Papa Francisco – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Wed, 08 May 2024 11:16:16 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Virgen de Luján – Argentina, 1630 https://www.reinadelcielo.org/virgen-de-lujan-argentina-1630/ Wed, 08 May 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=18 Luján, Provincia de Buenos Aires, Argentina

En 1630, cien años después del milagro de Guadalupe, María se manifiesta en el Río de la Plata. Como suele ocurrir con la Santísima Virgen, a fuerza de milagros se produjo un fenómeno de conversión popular que arrastró a millones de personas a través de los siglos, al amor verdadero por la Madre de Dios y a través deElla a Cristo.

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Una humilde imagen de terracota, representando la Concepción de la Virgen María, se transportaba en una carreta hacia el norte Argentino. Un esclavo negro llamado Manuel fue colocado por María en escena desde el primer minuto: cuando la carreta no quiso moverse de su sitio en las cercanías del Río Luján, se quedaron en el lugar dos personas: María y el negro Manuel. Hermosas historias entre la Reina del Cielo y su fiel servidor se dieron entonces: Ella se desplazaba milagrosamente por kilómetros cuando querían separarla de él, mostrando claramente Su Voluntad de volver junto a su amado Manuel. También sus vestidos aparecían de mañana llenos de abrojos y barro, ya que Ella iba a recorrer los campos en búsqueda de los pecadores.

El negro Manuel, con su santidad y humildad, es una luz que llama al pueblo Argentino. María buscó en él a Su amado servidor: esclavo, humilde, sencillo, trabajador, alegre, un buen siervo de Dios. ¿Acaso no constituye Manuel un verdadero prócer de la historia del Río de la Plata, no reconocido por los libros pero si por la propia Madre de Dios?.Imitar a Manuel, pedir su ayuda, difundir su existencia: son todas acciones que agradan a nuestra amada Madre.

El milagro se difundió rápidamente, y fue multiplicándose en más milagros que a su vez atraían a una mayor devoción de la naciente Virgen de Luján. Fue entonces que la caridad de una rica mujer del lugar se unió a la santa humildad del negro Manuel, y juntos dieron inicio a la expansión de la obra del Cielo: la ciudad de Luján nació bajo el Manto de María, y aún hoy bajo Su Manto cobija el amor y el dolor de los Argentinos.

Con los siglos, la surgiente patria Argentina se nutrió de la devoción por la Virgen de Luján: la creación de la bandera nacional tiene innegables raíces en los colores del Manto de María allí, a través de su creador Manuel Belgrano, así como fue fuente de apoyo para el libertador del cono sur, el General José de San Martín.

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Muchas historias de milagros y epopeyas históricas se mezclan en Luján, a través del tiempo. Hasta el Martín Fierro, poema de las pampas por excelencia, se refiere a la Virgencita mediadora e intercesora de gracias. Muchos han visitado estas tierras y dejado su legado de amor, como el Beato Don Orione, ya que Luján ha sido siempre punto de apoyo en este suelo bendecido por María, declarada Patrona de Argentina, Paraguay e Uruguay. Juan Pablo II finalmente dio su toque definitivo al Santuario, con su visita y oración profundamente Mariana.

Argentina tiene en sus raíces a la Virgen de Luján, y en sus ramas a María del Rosario de San Nicolás. Se puede decir sin miedo a equivocarse que la propia Madre de Dios marcó con su sello inconfundible la creación de esta Nación, y su historia actual también. Para los argentinos, es tiempo de volver los ojos a la mirada Misericordiosa de la Reina del Cielo, Virgen gauchita y guapa, para suplicarle su ayuda urgente.

Virgencita de Luján, andadora de caminos,
danos la humildad del negrito Manuel,
verdadero prócer de esta patria.

Danos honestidad en nuestros corazones,
y sinceridad y caridad en nuestras acciones
haciéndonos esclavos de Tu Hijo Amado.

Ayúdanos a reconocerte en nuestro origen
como verdadera Madre de esta Nación,
bajo Tu Manto, que es nuestra bandera.

Danos amor por el trabajo honesto,
recordando a nuestros padres
que trabajaron esta tierra bendita.

Santa Madre de Dios
ayúdanos a encontrar la unión,
la unión en el amor a Dios.

Virgencita gaucha, danos a Tu Hijo Jesús
intercede ante El para que Luján brille
esperando el glorioso día de Su vuelta.

Agradecemos a todos aquellos, conocidos o desconocidos, que han colaborado en la elaboracion de este trabajo. Con la intercesión del negrito Manuel, unidos en el amor a la Virgencita de Lujan y por amor a Cristo.

El Momento

El año 1630, exactamente cien años después del majestuoso milagro de Guadalupe, marca una vez más el deseo de María de evangelizar en forma temprana a la joven América. Buenos Aires era entonces un puerto dedicado básicamente al contrabando, mientras gran parte del contacto con Europa se daba desde el Virreinato del Perú, viajando por tierra en carreta. Es por este motivo que las ciudades más antiguas de la Argentina están al norte del país, como es el caso de Santiago del Estero. Todos estos datos juegan un papel importante en el milagro de Luján: tenemos una finca en Santiago del Estero perteneciente a un hacendado que compraba mercadería para la capilla que allí construía, también un barco practicando contrabando en el puerto de Buenos Aires, un grupo de carretas que inician un viaje entre Buenos Aires y Santiago del Estero. Todo se desarrolla en el ambiente colonial que caracterizó a la fundación de la Argentina.

María obra en silencio, en lo pequeño. Pero al descubrir los detalles del milagro de Luján, se comprende que la influencia Mariana en la creación de la Argentina marcó el corazón de este país, como Guadalupe lo hizo con México.

¿El lugar?

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El sitio se encuentra a unos cincuenta kilómetros al norte de la Ciudad de Buenos Aires. Pero en realidad se deben marcar dos lugares en relación con el milagro: el verdadero sitio donde María manifestó su voluntad de quedarse sigue siendo hoy en día un área de campo ubicada junto al Río Luján, en las cercanías de la actual localidad de Villa Rosa, partido de Pilar. La imagen de María fue trasladada algunos años después a la casa de doña Ana Matos, en la actual ciudad de Luján, a varios kilómetros del lugar del milagro. Sin embargo, en ese sitio también junto al Río Luján, no había más que la casa de la señora Ana Matos. La actual ciudad de Luján y los diversos templos que se fueron construyendo para María, hasta concluir en la magnifica basílica actual, surgieron exclusivamente como resultado de los milagros que la imagen producía. María atrajo con sus milagros el afincamiento de los que querían vivir cerca de la Madre Celestial.

Doce millones de personas viven en la ciudad de Buenos Aires, cercana a Luján. Veinte millones de personas viven en la ciudad de México, cercana al templo Guadalupano. María anticipó por siglos en ambos casos, el surgimiento de importantes concentraciones de almas. ¿O es que las almas se concentraron alrededor de María?. ¡Es importante que meditemos sobre la influencia Mariana en el surgimiento de América!

El eje del milagro: el negro Manuel

Increíblemente se conoce muy poco sobre el milagro de Luján, a pesar de la enorme popularidad de la Advocación de la Virgen de Luján en la región. Pero lo mas sorprendente es que se desconoce que así como en Guadalupe hubo un Juan Diego (¡ahora San Juan Diego!), hubo también un negro llamado Manuel en Luján. Este fiel hombre de Dios, esclavo de los hombres, entregó voluntariamente su esclavitud a María.

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El negro Manuel nació en 1604 en Cabo Verde (ciudad hoy llamada Dakar), zona tórrida y occidental de África, y en ese tiempo colonia portuguesa. A los 25 años, cuando Manuel gozaba de su plena libertad, fue apresado en un reclutamiento de negros llevado a cabo a finales del año 1629 por mercaderes sin conciencia y al margen de toda ley, y conducido a las naves ancladas en el puerto de Cabo Verde, para ser vendido como esclavo en el Brasil. Llegó al puerto de Pernambuco después de una travesía de 30 días. Al atracar la nave los negros fueron llevados a la plaza pública, y allí puestos a la venta. Un capitán de navío llamado Andrea Juan lo compró para su servicio. Dotado de una clara inteligencia y de un corazón humilde, aprendió muy pronto las verdades de la Fe y fue bautizado quizás entre los días de Navidad y Año Nuevo, y a los pocos días recibió la comunión. Como era de corazón ingenuo y de alma pura e inocente, todas las cosas de la religión le producían una gran impresión.

El negro Manuel deja Brasil en enero de 1630 rumbo al Puerto de Santa María de los Buenos Aires, en el barco del capitán Andrea Juan. El llevaba en su barco dos imágenes de la Virgen María para su amigo Antonio Farías de Sáa.

¿Le resulta familiar este hecho?. Claro: una de las dos imágenes es la del milagro. Veamos como María empieza a unir las piezas de su obra.

¿Cómo llegó la imagen a Argentina?

Carreta Virgen de Luján

En el año 1630 España y Portugal vivían bajo una misma corona, por lo que el comercio entre las colonias de ambas naciones tenía un nivel de actividad inusual. Un portugués llamado Farías de Saa tenia una estancia en la localidad de Sumampa, en Santiago del Estero, al norte de Argentina. Allí estaba construyendo una capilla para la que consideró oportuno comprar una imagen de la Concepción de la Virgen María. Portugués de origen, Farías sabía muy bien de la reputación artística de los artesanos brasileños. Como era amigo del capitán Andrea Juan (el mismo que había comprado al negro Manuel), a éste le solicitó le traiga desde Brasil la imagen de María. El pedido de la imagen debió formularse a mediados de julio de 1629, pues en esos días se hallaba el piloto Andrea Juan en el puerto de Buenos Aires, y estaba por zarpar a Pernambuco, Brasil. El marino cumplió el encargo y le trajo no una, sino dos imágenes de Nuestra Señora, una bajo la advocación de la Concepción, y la otra de la Madre de Dios, con el Niño en sus brazos. Las imágenes fueron hechas en Brasil, en el valle de Paraíba, en la ciudad de San Pablo.

Andrea Juan, capitán del barco, llega a Buenos Aires a fines de marzo de 1630 con las imágenes de María y el negro Manuel a bordo. Fue entonces que tuvo inconvenientes por ser contrabandista, como era común en esta época. Su amigo Bernabé González Filiano sale entonces ante las autoridades en su ayuda, haciéndose cargo de la deuda. El marino portugués, en agradecimiento y pago, le entrega a Filiano a su esclavo: el negro Manuel. El nuevo amo y dueño del pobre negrito manda enseguida a Manuel a su estancia de Luján, para mayor seguridad y evitarse complicaciones, ya que el pobre esclavo carecía totalmente de documentación.

Las imágenes parten hacia el norte Argentino

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Acondicionadas las imágenes de la Madre de Dios en dos cajones, en el mes de mayo de 1630 fueron subidas a una carreta y emprendieron viaje al Norte por el camino real. Al llegar a las orillas del río Luján se detuvieron los troperos para pasar la primera noche del viaje, en la estancia de Don Tomás Rosendo Oramas. Se ha documentado perfectamente quién era Tomás Rosendo y dónde tenía su estancia, junto al río Luján, muy cerca del camino real. Hay que ubicar la estancia a la altura del pueblo llamado actualmente Villa Rosa, en un paraje denominado Zelaya, en el partido de Pilar.

El escenario estaba listo: la imagen estaba en el lugar indicado, el negro Manuel estaba allí, sólo faltaba el milagro para indicar la voluntad de María.

Imágenes de la Réplica de la Capilla en Zelaya

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¡El Milagro!

A la madrugada siguiente, una clara mañana de inicios de mayo, al intentar proseguir la marcha los bueyes no pueden mover el carro. Los bueyes por más que tiraban no podían moverlo un paso. Admirados de la novedad, los pobladores preguntaron al conductor qué cosa cargaba en la carreta, a lo que respondió que era la misma carga de los días precedentes, y añadió: “Vienen aquí también dos cajones con dos bultos de la Virgen, que traigo recomendados para la Capilla nueva de Sumampa”.

Conversando sobre tan extraña novedad, se supone que el negro Manuel, movido por la gracia de Dios dijo: “Señor, saque del carretón uno de los cajones, y observemos si camina”. Así se hizo, pero en vano. “Cambien los cajones, veamos si hay en esto algún misterio”, replicó Manuel. Los bueyes insinuaron moverse en cuanto se bajó esa caja del carro. Entonces, pensando que todo estaba resuelto, la volvieron a subir. El resultado: el carruaje volvió a quedarse como estacado al piso. Cuando volvieron a bajar la caja, los bueyes se movieron sin dificultad alguna. Dijo entonces el negro Manuel: “Esto indica que la imagen de la Virgen encerrada en este cajón debe quedarse aquí”. Abrieron el cajón y encontraron una bella imagen de la Virgen en su advocación de la Purísima Concepción.

