mirada – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 26 Oct 2018 16:26:38 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 «La chica del espejo», una canción para acompañar en el dolor https://www.reinadelcielo.org/la-chica-del-espejo-una-cancion-para-acompanar-en-el-dolor/ Fri, 26 Oct 2018 16:25:50 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=16939 Hoy quiero compartir con ustedes una de las últimas canciones que publicó «La Oreja de Van Gogh». Esta canción, llamada «La Chica del Espejo» la escribieron con motivo de una campaña para la concientización del cáncer de mama. Es un tema muy difícil para las personas que están pasando por esta enfermedad y para sus familiares y amigos que están acompañándolas. Me impresionó la ternura, el compañerismo y el amor que expresaba la canción.

Para reflexionar, he desarrollado estos tres puntos:

1. Ser buenos amigos en los momentos de dolor

Cuando recibimos la noticia de que una amiga o amigo está pasando por una enfermedad como es el cáncer, o está atravesando por momentos difíciles, se nos mueve el mundo. Nos hace reaccionar y nos hace salir del caparazón donde estábamos encerrados pensando en nosotros mismos. ¡Qué importante es acompañar a una amiga o amigo en estos momentos! Aunque lo que hagamos nos parezca muy chiquito comparado con la tormenta por la que está pasando una amiga, ese gesto chiquito le muestra que no está sola. Recordemos que ¡La amistad nos lleva al cielo!

2. Podemos ayudar a cambiar la mirada

Los problemas o la enfermedad pueden ser graves o moderados. Pero la persona puede caer en un pozo de tristeza o desesperación mucho más hondo. El dolor puede hacernos olvidar quiénes somos. El amigo entonces está para recordarle a la persona su identidad más verdadera: Somos hijos amados infinitamente por Dios. Por un Dios que es Padre, que está con nosotros en cada instante y que nos cuida a través de «cuerdas humanas, lazos de amor» (Oseas 11,4) que son nuestra familia y amigos. Esto quiere decir que para esa amiga o ese amigo que está sufriendo, podemos ser reflejos de amor de Dios.

3. María nos enseña a acompañar

Creo que no hay ejemplo más lindo que el de María, cuando va a visitar a su prima Isabel al enterarse de su embarazo y de que necesita ayuda. Me imagino que María no sólo compartía los momentos de alegría con su prima, sino también los momentos más duros. Quiero pensar que ella sabía de memoria ese camino de su casa a la casa de Isabel.

También cuando nosotros estamos pasando por un momento difícil, María quiere ser Madre y Amiga nuestra. Que estará con nosotros «las noches de más frío» y «aunque haya que luchar», como dice la canción. No olvidemos abandonarnos en sus brazos, hay espacio para todos, para nosotros y nuestras amigas y amigos.

Les dejo la letra de la canción para reflexionar en grupo o personalmente:

La Chica del Espejo

Escuché que últimamente pasas las noches llorando
Un maldito vendaval cambió tu signo del zodiaco
Escuché que sientes miedo al ver tu rostro reflejado
Porque tanto viento en contra descompuso tu peinado

Así que deja que te diga que te conozco de la infancia
Y aún podría distinguirte a mil metros de distancia
Que ni los años, ni tu pelo, ni tu ropa, ni tu talla
Podrán nunca ser capaces de cambiarte la mirada

Así que ven y mírate al espejo
Te presento a la chica más valiente del universo
Y aunque a veces tenga miedo y se esconda del reflejo
Ella siempre brillará dentro de ti

Abramos la ventana, así de par en par
Dejemos que la brisa nos vuelva a acariciar
Que yo estaré contigo las noches de más frío
Aunque haya que luchar
Querida amiga mía, que te comes a besos la vida

Escuché que últimamente no paseas por el barrio
Que llorar te sale fácil, que reír te cuesta tanto
Y aunque sé que ya hace tiempo que no hablamos demasiado
Una amiga sabe ver que necesitas un abrazo

