libro – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 16 Feb 2024 20:30:43 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Respuestas sencillas y claras a las objeciones contra la devoción a la Virgen María https://www.reinadelcielo.org/respuestas-sencillas-y-claras-a-las-objeciones-contra-la-devocion-a-la-virgen-maria/ Fri, 16 Feb 2024 19:29:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25752 ]]> Guillaume de Menthière, de 57 años, es sacerdote diocesano de París, donde fue ordenado en 1991. Actualmente es canónigo de la catedral de Notre Dame(donde predica las conferencias cuaresmales), profesor en el histórico Colegio de Bernardinos (escuela catedralicia) y cura de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Passy.

Y, además, prolífico autor, con decenas de libros en los que explica y defiende la fe, como el que consagró en 2014 a la vida de la Virgen María: María de Nazaret.

Precisamente sobre Nuestra Señora fue entrevistado recientemente en el portal L’1visible, donde respondió a las grandes objeciones que suelen plantearse contra la devoción católica a la Madre de Dios.

¿Existió la Virgen María?

Puesto que, evidentemente, María es la madre de Jesús, el padre Menthière remite esta pregunta a otra previa: ¿existió realmente Jesús? Porque, si existió Jesús, tuvo que tener una madre.

Pues bien, “nadie duda de la existencia histórica de Jesús”, recuerda el sacerdote: “Ni siquiera los adversarios más encarnizados del cristianismo en los primeros siglos cuestionaron la historicidad de Jesús. Afirmaron que Jesús era un falsario, se burlaron de la credulidad de los cristianos que ponían su fe en un miserable crucificado, alegaron que el cadáver de Jesús había sido robado… Pero ninguno dijo: ‘De todas formas, da igual,  vuestro Jesús jamás existió’”.

Por consiguiente, si Jesús existió, su madre también: no es un personaje literario ni mitológico.

¿Concibió virginalmente?

“María concibió y dio a luz virginalmente un único hijo. Los Evangelios son muy claros”, afirma Don Guillaume.

En efecto, el relato de la Anunciación es inequívoco: “Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios»” (Lc 1, 34-35).

Además, la narración tiene lugar “en un contexto en el que la virginidad no era en absoluto un valor positivo y podía perjudicar la credibilidad del relato“. Si San Lucas lo recoge así, es porque “no podía alterar los hechos, por misteriosos que fuesen: quien fue engendrado en María venía del Espíritu Santo”.

¿No es injusto para José haberse casado para permanecer célibe toda su vida?

Muchos pueden pensar que ese celibato es un trago amargo, reconoce el sacerdote, pero ironiza sobre la supuesta injusticia: “No todos tienen la experiencia de vivir bajo el mismo techo que una esposa inmaculada y que el Hijo de Dios, ¿no? Supongo que eso compensa cualquier frustración, ¿no?”.

¿No tuvo más hijos? Los Evangelios hablan de los “hermanos de Jesús”

Como es sabido, la expresión “hermanos” incluye en las Sagradas Escrituras a los familiares cercanos (primos, tíos y sobrinos), no necesariamente hermanos de sangre.

Pero a este dato de la filología bíblia añade Menthière tres argumentos.

Primero, que si bien los Evangelios habla en algunos pasajes de los “hermanos” de Jesús, “en ningún lugar del Evangelio se dice que María tuviese otros hijosademás de Jesús”, y esos “hermanos” jamás son denominados “hijos de María”.

Segundo, si a la expresión “hermanos” de Jesús le damos el sentido de “hijos de María”, el contexto en que se dice sugiere que habrían sido no menos de siete. Ahora bien, cuando Jesús se pierde en el templo de Jerusalén, adonde acude con José y María, “no se habla de más hijos en la Sagrada Familia”.

Por último, “al pie de la Cruz no se ve que la Virgen esté rodeada por tan abundante descendencia, ni que Jesús la confíe a esa descendencia tras su muerte, como sería natural si tuviese hijos menores”, sino que se la confió a San Juan.

De acuerdo, María es madre de Jesús. Pero, madre de Dios… ¿no es un poco fuerte?

“Sí, es muy fuerte”, concede Menthière, pero afirma que en realidad la expresión “Madre de Dios” se queda corta ante los términos de la tradición cristiana griega y latina, pues traduce solo pálidamente el griego Theotokos, que significa “la que da a luz a Dios” y el latín Dei Genitrix, “la creadora de Dios”: “Estas denominaciones son el corolario indudable de la afirmación central de la fe cristiana: Jesús es Dios hecho hombre”.

Y plantea esta distinción fundamental: “La Virgen no trajo al mundo un hijo que luego se convertiría en Dios o al que Dios se uniría. Una madre de obispo, por ejemplo, no trae al mundo un obispo, sino un hombre que luego se convierte en obispo. María, sin embargo, concibió y crió a quien es Dios desde toda la eternidad. Por eso podemos llamar a María con todo derecho “Madre de Dios””.

Otra analogía: “Tampoco una madre es madre simplemente del cuerpo de su hijo. Es madre de su hijo, de su cuerpo y de su alma, de la persona de su hijo, aunque no sea ella el origen del alma de su hijo. Del mismo modo, María es madre de la persona de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, aunque ella no sea el origen de la divinidad de su Hijo. Ella no es madre de la divinidad, sino Madre del Dios hecho hombre”.

¿Y todas esas supersticiones que la rodean? Peregrinaciones, santuarios… ¡es pura idolatría!

“Al contrario”, zanja el sacerdote: “Es la Virgen quien impide que el cristianismo degenere en gnosis, idolatría o superstición… Nuestra fe no descansa sobre elucubraciones de teólogos, sobre mitos o sobre conceptos sutiles. Ni las leyendas, ni los filósofos, ni las grandes ideas tienen madre. Mientras que Aquel en quien creemos sí tiene una madre de carne y hueso”. Y

eso hace que sea imposible “plegar el cristianismo a nuestra conveniencia momentánea”, porque si alguien lo intenta, hay una mujer judía del siglo I que nos hace volver a poner los pies en la tierra, que nos precipita en el corazón de la Historia”.

“Las peregrinaciones tienen también esa virtud”, remata: “No se contentan con palabras, comprenden con los pies lo que es la religión de la Encarnación”.

Por último, las apariciones: ¿qué crédito hay que concederles?

Los cristianos “somos creyentes, no crédulos”, afirma el padre Menthière: “Nuestra fe es en Dios, no en la Virgen María, y menos aún en tal o cual vidente… La Iglesia ha autentificado solo pocas apariciones (Lourdes, Fátima, Pontmain, Beauraing, etc.). Los fieles deben tener consideración hacia las apariciones reconocidas por la Iglesia, pero no constituyen artículos de fe.

