misión – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 15 Nov 2024 19:05:15 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Catalina Laboure, vidente de la Medalla Milagrosa https://www.reinadelcielo.org/nuestra-senora-de-la-medalla-milagrosa/ Fri, 15 Nov 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=3487 Catalina Labouré, novicia de las Hijas de la Caridad, el 27 de noviembre de 1830, en París, vio a la Santísima Virgen, y de ella aprendió la siguiente jaculatoria: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”. Pequeña oración que nosotros también podemos repetir a diario.

Anteriormente, en el mes de julio de aquél mismo año, la novicia ya había visto a la Virgen, por primera vez. En aquél momento Nuestra Señora le presentó sobre el altar de la capilla dos tableros que presentaban las dos caras de una medalla. Catalina, la novicia, tenía la misión de hacer acuñar una medalla igual a ese modelo. Con la promesa de la Virgen, que dice: “Todas las personas que la lleven con confianza, colgada al cuello, recibirán grandes gracias”.

Descubre esta hermosa historia en el video que te presentamos a continuación:

Nota: Si el video no se reproduce correctamente, aparecerá un mensaje que te invita a verlo directamente en YouTube.

Fuente: www.aleteia.org

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Pentecostés, la gran fiesta del Espíritu Santo https://www.reinadelcielo.org/pentecostes-la-gran-fiesta-del-espiritu-santo/ Fri, 17 May 2024 09:54:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=274 Inicio de la Iglesia Católica, fiesta que se celebra 50 días después de la Pascua

Origen de la fiesta

Los judíos celebraban una fiesta para dar gracias por las cosechas, 50 días después de la pascua. De ahí viene el nombre de Pentecostés. Luego, el sentido de la celebración cambió por el dar gracias por la Ley entregada a Moisés.

En esta fiesta recordaban el día en que Moisés subió al Monte Sinaí y recibió las tablas de la Ley y le enseñó al pueblo de Israel lo que Dios quería de ell os. Celebraban así, la alianza del Antiguo Testamento que el pueblo estableció con Dios: ellos se comprometieron a vivir según sus mandamientos y Dios se comprometió a estar con ellos siempre. La gente venía de muchos lugares al Templo de Jerusalén, a celebrar la fiesta de Pentecostés. En el marco de esta fiesta judía es donde surge nuestra fiesta cristiana de Pentecostés.

La Promesa del Espíritu Santo

Durante la Última Cena, Jesús les promete a sus apóstoles: “Mi Padre os dará otro Abogado, que estará con vosotros para siempre: el espíritu de Verdad” (San Juan 14, 16-17).

Más adelante les dice: “Les he dicho estas cosas mientras estoy con ustedes; pero el Abogado, El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, ése les enseñará todo y traerá a la memoria todo lo que yo les he dicho.” (San Juan 14, 25-26).

Al terminar la cena, les vuelve a hacer la misma promesa: “Les conviene que yo me vaya, pues al irme vendrá el Abogado,… muchas cosas tengo todavía que decirles, pero no se las diré ahora. Cuando venga Aquél, el Espíritu de Verdad, os guiará hasta la verdad completa,… y os comunicará las cosas que están por venir” (San Juan 16, 7-14).

En el calendario del Año Litúrgico, después de la fiesta de la Ascensión, a los cincuenta días de la Resurrección de Jesús, celebramos la fiesta de Pentecostés.

Explicación de la fiesta:

Pentecostés - El Greco

Después de la Ascensión de Jesús, se encontraban reunidos los apóstoles con la Madre de Jesús. Era el día de la fiesta de Pentecostés. Tenían miedo de salir a p redicar. Repentinamente, se escuchó un fuerte viento y pequeñas lenguas de fuego se posaron sobre cada uno de ellos. Quedaron llenos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas desconocidas.

En esos días, había muchos extranjeros y visitantes en Jerusalén, que venían de todas partes del mundo a celebrar la fiesta de Pentecostés judía. Cada uno oía hablar a los apóstoles en su propio idioma y entendían a la perfección lo que ellos hablaban.

