María Susana Ratero – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 17 Jul 2015 17:27:25 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 “Madre, en tu corazón”, de María Susana Ratero https://www.reinadelcielo.org/madre-en-tu-corazon-de-maria-susana-ratero/ Tue, 14 Jul 2015 17:50:44 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=4553 Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra las verdades de la fe y la moral y sí entiende que pueden ser favorables para el crecimiento espiritual de nuestros lectores. El juicio final sobre los hechos publicados corresponde a la Iglesia, a la que nos sometemos.
La redacción de Reina del Cielo


María Susana Ratero, una mujer que mira al cielo a través de los ojos de Nuestra Madre, la Virgen María, pero con los pies firmes en la tierra. Que al leer sus relatos, nos lleva a vivir la experiencia de estar presentes en la vida de Jesús, pero finalmente nos aterriza en nuestra vida diaria, dejándonos en el corazón el dulce recuerdo, pero el compromiso de amar más y mejor a Jesús, con la incondicional ayuda de María…

Del Prólogo del libro

María Susana comparte con nosotros este nuevo libro y en él, con sencillez, nos trae reflexiones de encuentros con María de Nazaret. Las escribe en forma simple y realista, lo cual refleja su personalidad cálida y generosa, así como su gran amor a María, que sin duda nos contagia.Madre en tu Corazon (portada)

 

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Pueden visitar Mis encuentros con María para más información de la autora.

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María y la oración de Marta https://www.reinadelcielo.org/maria-y-la-oracion-de-marta/ Thu, 19 Mar 2015 20:11:34 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=3661 Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra las verdades de la fe y la moral y sí entiende que pueden ser favorables para el crecimiento espiritual de nuestros lectores. El juicio final sobre los hechos publicados corresponde a la Iglesia, a la que nos sometemos.
La redacción de Reina del Cielo


Este relato, escrito por María Susana Ratero, nos lleva el pensamiento a reflexionar acerca de lo que ocupa nuestro corazón. ¿Qué es lo que nos habita? ¿Es Dios y su amor?

María Susana comparte con nosotros lo que ella escribe desde su amor a la Virgen María e imaginación devota.

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María y la oración de Marta

No es la primera vez que escucho la lectura sobre Marta y María (Lc 10,38-42) , pero este domingo vuelvo a sentir esas palabras, en mi corazón, de un modo diferente.

Tu imagen de Luján está cerquísima del sitio desde donde el sacerdote hace la Lectura, así que, como es mi costumbre, corro a refugiarme bajo tu manto para entender mejor cada palabra santa…

No un “entender” soberbio y vanidoso, no, pues de nada me serviría para buscar la santidad, sino un entender sencillo, descubriendo que es lo que esas palabras me dicen a mí, hoy…

Y me llevas a la pequeña casa de Betania, justo cuando Marta ha comenzado a molestarse por la actitud de su hermana María.
– Mira, hija, y mírate a ti misma en su lugar, tantas veces…
– ¿Yo? ¿En su lugar? ¿Cómo? ¿Cuándo, Madrecita? Enséñame a ver, Madre, que muchas veces la ceguera del alma me lleva a errar caminos.
– Escucha la oración de Marta.
– ¿La oración? ¿Cuál oración? Más bien la veo muy molesta con su hermana.
– A ver, hija, ¿Qué crees que es la oración? La oración es un diálogo con Dios, no un monólogo que más bien parece un listado lastimoso de penas y órdenes. Marta se acerca al Señor y le dirige esta oración, pero su oración está afectada por el estado de su alma. Así que comienza casi reprendiendo a Jesús que, según ella, no ve ni valora su esfuerzo, para terminar dándole una orden acerca de lo que Dios debe hacer. No es un pedido, ni una súplica, es una orden. ¿Comprendes hija? Como si Marta conociese de antemano las únicas alternativas posibles frente a su problema ¿No crees que te le pareces en alguna ocasión?

Frente a esta pregunta de mi Madre, intento mirar hacia atrás en mi propio camino y sí, muchas veces le dije a Jesús lo que “tenía” que hacer.
– Ay, Madre, Madre, que triste se habrá sentido tu Hijo, más por mi ceguera que por mis penas… sabiendo que mis penas, muchas veces, nacen de mi ceguera…
– Así es, hija, pero no te desanimes, no te apresures, que aún Marta está parada frente al Maestro, esperando la respuesta, porque toda oración es escuchada, y respondida, aunque muchas veces la respuesta no sea la esperada, como con Marta, aun así es la mejor respuesta.

