Nuestro Dios, mientras tanto, es un Ser de infinito Orden. Un Orden basado en el Amor, en la Paz y en la Justicia. El orden que el Espíritu Santo nos inspira es el del equilibrio interior y exterior. (ver artículo)
Algunas personas pudieron de testimoniar el contacto del Cielo en forma directa, otros recibimos referencias diversas de la Presencia de Dios aquí. (ver artículo)
A lo largo de los siglos, antes y después de los tiempos de la Redención, Dios le ha hablado a los hombres y ha derramado visiblemente Sus Gracias, de modos diversos. (ver artículo)
Dios nos llama desde ese lugar solitario, rincón distante, pero cercano, puerta entreabierta que deja filtrar la Luz de Su Presencia. Y llenos del asombro del amor recién reconocido, empezamos a buscar. (ver artículo)
María, Omnipotencia Suplicante, todo ruego, toda oración, como lo vemos en sus manos unidas, la vista elevada al Cielo. Ella pide por nosotros todo el tiempo. María, mediadora ante Jesús. (ver artículo)
María fue el Arca de la Nueva Alianza, porque acogió al Verbo Encarnado, al que le dio vida como Hombre. Nosotros también tenemos que ser la Casa de Dios... (ver artículo)
Mientras tanto, en estos tiempos , unos pocos llegaban a las puertas del Reino utilizando sus muletas. Allí el Rey y Su Hijo los esperaban felices. (ver artículo)
¡Que difícil es para el Señor el conseguir obreros fieles, humildes y obedientes! Obreros que no pregunten, que no juzguen, que no opinen o quieran mandar a los demás. (ver artículo)
Si nuestros oídos y corazones están alertas, sabremos seguir Sus Pasos y encontrarlo donde Su Amor nos quiera conducir. Cada día es un regalo de Dios. (ver artículo)