Mel Gibson – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Sun, 28 Mar 2021 09:23:41 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Medjugorje y el Santo Rosario fueron decisivos para interpretar a Jesús en “La Pasión de Cristo” https://www.reinadelcielo.org/medjugorje-y-el-santo-rosario-fueron-decisivos-para-interpretar-a-jesus-en-la-pasion-de-cristo/ Tue, 23 Mar 2021 09:50:28 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25513 A 17 años del estreno de “La Pasión de Cristo”, película dirigida por Mel Gibson, Jim Caviezel nos cuenta cómo esta única e increíble interpretación le cambió la vida para siempre: Aceptó cargar con su cruz.

Nos cuenta cómo Medjugorje y el Santo Rosario fueron decisivos para cambiar su vida e interpretar a Cristo en la película de Mel Gibson

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Fuente: Canal de YouTube de “El Rosario de las 11 pm


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Mel Gibson y Notre Dame le cambiaron la vida https://www.reinadelcielo.org/mel-gibson-y-notre-dame-le-cambiaron-la-vida/ Fri, 07 Feb 2020 12:28:02 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=23747 ]]> “Desde muy pequeña, Dios despertaba mi curiosidad”, recuerda Isabelle: “Para mí, Él estaba ahí, eso era evidente. Miraba con envidia a mis compañeros de clase cristianos y judíos: sus familias eran tan tranquilas, tan serenas…”

Así que pidió a sus padres ir a catequesis. “¡Eso no entra en nuestra casa!”, fue la respuesta tajante de su padre, argelino de la Cabilia que había abandonado la fe musulmana para entregarse con pasión a la fe comunista. Dios estaba vetado en su familia.

Su abuela, sin embargo, una persona muy devota, la llevó a misa por primera vez un fin de semana que se quedó a dormir en su casa. Fue prácticamente toda la experiencia religiosa de Isabelle en su infancia. “Viví durante mucho tiempo en la desorientación espiritual”, explica a Alexandre Meyer en L’1visible: “Tenía fe, pero sin el más mínimo marco donde desplegarla”.

Sus amigos judíos la llevaban a sus fiestas y pensó hacerse judía. Conoció a protestantes y consideró unirse a ellos. “Intentaron también convertirme al islam, pero fue un fracaso. Estaba un poco perdida”, evoca ahora: “En aquellos encuentros con discusiones apasionantes crecía mi deseo de Dios. Tenía ansias de paz y de serenidad, sed de Dios. Lo que yo veía en todos aquellos creyentes… ¡era tan distinto a lo habitual! Para mí, era Dios quien les transformaba, eso era evidente”.

Cuando Isabelle conoció a quien hoy es su marido, le propuso que ambos buscasen una religión común y se convirtiesen juntos a ella. Pero tampoco en eso tuvo éxito: “Yo necesitaba lo espiritual en mi vida, pero él no experimentaba esa necesidad, así que me la guardé en mi corazón”.

La transformación

Continuó conociendo a personas religiosas, y hace una comparación muy expresiva para describir cómo esos encuentros la fueron guiando “como un embudo” hacia la fe católica.

Faltaba un detonante y lo encontró en el cine, como Pauline, otra conversa. Pero si en el caso de Pauline, generacionalmente más joven que Isabelle, el detonante fueron películas “antiguas” (Ben Hur de 1959, Jesús de Nazaret de 1977), para Isabelle, algo mayor, lo fue una película “moderna”.

“Si a mí, que apenas veo la televisión, me hubiesen dicho que Jesús me convertiría con una película , no lo habría creído. Pero La Pasión de Cristo de Mel Gibson lo cambió todo”, dice sobre el film con el que el actor, director y productor australo-norteamericano deslumbró al mundo en 2004.

Y fue la idea central de La Pasión, al plasmar ante el espectador de forma brutal el carácter expiatorio del sacrificio de la Cruz (una idea de la que muchos en la Iglesia se avergonzaban hace quince años, y por lo que la película fue rechazada explícitamente, por ejemplo, por el episcopado francés), la que transformó el corazón de Isabelle : “Lloré de principio a fin. Comprendí que Cristo había muerto por mí, por mis pecados. Ardía de amor por Jesús. Ahora lo tenía claro: Él murió por mí, Él me ama”.