Y mientras Marta escucha la respuesta del Señor, que le ofrece caminos y le aligera la carga, caigo en la cuenta de cuantas respuestas he tenido a mi oración, tardías unas, inexplicables otras… algunas hasta difíciles de entender, pero de toda circunstancia, puesta en oración en Su Corazón, siempre hallé el mejor fruto…
– Hija, aún puedes ver otro momento en el que, a veces, actúas como Marta, y otras como María…
– ¿Otro momento, Madre? ¿Cuál? Dime, por caridad…
– Jesús entró a casa de las hermanas de Lázaro… y, como te explicaba el sacerdote en la homilía:” ¡Es el Señor el que está entrando!”… todo lo demás, hija, pasa a un segundo plano, o debería pasar… Cuando recibes a Jesús en la Eucaristía, El entra a tu casa, a tu corazón… piensa hija, como le recibes…si como María, escuchando sus enseñanzas y adorándole desde lo profundo de tu alma, o como Marta, casi reprendiéndole porque no hace lo que tu esperas que haga… Aún en este caso, hija mía, ten la certeza de que Él te escuchará, te llamará por tu nombre y te mostrará que, muchas veces, caminas con excesiva carga sobre tus hombros y luego te mostrará el camino de las cosas que “no te serán quitadas”…

Guardo silencio ante la profundidad de tu enseñanza, ante la delicadeza de tus consejos de Madre, siempre atenta a la salvación de sus hijos…

Con cuánta dulzura me muestras mis errores, mis olvidos, mis egoísmos…

Es tiempo de prepararme para la Eucaristía, debemos dejar la casa de Betania… No alcanzo a ver ni a escuchar la respuesta de Marta a las palabras de Jesús…

Más, ahora, sé que debo pensar en mi propia respuesta al Maestro, en mi propia actitud…

Recibo a Jesús en la Eucaristía. En este momento no hay nada, nada, nada más importante… Es un momento único e irrepetible entre Jesús y yo, entre su abrazo y mi respuesta. Dios ha venido a mi corazón pecador. Dios, que baja desde el cielo y se queda bajo la apariencia de pan… esperándome… Ante tan grande milagro, solo puedo permanecer de rodillas en un profundísimo agradecimiento, en un silencio del alma que adora y escucha… ese momento, luego de recibir la Eucaristía, que tantas veces me ha parecido solo un instante, aunque el reloj me desmienta, ese momento es un regalo que no merezco, pero recibo agradecida… es, sin duda, el mejor momento del día, del mes, del año, de la vida….

A vos, que me acompañaste en esta pequeña meditación, te deseo muchos momentos a los pies del Señor, como María… y, aunque muchas veces sientas que exiges, como Marta, no te angusties, Jesús tiene para ti una respuesta personal, en cada Eucaristía….

Click aquí para volver al post de los tres relatos

Fuente
María Susana Ratero
www.misencuentrosconmaria.blogspot.com.ar
susanaratero@gmail.com
(este relato se encuentra en mi cuarto libro
“Madre, en tu Corazón”)

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María y un pequeño don de lenguas https://www.reinadelcielo.org/maria-y-un-pequeno-don-de-lenguas/ Thu, 19 Mar 2015 15:59:29 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=3652 Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra las verdades de la fe y la moral y sí entiende que pueden ser favorables para el crecimiento espiritual de nuestros lectores. El juicio final sobre los hechos publicados corresponde a la Iglesia, a la que nos sometemos.
La redacción de Reina del Cielo


Este relato, escrito por María Susana Ratero, nos lleva el pensamiento a reflexionar acerca del Don del Espíritu Santo, el Don de Lenguas.

María Susana comparte con nosotros lo que ella escribe desde su amor a la Virgen María e imaginación devota.

¡Disfruta de la lectura!

Maria y un pequeño don de lenguas

Aun tengo vivo en mi corazón el recuerdo de aquella Misa de Pentecostés, en la que se predicó sobre los dones del Espíritu Santo, entre ellos, el don de lenguas…

Recuerdo que me acerqué a tu Corazón, durante la homilía, para preguntarte acerca de este don, el cual consideraba tan lejano a mi corazón….