Imagen de la Virgen que continuó hacia Sumampa

De inmediato los arrieros la veneraron y luego, en devota procesión, llevaron la imagen a la casa de la estancia de Rosendo donde sus dueños le levantaron un humilde altar. Desde luego los arrieros entendieron que era una particular disposición del Cielo que la imagen de la Virgen encerrada en tal cajón se quedase en aquel paraje, como en efecto se quedó. La otra imagen prosiguió viaje a su destino en Sumampa, donde se la consagró en la capilla de la estancia de Farías de Saa, en Santiago del Estero.

Desde ese día, en lo más intimo del alma del negrito Manuel se formó una unión firme e indeleble entre su corazón y el Inmaculado Corazón de la Virgen. Dios dispuso entonces consagrar al negro Manuel al culto de la milagrosa imagen dejándolo en casa de Rosendo Oramas, ya que en él se manifestaban señales evidentes de su filial amor, respeto y veneración. El se quedó allí para servirla con prolijidad y esmero.

Como María le dijo al ángel en el día de la anunciación: “Yo soy la esclava del Señor”, así Manuel transformó su real esclavitud en este mundo, en una voluntaria y Divina esclavitud, entregada a la Madre de Dios. Y Ella se sirvió de él para fundar una devoción que cambió los corazones de muchas generaciones de americanos. ¡María presentó ese día el alma del pobre negrito a su Hijo Jesús, para gloria del Cielo todo!

La devoción inicial a María

La familia de Don Rosendo entendió desde un principio lo que ocurría allí, por lo que rápidamente decidieron construir un lugar de veneración de la imagen. La Capilla de la Virgen estaría lista a mediados de 1633 y se abriría a numerosos peregrinos que allí acudían, atraídos por las gracias que la Virgen Santísima dispensaba a sus devotos. Su construcción sería muy rústica y no pasaría de un modesto rancho, con paredes de barro, techo de paja y piso natural de tierra, y por todo lujo un revoque de blanqueo. El pequeño altar tendría una sencillez primitiva y un poco más arriba estaría colocada la Santa Imagen. El lugar era conocido como La Capilla o Ermita de Rosendo. Y Rosendo dedicó al negro Manuel al culto de la imagen, quien cuidaba de la lámpara de la Señora, que incesantemente ardía. Manuel dedicaba su vida al cuidado en el aseo y decencia de su altarcito: él nunca dejaba a su Imagen sin luz ardiente. A Ella había sido donado como esclavo, y él entendía perfectamente lo que importaba tal donación, y se reconocía como verdadero y exclusivo esclavo de la Virgen.

Durante estos primeros años fueron muchos los peregrinos que acudieron al lugar de veneración, atraídos no sólo por el milagro inicial que hizo quedar la imagen allí, sino también por la gran cantidad de curaciones que se daban entre los visitantes. La fama se extendía, haciendo que el lugar quedase incómodo para las romerías que venían desde Buenos Aires a pedir ayuda y orar a María.

El milagro del primer traslado de la imagen

El heredero de la propiedad de Rosendo, deseoso de remediar la necesidad de dar albergue a los peregrinos y que aumentasen los cultos a la Virgen, aceptó vender la misma a una devota dama cordobesa, que pasó a tener un papel fundamental en esta historia: Doña Ana de Matos. En el año 1671 se concretó la compra y traspaso de la Santa Imagen de la Concepción desde su antigua ermita hasta la casa de Doña Ana. Testifica la ilustre dama: “La santa Imagen de la Limpia Concepción haberla adquirido por dinero de mano del Maestro Juan de Oramas”. El administrador de los bienes del difunto Rosendo era Juan de Oramas, heredero de la familia, quien realizó la venta a Doña Ana. Inicialmente se trasladó la imagen dejando al negro Manuel en la estancia de Rosendo, desconociéndose el motivo por el que se separó a Manuel de quien era su ama.

Lo concreto es que cuando Doña Ana fue a buscar a la Virgen a la mañana siguiente al dormitorio de su casa donde la había instalado, se encontró con la sorpresa de que no estaba allí. Desesperada por no poder encontrar a tan preciado tesoro, y luego de revolver cielo y tierra, se dirige desconsolada a la Estancia de Rosendo, donde encuentra la imagen en el viejo altar. Vuelve entonces a llevar la imagen a su casa, y la vigilan con más cuidado esta vez. Y María vuelve a traslocarse milagrosamente, desapareciendo de allí para aparecer a varios kilómetros del lugar, en su antiguo altar otra vez. Doña Ana Matos comprende entonces que algo no agrada a María y decide realizar una procesión formal para trasladar a la imagen. El traslado se cumplió seguramente en las proximidades del 8 de diciembre de 1671, como preparación de una nueva celebración de la fiesta de la Purísima Concepción, y con la presencia del Obispo y el Gobernador.

¡Y esta vez María se quedó en su nueva casa!. Pero probablemente el motivo fue otro: fue que en esta oportunidad se llevó al negro Manuel con Ella, al que nunca se debió separar de Su lado. El traslado de Manuel no fue simple: si bien él no tenía papeles, el Maestro Juan Oramas consideraba que pertenecía a la herencia recibida del difunto Bernabé Filiano, por lo que su familia se negaba a entregarlo. De hecho, Manuel había sido legado como esclavo a una joven integrante de la familia de Rosendo. El pobre negrito se defendía diciendo: “Yo soy de la Virgen, no más. El conductor de las Santas imágenes, Andrea Juan, me dijo varias veces antes de morir, en la casa de Rosendo en Buenos Aires, que yo era de la Virgen, y que no tenía otro amo a quien servir más que a la Virgen Santísima”. Finalmente fue Doña Ana Matos quien, junto a vecinos de la zona, compró a Manuel a la familia Oramas para poder mantener la unión que María tan claramente había ordenado.

La inocente simplicidad de Manuel era tal que algunas veces trataba a la Virgen con mucha familiaridad. Habiéndose ya construido el pequeño oratorio contiguo a la casa de Ana de Matos, y estando ya colocada en su nicho la Imagen, observaba el negro Manuel que algunas noches faltaba Ella del nicho. Y que por la mañana la encontraba en él, pero muchas veces llena de rocío y otras con el manto lleno de abrojos o barro. En estas ocasiones él le decía: “Señora mía, ¿qué necesidad tenéis Vos de salir de casa para remediar cualesquiera necesidad siendo tan poderosa?. ¿Y, cómo Vos sois tan amiga de los pecadores, que salís en busca de ellos, cuando veis que os tratan mal?”

Nacimiento de la Ciudad de Luján

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Por cierto que el nuevo lugar de residencia de la imagen, la casa de Doña Ana de Matos, quedaba en lo que actualmente es la Ciudad de Luján. Pero nada de ello existía en ese momento, ya que la ciudad surgió como resultado directo de la devoción a María allí. Y todo se inicia en el año 1682. El 2 de octubre Doña Ana dona tierras a la Virgen de Luján en estos términos: “Porque tengo mucho amor a la advocación de Nuestra Señora de la Limpia Concepción y a su Santa Imagen hago gracia y donación a dicha Santa Imagen de todo el sitio que necesitare para la construcción de su Capilla, con más una cuadra de sitio en contorno de ella”. Ana de Matos hace la donación con la condición de que dicha Imagen ha de estar perpetuamente en dichas tierras y en caso contrario queda anulada la donación, debiendo ser entregada la Imagen a los herederos, por haberla ella adquirido con su dinero.

Con esta donación Ana de Matos convertía realmente en oficial y pública la Capilla de Nuestra Señora, al pasar al dominio de la Iglesia y a sus autoridades la posesión de ese lugar sagrado, y también con esa entrega daba origen y fundamento a la verdadera fundación de la actual Ciudad de Luján.

El negro Manuel muestra signos de santidad

Uno de los más famosos milagros obrados por la Virgen a través del negro Manuel y seguramente el más celebrado fue la curación del Padre Pedro Montalbo. Sucedió en el año 1684: el Padre Montalbo enfermó gravemente de unos ahogos asmáticos que en poco tiempo lo redujeron a tísico confirmado. Y viéndose él así, afligido fue en un carretón a hacer una novena a la Virgen de Luján en los días de su fiesta patronal. Cuando estaba como a una legua de Luján tuvo un accidente que lo dejó medio muerto, y así llegó a las puertas de la capilla. Salió el negro Manuel y ungiéndole el pecho con el aceite de la lámpara de la Virgen, volvió en sí. Mientras tiernamente lo consolaba, le decía el negrito Manuel: “La Virgen Santísima lo quiere para que sea su Capellán”. Así surgió el primer Capellán de María en Luján.

Con el proyecto de levantar un templo más digno de la veneración que merecía la Virgen, el negro Manuel acumulaba las ofrendas que traían los devotos peregrinos y andaba por las estancias y aun por los pagos distantes, pidiendo limosnas para la construcción del Santuario. A su muerte se le hallaron $14.000 de las limosnas, que los devotos le habían entregado. El negro Manuel, respetado por todos como un patriarca, reunía en la ermita a todos los peregrinos y rezaba junto con ellos el Santo Rosario. Luego, en un lenguaje lleno de humilde simplicidad, daba a entender a los peregrinos que venían atraídos por los favores que obraba la Virgen, que pusiesen toda su confianza en Ella. Que teniéndola por intercesora con su Divino Hijo, seguros alcanzarían las gracias que necesitaran. Y cuando todos se retiraban, el negro Manuel se quedaba orando sólo hasta altas horas de la noche. Manuel continuó con su servicio a María hasta la ancianidad. Hallándose en la última enfermedad dijo un día a los presentes: “Mi Ama, la Santísima Virgen, me ha revelado que he de morir un viernes y que al sábado siguiente me llevará a la Gloria”.

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Y en efecto, así sucedió. Su muerte sucedió en 1686, en el día que había dicho, y se puede creer que se verificó por entero su profecía: su alma bendita fue llevada al Cielo para poder gozar allí de la Virgen María, cuya venerable imagen tanto había amado y cuidado en la tierra. Murió en olor de santidad, por cuyo motivo es tradición que su cuerpo fue sepultado detrás del altar Mayor del Santuario del Capellán Montalbo, descansando a los pies de su Ama.

De este modo el negro Manuel nos reveló, como otras veces, que María se comunicaba con él. No nos debe sorprender este don concedido a su alma, ya que siempre sucede de este modo con quienes aman a Dios hasta el límite.

El es un pilar de la fundación de la Argentina, ya que fue el siervo de la Madre de la Patria. Desconocido por la gente de estos tiempos, su alma nos pide desde el Cielo que tomemos su ejemplo de humildad y sabia esclavitud entregada a la Madre Celestial. La enseñanza que este pobre esclavo nos deja debe ser la fundación sobre la que se construya el renacer de la nueva Argentina: la entrega total a la Madre de Dios, para que Ella interceda por el pueblo ante su Hijo Amado, Jesucristo.

Milagros después de su muerte

La fama de santidad y de gran siervo de Dios que el negro Manuel dejó en su muerte se mantuvo en el tiempo. Cuando Don Juan de Lezica había sido encargado por Doña Ana para la construcción del nuevo templo de Luján, aproximadamente en el año 1757, tuvo problemas por la falta de arena gruesa, de tal modo que la obra se veía retrasada. En esta situación un negro, que sin dudas fue Manuel, se le apareció y le aseguró que a pocos pasos de allí había arena en un campo. La halló Juan de Lezica en el lugar señalado, que jamás nadie había sabido que existiese. El hallazgo se tuvo por milagroso, ya que todos sabían que el negro Manuel no podía estar ajeno a la obra del nuevo Templo.

Donde está la humildad y la rectitud de intención, allí también están la sabiduría y la santidad. Testigo de esta verdad es el negrito Manuel, cuya obra sobrevive siempre atractiva y joven en la historia de Luján. Aprendamos del negro Manuel la materna esclavitud de amor por la que se hace ofrenda de toda nuestra persona y de todos nuestros bienes a María, y por Ella a Jesucristo, aprendiendo a Marianizar toda nuestra vida haciendo todo por María, con María, en María y para María, para ser y hacer todo por Jesús, con Jesús, en Jesús y para Jesús.

Los primeros años de crecimiento de Luján

En 1685 el Padre Montalbo impuso óleo y crisma a varios creyentes en el lugar. Seguramente esto se cumplió en la Capilla de Luján (entonces en construcción), o también en los ranchos del campo. En 1730 se eleva el pedido de que Luján fuese elevada a Parroquia. Se enumeran entonces 114 estancias, cantidad considerable al relacionarla con la lejanía de la Capital. Es un dato más que nos muestra que el culto a Nuestra Señora de Luján congregaba mucha gente en el lugar, verdadero motivo de nacimiento y desarrollo de la ciudad. Finalmente en este importante año de 1730 se crea la Parroquia de Luján. El 8 de diciembre de 1763 se produce el traslado de la imagen al nuevo templo, conocido como Templo de Lezica y Torrezuri.

De este modo creció la devoción a María en Luján, hasta transformarla en el centro de Cristiandad mas importante de la región. Nada detuvo el impulso inicial que la Madre de Dios marcó junto al Río Luján: ¡Quedarse en estas tierras!

