María – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 08 Nov 2024 09:29:18 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Calendario de las Fiestas Marianas https://www.reinadelcielo.org/calendario-de-las-fiestas-marianas/ Thu, 07 Nov 2024 13:48:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=4325 ]]> A lo largo de la historia de la Iglesia, en todo el mundo, se han designado distintas formas y fiestas para celebrar a Nuestra Madre del Cielo. Son todas válidas y expresan el amor y la veneración de los pueblos hacia la Virgen Maria.

Aquí presentamos las principales Fiestas Marianas y distintas Celebraciones de las distintas advocaciones a lo largo del año:

Principales Fiestas Marianas

Las más destacadas a lo largo del año

  
1 de enero de 2015María Madre de Dios
  
2 de febrero de 2015Presentación de Jesús y Purificación de Nuestra Señora
  
11 de febrero de 2015Nuestra Señora de Lourdes
  
25 de marzo de 2015La Anunciación
  
13 de mayo de 2015Fátima.
  
31 de mayo de 2015Visitación de Nuestra Señora
  
27 de junio de 2015Perpetuo Socorro
  
“Sábado de la
3ª sem.de Pentecostés”Inmaculado Corazón de María
  
16 de julio de 2015Nuestra Señora del Carmen
  
15 de agosto de 2015Asunción de Nuestra Señora
  
22 de agosto de 2015El Reinado de María
  
8 de septiembre de 2015Nacimiento de la Santísima Virgen María
  
15 de septiembre de 2015Nuestra Señora de los Dolores
  
7 de octubre de 2015Nuestra Señora del Rosario
  
21 de noviembre de 2015Presentación de la Santísima Virgen María
  
27 de noviembre de 2015Medalla Milagrosa
  
8 de diciembre de 2015Inmaculada Concepción
  
12 de diciembre de 2015Nuestra Señora de Guadalupe

María Madre de Dios (ft img)

FIESTAS MARIANAS A LO LARGO DEL AÑO
La mayoría de estas fiestas solo se celebran a nivel local

Enero |  Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio
Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre

Enero

1   Solemnidad de María Madre de Dios.  (Trad.) Circuncisión de Nuestro Señor.

2   Fundación de la Abadía en Dunes, Flandes en honor a la Santísima Virgen (1128).

3   Nuestra Señora de Sichem (474).

4   Nuestra Señora Treves, Italia (746). Se la apareció a San Jerónimo Emiliani, 1530.

5   Nuestra Señora de la Abundancia o la Prosperidad, Cursi, Italia(1641).

6   Nuestra Señora de Cana.

7   Nuestra Señora de Egipto.

8   Nuestra Señora del Pronto Socorro, Nueva Orleans, Luisiana (1809).

9   Nuestra Señora de la Clemencia o la Misericordia de Absam, cerca de Innsbruck,  Austria (1797).

10 Nuestra Señora de los Guías, Constantinopla (1570).

11 Nuestra Señora de Bessiere, Limousin, Francia.

12 Nuestra Señora de la Calle Ancha, Roma.

13 Nuestra Señora de las Victorias, Praga Czechoslovakia (1620), hogar de Niño Jesús de Praga.

14 Nuestra Señora de la Palabra, Montserrat, España (1514).

15 Nuestra Señora de Banneux, Bélgica (1933).

16 Nuestra Señora del Refugio (Trad.). Nuestra Señora de Montserrat liberó a los cautivos de la tiranía de los Turcos, España.

17 Nuestra Señora de la Paz, Roma (1483). Nuestra Señora de Pontmain, Francia (1871).

18 Nuestra Señora de Dijon, Francia (1513).

19 Nuestra Señora de Gimout, Citeaux, Francia.

20 Nuestra Señora de las Mesas, Montpellier, Francia. “Armas de la ciudad de Montpellier”

21 Nuestra Señora de la Consolación, Roma (1471).

22 Vísperas de los Esponsales de Nuestra Señora con San José.

23 Fiesta de los Esponsales de Nuestra Señora con San José, aprobada por el Papa Pablo III (1546).

24 Nuestra Señora de Damasco (1203).

25 Traslado de las mortajas y la tumba de Nuestra Señora a Constantinopla en 455

26 Nuestra Señora de Campo Largo, Madrid, España (1261).

27 Nuestra Señora de la Vida, Provence, Francia. La imagen constantemente restituye la vida a niños que han muerto sin el Bautismo.

28 Nuestra Señora del Buen Socorro, cerca de Rouen, Francia (1613)

29 Nuestra Señora de Chatillon sur Seine, Francia. Le apareció a San Bernardo (1130).

30 Nuestra Señora de la Rosa, Luca, Italia.

31 Apariciones de Nuestra Señora a la Beata Angela de Foligny (1285).

Febrero

La virgen María 5 (ft img)

1   Vísperas de la Purificación de Nuestra Señora .

  Presentación de Jesús y Purificación de Nuestra Señora. Candelaria. Celebrada por primera vez en 544

3   Nuestra Señora de Saideneida, Damasco.

4   Nuestra Señora del Fuego.

5   Dedicación de la primera Iglesia de Nuestra Señora por San Pedro, Tortosa, Italia.

6   Nuestra Señora de Louvain, Bélgica (1444).

7   Nuestra Señora de la Gracia (o Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada), Roma (1610).

8   Abadía de Nuestra Señora del Lirio, Melun, Francia (siglo 13).

9   Nuestra Señora de las Campanas, Catedral de Saintes, Francia.

10 Nuestra Señora de la Paloma, Bolonia, Italia.

11  Nuestra Señora de Lourdes, Francia (1858).

12  Nuestra Señora de Argenteuil, Paris, construida por Clovis I (101) contiene una porción de la Túnica sin Costuras.

13 Nuestra Señora de Pellevoisin, Francia (1876).

14 Nuestra Señora de Bourbourg, Flandes (1383).

15 Nuestra Señora de Paris, Francia (522).

16 Nuestra Señora de la Espina, Chalons-sur-Marne, Francia (Siglo 19)

17 Nuestra Señora de Constantinopla, Bari, Turquía (566).

18 Nuestra Señora de Laon, Reims, Francia (500), fundada por San Remigio.

19 Nuestra Señora de la Buena Noticia, Lempdes, Francia (1500´s)

20 Nuestra Señora de Bolougne sur Mer, Francia (633).

21 Nuestra Señora de Bon Port, Dol.

22 Nuestra Señora del Socorro, Rennes, Francia

23 Nuestra Señora de Roches, cerca de Salamanca, España (434).

24 La plaga en Roma termina después que el Papa encabeza una procesión con la pintura de Nuestra Señora hecha por San Lucas, (591).

25 Nuestra Señora de la Victoria, Constantinopla (621). Nuestra Señora del Gran Poder, Quebec, Canadá (1673).

26 Nuestra Señora de los Campos, Paris, Francia, consagrada por San Denis (250).

27 Nuestra Señora de la Luz, Lisboa, Portugal, y Palermo, Italia (Siglo 18).

28 Institución del Monasterio de la Anunciación, Bethune, Francia (1519).

Marzo

1   Nuestra Señora de la Cruz ( Della Croce) Crema, Italia (1873).

  Nuestra Señora de las Apariciones Madrid, España (1449).

3   Nuestra Señora de los Angeles Toluse, Francia. Nuestra Señora de Longport Valois, Francia (1131).

4   Nuestra Señora de la Guardia, Marsella, Francia (1221).

5   Nuestra Señora de la Buen Auxilio, Montreal, Canada, (1657).

6   Nuestra Señora de Nazaret, Pierre Noire, Portugal (1150).

7   Nuestra Señora de la Estrella, Villa Viciosa, Portugal.

8   Nuestra Señora de las Virtudes, Lisboa, Portugal. Las 10 principales virtudes por las que ella es conocida: Pureza, Prudencia. Humildad, Fe, Piedad, Obediencia, Pobreza, Paciencia, Caridad y Compasión.

9   Nuestra Señora de Savigny, Francia (1112).

10 Nuestra Señora de la Vid, Tuscani, Italia.

11 Nuestra Señora de los Bosques, Porto, Portugal (Siglo 12) y Bretaña (1419).

12 Nuestra Señora de los Milagros, St. Maur del Fosses, Francia.

13 Nuestra Señora de la Emperadora, Roma (593)

14 Nuestra Señora de la Breche, Chartres, Francia (1568).

15 Nuestra Señora de la Clandestinidad, Chartres, Francia (911)

16 Nuestra Señora de la Fuente, Constantinopla (460).

17 Nuestra Señora de Irlanda (1697). El Oficio de Nuestra Señora es instituido por el Papa Urbano II (1095).

18 Nuestra Señora de las Mercedes de Savona.

19 Solemnidad de San José, Esposo de la Santísima Virgen María. La Señora Bella, Nogent-sur-Seine, Francia.

20 Nuestra Señora de Calevourt, cerca de Bruselas, Bélgica (1454).

21 Nuestra Señora de Bruges, Flandes (1150), donde se preserva un rizo de pelo de la Virgen.

22 Nuestra Señora de Citeaux, Francia (1098), construida por San Roberto.

23 Nuestra Señora de la Victoria de Lepanto, Hungría (1716)

24 Víspera de la Anunciación instituida por Gregorio II

25  Solemnidad de la Anunciación 

26 Nuestra Señora de Soessons, Francia (1128). En la Abadía se guarda uno de los zapatos de Nuestra Señora.

27 Aparición de Nuestro Señor a Nuestra Señora, en cuanto resucitó de los muertos (de acuerdo con la fecha original).

28 Nuestra Señora de Castelbruedo, Cataluña, España.

29 Aparición de Nuestra Señora a Santa Bonet (Siglo 7).

30 Restablecimiento de la Capilla de Nuestra Señora en Boulogne-sur-mer, por el Obispo Claude Dormy.

31 Nuestra Señora de la Santa Cruz, Jerusalén

Abril

María mes de mayo (ft img)

1   Nuestra Señora de las Lágrimas, Sicilia (1953).

  Nuestra Señora de la Alta Gracia, Higuey, República Dominicana (1506). Nuestra Señora la Grande, Pointers, Francia.

 Aparición de Nuestro Señor a Nuestra Señora y los Apóstoles en el cenáculo.

4   Nuestra Señora de la Gracia, Normandía, Francia.

5   Nuestra Señora de la Divina Providencia, Cussanio, Italia (1856).

6   Nuestra Señora de la Concepción, Flandes (1553).

7   Nuestra Señora de Puig, Valencia, España.

8   Nuestra Señora del Valle, Sicilia (1040).

9   Nuestra Señora de Myans, Savoy, Francia (1249).

10 Nuestra Señora de Laval (1646).

11 Nuestra Señora de Fourviere, Francia.

12 Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Cuba.

13 Nuestra Señora de Mantua (1640).

14 Apariciones de Nuestra Señora a Santa Ludwina (1433). Nuestra Señora de Guam (1825).

15 Nuestra Señora de Keiff, Rusia (1010).

16 Nuestra Señora de las Victorias en la Iglesia de San Marcos, Venecia.

17 Nuestra Señora de Arabida, Portugal (Siglo 16).

18 El Papa Urbano Vi concede una indulgencia plenaria a todos aquellos que visiten la Iglesia de Nuestra Señora de Loreto (Siglo 14).

