Hablar con Dios – Reina del Cielo https://www.reinadelcielo.org Sat, 02 Sep 2023 09:28:28 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=5.3.9 La oración, voz del alma https://www.reinadelcielo.org/la-oracion-voz-del-alma/ Fri, 01 Sep 2023 09:14:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=477 ]]> Una voz se abre paso en mi interior como un susurro que me acompaña y me consuela, me comprende y me fortalece ¡Es que es mi Señor el que se hace Amigo, Hermano y Maestro cuando con humildad elevo mis palabras al Cielo! Ya no hay paredes a mi alrededor, todo es silencio y escucha, el mundo se congela por un instante, donde hasta el canto de los pájaros se ha suspendido para dar paso al dialogo santo. Los Ángeles escuchan atentos, sonríen y envuelven la escena. Son momentos donde la Divinidad se acerca a la humanidad, porque la voluntad del hombre conmueve el corazón de Dios y lo invita a alegrarse de Su creación.

Sí, es el alma la que expresa su voz cuando con sinceridad nos abrimos a hablar con Dios ¡Oh, la oración, si supiera el hombre sobre los maravillosos efectos y giros que se producen en el cielo cuando un alma ora con devoción! La oración abre las puertas del Corazón de Dios, y derrama ríos de Gracia que bañan nuestra alma, la que canta, sonríe y se alegra. Pero nuestra humanidad, poco dócil y dada a la pereza espiritual, suele darnos las espaldas al deseo de orar, y así sentimos que el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. Señor, ¿cómo llegar a hablar contigo si es que no tengo la fe, la fortaleza y la perseverancia necesarias?

Jesús, nuestro Amigo, está siempre allí, del otro lado de ese desierto que debemos atravesar para llegar a Su Corazón. El desierto es nuestra humanidad que se resiste porque prefiere la comodidad a la entrega, la vanidad a la negación del ser, el mundo al Cielo. Cuando pisamos la arena caliente nos sentimos invadidos por la sequedad espiritual, pero si mantenemos la vista firme puesta en las verdes praderas que se dibujan en el horizonte, seremos capaces de caminar, y llegar. Jesús, mi Señor, Tú me esperas allí, porque sabes que en la oración descubro el diálogo contigo. Palabras que me llevan a Ti, al abrazo fraterno que como Dios Amigo me das cuando Te busco y llamo.

Oración del afligido (Ft Img)

El orar es una experiencia única, un nuevo descubrimiento cada vez. Si, porque la oración es siempre distinta, se nos presenta como un mar de distintas tonalidades, oleajes y hasta de diversidad en la intensidad de las mareas. Muchas veces el diálogo con Dios fluye fácil y directo, en otras oportunidades el orar se presenta como una tarea pesada y difícil como el avanzar en un océano turbulento y ventoso, mientras que en otros casos se ilumina nuestra alma con el fluir del rezo, produciendo un gozo que es difícil de explicar ¿Por qué es así?

Es Dios quien nos da la Gracia de encontrar distintos efectos en la oración. No se supone que el dialogo con Dios tenga una respuesta predecible, porque es siempre una propuesta de nuestra alma en espera de la respuesta del Señor. Así, Jesús juega muchas veces con nosotros, se oculta, o se manifiesta, nos hace ver Su sutil pero maravilloso sentido del humor, o nos insufla sentimientos profundos que nos hacen llorar sin saber por qué, o simplemente nos escucha con atención, como un verdadero Buen Amigo.

La oración despierta sentimientos que crecen sin siquiera saber nosotros de donde provienen. Es un misterio que se esconde en nuestro interior, caprichoso y ávido de sorprendernos cuando menos lo esperamos. Si, es la voz del alma. Esas emociones inexplicables son la manifestación de una vida que trasciende lo racional, porque son la expresión de nuestra vida espiritual, creada por Dios. Al orar, nuestra alma pide a gritos que reconozcamos su existencia, que comprendamos que debajo de esa maraña de pensamientos, miedos y seguridades, hay algo más, hay un puente que nos acerca a la Divinidad, a Dios.