Luján: origen indudable de la bandera Argentina

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Mucho se ha dicho sobre el origen de los colores de la bandera Argentina. Se dice que su creador, el General Manuel Belgrano, se inspiró en los colores del cielo para imprimir el azul/celeste y blanco que la caracteriza. Sin embargo, otra es la verdad: los colores de la bandera Argentina fueron tomados de los colores de María de Luján. Lo confirman muchos testimonios escritos, como por ejemplo los textos del historiador Aníbal Rottjer: “El sargento mayor Carlos Belgrano, que desde 1812 era comandante militar de Luján y presidente de su Cabildo, dijo: “Mi hermano tomó los colores de la bandera del manto de la Inmaculada de Luján de quien era ferviente devoto. Y en este sentido se han pronunciado también sus coetáneos, según lo aseveran afamados historiadores”. El mismo autor dice: “Después de implorar el auxilio de la Virgen, y usando como distintivo de reconocimiento los colores de su imagen, por medio de dos cintas anudadas al cuello, una azul y otra banca, y que llaman de la medida de la Virgen, porque cada una de ella medía 40 cm, que era la altura de la imagen de la Virgen de Luján”. O también “al fundarse el Consulado en 1794, quiso Manuel Belgrano que su patrona fuese la Inmaculada Concepción y que, por esta causa, la bandera de la dicha institución constaba de los colores azul y blanco. Al fundar Belgrano en 1812 el pabellón nacional ¿escogería los colores azul y blanco por otras razones distintas de las que tuvo en 1794?”. El Padre Jorge Salvaire no conocía estos detalles y sin embargo afirma que “con indecible emoción cuentan no pocos ancianos que al dar Belgrano a la gloriosa bandera de su Patria los colores blanco y azul celeste, había querido, cediendo a los impulsos de su piedad, obsequiar a la Pura y Limpia Concepción de María, de quien era ardiente devoto”.

Manuel Belgrano, que había concurrido a Luján en 1812 con su ejército a visitar a María y rezar el Rosario allí con sus soldados, ofrece a la Virgen en 1813 dos banderas tomadas al enemigo en la batalla de Salta. El 27 de mayo se leyó en la sesión del Cabildo de Luján el siguiente oficio: “Remito a Usía dos banderas de división, que en la acción del 20 de febrero se arrancaron de las manos de los enemigos, a fin de que se sirva presentarlas a los pies de Nuestra Señora, a nombre del Ejército de mi mando, en el Templo de ésa, para que se haga notorio el reconocimiento en que mis hermanos de armas y yo estamos a los beneficios que el Todopoderoso nos ha dispensado por su mediación; y exciten con su vista la devoción de los fieles para que siga concediéndonos sus gracias. Dios guarde a Usía muchos años. Jujuy, 3 de mayo de 1813. Manuel Belgrano. Al Sr. Presidente, Justicia y Regimiento del Muy Ilustre Cabildo de la Villa de Luján”.

Cumplidos todos los trámites oficiales y notificaciones debidas, las banderas fueron colocadas en función solemne ante la Santísima Virgen de Luján el sábado 1 de julio de 1813.

Luego de conocer estos hechos históricos que nos revelan que la bandera Argentina procede directamente del Manto de la Madre de Dios, debemos comprender que Dios no se aparta de la historia de las naciones. Somos los hombres los que nos apartamos de Dios, pese a Su insistencia en ayudarnos. En este caso, por intercesión de Su amorosa Madre.

Luján, cuna de la Patria Argentina

En mayo de 1818, cuando el general San Martín visitó la villa y el santuario de Luján, venía cubierto con los laureles de la reciente victoria de Maipú, y en viaje de Chile a Buenos Aires con el propósito de obtener recursos para proseguir la campaña del Perú. Con qué alegría debió contemplar allí los gloriosos trofeos de la batalla de Salta, enviados por el general Belgrano desde Jujuy en 1813. En marzo de 1820 visita Manuel Belgrano, ya enfermo, por última vez el Santuario de Luján. El nunca dejó de agradecer a su protectora. Y En el año 1823 vuelve el general José de San Martín a visitar el Santuario de Luján. Había terminado su gigantesca empresa, asegurando la libertad de Chile y el Perú. San Martín, que había consagrado el ejército de los andes a la Virgen María en Mendoza, encuentra también en Luján las raíces que lo impulsan a amar el suelo Argentino.

El Martín Fierro, poema gauchesco que resume la esencia de la verdadera argentinidad, pone en alto la entrega del hombre de las pampas a la Madre de Dios, cuando las cosas no están para nada bien:

Si me salva
la Virgen de este apuro
en adelante le juro,
ser más güeno que una malva.

¿Acaso no estamos hoy en una situación similar a la que el Martín Fierro describe en esta memorable estrofa?. El pueblo Argentino (lo decimos como argentinos que somos) debe buscar en sus raíces Marianas el fruto de humildad y entrega que lo conduzca nuevamente a la senda del bien y del amor filial. Que la Virgen de Luján nos ilumine en este difícil camino que tenemos por delante.

Milagro en Mendoza

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En 1832 un malón de 2000 indios se había propuesto llegar a la ciudad de Mendoza. Cuando los indios se encontraban a la orilla del río Mendoza a las dos de la mañana esperando la hora oportuna para atacar, se enfermó la esposa del Juez del lugar. Ante la gravedad del estado de la señora fue necesario buscar a una mujer médica que vivía en la orilla del río. Por este motivo, el gendarme que fue a la casa de la médica vio a los indios y dio parte inmediatamente a su jefe, quien en el acto mandó avisar a todos los vecinos. Muchos huyeron a la Ciudad, pero el resto (principalmente mujeres y niños) se concentraron en la Iglesia del lugar, dedicada a Nuestra Señora de Luján. El pobre vecindario clamó a la compasiva Señora del Cielo y Ella los atendió. Los indios huyeron despavoridos: jamás se supo cuál fue la causa de su fuga. Lo cierto es que desapareció el peligro y el pueblo reconoció en su Patrona a la autora del prodigio y salió del templo confesando a voces, entre lágrimas y sollozos, que “la Virgen de Luján los había salvado”. La Virgen había salvado en esta ocasión a la incipiente Villa que se formaba alrededor de su Capilla y también de manera tan oportuna a la ciudad capital de Mendoza.

El impulso del Padre Jorge Salvaire

Un sacerdote francés, el Padre Salvaire, fue impulsor incansable del Santuario de Luján, a tal punto que la Basílica actual es conocida como la Basílica de Salvaire. ¿Que lo impulsó a tan grande obra?. Un milagro de María, ni más ni menos.

Sucedió a fines de 1875, cuando Salvaire tenía 28 años. Este es un relato de época: “Era en el sur de la provincia de Buenos Aires. Los indios recorrían todavía como dueños la Pampa estéril. El alba alumbraba tristemente una toldería escondida en el fondo de una de las ondulaciones de la inmensa llanura. En el campamento, la noche había sido una larga orgía, preludio de la ejecución de un prisionero. La víctima, que era un modesto sacerdote francés, había pasado la noche en oración. Cuando el día amaneció, la chusma, aquella hez de las tolderías, vino a insultar los últimos momentos del condenado. En primera línea una banda de viejas arpías se distinguían por su violencia, la crudeza de sus injurias, y en medio de sus imprecaciones excitaban a los guerreros a horadar con sus lanzas aquel perro cristiano. El joven sacerdote, de rodillas, oraba. No desesperaba. En los momentos que todo parece perdido, el hombre encuentra siempre en un rincón del corazón un rayo de esperanza. Muy débil era este rayo en el prisionero, pero la fe lo animaba.

Las vociferaciones de la chusma aumentaban a cada momento. La hora suprema había llegado. Él lo comprendió. Echó una mirada hacia el pasado que se le apareció en cuadros llenos de amargura a causa de su mismo encanto. Volvió a ver a Francia, a su aldea, a su viejo padre enorgullecido por su elevación al sacerdocio y llorando por su partida. Recorrió durante algunos momentos sus últimas etapas a través del nuevo país que él había venido a evangelizar. Su espíritu se detuvo admirado al pensar en la última plegaria que había dirigido al pie de los altares en una modesta Capilla dedicada a la Madre de Dios. Era apenas la víspera, en que había visitado el Santuario de Luján. Rezaba allí con fervor por el buen éxito de su viaje. Vuelve a hallar este fervor en el medio del peligro y dirigiéndose a la Consoladora de los afligidos hizo el voto, si Ella alejara de él el martirio inútil que le amenazaba, de propagar su culto y de consagrar su vida a transformar en un templo digno de Ella el modesto oratorio en donde se había arrodillado.

¿Por qué la rabia de los indios se había desencadenado contra este misionero de paz? Una espantosa plaga, la viruela, azotaba la tribu y esa gente acusaba al sacerdote de haber traído el mal. Era menester matarlo y arrojar sus cenizas al viento a fin de conjurar el maleficio. Los gritos, la carrera loca de los jinetes había cesado. Sacaron la suerte y los cuatro guerreros designados para horadar a la víctima con sus lanzas subieron pronto a caballo. Los pusieron luego en movimiento en un círculo que debía ir poco a poco estrechándose, hasta que pudiesen golpear al condenado. En aquel momento, un joven indio llegaba al campamento. Se acercó al sacerdote, lo miró con un movimiento rápido, arrojándole su poncho sobre la cabeza le gritó: Cúbrete, cristiano, y no vayas a morir de miedo.

El sacerdote repetía casi maquinalmente su voto: ¡Salvadme, Santa Madre!. Si por vuestra gracia todopoderosa escapo de la muerte, mi vida será consagrada a levantar vuestro Santuario y propagar el culto de vuestro bendito Nombre. El poncho había caído sobre él y su pesado tejido grueso le pareció una coraza que venía a protegerlo. La hendidura del pocho se hallaba precisamente sobre su cara, la entreabrió a fin de respirar y apercibió a los guerreros terriblemente excitados continuando su carrera furibundos. Pero más allá frente al Cacique, estaba un joven de grande estatura que le hablaba. Sus ademanes elocuentes como los de todos los guerreros pampeanos indicaban que él abogaba calurosamente. El Cacique dio una señal. El galope cesó. El joven se acercó al misionero y quitándole el poncho le dijo: Levántate, hermano, estás salvado.

El padre Salvaire, a quien desde entonces llamaron familiarmente el padre Salvado, reconoció al indio que había intercedido por él y que era el hijo del Cacique. Ese joven, tiempo antes había sido preso por las tropas nacionales y debía ser fusilado cuando el padre Salvaire obtuvo su perdón. El joven acababa de pagar su deuda de agradecimiento”.

El Padre Salvaire dedicó a partir de entonces su vida a promover en Argentina y en el Vaticano la obra de María en Luján. Y como era un historiador, publicó en 1885 su “Historia de Nuestra Señora de Luján, su Origen, su Santuario, Su Villa, sus milagros y su culto”. Su obra alcanzó enorme prestigio, de tal modo que Luján alcanzó desde entonces tanta fama que cruzó las fronteras y fue conocida la historia de la Virgen Bendita del Plata en todo el mundo católico.

El Beato Luis Orione en Luján

El 16 de noviembre de 1921 visita por primera vez el Santuario y reza allí la Santa Misa Don Luis Orione, fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, y hoy elevado a Beato por Juan Pablo II. Pocas semanas antes de esta fecha Monseñor Maurilio Silvani había rogado su presencia en el País, y Don Orione aceptando la invitación escribía:

“Estaré presente en la peregrinación a Luján. Allí, a los pies de la Virgen, comenzará la misión de los Hijos de la Divina Providencia en la Argentina”.

Don Orione en las visitas que hizo a nuestro país visitó varias veces el Santuario. El 11 de noviembre de 1934 predicó en la gran peregrinación italiana, y el 13 de abril de 1935 celebró ante la Santísima Virgen de Luján el 40º aniversario de su ordenación sacerdotal.

Don Orione ha sido especial para la Argentina, no sólo por sus visitas, sino también porque dejó un legado de caridad y amor que perdura.

Juan Pablo II y la Virgen de Luján

El viernes 13 de noviembre de 1998 el Santo Padre Juan Pablo II acudió a la iglesia nacional argentina en Roma, dedicada a la Virgen de los Dolores, con ocasión de la entronización de la imagen de Nuestra Señora de Luján. La imagen había sido bendecida por él mismo el 11 de noviembre de 1995 durante la última visita ad limina del Episcopado argentino. La imagen de la Virgen fue llevada en procesión desde el altar a través de la nave central, hasta la capilla donde ha quedado expuesta a la veneración de los fieles. En la homilía, el Santo Padre dijo:

“Virgen de Luján, cuida al pueblo argentino, sosténlo en la defensa de la vida, consuélalo en la tribulación, acompáñalo en la alegría y ayúdalo siempre a elevar la mirada al cielo, donde los colores de su bandera se confunden con los colores de tu manto inmaculado”.

¿Cómo es la imagen de la Virgen de Luján?