Aún tenía camino que recorrer y pasaron meses antes de que entrase en una iglesia, con un objetivo muy concreto: “Quería bautizar a mi hijo mayor. La extraordinaria acogida del sacerdote y de la pequeña comunidad parroquial me hizo comprender que se nos amaba tal cual éramos”.

Asistió entonces a misa por segunda vez en su vida, tras aquella, ya tan lejana, con su abuela: “Y entonces adquirí conciencia del milagro, la presencia de Jesús sobre el altar, Jesús siendo distribuido a todos por el sacerdote. Tuve la sensación como de que el templo se hubiese quedado a oscuras y un proyector apuntase hacia el altar. Me entraron ganas de ir uno por uno sacudiendo a todos para decirles: ¡Jesús está ahí!”

Tras ese momento sublime de la mano de Mel Gibson, vino otro de la mano de Nuestra Señora: “Un 15 de agosto recibí una gracia enorme de la Santísima Virgen. Entré con mi marido a visitar Notre Dame de París. Y, como Paul Claudel, él entró en la catedral como no creyente y salió de ella llorando y encendido de amor por Jesús”.

El poeta Paul Claudel, en efecto, vivió una conversión tumbativa en el templo junto al Sena en la misa de Navidad de 1886, a cuyas vísperas asistía por mera curiosidad.

Paul Claudel (1868-1955), escribió en 1937 un poema A los mártires españoles al conocer el genocidio anticatólico que estaba teniendo lugar en la zona frentepopulista durante la guerra civil.

Él mismo relató el momento: “Los niños del coro vestidos de blanco y los alumnos del pequeño seminario de Saint-Nicolas-du-Chardonnet que les acompañaban estaban cantando lo que después supe que era el Magnificat. Yo estaba de pie entre la muchedumbre, cerca del segundo pilar a la entrada del coro, a la derecha del lado de la sacristía. Entonces fue cuando se produjo el acontecimiento que ha dominado toda mi vida. En un instante mi corazón fue tocado y creí. Creí, con tal fuerza de adhesión, con tal agitación de todo mi ser, con una convicción tan fuerte, con tal certidumbre que no dejaba lugar a ninguna clase de duda, que después todos los libros, todos los razonamientos, todos los avatares de mi agitada vida, no han podido sacudir mi fe, ni, a decir verdad, tocarla. De repente tuve el sentimiento desgarrador de la inocencia, de la eterna infancia de Dios, de una verdadera revelación inefable. Al intentar, como he hecho muchas veces, reconstruir los minutos que siguieron a este instante extraordinario, encuentro los siguientes elementos que, sin embargo, formaban un único destello, una única arma, de la que la divina Providencia se servía para alcanzar y abrir finalmente el corazón de un pobre niño desesperado: ‘¡Qué feliz es la gente que cree! ¿Si fuera verdad? ¡Es verdad! ¡Dios existe, está ahí! ¡Es alguien, es un ser tan personal como yo! ¡Me ama! ¡Me llama!’. Las lágrimas y los sollozos acudieron a mí y el canto tan tierno del Adeste aumentaba mi emoción”.

Como Claudel, el marido de Isabelle había sentido la presencia de Dios de forma intuitiva e inmediata, de la misma manera que a ella le había sucedido contemplando vívidamente los sufrimientos de Cristo en la Pasión gracias al talento de un cineasta.

“¡Nos habíamos convertido el mismo año!”, exclama: “Se me hacía imperativo bautizarme. Ya no podía dar marcha atrás. Habían caído las últimas barreras”. La vida de toda su familia quedó transformada: “Mi bautizo fue el día más hermoso de mi vida, después del nacimiento de mis hijos y el encuentro con mi marido. Morir y renacer con Cristo, ¡qué alegría! Tras mi bautismo, nos casamos por la Iglesia y nos hemos comprometido como pareja al servicio del Señor que nos ha colmado de tantos bienes”.