“En el hecho de que la Virgen se haya manifestado a los hombres, a los cristianos les gusta ver el testimonio de su solicitud maternal, de la que no tienen duda porque la han experimentado muchas veces”, concluye.

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Fuente: Cari Filii


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Un milagro del Padre Pío le devolvió a la vida y explica lo que vio en el Cielo https://www.reinadelcielo.org/un-milagro-del-padre-pio-le-devolvio-a-la-vida-y-explica-lo-que-vio-en-el-cielo/ Fri, 18 Aug 2023 09:54:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=26645 Patrick Theillier, médico responsable del Departamento de Constataciones Médicas del Santuario de Lourdes de 1998 a 2009, publica en Experiencias cercanas a la muerte (Palabra) una carta escrita por el sacerdote francés Jean Derobert donde habla de su experiencia cercana a la muerte tras el fusilamiento que sufrió durante la guerra de Argelia en 1958 y el milagro sucedido después mediante la intercesión del padre Pío.

Se trata del testimonio acreditado que el sacerdote aportó con vistas a la canonización del padre Pío y que se reproduce íntegro a continuación.

Querido padre:

Me habéis solicitado un resumen por escrito de la evidente protección de la que fui objeto en agosto de 1958, durante la guerra de Argelia.

En aquel momento formaba parte de los servicios sanitarios del ejército. Había observado que, en los momentos importantes de mi vida, el padre Pío, que me había tomado como su hijo espiritual desde 1955, me hacía llegar una carta en la que me prometía su oración y apoyo. Lo hizo antes de mi examen en la Universidad Gregoriana de Roma, y lo volvió a hacer en el momento en que tuve que unirme a los combatientes de Argelia.

El momento del fusilamiento

Una noche, un comando del FLN (Frente de Liberación Nacional argelino) atacó nuestro pueblo y rápidamente fui arrestado. Me llevaron a una puerta junto a otros cinco militares y allí nos fusilaron.

Recuerdo que no pensé ni en mi padre ni en mi madre, a pesar de ser hijo único, sino que sólo experimenté una gran alegría puesto que “me disponía a ver lo que hay al otro lado”. Aquella misma mañana había recibido una carta del padre Pío con dos líneas manuscritas que decían: “La vida es una lucha, pero conduce a la luz” (subrayado dos o tres veces).

Inmediatamente experimenté la descorporeización.

Vi mi cuerpo a mi lado, que yacía, cubierto de sangre, entre mis camaradas asesinados. Y empecé una curiosa ascensión por una especie de túnel.

De la nube que me rodeaba surgían rostros conocidos y desconocidos. Al principio aquellos rostros eran sombras; se trataban de personas poco recomendables, pecadores poco virtuosos. A medida que ascendía, los rostros con los que me encontraba eran cada vez menos luminosos.

Me sorprendía el hecho de poder caminar. Me dije que estaba fuera del tiempo y que por tanto había resucitado.

Me sorprendía poder ver todo lo que me rodeaba sin tener que mover la cabeza. Me sorprendía sentir el dolor de las heridas producidas por las balas de los fusiles. Y comprendí que habían penetrado en mi cuerpo tan deprisa que no pude sentirlas.

De pronto, mis pensamientos se dirigieron a mis padres. Inmediatamente me encontré en mi casa, en Annecy, en la habitación de mis padres, a los que contemplé mientras dormían. Intenté hablarles, pero sin éxito. Recorrí el apartamento y advertí que un mueble había sido cambiado de sitio. Unos días después escribí a mi madre y le pregunté por qué había cambiado aquel mueble. Ella me contestó por carta: “¿Cómo lo sabes?”.

Pensé en el Papa Pío XII, al que conocía bien (estudié en Roma) y, de pronto, me encontré en su habitación. Acababa de acostarse. Hablamos intercambiando pensamientos, pues era un hombre muy espiritual. Continué mi ascensión hasta que me encontré en medio de un paisaje maravilloso, envuelto en una luz dulce y azulada. Sin embargo, no había sol, “porque el Señor los alumbrará”, como dice el Apocalipsis.

Vi a miles de personas, todas de unos treinta años, pero me encontré con algunas a las que había conocido cuando estaban vivas. Una había muerto con ochenta años y parecía tener treinta, otra había muerto con dos años y todas tenían la misma edad.

Dejé aquel “paraíso” repleto de flores extraordinarias y desconocidas en la tierra. Y ascendí aun más. Allí perdí mi naturaleza humana y me convertí en una “gota de luz”.

Vi a muchas otras “gotas de luz” y supe que una era San Pedro, otra Pablo, otra Juan, o un apóstol, o un santo.

Después vi a María, maravillosamente bella con su manto de luz, que me recibió con una sonrisa indecible. Detrás de ella estaba Jesús, maravillosamente bello, y detrás, una zona de luz que supe que era el Padre, y en la que me sumergí.

Allí sentí la satisfacción total de todos mis deseos. Conocí la dicha perfecta.

De vuelta a la vida

Y bruscamente me encontré en la tierra, con el rostro en el polvo, entre los cuerpos cubiertos de sangre de mis camaradas.

Advertí que la puerta ante la que me encontraba estaba acribillada de balas, las balas que me habían atravesado el cuerpo, que mis ropas estaban agujereadas y cubiertas de sangre, que mi pecho y mi espalda estaban manchados de sangre prácticamente seca y ligeramente viscosa. Pero que estaba intacto. Fui a ver al comandante con aquella pinta. Él se acercó a mí y gritó: “¡Milagro!”.

Sin duda, esta experiencia me marcó mucho. Más tarde, cuando, liberado del ejército, fui a visitar al padre Pío, este me divisó desde lejos en la sala de San Francisco. Me hizo un gesto para que acercara y me ofreció, como siempre, una pequeña muestra de cariño.

El sacerdote Jean Derobert con el padre Pío; se convirtió en uno de sus hijos espirituales.

A continuación me dijo estas sencillas palabras: “¡Ay! ¡Cuánto me has hecho pasar! ¡Pero lo que viste fue muy bello!”. Y ahí se acabó su explicación.

Ahora puede entenderse por qué no tengo miedo a la muerte… Porque sé lo que hay al otro lado.

[Jean Derobert fue hijo espiritual del padre Pío. Falleció en el año 2013 y escribió un libro sobre la vida de este santo titulado Padre Pío, transparente de Dios. El padre Pío fue canonizado en 2002 por el Papa Juan Pablo II con el nombre de San Pío de Pietrelcina. Este artículo fue publicado originariamente en ReL en agosto de 2016]

En el vídeo (en francés, largo) Jean Derobert habla del padre Pío en una visita a Quebec.