Virgen de Luján

El sabio misionero Jorge María Salvaire realiza una minuciosa descripción que data de 1885: “La imagen de Nuestra Señora de Luján es pequeña en altura: mide unos cuarenta centímetros de alto. Sus facciones son menudas, pero bien proporcionadas. El rostro es óvalo. El semblante modesto, grave y al mismo tiempo dulcemente risueño, conciliando a la vez benevolencia con su irresistible atractivo, y respeto con majestad de Reina y gran Señora. La frente es espaciosa; los ojos grandes, claros y azules; la cejas negras y arqueadas; la nariz algo aguileña, la boca pequeña y recogida, los labios iguales y encarnados cual rosa, las mejillas sonrosadas. Mira un tanto hacia la derecha. El color del rostro aunque muy agraciado, es un tanto amorenado. Tiene sus delicadas manos, asimismo bien formadas, juntas y arrimadas al pecho, en ademán o movimiento de quien humildemente ora. El ropaje de la talla se compone de un manto de color azul, hoy muy amortiguado, sembrado de estrellas blancas; debajo de dicho manto aparece una túnica de color encarnado, aunque en el día igualmente muy amortiguado. Los pies de la Santa Imagen descansan sobre unas nubes, desde las cuales emerge la media luna, que tradicionalmente se pone debajo de las plantas de la Virgen Inmaculada, y luego como jugueteando inocentemente entre aquellas nubes, descuellan cuatro graciosas cabecitas de querubines, con sus pequeñas alas desplegadas de color ígneo. Finalmente, diremos que la materia con que ha sido fabricada la Santa Imagen es de arcilla cocida. En resumidas cuentas, no es, debemos confesarlo, la antigua Imagen de nuestra Señora de Luján, una obra de arte; en cuanto a la materia, nada apreciable es, y por lo que mira a la hechura, no se puede, a la verdad , mentar entre las Imágenes notables. Preciosa es empero, sobre toda ponderación, por los innumerables y admirables portentos que, por su intercesión, obró incesantemente la divina misericordia, por los piadosos recuerdos que su sola vista despierta, y por la veneración tan entrañable que le profesaron nuestros padres.”

Es de hacer notar que esta descripción corresponde a la estatuilla original. La misma ha sido cubierta con gran cantidad de vestimentas y ornamentos, que configuran la imagen que conocemos popularmente. Se ha vestido a la humilde María de terracota, para darle un aspecto de Reina, aunque Ella en lo profundo sigue siendo la misma hermosa y humilde mujer de Galilea.

Del milagro inicial a la Basílica de Luján

En el año 1677 un fraile carmelita llamado Juan de la Concepción, cumpliendo el deseo de la señora Ana de Matos, mandó edificar una nueva capilla en los terrenos cedidos por la señora. Más tarde, se hizo un nuevo templo en 1754, y finalmente se construyó una solemne basílica, cuyas obras duraron desde el año 1887 al 1930. Cada lugar donde estuvo la Virgen tuvo un nombre como denominación: a la primera ermita se le llamó “la ermita de Rosendo” (la estancia donde se produjo el milagro); a la segunda, “la capilla de Montalbo” (por el nombre del primer Párroco); a la tercera, “el templo de Lezica” (quien fue protagonista del milagro de la arena); y a la última, “la basílica de Salvaire” (por el Padre francés Jorge Salvaire), siendo éste último uno de los templos católicos más grandes y fastuosos de la América Hispana. La corona de la Virgen de Luján lleva tres escudos de las tres repúblicas del Plata (Argentina, Uruguay y Paraguay) y de la madre patria, en memoria de los dos siglos de protección que España le dio a este santuario.

La Virgen de Luján Patrona de la Argentina, Uruguay y Paraguay

El 5 de octubre de 1930 dio comienzo la Gran Semana del tricentenario del milagro de Luján y en este día se juró a María de Luján por Patrona de las tres Repúblicas hermanas: Argentina, Uruguay y Paraguay. El Papa Pío XI decretó su Patronazgo el 8 de septiembre, y allí se hallaban presentes casi todos los Obispos de Argentina, Montevideo y Asunción. Finalmente el 6 de octubre se consagró el Santuario de Nuestra Señora, y el 8 de diciembre se la declaró Basílica por gracia del Santo Padre, quedando legitimado el título de Basílica, que el aura popular se había adelantado a darle desde mucho tiempo atrás. Los milagros que se describen de esta advocación Mariana son imposibles de enumerar, y la devoción y el cariño que siente el pueblo argentino por su patrona es incalculable. La basílica ha sido visitada por Papas, reyes y gobernantes de todo el mundo.

El pueblo Argentino peregrina cada año a Luján en multitudes, reza, pide gracias, no olvida a su Patrona. María, desde allí, se enarbola como la insignia que marca el camino a Jesús en el sur de América. Su Presencia centenaria ilumina el deseo de Dios, la Voluntad Divina. María nos llama desde Luján, nos busca, nos coloca bajo Su Manto.

Quizás son tiempos de volver aún más a las fuentes y pedir una vez más que María, desde Luján,

SALVE AL PUEBLO ARGENTINO


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5 formas de saber si estás en el camino de la santidad https://www.reinadelcielo.org/5-formas-de-saber-si-estas-en-el-camino-de-la-santidad/ Fri, 03 May 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=13908

Joshan Rodrigues, sacerdote de la diócesis de Bombay, se encuentra en Roma estudiando Comunicación Institucional y de la Iglesia en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Declara como propios tres importantes referentes: G.K. Chesterton, el obispo Fulton J. Sheen y el obispo Robert Barron. Y, efectivamente, siguiendo esos modelos, en su blog Musing in Catholic Land [Meditando en Tierra Católica] presta una gran atención a las tendencias culturales. Pero también a la búsqueda de la santidad, a la que lleva consagrados varios posts. Entre ellos, uno en el que plantea Una lista de comprobación de cinco puntos sobre la santidad:

1. Perseverancia, paciencia y mansedumbre

El primer signo es cuando Dios se convierte en la fuente de tu fortaleza interior, cuando estás firmemente anclado en Él. Esta actitud ayuda al cristiano a afrontar cualquier situación en la vida, por grave y desesperanzada que sea. Cuando “sabes” y “sientes” que Dios está contigo, entonces “¡Todo está bien!” (¿recuerdas a Aamir Khan en 3 Idiotas?).

3 idiots película

“Aal izz well… [All is well, Todo está bien]” es el lema de vida de Rancho [Aamir Khan], uno de los protagonistas de 3 Idiotas (Rajkumar Hirani, 2009), un gran éxito de Bollywood. “El corazón se asusta fácilmente”, dice Rancho, “así que tenemos que engañarlo. Por grande que sea un problema, tienes que decirle al corazón: no pasa nada, amigo; todo va a estar bien; todo está bien. No se resolverá el problema, pero encontrarás el valor para afrontarlo”. Ese Aal izz well se acaba convirtiendo en una de las canciones temáticas de la película.

Esa es la fuente de la fortaleza de los santos, que se enfrentan a toda hostilidad y violencia con amor y paz. Es también el signo de una persona con la que se puede contar, porque quienes tienen su fe en Dios son también fieles a los demás. Una persona así no responde al mal con venganza sino con amor. Una persona así protege el buen nombre de los demás. No juzga a los demás por sus faltas, sino por sus fortalezas. Siempre está dispuesto a aprender de los demás. ¡Si estás dispuesto a sufrir humillaciones por el bien de los demás, entonces te pareces a Cristo!

“Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Rom 8, 31).

“La lengua es la que contamina a la persona entera y va quemando el curso de la existencia” (Sant 3, 6).

“Seas siempre más amigo de ser enseñado de todos que querer enseñar aun al que es menos que todos” (San Juan de la Cruz).

“Que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien, eso es una gracia de parte de Dios” (1 Ped 2, 20).

2. Alegría y sentido del humor

Un cristiano santo siempre está lleno de alegría y con sentido del humor, porque alguien que tiene a Dios consigo nunca puede estar triste o abatido. Un auténtico signo del buen cristiano es que siempre irradia felicidad y risas. Cuando entra en una habitación trae sonrisas y buen rollo. Esta persona puede estar afrontando el momento más duro de su vida, y sin embargo nada puede destruir la alegría y confianza que están en él, porque sabe que, a fin de cuentas, ¡Dios me ama! Esa alegría trae una profunda seguridad, una serena esperanza y una satisfacción espiritual que el mundo no puede entender ni valorar.

El Papa Francisco recomienda rezar esta oración, atribuida a Santo Tomás Moro:

Concédeme, Señor, una buena digestión,
y también algo que digerir.
Concédeme la salud del cuerpo,
con el buen humor necesario para mantenerla.
Dame, Señor, un alma sencilla que sepa aprovechar
todo lo que es bueno, y que no se asuste fácilmente ante
el pecado, sino que encuentre el modo de poner
las cosas de nuevo en orden.
Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento,
las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no
permitas que sufra excesivamente por ese ser tan
dominante que se llama: Yo.
Dame, Señor, el sentido del humor.
Concédeme la gracia de comprender las bromas,
para que conozca en la vida un poco de alegría y
pueda comunicársela a los demás.
Así sea.

3. Audacia y pasión

Cruz de Cristo

Déjenme enseñarles este punto mostrando cómo un cristiano no debe ser. El mayor obstáculo a la evangelización es una mentalidad de miedo y falta de entusiasmo entre los cristianos al hablar de su fe. Podemos paralizarnos por un exceso de prudencia, siempre queriendo jugar sobre seguro, sin querer jamás alejarnos demasiado de la playa. Nos negamos a mirar a la realidad a los ojos y, por el contrario, nos tienta huir hacia un “espacio seguro”. Esto puede tener muchos nombres: individualismo, espiritualismo, adicción, vivir en “mi” mundo, rechazo a nuevas ideas y perspectivas, pesimismo, dogmatismo, etc. Somos como Jonás; no queremos ir donde el Señor quiere que vayamos. Pero Dios nunca tiene miedo. ¡Es un valiente! Siempre es más grande que nuestros planes y esquemas. Quiere que seamos audaces y que tengamos el coraje de hacer cosas que nadie más quiere hacer, de decir las cosas que nadie más quiere decir. No digas “deja las cosas como están”.

Pidamos la valentía de compartir nuestras historias cristianas con otros y dejar de intentar que nuestra vida cristiana sea un museo de memorias. Como señala inteligentemente el Papa Francisco, no es que Jesucristo esté a nuestras puertas llamando para que le dejemos entrar, es que ya está dentro de nosotros y llamando desde dentro para que le dejemos salir de nuestra rancia y anticuada auto-centralidad.

4. En comunidad

Un símbolo e indicador de nuestra sociedad hoy es la forma en la que los más jóvenes van por la calle, con los auriculares puestos, los ojos en su smartphone, absortos en otro mundo y ausentes al mundo que realmente les rodea. La santidad no se vive en solitario, se vive en común con otros. Esto es mucho más difícil, como experimentamos en las familias, los lugares de trabajo, en la parroquia e incluso en las comunidades religiosas.

Aislarme de los demás es lo contrario de la santidad. En el matrimonio, cada uno de los esposos se convierte en la fuente de santificación del otro. Una persona santa es alguien que puede vivir los mandamientos cuando está con otros. La santidad tiene también que ver con prestar atención a las pequeñas cosas. Una comunidad santa es una cuyos miembros prestan atención a las pequeñas necesidades de todos. Un Gran Amor en las cosas pequeñas. Dios está en los detalles. Jesús pidió a sus discípulos que prestasen atención a los detalles: que una oveja se había perdido, que la viuda ofrecía dos pequeñas monedas, que había que ahorrar aceite para las lámparas en caso de que el novio se retrasase, de tener el fuego encendido y el pescado cocinándose mientras esperaba a los discípulos al amanecer.

5. En constante oración

¿Recuerdas cuántas horas puedes pasarte hablando o escribiéndote con esa persona tan especial en tu vida? ¿Cómo esa persona está siempre en tu mente? Pues bien, si esa otra persona es Dios, eso es oración. Si dices que amas a Dios, pero no sientes que estás hablando con Él, ¿es un amor de verdad? No puede alcanzarse la santidad sin tener hilo directo con Dios. No es imprescindible que las oraciones sean siempre en el sentido tradicional, usando las fórmulas establecidas o largas devociones. Lo importante es cuánto tiempo estás a solas con Dios, hablándole. ¡Reza sin cesar! También es oración ponerte tranquilamente ante el fuego del Señor y dejar que caliente tu corazón. ¡Estate tan cerca de Él que puedas coger su fuego sin quemarte!

La oración también es silencio; es leer la Palabra de Dios y “recordar” que todo lo ha hecho por mí y por los demás. Piensa en tu propia historia cuando reces y encontrarás la misericordia. La oración también es petición e intercesión. Se convierte en una señal de nuestra dependencia de Dios y también en una expresión de nuestro amor a los demás. Cuando rezamos por los demás (incluso por quienes no nos gustan), acogemos sus vidas, sus problemas más profundos, su bienestar, y sus sueños más elevados. En la oración encontrarás la fuerza para perdonar.