Todos ellos, desde ese día, ya no tuvieron miedo y salieron a predicar a todo el mundo las enseñanzas de Jesús. El Espíritu Santo les dio fuerzas para la gran misión que tenían que cumplir: Llevar la palabra de Jesús a todas las naciones, y bautizar a todos los hombres en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Es este día cuando comenzó a existir la Iglesia como tal.

¿Quién es el Espírtu Santo?

El Espíritu Santo es Dios, es la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia nos enseña que el Espíritu Santo es el amor que existe entre el Padre y el Hijo. Este amor es tan grande y tan perfecto que forma una tercera persona. El Espíritu Santo llena nuestras almas en el Bautismo y después, de manera perfecta, en la Confirmación. Con el amor divino de Dios dentro de nosotros, somos capaces de amar a Dios y al prójimo. El Espíritu Santo nos ayuda a cumplir nuestro compromiso de vida con Jesús.

Nombres del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo ha recibido varios nombres a lo largo del nuevo Testamento: el Espíritu de verdad, el Abogado, el Paráclito, el Consolador, el Santificador.

Misión del Espíritu Santo:

Espíritu Santo - Bernini

El Espíritu Santo es santificador: Para que el Espíritu Santo logre cumplir con su función, necesitamos entregarnos totalmente a Él y dejarnos conducir dócilmente por sus inspiraciones para que pueda perfeccionarno s y crecer todos los días en la santidad.

El Espíritu Santo mora en nosotros: En San Juan 14, 16, encontramos la siguiente frase: “Yo rogaré al Padre y les dará otro abogado que estará con ustedes para siempre”. También, en I Corintios 3. 16 dice: “¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en ustedes?”. Es por esta razón que debemos respetar nuestro cuerpo y nuestra alma. Está en nosotros para obrar porque es “dador de vida” y es el amor. Esta aceptación está condicionada a nuestra aceptación y libre colaboración. Si nos entregamos a su acción amorosa y santificadora, hará maravillas en nosotros.

El Espíritu Santo ora en nosotros: Necesitamos de un gran silencio interior y de una profunda pobreza espiritual para pedir que ore en nosotros el Espíritu Santo. Dejar que Dios ore en nosotros siendo dóciles al Espíritu. Dios interviene para bien de los que le aman. El Espíritu Santo nos lleva a la verdad plena, nos fortalece para que podamos ser testigos del Señor, nos muestra la maravillosa riqueza del mensaje cristiano, nos llena de amor, de paz, de gozo, de fe y de creciente esperanza.

El Espíritu Santo y la Iglesia:

Desde la fundación de la Iglesia el día de Pentecostés, el Espíritu Santo es quien la construye, anima y santifica, le da vida y unidad y la enriquece con sus dones.
El Espíritu Santo sigue trabajando en la Iglesia de muchas maneras distintas, inspirando, motivando e impulsando a los cristianos, en forma individual o como Iglesia entera, al proclamar la Buena Nueva de Jesús. Por ejemplo, puede inspirar al Papa a dar un mensaje importante a la humanidad; inspirar al obispo de una diócesis para p romover un apostolado; etc.

El Espíritu Santo asiste especialmente al representante de Cristo en la Tierra, el Papa, para que guíe rectamente a la Iglesia y cumpla su labor de pastor del rebaño de Jesucristo.
El Espíritu Santo construye, santifica y da vida y unidad a la Iglesia.
El Espíritu Santo tiene el poder de animarnos y santificarnos y lograr en nosotros actos que, por nosotros, no realizaríamos. Esto lo hace a través de sus siete dones.


