pequeñez – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 05 Aug 2022 23:25:20 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Dios es simple https://www.reinadelcielo.org/dios-es-simple/ Fri, 05 Aug 2022 13:41:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=455 Sí, Dios es simple. Sus Palabras y Sus mensajes también lo son. Simplicidad y sabiduría hacen de Sus cosas algo redondo, llano, perfecto. Es que al comprender la forma en que El se comunica con nosotros, el alma grita ¡como no me di cuenta antes! Así, a Dios se lo encuentra en las cosas simples de la vida, en aquello que es tan obvio que difícilmente le prestemos atención. Una sonrisa de alguien que no nos conoce, una preocupación que de repente se resuelve del modo más inesperado, un hijo que viene al mundo producto del amor de dos simples personas.

Sin embargo, es detrás de esa simplicidad que se descubre toda la Omnipotencia, toda la Infinita Sabiduría del Señor. Es como abrir una puerta, una simple puerta, y del otro lado encontrar todas las respuestas que nuestra alma pueda necesitar. A veces siento que contemplar y comprender a Dios es como estar suspendido en el espacio, sin traje de astronauta ni nada que se le parezca, y tener frente nuestro a todas las galaxias y constelaciones, todas las maravillas del universo desplegadas frente a nuestra vista. ¡Ese es Dios! ¿Cómo podemos pretender comprender Su Potencia Creadora, Su Divina Inteligencia? El universo fue creado desde Su Pensamiento, y sin embargo, para El, vale más esta pequeña alma que está aquí indefensa, que toda esa compleja sinfonía de planetas, estrellas, cometas y polvo estelar que danzan silenciosos a nuestro alrededor. Este es el secreto de Su Simplicidad: El resume todo en el amor que tiene por nosotros.

Por eso es que la simplicidad de Dios hace que no se requieran palabras difíciles para comprenderlo, y amarlo. Las almas más elevadas, nuestros queridos santos, llegaron a comprender la simplicidad de Su mensaje en ayuno y oración intensa, más que leyendo libros y tratados sobre teología. Es que en esas cuevas o ermitas donde solían retirarse a meditar y orar, doblegaban la resistencia de la carne y llegaban a abrirse al amor de Jesús, a pleno. En esos momentos, el Espíritu Santo entraba en sus almas dejando una huella imborrable de sabiduría y fortaleza espiritual

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Cuando escuchamos a alguien cuyas palabras realmente nos llegan al corazón, advertimos que más que la complejidad del discurso, lo que nos llega es la pasión y el sentimiento puesto en escena. Un buen predicador sabe que la gente ve mucho más allá de las palabras, por eso las escoge muy simples y directas, y pone toda su energía en transmitir que realmente habla desde el corazón, desde la convicción más profunda. Un corazón simple se expresa en forma directa, humilde, limpia, poniendo los acentos y las pausas donde se requieran.

De la misma forma nos habla Dios. Él, a veces, se introduce en nuestra vida de modo sorpresivo, mientras en otras oportunidades prefiere sutiles mensajes, aquí y allá. Nosotros solemos esperar el gran milagro, a Dios bajando del Cielo y hablándonos en forma directa, o venciendo las leyes naturales para que quede clara Su Divinidad. No, el Señor no nos quiere hacer las cosas tan fáciles, porque en ese caso poco mérito quedaría de nuestra parte. Para que nuestra fe se construya sobre bases firmes y resistentes, Jesús nos habla con el milagro de miles de cosas cotidianas que debemos advertir y valorar, y agradecer.

Dios está en lo simple, en lo humilde, en lo pequeño. Vivamos en la pequeñez a la que El nos invita, nos llama. Como pequeños niños debemos aceptar Su Voluntad, y con amor y docilidad meditaremos Sus Palabras y sus Deseos. Y así, con la alegría sencilla y cristalina de los hijos de Dios, gritaremos con el pecho inflamado:

¡Gloria al Señor, que nos da el sustento y el aire que respiramos!
¡Gloria al Cristo Resucitado que eligió la simpleza de Dos Maderos para darnos la Salvación!
¡Gloria al Padre que nos dio a María, Reina de la sencillez y la simplicidad!
¡Gloria al Espíritu Santo que no habla a través de poderosos sino de sencillas almas que lo acogen sin preguntar!
¡Gloria al Cielo todo, que fue hecho para albergarnos por los siglos de los siglos!