Finalmente, esta oración debe conducirnos a la Eucaristía, a recibir a Jesús en la Santa Comunión. Es ahí donde lo humano y lo divino se reúnen.

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Fuente: Religión en Libertad


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El Papa Francisco está muy contento» con Medjugorje e invita a que los fieles «vayan a rezar» https://www.reinadelcielo.org/el-papa-francisco-esta-muy-contento-con-medjugorje-e-invita-a-que-los-fieles-vayan-a-rezar/ Fri, 26 May 2023 17:49:15 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=27318 Durante el fin de semana del 12 al 14 de abril, Aldo Cavalli, visitador apostólico especial del Papa para la parroquia de Medjugorje, viajó a Madrid y Barcelona en un encuentro coordinado por la Fundación Centro Medjugorje para España e Iberoamérica. Durante la primera jornada, el también exnuncio en Angola, Chile, Colombia, Malta y Países Bajos fue recibido por el cardenal Omella y visitó dos centros vinculados a Medjugorje, la Casa Guadalupe para madres y la Villa La Gospa.

Entrevistado por Cari Filii, Cavalli incidió en que el Papa Francisco «está muy contento» con la vivencia de fe de los fieles en Medjugorje y que en varias ocasiones «ha dejado muy clara» a los peregrinos su invitación a rezar con insistencia «acompañados de personas competentes y espiritualmente válidos».

El objetivo de la pastoral encomendada por Francisco a Cavalli es dar continuidad a esta intención, para lo que el enviado ya ha preparado a más de 100 guías que permitan a los peregrinos «encontrar un lugar espiritual que sirve a la fe y a la comunión con Jesús y la Virgen María».

Si bien aún no hay un reconocimiento oficial por parte del Vaticano sobre las apariciones de Medjugorje, Cavalli observa que en su cometido pastoral los resultados son patentes, como muestra el millón de peregrinos que acudieron a la localidad bosnia en 2022 con la gracia, la oración y la conversión como su «única sola finalidad».
Un millón de peregrinos en 2022

«Aquí no tenemos nada para ver o visitar, solo un lugar de gracia y oración y la gente viene aquí para rezar y encontrar la esperanza y la vitalidad y volver a sus casas llenos de esta fe», explica.

De cara al reconocimiento, subraya que las autoridades religiosas deben «decir lo que es de fe y lo que no lo es», pero también que pesa considerablemente en sentido favorable la asistencia los peregrinos.

Así, explica que Medjugorje y otros lugares donde se da «una oración profunda» son atrayentes para los fieles, que «comprenden bien» las bases de la fe cristiana cuando se da esta condición. Aparte de los signos naturales o sobrenaturales, la presencia «del pueblo de Dios» en Medjugore puede ser un indicativo de la «santidad del lugar», pues quienes acuden lo hacen convencidos de que «el Señor está» entre ellos y de que «quieren ser santos con él».

Con todo, Cavalli cree que lo pastoral no es la única fortaleza de Medjugorje y espera con optimismo que cuando finalicen los estudios, la comisión pontificia vaticana pronunciará un veredicto «fecundo sobre esta realidad».
Miles de jóvenes y sacerdotes de «ejercicios espirituales»

Los jóvenes son otro punto fuerte de Medjugorje y decenas de miles acuden cada año a la convocatoria del festival de verano, que este año tendrá lugar entre el 26 y el 30 de julio. Al de 2022 acudieron entre 30 y 40.000 jóvenes y Cavalli observó en todos ellos una involucración comparable a «unos auténticos ejercicios espirituales».

«Participaron de una manera increíble y profunda en la oración, en la meditación, en la escucha de los testimonios y las catequesis, en el canto, iban a la colina rezando con atención y fe y una profunda consideración de lo que hacían», recuerda.

Tanto el festival de jóvenes como el notable incremento de peregrinos y especialmente sacerdotes -cerca de 30.000 peregrinaron en 2022- son un aliciente en el carisma evangelizador y misionero de Medjugorje según Cavalli.

En este sentido, resume su objetivo en «revitalizar la tarea, misión y vocación» cristianas «para que los peregrinos vuelvan a casa como auténticos misioneros» y destaca el papel que tiene Medjugorje en la conversión y el cambio de vida de los peregrinos, que replican y difunden cuando regresan a sus hogares.

«La gente que viene a Medjugorje encuentra un lugar de gracia. La gente reza con felicidad y libertad, quieren convertirse, cambiar su vida y confiesan no solo sus pecados, sino también su deseo de cambiar de vida y tener una mejor vivencia cristiana», explica.
Vocaciones, conversiones y sanaciones: «Un lugar que impacta»

Asegura que «son increíbles» los frutos de los peregrinos que, al terminar su estancia en Medjugorje, «regresan de manera muy viva a sus hogares. Encuentran la paz, la voluntad y la esperanza de vivir mejor y vuelven a su casa con esta voluntad y esta esperanza. Al terminar estos retiros, cientos han dicho que quieren ir al seminario o a un monasterio y muchos se casan o terminan queriendo vivir mejor su vida de casados. Son frutos vivos y muy positivos», agrega.

Pero no son los únicos. Cavalli reconoce que también son numerosos los «signos místicos» inexplicables, gente enferma que sana en Medjugorje o que regresa con la esperanza de estar mejor: «Esto es Medjugorje, un lugar de paz y de gracia de forma simple, libre y abierta».

Destaca especialmente los abundantes testimonios de conversión que tienen su origen en el santuario.

«Son muchos, porque es un lugar de gracia y el Señor lo quiere así. No tenemos nada que se pueda ver, solo tenemos la gracia. Cuando una persona viene entra en un lugar que le impacta interiormente y se convierte, quiere cambiar de vida, vivir bien o seguir de mejor forma su misión e invita a otras personas que ven lo mismo. La primera vez que vine es lo que encontré, [un lugar] donde rezar con gusto y estar en la iglesia durante horas con gusto», concluye.

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Fuente: Cari Filii


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Meditaciones de Semana Santa https://www.reinadelcielo.org/meditaciones-de-semana-santa/ Fri, 31 Mar 2023 10:36:11 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9185 Jueves Santo

“Si quieres entender el cuerpo de Cristo, escucha al Apóstol, que dice a los fieles: Vosotros sois el cuerpo de Cristo y sus miembros (1Cor 12,27). En consecuencia, si vosotros sois el cuerpo y los miembros de Cristo, sobre la mesa del Señor está el misterio que sois vosotros mismos y recibís el misterio que sois vosotros”
(S. Agustín, Sermón 272)

MOTIVACIÓN PARA EL DÍA

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“Esto es conmovedor. Jesús que lava a los pies a sus discípulos. Pedro no comprende nada, lo rechaza. Pero Jesús se lo ha explicado. Jesús –Dios– ha hecho esto. Y Él mismo lo explica a los discípulos: «¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis “el Maestro” y “el Señor”, y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis» (Jn 13,12-15). Es el ejemplo del Señor: Él es el más importante y lava los pies porque, entre nosotros, el que está más en alto debe estar al servicio de los otros. Y esto es un símbolo, es un signo, ¿no? Lavar los pies es: «yo estoy a tu servicio». Y también nosotros, entre nosotros, no es que debamos lavarnos los pies todos los días los unos a los otros, pero entonces, ¿qué significa? Que debemos ayudarnos, los unos a los otros.

A veces estoy enfadado con uno, o con una… pero… olvídalo, olvídalo, y si te pide un favor, hazlo. Ayudarse unos a otros: esto es lo que Jesús nos enseña y esto es lo que yo hago, y lo hago de corazón, porque es mi deber. Como sacerdote y como obispo debo estar a vuestro servicio. Pero es un deber que viene del corazón: lo amo. Amo esto y amo hacerlo porque el Señor así me lo ha enseñando. Pero también vosotros, ayudadnos: ayudadnos siempre. Los unos a los otros. Y así, ayudándonos, nos haremos bien. Ahora haremos esta ceremonia de lavarnos los pies y pensemos: que cada uno de nosotros piense: «¿Estoy verdaderamente dispuesta o dispuesto a servir, a ayudar al otro?». Pensemos esto, solamente. Y pensemos que este signo es una caricia de Jesús, que Él hace, porque Jesús ha venido precisamente para esto, para servir, para ayudarnos.”

Homilía Papa Francisco
Misa de la cena del Señor
28 de marzo de 2013

“El Jueves santo nos exhorta a no dejar que, en lo más profundo, el rencor hacia el otro se transforme en un envenenamiento del alma. Nos exhorta a purificar continuamente nuestra memoria, perdonándonos mutuamente de corazón, lavándonos los pies los unos a los otros, para poder así participar juntos en el banquete de Dios. (…)El Jueves santo es un día de gratitud y de alegría por el gran don del amor hasta el extremo, que el Señor nos ha hecho. Oremos al Señor, en esta hora, para que la gratitud y la alegría se transformen en nosotros en la fuerza para amar juntamente con su amor”.

MISA «IN CENA DOMINI»
HOMILÍA DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI
Basílica de San Juan de Letrán
Jueves Santo 20 de marzo de 2008

Viernes Santo

“Nadie puede ver la gloria de cristo si no es sanada por la humildad de su carne”
(San Agustín, Comentario al Evangelio de San Juan, 2,16)

MOTIVACIÓN PARA EL DÍA

jesus-en-la-cruz

Mediante la La Cruz de Jesús es la Palabra con la que Dios ha respondido al mal del mundo. A veces nos parece que Dios no responde al mal, que permanece en silencio. En realidad Dios ha hablado, ha respondido, y su respuesta es la Cruz de Cristo: una palabra que es amor, misericordia, perdón. Y también juicio: Dios nos juzga amándonos. Recordemos esto: Dios nos juzga amándonos. Si acojo su amor estoy salvado, si lo rechazo me condeno, no por él, sino por mí mismo, porque Dios no condena, Él sólo ama y salva.

Queridos hermanos, la palabra de la Cruz es también la respuesta de los cristianos al mal que sigue actuando en nosotros y a nuestro alrededor. Los cristianos deben responder al mal con el bien, tomando sobre sí la Cruz, como Jesús.

Papa Francisco
Viernes Santo de 2013. Vicarucis

REFLEXIÓN

Han capturado a Jesús. La patrulla lo ata y lo conduce a casa de Anás. Jesús es abofeteado y enviado al Suma Sacerdote Caifás. Entra en acción Pilato, quien ve en Jesús un asunto comprometedor, en el que no quiere mezclarse. Finalmente, y entre las negaciones de Pedro, es llevado a la cruz. Estos son los hechos.

¿Qué podemos esperar de un crucificado? Pensar que Jesús acepta la muerte por ascesis, porque tiene mucho aguante o es muy sufrido, o porque tiene que cumplir inevitablemente un plan que le ha sido impuesto por el Padre, es dar muestras de no haber entendido nada del relato de Juan.

Jesús ha estado trabajando desde el comienzo con una idea: hacer la voluntad del que le envía. Este trabajo era su alimento (Jn. 4, 34). Ha puesto todo su empeño en devolver a Dios su verdadero rostro. Quería destruir las máscaras con las que los judíos habían amordazado a Dios para poder ejercer su propia autoridad. Pero los dirigentes de Israel han visto amenazado su poder y se han abalanzado sobre Jesús.

Entonces, ¿ha fracasado en su trabajo?, ¿sus esfuerzos se reducen a nada? Porque.. ahí está, crucificado, perdiendo su sangreLa hora que tanto anunciaba Juan ha llegado ya. Es en esta hora cuando descubrimos el verdadero rostro de Dio; las falsificaciones han caído a tierra. En la hora de la cruz, Jesús nos dice quién es Dios: es el que da la vida para que sus amigos no sean víctimas de falsas imágenes de Dios. La verdadera imagen está en la cruz: éste es un Dios que es capaz de amarnos hasta morir por cada uno de nosotros. Se opone al Dios de los judíos, que paralizaba a los hombres con la ley y el templo (Jn,. 5, 1-4).

La expresión “entregó el espíritu” (/Jn/19/30) no se refiere a la muerte; no significa “murió”. El verbo griego significa “entregar, transmitir”. En esta hora, Jesús transmite el espíritu. Esto quiere decir que transmite un talante, un estilo de vivir, el rasgo que define a Dios: amar hasta dar la vida. En la cruz descubrimos de verdad a Dios, su amor (el cielo). Por eso la cruz es el signo del cristiano. No refleja sufrimiento, aguante, ascesis, fatalidad, sino amor radical hasta dar la vida.

Jesús, sin forzar a nadie, invita a vivir esta actitud de amor y de entrega. Respeta nuestra libertad. No es una opción que se nos impone. Se ofrece para todo aquél que quiera asumirla. Jesús nos da la libertad de rechazar la invitación. Podemos volver a lo de antes (templo y ley), ir hacia las cosas de atrás (Jn. 18, 6).

Pero hay un hecho ineludible: si Jesús está en la cruz es porque la ley lo ha querido. Esta idea es una obsesión en el pensamiento de Pablo. Cuando Pablo contempla a Jesús en la cruz descubre detrás la mano de la ley y de sus máximos representantes. “Envió Dios a su hijo, nacido de mujer, sometido a la ley, para rescatar a los que estaban sometidos a la ley, para que recibiéramos la condición de hijos ” (/Ga/04/04-05).