Con los años he meditado mucho sobre esos intrincados espacios escondidos muy dentro de nuestro ser, y particularmente he descubierto en la oración y la meditación a la puerta que abre esos sentimientos. Las emociones se explican por el sentido de unidad en la Divinidad de El que me escucha, de Aquel que aguarda pacientemente el derramamiento de mis palabras, de mis pensamientos, de mis sentimientos. Esas emociones han adquirido un sentido inmenso, se manifiestan como la alegría de ser amigo de Dios, El que todo lo puede, El que todo lo da

Señor, yo te hablo, Tu me escuchas, mírame aquí, no tengo palabras para decirte lo que siento, pero Tu, Tu lo sabes todo.


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Nosotros https://www.reinadelcielo.org/nosotros/ Fri, 27 Nov 2020 15:17:00 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=561 ]]> ¡Qué triste es la soledad! Es como una enfermedad que nos invade el alma, y produce un dolor intenso que sólo los que lo padecen pueden describir. Sin embargo, la soledad es en realidad la puerta más importante que permite al alma encontrarse con su Creador, su Amo, su Señor. La soledad bien vivida, bien comprendida, es una gracia gigantesca que nuestra alma debiera disfrutar y aprovechar en su máxima dimensión.

¿Qué es lo que nos impide, entonces, disfrutar la soledad? Pues, es el ruido del mundo, sumado a nuestra falta de búsqueda de Dios en nuestras vidas.

Hombre reflexionando

El ruido del mundo es como un muro que dificulta ver o percibir le realidad espiritual que nos envuelve, que nos llama. Es por eso que el cristianismo tiene una tradición milenaria de meditación, de encuentro con Dios, a través de la contemplación y el silencio interior. Lo supieron los viejos maestros de la vida eremítica, en sus vidas de claustro y meditación. Atravesar el muro del mundo que nos rodea requiere alejar de nuestros sentidos esa sinfonía desafinada que los satura, los esteriliza a los fines espirituales. Y particularmente en el mundo moderno, donde todo parece especialmente diseñado para atontar y saturar nuestra vista y oídos, nuestra mente.

Sin embargo, cuando nuestros sentidos encuentran la paz necesaria, el muro del mundo empieza a abrirse, dejando la puerta entreabierta para que nuestra alma llegue al encuentro tan buscado. ¿Quién nos está esperando allí, en silencio en la semipenumbra de nuestro interior, observándonos pacientemente, con una sonrisa a flor de labios? ¡Jesús! Si, por supuesto, es Dios quien espera ser descubierto en la meditación. Los místicos, a lo largo de los siglos, han encontrado Su Presencia que acaricia nuestro interior con Su consejo y compañía.

Luz en la ventana

De manera que, de repente, nos encontramos hablándole a Dios, contándole nuestros más simples pero profundos secretos. Y nuestra alma, sin necesidad de palabras, recibe las respuestas. Silencios, sentimientos que envuelven nuestro ser, emociones profundas. Nada que sea simple describir con palabras, pero definitivamente una experiencia sensible que no podemos dejar pasar por alto, que cambia el sentido de nuestra vida.

Nuestro ser se siente de repente tan unido a El, que naturalmente surge un llamado, un pedido:

De ahora en más, seremos nosotros; ya no más tú, ya no más Yo, sólo nosotros.

Por supuesto Señor, nosotros. Ya no más la soledad, ya no más ese vacío interior. ¡Todo lo contrario! Ahora busco esos momentos, porque sé que allí te encuentro en mayor intimidad, y somos más que nunca, nosotros. Los ruidos del mundo me hacen difícil escucharte, por eso disfruto las cosas simples de la vida, mansas y armoniosas, porque nosotros las compartimos mejor de ese modo.

Dime, Jesús, ¿hace mucho tiempo que me esperas? ¿Desde cuando estabas allí, en mi silencio interior, esperando pacientemente que te encuentre? Qué pena me da el tiempo perdido; pero no importa, porque ahora sé que te puedo buscar y encontrar, para que nunca más me sienta solo.

¡Vivamos juntos esta aventura terrenal que me regalaste, mi Jesús, nosotros!