– Madre, no entiendo bien esto del don de lenguas… Para mí es muy lejano, no creo que tenga algo que ver conmigo… ¿Quienes son ahora, en mi vida, los partos, medos, egipcios, etc.? Me asombra, si, pero no veo lugar para mí en esa escena…

Y aún resuenan en mi alma tus palabras… alentadoras, luminosas… que me llenaron de sorpresa, al tiempo que de calma y alegría…
– Hija querida, para ti, el don de lenguas puede ser hablarle a cada uno según pueda entender…
– ¿Y cómo es eso, Madre?

– Cada persona, cada alma, es especial y única… Los dones y las capacidades son diferentes y están distribuidos en cada uno según el designio de Dios, por tanto, al acercarte a tu hermano, si bien el amor ha de ser el mismo para todos, no han de serlo tus palabras y gestos. Es distinta la necesidad del niño, del joven o del adulto. Del sano que del enfermo, del que camina por un trayecto de soledad en su vida, del que camina tramos de gozo.

Y guardo silencio. Me quedo cerca de tu Corazón meditando tus palabras, así, como tú me enseñaste a hacerlo, cuando el Evangelio me dice: “María meditaba todas estas cosas y las guardaba en su corazón”

Madre, quiero guardar en mi corazón tus palabras, tus consejos, porque todos me remiten a la Voluntad de Dios para conmigo… ¿Qué mejor tesoro puede anhelar mi alma?… Al resplandor de este tesoro, los demás, mis afectos queridos, se purifican y fortalecen…

– Hablar a cada uno según pueda entender ¿Cómo se hace eso, Madre? – y vienen a mi corazón las palabras de la lectura de la Misa donde el Apóstol Pablo dice que “llora con los que lloran y ríe con los que ríen y es uno con todos”

Según me puedan entender….
– “Entender” hija, no significa solo interpretar el mensaje con su inteligencia. Este “Entender” del que te hablo es la posibilidad de llegar al corazón de tu hermano con compañía, si se siente solo, con la alegría de Cristo resucitado, si se siente triste. También recordándole la profunda felicidad de dar, cuando tu hermano tenga abundancia…. Recuerda aquí que no sólo es la abundancia material, sino la del corazón… Hay corazones que son abundantes en dones y virtudes que, a fuerza de no usarlas se van como secando, casi como marchitando en el alma…. El don de lenguas, tal como se explica en la Escritura, lo da Dios a quien quiere y como quiere, pero este “pequeño don de lenguas” del que te hablo, si bien también es una gracia, no es inalcanzable…. Pide la gracia, hija, de tener para cada hermano que Dios va poniendo en tu camino, un gesto, una palabra, un detalle… Ese modo de actuar que se sustenta en un corazón convencido de que es amado por Dios y ese gozo se refleja en todo su proceder. Un corazón que se sabe amado por Dios es feliz aun en medio de la tormenta, y es tan grande su gozo que no duda en desear esto mismo para todos. No son tus discursos, hija, lo que necesita el corazón doliente de tu hermano, necesita solamente ver a Cristo en ti…

– Madre, perdóname, pero eso me parece como muy difícil para mí. Con sólo mirar la miseria de mi alma no entiendo como alguien pueda ver a Cristo en mí.

– No es tu esfuerzo, hija, sino tu amor generoso y comprensivo, tu amor hecho compañía, consuelo, contención, lo que hará que tu hermano sienta que Cristo le abraza desde tu abrazo, que Cristo le visita con tu visita, que Cristo le asiste con tu generosidad, que Cristo comparte una taza de té con él cuando tu le regalas ese tiempo al hermano. Tu corazón es puente entre Jesús y tu hermano. Así, este “pequeño don de lenguas”, será muy efectivo pues hablará el lenguaje más necesario, más universal, ese lenguaje que todo ser comprende y anhela: el lenguaje del amor.

