Nada le falta a la Iglesia para completar su hermosura, y sin embargo lo más maravilloso que la constituye es el milagro de nuestra fe, fe activa que la mantiene en movimiento, en continua ascensión. (ver artículo)
Si quieres entender el cuerpo de Cristo, escucha al Apóstol, que dice a los fieles: Vosotros sois el cuerpo de Cristo y sus miembros (1Cor 12,27) (ver artículo)
En este desierto de sombras y luces, de días abrasadores y noches de estrellas, te ves cansado pero no agobiado... para abandonarte en las Manos de Dios que te ha encontrado. (ver artículo)
Este Jueves Santo, pongamos nuestra mirada en Cristo Jesús, en el momento en el que enseñó a sus discípulos a perpetuar la Eucaristía
hasta el final de los tiempos. (ver artículo)