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Un corazón simple https://www.reinadelcielo.org/un-corazon-simple/ Thu, 12 Sep 2019 09:33:35 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=23128 ¿Cuántas veces nos conmovimos hasta las lágrimas al enfrentar algo que es claramente de Dios? Quizás fue algo que nos dijeron, o un momento de oración donde el Señor tocó nuestro corazón de un modo especial, o quizás algo ocurrió en nuestra vida que sólo puede ser atribuido a Él. En realidad no importa demasiado, ya que los recursos que Dios tiene para llamarnos en algún momento de nuestro camino, son infinitos. Lo importante, lo fundamental, es que lo hayamos registrado, que lo sintiéramos como algo especial, solo atribuible a Dios.

Esa convicción de haber vivido una experiencia de Cielo aquí en la tierra queda grabada en nuestra alma de tal modo que, sin advertirlo, estamos buscando ese encuentro una y otra vez. Esa conmoción ha formado una amistad quizás todavía desconocida por nosotros, pero verdadera en nuestro interior, con Aquel que nos dio la vida. Solo Dios pudo haber invadido nuestro ser de tal modo, y si lo hizo una vez, sin dudas que está dispuesto a volver a tocar nuestra puerta. O mejor aún, quizás sea mucho mejor idea el que sea yo quien toque a Su Puerta, quien convoque ese encuentro que tanto anhela mi alma.

Pero, ¿Cómo lo llamo? ¿Qué extraña puerta debo tocar para hacer que Él, ese desconocido que se aventuró a presentarse a mí de modo tan fulgurante, me abra y deje que sienta nuevamente ese fuego que quemó mi pecho y mis entrañas? La verdadera Fe, esa que se vuelve indestructible y nos prepara para hasta dar la vida por Él, está hecha de esa sustancia invisible que se instaló en nuestro corazón cuando Jesús nos hizo conocerlo de modo personal. Sustancia maravillosa que al tocar nuestro interior nos cambia por completo, dotándonos de un corazón simple, un corazón de niño.

Quizás fue hace muchos años, en mi niñez, que viví ese encuentro. O quizás fue hace poco tiempo. Lo importante es que hoy estoy decidido a retomar la búsqueda, a acercarme con palabras de amigo a Quien está allí, esperándome. No quiero hacer las cosas de un modo difícil, porque Él es la sencillez hecha Divinidad, es el Dios que hace lo imposible, simple. Nada más que hablarle con la convicción de que Él escucha, para que se decida a vivir conmigo, las 24 horas del día. Él me habla, yo escucho. Yo hablo, Él me escucha. Así, hoy, empecé esta maravillosa experiencia de vivir unido en dialogo permanente con Dios, mi Dios. 

Como el niño que no puede estar lejos de su mamá, cuando vivimos con Él, y en Él, nuestro corazón nos susurra que nos quedemos confiados en los brazos del Maestro. No hacen falta libros, ni conocimientos demasiado complejos, sino la simple convicción de que con Él a nuestro lado, como nuestro Amigo, todo es posible. Hablar con Él es tan natural como hablar con nuestro mejor Amigo. Jesús, me levanté con jaqueca esta mañana, ¿puedo tomar mis pastillas de siempre? Hagámoslo juntos, mientras me escuchas contarte los planes que tengo para este día. Si, lo sé, tienes razón en decirme una vez más que esa angustia que tengo hoy en mi alma me amarga la mañana. Te prometo esforzarme en sonreír y vivir cada minuto que me das de tal forma de hacerte sonreír a Ti también.

Pequeños diálogos, que algunos llaman oración, hablan de la confianza que hay entre nosotros. Entre Jesús, y yo. Mi alma de niño no necesita mucho más, sólo saber que Él está conmigo en todo momento, a mi lado. Con el tiempo, Jesús me forma en otras cosas tan importantes para mi vida, como ir a visitarlo muy a menudo a Su Casa donde Él está en el Pan que tanto bien me hace comer. Poco a poco, voy aprendiendo de Sus cosas, porque quiero saber cada día más de Él, ahora que es mi Amigo.