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Fuente: Religión en Libertad


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Las poco conocidas apariciones aprobadas de Beauraing, Banneux y Pontmain https://www.reinadelcielo.org/las-poco-conocidas-apariciones-aprobadas-de-beauraing-banneux-y-pontmain/ Fri, 27 Nov 2020 19:58:03 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=25221 José Manuel Díez Quintanilla, presidente de Radio María desde 2013, ha publicado recientemente el libro Las apariciones de la Virgen María (LibrosLibres), que se centran en “las 9 más importantes”, a saber: el Pilar, Guadalupe, la Medalla Milagrosa, La Salette, Lourdes, Fátima, Pontmain, Beauraing y Banneux. Habla de las apariciones de la Virgen y el papel de los santuarios marianos entrevistado para el portal de noticias marianas CariFilii.es .

– ¿Por qué esas 9 apariciones, y no otras?

– Son las nueve que tienen mención litúrgica propia. Otras pueden tener distintos niveles de aprobación, pero no están incorporadas en la liturgia oficial de la Iglesia con mención propia.

– ¿Cuáles son los niveles de aprobación?

– Cuando se produce una aparición, la Iglesia espera a que finalicen las apariciones y después el obispo local analiza los hechos. El obispo puede declarar que “consta la sobrenaturalidad” de las apariciones, que han sucedido y son obra de Dios y la Virgen. Otras veces el obispo, después de comprobar la realidad de los hechos, da permiso para celebrar misa en el lugar, levantar una capilla o santuario, etc… Lo hace cuando ve que hay buenos frutos, devoción, conversiones, peregrinos, vidas transformadas y sanadas.

» Otra posibilidad es que el Papa, o Doctrina de la Fe, desde Roma, reconozcan la sobrenaturalidad de unas apariciones. Y el nivel más alto de aprobación es cuando la Iglesia incorpora mención litúrgica propia para un día sobre esa aparición, que es el caso de las nueve del libro.

– ¿Tienen un protocolo las autoridades eclesiásticas para examinar apariciones?

– En 1978 Doctrina de la Fe distribuyó un texto entre los obispos con instrucciones sobre cómo actuar en estos casos: examinar a los videntes, los frutos, etc… Luego Benedicto XVI hizo público ese texto, y en varios idiomas, para que no quedara sólo al alcance de los obispos. Las autoridades eclesiales tienen que examinar los hechos. El obispo Zumárraga hizo venir 3 veces a San Juan Diego antes de llegar a una conclusión. El sacerdote de Banneux pedía a la vidente que se convirtiera alguien del pueblo… y se convirtió el padre ateo de la niña. Los pastores de la Iglesia, en circunstancias complejas, también confían en la Virgen, y eso es hermoso.

-¿Qué tienen en común y en qué se diferencian las apariciones?

– Siempre se repite la llamada de la Virgen a la conversión y la oración. A veces habla también del sacrificio y la expiación. Hay diferencias en el aspecto con el que la Virgen se presenta, para adaptarse a cada caso y a los videntes. Era importante, por ejemplo, que en su aparición a San Juan Diego en el México del s.XVI tuviera aspecto indígena. También puede adaptar el mensaje a un momento concreto. En Lourdes buscaba reafirmar el dogma de la Inmaculada. Con la Medalla Milagrosa, buscaba reafirmar el llamado a la oración tras la Revolución Francesa. En Fátima el contexto era el crecimiento del comunismo.

– ¿Cuándo puede una aparición distraer de Dios y perjudicar a la persona?

– En mi opinión es sospechoso todo lo que quite paz interior y altere la vida de una forma antinatural. Los mensajes de la Virgen deben llevar a vivir con amor y confianza. Todos los católicos han de creer las doctrinas del Credo, la doctrina católica, pero las apariciones son revelaciones privadas y un católico no está obligado a creerlos, incluso si son aprobadas por la Iglesia. Uno puede salvarse y vivir bien sin creer que la Virgen se apareció en Lourdes, por ejemplo.

– ¿Qué piensa sobre esos amigos que nos insisten en que adoptemos su aparición preferida o que vayamos a su santuario preferido?

– Un cristiano ha de ser prudente y humilde. Si un santuario ha hecho bien a muchas personas durante mucho tiempo, es razonable y humilde pensar que vale la pena acudir, orar… La historia del Pilar, por ejemplo, puede parecer fantasiosa, pero hay milagros ligados al Pilar, como el del Cojo de Calanda, muy documentado. Vemos que la fe se acrecienta en estos santuarios. Como mínimo, la humildad debería llevarnos a una actitud prudente y respetuosa.

– Un periodista planteó una hipótesis: ¿las apariciones no aprobadas distraen de las sí aprobadas?

– Hay que confiar en la Iglesia y sus obispos. Hay lugares que no han sido oficialmente aprobados, pero vemos que allí cambian vidas. No tiene sentido ser demasiado beligerante contra la decisión de los pastores.

Fieles en el santuario de las apariciones de la Virgen en Beauraing en Bélgica

El santuario de Beauraing en Bélgica, con una aparición aprobada pero poco conocida

– ¿Han envejecido las apariciones del siglo XX? Fátima, Beauraing y Banneaux son de antes de la Segunda Guerra Mundial…

– Creo que no ha envejecido su mensaje, aunque sí puede haber menos peregrinos. Puede ser cultural. Nuestra cultura, por ejemplo, hoy esconde a los enfermos, y quizá por eso hay menos peregrinos en Lourdes. Beauraing y Banneaux están en Bélgica, que es una zona muy descristianizada. Y algunas apariciones aún son poco conocidas. Beauraing, Banneux y Pontmain son bastante conocidas en Francia y otros países europeos, pero muy poco en España.

– ¿Es importante el lugar? La directora de la película Las letras de Jordi, agnóstica, decía que la gruta de Lourdes le hacía pensar que algo sí había pasado…

– Es verdad que muchas veces parecen lugares especiales, apartados, que respiran paz, que invitan a la meditación… Es algo que decide la sabiduría divina. ¿Por qué tal o cual sitio? En Guadalupe, la colina de Tepeyac también tiene algo especial. El vidente, el mensaje y el lugar se interrelacionan.

– ¿Qué pasará con los santuarios marianos tras esta pandemia? ¿Cómo los verá la gente?

– Visitar esos lugares seguirá tocando a muchas personas, su mensaje de conversión seguirá calando, conectando con el sentido de trascendencia de los hombres. También las historias de los videntes seguirán ahí, impactándonos, aunque puedan cambiar las cifras de peregrinos.