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Fiesta de la Cátedra de San Pedro https://www.reinadelcielo.org/fiesta-de-la-catedra-de-san-pedro/ Thu, 22 Feb 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8883 (Fiesta: 22 de febrero)]]>

Fiesta de la cátedra de san Pedro, apóstol, al que el Señor dijo: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. En el día en que los romanos acostumbraban a recordar a sus difuntos, se celebra la sede de aquel apóstol, cuyo sepulcro de conserva en el campo Vaticano y ha sido llamado a presidir en la caridad a toda la Iglesia. Hoy se celebra la festividad de la Cátedra de San Pedro, una ocasión solemne que se remonta al cuarto siglo y con la que se rinde homenaje y se celebra el primado y la autoridad de San Pedro.

La palabra “cátedrasignifica asiento o trono y es la raíz de la palabra catedral, la iglesia donde un obispo tiene el trono desde el que predica. Sinónimo de cátedra es también “sede” (asiento o sitial): la “sede” es el lugar desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la sede del obispo de Roma, el Papa.

San Pedro

Hace no muchos años, antes de rezar el Ángelus en este día, el Papa Juan Pablo II recordó que “la festividad litúrgica de la Cátedra de San Pedro subraya el singular ministerio que el Señor confió al jefe de los apóstoles, de confirmar y guiar a la Iglesia en la unidad de la fe. En esto consiste el ´ministerium petrinum´, ese servicio peculiar que el obispo de Roma está llamado a rendir a todo el pueblo cristiano. Misión indispensable, que no se basa en prerrogativas humanas, sino en Cristo mismo como piedra angular de la comunidad eclesial”. “Recemos -dijo- para que la Iglesia, en la variedad de culturas, lenguas y tradiciones, sea unánime en creer y profesar las verdades de fe y de moral transmitidas por los apóstoles“.

La cátedra es en realidad el trono que Carlos el Calvo regaló al papa Juan VIII y en el que fue coronado emperador el día de Navidad del año 875. Carlos el Calvo era nieto de Carlomagno. Durante muchos años la silla fue utilizada por el papa y sus sucesores durante las ceremonias litúrgicas, hasta que fue incorporada al Altar de la Cátedra de Bernini en 1666.

Tradiciones, leyendas y creencias afirmaron durante muchos años que la silla era doble y que algunas partes se remontaban a los primeros días de la era cristiana e incluso que la utilizó San Pedro en persona. La silla ha sido objeto de numerosos estudios a lo largo de los siglos y la última vez que fue extraída del nicho que ocupa en el altar de Bernini fue durante un período de seis años, entre 1968 y 1974. Los análisis efectuados en aquella ocasión apuntaban a que se trataba de una sola silla cuyas partes mas antiguas eran del siglo VI. Lo que se había tomado por una segunda silla era en realidad una cubierta que servía tanto para proteger el trono como para llevarlo en procesión.

Todos los años en esta fecha, el altar monumental que acoge la Cátedra de San Pedro permanece iluminado todo el día con docenas de velas y se celebran numerosas misas desde la mañana hasta el atardecer, concluyendo con la misa del Capítulo de San Pedro.

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Fuente: Catholic.net


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Todos tenemos dones que debemos reconocer https://www.reinadelcielo.org/todos-tenemos-dones-que-debemos-reconocer/ Fri, 26 Nov 2021 13:37:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=288 En la primer carta a los Corintios, versículo 12, San Pablo nos revela un importante misterio sobre nuestra misión en la vida. Los dones que Dios nos da, son para beneficio común, para ser usados al servicio de la comunidad. Amaos los unos a los otros, como Dios los ama: las virtudes que naturalmente Dios da a cada uno de nosotros, deben ser el pilar de nuestra entrega a los demás.

¿Tiene esto relación con nuestra forma de ser? ¡Claro que la tiene!.

