El milagro ocurrido en 1428 cuando la intercesión de la Virgen fue fundamental para que un niño volviera de la muerte para recibir el Bautismo. (ver artículo)
Adquirí conciencia del milagro, la presencia de Jesús sobre el altar. Me entraron ganas de ir uno por uno sacudiendo a todos para decirles: ¡Jesús está ahí! (ver artículo)