19 Nuestra Señora de Lyons, Francia (1643).

20 Nuestra Señora de Schier, Bavaria.

21 Institución de la Cofradía de la Inmaculada Concepción, Toledo, España (1506).

22 Nuestra Señora de Betharam, Francia (1503).

23 Nuestra Señora de Mende, África (Siglo 16).

24 Nuestra Señora de Bonaria, Isla Cerdeña (1370). Declara Patrona de Cerdeña en 1908.

25 Dedicación de la Santa Capilla Menor de Paris en honor a Nuestra Señora(1248)

26 Nuestra Señora del Buen Consejo y Nuestra Señora de Nairea, Navarra (1048).

27 Nuestra Señora de Moreneta, España.

28 Nuestra Señora del Roble, Anjou, Francia. Nuestra Señora de Quito, Ecuador (1534). “Nuestra Señora del Terremoto”.

29 Nuestra Señora de la Fe, Amiens, Francia.

30 Nuestra Señora del África, Argel (1876).

Mayo

Cuarto Domingo:  Nuestra Señora de Carquere, Portugal.

  Nuestra Señora de Reina de Mayo.

  Nuestra Señora de Oviedo, España. (711).

3   Nuestra Señora de Jasna Gora, Polonia.

4   Nuestra Señora Ayudante, Normandía, Francia.

  Nuestra Señora Reina de los Apóstoles.

6   Nuestra Señora de los Milagros en la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, Roma (1483).

7   Nuestra Señora de Haut (1267).

      Los Siete Gozos de Nuestra Señora (Siglo 11).

8   Nuestra Señora de Luján (Argentina) y Nuestra Señora de Pompeii.

  Nuestra Señora de Loreto, Ancona, Italia..

10 Dedicación de Constantinopla a Nuestra Señora por Constantino el Grande (Siglo 4). Nuestra Señora de Saussaie, Paris (1305).

11 Nuestra Señora de Aparecida, Patrona de Brazil. Aparición de Nuestra Señora a San Felipe Neri (1594).

12 Nuestra Señora del Poder, Aubervillers, Francia.

Virgen de Fátima (ft img) 2

13  Nuestra Señora de Fátima.
      Dedicación de Nuestra Señora de los Mártires, Roma (608).

14 Nuestra Señora de Bavaria (1330).

15 Nuestra Señora de Francia (1860).

16 Apariciones de Nuestra Señora Santa Catalina de Alejandría (Siglo 4).

17 Nuestra Señora de las Lagrimas, Italia (1494)

18 Dedicación de Nuestra Señora de la Abadía Bon Port, Diócesis de Evreux (1190).

19 Nuestra Señora de Flines, Douay (1279)

20 Dedicación de la Iglesia de La Ferté, Burgandy en honor a Nuestra Señora(1113).

21 Nuestra Señora de Vladimir, Rusia (1115). Nuestra Señora del Sudor, Salerno, Italia (1611).

22 Nuestra Señora del Monte Virgen, cerca de Nápoles, Italia (1119).

23 Nuestra Señora de los Milagros de Brescia, Italia (1478).

24 Nuestra Señora María Auxiliadora, Europa (Siglo 16).

25 Nuestra Señora la Nueva, Jerusalén (530).

26 Nuestra Señora de Caravaggio, Italia. (1432).

27 Nuestra Señora de Nápoles, Italia (533).

28 Fiesta de las Reliquias de Nuestra Señora, Venecia, Italia.

29 Nuestra Señora de Ardents, Arras, Francia (1095).

30 Nuestra Señora del Sagrado Corazón, México (1966). Dedicación de la Iglesia de Monte Virgen, cerca de Nápoles, Italia (1126).

31  Fiesta de la Visitación de Nuestra Señora,
Mediadora de Todas las Gracias (Trad.).
El Reinado de María (Trad.)

Junio

  Nuestra Señora de la Estrella, Aquileia, Italia (Siglo 15).

  Nuestra Señora de Edesa, Asia Menor, en honor a la estatua que le hablo a San Alexis (400).

3   Nuestra Señora de Sasopoli, Italia (Siglo 14).

4   Nuestra Señora de la Colina, Lombardía, Italia (Siglo 4).

5   Nuestra Señora de Haut, Francia (1428).

  Institución de las Monjas de la Visitación de Nuestra Señora por San Francisco de Sales (1610).

7   Nuestra Señora de Marienthal, Alemania, (Siglo 13).

  Nuestra Señora de Alejandría, Egipto (Siglo 4).

  Nuestra Señora de Mentorello, Italia. Nuestra Señora de Ligny, Loraine, Francia.

10 Nuestra Señora de Cranganor, India. La Iglesia fue construida por uno de los tres Magos (52).

11 Nuestra Señora de Esquernes, Flanders (1162).

12 Apariciones de Nuestra Señora a San Germán, Francia (Siglo 13).

13 Dedicación de la Iglesia de Nuestra Señora de Sichem, Bélgica (1604).

14 Nuestra Señora de Arras, Francia (371).

15 Fundación de Nuestra Señora de la Feuillants, Tolosa, Francia (1145). Nuestra Señora del Filo, Inglaterra, (Siglo 12).

16 Nuestra Señora de Aix de la Chapelle, Alemania (804).

17 Nuestra Señora del Bosque, Britanny, Francia (1419).

18 Aparición de Nuestra Señora a Santa Inés de Monte Pulciano, Italia.

19 Nuestra Señora de Monte Senario, Florencia, Italia (1240).

20 Nuestra Señora de la Consolación, Luxemburgo (1624).

21 Nuestra Señora de Matarieh en el Gran Cairo, Egipto.

22 Nuestra Señora de Narni, Italia (Siglo 15), habló con la Beata Lucia.

23 Nuestra Señora de Justinienne en Cartago, (Siglo 6).

24 Nuestra Señora de Clos Evrard, Trier, Alemania (1449).

25 Maternidad Divina de Nuestra Señora, declarada en el Concilio de Efeso en el año 431.

26 Nuestra Señora de Meliapore, Indias del Este (1542).

27 Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Siglo 13). Nuestra Señora del Dorade, Tolosa, Francia.

28 Institución del Ángelus de Nuestra Señora, Europa (1456).

b Nuestra Señora de Buglose, Francia (1634).

30 Nuestra Señora de Calais, Francia (1347).

Julio

Virgen María 8 (ft img)

1   Dedicación de la Iglesia de Jumieges, Normandía, Francia. (1067).

  Fiesta de la Visitación de Nuestra Señora, instituida por el Papa Urbano IV en 1385.

  Nuestra Señora de la Carolle, Paris (1418).

4   Nuestra Señora de los Milagros, Aviñón, Francia, construida por el Papa Juan XXII (Siglo 14).

5   Dedicación de Nuestra Señora de Cambray, Arras, Francia (1472).

6   Nuestra Señora D´Iron, Dunois, Francia (1631).

7   Nuestra Señora de Arras, Los Países Bajos (1380).

  Nuestra Señora de Kazán, Rusia, (1579).

9   Nuestra Señora de la Expiación, Graymoor, Nueva York. (1948).

10 Nuestra Señora de Boulogne, Francia (1469).

11 Nuestra Señora de Clary, cerca de Orleans, Francia (Siglo 15).

12 Nuestra Señora de Lure, Aviñón, Francia (1110).

13 Imagen de Nuestra Señora de Chartres, Francia, con la inscripción “A una virgen que dará a luz”. Un siglo antes del nacimiento de Cristo.

14 Nuestra Señora del Arbusto, Portugal, (1118).

15 Nuestra Señora de Molanus, Jerusalén (1099).

16 Nuestra Señora del Carmen. Fiesta del Escapulario Café (1251).

17 Nuestra Señora de Campitelli, Italia (524).

18 Nuestra Señora de las Victorias, Toledo, España (1202).

19 Nuestra Señora de Moyen Point, cerca de Peronne, Francia.

20 Nuestra Señora de la Gracia, en Picpus, Faubourg, St. Antoine, Paris (1629).

21 Nuestra Señora de Verdun, Lorraine (Siglo 5).

22 Nuestra Señora de la Seguridad o del Escondite Seguro, Overloon, Holanda.

23 Institución de la Orden de Nuestra Señora de Premontre, Lancaster, Inglaterra

24 Fundación de Nuestra Señora de Cambrón, Francia (1148).

25 Nuestra Señora de Lac Bouchet, Quebec (1920).

26 Nuestra Señora de la Fe, Cauchy

27 Victoria sobre los Turcos por los Caballeros de Rhodes en 1480 a través de la intercesión de Nuestra Señora.

28 Nuestra Señora de la Fe, Gravelines.

29 Nuestra Señora del Rescate, Madrid, España.

30 Nuestra Señora de Gray, Francia (1602).

31 Nuestra Señora del Martirio, Lorban, Portugal.

Agosto

1   Nuestra Señora pidió el establecimiento de una Orden para la Redención de los Cautivos (1218).

2   Nuestra Señora de los Angeles, Asís, Italia (Siglo 13).

3   Nuestra Señora de las Reverencias, Londres (1071).

  Nuestra Señora de Dordrecht, Holanda. Santuario construido por Santa Santera.

  Santa María la Mayor (Nuestra Señora de las Nieves), Roma, Italia (352), donde se guarda el Pesebre de Nuestro Señor.

  Nuestra Señora de Copacabana, Bolivia.

7   Nuestra Señora de Schiedam, Holanda (Siglo 15).

8   Nuestra Señora de Kuehn, cerca de Brucelas, Bélgica.

  Nuestra Señora de Oegnies, Brabant, Países Bajos.

10 Institución de la Orden de Nuestra Señora de las Mercedes, Barcelona, España (1218).

11 Nuestra Señora del Camino, San Carlos, Missouri.

12 Nuestra Señora de Rouen, Francia.

13 Dormición de Nuestra Señora (58) (Trad.)

14 Vigilia de la Asunción de Nuestra Señora .

Asunción de la Virgen (ft img)

15 Solemnidad de la Asunción de Nuestra Señora a los cielos,  Instituida por el Papa Leo IV (847). Día de precepto.

16 Nuestra Señora de Trapani, Sicilia.

17 Victoria del Rey de Francia, implorando la intercesión de Nuestra Señora de Chartres (1304).

18 Coronación de Nuestra Señora.

19 Nuestra Señora de Don, Rusia (1380).

20 Nuestra Señora del “Ave” de San Bernardo, Brabana, Países Bajos.

21 Nuestra Señora de Knock, Irlanda (1879).

22 El Reinado de María, Octava de la Asunción, Instituida por el Papa Leo IV (847). 

23 Nuestra Señora de la Victoria de Valois, Francia (1328).

24 Nuestra Señora Salud de los Enfermos. Nuestra Señora de Benoite-Vaux, Francia.

25 Nuestra Señora de Rossano, Calabria, Italia.

26 Nuestra Señora de Czestochowa, Polonia. Nuestra Señora de la Treille Douay, Francia (1543).

27 Nuestra Señora de Moustier, Francia. Los siete gozos de la Santísima Virgen María (Trad.).

28 Nuestra Señora de Kiev, Rusia (1240)

29 Nuestra Señora de Clermont, Polonia (1380).

31 Nuestra Señora de los Fundadores, Constantinopla.

Septiembre

1   Colección de todas las Fiestas de Nuestra Señora, celebrada en Louvain.

2   Nuestra Señora de Helbron, Alemania (1441).

3   Nuestra Señora del Divino Pastor, Francia.

4   Nuestra Señora de Haut, le restauró la vida a una mujer joven (1419).

  Nuestra Señora de los Bosques, Galloro (1621).

