músico – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 16 Oct 2020 18:27:06 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 La sublime misa de réquiem que compuso un músico de Hollywood a su madre https://www.reinadelcielo.org/la-sublime-misa-de-requiem-que-compuso-un-musico-de-hollywood-a-su-madre/ Fri, 16 Oct 2020 16:43:53 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=10445 ]]>

“Tengo que deciros a todos que creo que jamás he sentido una reacción como la que acabo de tener y realmente quiero agradecéroslo”: cuando escuchó estas palabras, el compositor Stephen Edwards no pudo evitar un ¡Uau! como exclamación de asombro satisfecho.
Una mujer que asistía al ensayo de su misa Requiem por mi madre había pedido la palabra inopinadamente para dar salida a lo que sentía y pronunció, emocionada, esa frase.
(Los niños del coro acababan de interpretar el Requiem Aeternam que, si has hecho caso de nuestro consejo, debes estar escuchando en este momento. Es la pieza que abre la misa y según Deal Hudson en The Christian Review, “una obra maestra”, “un tema memorable”: “No me imagino que alguien que escucha este movimiento no quiera oír el resto”.)

Edwards es un músico bien conocido en Hollywood, así que está acostumbrado a suscitar sentimientos en las personas que asisten a las películas y series de televisión a las que ha contribuido con su música, ya sea como compositor (más de sesenta, de todo tipo de géneros) o interpretándola como pianista o director de orquesta. Entre ellas y como más célebres, Mujeres desesperadas (Desperate Housewives, 2004-2012, con Teri Hatcher, Eva Longoria, Marcia Cross y Felicity Huffman), El truco final (The prestige, 2006, de Christopher Nolan, con Christian Bale, Hugh Jackman y Scarlett Johansson) o The Mechanic (2011, de Simon West, con Jason Statham, Ben Foster y Donald Sutherland). Comedia, acción… ¡incluso acaba de rematar la música de una película de zombis!

¿Por qué un hombre acostumbrado a pensar en términos del cine comercial se lanza a consagrar a su madre una sublime muestra de música religiosa contemporánea?

Hay dos razones: Stephen es católico y fue su madre, Rosalie Savarino Edwards, profesora de piano, flauta y canto, quien le educó desde pequeño en el gusto por la bellleza de esta forma de arte. Es pues, una historia de doble gratitud.

Stephen Edwards y su madre

Edwards ya había hecho incursiones en ese ámbito. En 2002, en buena medida como tributo a los héroes del 11-S y al servicio de la ola de patriotismo que recorrió Estados Unidos, compuso e interpretó, para un álbum titulado Ave Maria Mass, distintos himnos litúrgicos y temas clásicos de homenaje a soldados, policías y bomberos. La misa se la había encargado el filántropo Thomas S. Monagham (fundador de Domino’s Pizza y de Ave Maria University)

Pero el Réquiem por mi madre es mucho más, y de hecho la idea inicial era componerlo a la muerte de Juan Pablo II, una figura que había sido importante para toda su familia. Le había conocido con sus padres en el Vaticano, donde le pareció que era “una personalidad inspiradora y enormemente dinámica”. Integrado en un coro, cantó ante él en 1987 durante una de sus celebraciones en su visita a Los Ángeles: “Así que, cuando murió en 2005, pensé que sería realmente interesante escribir un réquiem en su honor”.

Empezó a trabajar en la idea y contactó con una orquesta que organiza conciertos en el Vaticano con la intención de estrenarlo allí. Entonces a su madre le diagnosticaron un cáncer de ovario y falleció muy rápidamente en 2006 a consecuencia de las complicaciones de una operación quirúrgica: “Cuando eso sucedió, resultó obvio para mí que debía escribir el réquiem para Rosie”. Ese mismo año Stephen perdió también a su padre.

Cuando eran niños, Rosie dispuso en la casa un piano Steinway para que Stephen y sus tres hermanos aprendieran música desde muy pequeños: “Empecé a tocar el piano cuando tenía siete años. Ella era la principal fuerza que había tras mi música, mi mayor influencia, mi mejor seguidora y animadora. Literalmente, me dio el regalo de la vida y el regalo de la música. Y eso fue así hasta el día en el que murió”.

Stephen Edwars tiene 55 años, está casado y tiene una hija y reside en California. Nacido en Michigan aunque también con la nacionalidad italiana (su madre descendía de inmigrantes sicilianos), estudió en el conservatorio de la Lawrence University de Wisconsin y en la prestigiosa Dick Grove School of Music. Ganó un concurso nacional de talentos patrocinado por Disney World y enseguida empezó a trabajar en la meca del cine.

Una catarsis de esperanza

Toda esa experiencia debía cuajar en una obra maestra, y lo hizo. A lo grande, como ella merecía: “Mi razón para hacer esto fue devolverle algo a ella y vivir mi propia experiencia catártica para superar su pérdida”.