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Los espartanos tiraban a los niños con malformaciones, nosotros igual con más ciencia https://www.reinadelcielo.org/los-espartanos-tiraban-a-los-ninos-con-malformaciones-nosotros-igual-con-mas-ciencia/ Fri, 20 Apr 2018 12:29:10 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=12271

“Los espartanos tiraban a los niños con malformaciones desde la cima de la montaña, para que estos pequeños no existiesen. Nosotros hacemos lo mismo con más crueldad y con más ciencia”: fueron palabras de Francisco durante su homilía en San Giovanni Rotondo. Evocaba el recuerdo de haber escuchado aquel episodio de la historia antigua en el colegio, cuando era pequeño, y venía de la Casa Sollievo della Sofferenza, el hospital fundado por el Padre Pío, donde visitó a diversos niños pacientes de cáncer y habló con ellos y sus padres.

Padre Pio (ft img)En la misa que celebró junto a la basílica por el centenario de la visibilización de los estigmas de San Pío de Pietrelcina y el cincuentenario de su muerte, Francisco invitó también a imitar a los santos, más que alabarlos: “San Pío combatió el mal durante toda su vida y lo combatió sabiamente, como el Señor: con la humildad, con la obediencia, con la cruz, ofreciendo el dolor por amor. Y todos le admiran, pero pocos hacen lo mismo. Muchos hablan bien, pero ¿cuántos imitan? Muchos están dispuestos a dar un like en la página de los grandes santos, pero ¿quién hace como ellos? Porque la vida cristiana no es un me gusta, es un me entrego. La vida perfuma cuando se ofrece como don, pero se hace insímpida cuando se vive para uno mismo”.

El Papa recordó también que el Padre Pío es un modelo para los sacerdotes como “apóstol del confesionario” y para todos como referencia de oración, pequeñez y sabiduría.

Oración

“¿Rezamos lo suficiente?”, preguntó Francisco: “Con frecuencia, en el momento de rezar, nos vienen a la mente muchas excusas, muchas cosas urgentes que debemos hacer… Entonces dejamos de lado la oración”. Una de las herencias del Padre Pío fue la oración, que tanto pedía a sus hijos.

“No se conoce al Padre sin abrirse a la alabanza, sin dedicarle tiempo a Él sólo, sin adorar”, dijo el Papa: “Es el contacto personal de tú a tú. Estar en silencio delante del Señor es el secreto para entrar cada vez más en comunión con Él”. Nuestra oración debe parecerse a la de Jesús y no reducirse a “ocasionales llamadas de emergencia” ni recurrir a ella “como tranquilizantes que deben tomarse en dosis regulares para aliviar un poco el estrés”.

“La oración es un gesto de amor, es estar con Dios y llevarlo a la vida del mundo. Es una indispensable obra de misericordia espiritual. Y si nosotros no confiamos nuestros hermanos, las situaciones al Señor, ¿quién lo hará? ¿Quién intercederá, quién se preocupará de llamar al corazón de Dios para abrir la puerta de la misericordia a la humanidad necesitada?”, se preguntó.

Pequeñez

Padre Pio y los ángelesFrancisco recordó el pasaje evangélico en el que Jesucristo alaba al Padre por revelar sus misterios a “los pequeños”: “Los pequeños son aquellos que tienen el corazón humilde y abierto, pobre y necesitado, que perciben la necesidad de rezar, de confiar y de dejarse acompañar”. Su corazón “es como una antena que capta la señal de Dios. Porque Dios busca el contacto con todos, mientras que el que se hace grande crea una enorme interferencia: cuando se está lleno de uno mismo, ya no queda lugar para Dios”.

Por ese motivo, “Él se dirige a los pequeños, se revela a ellos, y la vía para encontrarlo es la de abajarse, de encogerse dentro, de reconocerse necesitado. El misterio de Jesús, como vemos en la Hostia en cada Misa, es el misterio de la pequeñez, del amor humilde, y sólo se puede captar haciéndose pequeño y frecuentando a los pequeños”.

Fue entonces cuando hizo su referencia a la cultura del descarte: “Quien cuida a los pequeños está de parte de Dios y vence a la cultura del descarte, que, por el contrario, ensalza a los poderosos y considera inútiles a los pobres. Quien prefiere a los pequeños proclama una profecía de vida contra los profetas de la muerte de cualquier época, incluso de hoy, que descartan a la gente, descartan a los niños, a los ancianos, porque no sirven… Lo que no sirve, lo que no produce, se descarta. Ésta es la cultura del descarte: hoy los pequeños ya no son queridos”.

Sabiduría

“La verdadera sabiduría no reside en tener grandes habilidades y la verdadera fuerza no está en el poder”, añadió Francisco: por el contrario, la única arma “sabia e invencible es la caridad animada por la fe, porque tiene el poder de desarmar las fuerzas del mal”, y a ello se consagró el Padre Pío.

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Fuente: Religión en Libertad


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