6   Nuestra Señora de la Fuente, Valenciennes, Francia.

7   Vigilia del Nacimiento de Nuestra Señora, inspirado por el Papa Gregorio II (722).

8   Nacimiento de la Santísima Virgen María (Siglo 15) (Trad.).

9   Nuestra Señora de Le Puy, Francia (221).

10 Nuestra Señora de Trut, Santuario cerca de Cologne, Alemania, construido por San Heriberto (Siglo 10).

11 Nuestra Señora de Hildesheim, Alemania (Siglo 11).

12 El Dulce Nombre de María. (Trad.)

13 Nuestra Señora de Zell (Mariazell), Austria y Nuestra Señora de Guadalupe, España (1100´s).

14 Nuestra Señora de Einsiedeln, Suiza.

Soledad de María (ft im)

15 Nuestra Señora de los Dolores
«Siete Dolores de María»: (La Presentación en el Templo, La Huida a Egipto, La Perdida en el Templo, El Vía Crucis, La Muerte de Jesús en la Cruz, Jesús ya Muerto es Puesto en sus Brazos y Jesús es Colocado en la Tumba).

16 Nuestra Señora de la Buena Nueva, Sicilia.

17 Nuestra Señora de las Candelas (Siglo 15).

18 Nuestra Señora de Smelcem, Flanders.

19 Nuestra Señora de La Salette, Francia (1846).

20 Nuestra Señora del Pie de Plata, Lorraine, Francia (1284).

21 Nuestra Señora de Pucha, Valencia (1223).

22 El Nombre de María es dado a Nuestra Señora por Santa Ana su madre.

23 Nuestra Señora de Valvenere, España.

24 Nuestra Señora del Rescate, España (1218).

25 Nuestra Señora Madre del Divino Pastor, España (1703).

26 Nuestra Señora de la Victoria en Tourney (1340).

27 Nuestra Señora de la Feliz Asamblea, Le Laus, Francia (1664).

28 Nuestra Señora de Cambrón, Francia (1322).

29 Nuestra Señora de Tongres, Francia (1081).

30 Nuestra Señora de Beaumont, Lorraine, Francia (Siglo 12).

Octubre

1   Fundación de la Abadía de la Couronne en Angouleme (1122).

  Nuestra Señora de la Asunción, Nápoles, Italia (Siglo 11).

  Nuestra Señora del Lugar, Roma (1250).

4   Nuestra Señora de Vaussivieres, Auvergne, Francia (1374).

5   Nuestra Señora de Buch, Guienne.

6   Nuestra Señora de Toda Ayuda, (1640). Nuestra Señora de la Plebe, Venecia (1480).

7   Nuestra Señora del Rosario, instituida por el Papa Gregorio XIII (1573).

8   Iglesia de Nuestra Señora de los Regalos, Avignon, Francia (Siglo 1), fundada por Santa Marta.

9   Cura Milagrosa de San Juan Damaceno por Nuestra Señora (723) (le fue restaurada una mano gravemente enferma).

10 Nuestra Señora del claustro, Citeaux, Francia (1624).

11 Fiesta de la Divina Maternidad de Nuestra Señora (Trad.).

12 Nuestra Señora del Pilar, Zaragoza, España (36). Nuestra Señora de Zapopán, México (1541). Nuestra Señora de la Fe, Bélgica (1609).

13 Nuestra Señora de Clairveaux, Francia (Siglo 12).

14 Nuestra Señora de Larochelle, Francia (Siglo 7).

15 Dedicación de la Iglesia de Nuestra Señora de Terouenne (1133).

16 Dedicación de la Iglesia de Nuestra Señora de Milán (1417) por el Papa Martín V.

17 Dedicación de la Cueva de Nuestra Señora de Chartres, Francia (46), por San Pontiano.

18 Dedicación de la Iglesia de Nuestra Señora de Reims (405), construida por San Nicasio.

19 Dedicación de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Abadía, Francia (1235), fundada por San Luis.

20 Dedicación de la Abadía de Nuestra Señora, Pontigny, Francia (1114).

21 Nuestra Señora de Talan, Francia.

22 Nuestra Señora de la Clandestinidad, Gran Cairo (Siglo 12).

23 Nuestra Señora de la Consolación, Francia.

24 Nuestra Señora de los Ermitaños, Suiza, (1418).

25 Dedicación de la Catedral de Nuestra Señora de Toledo, España (1075).

26 Nuestra Señora de la Victoria, Francia (1225).

27 Dedicación de la Basílica de Nuestra Señora Auxilio de los Cristianos, Turín, Italia, construida por San Juan Bosco (1868).

28 Nuestra Señora de Vivonne, Francia.

29 Nuestra Señora de Oropa, Italia (380).

30 Nuestra Señora de Mondevi, Piedmont (1540).

31 El Milagro de San Fort, Chartres, Francia, (1116).

Noviembre

María y el niño (ft img)

1   Nuestra Señora de la Palma, Cádiz, España.

2   Nuestra Señora de Emminont, Francia.

3   Nuestra Señora de Rennes, Francia.

4   Nuestra Señora de Port Louis, Milán, Italia.

5   Nuestra Señora de Damietta, Egipto, (1220).

  Nuestra Señora de Valfleurie, Francia.

7   Nuestra Señora del Estanque, Francia, (1531).

8   Nuestra Señora de Belle Fontaine, La Rochelle.

9   Nuestra Señora de Almudena, Madrid, España.

10 Curación Milagrosa a través de la Intercesión de Nuestra Señora de Loreto, (1552).

11 Nuestra Señora de los Portugueses, (1546).

12 Nuestra Señora de la Torre Secreta, Turín, Italia, (1863).

13 Nuestra Señora de Nanteuil, Francia (Siglo 1).

14 Nuestra Señora de la Gruta, Lamego, Portugal.

15 Nuestra Señora de Pignerol, Francia, (1098).

16 Nuestra Señora de Chieves, Bélgica, (1130).

17 Nuestra Señora de Sión, Reina de los Judíos, (1393).

18 Virgen del Rosario de Chiquinquirá, Colombia, (1555).

19 Nuestra Señora de la Buena Noticia o Noticias Alegres.

20 Nuestra Señora de La Guarde, Italia.

21 Presentación de la Santísima Virgen María (13 A.C.).

22 Nuestra Señora de Lavang, Viet Nam (1798).

23 Nuestra Señora de, Italia

24 Nuestra Señora de Montserrat, España.

25 Nuestra Señora de la Roca de Fiesola, Italia (1028).

26 Nuestra Señora de las Montañas, Italia, (1500).

27 Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, (1830).

28 Nuestra Señora de Walsingham, Inglaterra.

29 Aparición de Nuestra Señora en Beauraing, Bélgica (1932).

30 Nuestra Señora de Genesta.

Diciembre

  Nuestra Señora de Ratisbon, Bavaria (1842).

  Nuestra Señora de Didinia, Capadocia, Turquía.

3   Nuestra Señora de Filermo, Malta. Nuestra Señora de la Victoria, Paris (1629).

4   Nuestra Señora la Chappelle, Abbeville (1400).

5   Nuestra Señora del Colegio Jesuita, Roma (1584).

  Nuestra Señora de Seez, construida por San Latuin (Siglo 5).

7   Nuestra Señora de Paris (1550).

Inmaculada concepción (ft img)

8   Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Día de precepto.

9   Nuestra Señora de la Concepción, Nápoles, Italia (1618).

10 Nuestra Señora de Loreto, Italia (1291).

11 Nuestra Señora de los Angeles, Paris (1212).

12  Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de México y del Continente Americano (1531).

13 Nuestra Señora de la Santa Capilla, Paris (1550).

14 Nuestra Señora de Alba Royale, Hungría (1005).

15 Nuestra Señora las Fuerzas Armadas.

16 Nuestra Señora del Bueno o Feliz Parto, traída de Madrid, España a San Agustín, Florida (1565).

17 Nuestra Señora de Amiens, Francia.

18 Dedicación de Nuestra Señora de Marsella por San Lázaro.

19 Nuestra Señora de Toledo, España (657).

20 Nuestra Señora de Molene, Francia (1075).

21 Nuestra Señora de San Acheul, Amiens, Francia.

22 Nuestra Señora de Chartres, Madre de la Juventud, Francia (1935).

23 Nuestra Señora de Ardilliers, Francia.

24 Nupciales de Nuestra Señora y San José.

25  Nacimiento de Nuestro Jesucristo, Dios y Señor. Día de precepto

26 Nuestra Señora de Acheripita, Rossano, Italia (1140)

27 Fiesta de la Sagrada Familia. Institución de los Caballeros de Nuestra Señora(1370).

28 Nuestra Señora de Pontoise, Francia (Siglo 12).

29 Nuestra Señora de Spire, Alemania (1146).

30 Nuestra Señora de Bolonia, Italia (1193).

31 La Imagen de Nuestra Señora de Chartres trajo de nuevo a la vida al hijo del Rey Geoffry.

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Fuente: Corazonez.org


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Nacimiento de la Virgen María. Visión de María Valtorta https://www.reinadelcielo.org/nacimiento-de-la-virgen-maria-vision-de-maria-valtorta/ Mon, 09 Sep 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=23119 Veo a Ana saliendo al huerto – jardín. Va apoyándose en el brazo de una pariente (se ve porque se parecen). Está muy gruesa y parece cansada, quizás también porque hace bochorno, un bochorno muy parecido al que a mí me hace sentirme abatida.

A pesar de que el huerto sea umbroso, el ambiente es abrasador y agobiante. Bajo un despiadado cielo, de un azul ligeramente enturbiado por el polvo suspendido en el espacio, el aire es tan denso, que podría cortarse como una masa blanda y caliente. Debe persistir ya mucho la sequía, pues la tierra, en los lugares en que no está regada, ha quedado literalmente reducida a un polvo finísimo y casi blanco. Un blanco ligeramente tendente a un rosa sucio. Sin embargo, por estar humedecida, es marrón oscura al pie de los árboles, como también a lo largo de los cortos cuadros donde crecen hileras de hortalizas, .y en torno a los rosales, a los jazmines o a otras flores de mayor o menor tamaño (que están especialmente a lo largo de todo el frente de una hermosa pérgola que divide en dos al huerto hasta donde empiezan las tierras, ya despojadas de sus mieses). La hierba del prado, que señala el final de la propiedad, está requemada; se ve rala. Sólo permanece la hierba más verde y tupida en los márgenes del prado, donde hay un seto de espino blanco silvestre, ya todo adornado de los rubíes de los pequeños frutos; en ese lugar, en busca de pastos y de sombra, hay unas ovejas con su zagalillo.

Joaquín, con otros dos hombres como ayuda, está dedicado a las hortalizas y a los olivos. A pesar de ser anciano, es rápido y trabaja con gusto. Están abriendo unas pequeñas protecciones de las lindes de una parcela para proporcionar agua a las sedientas plantas. Y el agua se abre camino borboteando entre la hierba y la tierra quemada, y se extiende en anillos que, en un primer momento, parecen como de cristal amarillento para luego ser anillos oscuros de tierra húmeda en torno a los sarmientos y a los olivos colmados de frutos.

Lentamente, Ana, por la umbría pérgola, bajo la cual abejas de oro zumban ávidas del azúcar de los dorados granos de las uvas, se dirige hacia Joaquín, el cual, cuando la ve, se apresura a ir a su encuentro.
-¿Has llegado hasta aquí?.
– La casa está caliente como un horno».
– Y te hace sufrir».
Es mi único sufrimiento en este último período mío de embarazo. Es el sufrimiento de todos, de hombres y de nimales. No te sofoques demasiado, Joaquín.
– El agua que hace tanto que esperamos, y que hace tres días que parece realmente cercana, no ha llegado todavía. Las ierras arden. Menos mal que nosotros tenemos el manantial cercano, y muy rico en agua. He abierto los canales. Poco alivio para estas plantas cuyas hojas ya languidecen cubiertas de polvo. No obstante, supone ese mínimo que las mantiene en vida. ¡Si lo viera!…

Joaquín, con el ansia de todos los agricultores, escudriña el cielo, mientras Ana, cansada, se da aire con un abanico parece hecho con una hoja seca de palma traspasada por hilos multicolores que la mantienen rígida).