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Fuente: Religión en Libertad


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Actuar y creer – Del actor de “La Pasión” https://www.reinadelcielo.org/actuar-y-creer/ Sun, 01 Apr 2018 09:07:52 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=871 ]]> Si te dijeran que tienes que actuar en una película y que, para ello, debes soportar un hombro dislocado, algunos latigazos, padecer una pulmonía, que un rayo caiga cerca de ti y que tengas que hacerte una cirugía en el corazón: ¿Estarías dispuesto a aceptar el papel del personaje que te toca interpretar?

Eso es lo que le pasó a Jim Caviezel, mientras duró el rodaje de la película “La Pasión de Cristo”, dirigida por Mel Gibson. Mira el testimonio de aquél actor que, más que un premio a la mejor actuación, encontró una profunda fe y un amor grande por Jesús.

Te dejamos con su testimonio
(Después de la presentación (el primero minuto y medio del video), comienzan los subtítulos)


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Jim Caviezel volverá a interpretar a Cristo, inspirado por la Virgen https://www.reinadelcielo.org/jim-caviezel-volvera-a-interpretar-a-cristo-inspirado-por-la-virgen/ Fri, 19 May 2017 18:07:19 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=9464 ]]>

“Interpretar La Pasión de Cristo destruyó mi carrera”, confesaba en 2012 el actor Jim Caviezel, que interpretó a Jesús en la película dirigida por Mel Gibson. Hollywood le hizo pagar caro el bien que hizo con este filme, al igual que al director, pero siempre dijo que nunca se ha arrepentido de haberlo hecho ni de haber dejado de ser protagonista de otras películas de éxito. Hacer de Jesús “reforzó mi fe”, aseguraba entonces.

Ahora está ya a la vista la secuela de La Pasión. Mel Gibson ha confirmado que rodará La resurrección y 13 años más tarde Caviezel habla de la posibilidad de interpretar de nuevo a Jesús. Lo ha hecho en una interesante entrevista en la publicación polaca Polityce, en la que habla de estas películas y del papel que también han tenido en su vida la Virgen María y San Juan Pablo II.

Por qué no intentarlo de nuevo

Jim Caviezel tiene claras sus intenciones de cara a La Resurrección: “Quiero trabajar con Gibson de nuevo. Esta vez será una película sobre la resurrección. Si La Pasión de Cristo inspiró a tanta gente a hacer el bien, ¿por qué no lo intentamos de nuevo? Siento que hay un propósito en mi vida otra vez”.

Nada más complicado que hacer de Jesús

La pasión de CristoSobre su interpretación de Cristo, Caviezel confiesa que “fue el esfuerzo más difícil” que ha llevado a cabo puesto que “no hay nada más glorioso y al mismo tiempo más humillante” que este papel. En su opinión, no hay “nada” que hubiera podido enseñarle de mejor forma la “humildad”.

Ante esta nueva oportunidad que podría presentársele, Caviezel asegura que “la idea de hacerlo de nuevo se siente como una pesadilla. Sin embargo, cuando vengo a un país como Polonia y veo los lugares de martirio y sacrificio, me doy cuenta de que solo el amor puede salvar el mundo. El amor de Cristo”.

El actor era uno de los de mayor proyección en Hollywood antes de La Pasión de Cristo y él mismo cuenta en la entrevista que después de este filme “de repente” dejó “de ser uno de los cinco actores más populares del estudio” sin “haber hecho nada malo”.

La cruz que cada uno lleva

Sobre esta situación, Jim Caviezel cuenta que “sólo interpreté a Jesús. ¿Fui afectado personalmente por este rechazo? Bueno, cada uno tiene una cruz que llevar. El mundo cambia…pero no estaré en este mundo para siempre. Tampoco los productores de Hollywood. En algún momento, todo el mundo tendrá que responder por lo que han hecho”.

De este modo, indica que pese a haber sido arrinconado en Hollywood nunca ha olvidado que “el nombre de Jesús está por encima de todo”.

El actor hace una confesión de fe e indica que el de Jesús “es también el nombre más polémico de todos los tiempos. El amor es controversial y Él es el amor encarnado. Jesús hablaba a los romanos sobre el amor y lo mataron por eso. Fue traicionado por su propio pueblo y abandonado por todos, mi deber no era únicamente mostrarlo en la pantalla, sino vivir de acuerdo con el Evangelio todos los días y dar testimonio de la verdad”.