De algún modo cada uno de nosotros tiene un don de Dios más desarrollado que otros:

Algunos somos callados y observadores, pensantes y analíticos en la meditación. Otros somos sensibles e independientes, y también creativos y expresivos. Hay quienes son simpáticos y comunicativos, y también enérgicos realizadores. Los hay considerados y misericordiosos, bondadosos y siempre atentos a los demás. Algunos son maestros, juiciosos y ordenados, emprendedores y trabajadores. Hay gente que coopera siempre, humilde y obediente en la entrega y ayuda al grupo. Y gente alegre y jovial, optimista y siempre activa en el gozo de vivir. Hay otros que son lideres y fuertes, luchadores por las causas justas y la verdad. Y también gente tranquila y conciliadora, que une y elimina motivos de división.

Pescador de hombres (2)

Si estudiamos la vida de los Santos (¡debemos hacerlo, son los modelos a imitar!) veremos que hay distintos modelos de santidad: hay santos que llevaron la virtud de la humildad a la perfección (Santa Teresita, por ejemplo), mientras otros han sido soldados que llevaron la fortaleza y la lucha por la verdad a la santidad (San Pedro y San Pablo, entre otros). Hubo muchos que encontraron en la bondad y la caridad el camino a los altares (como San Vicente de Paul), mientras otros han hecho de la educación y formación en las cosas de Dios su camino al Reino (San Juan Bosco). Otros, en silencio, meditación y oración han descubierto el camino a la santidad (San Benito, Santa Teresa de Avila).

Cada santo es un modelo de cómo llegar a la perfección en la obra suprema de nuestra vida: agradar a Dios haciendo Su Voluntad. Y para ello Dios nos ha dado dones que deben ser usados. Si estudiamos y descubrimos al santo que más se asemeja a nuestra propia forma de ser, encontraremos una ayuda enorme a nuestro propio camino de santificación. Y así podremos descubrir en alguno de ellos un ejemplo de virtud que nos hagasentir identificados.

Dios espera que usemos nuestros dones y talentos para Su obra. Para ello debemos reconocerlos y trazar un plan de vida.

¿Tienes un plan de vida? ¿Sabes que espera Dios de ti? ¿Has comprendido cuales son tus talentos naturales? ¿Respetas los talentos naturales de los demás?

Estas son preguntas que debemos hacernos: Dios nos da dones para que rindamos cuenta de ellos. No podemos pasar por la vida sin utilizar, en beneficio del Plan Celestial, aquellos dones que Dios dispuso sobre nosotros.

Como dijo San Pablo:
“Dios ha dispuesto los diversos miembros colocando cada uno en el cuerpo como ha querido. Si todos fueran el mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?. El ojo no puede decir a la mano, no te necesito. Ni tampoco la cabeza decir a los pies, no los necesito. Aún más, las partes del cuerpo que parecen ser más débiles son las más necesarias…“


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La vida es misión https://www.reinadelcielo.org/la-vida-es-mision/ Fri, 04 May 2018 12:47:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=536 Atravesamos esta vida las más de las veces sin saber cual es el propósito de nuestra existencia. Los días pasan en una sucesión de comer, dormir, ganarse el sustento diario, preocuparse en cuestiones de nuestra apariencia, acumular amigos y relaciones sociales como si fueran objetos de colección, alegrarse, preocuparse, enfermarse, sanarse. ¿Es este el propósito de nuestra existencia? ¿Qué se va a decir de nosotros el día que no estemos? Y lo más importante, ¿qué va a decir Dios cuando nos encontremos frente a Su Mirada?

No, la vida no puede ser una sucesión de eventos sin propósito, sin trascendencia. Sin dudas que fuimos creados con un destino de grandeza, para que cada uno de nosotros deje una marca imborrable, a los ojos del Creador. Y encontrar ese propósito es la tarea más trascendental de nuestro existir, porque la vida es misión, y sin saber cual es nuestra misión, vano paso haremos por este mundo.

Sin embargo, difícil tarea la de saber cual es la misión particular que a ti, de modo personal e indelegable, te toca. Si, me refiero a ti, y no a ninguna otra persona, al alma que lee estas líneas en este preciso instante. ¿Pensaste lo suficiente sobre cual es el sentido de tu existir?