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Fuente: Religión en libertad


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Un libro que te ayudará a saber cómo leer la Biblia https://www.reinadelcielo.org/un-libro-que-te-ayudara-a-saber-como-leer-la-biblia/ Wed, 27 May 2020 08:55:53 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=24576 Poder leer la Biblia puede suponer un gran desafío. Leerla desde la primera página a la última es una opción, pero también tener un plan de lectura, un poco más organizado, sin duda nos ayudará a lograr una mayor profundización.

«Del Génesis a Jesús» nos presenta la historia de la salvación, las alianzas que Dios hace con su pueblo escogido a lo largo de este camino salvífico, hasta llegar al punto más importante, Jesús de Nazaret y la Iglesia que él funda. Tiene como objetivo sentar unas bases sólidas y proporcionar una visión general del relato bíblico y su mensaje.

Te invitamos a leer este libro y acercarte y profundizar, de esta manera, en el la Palabra de Dios.

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Mons. Joao Pereira Venancio, Obispo de Fátima, habla de Garabandal. https://www.reinadelcielo.org/mons-joao-pereira-venancio-obispo-de-fatima-habla-de-garabandal/ Fri, 19 Jul 2019 17:47:34 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=22907

El mensaje dado por la Santísima Virgen en Garabandal es el mismo que Ella dio en Fátima, pero actualizado para nuestro tiempo.

Monseñor Joao Pereira Venancio, Obispo de Fátima

Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 118

Monseñor Joao Pereira Venancio, Obispo de Leiría-Fátima, Portugal, ha sido el Obispo cuyo nombre será siempre conocido por su vinculación con Fátima y Garabandal. Fue durante su cargo pastoral que el “Tercer Secreto de Fátima” fue llevado a Roma. 

El Obispo Venancio es bien conocido por su profunda piedad. Con frecuencia habló con Sor Lucía, la vidente de las apariciones marianas de Fátima y también visitó a Conchita la vidente de las Apariciones de Garabandal.

El Padre Alfred Combe, cabeza del Movimiento de Garabandal en Francia, relata su encuentro con el Obispo Venancio.

Dice el P. Combe

El 21 de julio de 1983, mientras acompañaba a un grupo de peregrinos desde Saint-Etienne, Francia, a Fátima, tuve la alegría de ser recibido por el Obispo Venancio y tener con él una larga y privada conversación. Ahora puedo publicar esta inolvidable entrevista, pero hay varias cosas que quisiera mencionar antes: 

  1. Que la primera vez que yo me entrevisté con este santo Obispo fue en Leiría, en la Oficina de la Cancillería en 1961. 
  2. Que yo sabía que en dos viajes que él hizo a Estados Unidos, las dos veces visitó a Conchita, que es la principal vidente de Garabandal, la cual ha estado viviendo en Nueva York desde que se casó en 1973. Estas visitas no eran casuales ya que Conchita era bien conocida por Lucía de Fátima. 
  3. Un importante detalle; yo llevaba en mi mano derecha un anillo que el gran apóstol de Garabandal, Joey Lomangino, me dio en 1977, cuando visité Nueva York. El le había dado el mismo regalo a Conchita y a varios sacerdotes y laicos, todos “obreros” de la Santa Madre, como un signo de nuestra “comunión” y colaboración en la difusión del mensaje de Nuestra Señora.

La conversación con el Obispo Venancio

P. Combe —Excelencia, le estoy muy agradecido por recibirme en esta audiencia privada. Este es nuestro segundo encuentro. 

J. P. Venancio —Querido padre, mi memoria me falla. Por favor, ayúdeme a recordar. 

P. Combe —La primera fue en 1961. Yo vine de Francia para implorar de su generosidad una estatua de Nuestra Señora de Fátima para un gran evento francés-portugués, que yo estaba organizando en el distrito de Lyon, un acto que tuvo gran resonancia en toda la región, ya que reunió a más de 10.000 personas. 

J. P. Venancio —Recuerdo perfectamente. Yo le di a Ud. una estatua con una bendición especial, ya que era una de las cuatro que hicieron el “recorrido de paz” después de la II Guerra Mundial. En aquel día de adoración yo le envié al Rector de la gran Basílica de Fátima con la orden de dejarle a Vd. la estatua de Nuestra Señora. Cuando él regresó a Fátima me dio cuenta del magnífico programa y fiesta que le dejó impresionado, así como por la calidad del programa religioso. 

P. Combe —Pero todo ese programa, Excelencia, fue por la Gracia de Dios y por la benevolencia suya. ¿Sabía Vd. que esa estatua de Nuestra Señora de Fátima ha traído muchas bendiciones espirituales y temporales? Todavía hoy ella es venerada en mi capilla privada. En mi hogar tengo una fotografía donde Vd. está retratado en el hogar de una joven a la cual Vd. visitó en Nueva York. Ella es alguien a quien Lucía conoce. 

J. P. Venancio —En la casa de Conchita de Garabandal. Sí, querido padre, yo he notado que Vd. lleva en su dedo un anillo que a mí me dice más de lo que Vd. cree. Sí, yo fui a visitar a Conchita en Nueva York. Estuve encantado de las horas que pasé en su hogar con su familia. Y le diré algo, ella tuvo el acto gentil de quitarse el anillo que llevaba en su dedo, igual al que Vd. lleva, y me lo dio diciéndome: “Excelencia, le daré esto a Vd. sólo hasta su muerte”.

P. Combe —Excelencia, lo que Vd. me ha dicho ahora ha sido para mí una gran revelación. Le agradezco el que Vd. lo haya compartido conmigo. 

Yo lo acepté y como Vd. lo he llevado siempre, por años, junto a mi anillo pastoral. Como Vd. podrá imaginarse esto ha traído un sin fin de especulaciones, no muy discretas por cierto, aún por parte de algunos de mis hermanos obispos. He usado este anillo hasta este año, 1983, pero como ya estoy muy avanzado en edad y deseaba que este anillo fuera devuelto a su dueña antes de mi muerte, lo he enviado a Conchita hace varias semanas, con una carta de agradecimiento y mi más sentida bendición. 

J. P. Venancio —Mi querido padre, ¿es Vd. el sacerdote francés que trabaja difundiendo el mensaje de Nuestra Señora del Monte Carmelo de Garabandal de España?. 

P. Combe —Sí, Excelencia, y es por esa distinción que tengo la alegría de encontrarme con Vd. hoy. 

Entonces, sucedió algo inesperado, algo que me dejó tan atónito que me cuesta aún el relatarlo, sin embargo debo decirlo con simplicidad: el Obispo Joao Pereira Venancio se levantó y se arrodilló a mis pies. Entonces tomó mis manos entre las suyas y mirándome fijo a los ojos me dijo: “Bendito sea Vd. y gracias, querido Padre, por la maravillosa labor apostólica que Vd. está haciendo por Nuestra Señora del Monte Carmelo de Garabandal”. 

