La madre de Dios lo aceptó todo con mucha humildad. Los Reyes llevaban a la cintura cinturones de los que colgaban bolsas y cadenitas con cajitas doradas (ver artículo)
Hermano, te hablo a ti, si a ti. No, no hay error, no le hablo a otro lector, le hablo a tu corazón. Te voy a pedir algo, con lágrimas en los ojos: nunca luches contra Dios. (ver artículo)
A las tres de la tarde en punto, implora Mi misericordia, especialmente por los pecadores; y por un breve momento, sumérgete en Mi pasión. (ver artículo)
Nuestro Señor la invitó a meditar de manera continua las últimas 24 horas que sufrió durante el transcurso de su Pasión, comenzando desde el momento en que se despidió de su Madre. (ver artículo)
Jesús, en 1997, relata a Catalina Su Pasión para llegar a nuestros corazones con amor renovado, en estos tiempos en que la Redención debe ser comprendida... (ver artículo)