A los pies de Jesús (ft img)La manera de iniciar este trascendental paso en nuestra vida, es la de meditar sobre nuestra particular ubicación física y temporal en la historia de la humanidad. Dios quiso encarnarse como Hombre, y lo hizo a través de Su Madre, la que le dio Su Carne y Su Sangre, como lo rezamos en el Ángelus. Por treinta y tres años, en un punto ubicado a partir de lo que nosotros llamamos el año uno, El vivió, comió y predicó entre nosotros. Su legado es amplísimo, pero se resume en la Iglesia, la que es Su Cuerpo Místico.

La Iglesia es Jesucristo mismo, ya que como nos lo dijo San Pablo es ?Su Cuerpo Místico del que nosotros somos los miembros?. La Iglesia espiritual entonces, se encarna en nosotros los bautizados que la componemos, y de ese modo se inserta en el tiempo, en el espacio. Como Cristo, el Verbo de Dios, se insertó en tiempo y espacio como Verdadero Hombre, y Verdadero Dios, así la Iglesia espiritual se manifiesta aquí encarnándose en sus miembros, que somos, unidos en Comunión, nosotros.

La Iglesia transita los siglos y el espacio, siendo Una en Cristo, pero teniéndonos a nosotros como integrantes que le dan cabida y expresión en el mundo material. Esa es nuestra contribución al Plan de Dios, ni más, ni menos.

O sea que cada uno de nosotros es un pedacito de esa historia, que aquí y ahora, permite que Dios actúe en el mundo materializando Su Plan de Salvación de las almas. Yo soy, de ese modo, un instrumento fundamental para que el Cuerpo Místico se revele y actúe como manifestación del Amor de Dios en este mundo, a cada instante.

Mi misión, entonces, es la de desarrollar una tarea particular dentro de ese Cuerpo, para que Dios vea en mi una realización cabal y efectiva del propósito para el que fui creado. Como una parte fundamental de Su Cuerpo que, en este particular momento de la historia, necesitar actuar como espíritu encarnado.

La clave de mi función en ese Cuerpo Místico, es la de mi relación con los demás integrantes, ya que el Cuerpo es Comunión, es una Unidad que requiere que las partes se reconozcan unidas, y enfocadas en un propósito común. Es decir que mi misión se empieza a revelar en cuanto comprendo quienes son los integrantes de esa comunidad cercana con la que debo actuar corporativamente, como cuerpo.

Dios ha puesto en cada uno de nosotros una precisa cuota de talentos y capacidades, que puestas al servicio del Cuerpo, de la Comunión en unidad, dan los frutos establecidos en el propósito de nuestra creación. Esto podemos llamarlo misión, aunque francamente podríamos utilizar otras palabras con más o menos el mismo significado.

Caminar con Jesús (ft img)No estamos hablando necesariamente de una misión que, en términos humanos, provoque fama y visibilidad. No es eso de lo que se trata, aunque a veces eso es parte de la particular función de algunas partes del Cuerpo. Se trata en general de desarrollar en extremo un testimonio de amor, entrega y virtud, en aquel espacio en que nos toca vivir. Un artista será testimonio del Amor de Dios en el arte, una madre dará muestra del Amor puesto al servicio de formar buenos hijos de Dios, un padre trabajador podrá ser ejemplo de honestidad y esfuerzo, honrando a Dios en todo momento y circunstancia.

Algunos son elegidos, llamados, para trabajar en forma directa en la inagotable tarea de la evangelización, como apóstoles. Y no me refiero sólo a almas consagradas, sino también a laicos que reciben lo necesario para tomar las semillas que la Iglesia disemina, e inseminarlas en el suelo fértil del mundo. Es decir, en enterrar la Palabra en la tierra de la sociedad, para que germine y produzca frutos de evangelización, al mil por uno.