Me han contado que te escondes para cambiarte de ropa
Que no quieres saber nada de tendencias ni de moda
Pero déjame contarte que aprendí que la paloma
Nunca deja de ser ave aunque tenga un ala rota

Así que ven y mírate al espejo
Te presento a la chica más valiente del universo
Y aunque a veces tenga miedo y se esconda del reflejo
Ella siempre brillará dentro de ti

Abramos la ventana, así de par en par
Dejemos que la brisa nos vuelva a acariciar
Que yo estaré contigo las noches de más frío
Aunque haya que luchar

Porque no son tus manos, es cómo me acaricias
Tampoco es tu boca, es por esa sonrisa
Me quedaré contigo las noches de más frío
Aunque haya que luchar
Querida amiga mía

Adelante
Ven conmigo
Somos miles
Adelante
No te olvides
Que el destino
No está escrito
Adelante, adelante
Querida amiga mía, que te comes a besos la vida

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Fuente: Catholic-link


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La añadidura https://www.reinadelcielo.org/la-anadidura/ Fri, 05 Oct 2018 13:23:18 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=867 ]]> Jesús nos dio una fórmula infalible para alcanzar la felicidad, y sin embargo qué poco sabemos o qué poco uso hacemos de ella. ¿Qué cuál es esa fórmula? Simplemente Él nos dijo que debíamos “buscar el Reino de Dios, y Su Justicia, y que todo lo demás nos será dado por añadidura” (Mat 6:33). Literalmente, vivimos rodeados de añadidura, y nos consumimos la vida preocupados por ella. Añadidura es nuestra salud, nuestro trabajo, nuestros hijos, nuestra estabilidad económica y laboral, nuestra educación, nuestros amigos, hasta nuestra mascota es añadidura.

La añadidura se vuelve así el centro de nuestra vida, el motivo de vivir, nuestras frustraciones, alegrías, depresiones, regocijos. Pero sin embargo Jesús no dijo busquen la añadidura, que el Reino de los Cielos os será dado como recompensa. La palabra “añadidura” misma significa anexo, secundario, en adición a algo más importante. Ese algo, el concepto central de nuestra vida en las palabras de Jesús, es la búsqueda de la salvación, del Reino de Dios, es la búsqueda de Dios mismo.

Jesús, hecho Hombre, vivió haciendo la Voluntad de Su Padre, y ese es justamente el concepto que define “la búsqueda del Reino”. Hacer el Querer de Dios, Su Voluntad, es el camino a la salvación. Dios quiere que no nos preocupemos por lo secundario, porque todo eso se nos dará como consecuencia de nuestra fidelidad, como regalo extra, como añadidura.

Jesús no nos dice tampoco “busquen el Reino de Dios y nada más se os dará hasta que entren a la Vida Eterna”. No, porque Él quiere nuestra felicidad aquí, porque Él es infinitamente generoso y nos ama de modo personal, uno a uno. Él da el ciento por uno, y más también, cuando se lo busca con un corazón desinteresado y sincero. Por eso es que la añadidura fluirá en nuestras vidas del modo y en los momentos que Dios considere convenientes para nuestra salud espiritual, moral y física. Dios sabe qué es lo bueno para nosotros, y en uso de Su Infinita Sabiduría, administra la añadidura que necesitemos, en la medida que sea mejor para nuestra alma.

Dios-ayuda-300x265La añadidura se transforma así en algo que debemos considerar en nuestras meditaciones y oraciones diarias. ¿Estoy realmente buscando el Reino de Dios, o simplemente orando por más y más añadidura? ¿Hago feliz a Dios con tanta atención a lo secundario, mientras lo principal pasa raudamente a mi lado sin siquiera reconocerlo? Las personas realmente sabias viven entregadas a la Voluntad de Dios y agradecen todo, lo bueno, y lo malo también. Saben que Dios es generoso y nunca se ausenta, y es por eso que todo lo atribuyen a las necesarias cruces que debemos vivir, o a los gozos que nos toquen disfrutar, pero siempre aceptando todo como parte del Plan de Dios en sus vidas.