Entonces el Obispo se sentó frente a mí. 

P. Combe —Estoy todo confundido por su gesto, Señor Obispo, pero muy agradecido por sus palabras, no por mí sino por el Mensaje de Garabandal. 

J. P. Venancio —Este mensaje dado por la Santísima Virgen en Garabandal es el mismo que Ella dio en Fátima, pero actualizado para nuestros tiempos. 

P. Combe —Yo siempre he pensando lo mismo, Excelencia, pero Vd. enfatiza la palabra “actualizado”. ¿Quisiera Vd. aclararlo?

J. P. Venancio —Es muy simple. En 1917, en Fátima, la Virgen no nos advirtió la crisis que sufre la Iglesia hoy, y que tanto nos duele; crisis de doctrina, de catecismo, de moral, de liturgia, de disciplina, de sacerdocio, de vida religiosa, etc., y como resultado la gran confusión de los fieles. ¿Por qué? Porque no había razón para advertimos esos peligros en 1917.

De hecho en ese entonces la situación era normal y algunas cosas perfectas. ¿Recuerda Vd. cómo era en ese entonces la piedad Eucarística, la devoción Mariana, el sentido cristiano del pecado, la frecuente recepción del Sacramento de la Penitencia, la liturgia, la fidelidad al Papa como sucesor de Pedro? 

En Garabandal, en 1961, la situación era ya diferente. Nosotros no veíamos los grandes peligros que se avecinaban, pero la Virgen Santísima los veía. Y porque Ella es Madre y Profeta, vino a esa pequeña aldea española para damos y, explícitamente, advertirnos y llamarnos de nuevo a la oración, al sacrificio, a la penitencia y a la conversión. En otras palabras, en Garabandal, Ella puso al día su Mensaje de Fátima, para la iglesia de hoy. 

P. Combe —Conchita de Garabandal con frecuencia ha dicho que el mensaje de Nuestra Señora del Monte Carmelo fue un “mensaje de salvación”, así que nosotros podríamos agregar, “mensaje de salvación para nuestro tiempo. 

J. P. Venancio —Para mí es obvio. 

P. Combe —Lo que Vd. está diciendo sobre la crisis y la resultante confusión en el mismo corazón de la Iglesia, me recuerda a mí algo que una vez dijo un gran teólogo, el Padre Lucio Rodrigo, Rector Emérito de la antigua Universidad de Comillas, en la diócesis de Santander.

Después de las apariciones de Garabandal, alrededor del año 1967, yo conocí a este jesuita y nos hicimos grandes amigos. Un día él me dijo: “En Garabandal, la Santísima Virgen nos predijo la crisis sacerdotal y la gran confusión en la Iglesia. Estas profecías han llegado a ser verdad. Todo con una visión y una gravedad que nadie en esa pequeña aldea podía haber previsto, porque ni siquiera los teólogos, con todo el vasto conocimiento que tenemos, tuvimos la menor sospecha”.

Y este eminente teólogo agregó: “Para mí, sólo eso, es una prueba más que suficiente de que el mensaje de Garabandal fue de origen sobrenatural”. 

J. P. Venancio —Esta es una razón confiable e iluminante, aunque Garabandal no le faltan otras pruebas de credibilidad como Vd. bien sabe. Ahora dígame Padre, ¿ha tenido Vd. alguna noticia reciente sobre Conchita y sus compañeras? ¿Me quisiera decir, en su opinión, como piensa el Obispo de Santander y Roma sobre Garabandal? 

P. Combe —En este momento yo le hice saber al ilustre prelado las pocas noticias que yo tenía.

Y así fue como terminó nuestra conversación. 

P. Combe —Gracias sinceramente, Excelencia, por haberme proporcionado esta entrevista. Guardaré sus palabras en mi corazón como una fuente de alegría y paz. Pero antes de irme quisiera pedirle un último favor. Que me dé la bendición a mí y a mi grupo de peregrinos franceses. 

J. P. Venancio —Con todo mi corazón. Primero a Vd. y después para su grupo. 

P. Combe —De rodillas, recibí su bendición, después le di las gracias. 

J. P. Venancio —La bendición a su grupo Vd. se la dará en mi nombre. Le doy permiso especial y le permito dar mi bendición episcopal a su grupo en mi nombre. Y en retorno quiero recibir yo la suya. 

P. Combe —Yo me negué, todo confundido; sin embargo ante la insistencia del Obispo, que ya estaba de rodillas ante mí, accedí y así lo hice con gran emoción: “Yo bendigo con todo mi corazón a este grande y santo Obispo de Fátima”. ¡Qué entrevista tan memorable!. 

Doy fe ante Dios de que todos los detalles que aquí relato son ciertos. Esto lo dedico a todos los “trabajadores” de Nuestra Señora del Monte Carmelo para que sientan ánimo y también a todos los Obispos y Sacerdotes de la Iglesia. 

Padre Alfred Combe,
Francia. 21 de julio de 1983

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Fuente: Virgen de Garabandal


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Un mensaje de Medjugorje transformó por completo a Patrick y Nancy https://www.reinadelcielo.org/un-mensaje-de-medjugorje-transformo-por-completo-a-patrick-y-nancy/ Sat, 16 Feb 2019 14:57:45 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=20061 En Medjugorje hay una casa de retiros llamada “Nuestra Señora del Sagrado Corazón”, con aspecto de castillo de parque temático. Es la morada de un matrimonio que fue transformado por el poder de Dios, el de Nancy y Patrick Latta. Allí acogen continuamente peregrinos y, sobre todo, sacerdotes. Y cuentan su testimonio de conversión, porque hasta 1990 ellos estaban muy alejados de Dios. Nosotros hemos podido entrevistarles para saber más de su historia.

Patrick: de monaguillo a descreído vendedor divorciado

Patrick Latta, canadiense de Vancouver, fue monaguillo de niño y su madre siempre rezó por él. De pequeño, fue a una escuela católica, pero era cara y a los 16 años dejó la escuela y se dedicó a lavar coches. Con lo que ganó, compró su primero coche por 200 dólares. Lo arregló un poco, le puso un cartel de “se vende” y lo vendió por 800. “En 1 minuto aprendí a vender coches”, dice con humor. Se olvidó de cualquier cosa relacionada con Dios y se dedicó a vender.

A los 32 años vendía coches en 7 empresas, era dueño de dos, tenía 28 personas trabajando para él… “En un buen día, vendíamos 50 coches”, recuerda. Tenía mucho dinero y lo usaba para irse de fiesta. Se casó dos veces, adulteró en ambos casos, se divorció las dos. “Nunca estaba en casa, sólo vivía para el dinero y las fiestas”. Tuvo varios hijos. Uno le dijo: “papá, me bauticé en la escuela, ahora soy anglicano”. “¿Cómo? Se supone que somos católicos”, respondió Patrick algo confuso. “Tú nunca me has dicho nada sobre la iglesia, ni siquiera me bautizaste”, dijo el chico.