La vida es misión, sólo que millones de almas la transitan sin siquiera saberlo, sin dedicarse a descubrir el propósito de su existir. No hay nada más triste que circular por la vida sin dejar una marca que permita a Dios sentirse orgulloso de nosotros.

Y tú, como parte del Cuerpo Místico del Señor, ¿actúas en tu carne y tu mente, en tu palabra y en tus actos, permitiendo al Espíritu manifestarse a través tuyo, para mayor gloria de Dios?


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Un acto de heroísmo https://www.reinadelcielo.org/un-acto-de-hero%ee%b4%ado/ Fri, 11 Aug 2017 19:12:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=583 A veces pienso que Jesús nos prepara durante toda una vida, minuto a minuto, nos observa y mueve de aquí para allá, suscitando pensamientos e inclinaciones, dando pequeños o grandes impulsos a nuestro destino, preparándonos para el día de nuestra gran prueba. Es cierto que nosotros muchas veces resistimos esos esfuerzos de nuestro Señor, testaruda y tontamente. Pero El sigue sin mostrar signos de cansancio, buscando y buscando ponernos una y otra vez en la senda que El espera de nosotros, esperando ese gran día. Así, paso a paso, Jesús prepara el escenario para el gran acto de heroísmo de nuestra vida, un punto de profunda prueba.

Y cuando menos lo esperamos, como en una curva de nuestro camino y de forma inesperada, ¡El nos está aguardando! Son circunstancias que no esperamos, pero que dramáticamente exigen de nosotros una prueba de fidelidad, de lealtad a El. Sin dudas que el pedido implica hacer algo que representa mucho esfuerzo. Puede significar poner a riesgo nuestro buen nombre o prestigio, nuestra estabilidad laboral, familiar o social, o nuestra imagen ante los demás. ¡Vanidades, apegos y seguridades tiemblan ante el pedido del Señor! Jesús, en estas circunstancias, nos necesita, nos pide algo, espera algo de nosotros. Muchas veces el bien de los demás está en juego, transformando el gesto que Dios espera de nosotros en un acto de amor hacia nuestros hermanos. Y en esos momentos, el mundo, ¡el mundo!, pone todas sus artimañas en juego, sus seducciones y amenazas, para tratar de frenarnos. Un verdadero bombardeo se desencadena en nuestro interior.

¿Qué hacer? Se nos invita a un acto de heroísmo, una muestra de fidelidad y amor por El. Si bien Tocar el cielo con la manosJesús nos pide esto porque necesita de nuestra ayuda, también representa un paso fundamental para la salvación de nuestra propia alma. Porque, ¿cómo se puede seguir adelante, diciéndole que no a nuestro Dios? Seguramente nuestro costado humano se sentirá reconfortado y agradecido si decimos que no, ¡ha pasado el peligro!. Pero entonces la culpa grita en nuestro interior, acosando a nuestra alma adolorida por la traición perpetrada, traición que realizamos contra nuestro mismo Dios. No, no podemos decirle que no al Señor. Pero, ¿qué pasará con nosotros?. Los miedos nos abruman, nos invaden. ¡Falta de fe, falta de esperanza, falta de amor!. Puedes decir que tienes miedo, que perdiste la memoria, que debes ser responsable y prudente, que tienes muchas cuestiones a balancear y tomar en cuenta, gente a la cual responder, entre mil otras excusas. Nuestra debilidad se pone de manifiesto en estos momentos de suprema prueba.

Si decimos que no, qué daño enorme le hacemos a nuestra alma. Pienso que Jesús pone en estos momentos, en un punto único, todo el sentido de nuestra vida. Para eso es que hemos venido, para decir sí o no en este día, aquí y ahora. ¿Qué diremos? Años y años de vivir y deambular por experiencias tristes o alegres, dulces o amargas, hasta encontrarnos frente a El, en esta curva del camino. Jesús se pone frente a nosotros, obstaculizando nuestro paso, demandando una respuesta.

