Quiero consagrarme a ti con todo el fervor de mi espíritu. Sobre el ara del altar en que te inmolas por mi amor, deposito todo mi ser y mi alma. (ver artículo)
Nuestro Dios, mientras tanto, es un Ser de infinito Orden. Un Orden basado en el Amor, en la Paz y en la Justicia. El orden que el Espíritu Santo nos inspira es el del equilibrio interior y exterior. (ver artículo)
Sí, es el alma la que expresa su voz cuando con sinceridad nos abrimos a hablar con Dios... El orar es una experiencia única, un nuevo descubrimiento cada vez... (ver artículo)
Por supuesto Señor, nosotros. Ya no más la soledad, ya no más ese vacío interior. ¡Todo lo contrario! Ahora te busco a ti, en la intimidad, Ahora somos "nosotros". (ver artículo)