La Virgen María y San Juan Pablo II

Jim Caviezel y Juan pablo IIHacer de Jesús era mucho más que un papel para él. Era una misión. Y lo mismo ocurriría si volviera a ser el protagonista de la secuela que prepara Mel Gibson. “Cuando interpreté a Jesús, recé mucho. Le pedí a Dios que me mostrara cómo podía presentar a Jesús de la manera más precisa, cómo hacer que los espectadores se sintieran más cerca de él. Ha sido un viaje interior que no ha terminado todavía. Mientras trabajaba en La Pasión de Cristo, Mel se reservó el derecho a dejar de filmar en cualquier momento. Necesitaba estar 100% listo en un sentido espiritual. Esta historia sólo se podía contar con una entrega absoluta. Totus tuus. Yo no habría podido terminar este proyecto tampoco si no fuera por la Virgen María”.

Caviezel confiesa que vive inspirado por el “Totus Tuus” (“Todo tuyo”), el lema del pontificado de San Juan Pablo II. “Esta es la esencia de mi fe. Mi relación con Jesús es gracias a ella. Me trajo a Jesús”.

Y es en este punto donde se mezcla para él la Virgen María y el santo polaco como partes esenciales de la fe católica que profesa en la actualidad. “Un amigo mío evangélico me preguntó una vez por qué no llegué directamente a Jesús. Creo que es una buena pregunta. En aquel entonces no sabía cómo responderle. Sin embargo, mirando a Juan Pablo II, encontré la respuesta. Es por eso que Polonia, como ningún otro país, está estrechamente vinculado a Jesús. Oriente y Occidente juntos. El Diablo lo odia, aunque ya ha perdido. Jesús y María ya lo han aplastado. Un solo hombre polaco aplastó el comunismo. ¿Cómo logró esto Juan Pablo II? Con amor.

Su fe, piedra de escándalo en Hollywood

Precisamente, su fe es la que le hace perseverar en un ambiente completamente hostil. Durante la entrevista afirma que “la gente en Hollywood me pregunta por qué no puedo separar mi carrera como actor de mi fe católica. En realidad, mi fe me ayuda”. Indica que es consciente de que es “perezoso, pero esa es la razón por la que trabajo tan duro para superar mi debilidad. Mi fe me ayuda a tomar las decisiones correctas”.

Adoptó a tres niños con cáncer

Esta fe abarca todos los ámbitos de su vida y de su familia. Es así como adoptó junto con su esposa a tres niños con cáncer. “Fueron abandonados y no deseados. Dos de ellos tenían un tumor cerebral. El tercero, sarcoma. Mi esposa decía que no importa si los niños habían sido queridos o no. Son personas al igual que nosotros”, contaba Caviezel.

Además, añade en la entrevista que “nunca lo habría podido hacer sin mi esposa. Ella personifica la belleza y la bondad. Ella reza para que no abandone el camino correcto. Jesús dijo que todo lo que hacemos por sus pequeños, con Él lo hacemos. Quiere estar con nosotros y en todas las acciones más simples”.

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Fuente: Religión en Libertad


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No me mueve – Soneto a Cristo Crucificado https://www.reinadelcielo.org/no-me-mueve-soneto-a-cristo-crucificado/ Fri, 19 Sep 2014 11:21:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=266 Caviezel debe su papel de”La Pasión”a Medjugorje

En febrero de 2010, Jim Caviezel (protagonista de “La Pasión” de Mel Gibson) hizo su sexta peregrinación a Medjugorje y después viajó a Viena donde concedió una entrevista a Christian Stelzer para la revista Oase des Friedens. La traducción croata se ha publicado en la última edición de la revista parroquial de Medjugorje Glasnik Mira.

Jim, ¿cómo oíste hablar de Medjugorje?