¡Pero qué maravilla ocurre si le decimos que sí al pedido de nuestro Jesús!. Nuestra vida, completa, toma sentido frente a toda la eternidad. El acto de heroísmo que llevamos adelante lava infinidad de pecados, nos acerca a nuestro Dios Bueno que se cubre de amor por nosotros ante nuestro valor, nuestro coraje. Y qué duda cabe que El no nos dejará solos en la prueba, haciendo que las consecuencias de nuestra fidelidad, que pueden ser dolorosas en lo humano, endulcen y embellezcan nuestro espíritu. Dios da en éstas circunstancias un consuelo que sólo los que han pasado por éstas pruebas pueden testimoniar.

Un acto de heroísmo puede más que mil plegarias, es la llama que quema nuestros pecados ante la Mirada de nuestro Adorable Jesús. Él se abraza a nosotros y llora de emoción, de amor, porque supimos poner todo a riesgo, por amor. Y de allí en más nos brinda Su compañía de un modo redoblado, dando más y más sentido a nuestra unión con El. Jesús, literalmente, se enamora aún más de nuestra alma, perdidamente.

¿Ha llegado tu hora de prueba? ¿Qué haz hecho? Si crees que fallaste, pídele que te dé otra oportunidad, que te espere en la próxima curva del camino. Si aún no ha llegado, prepárate, fortalécete en la oración para ser fiel cuando Jesús te pida tu muestra de amor por El. Y si estás viviendo la prueba de valor en éste momento, por favor no te dejes tentar por las debilidades que el mundo te propone. Dile si a Jesús, pon todo a riesgo, suelta tus manos que se sujetan a las falsas ataduras de las seguridades mundanas, y lánzate hacia adelante, hacia El. No caerás, Jesús te estará esperando, te sostendrá y hará de ti un digno y merecedor destinatario de Su amistad, de Su amor.


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Milagrosa curación por intercesión del beato Manuel González https://www.reinadelcielo.org/milagrosa-curacion-por-intercesion-del-beato-manuel-gonzalez/ Fri, 10 Jun 2016 12:54:39 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=7138 ¿Por qué nosotros? ¡Para ser instrumento del Señor!

Este es el testimonio de D. Ramón Carballás, cuya madre fue curada de forma inexplicable tras pedir la intercesión del beato Manuel González.

Viví muy de cerca los extraordinarios hechos sucedidos en mi madre en su milagrosa curación gracias a la intercesión del beato Manuel González. Viví igualmente muy de cerca su fe.

Desde el primer momento me pregunté por qué nosotros, cuál era el sentido de que el Señor nos hubiera dado el regalo de unos años más de vida a mi madre, para qué.

Pronto brotó en mí de forma clara la respuesta: ser instrumento del Señor en la transmisión del mensaje y obra del beato. Algo tan maravilloso no se podía quedar solo en nosotros, en nuestra familia. Teníamos que comunicarlo, dar testimonio, y todo ello debía ser ayuda en la obra del beato.

Palabras que transforman

Fui conociendo sus textos, sus obras, sus mensajes claros y directos. Palabras escritas hace casi cien años pero que siguen siendo plenamente actuales y necesarias. No necesitan revisión. Enseñanzas prácticas, consejos útiles y sencillos. Y sobre todo su mensaje eucarístico: la Eucaristía como fuerza para el cristiano.

A través de la Eucaristía hacer comunión con Jesús, y desde la Eucaristía y desde Cristo poder desarrollar nuestra vida como cristianos, salir afuera y relacionarnos con los demás, en nuestro entorno: en nuestra familia, con nuestros amigos, en el trabajo, con desconocidos, … Cuánta verdad hay en esto. Y estamos tan necesitados de este apoyo. Percibí en primera persona la fuerza y el empuje que en las Hermanas Misioneras Eucarísticas de Nazaret, en la UNER, en la Familia Eucarística Reparadora, en la difusión del mensaje del beato Manuel González, había significado lo que había sucedido en mi madre. Savia fuerte que se ramificaba y se difundía con rapidez.

