inteligencia – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Fri, 19 Apr 2024 08:44:05 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 Demasiada inteligencia https://www.reinadelcielo.org/demasiada-inteligencia/ Fri, 19 Apr 2024 07:34:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=550 ]]> “Soy demasiado inteligente para creer en esas cosas”. Esta increíble frase referida a las cosas de Dios se escucha muy a menudo, y otras veces aunque no se la escucha, se la intuye en la actitud de las personas. Para poder comprender el tremendo error que emana de este concepto, hay que buscar dar un correcto significado a la palabra “inteligencia”. ¿Acaso la inteligencia consta de saber mucho, tener mucha información en la cabeza, es eso realmente ser inteligente?

Para mí, la palabra inteligencia participa del concepto de sabiduría. Y sabio es alguien que ha llegado a un punto de notable paz interior, no de frenética búsqueda del saber. Esto es importante, porque la sociedad actual no posee sabiduría, sino una loca búsqueda de saber más y más, de acumular conocimientos. El sabio sabe lo que quiere, busca lo esencial, aquello que hace al bien de la gente, busca la armonía de las cosas y de los hombres, el balance perfecto. Tiene silencios y pausas, reflexiones y meditación. Pero por sobre todo lo demás, quien es sabio ha llegado a un punto en que es capaz de reconocer sus propios límites: se ha visto tantas veces enfrentado a no poder explicar cosas, hechos, situaciones, que ya sabe que él tiene su campo de entendimiento acotado, y que superarse consiste justamente en reconocer y respetar ese limite, a tiempo.

Mujer inteligente

Me produce risa y tristeza, a la vez, ver al mundo actual tratando de explicar el origen del hombre, del universo, de la naturaleza, sin colocar a Dios en el centro. ¿Cómo pueden pensar que todo esto, con nosotros en el centro, puede haber surgido de una combinación de energías y quien sabe que otras explicaciones supuestamente racionales?. Esta gente nos mira con rostro serio, como tratando de ser convincentes con lo que dicen. ¡Pero qué locura!. La locura consiste en no aceptar que el hombre tiene, por Gracia de Dios, una inteligencia que le permite comprender una cantidad de cuestiones que lo hacen progresar, avanzar. Pero existe una zona, un terreno, que le está vedado. Es el campo de las cosas de Dios, el mundo sobrenatural, espiritual, el Reino de Dios.

Cuando el hombre llega a ésta frontera, y la encuentra vedada a su capacidad de comprender con medios humanos (sólo se la comprende con los ojos de la fe), se rebela, y declara que ese mundo sobrenatural no existe. O bien lo “naturaliza”, lo trata de explicar mediante las imperfectas leyes naturales que el Señor nos deja comprender, pero que son inútiles si se las intenta aplicar a las cosas de Dios. Mal utilizadas, se transforman en rebelión, en idolatría, en ateismo o en tantas otras manifestaciones del naturalismo, racionalismo y muchos otros “ismos” que arrasan las mentes de estos tiempos, y saturan las bibliotecas.

Cuando creemos que podemos entender todo, comprender todo, es cuando creemos ser como Dios. Y allí caemos en la peor de las idolatrías: hacemos un ídolo de nosotros mismos, idolatramos nuestra propia inteligencia. ¿Acaso no es eso una forma de locura, una negación profunda de lo que es obvio, de la existencia de lo Superior, lo Sobrenatural, Dios mismo?. Y es que la trampa que nos tiende nuestra propia mente es justamente esa, la de la soberbia. ¡Querer ser como Dios, qué locura!.

Tocar el cielo con la manos

¿Quién es realmente inteligente?. Quien acepta a Dios tal como es, Creador y Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente. Todo lo puede, todo lo sabe, está en todas partes, es quien creó todas las cosas. Si Dios nos ha dado el don de la inteligencia, es para que la pongamos a Su servicio. Qué hermoso es cuando se ve que los científicos buscan comprender las leyes del universo, pero poniendo a Dios en el centro. Si, ya sé que eso no se ve muy a menudo en las escuelas ni en las universidades de hoy en día, pero ocurre, créanme. Sin ir más lejos, les recomiendo el libro “Para Salvarte”, del Padre Jorge Loring, donde se unen de un modo amoroso la ciencia moderna con la fe cristiana.