Mi esposa vino a Medjugorje mientras yo estaba en Irlanda grabando la película “El conde de Monte Cristo”. Las cosas no iban muy bien aunque yo trabajaba siete días a la semana. Un día ella me telefoneó y me di cuenta por su voz de que algo había cambiado. Empezó a hablar sobre Medjugorje y cómo uno de los videntes iba a venir a Irlanda. Le interrumpí diciéndole: “Mira, tengo bastantes cosas que hacer. No voy a entrar en ese tema de los videntes”. Además, yo pensaba que como católico no tengo que aceptar necesariamente Lourdes, Fátima o Medjugorje. Eso es lo que yo pensaba.

Recuerdo que en la escuela católica donde estudié mis primeros años, una vez oímos algo de Medjugorje y nos emocionamos, pero pronto descubrimos que el obispo local se oponía y consideraba falsas las apariciones así que perdimos el interés rápidamente.

El vidente Ivan Dragicevic vino a Irlanda; yo sabía que no tendría tiempo para él debido a que tenía que trabajar todo el tiempo. Un día mi socio en la película no se encontraba bien y yo me tomé el día libre para poder ir a una aparición. Yo estaba al final de todo en la abarrotada iglesia y no sabía muy bien lo que ocurría. Pero cuando el hombre que estaba a mi lado en su silla de ruedas cayó sobre sus rodillas en el momento de la aparición yo me conmoví. Pensé: este minusválido, a pesar de todos sus dolores, está arrodillado en el frío suelo de piedra y está rezando! Hoy se que era Dios, que me conoce tan bien, El que sabía dónde tenía que tocarme para conseguir mi atención!

Aunque pueda sonar extraño, me tomé otro día libre el siguiente domingo y pude tener un encuentro con Ivan, como deseaba mi esposa. Durante el tiempo de la aparición me arrodillé cerca de él y dije en mi corazón: “de acuerdo, aquí estoy. Estoy preparado. Haz conmigo lo que quieras”. En ese mismo momento sentí que algo me estaba sucediendo. Era muy simple y a la vez único. Cuando me levanté, me corrían lágrimas por las mejillas y empecé a llorar con todo mi corazón.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAIván me dijo: “Jim, el hombre siempre encuentra tiempo para aquello que ama. Si alguien que no tiene nunca tiempo conoce a una chica y se enamora de ella, siempre encontrará tiempo para ella. La gente no tiene tiempo para Dios porque no le aman”. Y continúo: “Dios te está invitando a rezar con el corazón”. Le pregunté: “¿Cómo se supone que he de hacerlo?” “Empezando a rezar”, me contestó. En ese momento las puertas de mi corazón se abrieron. Jamás habría soñado que fuera posible. Fuimos a un restaurante y debo admitir que el vino y la comida nunca fueron tan sabrosos como en esa noche particular.

Algo empezó a cambiar dentro de mí. Mi esposa me había querido enseñar en muchas ocasiones en el pasado a rezar el Rosario, pero yo nunca quería aprender. Ahora yo quería rezar pero no sabía exactamente cómo hacerlo. Yo sólo sentía que mi corazón estaba abierto. Una mañana cuando iba al trabajo, le dije al chofer que me llevaba al rodaje cada día: “No sé qué piensas acerca de esto, pero querría empezar a rezar el Rosario”. Para mi sorpresa, él sólo dijo: “vale, recemos”.

En la cálida luz de amor que sentía dentro de mi, era capaz de darme cuenta donde estaba realmente, cuantas tentaciones tenía, donde estaban mis sentimientos, qué débil era yo y qué estrictamente juzgaba a los demás.

 

¿Cuándo viniste a Medjugorje por primera vez?

Después de acabar el rodaje en Malta, decidí ir a Medjugorje. Cuando tenía 20 años, una voz interior me decía que tenía que ser actor. Cuando hablaba de ello con mi padre, solía decirme: “Si Dios quiere algo de ti es que seas sacerdote. ¿Por qué Él querría que tú fueras actor?”. Yo tampoco lo entendía en aquella época. Otra vez, me hice la misma pregunta, ¿Dios quiere que me convierta en actor, para ganar un montón de dinero y ser rico? Era consciente del desequilibrio en el mundo entre los que tienen mucho y aquellos que apenas tienen para sobrevivir, y sabía que eso no es lo que Dios quiere. ¿Iba yo a hacer una elección para buscar riqueza que no proporciona la felicidad permanente o para servir a Dios que quiere guiar mi vida?