La Fe, la verdadera Fe, es tan simple como estas sencillas palabras que acabas de leer. Dios no quiere que te transformes en un teólogo para enamorarte de Él. Solo quiere que conozcas Su Infinito Amor por ti, Amor que Él derrama en forma personal, intransferible, gratuita, sobre ti. No hay nada más importante en tu vida que este Amor que Jesús te ofrece. Nada. Cuando lleguemos allá arriba lo comprenderemos. Veremos esos momentos de nuestra vida donde Él nos llamó, como signo de su elección sobre nosotros, y lamentaremos haber reaccionado de manera tan tibia. Pero también podremos ver como Él insistió, de manera incansable.

Mira a tu alrededor, el Señor te llama. Una y otra vez. No con textos complejos, ni con conocimientos profundos, sino en la sencillez de un corazón simple, sencillo. Un corazón de niño, que no pretende comprender, sino aceptar el amor de sus padres como algo natural, algo único, lo más importante en nuestra vida. El Señor hará el resto, no te preocupes. ¿Acaso no esta Él aquí, que es tu Padre?

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Reza ante el Santísimo, y dirige a la selección portuguesa de fútbol https://www.reinadelcielo.org/reza-ante-el-santisimo-y-dirige-a-la-seleccion-portuguesa-de-futbol/ Fri, 19 Aug 2016 15:12:44 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=7500 Fernando Santos, entrenador de la Selección Nacional.]]>

Fernando Santos, el victorioso técnico portugués, reza a gusto ante el sagrario «porque Él está ahí»

Lo primero que habrá hecho Fernando Santos nada más levantarse, el día después de la gloria para el fútbol portugués por ganar la Eurocopa 2016, es rezar y leer los textos de la Biblia que corresponden a la misa del día. Es su costumbre matinal desde 1994, cuando volvió a la práctica religiosa tras años alejado de la Iglesia.

No es un hombre que lo fíe todo a la gloria deportiva, que le llegó en plenitud cuando el sensacional disparo de Eder, a punto de concluir la prórroga, ganó para Portugal su primera Eurocopa derrotando en la final a la anfitriona Francia. Es Ingeniero electrónico, felizmente casado y padre de dos hijos, a sus 61 años tiene claro que “el fútbol no significa nada si lo comparamos con la paternidad, si lo comparamos con la amistad”.

Y eso que el fútbol ha sido siempre su profesión, primero como jugador de la primera división lusa y, sobre todo y donde de verdad ha destacado, como entrenador de los mejores equipos de Grecia (AEK Atenas, Panathinaikos y PAOK de Salónica) y Portugal (Oporto, Sporting de Lisboa, Benfica) y de sus respectivas selecciones nacionales.

Nadie duda de que este éxito lleva en buena medida su nombre. Cuando Cristiano Ronaldo se lesionó en el minuto 24 del primer tiempo, la suerte del partido parecía echada, con una Francia dominando técnica y físicamente a un rival que se quedaba sin su gran estrella. Era el momento de mostrar frialdad y perseverancia en la dirección técnica, y es lo que logró Fernando Santos, de modo que ya antes del gol de la victoria los portugueses se habían venido arriba en la prórroga, algo que nadie habría pronosticado cuando retiraron en camilla a Cristiano Ronaldo.

Los problemas lo alejaron y lo trajeron de nuevo junto a Dios

Fernando Santos 2Fernando Santos nació en una familia cristiana donde la vida religiosa no era particularmente intensa, aunque sí seguía los cánones de la católica sociedad lusa. Hizo la Primera Comunión, le enseñaron el catecismo y recibió la Confirmación, pero precisamente por un enfado en la catequesis durante la representación de una obra de teatro empezó a alejarse de la Iglesia: “Creía que había un Dios, y poco más que eso”, evocó durante unas Conversaciones sobre Dios moderadas en noviembre pasado, por la periodista María Joao Avillez.

Sin embargo, nunca dejó de rezarle a su Ángel de la Guarda, porque sin sus oraciones infantiles no se dormía. Se casó por la Iglesia, bautizó a sus hijos y los educó cristianamente, pero sin sentirse él personalmente cercano a Cristo. Algo que comenzó a cambiar precisamente cuando su hija mayor (hoy juez, fue una de las más jóvenes del país) empezó a prepararse para la Confirmación.

