El arado rompe, despedaza, abre, expone el alma al exterior para que la lluvia prepare, para que el sol germine la semilla. El dolor redime, cuando el alma responde al llamado. (ver artículo)
Si podemos unirnos en el diálogo sincero con Dios, podremos unirnos también en muchas otras cosas. La verdadera oración nos debe anonadar frente a la sublime y omnipotente Presencia de Dios (ver artículo)
Nuestro espíritu se fortalece porque sabe que ya viene la época linda, del brote verde y tierno de la obra nueva, de la satisfacción infinita, que a nada se puede comparar. (ver artículo)
Orar no es sólo un espacio de nuestra vida diaria para dialogar con Dios... Orar tiene un sentido más amplio aún: Dios espera que tengamos conciencia práctica de Su Presencia durante todo nuestro día... (ver artículo)
No es fácil ser pescador, porque si nos equivocamos, podemos alejar a muchas almas de tal modo que después resulte muy difícil volver a acercarlas. (ver artículo)
El Señor me ha regalado esta semana una pista importante sobre este tema tan central a la hora de comprender el modo de pensar y actuar la Voluntad de Dios. (ver artículo)
Señor, estoy enamorado de Ti, y por eso dejo que seas Tú el que marca la senda que camino. Quiero ser santo, Señor, quiero ser, si me lo permites, un poco como Tú. #AmoraDios #Meditación (ver artículo)
El Señor nos presenta "La segunda mejor opción". Él nos propone una opción que sin ser la original en Su Plan, es también útil a Su propósito. (ver artículo)
Una niña de once años tuvo un hermoso sueño. Vio que muchas Virgencitas, representando las distintas advocaciones Marianas, cantaban orando con gran devoción. (ver artículo)