Jesús da la vida por cada uno de nosotros. Es un gesto de alcance universal, que no excluye a nadie y que respeta la libertad de los que prefieren basar su salvación en la ley. Creer en el Dios que se ha revelado en el acto de amor realizado por Jesús en la cruz es una invitación clara a ampliar horizontes. Ya no podemos limitarnos a dar nuestra vida sólo en favor de unos pocos familiares o amigos (a veces se muere por entes abstractos, como las ideologías o las patrias). La invitación es universal: debemos ser capaces de dar la vida por todos. Como El lo hizo.

Aquí nos conduce Jesús: a comprometernos por todos. ¿Es una ingenuidad? ¿Es una realidad profunda, capaz de engendrar una vida verdadera? ¿Hay posibilidades de conseguirlo? ¿Es posible? La resurrección dará una respuesta afirmativa.

Sábado Santo

“Y nosotros hemos visto y somos testigos de que el Padre envió a su Hijo como Salvador del mundo. Tened confianza los que estáis enfermos. Ha venido el médico, ¿y desesperáis? Grave era la enfermedad; las heridas, insanables; la dolencia, desesperada. ¿Consideras la gravedad del mal y no atiendes a la omnipotencia del Médico? Estás desesperado, pero El es omnipotente; de esto fueron testigos los que nos anunciaron al Médico y primeramente fueron curados; y, sin embargo, ellos más bien fueron curados en esperanza que en realidad. Porque así dice el Apóstol: En esperanza hemos sido salvados (Rm 8,24). Comenzamos a sanar por la fe, pero nuestra salud será completa cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad (I Cor 15,53). Esta es esperanza, mas no aún realidad. Pero quien se alegra en la esperanza, poseerá también la realidad. Sin embargo, quien no posee la esperanza no podrá llegar a la realidad”
(S. Agustín, Exposición de la Epístola a los Partos VIII, 13)

MOTIVACIÓN PARA EL DÍA

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La secuencia del descendimiento es muy piadosa, sobre todo cuando el hijo fue devuelto a los brazos de la madre. Si su espíritu descansaba ya en el seno del Padre, ahora su cuerpo descansa en el regazo de la madre, la Pietá. María besaba las llagas de ese cuerpo con amor intenso de comunión.

«Con tus lágrimas lava las heridas; / su muerte, Madre, es pascua y es victo­ria, / su corazón, el trono de la gloria, / y sus llagas serán fuente de vida».

María está ofreciendo el cuerpo muerto de su hijo. Es Eucaristía. No hay dolor más grande ni amor más compasivo ni entrega más generosa.

Ella estaba comulgando enteramente con los sentimientos de Jesús, que se había ofrecido y había puesto su espíritu en manos del Padre. El fiat de la Anunciación culmina en este fiat de la inmolación. María está siendo en este momento, como lo fue Jesús, sacerdote, víctima y altar, sólo que esta vez el al­tar era blando, su propio regazo. María estaba también redimiendo al mundo, Corredentora. Ofrecía la Pasión de su hijo y la suya propia por el mundo ciego y desgarrado, para la salvación de todos los hombres, hijos y hermanos.

La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice san Pablo— «…para enriqueceros con su pobreza». No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz. Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es esto! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente, necesitada de perdón, entre nosotros, pecadores, y cargar con el peso de nuestros pecados. Este es el camino que ha elegido para consolarnos, salvarnos, liberarnos de nuestra miseria. Nos sorprende que el Apóstol diga que fuimos liberados no por medio de la riqueza de Cristo, sino por medio de su pobreza. Y, sin embargo, san Pablo conoce bien la «riqueza insondable de Cristo» (Ef 3, 8), «heredero de todo» (Heb 1, 2).

Papa Francisco


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El milagro que hizo Santo a Pablo VI, el Papa https://www.reinadelcielo.org/el-milagro-que-hizo-santo-a-pablo-vi-el-papa/ Fri, 27 May 2022 10:08:15 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=11654 ]]> Todo comienza con una cuna y un test prenatal invasivo que causa la rotura de la membrana. Después, los cuidados, inútiles, y la tentación del aborto: para la pequeña no había esperanza. Hasta que Vanna Pinorato y Alberto Tagliaferro se arrodillan ante la estatua de Montini, del que nunca habían oído hablar…

Ésta es nuestra historia de salvación y conversión, en la que todas las piezas han sido movidas por hilos invisibles”, explica Vanna, la madre de la pequeña Amanda, a Andrea Zambrano en La Nuova Bussola Quotidiana:

Papa Pablo VI

Se llama Amanda, que en latín significa “la que debe ser amada/digna de amor”. Así, con ese gerundivo que, en la gramática latina, indica un deber de necesidad. De hecho, Amanda, según la mentalidad común que excluye a los más pequeños entre los pequeños como obstáculos a la realización de los nuevos derechos, no debía ser amada. En cambio, para alguien en el Cielo y para sus padres, Vanna y Alberto, amar a Amanda se ha convertido en un deber moral, contra todo y contra todos: la ciencia, las conveniencias, los miedos.

Hoy, Amanda es una niña de tres años que rebosa salud y que aún no sabe que su vida es el reflejo de un milagro que la Iglesia ha verificado con la autoridad de un reconocimiento papal. Porque ha sido la intercesión, desde el Cielo, de un futuro santo, el beato Pablo VI, lo que ha hecho que ella pueda vivir aquí, en la tierra.

A Pablo VI, entonces simple candidato a los altares, se dirigen en 2014 Vanna y Alberto, de Villa Bartolomea, en la provincia de Verona, cuando la pequeña, en el vientre de su madre, no tenía esperanza de vivir. Cuando estaba en la semana 13 de embarazo a Vanna se le rompieron las membranas que envuelven el líquido amniótico y la supervivencia de la pequeña era una vana ilusión. En cambio…

En cambio, Amanda vive, está sana como una manzana y en las fotografías sopla las velas del pastel de su madre. Su caso es el que ha sido estudiado por la Congregación para las Causas de los Santos que ha afirmado, ante el orbe católico, que el Papa Pablo VI, el Papa que clausuró el Concilio Vaticano II, el Papa de la contestada encíclica Humanae Vitae, es santo. ¿Una broma del destino? Lo que llevará a Giovanni Battista Montini a los altares será un milagro vinculado a una vida que no tenía que nacer, una vida que rescata las innumerables existencias que son descartadas hoy con el aborto voluntario y que no llegan a formarse a causa de la anticoncepción. Precisamente él, que con la Humanae Vitae afirmó el carácter sagrado de la vida desde la concepción.

La niña del milagro

El teléfono del hogar de la familia Tagliaferro echa chispas. El Papa Francisco ha firmado el día anterior el decreto sobre el milagro, en el que se afirma solemnemente y con el lenguaje áulico de las grandes ocasiones que el nacimiento de Amanda constat de supernaturalitate (“consta la sobrenaturalidad”): “Es la cuarta petición de entrevista de un periodista -dice Vanna, mientras le da vueltas al ragù, que corre el riesgo continuo de quemarse-. Lo único que puedo hacer es contar mi historia”. He aquí su historia, que la madre relata a La Nuova Bussola Quotidiana sin esconder el dolor, las dudas y las esperanzas de esos días en los que el Cielo se acercó tanto a la tierra que hizo que un embarazo, destinado a una clara interrupción prosiguiera hasta la semana 26.

—Vanna, se han mantenido fieles a la promesa de no contar lo que había sucedido hasta que la Iglesia no asumiera la tarea de verificar el milagro. El momento ya ha llegado.
—Sí, estamos emocionados y agradecidos. Es algo indescriptible y demasiado grande para nosotros.

—¿Cómo se ha llegado a conocer la historia de Amanda?
—Gracias al periódico L’Arena di Verona. Tras el nacimiento de Amanda y siguiendo la sugerencia de una amiga que me aconsejaba que contara nuestra historia, cogí papel y bolígrafo. Escribí una carta cuando cumplió su primer año para agradecer a Pablo VI su intercesión…

—¿Así, sin más?
—Sí, así sin más. El periódico la publicó y a los pocos días recibimos una llamada telefónica desde la curia de Verona. Querían información, comprender qué había sucedido. A partir de ese momento todo ha ido con gran celeridad: se abrió la investigación diocesana y, después, la causa, instituida por el obispo. Seguidamente, el resultado conclusivo fue enviado a la Congregación.

—La historia ha dado la vuelta al mundo: la rotura de las membranas, el pronóstico mortal, a pesar de que en su recorrido han encontrado médicos dispuestos a utilizar todas las técnicas a disposición hoy en día… Y, después, la prosecución del embarazo hasta el parto. Pero, ¿cuándo empieza realmente esta historia?
—Empieza con la compra de una cuna de segunda mano.

—¿Una cuna?
—Una cuna. Había respondido a un anuncio para comprar una cuna de segunda mano; acababa de saber que estaba embarazada de mi segundo hijo. Tras ponerme de acuerdo con la propietaria de la cuna, fui a su casa para concluir la compra y la cargué en el coche. Vi que estaba sin estrenar y le pregunté el porqué.

—¿Qué le respondió?
—Me respondió que su hija no había dormido nunca en ella. Ingenuamente, pensé que era uno de esos casos en los que los recién nacidos no quieren dormir solos y duermen con los padres. Pero su respuesta me dejó helada.

—¿Por qué?
—Porque me dijo que su hija había muerto pocos meses después de nacer. Tenía el síndrome de Patau [o síndrome del par 13]. Me enseñó fotos que me conmocionaron. Esta noticia me asustó.

—¿Volvió a casa?
—Me hice muchas preguntas, estaba conmocionada. Empecé a pensar que nunca habría podido llevar adelante un embarazo en esas condiciones y el miedo a que mi hija no fuera sana me hizo tomar la decisión drástica de realizar, unos días más tarde, un test prenatal invasivo. Pero la biopsia de corion fue fatal.

—¿Le diagnosticaron una malformación?
—No. Dos días después se rompieron las membranas, causando la pérdida de líquido amniótico.

—¿Considera que esta rotura fue causada por la biopsia de corion?
—Sí. Entré en un estado de gran abatimiento. Todo parecía estar acabado. No podía en absoluto intuir que todo estaba a punto de empezar.

—¿Qué hizo?
—Me dieron antibióticos, empecé a ir de un hospital al otro, pero la membrana difícilmente cicatriza y cuando lo hace, es sólo en un 10%. En el hospital de Borgo Roma no me dieron ninguna esperanza sobre la supervivencia de Amanda. Me hablaron de la solución del aborto “terapéutico”, detallando que no habría habido problemas porque de todas formas su corazón, en un determinado momento, dejaría de latir. Pero esto no sucedió: su corazón latía.

—Sin embargo, existen técnicas innovadoras que inyectan líquido amniótico…
—Efectivamente. Desde el Hospital Gemelli de Roma fui a Monza, al Hospital San Gerardo, donde la jefa de servicio, la doctora Patrizia Vergani, me realizó ciclos de amnioinyecciones con solución fisiológica. Me explicaron que se trata de técnicas que no salvan al feto, pero que pueden dar la posibilidad de que siga desarrollándose. Pero tras la segunda tanda, la doctora abandonó diciéndome: “Será un designio divino”.

—En ese momento, entonces, la vía terapéutica ya no era posible.
—Pensé seriamente en interrumpir el embarazo. Pero no sabía qué hacer. Sentía dentro de mí un combate, me sentía desgarrada por dentro. Un día pensaba en abortar; al día siguiente renunciaba a esta idea. Seguí en este estado de incertidumbre y abatimiento durante días, hasta que entré en la semana 23ª de embarazo.

—El término legal para abortar.
—Exacto. Pero entonces sucedió algo increíble.

—¿El qué?
—De repente, me sentí serena; impotente, pero serena. Le decía continuamente a Amanda: ahora tu destino ya no depende de mí; yo ya no podía elegir nada en su lugar. En este estado de abandono descubrimos la oración, que fue el consuelo decisivo durante el resto del embarazo.

—Y es cuando entra en escena el Papa Montini.
—No teníamos ni idea de quién era. Pero ya nos estaba esperando.

—¿Dónde?
—En el Santuario de las Gracias, en Brescia, donde Alberto y yo fuimos en peregrinación sin tan siquiera saber el porqué, sin comprender la necesidad de pedir una gracia.

—Si no lo conocían, ¿cómo le descubrieron?
—Soy enfermera en Legnago. Un compañero de trabajo, ginecólogo, el doctor Paolo Martinelli, me dijo: “¿Por qué no vais a rezar al santuario de Pablo VI? Ha sido proclamado beato por un milagro realizado en un niño aún no nacido”.

—¿Y fueron?
—Era el 29 de octubre de 2014 y ni siquiera sabíamos que se pudiera pedir una gracia. Tampoco sabíamos qué cara tenía Pablo VI, no se me ocurrió mirarlo por internet. Cuando estuve ante su estatua de bronce, me quedé asombrada: “Entonces, ¿tú eres del que nos han hablado?”.