Nancy: entre el New Age y la vida fácil

Nancy Patrick 2Nancy nació en Croacia, y de los 3 a los 12 años se crió en un pueblecito cerca de la capital. Aunque era la época comunista, en su pueblo había bastante libertad religiosa. Su casa estaba llena de imágenes de la Virgen. Su familia, como otros vecinos, iban a misa con tibieza, por cumplir. “Hice la primera comunión y mi madre intentó transmitirnos la fe. Pero yo veía en en misa todos adoptábamos posturas piadosas, para que nos vieran, al sentarnos, levantarnos… pero fuera del templo, nada. Me parecía mera apariencia”.

A los 12 años la familia emigró a Vancouver y Nancy buscó a Dios en todo tipo de filosofías orientales, budismos, taoísmos, new age… No dudaba de que Dios existía y era bueno, pero necesitaba encontrarlo. Terminó sus estudios de derecho y conoció a Patrick. “Era el hombre más adorable y amable, le miré a los ojos y me enamoré”, recuerda. Y además tenía dinero.

Patrick tenía muchos años más, ya se había divorciado 2 veces y ya tenia 4 hijos. Los padres de Nacy se espantaron pero ella respondió “yo vivo mi vida a mi manera”. Y se fueron a vivir juntos. Ella alguna vez fue a misa para Navidad, pero más allá de eso Dios estaba completamente lejos de su vida.

“O nos casamos o me voy”

Después de 6 años de convivencia, en 1990, Patrick se fue a navegar con unos amigos en velero, de Nueva Zelanda a Canadá, un viajecito de 3 meses. Cuando llegó, Nancy se enfadó: “o nos casamos, o me voy”.

A toda velocidad, Patrick alquiló un helicóptero, se vistieron de blanco, “yo me veía como James Bond” y con un notario se casaron en el helicóptero, con certificado civil y todo. Pero unos días después Nancy lloraba:

– ¡No me siento casada! – sollozaba ella.
– Pero ¿sabes cuánto me costó el helicóptero? -se quejó él
– ¿Por qué no nos casamos en la Iglesia? – propuso ella.
– ¡Tengo dos divorcios! ¿Cómo quieres que nos casemos por la Iglesia?
– Pues yo me voy a ver al obispo -respondió Nancy.

Resultó que el obispo conocía perfectamente el caso de Patrick porque durante 17 años trabajó estudiando la petición de nulidad de su primera esposa. Y, efectivamente, había sido un matrimonio nulo. En cuanto al segundo matrimonio, era sólo civil, no tenía ninguna validez eclesial. Por lo que podían casarse. Nancy encontró una parroquia de franciscanos croatas para casarles.

– Patrick, ¿por qué quiere usted casarse por la Iglesia, con dos divorcios, hijos sin bautizar, ni reza ni va usted a misa…? -dijo el cura.
– Es que ella se dedica a llorar…
– Os caso porque tenéis permiso del obispo, pero, Nancy, es el peor error de tu vida. Él nunca cambiará. Y, Patrick, piensa que en el matrimonio haces promesas…

“Claro, promesas… ¡yo soy vendedor de coches!”, pensó él, divertido, dispuesto a romper las promesas que hiciera falta.

Un libro de Medjugorje

Nancy Patrick 3Pasado poco tiempo, un hermano de Nancy les dio un libro de mensajes de Medjugorje. Hoy Patrick conserva ese libro y lo lleva a todas partes. Nancy lo hojeó, vio que hablaba de convertirse y pensó “yo estoy bien, que se convierta mi marido. Se lo daré, y si lo rechaza, ah, será culpa suya”. Nancy no pensaba que Patrick pudiera leer nada de ese libro.

– Toma este libro, marido pagano. Si quieres tirarlo, tíralo tú, que caerá sobre tu conciencia…
– ¿Mi conciencia? Bueno, Nancy, sólo por ti, ¡leeré un mensaje! -dijo él. Y buscó el texto más pequeño y lo leyó.

“Por última vez, te llamo a la conversión“, decía el mensaje.

“No sé lo que pasó, pero mi corazón empezó a latir y empecé a llorar“, recuerda Patrick. “Supe que eso era completamente cierto, que era un mensaje de la Virgen. Yo llevaba 30 años sin ir a la iglesia, pero dije: ‘Nancy, esto es verdad’. Y lloré porque llevaba toda mi vida en pecado mortal y sabía que yo era católico”. Fue fulminante, instantáneo. Todo lo que había aprendido de niño, como monaguillo, todo aquello era cierto e indudable.

“Consagra tus hijos al Inmaculado Corazón”

¿Dónde ir? ¿Qué hacer a continuación? En un encuentro, un sacerdote les orientó. “Quiero que consagréis a vuestros hijos al Inmaculado Corazón de María“, les dijo.

Al hijo “anglicano” lo habían expulsado del colegio por drogas. Otro bebía tanto que no podía encontrar en un párking su coche amarillo. Su hija se casó a los 17, tuvo un bebé con 18, se divorció a los 19… y Patrick le había dicho: “toma mi coche y tarjetas de crédito y busca otro tipo en California”. Su segundo divorcio 18 fue meses después… Y el cuarto hijo le dijo: “soy gay… quizá es porque mi padre nunca estaba en casa”.

Y así Patrick hizo su primera oración a Dios desde que era niño:

– Santa Madre de Dios, toma a mis hijos. Sé tú el padre que yo nunca he sido, porque yo soy un fracaso.

Y con los años las cosas cambiarían: el hijo expulsado llegó a ser un buen profesor de colegio católico, el otro dejó el alcohol, la niña ordenó su vida… Patrick y Nancy lo atribuyen al rezo del rosario y a la oración con ayuno.

Las cinco piedrecitas de Medjugorje

En ese encuentro de oración aprendieron lo que llaman “las cinco piedrecitas” de Medjugorje, con las que se construye la vida cristiana:

– la oración
– la eucaristía
– la confesión
– la Biblia
– el ayuno

“Lo que más me impresionó de la vida cristiana fue la confesión“, explica Patrick. Leyó en el el libro de mensajes de Medjugorje: “No podrás empezar la conversión sin la confesión”. Y fue a confesarse, a contar su larga lista de adulterios, divorcios, mentiras y adicciones. Cuando el sacerdote le dijo “yo te absuelvo”, Patrick rompió a llorar y abrazó al cura. “Sentí amor instantáneo por los sacerdotes. Y me impresiona el milagro de poder descargar 30 años de pecado en un sacerdote. El verdadero milagro de Medjugorje se da ahí, en los sacerdotes que confiesan y perdonan pecados“, insiste.