Tus palabras, Madre mía, siguen repitiéndose en mi corazón aún cuando han transcurrido ya algunos años desde aquel Pentecostés, cuando llegaste a mi corazón susurrándome: “hablar a cada uno según te pueda entender”… palabras que siguen dando fruto en mi corazón… Gracias, Maestra del alma, gracias por estar allí, siempre…

Te pido, María, que aquellos hermanos que lean este pequeño relato, sientan en su corazón tus palabras y puedan disfrutar de este “pequeño don de lenguas” que Tú nos propones, para gozo de tantos hermanos que necesitan una palabra, un gesto, una sonrisa que les perfume el alma…

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Fuente
María Susana Ratero
www.misencuentrosconmaria.blogspot.com.ar
susanaratero@gmail.com
(este relato se encuentra en mi cuarto libro
“Madre, en tu Corazón”)

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Mis encuentros con María – Maria Susana Ratero https://www.reinadelcielo.org/mis-encuentros-con-maria/ Thu, 19 Mar 2015 15:45:44 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=3641 Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra las verdades de la fe y la moral y sí entiende que pueden ser favorables para el crecimiento espiritual de nuestros lectores. El juicio final sobre los hechos publicados corresponde a la Iglesia, a la que nos sometemos.
La redacción de Reina del Cielo


María Susana Ratero comparte con nosotros tres de su relatos, donde narra sus “Encuentros con María”. Estos momentos vividos, en su imaginación, corazón, pluma y amor a la Virgen María, nos pueden ayudar a acercarnos a la Madre de Dios, quien nos ama infinitamente.

A continuación te presentamos una pequeña introducción a los tres relatos, los cuales puedes seguir leyendo siguiendo el correspondiente enlace.

Maria y un pequeño don de lenguas

Aun tengo vivo en mi corazón el recuerdo de aquella Misa de Pentecostés, en la que se predicó sobre los dones del Espíritu Santo, entre ellos, el don de lenguas…

Recuerdo que me acerqué a tu Corazón, durante la homilía, para preguntarte acerca de este don, el cual consideraba tan lejano a mi corazón….

– Madre, no entiendo bien esto del don de lenguas… Para mí es muy lejano, no creo que tenga algo que ver conmigo… ¿Quienes son ahora, en mi vida, los partos, medos, egipcios, etc.? Me asombra, si, pero no veo lugar para mí en esa escena…

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María y la oración de Marta

No es la primera vez que escucho la lectura sobre Marta y María (Lc 10,38-42) , pero este domingo vuelvo a sentir esas palabras, en mi corazón, de un modo diferente.

Tu imagen de Luján está cerquísima del sitio desde donde el sacerdote hace la Lectura, así que, como es mi costumbre, corro a refugiarme bajo tu manto para entender mejor cada palabra santa…

No un “entender” soberbio y vanidoso, no, pues de nada me serviría para buscar la santidad, sino un entender sencillo, descubriendo que es lo que esas palabras me dicen a mí, hoy…

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Madre, donde está mi tesoro

Donde está tu tesoro está tu corazón… Estas palabras, tan conocidas, se repiten en la Santa Misa hoy… parece sencillo, pero no lo es tanto, por lo que recurro a ti, Madrecita, como siempre:
– Y ¿Cómo hago, Madre? Si mi corazón se va, muchas veces, detrás de cosas que tienen disfraz de tesoros…. A veces me sorprendo con mi corazón puesto, confiadamente, en cosas pasajeras… ¿Cómo le pongo riendas a este corazón, para que esté en los tesoros eternos?

Y, mientras esto me pregunto, te miro serena en tu imagen de Luján… y tu respuesta me asombra y, a la vez, me tranquiliza…

– Dime, hija, la jaculatoria de tu Instituto… aunque tantas veces la has pronunciado hoy quiero que descubras en ella tesoros escondidos…

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Libro “Mis encuentros con María”, de María Susana Ratero https://www.reinadelcielo.org/libro-mis-encuentros-con-maria-de-maria-susana-ratero/ Thu, 29 Jan 2015 20:38:31 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=3305 Lo publicado en esta entrada es responsabilidad de quien lo firma. Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra las verdades de la fe y la moral y sí entiende que pueden ser favorables para el crecimiento espiritual de nuestros lectores. El juicio final sobre los hechos publicados corresponde a la Iglesia, a la que nos sometemos.
La redacción de Reina del Cielo


En este escrito podemos encontrar relatos de María Susana Ratero, los cuales surgen de su imaginación y amor a la Virgen María. En palabras de la autora: “Relatos sobre la Santísima Virgen María, nacidos en mi corazón por el amor que siento por Ella”.

Encuentros y diálogos imaginados que pueden, tal vez, ayudarnos a una relación más profunda y cercana con nuestra Madre del Cielo, la Virgen María.

 

Puedes descargarte el libro en cualquiera de sus tres formatos.

Mis encuentros con María, en formato PDF

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Mis encuentros con María, en formato Mobi (Kindle)

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