La pariente dice:
– Allí, al otro lado del Gran Hermón, están formándose nubes que avanzan elozmente. Viento del norte. Bajará la emperatura y dará agua.
– Hace tres días que se levanta y luego cesa cuando sale la Luna. Sucederá lo mismo esta vez – Joaquín está desalentado.
– Vamos a casa. Aquí tampoco se respira; además, creo que conviene volver – dice Ana, que ahora se le ha puesto de improviso pálida la cara. ¿Sientes dolor?
– No. Siento la misma gran paz que experimenté en el Templo cuando se me otorgó la gracia, y que luego volví a sentir tra vez al saber que era madre. Es como un éxtasis. Es un dulce dormir del cuerpo, mientras el espíritu exulta y se aplaca con una paz sin parangón humano. Yo te he amado, Joaquín, y, cuando entré en tu casa y me dije: “Soy esposa de un justo”, sentí paz, como todas las otras veces que tu próvido amor se prodigaba en mí. Pero esta paz es distinta. Creo que es una paz como la que debió invadir, como una deleitosa unción de aceite, el espíritu de Jacob, nuestro padre, después de su sueño de ángeles. O semejante, más bien, a la gozosa paz de los Tobías tras habérseles manifestado Rafael. Si me sumerjo en ella, al saborearla, crece cada vez más. Es como si yo ascendiera por los espacios azules del cielo… y, no sé por qué, pero, desde que tengo en mí esta alegría pacífica, hay un cántico en mi corazón: el del anciano Tobit. Me parece como si hubiera sido compuesto para esta hora… para esta alegría… para la tierra de Israel que es su destinataria… para Jerusalén, pecadora, mas ahora perdonada… bueno… no os riáis de los delirios de una madre… pero, cuando digo: “Da gracias al Señor por tus bienes y bendice al Dios de los siglos para que vuelva a edificar en ti su Tabernáculo”, yo pienso que aquel que reedificará en Jerusalén el Tabernáculo del Dios verdadero, será este que está para nacer… y pienso también que, cuando el cántico dice: “Brillarás con una luz espléndida, todos los pueblos de la tierra se postrarán ante ti, las naciones irán a ti llevando dones, adorarán en ti al Señor y considerarán santa tu tierra, porque dentro de ti invocarán el Gran Nombre. Serás feliz en tus hijos porque todos serán bendecidos y se reunirán ante el Señor.

¡Bienaventurados aquellos que te aman y se alegran de tu paz!…”, cuando dice esto, pienso que es profecía no ya de la Ciudad Santa, sino del destino de mi criatura, y la primera que se alegra de su paz soy yo, su madre feliz… El rostro de Ana, al decir estas palabras, palidece y se enciende, como una cosa que pasase de luz lunar a vivo fuego, y viceversa. Dulces lágrimas le descienden por las mejillas, y no se da cuenta, y sonríe a causa de su alegría. Y va yendo hacia casa entre su esposo y su pariente, que escuchan conmovidos en silencio.

Se apresuran, porque las nubes, impulsadas por un viento alto, galopan y aumentan en el cielo mientras la llanura se oscurece y tirita por efectos de la tormenta que se está acercando. Llegando al fibra! de la puerta, un primer relámpago lívido surca el cielo. El ruido del primer trueno se asemeja al redoble de un enorme bombo ritmado con el arpegio de las primeras gotas sobre las abrasadas hojas.

Entran todos. Ana se retira. Joaquín se queda en la puerta con unos peones que le han alcanzado, hablando de esta agua tan esperada, bendición para la sedienta tierra. Pero la alegría se transforma en temor, porque viene una tormenta violentísima con rayos y nubes cargadas de granizo.
– Si rompe la nube, la uva y las aceitunas quedarán trituradas como por rueda de molino. ¡Pobres de nosotros!».

Joaquín tiene además otro motivo de angustia: su esposa, a la que le ha llegado la hora de dar a luz al hijo. La pariente le dice que Ana no sufre en absoluto. Él está, de todas formas, muy inquieto, y, cada vez que la pariente u otras mujeres (entre las cuales está la madre de Alfeo) salen de la habitación de Ana para luego volver con agua caliente, barreños y paños secados a la lumbre, que, jovial, brilla en el hogar central en una espaciosa cocina, él va y pregunta, y no le calman las explicaciones tranquilizadoras de las mujeres. También le preocupa la ausencia de gritos por parte de Ana. Dice:

Yo soy hombre. Nunca he visto dar a luz. Pero recuerdo haber oído decir que la ausencia de dolores es fatal….
Declina el día antes de tiempo por la furia de la tormenta, que es violentísima. Agua torrencial, viento, rayos… de todo, menos el granizo, que ha ido a caer a otro lugar.
Uno de los peones, sintiendo esta violencia, dice:
– Parece como si Satanás hubiera salido de la Gehena con sus demonios. ¡Mira qué nubes tan negras! ¡Mira qué exhalación de azufre hay en el ambiente, y silbidos y voces de lamento y maldición! Si es él, ¡está enfurecido esta noche!.
El otro peón se echa a reír y dice:
– Se le habrá escapado una importante presa, o quizás Miguel de nuevo le habrá lanzado el rayo de Dios, y tendrá cuernos y cola cortados y quemados.
Pasa corriendo una mujer y grita:
¡Joaquín! ¡Va a nacer de un momento a otro! ¡Todo ha ido rápido y bien!
Y desaparece con una pequeña ánfora en las manos.
Se produce un último rayo; tan violento, que lanza contra las paredes a los tres hombres. En la parte delantera de la casa, en el suelo del huerto, queda como recuerdo un agujero negro y humeante. Luego, de repente, cesa la tormenta. De detrás de la puerta de Ana viene un vagido (parece el lamento de una tortolita en su primer arrullo). Mientras, un enorme arco iris extiende su faja semicircular por toda la amplitud del cielo. Surge, o por lo menos lo parece, de la cima del Hermón (la cual, besada por un filo de sol, parece de alabastro de un blanco – rosa delicadísimo), se eleva hasta el más terso cielo septembrino y, salvando espacios limpios de toda impureza, deja debajo las colinas de Galilea y un terreno llano que aparece entre dos higueras, que está al Sur, y luego otro monte, y parece posar su punta extrema en el extremo horizonte, donde una abrupta cadena de montañas detiene la vista.
-¡Qué cosa más insólita!
-¡Mirad, mirad!
Parece como si reuniera en un círculo a toda la tierra de Israel, y… ya… ¡fijaos!, ya hay una estrella y el Sol no se ha puesto todavía. ¡Qué estrella! ¡Reluce como un enorme diamante!…
-¡Y la Luna, allí, ya llena y aún faltaban tres días para que lo fuera! ¡Fijaos cómo resplandece!.

Las mujeres irrumpen, alborozadas, con un “ovillejo” rosado entre cándidos paños.
¡Es María, la Mamá! Una María pequeñita
, que podría dormir en el círculo de los brazos de un niño; una María que al máximo tiene la longitud de un brazo, una cabecita de marfil teñido de rosa tenue, y unos labiecillos de carmín que ya no lloran sino que instintivamente quieren mamar (tan pequeñitos, que no se ve cómo van a poder coger un pezón), y una naricita diminuta entre dos carrillitos redondetes. Si la estimulan abre los ojitos: dos pedacitos de cielo, dos puntitos inocentes y azules que miran, y no ven, entre sutiles pestañas de un rubio tan tenue que es casi rosa. También el vello de su cabeza redondita tiene una veladura entre rosada y rubia como ciertas mieles casi blancas.

Tiene por orejas dos conchitas rosadas y transparentes, perfectas; y por manitas… ¿qué son esas dos cositas que gesticulan y buscan la boca? Cerradas, como están, son dos capullos de rosa de musgo que hubieran hendido el verde de los sépalos y asomaran su seda rosa tenue; abiertas, como están ahora, dos joyeles de marfil apenas rosa, de alabastro apenas rosa, con cinco pálidos granates por uñitas. ¿Cómo podrán ser capaces de secar tanto llanto esas manitas?
¿Y los piececitos? ¿Dónde están? Por ahora son sólo pataditas escondidas entre los lienzos. Pero, he aquí que la pariente se sienta y la destapa… ¡Oh, los piececitos! De la largura aproximada de cuatro centímetros, tienen por planta una concha coralina; por dorso, una concha de nieve veteada de azul; sus deditos son obras maestras de escultura liliputiense, coronados también por pequeñas esquirlas de granate pálido. Me pregunto cómo podrán encontrarse sandalias tan pequeñas que valgan para esos piececitos de muñeca cuando den sus primeros pasos, y cómo podrán esos piececitos recorrer tan áspero camino y soportar tanto dolor bajo una cruz. Pero esto ahora no se sabe. Se ríe o se sonríe de cómo menea los brazos y las
piernas, de sus lindas piernecitas bien perfiladas, de los diminutos muslos, que, de tan gorditos como son, forman hoyuelos y aritos, de su barriguita (un cuenco invertido), de su pequeño tórax, perfecto, bajo cuya seda cándida se ve el movimiento de la respiración y se oye ciertamente, si, como hace el padre feliz ahora, en él se apoya la boca para dar un beso, latir un corazoncito… Un corazoncito que es el más bello que ha tenido, tiene y tendrá la tierra, el único corazón inmaculado de hombre.

¿Y la espalda? Ahora la giran y se ve el surco lumbar y luego los hombros, llenitos, y la nuca rosada, tan fuerte, que la cabecita se yergue sobre el arco de las vértebras diminutas, como la de un ave escrutadora en torno a sí del nuevo mundo que ve, y emite un gritito de protesta por ser mostrada en ese modo; Ella, la Pura y Casta, ante los ojos de tantos, Ella, que jamás volverá a ser vista desnuda por hombre alguno, la Toda Virgen, la Santa e Inmaculada. Tapad, tapad a este Capullo de azucena que nunca se abrirá en la tierra, y que dará, más hermosa aún que Ella, su Flor, sin dejar de ser capullo. Sólo en el Cielo la Azucena del Trino Señor abrirá todos sus pétalos. Porque allí arriba no existe vestigio de culpa que pudiera involuntariamente profanar ese candor.

Porque allí arriba se trata de acoger, a la vista de todo el Empíreo, al Trino Dios – Padre, Hijo, Esposo – que ahora, dentro de pocos años, celado en un corazón sin mancha, vendrá a Ella.

De nuevo está envuelta en los lienzos y en los brazos de su padre terreno, al que asemeja. No ahora, que es un bosquejo de ser humano. Digo que le asemeja una vez hecha mujer. De la madre no refleja nada; del padre, el color de la piel y de los ojos, y, sin duda, también del pelo, que, si ahora son blancos, de joven eran ciertamente rubios a juzgar por las cejas. Del padre son las facciones — más perfectas y delicadas en Ella por ser mujer, ¡y qué Mujer!; también del padre es la sonrisa y la mirada y el modo de moverse y la estatura. Pensando en Jesús como lo veo, considero que ha sido Ana la que ha dado su estatura a su Nieto, así como el color marfil más cargado de la piel; mientras que María no tiene esa presencia de Ana (que es como una palma alta y flexible), sino la finura del padre. También las mujeres, mientras entran con Joaquín donde se encuentra la madre feliz para devolverle a su hijita, hablan de la tormenta y del prodigio de la Luna, de la estrella, del enorme arco iris.

Ana sonríe ante un pensamiento propio:
– Es la estrella – dice Su signo está en el cielo. ¡María, arco de paz! ¡María, estrella mía! ¡María, Luna pura! ¡María, perla nuestra!.