Hoy Patrick anima a no dejar “para más adelante” la confesión: “si alguien me dijera que piensa confesarse sólo cuando sea ya anciano, o enfermo, yo le contaría mi testimonio, le diría que a mí me cambió la vida. Dios es compasivo, sí, y por esa compasión te da los sacramentos, la confesión, sólo has de acogerlo. No te va a lanzar rayos de luz. Cuando recibes la absolución es cuando se abren las puertas del cielo”.

En su casa de retiros en Medjugorje reciben a muchos sacerdotes “porque les quiero de verdad, me gusta acogerlos. Ahora la mayoría son de Ucrania, de Oriente… una vez juntamos 150 clérigos y seminaristas, grecocatolicos, latinos y ortodoxos, todos juntos”.

Amar a María, como niños pequeños a su Madre

Después de tantos años, ¿qué han aprendido de María?

“Hay que amarla como los niños pequeños a una madre”, dice Nancy. “Si ‘crecemos’ demasiado, nos salimos de su abrazo. Ella siempre dice ‘hijos míos’ y también ‘hijitos’. Por eso, podemos ser como un pequeño Niño Jesús en sus brazos, sin crecer más allá de su abrazo”.

¿Consejos para los novios? “Que se amen lo suficiente para vivir en pureza, sin poner en riesgo la vida eterna del otro”, dice Nancy

¿Y consejos para matrimonios? “Rezar el rosario juntos“, dice Patrick. ¿No vale rezarlo por separado? “No, la Virgen pide rezar el Rosario cada día juntos. Eso es lo que nos ha unido a nosotros, que somos tan distintos. Disfrutamos en esa oración conjunta, y vamos a misa juntos, y ayunamos juntos. Rezar juntos protege a las familias”.

¿Y la importancia del ayuno? Patrick responde: “La Virgen dice que solo la oración y el ayuno frenan desastres naturales, guerras y cambian el mundo. ¡Yo tenía una guerra en mi propia casa, con mi familia caótica! Alguien enfermo no necesita ayunar, pero para alguien sano, la Virgen ni siquiera da restricciones de edad. Ayunar es muy difícil, pero puedes empezar como nosotros, rechazando primero una comida, luego limitando el té, el café, etc…. Pero la Virgen dice: “Hijitos, pedidme ayuda, no podéis hacerlo solos“. Hay que hacerlo rezando, pidiendo la paz para tu corazón, luego para tu familia, luego ya para el mundo”.

Otros acompañantes espirituales

Patrick también es devoto de Santa Catalina de Siena y Santa Faustina Kowalska. “El diario de Santa Faustina es impresionante por su enseñanza de la misericordia, creo que llegará a doctora de la Iglesia. Y me asombra que Dios Padre mismo haya hablado directamente a Santa Catalina, es el único caso que conozco”.

Patrick y Nancy tienen por director espiritual a Slavko Barbaric, uno de los franciscanos de Medjugorje, y hablan de todos ellos como maestros de enseñanza sólida, llenos amor a Dios, a la Virgen y a la Iglesia.

Por último, les preguntamos qué es lo peor que podría pasarle a Medjurgorje. “¿Lo peor?”, plantea Nancy. “Sin duda, sería que yo no viva lo que la Virgen pide. Porque lo que pase en el mundo, depende de ti, de cada uno. Lo peor es no cumplir lo que Ella pide, que es lo mismo que la Madre Iglesia ha pedido durante siglos: los sacramentos, la oración…”

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Fuente; Cari Filii

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Historias y tradiciones de Navidad https://www.reinadelcielo.org/historias-y-tradiciones-de-navidad/ Fri, 21 Dec 2018 16:10:40 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=3150 ]]> Siempre tenemos alguna historia para contar, más aún en este tiempo de Navidad. Compartir la vida y el amor de Dios y a Dios es lo que deseamos…

En esta ocasión te traemos una fantásticas historias de Navidad, junto a algunas tradiciones y devociones que nos pueden ayudar a vivir con un poquito más de profundidad nuestro encuentro con Dios hecho un niño…

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«El zapatero» https://www.reinadelcielo.org/el-zapatero/ Thu, 11 Oct 2018 19:20:37 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=16592 ]]>

El zapatero, un relato original León Tolstói 1828 – 1910.

Martín Avdeitch es un zapatero humilde, cuya vida se ha caracterizado por dolor. Pero cuando conoce a unos misioneros Cristianos, aprende a confiar en la bondad de Dios.


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La tiniebla en el exorcismo, libro del P. Fortea https://www.reinadelcielo.org/la-tiniebla-en-el-exorcismo-libro-del-p-fortea/ Fri, 02 Feb 2018 19:14:17 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=11127 ]]> José Antonio Fortea Cucurull, nacido en Barbastro, España, en 1968, es sacerdote y teólogo especializado en el campo relativo al demonio, el exorcismo, la posesión y el infierno. En 1991 finalizó sus estudios de Teología para el sacerdocio en la Universidad de Navarra. En 1998 se licenció en la especialidad de Historia de la Iglesia en la Facultad de Teología de Comillas. Ese año defendió la tesis de licenciatura “El exorcismo en la época actual”. En 2015 se doctoró en el Ateneo Regina Apostolorum de Roma con la tesis Problemas teológicos de la práctica del exorcismo. Pertenece al presbiterio de la diócesis de Alcalá de Henares (España).

Ha escrito distintos títulos sobre el tema del demonio, pero su obra abarca otros campos de la Teología. Sus libros han sido publicados en ocho lenguas. Y en esta ocasión, presentamos “La tiniebla en el exorcismo”

coverEl libro aborda los problemas teólogicos que surgen de la práctica del exorcismo. Es un libro, por lo tanto, centrado en los problemas. Y es a través de los problemas, como en esas páginas se ha construido esa teología. Precisamente porque trata de los desviaciones, problemas y deformaciones, es por lo que tiene ese título. En esos capítulos se intenta analizar las tinieblas que, en ocasiones, se mezclan con la acción de Dios a través de los hombres.

 

 

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Descubrió que Dios y el demonio existen https://www.reinadelcielo.org/descubrio-que-dios-y-el-demonio-existen/ Fri, 02 Feb 2018 18:30:30 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=11115

Un empresario chileno que usa el pseudónimo “Pablo de Torreones” ha escrito con detalle un proceso peculiar: Su toma de conciencia de que necesitaba a Dios para sanar su matrimonio… y su descubrimiento de que lo demoníaco tenía un papel importante en su vida de adulterio, tristeza y depresión.