—¿Qué hicieron?
—Nos arrodillamos llorando. A una cierta distancia, en un banco del santuario, encontramos una estampa con su imagen y, en el dorso, una oración de intercesión. La recitamos y cuando llegamos al espacio vacío en el que hay que poner el nombre de la persona para la que se pide la gracia, rezamos por ella, por Amanda.

—¿Sabe qué significa Amanda?
—Lo supe después. Habíamos elegido el nombre leyendo uno de esos libros que se venden para madres embarazadas y que tienen listas de nombres. Me pareció un nombre original, pero supe su significado muchos meses después: persona que debe ser amada/digna de amor. Pero lo más sorprendente es otra cosa.

—¿Qué?
—Su onomástica es el 6 de febrero, memoria de San Amando, obispo de Estrasburgo.

—¿Y?
—¡Es el día de mi cumpleaños! Ese nombre estuvo siempre presente en las conversaciones y los desahogos entre mi marido y yo. Hasta que Alberto dijo: “Vanna, si ella no cede, tampoco nosotros podemos ceder”.

—¿A partir de este momento empezaron a amarla con verdadera conciencia?
—Sí. Aunque es algo que no se puede explicar si no se experimenta. Cuando pensaba en abortar, recuerdo que me desahogué con una doctora de Borgo Roma. Me atormentaba: “Pero no quiero abortar, la sola idea me aterroriza”, le decía.

—¿Qué le respondió?
—Me dijo impasible: “No consigues hacerlo porque eres una madre”.

—¿Cuándo llega el final feliz?
—En la semana 26, a las seis de la mañana del día de Navidad de 2014. Pesaba poco más de 800 gramos, pero no presentaba ningún síntoma de complicación. Para niños prematuros tan graves los problemas pueden ser muchos: respiratorios, cardíacos, oculares, neurológicos. Amanda no tenía nada. Nada.

—El resto de la historia ya la conocemos. ¿Quién es hoy, para ustedes, Pablo VI?
—Es una presencia constante y diaria en nuestro hogar. Cada día rezamos por él y pensamos en él.

—La Iglesia ha verificado que lo es, pero usted ¿consigue llamarlo milagro?
—Sí. Es una historia extraña en la que todas las piezas han sido movidas por hilos invisibles que no nos pertenecen.

—¿Qué le contará a Amanda?
—Todo, incluido mi gran sentido de culpa por haberme hecho la biopsia de corion. Cada vez que se lo cuente añadiré algo. Podremos decirle que fue amada, que teníamos que amarla, pero que antes de todo fue amada en el Cielo. Cuando hago estas entrevistas me preguntan qué espero de su vida.

—¿En el sentido de cómo se la imagina de mayor?
—Sí, pero no me espero nada. El hecho que esté viva es el regalo más grande que podamos hacerle: no importa si vivirá en el anonimato aquí, en la tierra, porque estamos seguros que en el Cielo no es en absoluto anónima.

—¿Cómo ha vivido esta experiencia su hijo mayor, Riccardo, que hoy tiene seis años?
—Ha echado de menos a su madre, pero hoy comprende, sabe todo lo que su edad le permite comprender. Es feliz y es consciente de que ha sucedido algo extraordinario.

—¿Sabe que Jesús, en realidad, hacía milagros para suscitar la fe?
—¡Cuánta hemos sentido nosotros! Mi fe, nuestra fe, ha cambiado radicalmente; ha sucedido un milagro dentro del milagro, sabiendo que el primer milagro es la conversión.

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Fuente: Religión en Libertad
Traducción de Helena Faccia Serrano.


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La primavera de la Iglesia https://www.reinadelcielo.org/la-primavera-de-la-iglesia/ Fri, 30 Apr 2021 11:51:47 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=853 ]]> ¿Acaso no sienten ustedes la alegría y el gozo propio de una primavera que ha inundado a nuestra Iglesia con fragancias y sonidos inesperados? Si hasta los que nunca la han querido o conocido lo pueden ver y sentir. Y esto vino a ocurrir justamente en medio de circunstancias de gran preocupación y angustia, como para demostrar que Dios actúa cuando Él quiere, cuando menos lo esperamos.

Hoy quiero recordar, desde la ayuda de una catequesis de Benedicto XVI, lo que enseñaba San Cipriano en el siglo III sobre la Iglesia:

“San Cipriano distingue entre Iglesia visible, jerárquica, e Iglesia invisible, mística, pero afirma con fuerza que la Iglesia es una sola, fundada sobre Pedro. No se cansa de repetir que «quien abandona la cátedra de Pedro, sobre la que está fundada la Iglesia, se engaña si cree que se mantiene en la Iglesia” (Benedicto XVI, miércoles 25 de febrero de 2009).

La Iglesia que vemos, hecha de hombres, no debe quitarnos la mirada de la iglesia invisible, mística, plena del Espíritu Santo que la nutre y guía. Muchas veces nos engañamos por los errores de los hombres que hacen a la Iglesia visible, jerárquica en las palabras de San Cipriano. Pero somos todos, laicos y consagrados, los que damos carne y huesos a la Iglesia, y también pecado porque somos pecadores, así como error porque somos falibles. Nunca, nunca, debemos permitir que la humanidad y debilidad de la Iglesia visible nos haga perder de vista a la Iglesia invisible, mística. De la Iglesia, visible e invisible, porque es indivisible, no debemos separarnos jamás aunque nos duelan los errores de los hombres. Al encuentro con el Milagro Eucarístico diario, que ocurre en los altares del mundo entero, nos debemos como bautizados hijos de Dios.

De este modo, no debiera sorprendernos que esta primavera se inicie a partir del surgimiento de un nuevo Pontífice, porque todo es parte de los impulsos de la Iglesia mística que subyace a lo visible. Es tan humanamente inexplicable y rápido el proceso que vivimos a partir de la elección del Papa Francisco, que no cabe ver a otro más que al Espíritu Santo detrás de la inspiración que mueve los hilos de la Barca de Pedro. Por supuesto que jamás Dios obra en vano, porque siempre lo hace por encima y mas allá de los hombres y sus intenciones. El Señor decide cuando intervenir y dar un golpe de timón a la Barca, de tal modo que el hombre no pueda alterar los planes que El mismo ha establecido en Su Divina Voluntad.

A nosotros corresponde, entonces, el discernir como actuar frente al viento primaveral que renueva y refresca a nuestra Iglesia. No podemos dejar pasar la oportunidad, por supuesto, de sumarnos al impulso y reforzar nuestra contribución como miembros del Cuerpo Místico, desde el lugar al que a cada uno de nosotros nos corresponda.

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Sabemos que cuando Dios inspira algo, el mundo se mueve acompañando esa inspiración. Pero también sabemos que de inmediato se ponen a actuar las fuerzas del mundo (y sus inspiradores) para contrarrestar y bloquear el avance. Francamente, el actuar del oponente es sutil, pues las más de las veces se va a sumar al festejo primaveral, buscando no lucir descolocado para de ese modo detectar el punto débil donde golpear, si es posible desde dentro, y en cualquier caso desde fuera también.

Nosotros, con buenas intenciones en nuestros corazones, debemos redoblar nuestro esfuerzo y alzar nuestras velas para capturar al máximo el viento del Espíritu Santo. Dios, toda Gloria y todo Amor, nos regala Su Gracia para que seamos flores en esta primavera, para que inundemos el mundo con perfumes de sencillez y pureza. María, solícita como siempre, acompañará la Voluntad de su Hijo y hará de sus pequeños hijos un ramillete de trabajadores felices y llenos de entusiasmo.

Pero, también sabemos que después de la primavera viene el otoño, y luego el crudo invierno. Por eso no debemos ser holgazanes y derrochar el tiempo, pensando que esta primavera durará para siempre. No es así, porque no hay Luz sin Cruz, y al gozo siguen los dolores, así como a los consuelos siguen las penas. El ciclo de la vida sigue adelante, y la primavera es momento de trabajar y producir, no de tocar la guitarra como la cigarra. No hay tiempo para la holgazanería en el Plan de Dios, porque el trabajo nos mantiene vivos, nos alimenta y da sentido a nuestro existir.

¡El trabajo es puerta necesaria a la salvación!

Mis amigos, con la venida del Papa Francisco, se abrieron muchos corazones que están dispuestos a escuchar la Palabra del Maestro, dispuestos a volver a los sacramentos, y atentos a la mano que acaricia. Seamos dignos hermanos que con su actitud invitan a volver a casa, demos abrazos y palabras de consuelo, actuemos con paciencia y vocación de enseñar y perdonar.

Señor, Tú que traes a este mundo una brisa de aire fresco que renueva nuestra esperanza, danos las llaves de Tu Casa para que podamos ayudar a limpiarla, decorarla, ponerla hermosa y habitable. Danos Tu Santo Espíritu para que nuestras bocas hablen de lo que Tú quieras. Danos la docilidad de Tu Santísima Madre para que nos dejemos morir a nuestras pasiones y deseos, y seamos dignos hijos de aquella que supo ser Tu Madre en Nazaret de Galilea.

Señor, abre nuestros oídos para que solo podamos escuchar Tu Voz de Maestro. Abre nuestros ojos para que sólo veamos lo que es digno de ser visto. Hoy, más que nunca, necesitamos ser Uno junto a Ti, que eres Uno en Tu Trinidad. Señor, danos Tu Mano y llévanos con paso seguro, porque queremos ser Iglesia contigo, por siempre y para siempre.

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Autor: Reina del Cielo


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La Encíclica Fratelli Tutti explicada en video https://www.reinadelcielo.org/la-enciclica-fratelli-tutti-explicada-en-video/ Mon, 16 Nov 2020 20:26:57 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25203 ]]> Desde el Canal de YouTube del Vaticano, tenemos la suerte de encontrar esta serie de videos que explican la recientemente publicada Encíclica del Papa Francisco, Fratelli Tutti.

Podemos enriquecernos con estas explicaciones que nos ayudarán a profundizar en el mensaje del Santo Padre y que nos harán descubrir lo fundamental de la Encíclica.

Nota: Tras ver el primero video, puedes continuar con los siguientes capítulos, ya que están en lista de reproducción.

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Fuente: Canal de YouTube Vatican


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El Papa alarga un año el Jubileo Lauretano para más beneficios espirituales https://www.reinadelcielo.org/el-papa-alarga-un-ano-el-jubileo-lauretano-para-mas-beneficios-espirituales/ Thu, 20 Aug 2020 19:08:49 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24976 El Papa ha decidido extender el Jubileo Lauretano hasta el 10 de diciembre de 2021, según anunció en la festividad de la Asunción el arzobispo delegado para el Santuario de Nuestra Señora de Loreto, Fabio dal Cin.

El año jubilar comenzó el 8 diciembre del año pasado con la apertura de la Puerta Santa en presencia del cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano. Se concedió con ocasión del centenario de la proclamación por Benedicto XV de Nuestra Señora de Loreto como patrona de los aviadores.

En este momento difícil para la humanidad, la Santa Madre Iglesia nos da otros doce meses para recomenzar desde Cristo, dejándonos acompañar por María, un signo de consuelo y esperanza segura para todos“, dijo monseñor Cin.

El decreto de la Penitenciaría Apostólica que prolonga el Jubileo recuerda que éste “desgraciadamente no celebrado en toda su extensión a causa de la epidemia de covid-19”, por lo que lo renueva doce meses como experiencia de gracia y perdón para los fieles que visiten el santuario pontificio, así como las numerosas capillas civiles y militares consagradas en los aeropuertos y aeródromos de todo el mundo a la Virgen de Loreto.

Ciertamente los fieles sacarán de la generosa prórroga buenos propósitos y el vigor espiritual para obrar en la vida según la ley del Evangelio“, añade el decreto.

Monseñor Dal Cin recordó las numerosas veces durante el año en las que el Papa expresó su cercanía al Santuario: en su visita del 25 de marzo de 2019, donde firmó la Exhortación Apostólica a los Jóvenes Christus Vivit; en la concesión y prórroga del Jubileo Lauretano; en la inscripción el 10 de diciembre en el calendario romano de la memoria facultativa de la Santísima Virgen de Loreto, y finalmente con la inclusión en las Letanías Lauretanas de tres nuevas invocaciones: Mater Misericordiae, Mater Spei y Solacium migrantium.

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Fuente: Cari Filii


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La Fe de Ennio Morricone, el legendario director y compositor musical fallecido https://www.reinadelcielo.org/la-fe-de-ennio-morricone-el-legendario-director-y-compositor-musical-fallecido/ Fri, 10 Jul 2020 16:51:09 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24791 ]]> Ha muerto Ennio Morricone, autor de música inolvidable para películas de todo tipo: La misión, Los intocables de Eliot Ness, El bueno, el feo y el malo, Dos mulas y una mujer... Era un católico convencido que explicaba en 2015 que cada mañana, al levantarse muy temprano, lo primero que hacía era rezar una hora ante una imagen de Cristo. Según la agencia de noticias italiana ANSA ha muerto por las complicaciones derivadas de una reciente caída en la que se rompió el fémur.