– ¿María la llamas?.
– Sí. María, estrella y perla y luz y paz…
– Pero también quiere decir amargura… ¿No temes acarrearle alguna desventura?
Dios está con Ella. Es suya desde antes de que existiera. Él la conducirá por sus vías y toda amargura se transformará en paradisíaca miel. Ahora sé de tu mamá… todavía un poco, antes de ser toda de Dios….
Y la visión termina en el primer sueño de Ana madre y de María recién nacida.

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Relatos y visiones de la vida de Jesús y María en la tierra, de Maria Valtorta, de su obra “El Poema de El Hombre-Dios”.


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Natividad de la Virgen María https://www.reinadelcielo.org/natividad-de-la-virgen-maria/ Thu, 05 Sep 2024 18:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=5168 ¡Felicidades a nuestra Madre!
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¡El día 8 de septiembre, celebramos en toda la Iglesia, con gran alegría, el nacimiento de la la Virgen María!

La celebración de la fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María, es conocida en Oriente desde el siglo VI. Fue fijada el 8 de septiembre, día con el que se abre el año litúrgico bizantino, el cual se cierra con la Dormición, en agosto. En Occidente fue introducida hacia el siglo VII y era celebrada con una procesión-letanía, que terminaba en la Basílica de Santa María la Mayor.

El Evangelio no nos da datos del nacimiento de María, pero hay varias tradiciones. Algunas, considerando a María descendiente de David, señalan su nacimiento en Belén. Otra corriente griega y armenia, señala Nazareth como cuna de María.

Sin embargo, ya en el siglo V existía en Jerusalén el santuario mariano situado junto a los restos de la piscina Probática, o sea, de las ovejas. Debajo de la hermosa iglesia románica, levantada por los cruzados, que aún existe -la Basílica de Santa Ana- se hallan los restos de una basílica bizantina y unas criptas excavadas en la roca que parecen haber formado parte de una vivienda que se ha considerado como la casa natal de la Virgen.

Natividad de la Virgen María 3

Esta tradición, fundada en apócrifos muy antiguos como el llamado Protoevangelio de Santiago (siglo II), se vincula con la convicción expresada por muchos autores acerca de que Joaquín, el padre de María, fuera propietario de rebaños de ovejas. Estos animales eran lavados en dicha piscina antes de ser ofrecidos en el templo.

La fiesta tiene la alegría de un anuncio premesiánico. Es famosa la homilía que pronunció San Juan Damasceno (675-749) un 8 de septiembre en la Basílica de Santa Ana, de la cual extraemos algunos párrafos:

“¡Ea, pueblos todos, hombres de cualquier raza y lugar, de cualquier época y condición, celebremos con alegría la fiesta natalicia del gozo de todo el Universo. Tenemos razones muy válidas para honrar el nacimiento de la Madre de Dios, por medio de la cual todo el género humano ha sido restaurado y la tristeza de la primera madre, Eva, se ha transformado en gozo. Ésta escuchó la sentencia divina: parirás con dolor. A María, por el contrario, se le dijo: Alégrate, llena de gracia!

¡Oh feliz pareja, Joaquín y Ana, a ustedes está obligada toda la creación! Por medio de ustedes, en efecto, la creación ofreció al Creador el mejor de todos los dones, o sea, aquella augusta Madre, la única que fue digna del Creador. ¡Oh felices entrañas de Joaquín, de las que provino una descendencia absolutamente sin mancha! ¡Oh seno glorioso de Ana, en el que poco a poco fue creciendo y desarrollándose una niña completamente pura, y, después que estuvo formada, fue dada a luz! Hoy emprende su ruta la que es puerta divina de la virginidad. De Ella y por medio de Ella, Dios, que está por encima de todo cuanto existe, se hace presente en el mundo corporalmente. Sirviéndose de Ella, Dios descendió sin experimentar ninguna mutación, o mejor dicho, por su benévola condescendencia apareció en la Tierra y convivió con los hombres”.

La fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen María se comenzó a celebrar oficialmente con el Papa San Sergio (687-701 d.C.) al establecer que se celebraran en Roma cuaro fiestas en honor de Nuestra Señora: la Anunciación, la Asunción, la Natividad y la Purificación.

Si pensamos por cuántas cosas podemos hoy alegrarnos, cuántas cosas podemos festejar y por cuántas cosas podemos alabar a Dios; todos los signos, por muchos y hermosos que sean, nos parecerán tan sólo un pálido reflejo de las maravillas que el Espíritu de Dios hizo en la Virgen María, y las que hace en nosotros, las que puede seguir haciendo… si lo dejamos.

Oración

Concede, Señor, a tus hijos el don de tu gracia, para que, cuantos hemos recibido las primicias de la salvación por la maternidad de la Virgen María, consigamos aumento de paz en la fiesta de su Nacimiento. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Himnos a la Natividad de María

Himno I

Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo sol nace de ella.

De Ana y de Joaquín, oriente
de aquella estrella divina,
sale luz clara y digna
de ser pura eternamente;
el alba más clara y bella
no le puede ser igual,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

No le iguala lumbre alguna
de cuantas bordan el cielo,
porque es el humilde suelo
de sus pies la blanca luna:
nace en el suelo tan bella
y con luz tan celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de ella.

Gloria al Padre, y gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos. Amén.

Himno II

Canten hoy, pues nacéis vos,
los ángeles, gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Canten hoy pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de ella
es por quien la gracia tienen.

Dignan, Señora de vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.

Canten y digan, por vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense desde ahora,
para cuando venga Dios.

Y nosotros que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también
el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios. Amén.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS MADRE QUERIDA!

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Fuentes: aciprensa y EWTN


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Santa María Reina https://www.reinadelcielo.org/santa-maria-reina/ Thu, 22 Aug 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=7614 ]]>

La Virgen Inmaculada … asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores y vencedor del pecado y de la muerte”.
(Conc. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n.59)

Tenemos la memoria de la Bienaventurada Virgen María, Reina, que engendró al Hijo de Dios, Príncipe de la paz, cuyo reino no tendrá fin, y que es saludada por el pueblo cristiano como Reina del cielo y Madre de misericordia.

El 22 de agosto celebramos a la Santísima Virgen María como Reina. María es Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo.

Origen de la fiesta

Fiesta instituida por Pío XII. Se celebra ahora en la octava de la Asunción para manifestar la conexión entre la realeza de María y su asunción a los cielos.

Oración

Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito,
concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

¡Salve, Reina caelorum; Reina caeli, laetare!

María es reina de los ángeles y de todos los hombres.

Reina y Madre (ft img)

El pueblo cristiano siempre ha reconocido a María Reina por ser madre del Rey de reyes y Señor de Señores. Su poder y sus atributos los recibe del Todopoderoso: Su Hijo, Jesucristo. Es El quien la constituye Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y aún de los ángeles.

Juan Pablo II, el 23 de julio del 1997, habló sobre la Virgen como Reina del universo. Recordó que “a partir del siglo V, casi en el mismo período en que el Concilio de Efeso proclama a la Virgen ‘Madre de Dios’, se comienza a atribuir a María el título de Reina. El pueblo cristiano, con este ulterior reconocimiento de su dignidad excelsa, quiere situarla por encima de todas las criaturas, exaltando su papel y su importancia en la vida de cada persona y del mundo entero”.

El Santo Padre explicó que “el título de Reina no sustituye al de Madre: su realeza sigue siendo un corolario de su peculiar misión materna, y expresa simplemente el poder que le ha sido conferido para llevar a cabo esta misión. (…) Los cristianos miran con confianza a María Reina, y esto aumenta su abandono filial en Aquella que es madre en el orden de la gracia”.

La Asunción favorece la plena comunión de María no sólo con Cristo, sino con cada uno de nosotros. Ella está junto a nosotros porque su estado glorioso le permite seguirnos en nuestro cotidiano itinerario terreno. (…). Ella conoce todo lo que sucede en nuestra existencia y nos sostiene con amor materno en las pruebas de la vida”.

RAZON: Las Sagradas Escrituras nos enseñan que los que son de Cristo reinarán con Él y la Virgen María es ciertamente de Cristo.

Romanos 5:17
“En efecto, si por el delito de uno solo reinó la muerte por un solo hombre ¡con cuánta más razón los que reciben en abundancia la gracia y el don de la justicia, reinarán en la vida por uno solo, por Jesucristo!”

II Timoteo 2:12
“si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él; si le negamos, también él nos negará”

María Santísima es reina de todo lo creado

Si bien todos reinaremos con Cristo, María Santísima participa de Su reinado de una forma singular y preeminente. Esto significa que Dios le ha otorgado Su poder para reinar sobre todos los hombres y los ángeles, y para vencer a Satanás.

Razones por las que María Santísima es Reina de todos:

  1. Por ser la madre de Dios hecho hombre, El Mesías, El Rey universal. (Col 1, 16).
Santa María Reina 2

Santa Isabel, movida por el Espíritu Santo, hace reverencia a María, no considerándose digna de la visita de la que es “Madre de mi Señor” (Lc 1:43). Por la realeza de su hijo, María posee una grandeza y excelencia singular entre las criaturas, por lo que Santa Isabel exclamó: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno” (Lc 1:42).

El ángel Gabriel le dijo a María que su Hijo reinaría. Ella es entonces la Reina Madre.

Su reino no es otro que el de Jesús, por el que rezamos “Venga tu Reino”. Es el Reino de Jesús y de María. Jesús por naturaleza, María por designio divino.

En 1 Reyes 2,19 vemos que la madre del Rey se sienta a su derecha.

La Virgen María es Reina por su íntima relación con la realeza de Cristo.

De la unión con Cristo Rey deriva, en María Reina, tan esplendorosa sublimidad, que supera la excelencia de todas las cosas creadas; de esta misma unión nace su poder regio, por el que Ella puede dispensar los tesoros del reino del Divino Redentor; en fin, en la misma unión con Cristo tiene origen la eficacia inagotable de su materna intercesión con su Hijo y con el Padre (cfr. Pío XII, Enc. Mystici corporis , 29-VI­1943).

  1. Por ser la perfecta discípula que acompañó a Su Hijo desde el principio hasta el final, Cristo le otorga la corona. Cf. Ap. 2,10 En María se cumplen las palabras: ” el que se humilla será ensalzado”. Ella dijo “He aquí la esclava del Señor”.
  2. Por ser la corredentora. El papa JPII, en la audiencia del 23-7-97 dijo que “María es Reina no sólo porque es Madre de Dios, sino también porque (…) cooperó en la obra de la redención del género humano. (…). Asunta al cielo, María es asociada al poder de su Hijo y se dedica a la extensión del Reino, participando en la difusión de la gracia divina en el mundo”.

Ella participa en la obra de salvación de su Hijo con su SI en el que siempre se mantuvo fiel, siendo capaz de estar al pie de la cruz (Cf. Jn 19:25)

María Santísima, reinando con su hijo, coopera con Él para la liberación del hombre del pecado. Todos nosotros, aunque en menor grado, debemos también cooperar en la redención para reinar con Cristo.

  1. Por ser el miembro excelentísimo de la Iglesia: por su misión y santidad.
    La misión de María Santísima es única pues solo ella es madre del Salvador.

Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.” -Génesis 3:15

Características del reinado de María Santísima:

  1. Preeminencia: “Su honor y dignidad sobrepasan todo la creación ; los ángeles toman segundo lugar ante tu preeminencia.” San Germán.
  2. Poder Real: Que la autoriza a distribuir los frutos de la redención. La Virgen María no solo ha tenido el más alto nivel de excelencia y perfección después de Cristo, pero también participa del poder de Su Hijo Redentor ejercita sobre las voluntades y mentes.
  3.  Inagotable eficacia de Intercesión con su Hijo y el Padre: Dios ha instituido a Maria como Reina del cielos y tierra, exaltada sobre todos los coros de ángeles y todos los santos. Estando a la diestra de su Hijo, ella suplica por nosotros con corazón de Madre, y lo que busca, encuentra, lo que pide, recibe”.
  4. Reinado de Amor y Servicio: Su reinado no es de pompas o de prepotencia como los reinos de la tierra. El reino de María es el de su Hijo, que no es de este mundo, no se manifiesta con las características del mundo. María tiene todo el poder como reina de cielos y tierra y a la vez, la ternura de ser Madre de Dios.

En la tierra ella fue siempre humilde, la sierva del Señor. Se dedicó totalmente a su Hijo y a su obra. Con El y sometida con todo su corazón con toda su voluntad a El, colaboró en el Misterio de la Redención. Ahora en el Cielo, ella continúa manifestando su amor y su servicio para llevarnos a la salvación.

Respuesta a los hermanos separados

Santa Maria Reina

Hay quienes rechazan el reinado de María Santísima alegando que ella no puede ser reina ya solo Jesús es rey.

Estos hermanos no comprenden la naturaleza del Reino. El reino de María Santísima no es un reino aparte al de su Hijo. Es el mismo reino. Donde Jesús reina, María Su Madre reina también. Se trata de dos corazones eternamente unidos en el amor divino. Dios ha dispuesto que así fuese. María, lejos de quitarle al reinado de su Hijo, lo propicia. Ella es la mas sumisa, la mas fiel en el reino y por eso también la mas exaltada.

Lucas 1:48 ” porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada”

La Fiesta Litúrgica

Pío XII en 1954, instituyó la fiesta Litúrgica del Reinado de María al coronar a la Virgen en Santa María la Mayor, Roma. En esta ocasión el Papa también promulgó el documento principal del Magisterio acerca de la dignidad y realeza de Maria, la Encíclica Ad coeli Reginam (Oct 11, 1954).

Juan Pablo II: Junio 19, 1983 en Polonia

“Al Reino de el Hijo está plenamente unido el Reino de su Madre.. su Reino y el de ella, no son de este mundo. Pero están enraizados en la historia humana, en la historia de toda la raza humana, por el hecho de que el Hijo de Dios, de la misma sustancia que el Padre, se hizo hombre por el poder del ES en el vientre de María. Y esa reino es definitivamente enraizado en la historia humana a través de la Cruz, al pie de la cual estaba la Madre de Dios como corredentora. Y es en ese evento de la Cruz y Maria al pie de su hijo, que el Reino se funda y permanece. Todas la comunidades humanas experimentan el reino maternal de María, que les trae mas de cerca el reino de Cristo.”

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Fuente: Corazones.org


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Promesas a los que cantan el “Ave Maris Stella” https://www.reinadelcielo.org/promesas-a-los-que-cantan-el-ave-maris-stella/ Wed, 17 Jul 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8509 Durante un levantamiento en Roma, un gentío llegó a la casa donde se hospedaba Santa Brígida. En seguida, la cabeza del bando habló violentamente de quemar viva a la santa. En ese instante, Santa Brígida recurrió a Nuestro Señor, preguntándole si ella debía huir y refugiarse en un lugar más seguro. Jesucristo la aconsejó diciendo que se quedara en ese mismo sitio. Jesús le dijo:

“No importa la premeditada acción que preparan de conspirar contra tu vida. Mi poder quebrantará la malicia de tus enemigos. Si Mis enemigos me crucificaron, es que Yo lo he permitido.” Luego, Nuestra Santísima Madre añadió: “Reúnanse en grupo, y cantad el Himno, “AVE MARIS STELLA”; y yo os guardaré de todo peligro.” (Este título significa: “SALVE, ESTRELLA DEL MAR”)

Aquí, dos versiones, ambas son traducciones de latín realizada por distintas personas, ambas son válidas.

Himno Ave Maris Stella Nº 1

(Salve, Estrella del mar)
Salve, del mar estrella,
Salve, madre sagrada
De Dios y siempre virgen.
Puerta del cielo santa.

Tomando de Gabriel
El Ave, Virgen alma,
Mudando el nombre de Eva,
Paces divinas trata.

La vista restituye,
Las cadenas desata,
Todos los males quita,
Todos los bienes causa.

Muéstrate madre, y llegue
Por ti nuestra esperanza
A quien, por darnos vida,
Nació de tus entrañas.

Entre todas piadosa,
Virgen, en nuestras almas,
Libres de culpa, infunde
Virtud humilde y casta.

Vida nos presta pura,
Camino firme allana;
Que quien a Jesús llega,
Eterno gozo alcanza.

Al Padre, al Hijo, al Santo
Espíritu alabanza;
Una a los tres les demos,
Y siempre eternas gracias.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.

Himno Ave Maris Stella Nº 2

(Salve, Estrella del mar)

Salve, Estrella de mar
Gran Portal del cielo,
Eres siempre Virgen
Madre del Señor.

Pronunciando el Ave
La boca de Gabriel,
Cambia de Eva el nombre,
Y nos fundó en la paz.

Desliga a los cautivos.
Alumbra a los ciegos.
Despide nuestros males.
Danos dicha plena.

Muéstrate ser Madre,
Y ofrece nuestras preces
Al Verbo Encarnado,
En tu Seno Virginal.

Virgen escogida,
Madre más benigna,
Presérvanos sin culpa,
Virtuosos y apacibles.

Pedimos vida pura.
El camino asegura.
Y ver a Jesucristo,
En gozo sempiterno.

Gloria a Dios Padre;
Gloria a Dios Hijo;
Y al Santo Espíritu,
Dios, Uno y Trino.
Amén.

Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.

Extracto, segundo sermón de San Bernardo: “El ángel fue enviado”

Arcángel Gabriel

«Oh tú, quienquiera que seas, que sabes que estás expuesto a los peligros del tempestuoso mar de este mundo más que lo que gozas de la seguridad de la tierra firme, no alejes tus ojos del esplendor de esta Estrella, de María Estrella del Mar, a menos que desees ser devorado por la tempestad.

Si los vientos de las tentaciones surgen, si eres arrojado a las rocas de las tribulaciones, mira esta Estrella, llama a María.

Si eres arrojado aquí y allá en las oleadas del orgullo, de la ambición, de las calumnias, de la envidia, levanta la mirada hacia esta Estrella, llama a María.

Si tú, aterrorizado por la magnitud de tus crímenes, perplejo ante el impuro estado de tu conciencia, y sacudido por el temor de tu Juez, empiezas a ser engullido por el abismo de la tristeza o el hoyo de la desesperanza, piensa en María; en todos tus peligros, en todas tus dificultades, en todas tus dudas piensa en María, llama a María. No serás confundido si la sigues, no desesperarás si le rezas, no te equivocarás si piensas en ella».

«Alza tus pensamientos y juzga con qué afecto quiere Él que honremos a María que ha llenado su alma con la plenitud de su bondad, de modo que toda esperanza, toda gracia, toda protección del pecado que recibamos la reconozcamos como viniendo a través de sus manos». «Veneremos a María con todo nuestro corazón y todas nuestras oblaciones, pues esa es la voluntad de quien ha hecho que recibamos todo por medio de María». «Hijos míos, ella es la escalera para los pecadores, ella es Mí mayor confianza, ella es todo el fundamento de mi esperanza».

Santo Tomás en su ensayo sobre la Salutación Angélica dice:

Ella es bendita entre todas las mujeres porque ella sola ha quitado la maldición de Adán, ha traído bendiciones a la humanidad, y ha abierto las puertas del Paraíso. Por eso es llamada María, nombre que significa “Estrella del Mar”, pues así como marineros conducen sus naves a puerto mirando las estrellas, así los Cristianos son llevados a la gloria por la intercesión de María».

San Buenaventura escribe en su Pharetra:

«Oh Santísima Virgen, así como todo el que te odia y es olvidado por ti necesariamente perecerá, así todo el que te ama y es amado por ti necesariamente será salvado».

El mismo Santo en su Vida de San Francisco habla así de la confianza de éste en la Bienaventurada Virgen:

«Amó a la Madre de nuestro Señor Jesucristo con un amor inefable, por ella nuestro Señor Jesucristo llegó a ser nuestro hermano, y por ella obtuvimos misericordia. Junto a Cristo colocó toda su confianza en ella, la miró como abogada propia y de su Orden y en su honor ayunó devotamente desde la fiesta de San Pedro y San Pablo hasta la Asunción».

Con estos santos juntaremos el nombre del Papa Inocencio III, quien fue eminentemente distinguido por su devoción a la Virgen, y no sólo celebró sus grandezas en sus sermones, sino que construyó un monasterio en su honor, y lo que es más admirable, en una exhortación que dirigió a su grey para que confíen en ella, usó palabras cuya veracidad fue luego ejemplificada en su propia persona. Así habló en su segundo sermón sobre la Asunción:

«Que el hombre que está sentado en la oscuridad del pecado mire la luna, que invoque a María para que ella interceda ante su Hijo, y le obtenga la compunción de corazón. Pues ¿quién que la haya alguna vez llamado en su desgracia no ha sido escuchado?».

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Fuente: Oraciones y devociones católicas


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Natividad de San Juan Bautista https://www.reinadelcielo.org/natividad-de-san-juan-bautista/ Mon, 24 Jun 2024 07:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=7241 ]]>

La Iglesia celebra el nacimiento de Juan (24 de junio) como algo sagrado y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja; celebramos el nacimiento de Juan y el de Cristo.

Ello no deja de tener su significado, y, si nuestras explicaciones no alcanzaran a estar a la altura de misterio tan elevado, no hemos de perdonar esfuerzo para profundizarlo, y sacar provecho de él.

Juan nace de una anciana estéril; Cristo, de una joven virgen. El futuro padre de Juan no cree el anuncio de su nacimiento y se queda mudo; la Virgen cree el del nacimiento de Cristo y lo concibe por la fe. Esto es, en resumen, lo que intentaremos penetrar y analizar; y, si el poco tiempo y las pocas facultades de que disponemos no nos permiten llegar hasta las profundidades de este misterio tan grande, mejor os adoctrinará aquel que habla en vuestro interior, aun en ausencia nuestra, aquel que es el objeto de vuestros piadosos pensamientos, aquel que habéis recibido en vuestro corazón y del cual habéis sido hechos templo.

Bautismo de Jesús 2

Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los profetas llegaron hasta Juan. Por tanto, él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo. Porque personifica lo antiguo, nace de padres ancianos; porque personifica lo nuevo, es declarado profeta en el seno de su madre. Aún no ha nacido y, al venir la Virgen María, salta de gozo en las entrañas de su madre. Con ello queda ya señalada su misión, aun antes de nacer; queda demostrado de quién es precursor, antes de que él lo vea. Estas cosas pertenecen al orden de lo divino y sobrepasan la capacidad de la humana pequeñez. Finalmente, nace, se le impone el nombre, queda expedita la lengua de su padre. Estos acontecimientos hay que entenderlos con toda la fuerza de su significado.

Zacarías calla y pierde el habla hasta que nace Juan, el precursor del Señor, y abre su boca. Este silencio de Zacarías significaba que, antes de la predicación de Cristo, el sentido de las profecías estaba en cierto modo latente, oculto, encerrado. Con el advenimiento de aquel a quien se referían estas profecías, todo se hace claro. El hecho de que en el nacimiento de Juan se abre la boca de Zacarías tiene el mismo significado que el rasgarse el velo al morir Cristo en la cruz. Si Juan se hubiera anunciado a sí mismo, la boca de Zacarías habría continuado muda. Si se desata su lengua es porque ha nacido aquel que es la voz; en efecto, cuando Juan cumplía ya su misión de anunciar al Señor, le dijeron: ¿Tú quién eres? Y él respondió: Yo soy la voz que grita en el desierto. Juan era la voz; pero el Señor era la Palabra que en el principio ya existía. Juan era una voz pasajera, Cristo la palabra eterna desde el principio.