Como decía el Padre Emiliano Tardif, hay días en que es Viernes Santo y otros en que es Domingo de Resurrección. Tanto uno como otro son parte de nuestro existir, y todo debe ser vivido con agradecimiento a Quien nos da la vida. ¡Esa actitud configura la perfección en la búsqueda del Reino! Y si Dios, viendo nuestra entrega, además nos regala en añadidura salud, o dinero, o afectos, o hijos, o esposa o marido, pues enhorabuena y Gloria a Ti Señor, pero no podemos hacer de todo eso que es secundario, el centro de nuestras vidas.

Vivimos rodeados de añadidura, y qué bueno es que así sea. Comida, ropa, la computadora en la que escribo, la calefacción que me envuelve en esta fría noche de invierno, todo es añadidura. ¡Qué agradecidos y felices debemos estar de tener un Dios tan generoso y cercano! Pero sin embargo, no debemos confundirnos, porque el sentido de nuestra vida no es comer, dormir y subsistir. El propósito de nuestro existir es el encuentro con Dios, la unión con El, la búsqueda de Su Casa como destino de Eternidad.

Mi amigo, créeme que no hay nada que te pueda hacer más feliz que descubrir tu amistad con Dios, porque sentirte amigo y cercano a Jesús llenará de gozo tu alma. Cuando experimentes el abrazo del Señor sentirás un gozo inexplicable a los ojos del mundo, pero incomparable a nada que ese mundo pueda ofrecerte, Cuando sientas que hablas con Jesús y El te escucha, comprenderás que todo lo demás es secundario. Comprenderás que Jesús, en Su Omnipotencia y Divinidad, resolverá todas esas cosas pequeñas que te angustian y quitan el sueño. El, entre tantas otras cosas, es el Dios de la añadidura, El que nos envuelve con sus cuidados, Aquel que jamás deja de prestar atención a nuestras necesidades, miedos y tristezas. La amistad de Jesús es el más extraordinario bien que puedas adquirir, es la perla enterrada en el campo, es el Reino de Dios que entra en tu corazón.

Señor, que te hiciste Hombre para anunciar El Reino de Tu Padre, Reino en el que Tu eres Rey y Señor nuestro. Tú, mi Señor, sabes todo. Tú conoces mis debilidades, porque ves en mi corazón, en lo profundo de mi alma. Con esa Mirada Divina, ayúdame a ver la senda a Tu Reino, y evitar las distracciones que me confunden. Confío plenamente en Ti, porque sé muy bien que me darás todo lo que necesite durante el camino. Comida, bebida, compañeros de ruta, alegrías y tristezas, todo me será dado por Ti como añadidura. Sé que nadie te gana en generosidad y que me amas con todos mis defectos y debilidades, y también sé que estás siempre a mi lado, aunque no te vea ni me hables. Por eso te pido hoy, mi Señor, que me concedas el don de la Sabiduría para que sepa siempre optar por Tus cosas, por sobre toda añadidura que pueda necesitar en mi caminar. ¡Jesús, en Ti confío!


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El desconocido https://www.reinadelcielo.org/el-desconocido/ Fri, 11 May 2018 18:12:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=496 ]]> ¿Quién soy? Me miro al espejo, y veo a ese desconocido que me mira como sorprendido y provocador. Su mirada me escruta como tratando de encontrar algo en las profundidades de mis retinas, como queriendo ver más allá, en ese rincón lejano que algunos sabios llaman alma. ¿Quién eres? ¿Cómo puede ser que no nos conozcamos después de tantos años, tantos tiempos galopados en un sinfín de tormentosos esfuerzos por insistir en el error?

