Nuestro Dios, mientras tanto, es un Ser de infinito Orden. Un Orden basado en el Amor, en la Paz y en la Justicia. El orden que el Espíritu Santo nos inspira es el del equilibrio interior y exterior. (ver artículo)
Señor, dame a través de Tu Santo Espíritu la capacidad de saber cómo debo actuar en cada momento. Que mi corazón se una al Tuyo para poder hacer lo que Vos esperas de mí. (ver artículo)
Falta oración, y nosotros somos los destinatarios de esta mirada del Creador. Es a nosotros a quienes mira, es de nosotros de quienes espera. Miremos a nuestro alrededor, evidencias sobran. (ver artículo)