Por aquel entonces, Medjugorje me recordaba a Belén y pensaba, que así como Jesús había nacido en un lugar pequeño, la madre de Dios se estaba apareciendo en un pueblo pobre entre montañas. Esos cuatro días que permanecí en Medjugorje por aquel entonces fueron mi punto de inflexión. Al principio estaba maravillado de lo mucho que rezaba la gente en Medjugorje. Todo me recordaba a un campamento de baloncesto. Allí no solo juegas una partido al día, sino continuamente. Igual que en la escuela donde no solo lees una vez al día, sino siempre, repetidamente. En esos primeros días en Medjugorje sentía un cansancio interior mientras rezaba, porque no estaba acostumbrado a rezar tanto, y le pedía a Dios que me ayudara. Pero después de cuatro días la única cosa que quería hacer era rezar. En cualquier momento que rezara me sentía conectado con Dios. Esa fue mi experiencia y la que desearía para cualquier católico. Quizás cuando fui niño sentí algo parecido y lo olvidé. Ahora me había sido dado otra vez.

La misma experiencia continúo de vuelta en casa. En nuestra familia vivimos los sacramentos todos juntos. Mientras conducimos a los niños al colegio rezamos juntos el Rosario. A veces, cuando yo no empiezo a rezar, mi hijo empieza primero.

Cuando volví a Medjugorje por segunda vez, esperaba tener esas primeras experiencias otra vez pero fue diferente. Después de comer un día, algunos peregrinos me invitaron a ir a visitar al padre Jozo Zovko en Siroki Brijeg. Ese era también el deseo de mi mujer. Yo no conocía al Padre Jozo personalmente, pero estaba muy impresionado por todas las historias que había oído sobre él. Cuando me encontré con él puso sus manos sobre mis hombros. Yo puse las mías en sus hombros. Puso sus manos en mi cabeza. Puse las mías en su cabeza. En ese momento sentí en mi interior las palabras: “Te quiero, hermano. Este hombre ama a Dios”. El P. Jozo se giró espontáneamente hacia su intérprete y le preguntó quién era yo y dijo que quería hablar conmigo. Ese fue el comienzo de una duradera amistad. Eso fue justo después de acabar el rodaje de “La Pasión” y por aquel entonces era capaz de sentir todas las fuerzas conflictivas en mi interior sobre esa película.

 

¿Podrías decirnos por qué te sentías así y cuál era la conexión entre la película y Medjugorje?

Probablemente estas familiarizado con la expresión “Cruzar el rubicón”. Eso significa que no es posible volver atrás, llegas al punto de no retorno. “La Pasión” fue este rubicón para mi. Cuando empezó el rodaje yo tenía 33 años, igual que Jesús. Siempre me pregunte si yo era merecedor de ser Jesús. Ivan Dragicevic me alentó y me dijo que Dios no siempre escoge necesariamente al mejor, que es algo que él ve en su propia situación. Si no fuese por Medjugorje no habría aceptado nunca tomar parte en la película porque fue Medjugorje donde mi corazón se abrió a la oración y a los sacramentos. Si quería escenificar a Jesús sabía que tenía que estar muy cerca de Él. Cada día me confesaba e iba a la Adoración del Santísimo. Mel Gibson también venía a la Santa Misa con la condición de que fuera en latín. Eso me iba bien porque así aprendía latín.

La pasión de CristoHabía siempre nuevas tentaciones de las que necesitaba defenderme y en esas batallas interiores solía sentir una gran paz interior, por ejemplo, en la escena en la que la Madre de Dios se aproxima a mi y le digo: “Mira, Yo hago todo nuevo”. Repetimos la escena cuatro veces y cada vez sentía que estaba demasiado en primer plano. Entonces alguien golpeó la cruz y mi hombro izquierdo se dislocó. Debido al rápido e intenso dolor, perdí el equilibrio y caí bajo el peso de la cruz. Me golpeé la cara contra el duro suelo y la sangre corrió desde mi nariz y boca. Yo repetía las palabras que Jesús dijo a Su Madre: Mira, Yo hago todo nuevo”. Mi hombro me dolía de manera increíble cuando tomé la cruz otra vez y sentí lo precioso que era tomar la cruz. En ese momento dejé de actuar y tu podías ver sólo a Jesús. Él vino como respuesta a mis oraciones: “Quiero que la gente te vea a Ti, Jesús, no a mí”.