En verano de 2019 Ennio Morricone aún dirigía conciertos veraniegos en una mini-gira por España. Pero ya prometía descansar. “Con 90 años, hay que parar. He hecho tantas películas, conciertos, música absoluta. En un momento dado he de decir ‘basta’. He trabajado mucho, debo descansar y me permito parar”, decía en una entrevista en El País. Reconocía que pensaba bastante en la muerte. “No sé cómo será el más allá. Esperemos que esté bien”, decía en ese periódico sin querer profundizar en temas espirituales en esa ocasión (lo hizo en otras, como veremos).

Hambre y guerra de niño

Nació en Roma en 1928, sintió la muerte de su hermano de tres años, pasó la adolescencia durante la II Guerra Mundial y su hambre. Entró al Conservatorio con 12 años y se sacó un título ¡en trompa! en el Conservatorio de Santa Cecilia. En 1956 se casó con María Travia, con quien permaneció durante toda su vida.

Ganó muchos premios, pero Hollywood sólo le dio el Oscar a los 87 años, quizá porque siempre vivió en Roma, y no en EEUU

No sólo compuso música de cine sino también música sinfónica y arreglos para canciones. Trabajó con directores del calibre de Pier Paolo Pasolini, Bernardo Bertolucci, Giuseppe Tornatore, Brian De Palma, Roman Polanski, Oliver Stone, Pedro Almodovar, Roland Joffé y recibió 27 Discos de oro y 7 Discos de platino. No ganó un Oscar hasta los 87 años, por la música de Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino. Antes, había recibido cinco nominaciones y un premio honorífico, en 2006. Siempre defendió que la música de “La misión” merecía un Oscar.

Morricone explicó que hacer música de cine le hizo sufrir mucho: él quería una cosa, pero el público esperaba otra y el director y el productor otradistinta. Cualquiera ve que su música de películas tiene una personalidad propia. Con el tiempo aprendió a imponerse: a Pasolini, que le daba una lista de sugerencias, le respondió que no trabajaba por encargo, a lo que el cineasta se rindió: “estupendo, haga lo que quiera”.

“Muchos necesitaban acostumbrarse, a veces mis obras eran un golpe inesperado”, admitía el compositor. “Cada vez que compongo siento una gran responsabilidad, porque quiero probar algo completamente original y que a la vez sea entendido”, afirmó en otra entrevista.

El hombre con una harmónica (de la película Érase una vez el Oeste)

Sus últimos años han sido tranquilos y trataba de quedarse en casa. Le gustaba mucho el fútbol pero en los años finales ya no iba al estadio y casi no iba ya al cine. “Maria [Travia, su esposa] y yo somos ancianos. Por la noche nos gusta estar en la cama”, decía sencillamente. Aún componía música y revisaba ediciones de sus discos, pero no escuchaba ya casi a otros autores.

Una familia que rezaba en la guerra… y después

En 2015 hablaba de su fe en Credere.it (aquí en español en ReL). “Provengo de una familia cristiana. Mi fe ha nacido en mi familia. Mis abuelos eran muy religiosos. Mi madre, mis hermanas y yo rezábamos siempre antes de irnos a la cama. Recuerdo el periodo de la guerra. Durante esos años terribles rezábamos el rosario. Estábamos todos muy impresionados. Me veo de nuevo, medio dormido, respondiendo a los Ave María de mi madre. Siempre hemos sido religiosos. Los domingos íbamos a misa y comulgábamos”.

Este músico autor de obras instrumentales de gran fuerza y espiritualidad creía que la música ayuda a rezar pero que rezar necesita también “palabras, intenciones, concentración”.

“Yo rezo una hora al día, incluso más. Es lo primero que hago. También durante el día, así, al azar. Por la mañana me pongo delante de ese Cristo. Y también por la noche. Espero que mis oraciones sean escuchadas”, explicaba en Credere.it.

Añadía que ser creyente implicaba sacrificio y respeto a Dios y al prójimo. “Identifica a una persona honesta, altruista, respetuosa de Dios y del prójimo.Amar a los otros -aunque la palabra amar puede parecer fuerte-, pero es así. Esto es importante”, detallaba.

“En estos últimos tiempos hay que sacrificarse aún más: yo mismo algunas veces me sacrifico para ayudar a las personas que están en paro, a las muchas preocupaciones que agobian. Con mi esposa, que es una buena persona, escrupulosa, hemos acostumbrados a nuestros hijos a esta generosidad”.

Y citaba a Jesucristo: “‘Ama a los otros como te amas a ti mismo’... éste es, para mí, un modo normal de ser”.

La música, la creación y Dios

También reflexionaba sobre la relación entre Dios y la música. “La música ciertamente está cerca de Dios. Al mismo tiempo, la música está proyectada en el alma y en el cerebro del hombre. Le permite meditar“, afirmaba.

La música es el único arte real que se acerca verdaderamente al Padre eterno y a la eternidad. Me digo a mí mismo, y algunas veces a mi mujer, que la música ya existía, ¡toda ella! La música que ha sido escrita y que será escrita. ¡Y el compositor que la ha cogido y la cogerá! Según la propia época, según el momento en el que él escribe y según la civilización y el estado de la investigación musical de su tiempo. La música ya existe, aunque no esté”, afirmaba.

Lo sacro en el humor o el western: la esperanza

Un día, el director de cine cómico Luciano Salce, con quien hizo varias películas, le dijo: “tengo que dejarte, yo hago películas cómica y tu compones música espiritual, sacra”. Eso hizo pensar a Morricone: “Probablemente a veces expreso lo sacro también cuando no lo busco o no pienso en ello. Ni tan siquiera hablo de inspiración, que no existe. Hablo de ideas. Tal vez estoy en un camino que lleva a estos resultados”.

También estaba satisfecho de su música en algunas teleseries sobre papas. Creía “haber tocado al máximo lo sagrado cuando he relatado el alma del hombre en las series de televisión sobre Juan XXIII y Juan Pablo II, pero también en las películas de Sergio Leone, donde además de violencia, hay siempre esperanza. Una esperanza que siempre he incluido implícitamente en todas mis partituras”, decía a los 84 años.

El “Habemus Papam” de Morricone para la película Karol. sobre Juan Pablo II

Música sacra en los años del Papa Francisco

Con el Papa Francisco ha creado bastante música sacra. “Se me pidió ‘Amén’ como composición para un coro para la iglesia de Santa María de los Ángeles de Roma, con ocasión de un Festival en el que participaban seis coros procedentes de todo el mundo. Decidí componer una obra donde sólo una palabra, «Amen», fuera cantada pero con la idea de implicar a los seis coros”,explicaba. Compuso también un Via Crucis, y una “música sobre la Creación. El aire, la luz, el agua, el fuego, la tierra, el hombre. Después, la torre de Babel, de la que mana, en hebreo, una multitud de voces en un crescendo cada vez más imponente…”

Explicaba además que de la Biblia le encantan las parábolas, el relato de las bodas de Caná (“me emociona mucho”) y la Pasión, “momento importantísimo para la vida de Cristo y de todos nosotros”.

Sobre La Misión, explica que la vio sin música, y la película le hizo llorar. “Tenía delante de mí al director y a los dos productores y les dije: “No, yo no la hago, es preciosa así”. Creo que estuve llorando media hora. Y ellos insistían. Hasta que cedí: “Haré la música”. No quería componerla porque si me equivocaba podría haber estropeado la película. Trabajando sobre tres elementos distintos que no podía ignorar, el oboe del jesuita padre Gabriel, la música coral y la música étnica de los indios, creo que fue un milagro que consiguiera componer una música en la que tres combinaciones independientes de sonidos funcionaban también contemporáneamente”.

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Fuente: Religión en Libertad


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Carlo Acutis: “La Eucaristía es mi autopista al Cielo” https://www.reinadelcielo.org/carlo-acutis-la-eucaristia-es-mi-autopista-al-cielo/ Thu, 07 May 2020 12:40:52 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24471 Video testimonio de la corta vida ejemplar del próximo Beato Carlo Acutis.

Un santo de nuestros días, que nos inspiran a vivir una vida cotidiana en Dios y muy cerca de la Eucaristía y el Amor al prójimo.

El 22 de febrero de 2020, el Papa Francisco aprobó un milagro que se atribuye a Carlos Acutis.

Un alma pura y muy eucarística

“Mi hijo me acercó a la Eucaristía”

La madre de Carlo Acutis, afirma con claramente que fue su hijo quien la acercó a la Iglesia y al Sacramento de la Eucaristía.

El testimonio de vida de Carlo Acutis, adolescente que muere a los 15 años a causa de una Leucemia fulminante en 2006 y que el Papa Francisco ha declarado ‘venerable’ este año, está acercando a muchas personas a la fe. Inició con su propia madre, Antonia Salzano, que lo considera hoy un “pequeño salvador” que le enseñó el amor hacia la Eucaristía.

Ella está viajando por varios lugares para hablar de la historia de este pequeño genio de la informática que iba todos los días a misa y tuvo una vida plena, normal, pero extraordinaria en la manera como ocupaba su tiempo: estudio, familia, voluntariado en beneficio de otros niños y ancianos, testimoniaba una fe pura y concreta.

Carlo desde pequeño era un alma muy devota. Él amaba ir a la iglesia, rezar, profundizar en la fe. Yo estaba alejada, crecí en una familia laica, pienso como millones de personas. Por lo tanto, tener este hijo que me hacía insistentes preguntas sobre la fe, que me obligaba a reflexionar. Esto ha sido un motivo para acercarme a la Iglesia” y a los “sacramentos”.

Una vida excepcional hasta el final

Carlo Acutis

Enfermo, Carlo, dijo que su dolor físico se lo ofrecía a Dios por el Papa y por la Iglesia. Mamá Salzano sostiene: “Para mí Carlo ha sido un pequeño salvador que me ha llevado a tomar un camino especial.

Un camino que prosigo, trato de difundir su herencia, especialmente esta exposición sobre los milagros eucarísticos que ha viajado por los cinco continentes y ha ayudado a tantas personas”. En efecto, la página www.miracolieucristici.org nace de la inspiración y el genio del joven adolescente.

“Hay testimonios de personas que se acercaron a Dios y han comenzado una vida de fe. Para mí este es el signo más grande. Porque a Carlo le importaba mucho la Eucaristía y decía: “muchos nacemos como originales, pero muchos viven como fotocopias”.

Carlo tenía una familia normal. La enfermedad y el valor infundido a su mamá ante su muerte prematura. “Mamá no temas porque con la encarnación de Jesús la muerte devino viva y no hay necesidad de escapar: con la vida eterna nos espera algo extraordinario”.

Mamá Salzano está de acuerdo con su hijo que también decía: “Todos nacen como originales pero muchos mueren como fotocopias”. Y ella asegura que “Jesús nos da los sacramentos para no morir como fotocopias y dona sí mismo a través de la Eucaristía”, pues ahí está “Dios en persona; su cuerpo, sangre, alma y divinidad”.

Citando las palabras de Carlo: “Nuestra meta debe ser el infinito, no el finito. El Infinito es nuestra Patria. Desde siempre el Cielo nos espera”. La mamá de Carlo está convencida de que “Jesús es amor, Dios es amor”. Por ende, cuando “recibimos la Eucaristía recibimos el amor”.

“Puesto que el fin de cada cristiano es ser santos; recibiendo a Dios, amando a Dios sobre todas las cosas, amar al prójimo como a ti mismo, recibiendo el amor a través de la Eucaristía, Jesús nos enseña también a donarnos a los demás y crecer por este amor por Dios”, añadió.

Carlo lo testimonió hasta el final:. Desde que recibió la Primera Comunión a los 7 años de edad nunca ha faltado a la cita cotidiana con la Santa Misa. “Él decía: ‘la Eucaristía es mi autopista para el cielo’. Por ende, deseaba que todos entendieran el don inmenso que Jesús nos hace a través de los sacramentos”.

La mamá de Carlo es la mejor embajadora de su exposición dedicada a los milagros eucarísticos. “Jesús ha prometido: ‘Yo estaré con ustedes hasta el final de los tiempos’. Lo ha prometido y lo ha cumplido. Y todavía hoy nos manifiesta estos signos extraordinarios que son los milagros eucarísticos ocurridos en 2006, 2008, 2013″.

“Milagros – agrega- como el sucedido en Lanciano (Italia) donde la hostia se convierte en carne y se descubre ser tejido miocardico. ¡Esto es algo extraordinario! Es un gran signo que seguramente ayudará a tantas personas que sinceramente quieran acercarse al Señor, que viendo estos signos, yo creo pueden encontrar el sentido de su fe”.

Mamá Salzano no tiene duda: “Carlo ha sido una semilla, o mejor ha botado una semilla con esta exposición sobre los milagros eucarísticos” para que el mundo crea.

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Fuentes: Canal de YouTube de Pueblo de María y Aleteia


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