Porque la familia es esencial en su vida y en la vida de todos: “Todo empieza ahí. Si no conseguimos cambiar en el seno de la familia, difícilmente vamos a conseguir cambiar la familia mayor que nos rodea, que es la sociedad”.

El paso sacramental de su hija le puso en contacto con un sacerdote, conversó con él, leyó algún libro que le prestó… y se dio cuenta de que no quería asistir al sacramento de la niña desde fuera. Tras muchos años de escasa práctica de la fe, empezó a ir a misa con su mujer, Guilhermina, pero no se sentía a gusto: “Veía a la gente acercarse a comulgar, y yo no iba…” Al cabo de un tiempo se confesó.

Aquel año de 1994 fue malo para él. Después de siete años entrenando al Estoril Praia, que había sido también su último equipo como jugador, fue despedido. Llevaba veinte años vinculado al club y fue un mazazo muy fuerte. Unos amigos que acudieron a su casa a consolarle le sugirieron aprovechar la ocasión para hacer un Cursillo de Cristiandad. Allí es donde su vida realmente cambió.

Pide fe, esperanza y caridad ante el sagrario

“Fui sobre todo para poner mi cabeza en orden… y de lo que me di cuenta es de que Cristo está vivo en cada uno de nosotros”. “Entonces comprendí que tenía que alimentar mi fe, y que podía alimentar mi fe con la Eucaristía”. Empezó a frecuentar aún más la misa y a comulgar con regularidad.

Qué es ser católico, para Fernando Santos

“Ser católico es una exigencia muy fuerte”, añade, “porque consiste en creer que Cristo resucitó y está vivo. No podemos dejar de dar testimonio de eso en cualquier profesión que tengamos”. Por eso, tras las “enormes” figuras de Juan Pablo II y Benedicto XVI, Fernando Santos celebra que el Papa haya traído algo que considera “muy importante en este momento”, como es la cercanía: “Muchos católicos necesitaban alguien que tuviese una vivencia más próxima”, y eso es lo que les ha dado Francisco.

Ahora su momento favorito es cuando está ante el Santísimo: “El lugar donde me encuentro más a gusto para hablar con Él es el sagrario, porque Él está ahí”, y allí le pide que él y los suyos “aumenten la fe, la esperanza y la caridad”.

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Fuente: Religión en Libertad


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Conversaciones con Dios – Película https://www.reinadelcielo.org/conversaciones-con-dios-pelicula/ Wed, 03 Sep 2014 22:22:19 +0000 http://www.reinadelcielo.org/?p=2214 Lo publicado en esta entrada no tiene otro objetivo más que acercar, a los lectores de Reina del Cielo, un film que nos muestra los duros momentos por los que pasa el personaje principal. El cual recurre a Dios. Aclaramos que no es una película de la Iglesia Católica. Nos puede servir, esta es la intención, para meditar y analizar lo que sucede, desde nuestra perspectiva de católicos, en relación a los momentos difíciles que, a veces, también nos toca vivir. No se puede tomar como una lección del Catecismo de la Iglesia Católica. 

Al publicarlos www.reinadelcielo.org no está emitiendo ninguna opinión sobre la veracidad de los dichos, sino que sólo ha entendido que sus contenidos no contienen nada que atente contra las verdades de la fe y la moral y sí entiende que pueden ser favorables para el crecimiento espiritual de nuestros lectores. El juicio final sobre los hechos publicados corresponde a la Iglesia, a la que nos sometemos.

La redacción de Reina del Cielo


Basada en la historia de Neale Donald Walsch. La vida de Neale se hunde por momentos. Sin trabajo, sin familia, sin hogar.

Y como si lo que sufre este hombre es poco, después de un accidente automovilístico, lo pierde todo y termina viviendo en un camping para indigentes, a la suerte de Dios.

Será esta situación límite donde Neale tendrá que decidir entre dos opciones: Abandonarse a su mala suerte o reencontrarse a sí mismo y buscar, donde haga falta, las respuestas que le proporcionen la fuerza necesaria para comenzar de nuevo.

Disfrutemos de esta película

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