Estar dotado de una inteligencia superior al promedio es un don que Dios nos da, pero también es una prueba a la que él nos somete. ¿Qué vas a hacer con ese don, lo vas a poner al servicio de Dios, aceptando tus limites, o lo vas a utilizar para competir con el mismo Dios, tratando de ser tan inteligente como El?. Sé sabio, pon tu inteligencia al servicio de Dios, y abre tu corazón para que sea el freno natural a la tentación de caer en la soberbia. Sé siempre como un niño, acepta tus limites, sé simple de corazón, ¡Dios te ama!


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Descubrir, Don de Dios https://www.reinadelcielo.org/descubrir-don-de-dios/ Thu, 25 Apr 2019 22:40:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=341 ]]> La historia del hombre está plagada de prodigios, avances inexplicables por el salto que representaron para la humanidad, instantes de lucidez extrema que abrieron las puertas al desarrollo. ¿Podemos no ver la mano de Dios en ello?

Pensemos por un instante en la infancia de Mozart: a qué temprana edad, siendo un niño de menos de diez añitos, fue capaz de componer e interpretar obras que marcaron para siempre nuestra concepción de la música. Y aún hoy, escuchar sus hobras nos hace sentir la “genialidad” increíble de este simple hombre. ¿Cómo pudo hacerlo?. ¿Podemos, sinceramente, no ver la mano de Dios en el talento de ésta alma?. Dios dejó caer de Su Trono ésta joya, para que por las manos de Mozart llegue a las generaciones futuras. ¿Qué hizo Mozart con éste don?. ¿Lo utilizó para salvar su alma, glorificando la bondad del Señor que nos legó por sus manos tal prodigio?.

Otro ejemplo: pensemos en todo lo que representó para la ciencia humana la vida de Einstein, sus avances inexplicables, sus hallazgos sorprendentes. ¿Es que realmente podemos pensar que todo fue obra de su inteligencia, o será que Dios volvió a derramar otra gota de su Omnipotencia, a través de los dones que puso en la mente de éste simple hombre?. Y así podríamos dar ejemplos de personas que realizaron prodigios en todas las disciplinas que hacen a nuestro mundo.

La enseñanza es muy clara: ¡el hombre no crea nada, jamás!. Todo lo ha creado Dios, el único Creador. Y El va haciendo que el hombre vaya descubriendo esos frutos de la Creación, en los tiempos que el Plan de Dios así lo establezca. De éste modo el hombre tiene en estas gracias recibidas una enorme prueba: reconocer en ellas el legado de Dios, que por Misericordia nos deja ir sacando de Su desván las cosas que mejoran nuestra vida, o errar pensando que provienen de su propio mérito.

¿De que sirven éstas gracias si el hombre desconoce que son obra de Dios?. La soberbia, el pecado que siempre alejó al hombre del Creador, está haciendo que el ser humano se considere “creador” de sus avances, negando la Mano Divina. El hombre sólo “descubre” los frutos de la Creación, por gracia del propio Señor que va dando dones aquí y allá, permitiendo que se revele de a poco la Gloria de Su Omnipotencia Creadora.

Y advertimos también cuántas de éstas almas dotadas de dones se perdieron en un mar de soberbia y vanidad, y cuantas de sus obras fueron transformadas por el hombre en instrumentos al servicio del mal, del materialismo, la vanidad, el odio y la destrucción.

Esta sociedad tecnológica cree que tiene algún mérito, se habla de los avances del hombre, y no de las gracias de Dios que nos permite “espiar” por una rendija los frutos de Su Reino. ¿Y que hacemos nosotros con ello?.

Nada es creado por nosotros, sólo descubrimos aquello que Dios ha mantenido fuera del alcance de nuestra vista, de nuestro entendimiento, cuando El así lo desea. Hagamos de éstas maravillas no sólo un motivo de agradecimiento al Señor, sino también un instrumento de mejora de éste mundo, pero para beneficio del Plan de Dios. No utilicemos los dones de Dios para poner a riesgo nuestras almas, que las gracias recibidas no sean un instrumento de perdición, sino de salvación.


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