con los que ya tengo, que sean felices y que lleguen al Cielo. Esta vez, era distinto porque sabía que ella alcanzaría el premio eterno en pocos minutos, sin luchas, ni sufrimientos.

Durante las 42 horas de parto mi gran ilusión era que naciera viva, que la pudiéramos bautizar y darle mil besos y achuchones, y poderle decir despacito cuanto la queremos y que la queremos como es, con sus orejitas bajas, sus puñitos cerrados y su corazoncito enfermo. Aunque nos dieran a elegir mil veces, ella sería la elegida, malita como nos llegaba, así ha sido amada desde su concepción.

Esas largas horas, fueron inmensamente duras, no tanto por los dolores físicos, que se llevan mejor, sino por los dolores morales. Desde el principio los médicos nos dejaron claro que como ella no podría sobrevivir en mi parto sólo les importaba una persona, y esa era yo. No pondrían mi vida en riesgo pues nuestra gordita no tenía ninguna opción de supervivencia. “¿No ves que las demás tienen dos monitores, el de la madre y el hijo y tú solo tienes uno? Eso es porque en los demás partos estamos preocupados por dos personas. En el tuyo, al ser un caso especial, solo nos preocupas tú” Era un dolor tan intenso en el alma oír aquellas palabras cuando cada fibra de mi ser me decía que ella era mi prioridad absoluta. Como madre yo pensaba en ella primero y después en mí.

ángel de la guarda (ft img)Entonces ahí estáis todos vosotros, mi ejercito de oración, yo cerraba los ojos y pensaba donde no llega la medicina, llega la gracia de Dios. No temas Totoya, tienes un ejército rezando para que nazca viva, y ahí me confiaba y la fe me daba fuerzas. Sabía que aunque teníamos que desafiar a la medicina que decía que un parto tan largo es casi imposible que lo supere un niño normal, cuanto menos lo iba a superar nuestra Totoyita con un corazón tan enfermo. Además venía de nalgas y tuvieron que girarla para ponerla en cefálica, maniobra difícil en la que podía haber dejado de latir su corazón. Sin embargo, cuando pedíamos oír el monitor para saber si seguía con nosotros, la respuesta era siempre la misma, ese sonido tan hermoso de su corazoncito galopando, el canto de la vida. Esa era mi niña, mi campeona. Tan pequeña, tan débil y tan fuerte que nos demostraba que también quería nacer, para recibir todo nuestro cariño antes de irse a los brazos del Padre.
Y así llegó el momento del parto. Ya habíamos avisado para que el sacerdote bajara a partitorio a bautizarla. Y allí estábamos todos. Robert de mi mano, al que hoy quiero más que nunca, no me dejó sola ni un segundo, sin comer, sin beber, sin dormir. Los médicos, las matronas, las enfermeras, los celadores y por supuesto, el sacerdote que iba a convertir en hija de Dios a nuestra gordita. Dos empujones y allí estaba nuestra princesa, tan pequeña, tan bonita, tan frágil. Todo había merecido la pena.

Me la pusieron encima sin cortar aun el cordón y allí desnudita sobre mi pecho cubierta con una toalla caliente, rodeada de las caricias y besos de Robert y míos la bautizó el sacerdote. Lo que vivimos en aquellos momentos es imposible de explicar con palabras. Para mí es como si no hubiese techo y el cielo y la tierra estuviesen unidos por unos breves momentos. Había 18 o 20 personas en el paritorio y un silencio absoluto, caras de respeto, de asombro, de admiración, y una presencia muy especial, era un ambiente completamente sobrenatural. Nunca he vivido nada igual y no creo que lo vuelva hacer. El amor lo envolvía todo. Mi niña ya era hija de Dios y su fragilidad humana se había vuelto fortaleza divina. Ahora sí era de verdad una princesa, hija del Rey y la Reina del universo. Nuestra Madre que al igual que hizo con su Hijo al pie de la Cruz, allí estuvo a nuestro lado en todo momento. Cuando terminó el bautizo el sacerdote nos dijo: “En 20 años de sacerdocio no he vivido nada tan bonito como lo que he vivido esta noche”.
Nos pasaron a la sala de dilatación donde dejaron pasar a nuestros hijos cuya máxima ilusión era conocer y dar un beso a su hermanita. Nunca sabrán en el hospital lo agradecidos que estamos. Y allí, rodeada del amor de todos los que desde el primer momento la acompañamos en su corta existencia, su abuelo, sus tíos, prima, padres y hermanos, nos dejó para partir al Cielo. Paso de mis brazos a los de la Virgen, a recibir los más bellos besos y abrazos que cualquier ser humano pueda desear.

Todo el sufrimiento y dolor que puede sentir el corazón de unos padres cuando pierden a su hija, se veía dulcificado. No era un dolor que deja un vacío, una desesperación, la devastación y la nada. Sino que era un dolor inmenso, el mayor que hemos pasado en nuestras vidas, pero era sereno, lleno de paz, de aceptación, de amor, de esperanza, de alegría (aunque esto pueda escandalizar). Teníamos una hija en el Cielo, y el Señor nos dejó acompañarla de la mano hasta el final. Una santa en la familia. Nuestra Santa. Santa Mª Victoria y para nuestra familia Santa Totoyita.

Antes de irse en ese ratito de intimidad que tuvimos no podía olvidarme de vosotros que estuvisteis ahí noche y día acompañándonos. Le dimos una misión para el Cielo. “Preciosa mía, has tenido un ejército rezando para que nacieras, nos han acompañado hasta aquí, y ahora tú cuando llegues a los brazos del Padre tienes que hablar bien de ellos, pedirles a Jesús y a la Virgen por todos y cada uno de ellos y sus familias. Como decía Santa Teresita del Niño Jesús, tienes que pasar tu eternidad haciendo bien sobre la tierra y mandándonos una lluvia de pétalos, de gracias. Pide por tus padres y hermanos. Por tus tíos y primos, por tus padrinos, por tus abuelos, que te hemos querido con locura, como eres, desde el momento de tu concepción. Te encomiendo muy especialmente a nuestros colegios, y a todas sus familias. Cuánto hemos recibido de ellos gratuitamente!!!! A todas las comunidades religiosas que nos han acompañado, y a todos aquellos que nos han tenido presentes en sus oraciones. Dale el beso más grande y lleno de ternura a nuestra querida Lelelita, (mi madre), que fue la que nos formó y nos enseñó que esta vida es un camino hacia el Cielo. Le debemos todo!!!!! Qué orgullo ser su hija!!!!

Tengo que decir, que el trato en el hospital, fue exquisito. Con que delicadeza y medida nos dieron la medicación para evitar que se nos fuera antes de tiempo, tantas guardias, médicos, matronas y enfermeras que conocimos todas aportando su cariño y profesionalidad. Respetando en todo momento nuestras decisiones y sabiendo entender cuánto amor había en el nacimiento de nuestra gordita. A todas les estaré eternamente agradecida y estarán en nuestras oraciones y las de Mª Victoria para siempre. Pero especialmente a las ginecólogas que nos ayudaron a que naciera, y a la matrona Laura, que fue como un ángel de la guarda durante las últimas horas.

Esta carta no es para hacer llorar, ni para llevar a sensiblerías humanas, que las detesto. Sino un testimonio de cómo la gracia de Dios transforma nuestras vidas y nos llena de amor y fortaleza en aquellos momentos más duros de nuestras vidas. (“No tengáis miedo”. San Juan Pablo II)

Un fuerte abrazo y gracias por acompañarnos en todo momento.

Robert y Mª Victoria.

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Fuente: Mi mundo entre líneas


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