Vivimos tiempos en que un líder de una potencia nuclear hace cosas que nadie imaginaba posibles. ¿Cómo puede ocurrir esto? ¿En estos tiempos? Quizás lo obvio está frente a nuestra vista. (ver artículo)
Jesús, paciente y silencioso, deja que nuestra alma sane y cicatrice. El cura nuestras heridas, disuelve nuestros recuerdos dolorosos y abre caminos de esperanza. (ver artículo)
La tormenta arrecia, por fuera y dentro de mí también, aquí mismo. Los golpes se suceden uno tras otro, es difícil de explicar lo difícil que es sentir que me has abandonado Señor. (ver artículo)
Señor, abre nuestros oídos para que solo podamos escuchar Tu Voz de Maestro. Abre nuestros ojos para que sólo veamos lo que es digno de ser visto. (ver artículo)
A mi alma la conmovió, de modo particular, el poner mi mano y tocar, una y otra vez, el agujero en la roca donde se introdujo el Madero de la Cruz del Señor. #Cruz #Jesús #Patíbulo (ver artículo)
Al Señor tenemos que pedirle, en oración, nos ayude a sacar todas esas alimañas y malezas de nuestro interior, que las ponga frente a nosotros, visibles, y nos haga conscientes de todas ellas. (ver artículo)
Sufrir, correr riesgos, enfrentar adversidades será un dulce alimento para tu alma, porque sabrás que Dios mirará con alegría tu entrega incondicional a Su Causa... #Salvación (ver artículo)
¡Piedad, Hijo de David, ten piedad de mí! Una y otra vez, el grito sacude a hombres, bestias, arboles y hasta a las rocas. ¡Piedad, Hijo de David, ten piedad de mí! (ver artículo)
Los Misterios del Rosario: son momentos estelares del paso del Señor por este mundo. El papa Pablo VI los definió como «un compendio de la vida de Cristo». (ver artículo)