¿Por qué me miras sorprendido? ¿Acaso no eres el mismo que ayer encontró esta misma mirada devuelta por el caprichoso juego del espejo? Definidamente, no te conozco. He pretendido conocerte, he dicho que puedo anticipar hasta la última de tus respuestas, y he vivido seguro de saber hasta donde puedes, hasta donde quieres, hasta donde debes. Pero ahora, nada parece ser igual. Me he derrumbado como un roble al que le fallan las escondidas raíces.

En el profundo entendimiento de que nadie me puede comprender en este mundo, nadie me puede conocer, ni siquiera yo mismo, es que me derrumbé ante la mirada sorprendida de quienes me veían sólido y seguro de mi mismo. Creí conocerme, me sentí muy seguro de mis capacidades, y de mis secretos defectos también. Pretendí fortaleza ante el mundo, hice de mi vida un permanente ejercitar la autoestima, el amor propio, la vanidad. Y ahora, me encuentro frente a este desconocido que no sabe nada de si mismo, al que miro con desconfianza y temor.

Cristo ProvidenciaSeñor, ¿donde encontraré la fortaleza, donde podré descubrir el bastón donde asirme para poder volver a caminar por este mundo que me resulta tan hostil y sombrío? Sé que estás ahí, que me miras con ojos de eternidad, con esa paciencia y comprensión que ningún otro puede tener. Si Tú me dices una y otra vez que ?me niegue a mi mismo, si es que quiero encontrarte?, ¿cómo es que he caído en este pozo sin final, en esta noche sin alma? Ese desconocido que soy ante mi mismo, no sabe ni siquiera por donde empezar a reconstruir lo derruido.

Pero no, Tú no quieres que reconstruya nada dentro mío, sino todo lo contrario. Tú deseas que este abatimiento sea la roca en la cual construiré mi casa, porque en este sendero oscuro estás Tú, extendiéndome la Mano Salvadora. Es en Ti que tengo que confiar, es en Ti que debo apoyarme. Si me miro en este espejo y comprendo que nada soy, descubro que en Ti solo seré. Si me miro en este espejo y comprendo que nada doy, descubro que nada tengo, todo lo he recibido de Ti, y por Ti lo doy.

Y si bien me veo como un desconocido, comprendo que haciéndome como Tú quieres, como Tú lo tienes pensado, es que encuentro nuevamente la fortaleza interior. Fortaleza que no es autoestima, sino entrega a Ti. Fortaleza que no es confianza en mi mismo, sino fe en Tu Divina Providencia. Orgullo que no es vanidad de mis méritos, sino agradecimiento de cuanto Tú haces por mí. Mis miserias se vuelven como diamantes cuando brillan al ser entregadas a Tu perdón. Mis errores se vuelven Gracia, cuando te miro y extiendo mi mano para que me vuelvas a recoger del fango.

Ahora miro en el espejo y me reconozco, porque en mi mirada te veo a Ti, en mis pensamientos te siento a Ti, en mis tristezas me uno a Ti, en el dolor sostengo Tu Cruz, en el llanto enjuago Tus lágrimas. Quiero ser, mi Señor, refugio de Tu peregrinar. Cuando estés cansado, ven a mi casa, ven a mi alma. Allí no hay nada, porque lo he sacado todo fuera. He dejado un infinito espacio para que me llenes de Tu Gracia, para que sientas que dentro de mí puedes alegrarte y comprender una vez más que, por los siglos de los siglos, Tu plan ha sido realizado en aquellos que te aman sin condicionamientos.

Dame la Gracia de ser siempre así, como me siento en este momento. Un enamorado de Tu Alma, un ser entregado a Tu Voluntad, un pedazo de eternidad que ha florecido en el jardín del mundo, para que los frutos de Tu Amor se derramen sobre la fértil tierra que me rodea. No me dejes caer, mi Señor, en las tormentosas noches que han inundado mi pasado. Déjame ser nada, como hoy lo soy, para ser todo, en Ti.


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