Gracias al rezo continuo del Rosario, -no puedo decir cuántos Rosarios recé mientras rodábamos- pude experimentar una gracia especial. Sabía que no debía utilizar lenguaje grosero, sabía que no podía ser maleducado si quería decir algo a miembros del rodaje. Muchos de ellos no conocían Medjugorje, eran todos grandes actores y teníamos suerte de tenerlos. Pero ¿cómo iba a llevar Medjugorje a ellos sino con mi propia vida? Medjugorje para mí significa vivir los sacramentos y estar en comunión con la Iglesia. Gracias a Medjugorje empecé a creer que Jesús estaba realmente presente en la Eucaristía y que perdonaba mis pecados. A través de Medjugorje experimenté la poderosa oración que es el Rosario y el regalo que tenemos cuando vamos a la Santa Misa cada día.

¿Cómo podía ayudar a otra gente a aumentar su fe en Jesús?

Me di cuenta de que esto sólo podía ocurrir si Jesús está presente en mí a través de la Eucaristía, y así la gente podría ver a Jesús a través de mi vida. Cuando estábamos rodando la escena de La Última Cena tenía un bolsillo interior en mi ropa donde coloqué varias reliquias de santos y una reliquia de la Cruz de Cristo. Tenía un fuerte deseo de que Jesús estuviera realmente presente así que pedí al sacerdote que expusiera el Santísimo Sacramento. Al principio no quiso hacerlo, pero insistí en pedírselo porque estaba seguro que la gente reconocería a Cristo más si yo mismo estaba mirándole a Él. El sacerdote estuvo con el Santísimo Sacramento en sus manos al lado de la cámara y junto a él, se acercó a mí. Cuando la gente ve la película y ve un brillo en mis ojos, no se dan cuenta de que realmente están viendo a Jesús, un reflejo de la Hostia consagrada, en mis ojos. Ocurrió lo mismo en la escena de la Crucifixión: el sacerdote estaba allí, tenía el Santísimo Sacramento en sus manos y yo rezaba todo el tiempo.

El reto más grande en la película no fue, como pensé al principio, memorizar todos los textos en latín, armenio o hebreo sino todos los esfuerzos físicos que necesite hacer. Durante la última escena mi hombro estaba torcido y se dislocaba cada vez que alguien golpeaba la cruz. Mientras rodábamos las escenas de la flagelación, los látigos me golpearon dos veces y tuve una herida de 14 centímetros en mi espalda. Mis pulmones estaban llenos de fluido y tenía neumonía. También tuve falta de sueño crónica porque durante meses tuve que levantarme a las 3 de la mañana porque el maquillaje llevaba casi 8 horas.

Otro reto especial era el tiempo frío, las temperaturas estaban muy poco por encima de 0 grados, lo cual era muy difícil de aguantar especialmente en la escena de la Crucifixión. Todo mi disfraz estaba hecho de una sola pieza ligera de tela. Mientras rodábamos la última escena, las nubes estaban muy bajas y un rayo golpeó la cruz a la que estaba atado. De repente todo se volvió silencioso a mí alrededor y note mi pelo electrocutado. Unas 250 personas que estaban a mí alrededor vieron todo mi cuerpo iluminado y vieron fuego a la izquierda y a la derecha de mí. Muchos estaban estupefactos ante lo que vieron.

Sé que “La Pasión” es una película de amor, quizás una de las mejores películas de este tipo. Jesús es hoy en día sujeto de muchas controversias, mucho más que nunca antes. Hay tantos factores que amenazan este mundo creado, pero la fe en Jesús es la fuente de alegría. Creo que Dios nos está llamando de una forma especial en este tiempo, y que necesitamos responder a esa llamada con todo nuestro corazón y con todo nuestro cuerpo.

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