La misa de Réquiem por mi madre, que consta de once movimientos, necesita para ser interpretada un coro de 160 voces, sesenta de ellos niños, y una orquesta de 50 músicos.

El estreno fue en 2008, en la basílica de San Ignacio de Loyola de Roma, por todo lo alto, con el Coro Sinfónico Continuo Arts y la Orquesta Sinfónica de Praga, bajo la dirección de Candace Wicke, la primera mujer que dirigía una obra en el Festival pro Musica et Arte Sacra en el Vaticano. Y en 2017 Stephen ha producido un documental espectacular para recoger ese momento, cómo se preparó, y hablar de su madre y de su influencia sobre él y su música. El documental ya ha ganado varios premios.

“Una música poderosa y emotiva”, “un trabajo de grandiosa coherencia”, “combina calor expresivo y fuerza dramática”, “lleno de gravedad e importancia”: son algunos de los calificativos que han recibido la música protagonista del documental y el documental mismo. Y Stephen está feliz de que su forma de expresar su dolor y su esperanza ante la muerte de su madre no sirva solo para él: “Enseguida me di cuenta de que escribirla era catártico para mí, pero en cuanto estuvo escrita lo fue para otros”, que incluso se han acercado a decirle que este Réquiem les ha ayudado a sobrellevar la pérdida de algún ser querido.

________________
Fuente: Religión en Libertad


]]>
La Fe de Ennio Morricone, el legendario director y compositor musical fallecido https://www.reinadelcielo.org/la-fe-de-ennio-morricone-el-legendario-director-y-compositor-musical-fallecido/ Fri, 10 Jul 2020 16:51:09 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24791 ]]> Ha muerto Ennio Morricone, autor de música inolvidable para películas de todo tipo: La misión, Los intocables de Eliot Ness, El bueno, el feo y el malo, Dos mulas y una mujer... Era un católico convencido que explicaba en 2015 que cada mañana, al levantarse muy temprano, lo primero que hacía era rezar una hora ante una imagen de Cristo. Según la agencia de noticias italiana ANSA ha muerto por las complicaciones derivadas de una reciente caída en la que se rompió el fémur.

En verano de 2019 Ennio Morricone aún dirigía conciertos veraniegos en una mini-gira por España. Pero ya prometía descansar. “Con 90 años, hay que parar. He hecho tantas películas, conciertos, música absoluta. En un momento dado he de decir ‘basta’. He trabajado mucho, debo descansar y me permito parar”, decía en una entrevista en El País. Reconocía que pensaba bastante en la muerte. “No sé cómo será el más allá. Esperemos que esté bien”, decía en ese periódico sin querer profundizar en temas espirituales en esa ocasión (lo hizo en otras, como veremos).

Hambre y guerra de niño

Nació en Roma en 1928, sintió la muerte de su hermano de tres años, pasó la adolescencia durante la II Guerra Mundial y su hambre. Entró al Conservatorio con 12 años y se sacó un título ¡en trompa! en el Conservatorio de Santa Cecilia. En 1956 se casó con María Travia, con quien permaneció durante toda su vida.

Ganó muchos premios, pero Hollywood sólo le dio el Oscar a los 87 años, quizá porque siempre vivió en Roma, y no en EEUU

No sólo compuso música de cine sino también música sinfónica y arreglos para canciones. Trabajó con directores del calibre de Pier Paolo Pasolini, Bernardo Bertolucci, Giuseppe Tornatore, Brian De Palma, Roman Polanski, Oliver Stone, Pedro Almodovar, Roland Joffé y recibió 27 Discos de oro y 7 Discos de platino. No ganó un Oscar hasta los 87 años, por la música de Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino. Antes, había recibido cinco nominaciones y un premio honorífico, en 2006. Siempre defendió que la música de “La misión” merecía un Oscar.

Morricone explicó que hacer música de cine le hizo sufrir mucho: él quería una cosa, pero el público esperaba otra y el director y el productor otradistinta. Cualquiera ve que su música de películas tiene una personalidad propia. Con el tiempo aprendió a imponerse: a Pasolini, que le daba una lista de sugerencias, le respondió que no trabajaba por encargo, a lo que el cineasta se rindió: “estupendo, haga lo que quiera”.

“Muchos necesitaban acostumbrarse, a veces mis obras eran un golpe inesperado”, admitía el compositor. “Cada vez que compongo siento una gran responsabilidad, porque quiero probar algo completamente original y que a la vez sea entendido”, afirmó en otra entrevista.

El hombre con una harmónica (de la película Érase una vez el Oeste)

Sus últimos años han sido tranquilos y trataba de quedarse en casa. Le gustaba mucho el fútbol pero en los años finales ya no iba al estadio y casi no iba ya al cine. “Maria [Travia, su esposa] y yo somos ancianos. Por la noche nos gusta estar en la cama”, decía sencillamente. Aún componía música y revisaba ediciones de sus discos, pero no escuchaba ya casi a otros autores.