De los Sermones de San Agustín
Del oficio de lectura, 24 de junio, La Natividad de san Juan Bautista
La voz del que clama en el desierto

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San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo. En el primer capítulo de San Lucas se narra que Zacarías era un sacerdote judío casado con Santa Isabel y no tenían hijos porque ella era estéril. Estando ya de edad muy avanzada, el ángel Gabriel se le apareció a Zacarías de pie a la derecha del altar.

El mensajero divino le comunicó que su esposa iba a tener un hijo, que sería el precursor del Mesías, y a quien pondría por nombre Juan. Zacarías dudó de esta noticia y Gabriel le dijo que quedaría mudo hasta que todo se cumpla.

Meses después, cuando María recibió el anuncio de que sería madre del Salvador, la Virgen partió a ver a su prima Isabel y se quedó ayudándole hasta que nació San Juan.

Así como el nacimiento del Señor se celebra cada 25 de diciembre, cercano al solsticio de invierno (el día más corto del año), el nacimiento de San Juan es el 24 de junio, alrededor del solsticio de verano (el día más largo). Así, después de Jesús los días van a más y después de Juan, los días van a menos hasta que vuelve “a nacer el sol”.

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Oración

Oh Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo, el Señor, un pueblo bien dispuesto, concede a tu familia el don de la alegría espiritual y dirige la voluntad de tus hijos por el camino de la salvación y de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.


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La hermosura de la Iglesia https://www.reinadelcielo.org/la-hermosura-de-la-iglesia/ Fri, 21 Jun 2024 10:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=8655 Mis hermanos queridos, qué gran error cometemos al pensar a nuestra Iglesia con los ojos del siglo, del tiempo en que vivimos, de nuestra generación. Si es que ese pensamiento llega a hacernos entender su hermosura, es porque estamos realmente inspirados y llenos del Espíritu Santo. Pero yo, en mi experiencia corta e imperfecta, he aprendido que la mirada que debemos darle es totalmente distinta, mucho más amplia, si es que queremos hacer que nuestros ojos resplandezcan ante su vista, que lloremos de emoción al pensar en Ella.

Miremos a nuestra Iglesia en el Vientre de María, allá en Belén, porque Ella empezó a nacer allí cuando nació El Salvador. Así es, la Cabeza de la Iglesia, El Salvador, nace en María y de María, cuando Ella dio a Luz a la Luz que alumbra al mundo. María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, trajo al mundo la hermosura de la Iglesia, resplandeciente frente a los pastores que admirados fueron a la gruta a ver a Quien los Angeles anunciaron con cantos de alegría.

Eucaristía 1

La Hermosura de la Iglesia, en Su más profunda majestuosidad, reluce cuando pensamos en la Santa Misa. No sólo por el Milagro perpetuo que ocurre cada día en cada Sagrario de la tierra con la Presencia Real de Jesús en el Pan y el Vino, sino porque la Misa es perfecta, en su construcción y plena harmonía. Por favor mediten en la hermosura de la Misa, que de principio a fin nos pone de rodillas frente a las maravillas de Dios derramadas sobre el mundo por generaciones, desde Adán y Eva, hasta el Nuevo Adán y la nueva Eva, Jesús y Maria. Vean en la hermosura de la Santa Misa a la Oración Perfecta, aquella que seguirá celebrándose por los siglos de los siglos para regocijo del Cielo todo.

Y si a Jesús se le llama El Verbo Encarnado, es porque El es la Palabra, reflejada en las Escrituras que nos llenan el alma ante cada lectura. La Biblia hace relucir a la Iglesia, porque es una columna que la sostiene y da vida, y sin embargo la riqueza no se agota allí. A diferencia de los hermanos cristianos separados que solo creen en la Biblia, nosotros damos pleno reconocimiento a toda la tradición que piedra por piedra construyó a la Iglesia. Los santos y su legado, que pueblan nuestros altares, la hacen hermosa ante el reflejo de su vida. ¡Que hermosura la de tantos santos hermanos que se elevan en los altares y dan nombre a los templos de toda la tierra!

Para nosotros, católicos enamorados de la hermosura de la Iglesia, la lectura de tantas maravillas escritas a través de los siglos configura alimento que fortalece y da vida a nuestra fe. Documentos, revelaciones a Santos y escritos que nos dan el entendimiento de cómo son las cosas de Dios para nosotros, mientras vivimos aquí en la tierra. Como ocurre con los cuatro Dogmas de María, que nos explican su Maternidad Divina, su Virginidad Perpetua, su Inmaculada Concepción y finalmente su Asunción al Cielo. ¡Y ello es solo una muestra de las enseñanzas que como piedras preciosas visten a nuestra Casa!

Y qué decir de aquella noche del Jueves Santo, noche sacerdotal donde nace la Eucaristía, verdadero Corazón Viviente de la Iglesia, y luego de Ella todos los demás Sacramentos. Por ellos nos bautizamos, nos reconciliamos con El Señor, recibimos al Espíritu Santo, nos unimos en matrimonio, nos unimos a El comiéndolo como Alimento Perpetuo. La Iglesia nos da así los medios para marcar cada momento fundamental de nuestra vida, para vivir unidos a Ella en sus venas por donde fluye la Vida. Y también Ella nos da los medios para consagrar a aquellos, nuestros pastores, que con sus manos realizan el Milagro del Pan y el Vino, porque sin ellos la hermosura de la Iglesia no sería completa, como lo es cada día en cada rincón del mundo en que se celebra la Eucaristía.

Jesús en la cruz (ft img)

Un día, Jesús se acostó sobre Su Trono de Maderos, dejó que lo claven a él, y se elevó frente a nosotros como el Rey del Universo. Desde ese día adoptamos ese signo para que se nos conozca: la Majestuosa Cruz que simboliza el Sacrifico del Cordero del Padre por todos nosotros. Dios Padre dio así la medida de Su Amor por la humanidad del modo más extremo, para no dejar dudas de cuan fuerte es la Paternidad que El ejerce sobre la Iglesia, sobre Cristo que es la Cabeza, y sobre cada uno de nosotros que la completamos en la Comunión de los Santos.

Nada le falta a la Iglesia para completar su hermosura, y sin embargo lo más maravilloso que la constituye es el milagro de nuestra fe, fe activa que la mantiene en movimiento, en continua ascensión. Sean pocos o muchos, los que con su fe y su entrega a la Voluntad Divina hacen brillar la Casa, ellos son los que más hermosura brindan, porque con Jesús a la Cabeza, ellos son las manos, los pies, los ojos, y cada pequeña parte de ese Cuerpo Místico de Cristo, en las eternas y maravillosas Palabras de San Pablo.

La Iglesia es así la Jerusalén Celestial, el Templo Viviente allá en la cima de la colina, Eterna y resplandeciente, que nos espera para la Vida en la Eternidad, a la que estamos llamados. Es la Esposa del Cordero, Jesús Resucitado, que con Sus llagas que emanan la Luz de la Vida nos espera en el desposorio de las almas, porque con El viviremos unidos por los lazos del Amor Eterno, que es Dios mismo. Esa es la Promesa del Reino, que con Su Misericordia y nuestra entrega a Su Voluntad confiamos en alcanzar un día, el gran día.

Pero, mis queridos hermanos en María, por encima de todo debemos siempre guardar en nuestro corazón el sentimiento de la hermosura de la Iglesia como reflejo de su hermosa Madre, María, que vestida como Reina de todo lo Creado, nos mira y nos invita a contemplarla en su majestuosidad Divina. María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Madre mía, Madre tuya, Madre de todos nosotros. Qué Mujer tan extraordinaria, que ante su paso se doblan las rodillas de los Angeles, se aterrorizan los ángeles caídos, estallan en alabanzas los santos del Cielo, y Dios mismo sonríe ante la Maravilla de Su Creación.

La hermosura de la Iglesia es, así, reflejo perfecto del Vientre de Aquella que no sólo formó al mismo Dios, sino que también se hizo Madre de todos nosotros, de cada uno de nosotros. Madre de la Maravillosa Iglesia que nos congrega frente al Pan Sagrado, Dios mismo Presente en medio de Su Pueblo, cada día, en cada Misa celebrada alrededor del mundo. Por Jesucristo, Rey y Señor de la Historia, esperamos el cumplimiento de la promesa del Reino, unidos a El ante el Altar Eucarístico, viviendo a pleno en cada instante el inmerecido don de ser parte de la hermosura de Su Iglesia, nuestra Iglesia.

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Autor: www.reinadelcielo.org


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La indisoluble unión de Jesús y María https://www.reinadelcielo.org/la-indisoluble-union-de-jesus-y-maria/ Fri, 26 Apr 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=323 En los Evangelios queda muy claro que María, con absoluta humildad, ha dejado TODO el lugar para que sea Su Hijo Dios quien nos regale con Su Vida y Su Palabra, el ejemplo y el testimonio necesarios para entender como tenemos que vivir nuestra vida. Por eso es que hay tan escasas referencias a la Madre de Dios en las escrituras.

¿Por qué entonces María ha acentuado en los últimos siglos su influencia sobre nosotros, con sus diversas apariciones y manifestaciones? ¿Por qué éste cambio, frente a la reducida participación directa que Ella tiene en las Escrituras?

María Reina de la Paz

La clave está en la Santa Biblia: desde el Génesis al Apocalipsis (del inicio al fin de las Escrituras) se hace permanente referencia a la Mujer que vencerá a la serpiente antigua, al dragón. Parece muy claro que en el plan de Dios María es una puerta fundamental en el camino de lucha contra el mal que invade al mundo. Mientras satán lucha por arrancarnos de nuestro destino de realeza, como hijos legítimos del Padre, es un misterio el porqué es una Criatura “asunta” al Reino de los Cielos (por el poder de Dios) quien debe liderar semejante batalla.

Es que Jesús y María están unidos en el plan celestial desde el mismo Fíat de la Creación.

Jesús es Dios hecho hombre, mostrándonos cómo debe ser vivida la vida, como ejemplo supremo a imitar. El nos redimió con Su muerte en la Cruz. Y con Su Resurrección, nos reafirmó en la esperanza de la vida eterna, derrotando al mal.

María, entregada desde su propia Inmaculada Concepción a la Voluntad de Dios, venció al mal manteniéndose pura en su paso por la vida de criatura. Así, lo que Adán y Eva no pudieron hacer en el paraíso terrenal (obedecer a la Voluntad de Dios) lo logra María, como señal de triunfo en la entrega de la Criatura al querer del Dios Creador.

Así María es la Criatura perfecta que nos muestra como desde un origen humano, se llega a vivir una vida de total entrega a la Voluntad de Dios, derrotando al mal.

asunsión de la Virgen

Ambos, inseparablemente, nos muestran un lado Divino que da testimonio de nuestra Realeza como hijos de Dios, y un lado humano a través del cual debemos encontrar el sendero de regreso a la Patria Celestial. Nos muestran como derrotar al mal.

No hay que olvidar que después de la Ascensión de Cristo, María tuvo un liderazgo poco visible pero efectivo sobre los apóstoles. Después del Cenáculo, cuando descendió el Espíritu Santo, todos quedaron unidos en la nueva Iglesia alrededor de la figura de la Madre de Dios. ¡Como no estarlo!.

Como nos recomendó San Luis de Montfort: nosotros debemos ser los apóstoles de estos tiempos.