Un Dios cercano

He sido siempre una persona creyente, a quien la fe le ha ayudado a superar momentos difíciles. Pero a raíz de estos hechos un cambio profundo se produjo en mí. La sensación de la proximidad del Señor en mi vida, en mis actos se hizo intensa. De una forma natural, mi fe se ha visto fortalecida, y está presente en mí y así lo siento. No como una parte distinta de mi raciocinio, sino plenamente integrada en él.

Y esto me ha dado mucha paz, mucha felicidad interior, y mucha fuerza. Un enfoque sereno de la vida. No han cambiado sustancialmente mis actos o actividades habituales, como padre, como esposo, como amigo, como profesional (soy abogado y trabajo en un banco), pero sí que siento mucha fuerza vital, y especialmente señalaría con una mayor sensibilidad hacia los que me rodean en un plano de ayuda interior. A lo largo de estos años en numerosas ocasiones, con amigos, en el trabajo, con gente incluso desconocida con la que fortuitamente me he cruzado, percibiendo a veces desorientación, dolor, he dado testimonio de lo que sucedió, y he querido transmitirles mensajes del beato que creo que les podían ayudar. Les he animado a orar y a encomendarse a él, les he dado en ocasiones estampitas y reliquias. Más creyentes o menos, o incluso nada, siempre he percibido que el mensaje y el testimonio les tocaba, y escuchaban. Y he sentido en muchas ocasiones que reconfortaba, y por testimonios posteriores que les había ayudado a tener paz, sosiego, aceptación. Incluso con los escépticos, en su silencio, que una semilla quedaba plantada.

Esta es mi misión

Me siento partícipe de una obra, y eso me reconforta porque creo que es esa mi misión, y la forma de agradecer esta gracia recibida a través del beato Manuel González. La oración, mi comunicación con el beato a partir de entonces me ha llevado a entender la fortaleza cuando no se pide algo concreto predeterminado, sino que sea lo que deba ser, y que lo acepte, y lo entienda y lo asimile. Que la Providencia intervenga en mis actuaciones. Y esto me ha dado mucha paz y serenidad.

Sé que el Señor nos ha dado un regalo maravilloso a mí y a mi familia. Mi mujer, mis hijos (de 16, 13 y 8 años), todos hemos vivido, recibido, compartido este regalo. Ahora nos toca que seamos dignos merecedores de ello.

Espero que mis hijos conserven todo esto y que igualmente les ayude y lo transmitan a los demás, que no se lo guarden solo para ellos. Y para todo ello contamos con la fuerza de la oración y la Eucaristía. Así lo siento. Así lo creo. Tengo la certeza.

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Fuente: Artículo publicado en la revista “El Granito de Arena” de enero de 2016, Ed. EGDA.
Autor: Ramón Carballás Varela

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Misionera en Siria: Testimonio de la hermana Guadalupe https://www.reinadelcielo.org/misionera-en-siria-testimonio-de-la-hermana-guadalupe/ Fri, 06 Nov 2015 14:02:25 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=5602

Cayeron tres misiles a 50 metros de donde estábamos, hubo más de 400 muertos entre los nuestros, había heridos, la catedral quedó muy dañada… aún así, desde ese mismo día se duplicó la gente en la misa diaria. Es que ellos (los católicos sirios) sufren más, rezan más…

— Hermana, ¿alguna vez se le ha cruzado la idea de la muerte, del martirio por la cabeza?

— Sí, muchas veces. Es parte de la elección que uno hace.

En esta entrevista podemos conocer, de primera mano, lo que significa vivir en estos últimos años, desde 2011 a la fecha actual (noviembre de 2015), en medio del conflicto bélico en Siria.

Conoce a la hermana Guadalupe, religiosa del Instituto del Verbo Encarnado.

¡Un testimonio de entrega y amor al prójimo!

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