Publicó su testimonio en una editorial chilena en 2011 con el título “Desde el Infierno de Ulises al Cielo de Pablo”, y en 2017 ha publicado una reedición en la editorial española VozDePapel.

Cinco años con una amante… dejó su casa

libro infierno Ulises al cieloÉl cuenta los días en que, tras cinco años manteniendo una amante en secreto, su mujer lo descubre y él decide irse de casa. Su esposa le pidió hablar antes con un sacerdote y con un psicólogo, y él accedió, por contentarla.

Ella quería sanar la relación y salvar el matrimonio. Pero él solo pensaba en disfrutar de su amante, Valentina, una mujer separada, con hijos, antigua compañera de la universidad.

Dejar su gran casa por un diminuto y feo pisito, dejar de comer bien por hacer vida de soltero, dedicarse a llevar la ropa a la lavandería él, que nunca hizo ninguna tarea del hogar… todas las incomodidades le parecían hasta interesantes, teñido todo de la emoción de “tomar las riendas de mi vida”. Al principio intentó ocultar a sus hijos, de 27 y 29 años, colaboradores en su empresa, la causa de la ruptura: que tenía una amante. Pero ellos lo descubrieron. La decepción que causó a sus hijos, a otros parientes… todo le daba igual.

Una amante no siempre cerca…

Sin embargo, su amante, Valentina, no estaba siempre disponible. Viajaba mucho, tenía cosas que hacer con sus propios hijos, a veces se enfadaba con Pablo. Y en esos momentos, él retomaba el contacto con su esposa. Mientras tanto, su mujer rezaba, incansable.

En Semana Santa de 2008, Valentina se fue a un viaje al Caribe, mientras que Pablo aceptaba pasar unos días de pesca con su esposa e hijos. Él había tenido fe en su pasado, pero en esta época se había convencido de que Dios no existía. Le parecía bien que fuese un consuelo para su mujer. De hecho, él intentaba que ella se “volcase en Jesús” para dejarlo marchar. Pero ella le dijo en varias ocasiones que lo amaba a él, a su esposo, y que su relación con Cristo no era una sustitución, sino una fuerza para amar. También le decía ella que no tenía rencores, que valía la pena recuperar la relación.

La noche en que todo cambió de golpe

En la madrugada del domingo 23 de marzo, Domingo de Resurrección, en su alojamiento de vacaciones, en esa expedición de pesca en familia, Pablo despertó en medio de la noche, ansioso, inquieto, como tantas otras noches. Pero sintió algo especial.

“Repentinamente percibí una sensación diferente, indefinible, casi ajena, diría, que me puso en alerta. Se lo hice notar a mi señora, quien ya también se había despertado. Mientras me escuchaba, ella comenzó a orar el rosario en voz baja. De improviso, la sensación se volvió casi corpórea y en la inquietud que me provocaba le dije a mi esposa: ‘Siento como si algo estuviera saliendo, desprendiéndose de mi cuerpo’. Sí, pude captar el instante preciso en que aquello salió por completo de mí. Como si mirase por el espejo retrovisor de un vehículo en marca, constaté que la angustia padecida unos minutos antes, iniciada por primera vez en enero, quedaba en el pasado.”

Aún sintió más cosas en ese momento.

encontrar a Dios 2 (ft img)“Me sentí pleno de una paz infinita que se apoderaba de todo mi ser. Al instante mi entendimiento se abrió. Comprendí, sin dejar espacio a la duda, que existe Dios, pero también el demonio. Sin poder explicarlo racionalmente, experimenté y supe que Dios, siendo más poderoso, me había regalado su gracia, arrancando un demonio de mi cuerpo”.

“¿Era esto que vivía lo que los libros de espiritualidad llaman una experiencia mística? Al poco rato percibí algo semejante a una tenue corriente eléctrica, muy agradable, recorriendo mi cuerpo de abajo hacia arriba y viceversa. Confirmó mi creencia en Dios”.

En misa de Resurrección, llorando

“Al despertar en la mañana, la paz me habitaba y no tenía angustia. Mi primer pensamiento fue querer ir a misa. Después del desayuno, fui con mi señora. Lloré durante toda la eucaristía, pidiendo perdón a Dios y agradeciéndole este encuentro con Él. También mi esposa lloraba agradeciendo a Dios mi conversión”. Era el Domingo de Resurrección y también él se sentía resucitado. De vuelta a Santiago de Chile, se quedó a dormir en su casa, la de su familia. Era su retorno tras 7 meses fuera.

Al día siguiente, lunes, ambos acudieron a un nuevo terapeuta de pareja, cristiano, que le regaló una estampa de San José, patrono de la familia, invitándole a rezarle. Era el momento de superar las tentaciones de pensar en la amante. Cambió de número de teléfono móvil.

Primera confesión en décadas

Y se confesó con el director espiritual de su mujer. En ese momento Pablo solo creía en Dios y el demonio. Era el momento de conocer a Jesucristo. El sacerdote le animó a rezar el rosario y ler la Biblia cada día. En el momento de la absolución “sentí claramente que algo entraba en mi pecho dejándome una paz absoluta que jamás había experimentado”. Fue a su piso de “separado” y lo cerró, repartiendo sus cosas entre los conserjes y la señora de la limpieza.

“En menos de 48 horas había pasado de ser un hombre no creyente a otro que creía en Dios Padre, en el Espíritu Santo, en la vida eterna, en el perdón de los pecados, en el poder de la oración y también en el demonio”, escribe.

Las tentaciones de los demonios: fantasías para distraer

El resto del libro “Desde el Infierno de Ulises al Cielo de Pablo” son reflexiones y enseñanzas sobre temas de demonología y cómo la acción del demonio puede suscitar fantasías, miedos, distraciones, angustias, etc… para distraer a la persona de lo bueno y verdadero que hay en su vida y orientarle hacia la ruptura.

Se dio cuenta, por ejemplo, que tras su experiencia mística, ya no sentía ninguna de las dolencias que había estado experimentando durante años, al menos desde 1997. Cree que la acción demoníaca entró en su vida a partir de 1992, cuando dejó de confesarse, se alejó de Dios y empezó a aceptar el pecado en su vida.

En su periodo de adulterio, por ejemplo, una y otra vez olvidaba todas las cosas buenas de su relación de décadas con su esposa, que le parecía “aburrida”, aunque objetivamente había en ella muchas cosas interesantes y agradables, mientras que fantaseaba una y otra vez con actividades y encuentros con su amante. Obsesiones, enfermedades, malestares, jaquecas, sueños y engaños… De todo eso se liberó por la oración insistente de su esposa y la gracia curadora de Dios.

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Fuente: Religión en Libertad


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