Una familia que rezaba en la guerra… y después

En 2015 hablaba de su fe en Credere.it (aquí en español en ReL). “Provengo de una familia cristiana. Mi fe ha nacido en mi familia. Mis abuelos eran muy religiosos. Mi madre, mis hermanas y yo rezábamos siempre antes de irnos a la cama. Recuerdo el periodo de la guerra. Durante esos años terribles rezábamos el rosario. Estábamos todos muy impresionados. Me veo de nuevo, medio dormido, respondiendo a los Ave María de mi madre. Siempre hemos sido religiosos. Los domingos íbamos a misa y comulgábamos”.

Este músico autor de obras instrumentales de gran fuerza y espiritualidad creía que la música ayuda a rezar pero que rezar necesita también “palabras, intenciones, concentración”.

“Yo rezo una hora al día, incluso más. Es lo primero que hago. También durante el día, así, al azar. Por la mañana me pongo delante de ese Cristo. Y también por la noche. Espero que mis oraciones sean escuchadas”, explicaba en Credere.it.

Añadía que ser creyente implicaba sacrificio y respeto a Dios y al prójimo. “Identifica a una persona honesta, altruista, respetuosa de Dios y del prójimo.Amar a los otros -aunque la palabra amar puede parecer fuerte-, pero es así. Esto es importante”, detallaba.

“En estos últimos tiempos hay que sacrificarse aún más: yo mismo algunas veces me sacrifico para ayudar a las personas que están en paro, a las muchas preocupaciones que agobian. Con mi esposa, que es una buena persona, escrupulosa, hemos acostumbrados a nuestros hijos a esta generosidad”.

Y citaba a Jesucristo: “‘Ama a los otros como te amas a ti mismo’... éste es, para mí, un modo normal de ser”.

La música, la creación y Dios

También reflexionaba sobre la relación entre Dios y la música. “La música ciertamente está cerca de Dios. Al mismo tiempo, la música está proyectada en el alma y en el cerebro del hombre. Le permite meditar“, afirmaba.

La música es el único arte real que se acerca verdaderamente al Padre eterno y a la eternidad. Me digo a mí mismo, y algunas veces a mi mujer, que la música ya existía, ¡toda ella! La música que ha sido escrita y que será escrita. ¡Y el compositor que la ha cogido y la cogerá! Según la propia época, según el momento en el que él escribe y según la civilización y el estado de la investigación musical de su tiempo. La música ya existe, aunque no esté”, afirmaba.

Lo sacro en el humor o el western: la esperanza

Un día, el director de cine cómico Luciano Salce, con quien hizo varias películas, le dijo: “tengo que dejarte, yo hago películas cómica y tu compones música espiritual, sacra”. Eso hizo pensar a Morricone: “Probablemente a veces expreso lo sacro también cuando no lo busco o no pienso en ello. Ni tan siquiera hablo de inspiración, que no existe. Hablo de ideas. Tal vez estoy en un camino que lleva a estos resultados”.

También estaba satisfecho de su música en algunas teleseries sobre papas. Creía “haber tocado al máximo lo sagrado cuando he relatado el alma del hombre en las series de televisión sobre Juan XXIII y Juan Pablo II, pero también en las películas de Sergio Leone, donde además de violencia, hay siempre esperanza. Una esperanza que siempre he incluido implícitamente en todas mis partituras”, decía a los 84 años.

El “Habemus Papam” de Morricone para la película Karol. sobre Juan Pablo II

Música sacra en los años del Papa Francisco

Con el Papa Francisco ha creado bastante música sacra. “Se me pidió ‘Amén’ como composición para un coro para la iglesia de Santa María de los Ángeles de Roma, con ocasión de un Festival en el que participaban seis coros procedentes de todo el mundo. Decidí componer una obra donde sólo una palabra, «Amen», fuera cantada pero con la idea de implicar a los seis coros”,explicaba. Compuso también un Via Crucis, y una “música sobre la Creación. El aire, la luz, el agua, el fuego, la tierra, el hombre. Después, la torre de Babel, de la que mana, en hebreo, una multitud de voces en un crescendo cada vez más imponente…”

Explicaba además que de la Biblia le encantan las parábolas, el relato de las bodas de Caná (“me emociona mucho”) y la Pasión, “momento importantísimo para la vida de Cristo y de todos nosotros”.

Sobre La Misión, explica que la vio sin música, y la película le hizo llorar. “Tenía delante de mí al director y a los dos productores y les dije: “No, yo no la hago, es preciosa así”. Creo que estuve llorando media hora. Y ellos insistían. Hasta que cedí: “Haré la música”. No quería componerla porque si me equivocaba podría haber estropeado la película. Trabajando sobre tres elementos distintos que no podía ignorar, el oboe del jesuita padre Gabriel, la música coral y la música étnica de los indios, creo que fue un milagro que consiguiera componer una música en la que tres combinaciones independientes de sonidos funcionaban también contemporáneamente”.

_____________________
Fuente: Religión en Libertad


]]>