No nos sorprendamos entonces de ver a Jesús y María indisolublemente unidos y activamente presentes en estos tiempos. Y tampoco de ver a María como incansable trabajadora, ya que Ella es, por mandato Celestial, Capitana del Ejército de Luz en la lucha contra las tinieblas que intentan oscurecer los corazones.

María es nuestra embajadora ante la Santísima Trinidad.

Es nuestra intercesora y abogada, defensora de nuestras almas, tolerante frente a nuestras debilidades, Madre de la Misericordia.

Jesús es Dios, pero desde Su Naturaleza Humana: ¿como puede resistirse a los pedidos de Su Mamá?


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Presentación de Jesús en el Templo https://www.reinadelcielo.org/presentacion-de-jesus-en-el-templo/ Fri, 02 Feb 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=5949 El Evangelio de Lucas (Lucas 2, 22-35) nos recuerda cómo José y María, siguiendo la tradición y lo prescrito en la ley de Moisés, presentan al Niño Jesús en el Templo de Jerusalén. Simeón, un hombre piadoso del templo, los recibió y reconoció en Jesús al Mesías anunciado, a quien esperaba. Aquél hombre, inspirado por el Espíritu Santo, hace la siguiente oración:

Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel […] Este niño será motivo de caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, y una espada te atravesará el alma a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.

Así, igual que Simeón, también nosotros podemos reconocer a Dios que se hace presente en nuestras vidas. Te invitamos a hacer la siguiente oración y meditación que te ayudará a reflexionar sobre estos momentos de la vida de Jesús.

Oración introductoria

ángeles de Dios la Virgen y el Niño (ft img)

Señor, quiero tomar conciencia
de tu presencia y cercanía junto a mí.

Señor, cambia mi corazón frío de piedra
por un corazón caliente de carne,
que sepa descubrirte y ver tu Amor
en mis hermanos, en la eucaristía,
en un nuevo amanecer,
en la brisa suave…

que en todo lo que me rodea,
me asombre de tu Amor.

Amen

Petición

Niño Jesús, ayúdame a encontrarte en los demás, en la Eucaristía. Y concédeme ser consciente de tu presencia en mi corazón.

Meditación del Papa Francisco

El Pueblo de Dios es invitado en cada época histórica a contemplar esta luz. Luz que quiere iluminar a las naciones. Así, lleno de júbilo, lo expresaba el anciano Simeón. Luz que quiere llegar a cada rincón de esta ciudad, a nuestros conciudadanos, a cada espacio de nuestra vida.

“El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz”. Una de las particularidades del pueblo creyente pasa por su capacidad de ver, de contemplar en medio de sus “oscuridades” la luz que Cristo viene a traer. Ese pueblo creyente que sabe mirar, que saber discernir, que sabe contemplar la presencia viva de Dios en medio de su vida, en medio de su ciudad. Con el profeta hoy podemos decir: el pueblo que camina, respira, vive entre el “smog”, ha visto una gran luz, ha experimentado un aire de vida. […]

¿Cómo es esta luz que transita nuestras calles? ¿Cómo encontrar a Dios que vive con nosotros en medio del “smog” de nuestras ciudades? ¿Cómo encontrarnos con Jesús vivo y actuante en el hoy de nuestras ciudades pluriculturales? (Homilía de S.S. Francisco, 26 de septiembre de 2015).

Reflexión

Muchas veces, con la agitación del día, no percibo la presencia de Cristo, olvido que Él está siempre a mi lado. Vivo la vida pensando en mis problemas, dificultades, responsabilidades… es decir, en mi egoísmo; no me doy cuenta de que Él quiso permanecer en la eucaristía por amor a mí, y que tengo el mayor tesoro: ¡la vida de gracia y su permanencia fiel en mi corazón!

Cristo escogió la forma más sencilla y necesaria para hacerse sacramentalmente presente. Un simple pedazo de pan que es su cuerpo, comida y bebida para mi peregrinar rumbo al cielo.

Propósito

Hoy haré una visita a Cristo Eucaristía o una comunión espiritual durante algunos instantes de silencio.

Diálogo con Cristo

Señor, Simeón y Ana esperaron toda la vida para verte y yo te tengo presente en la Eucaristía y en mi corazón por la vida de gracia. Ayúdame a valorar la eucaristía, mi amistad contigo, y a estar decidido a morir antes que ofenderte.

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Fuente: Catholic.net


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La Virgen María, primera adoradora de Jesús https://www.reinadelcielo.org/la-virgen-maria-primera-adoradora-de-jesus/ Tue, 23 Jan 2024 06:01:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25172 ]]> María fue siempre la primera adoradora de Jesús en todos sus misterios. Convenía, en efecto, que este corazón purísimo tuviese en todo la honra del primer homenaje rendido a Jesucristo y que recibiese la primera gracia para comunicárnosla. Fue ella la primera que adoró al Verbo encarnado en su seno virginal, y la que al nacer le ofreció el primer obsequio del amor y la primera confesión de fe. En las bodas de Caná ella adoró antes que nadie su poder y lo desató en
favor de los hombres.

María, finalmente, adoró la primera a Jesús en la cruz y se unió a su sacrificio. Pero la adoración de María resplandece en toda su incomparable excelencia al pie del sagrario.

I

  • Aquí ella adora a Jesús en su estado permanente y no en estados transitorios. Aquí Jesús se muestra como rey en el trono perpetuo de su amor fijado hasta el fin del mundo, en un misterio que resume y contiene todos los demás.

    Así que María pasaba los días y las noches junto a la divina Eucaristía. Esta es su morada predilecta, porque en ella vive y reina su Jesús. ¡Qué sociedad más dulce y amable entre Jesús y su madre! Aunque sin la Eucaristía María no hubiera podido vivir en la tierra, con ella la vida se le hace agradable, pues posee a Jesús y es su adoradora por estado y por misión. Y los veinticuatro años que María pasará en el cenáculo serán como veinticuatro horas del día en el ejercicio habitual de la adoración.
  • María adora a Jesús sacramentado con la fe más viva y perfecta. Como nosotros, ella adoraba lo que no veía, en lo cual consiste la esencia y la perfección de la fe. Tras ese velo obscuro y debajo de esas apariencias inertes, ella reconocía a su Hijo y a su Dios con una certidumbre mayor que la de los sentidos. Confesaba la realidad de su presencia y de su vida y la honraba en todas sus cualidades y grandezas. Adoraba a Jesús oculto debajo de formas extrañas; pero su amor traspasaba la nube e iba hasta los pies sagrados de Jesús, que veneraba con el más cariñoso respeto, hasta sus santas y venerables manos en que tomó el pan de vida, y bendecía la boca sagrada que había proferido estas palabras adorables: Esto es mi cuerpo, comedlo; esto es mi sangre, bebedla. Adoraba al corazón abrasado de amor de donde salió la Eucaristía. Hubiera ella querido anonadarse ante esta divina majestad anonadada en el Sacramento, para rendirle todo el honor y todos los homenajes que le son debidos.

    Por eso adoraba ella la presencia de su hijo con el respeto exterior más piadoso y profundo. Ante el sagrario, estaba de rodillas, con las manos juntas o cruzadas sobre su pecho, o extendidas, cuando estaba sola, hacia Dios preso de amor. Todo en ella exhalaba recogimiento; una modestia consumada componía todos sus sentidos. Nada más que ver a María adorando a Jesús despertaba la fe, inspiraba devoción y encendía el fervor de los fieles.
  • María adoraba a Jesús sacramentado con el amor más ardiente y puro. Después de abismarse en la consideración de la grandeza y de la majestad divina, levantaba los ojos hacia ese Tabor de amor, para contemplar su hermosura y bondad inefables en el acto soberano de la Eucaristía. Ella sabía muy bien los combates y los sacrificios que esta dádiva costó a su hijo y había compartido las ansias de su corazón en la última cena. ¡Oh, qué contenta se vio cuando le reveló Jesús que había llegado por fin la hora del triunfo de su amor, que iba a instituir el adorable sacramento por cuyo medio sobreviviría perpetuamente en la tierra y podrían todos, compartiendo la felicidad de la Madre de Dios, recibir como ella su cuerpo, verle en alguna manera y disfrutar, merced al estado sacramental, de todas las gracias y de todas las virtudes de los misterios de su vida pasada; que una vez dada la Eucaristía, Dios ya no tendría nada más que dar al hombre fuera del cielo! Al oír esto se echó María a los pies de Jesús, bendiciéndole efusivamente por tanto amor a los hombres y a ella, indigna sierva suya. Se ofreció para servirle en su adorable Sacramento y consintió que se aplazara la hora del galardón para que siguiera siendo adoradora en la tierra y le guardara y le amara y muriera luego junto al divino sagrario.

    Pues en las adoraciones del cenáculo, María reavivaba cada día estos mismos sentimientos. A la vista de Dios anonadado por ella hasta las apariencias de pan, prorrumpía en transportes de gratitud. Alababa con toda su alma esa bondad que excede a toda alabanza, y bendecía y glorificaba al corazón sagrado que inventara y realizara la maravilla del amor divino. Deshacíase en perpetuos hacimientos de gracias por esta dádiva que excede a toda dádiva, por esta gracia manantial de toda gracia. Abrasábase de puro amor ante la Hostia santa y no pocas veces arrasábansele los ojos de ternura y gozo. No podía su corazón contener el ardor de sus sentimientos por Jesús y hubiera querido morir y consumirse de amor a sus pies.
  • Finalmente, María se ofrecía entera al servicio de amor de Dios sacramentado, porque no pone condiciones ni reservas el amor perfecto, ni piensa en sí, ni vive para sí, sino que es extraño a sí mismo para no vivir más que para Dios, a quien ama de todo corazón. María lo ordenaba todo al servicio eucarístico de Jesús como hacia su centro y a su fin. Una corriente de gracias se establecía entre el corazón de Jesús sacramentado y el corazón de María adoradora, produciendo como dos llamas que se unían en un mismo centro. En verdad que fue Dios entonces perfectamente glorificado por su criatura.

II

A imitación de María, póngase también el adorador de hinojos en el templo con el respeto más profundo. Recójase como María y póngase a su lado para adorar. Vaya ante nuestro Señor con aquella modestia, con aquel recogimiento interior y exterior, que maravillosamente preparan al alma al oficio angelical de la adoración.

Adore a Jesús debajo de las especies eucarísticas con la fe de María y de la santa Iglesia, dos madres que nos ha dado el amor del Salvador. Adore a Dios como si lo viera y le oyera, pues una fe viva ve, oye, toca, abraza, con mayor certidumbre que la de los sentidos.

Para apreciar bien el don de la adorable Eucaristía contemple a menudo, como María, los sacrificios que exigió el amor de nuestro Señor. La vista de estos combates y de esa victoria le dirá la gratitud que debe a un Dios tan bueno. Alabe, bendiga, ensalce la grandeza, la bondad, el triunfo del amor al instituir la santísima Eucaristía como memorial siempre vivo, como don de sí que siempre resulta nuevo.

Y en esto se ofrecerá como María su divina madre de todo corazón a Jesús para adorarle, amarle y servirle como pago de tanto amor. Se consagrará a honrar el estado sacramental del Salvador,
copiando en su vida las virtudes que Jesús continúa y glorifica en ella de modo admirable. Honra esa humildad tan profunda que llega hasta anonadarse enteramente debajo de las santas especies; esa abnegación de su gloria y de su libertad que le hace prisionero del hombre, esa obediencia que le hace servidor de todos.

En estos obsequios tomará a María como modelo y protectora. La honrará y amará como reina del cenáculo y madre de los adoradores, títulos que ella estima muchísimo y que son gloriosos
para Jesús.

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Fuente: Caballeros de la Virgen


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