Glorioso San Cayetano, padre de providencia porque socorres con grandes milagros a cuantos te invocan en sus necesidades: presenta al Señor los deseos que confiadamente deposito en tus manos. (ver artículo)
Cuando confundimos el motivo con la consecuencia, parecemos esas bicicletas con el piñón roto: pedaleamos, pero la bicicleta no avanza, aunque nos sigamos esforzando... (ver artículo)